Kami Tachi ni Hirowareta (NL)

Volumen 3

Capitulo 2: Personalidad Completamente Opuesta

Episodio 40: El Nuevo Domador

El sol había salido a su punto más alto.

“¡Ahí esta!” Exclamé Escuché que se suponía que Jeff debía irse pronto, pero terminé esperando en una esquina del gremio durante una hora antes de que lo encontrara. Observé cuando parecía que había terminado con el trabajo, luego lo llamé.

“¿Hm? ¿Si no es Ryoma? ¿Qué pasa?”

“Quería preguntar acerca de lo que discutimos el otro día”.

“Oh, eso fue rápido. Pensé que podría ser un poco más largo aún. ¿Quieres ir de inmediato, entonces?” “¿Podemos?”

“Claro, me dirigía a los barrios bajos hoy de cualquier manera. Además, mi casa está en esa dirección.” “Entonces gracias”.

Seguí a Jeff y lo ayudé a comprar comida y cosas por el camino. Tenía la intención de dárselo a los habitantes de los barrios bajos. En Gimul, los que lograron abandonar los barrios marginales tendieron a ayudar a los que se quedaron allí de las pequeñas maneras que pudieron.

“Ha sido especialmente malo últimamente con la cantidad de ingresos que ha bajado. Mira, ya casi llegamos”, señaló Jeff. Cuanto más caminamos, menos personas vimos, más viejos se veían los edificios y más harapientas aparecían las ropas de los niños ocasionales. Saludaron y gritaron cuando vieron a Jeff, y él respondió de la misma manera. Se veían serenos, como si estuvieran contentos de verlo. También llamé la atención, pero no sentí ninguna malicia. No parecía que tuviera que preocuparme por ser asaltado. Más adelante, llegamos a otro edificio antiguo pero resistente que era un poco más grande que el resto.

“¿Estás aquí, viejo?” Jeff preguntó y llamó a la puerta. Se abrió solo. Sentí un poco de energía mágica. “Parece que está. Vamos para adentro. Vamos.”

Asistí a Jeff dentro del edificio, donde había una habitación grande y casi vacía. Pasamos por otra puerta y encontramos un escritorio improvisado más allá del cual un hombre de unos 60 años estaba sentado en una silla grande.

“¿Tú otra vez?” el hombre suspiró y jugó con su cabello gris mientras se recostaba. “Jeff, agradezco toda tu ayuda, pero todavía no soy tan viejo”.

“Eres bastante viejo”.

“Todavía puedo pararme sobre mis dos piernas. Eso significa que no soy viejo. De todos modos, ¿quién es el niño? ¿Quieres que cuide de alguien otra vez?”

“Sé cómo es, pero es un aventurero excepcional. Este tipo hace más que suficiente para poner comida en la mesa. No es por eso que él está aquí. Tiene una oferta que incluso podría ayudar a los barrios bajos”.

“¿Oh enserio?” preguntó el hombre y me miró.

“Encantada de conocerte. Soy Ryoma Takebayashi”.

“No tiene sentido actuar tan cortés por aquí. Soy Lible, jefe de los barrios bajos de Gimul. Si Jeff te presenta, estoy seguro de que eres digno de confianza, pero déjame decirte algo por si acaso. No puedes hacer con este lugar como quieras, ¿de acuerdo? Si podemos mantenernos en buenos términos, eso sería genial”, declaró con gran fuerza detrás de sus palabras. Pude ver por qué él era el jefe.

“Por supuesto. No quiero ninguna pelea innecesaria tampoco”, dije. Lible resopló y sonrió.

“No tienes miedo, ¿eh? Tienes agallas”.

“Mejor cree que lo hace”, intervino Jeff. “Tiene mi aprobación por una razón”.

“Ya veo. Entonces, ¿cuál es esta oferta?”

“Hablaré de eso”, dije. Se trataba de mi tienda, por lo que solo tenía sentido.

“…Y eso lo resume todo.”

“Está bien, así que algunos rufianes te causaron problemas y no sabes de dónde vinieron. Ahora desea encontrar a alguien en quien pueda confiar, y eso puede incluir a alguien de los barrios bajos; ¿entendí todo eso? A mí me parece bien, siempre y cuando pagues lo suficiente para vivir. Contrata a quien quieras. Significará que hay muchos más alimentos y recursos para nosotros”.

La discusión terminó sorprendentemente bien. Esperaba que cobraran una tarifa para encontrar empleados para mí o algo así, pero tal vez la presentación de Jeff funcionó. En cualquier caso, ahora se trataba de ganar la confianza de quien quisiera contratar. Jeff y yo salimos de la casa del jefe y salimos a ver al domador que Jeff conocía. En el camino, Jeff llamó a dos niños y les dijo que fueran a buscar a alguien.

“¿A dónde van esos niños?” “Ya lo verás más tarde”.

Cuando finalmente llegamos a un edificio, Jeff golpeó violentamente la puerta.

“¡Oye! Caulkin! ¡Sé que estás ahí! ¡Sal!”

Se sentía como si estuviera viendo a un cobrador de deudas. Muy pronto, la puerta fue abierta por un hombre flaco de mediana edad que tenía el aire de un trabajador de cuello blanco que fue despedido.

