Kami Tachi ni Hirowareta (NL)

Volumen 2

Capitulo 2: Personalidad Completamente Opuesta

Episodio 30: Personal Adicional

El día siguiente…

Después de prepararme para abrir negocios por la mañana, fui a comprar productos para recibir a mis dos nuevos empleados y luego regresé a la tienda.

“¿Ya hay tanta gente?” Yo pregunté. Salí de la tienda cuando abrió a las 8 AM y compré durante aproximadamente una hora. Debería haber sido solo alrededor de las 9AM. Ahora me preguntaba a qué hora del día teníamos más negocios.

Reflexioné sobre eso cuando entré por la única puerta de empleados detrás de la tienda. Carla y Fay estaban tomando órdenes mientras Carme y Lilyn llevaban y devolvían la ropa. Parece que no tuvimos ningún problema hasta ahora. Les dejé el trabajo y comencé a cocinar.

No se sabía cuándo podría estar más ocupado, por lo que quería alimentar a todos mientras aún había tiempo para comer. Amasé la masa, luego la redondeé y la estiré. Una vez que terminó, lo unté con salsa de carne.

Por cierto, esta salsa de carne quedó de la fiesta de apertura dos días antes. Hice una nevera usando magia de barrera que conservaba la comida mejor que dejarla afuera. Lo evalué por si acaso, y resultó que no había problemas. Si, por ejemplo, Serge se enteró de la nevera, podría causar otro alboroto. Tal vez sea más probable que Pioro haga un alboroto por eso. Dijo que maneja la comida.

Rocié queso, cebollas en rodajas y algunas hierbas sobre la base, luego lo puse todo en una tetera caliente para hornearlo. Mientras tanto, preparé las ensaladas y bebidas. Mientras me ocupaba de eso, la pizza terminó de cocinarse. Exudaba un aroma fragante. Probé una pieza para mí y fue excelente. Y listo para comer antes de que estuviera demasiado ocupado, afortunadamente.

“El almuerzo está listo, todos. Puedo reemplazar a alguien para que podamos turnarnos para comer”.

“Gracias”, dijeron mis empleados. Primero, Lilyn y Carla cambiaron de lugar conmigo. Después de comer, Fay y Carme fueron a buscar su parte, dándoles a todos la oportunidad de descansar y comer. Cuando pasó el mediodía, estaba tan ocupado como ayer, pero de alguna manera logramos superarlo juntos.

“Buen trabajo, todos”.

“¡Buen trabajo, Ryoma!” ellos dijeron. Fue mejor que el día anterior, pero solo pasamos de trabajar demasiado a nuestros empleados para poder funcionar como un negocio normal. Si incluso un empleado no pudiera trabajar, recibiríamos un gran golpe. Ni siquiera tendría tiempo para cocinar el almuerzo para todos si eso sucediera.

“Otro día ocupado. ¿Cuánto ganamos?”

“Según mis cálculos, 11877 escudos”, dijo Carla y me mostró sus notas. Si hicimos 1,5 veces más que ayer, ese fue un aumento significativo en un solo día.

“Esas son algunas buenas ventas”.

“Más que agradable, el negocio está en auge”.

“A este ritmo, terminaremos con aún más clientes”.

“Lilyn, Fay, ¿ustedes también lo creen? Quizás debería contratar más empleados. Mi plan original era contratar a tres o cuatro personas, pero si alguien se enferma o algo así, será una carga pesada para el resto de nosotros”.

“Sí, creo que sería prudente”.

“Sé que acabas de hacer esto ayer, pero ayudaría si pudieras ir al gremio y contratar a alguien otra vez”.

“Entendido. También me gustaría contratar a un cocinero, pero ¿podría encontrar uno en el Gremio de Comerciantes?” Yo pregunté.

“Sí”, respondió Carme. “¿Pero por qué un cocinero?”

“Si tenemos las manos llenas de trabajo, ¿cómo se supone que debemos hacer el almuerzo? Estaba pensando que contrataría a alguien que pueda encargarse de eso”.

“Entiendo lo que quieres decir, pero cualquier empleado regular podría hacer ese trabajo”.

“Pero si tuviéramos a alguien que hiciera ese trabajo exclusivamente, nos daría más tiempo al resto. Además, ¿no te motivaría más si hubiera una buena comida que esperar? Considéralo una propina.” “Estoy de acuerdo contigo, pero ¿qué es una propina?”

“Oh, bueno, es una forma de considerar qué ayudaría a sus empleados a trabajar más cómodamente, supongo que se podría decir”, traté de explicar. Aparentemente no pensaron en los beneficios para empleados aquí. O tal vez la mayoría de las empresas no los tenían.

