Slayers (NL)

Volumen 3

Capítulo 3: Date Prisa Y Espera

Parte 4

«¿Yo?» Preguntó Gourry, y él me miró por alguna razón.

¡Ella te gusta, ella te gusta! Hehehe Sin tener en cuenta el gusto, supongo.

«Deberíamos irnos», dijo Sylphiel, y ella se puso de pie.

«Sería mejor hacer esto pronto»

Gourry, que todavía se veía un poco desconcertado, se levantó y me puso una mano en el hombro.

«No hagas nada estúpido mientras estoy fuera», dijo.

«¿Quién yo? Estaré bien. Confía en mí” Me reí. Era dulce por su parte preocuparse.

«No eres exactamente confiable», continuó. Sigue siendo dulce, ¿podrías?

«Está bien, bueno, cuanto antes nos vayamos, antes volveremos», dijo, ofreciéndome un guiño torpe mientras se marchaba con Sylphiel.

Los cuatro los vimos irse, y con los hongos restantes ya consumidos, de repente nos encontramos sin nada que hacer.

«Entonces … ¿ahora qué?» Eris preguntó, sentada con las piernas cruzadas.

«Ehm, sí … ¿ahora qué?» Dijo Lantz, pareciendo que estaba pensando profundamente mientras que en realidad le robaba miradas a las piernas.

«No podemos hacer nada más que esperar», explicó Zelgadiss de manera práctica.

«Si salimos y tratamos de hacer algo por nuestra cuenta y algo salió mal, no podríamos recuperarnos»

«¿No podríamos pensar en algún tipo de plan?», Preguntó Lantz, todavía mirando a las piernas de Eris.

«Recuerda lo que Lina dijo antes», suspiró Zel.

«Todo lo que podemos hacer ahora es conservar nuestra fuerza y esperar a que el enemigo haga un movimiento. A pesar de las preocupaciones de Sylphiel por Gourry, mi apuesta es que Rezo puso la condición de «Se Buscan Vivos» en la recompensa para que él pudiera derrotarnos a nosotros mismos. Entonces, definitivamente vendrá en persona, probablemente con un pequeño grupo de secuaces»

«Bueno, estoy aburrida», anuncié después de unos treinta segundos.

«Tiene que haber algo que podamos hacer,
¿verdad?»

«¿Como?» Lantz también estaba aburrido, podría decir.

«Podríamos recoger más setas»

«¿Qué demonios estabas pensando, dándole una oportunidad como esa?» Eris le dio una patada a Lantz.

«Recoger setas te vuelve muy viejo», acordó Lantz, agarrando su espinilla.

Les hice recoger setas de todos modos. Es bueno ser la reina.
«Mira, esto asegura que tengamos suficiente comida para cocinar», expliqué, mientras examinaba un hongo particularmente bueno.

«Si realmente lo odias tanto, ¡deberías haber dicho que no desde el principio y quedarte atrás como Zelgadiss!»

«¡Pero …!» Eris objetó, sabiendo que realmente no la habría dejado afuera.

«Me imaginé que la espera hubiera sido aún peor», razonó Lantz.

«Esto apesta», Eris escupió.

«Bueno, pon tu espalda en eso». Lantz también se estaba molestando con ella.

«¡No me digas cómo recoger los champiñones!» Gritó ella.

Y pensaste que Gourry y yo éramos malos.

«¡Muy bien, ustedes dos, suficiente! ¿Qué pasa con la pelea por el título? ¡Si sigues así, me comeré todas las setas y no te dejaré ninguna para ti!

«Amenacé y murmuré mientras seguía recogiendo.

¿Qué? Una niña en crecimiento necesita sustento, y no pude trabajar con todo ese ajetreo.

«¡Estás actuando como niños pequeños! Bueno, todavía soy joven también, ya sabes.» Justo en ese momento sentí una presencia detrás de mí, y me di la vuelta.

«¡Lantz!»

Lantz todavía estaba de pie, pero se apoyó en la pared más cercana. No tenía heridas evidentes, pero su mano izquierda se frotaba la frente y tenía una expresión de dolor en su rostro.

«¿Qué pasó?» Un escalofrío me recorrió la espalda.

No podía expresarlo con palabras, pero sabía que algo estaba muy mal. Dejé caer el manto, dejando que los hongos cayeran al suelo.

«Son ellos», murmuró. «¿Quien? ¡¿Dónde?!” Avancé. Otro escalofrío.
Retrocedí un paso sin pensar, y algo caliente me golpeó las entrañas. ¡Me habían atacado! Me apoyé contra la pared y revisé mi herida. Me habían apuñalado un poco a la izquierda de mi ombligo. No pude hablar

Lantz sonrió mientras me tendía un cuchillo ensangrentado para que lo viera, con un rubí rojo brillando en su frente.

«Aquí», dijo, su voz llena de enemistad.

Eris tenía la misma sonrisa en su rostro y un rubí propio. ¿Cuánto tiempo había estado escondiéndola bajo su pañuelo? Ella, también, sostenía un cuchillo.

«Soy yo…Vrumugun», gruñó Lantz a través de su sonrisa.
Podría soportar la sensación de ardor, pero el sangrado no se detendría …

«¡Huu!» Dejé de lado el siguiente ataque de Lantz, pero me estaba tambaleando sobre mis pies. Mi herida era grave.

Esto es malo.