“¡Cállate, Jeff! ¡No necesitas tocar tanto, te escuché la primera vez!”

“¡No has salido cuando toqué demasiadas veces para que yo crea eso!”

“¡Tu culpa por visitarme cuando estaba en medio de la investigación!”

“¡Como el infierno es mi culpa!”

“Nunca has investigado nada en tu vida, ¿qué sabes? La investigación se trata de sumergirse en el mar profundo de sus pensamientos, tratando de inspeccionar las burbujas transitorias de sus ideas antes de que aparezcan. ¡No hay tiempo para prestar atención a nada más!”

“Y como resultado, arrojaste un montón de dinero en tu inútil investigación, te arruinaste y terminaste aquí, ¿no?”

“Ugh, cuando lo pones de esa manera, sí. Suficiente sobre eso; ¿Qué deseas?”

“Te iba a preguntar si querías un trabajo. Un trabajo de domesticación”, dijo Jeff. En el instante en que escuchó eso, Caulkin parpadeó.

“¿Un trabajo para mí? ¿Cómo domador?”

“Sí, a petición de Ryoma aquí”. Fue solo entonces que Caulkin pareció notarme.

“Encantado de conocerte. Soy Ryoma Takebayashi”.

“Lo siento, esa no fue una gran primera impresión. ¿Estás contratando un domador? ¿Para qué?”

“¿Podrías dejarnos entrar, Caulkin?” Jeff exigió. Caulkin se rascó la cabeza y nos dejó pasar la puerta, luego la cerró detrás de nosotros. El edificio tenía solo una habitación. Estaba oscuro, iluminado solo por el resplandor de una piedra mágica. Aparte de eso y de un paño cerca de la pared que solo podía suponer que servía como futón, la habitación estaba vacía. Ni siquiera había sillas, así que nos sentamos en el suelo.

“Entonces, ¿qué quieres que haga? Lamentablemente, no puedo decir que soy tan domador, así que no sé si puedo cumplir con sus expectativas. Sin embargo, creo que soy un buen investigador”.

“¿Qué tipo de investigación haces?” Yo pregunté.

“Solía trabajar en un laboratorio y me concentro en el último trabajo que me dieron”, dijo con amargura. “Investigo limos”.

“¡¿De verdad?!”

“Sí, pero no pude producir ningún resultado, así que obtuve el arranque. Eso fue hace más de diez años, pero nunca pude olvidarme de ese laboratorio, así que seguí investigando. De todos modos, ¿por qué me miras así?” Caulkin respondió con desdén, pero en el momento en que me vio, parecía confundido.

“El laboratorio consideró que esta investigación no era importante, por lo que los encargados querían deshacerse de las personas a cargo. Ese fue el caso conmigo. ¿Por qué estás tan emocionado?” “Hago mi propia investigación con limos”.

“¡¿Qué?!”

Caulkin y yo nos miramos en silencio durante unos segundos, luego intercambiamos un firme apretón de manos.

“¡Mi camarada!”

“¡Mi hermano!”

“¡¿Qué pasó en esos últimos segundos?!” “Bueno, algo”.

“Los extraños no entenderían la alegría de conocer a un compañero que se dedica a la misma investigación”.

“Tienes razón, no entiendo eso en absoluto”.

Entonces escuchamos un golpe en la puerta.

“¿Otro invitado? Terriblemente ocupado hoy”, gruñó Caulkin y se levantó para abrir la puerta. Un hombre y una mujer estaban parados afuera.

“¿Caulkin? Escuchamos que podríamos conseguir trabajo aquí. ¿Es eso cierto?”

“Nunca pensé que podríamos conseguir un trabajo más doméstico, ¡así que me apresuré directamente aquí!”

“¿Qué, Lobelia y Tony? ¿También te enteraste? ¡Aquí hay alguien buscando domadores para contratar, y él es un camarada! ”

“¿Un camarada?”

“¿Eso significa lo que creo que significa?”

“¡De todos modos, entra!” Caulkin dijo, los arrastró a la habitación y cerró la puerta. Cada uno de nosotros nos presentamos.

El hombre, Tony, tenía 23 años. Era un excelente domador, pero por celos por su talento, su jefe y compañeros de trabajo aprovecharon su sinceridad. Lo culparon por sus experimentos fallidos y escándalos para degradarlo. Luego se le ordenó investigar lodos, y cuando no pudo obtener resultados, lo usaron como una excusa para despedirlo. Le pregunté por qué no trabajaba como domador si era tan hábil, y aparentemente las personas que dirigían el gremio en su ciudad vieja le negaron el trabajo. Los gremios de domadores ya habían escuchado a través de su red de información que no se podía confiar en él, por lo que no podía encontrar trabajo como domador en ninguna ciudad. Ahora estaba trabajando como minero.

“¿Has estado en el Gremio de Domadores en esta ciudad?”

“Los de otras ciudades eran simplemente horribles, así que no. No pude ganar lo suficiente para alimentar a mis familiares y terminé dejándolos ir, así que no tendría sentido ahora”.