“Creo que has pensado mucho en lo que es mejor para tus empleados”.

“Nos está dando vivienda y pagando también al mismo tiempo. No encuentras empleadores así muy a menudo”.

“Buena paga, habitaciones cálidas y cómodas, y la comida de hoy también fue excelente. Mi padre y yo seríamos afortunados de encontrar algo mejor”.

“Me alegra escucharlo. Entonces, ¿puedes manejar el resto del día sin mí? Estoy planeando ir a contratar a alguien y luego ir a casa”.

“Que tengan un buen día”, dijeron los cuatro mientras me despedían.

***

Cuando llegué al gremio, una vez más me dejaron entrar a la sala de recepción para una reunión con el maestro del gremio.

“Me alegro de verte. ¿Estás aquí para contratar a alguien otra vez?”

“El negocio ha sido inesperadamente bueno, por lo que tenemos el dinero para ello”.

“Ya veo, entonces, ¿cuántos empleados más quieres?”

“Me gustaría que tres empleados más trabajen en la tienda, más un chef”.

“¿Un chef?”

“Estamos tan ocupados que nuestros empleados apenas tienen tiempo para cocinar, así que mientras contrate personas, pensé que sería bueno si tuvieran la oportunidad de comer algo bueno. Y por el bien de su salud, quiero que obtengan algo nutritivo”.

“¿Por eso quieres contratar a alguien solo para cocinar? Eso es bastante atípico”.

“¿Lo es?”

“La mayoría de las tiendas solo tienen uno de los empleados habituales para hacerlo. Las tiendas más grandes contratarán personas para hacer un trabajo variado como este, pero rara vez se ve a alguien que se desvive por nombrar un chef. Bueno, no es una mala idea. Espera un segundo, veré si alguien está interesado”.

“Pregunte a las personas que no estuvieron aquí ayer, por favor”, solicité. Algún tiempo después, el maestro del gremio me presentó a cuatro personas.

“¡Encantada de conocerte! ¡Soy Jane! ”

“¡Soy María!” “Mi nombre es Fina”.

“Soy Chelma, una chef”.

Las tres primeras eran mujeres jóvenes que llegaron a esta ciudad desde un pueblo empobrecido como un grupo, buscando ganar algo de dinero. Jane era enérgica, María era relajada y Fina era más del tipo serio, según las primeras impresiones. Chelma no podría haber sido sustancialmente mayor que ellos, pero en cierta medida lo era. Ella se encontró como una madre.

Asumí que el maestro del gremio sabía cómo elegir a las personas mejor que yo, y cuando pregunté si estaban interesados en trabajar para mí solo para estar seguros, todas asintieron. Aparentemente cambiaron de opinión después de enterarse del éxito de mi tienda, ya que los vi en la lista cuando vine ayer. El maestro del gremio también les dio una conferencia sobre cuán segura era mi tienda.

El maestro del gremio había evaluado a todos mis empleados y a mí, así que probablemente tampoco había mucho de qué preocuparse con estas mujeres. Las tres chicas del pueblo parecían que lo que vi era lo que obtendría. No tendrían habilidades únicas, pero eso estaba bien. El trabajo anterior de Chelma era en una posada ordinaria, y ella dijo que no podía cocinar nada lujoso, pero eso tampoco era un problema. Parecían buenas personas, así que decidí contratarlas a todas.

Los negocios fueron atendidos dentro de los diez minutos posteriores a la llegada al gremio. Todas las conexiones que había resultado ser importantes, para estar seguro. Los cuatro nuevos empleados también querían vivir en la tienda, así que después de que se firmaron los contratos, terminamos regresando a la tienda con el carruaje esperando afuera. Antes de eso, el maestro del gremio me dijo una última cosa.

“Ryoma, si esto sigue así, consideraría abrir un par de tiendas más en otras ciudades. Puede hacerlo de inmediato si lo desea. Solo consulta conmigo cuando estés listo”, dijo. Me sorprendió escuchar lo mismo que Carme y Carla dijeron. Luego me tocó la espalda con su bastón y me animó a mantenerlo unido. Cuando llegamos a la tienda, Carme y Carla todavía estaban allí.

“Jefe, pensé que te ibas a casa”, dijeron. Les conté sobre los nuevos empleados que querían vivir en la tienda, les presenté a todos y luego les dejé manejar el resto.

***

Habían pasado cuatro días desde que contraté a los nuevos empleados. Las tres chicas del pueblo trabajaron duro, y la cocina de Chelma fue deliciosa. Me quedé en la tienda el primer día para asegurarme de que todo podría funcionar bien sin mí y que no había problemas. Hace dos días, incluso tuve tiempo de lavar las paredes afuera y cortar el césped. Ayer tuve la oportunidad de patrullar la mina abandonada.

Solo había pasado una semana desde el día de la inauguración, pero nuestras ventas aún no habían disminuido. Si viviera frugalmente, podría sobrevivir tres meses por el beneficio de cada día. Estaba algo asombrado, pero todo fue gracias a mis empleados incansables.

Podrían mantener todo funcionando bien sin mí en ese punto, para que pudiera volver a mi trabajo de aventura. Pero justo cuando eso se me ocurrió, Serge me convocó.

“Lo siento, me tomó tanto tiempo llegar aquí”.

“Maestro Ryoma, me alegra que esté aquí. Ahora, venga por aquí.”

“Disculpe.”

“Disculpas por la repentina llamada”.

“Está bien, mis empleados son lo suficientemente buenos como para administrar la tienda ellos mismos ahora. Los gemelos que me enviaste también han estado haciendo un buen trabajo.”

“¿Está bien? Parece que te han resultado útiles. Eso es un alivio.” “Has hecho mucho para ayudarme, Serge”.

“Lo mismo pasa aquí. Estoy obteniendo una ganancia ordenada gracias a todas las bolsas y necesidades diarias que nos está comprando”.

“Eso también ha sido genial para mí. Todo va tan bien que casi da miedo”.

“Todos en la ciudad han estado hablando de eso últimamente. Incluso ha llamado la atención del gremio”, dijo Serge, luego suspiró antes de continuar. “Y tienes la oportunidad de ganar aún más dinero. ¿No es un shock?” Ladeé la cabeza ante eso. “Maestro Ryoma, estoy hablando de la tela impermeable”.

“Correcto.” Me había olvidado por completo.

“¿Sabías que el brote masivo de ranas grell se acerca pronto?” “Sí, he escuchado”.

“Las ranas Grell viven en pantanos. Sus pieles pueden producir armaduras y sus órganos son una buena medicina, por lo que se venden por un alto precio. Durante el brote masivo, toneladas de aventureros viajan a los pantanos donde prosperan. Sería una buena oportunidad para anunciar productos como botas hechas con esa tela impermeable, así que pensé que deberíamos comenzar a producirlos y venderlos pronto. Como tal, quería preguntarte cuántos puedes hacer, por eso te llamé hoy aquí”.

Tenía 907 limos pegajosos en este momento, por lo que dependía de la cantidad de tela que tenía.

“El proceso implica modificar la tela regular, por lo que necesitaría pedir el material, pero ¿cuánto duraría una tira de tela para comenzar?”

“Si me lo das, unos setenta metros”, respondió Serge. Tomar más de lo que podría usar no nos haría ningún bien. Pensando conservadoramente, diez limos podrían hacer tal vez una tira de tela en un día. Si tenía veinte de mis limos trabajando en una hoja cada día para estar seguro, eso son al menos 45 capas.

“Luego, una vez que estemos listos para la producción, podríamos crear alrededor de 45 a 90 capas por día. Sin embargo, tardarán un poco en secarse, por lo que puede ser un poco menos que eso”, dije. La cara de Serge se iluminó.

“Diez capas al día para comenzar habrían sido suficientes. Más que eso es muy apreciado”.

“Entendido. ¿Debo comenzar con eso hoy?

“Por favor, hazlo.”

“Entonces me gustaría comprar algo de tela para usar como materiales”.

“Puedes tenerlo gratis. Me lo devolverán como tela impermeable, por lo que simplemente pagaré el costo de producción cuando lo entregue. ¿Cuánto será eso?”

“Puedes decidir el precio. Lo que sea razonable, por favor —dije. Serge se rio ligeramente.

“Cuando un comerciante tiene algo que sabe que venderá, se supone que debe cobrar de más. Sin embargo, su oferta es excelente para mí. En otro tema, ¿dónde harás el trabajo? Si la gente se entera de que tú eres el que produce estos, quién sabe qué tipo de personas sospechosas podrías encontrar en tu puerta. ¿Tiene en mente espacios de trabajo seguros? Si no, podría prepararte uno.”

“Me gustaría establecer una tienda en la mina que fue abandonada el otro día”.

“Ciertamente no tendrías que preocuparte de que alguien aparezca allí, pero ¿estás seguro de que es el mejor lugar?”

“Puedo pasear por allí todo lo que quiero, ya que tengo el título de Gerente. También puedo usar la magia de la tierra para crear un gran espacio de trabajo”.

Una vez que eso se resolvió, tomé la tela, salí de la tienda y me dirigí a la mina abandonada.