Él vino a esta ciudad para trabajar en las minas. Se dio por vencido en el gremio de domadores, aparentemente. Tal vez podría conseguirle una reunión con Taylor en algún momento.

“Sucede”, dijo Lobelia para tranquilizar a Tony. Tenía 25 años y trabajaba como investigadora, pero su jefe la acosó sexualmente. Estaba tan concentrada en la investigación en ese momento que nunca aprendió a tratar con hombres, y estaba tan sorprendida que envió a su familiar después de él. No era un monstruo fuerte, por lo que solo sirvió como una amenaza, pero su jefe ignoró su propio escándalo y la degradó hipócritamente. Más tarde fue puesta en investigación de baba, luego despedida. Ahora trabajaba en un burdel tres días a la semana, donde realizaba diversas tareas y trabajos serviles. También se ganaba la vida vendiendo ropa reparada.

“Ya veo”, dije, ahora solo me queda presentarme. Mientras discutíamos el trabajo, desperté su curiosidad.

“¿Hay limos como ese?”

“Nunca había oído hablar de esos antes”.

“También tienen habilidades inusuales”.

Decidí demostrarlo. Para mantenerme limpio, siempre mantuve un solo limpiador en mi Dimension Home. Lo saqué y comencé haciendo que lavara mis zapatos. Estaban impresionados.

“Ciertamente es un limo”.

“La suciedad de esos zapatos realmente se ha ido. ¿Se lo comió el limo?” “Pero los zapatos no se han deformado en absoluto”.

“Hm, ¿realmente solo consumió la suciedad?”

Una vez que probé que era seguro, dejé que el limo limpiador limpiara mi cuerpo a continuación. No sabía si estaban preocupados o emocionados, pero observaron en silencio hasta que terminó.

“Mientras lo tenga fuera, ¿a alguno de ustedes le gustaría probarlo?” Yo ofrecí. Todos expresaron interés al mismo tiempo, pero solo tenía uno a mano, por lo que tuvieron que turnarse. Tomó un tiempo extrañamente largo, pero para mi sorpresa, su piel estaba tan bien lavada que era más brillante y más vibrante que antes.

“Me gusta más que el jabón”.

“Se siente refrescante, ¿no?”

“¡No me he sentido así en años!”

La mugre de la que nunca podrían deshacerse por completo de vivir en los barrios bajos parecía haber desaparecido. Cuanto peor era la suciedad, más tiempo tardaba en eliminarse, por lo que era especialmente notable. “Esto es fascinante. ¿Nuestro trabajo sería dirigir un negocio de lavandería con este limo? ¿Podemos usar nuestro tiempo libre para investigar?”

“¡Con esto, podemos volver a todos los que menospreciaron a los investigadores de limos!”

“Y la paga es mucho mejor de lo que he recibido en el pasado. Incluso volveré a trabajar como domador. ¡Lo haré, así que por favor, dame el trabajo!”

Su pasión e intensidad eran un poco dominantes. Dudé un poco en contratarlos, pero no era de los que hablaban cuando se trataba de pasión en esta área, por lo que siempre y cuando se mantuvieran fieles, estaban bien. Nuestros objetivos eran similares, por lo que parecía una buena idea contratarlos. Después de eso, solo necesitaría que mis otros empleados los vigilaran para asegurarse de que fueran confiables.

“¿Esto entraría en conflicto con tus trabajos actuales?”

“Nadie me está contratando ahora de todos modos. Mi trabajo más reciente acaba de terminar, así que no sabía cuándo llegaría mi próxima oportunidad”.

“Me pagaban el mismo día en las minas, así que puedo parar cuando sea”.

“Solo tengo que decirle al burdel que he terminado”.

“Ya veo. ¿Puedes hacer matemáticas?

“Por supuesto, en su mayor parte”, dijeron todos.

“Entonces, por supuesto, trabaja para mí. Todavía no he decidido dónde abrir mi segunda tienda, pero tendrás que pasar un tiempo aprendiendo qué hacer en el trabajo. ¿Dónde vivirás? Puedes quedarte aquí en los barrios bajos o vivir en mi tienda.” “¡En la tienda!” Todos gritaron a la vez.

“Entonces vamos con eso. Ahora, me gustaría llevarte directamente a mi tienda, pero tal vez podamos hacer algo antes de eso. Jeff, ¿hay alguna tienda de ropa por aquí?” Yo pregunté. No para insultar a estos tres, pero su ropa estaba terriblemente hecha jirones. El limo más limpio los lavó, pero todavía estaban llenos de agujeros. Solo las tiendas de alta gama tenían uniformes, mientras que las tiendas normales tenían a sus empleados trabajando en su propia ropa. Mi tienda era una de las últimas, pero no podía hacer que mis empleados se vean así.

Le pedí a Jeff y Lobelia que fueran a la tienda de ropa más cercana para comprar algunos pares de ropa. Si solo hubiera hombres, Jeff podría haberlo hecho él mismo, pero nadie más que Lobelia habría sabido sobre la ropa de mujer. Mientras tanto, tuve que volver corriendo a mi tienda y contarle a Carme sobre las nuevas contrataciones.