Tenía que ocuparme de eso rápidamente, pero no podía simplemente hacerlos volar, ¡no sabían lo que estaban haciendo!

Temblando, traté de acercarme más y comencé a recitar tranquilamente un hechizo para dormir dentro de mi boca.

«¡Oh, no, no lo hagas!» Lantz se abalanzó hacia mí otra vez. Logré esquivarlo, pero al precio de detener mi hechizo.

Ugh …

Sentí algo caliente en la parte posterior de mi garganta.

Definitivamente no es bueno.

«Parece que esto está tan lejos como vas», dijo Eris con una sonrisa irónica.

«No puedes recitar hechizos mientras estás tosiendo sangre»

¡Cállate, pequeño mocoso! Mi alma gritó. Si perdiera la esperanza, entonces realmente sería el fin para mí. Mi mano izquierda sacó mi espada corta de su vaina.

Cerré la distancia entre Lantz y yo, balanceándome salvajemente.

«¡Ugh!» Perdí mi agarre mientras un dolor agudo corría por mis brazos, y mi espada se resbaló de mis dedos. La única opción que me quedaba era correr. Pasé junto a Lantz, dirigiéndome más profundamente en la cueva, un sonido fuerte y resonante sonó detrás de mí.

«Saludas mal a la muerte, Lina Inverse», dijo Lantz desde atrás.

«Debes aceptar la venganza de Vrumugun pacíficamente»

Eris, que había golpeado el brazo de mi espada con una piedra, se cerró sobre mí, con el cuchillo listo.

Me balanceé, y algo me enganchó el pie. Perdiendo el equilibrio, caí hacia atrás sobre la tetera.
Eso es todo… Perdí la conciencia.

* * *

Cuando llegué, vi una luz brillante … y sombras. Los oí clamando el uno al otro.

«Oh, cállate», murmuré y gemí.

Una de las sombras dijo algo. ¿Qué era? Oh sí, me decía que no hablara.

No podía concentrarme. Abrí y cerré los ojos, lenta y repetidamente. Poco a poco, fui capaz de distinguir los contornos de la sombra con la luz blanca detrás de ella.

¿Sylphiel?

Ella estaba recitando algo. Fue Resurrección.

Debo señalar que el hechizo no hace que las personas vuelvan a la vida como lo sugiere su nombre. Para los humanos, la muerte es definitiva. La resurrección, sin embargo, está varios pasos por encima del hechizo de Recuperación, que es ampliamente conocido no solo por los sacerdotes, sino también por los hechiceros viajeros, algunos guerreros, bardos y mercaderes.

Una solicitud educada y una pequeña donación suelen ser suficientes para que un sacerdote le enseñe el hechizo. En realidad, yo también lo sé.

De todos modos, la Recuperación aumenta temporalmente la velocidad del proceso de curación natural de una persona herida, pero aun así se reduce a la resistencia del cuerpo frente a la gravedad de la lesión.

La Resurrección, por otro lado, actúa como un medio para enviar energía y poder reunidos desde el área circundante hacia el cuerpo herido. En consecuencia, incluso una persona cuya resistencia ha sido completamente agotada puede ser curada. Un sacerdote de alto nivel puede usar el hechizo incluso para regenerar miembros perdidos.

Si ella tenía que usar Resurrección, yo estaba en una situación bastante difícil.

«¿Lina? ¿Estás bien? ¿Te duele?” Gourry, mi guardián de estilo propio, parecía desesperado.

Tosí y asentí. Zelgadiss observaba desde detrás de Gourry.

Más allá de ellos estaban Lantz y Eris. No había ninguna señal de un rubí en ninguno de ellos. Lantz parecía que podría llorar mientras Eris observaba con una cara triste.

No sabía cómo, pero me habían salvado.

«Poco después de que te fuiste, escuché el sonido de una espada cayendo», dijo Zelgadiss en voz baja.

«Al principio pensé que me lo había imaginado, pero tenía un mal presentimiento, así que fui a investigar. Te encontré en el suelo y rubíes en ambas frentes. Solo después de haberlos sometido y atado para que no pudieran moverse me di cuenta de tu grave herida. Habría sido muy difícil solo, pero afortunadamente, Gourry y Sylphiel regresaron antes de lo esperado»

El sonido de mi espada caída se hizo eco dentro de la cueva y alertó a Zel.

Pero, si ese era el caso, entonces eso significaba …

«Cuando intentamos hablar con Lantz y Eris, cayeron en un sueño profundo», continuó Zel.

“Sylphiel rompió el hechizo y quitó los rubíes de la frente. No se acordaron de nada»

«Estaba preocupado», susurró Gourry. «Mmm …» Sonreí suavemente.
«¡Lina, lo siento mucho!» Lantz gimió desde atrás, rompiendo mi tierno momento.

Lo saludé con la mano. No fue su culpa. Vrumugun fue el responsable.

Todos excepto Sylphiel estaban en silencio mientras su hechizo resonaba dentro de la cueva. No miraba nada en particular cuando mi mirada cayó sobre la espada en las manos de Gourry.

«¿Eso es …?» Me las arreglé para preguntar.

«Puedes hablar», comentó Sylphiel con un pequeño suspiro, deteniéndose en su canto por un momento.

«Me alegro de ello. Pero te ruego que no hables más de lo que debes, por ahora”

«Esa espada … sí, es la espada nacida de Flagoon. Nos referimos a ella como la Bless Blade»

«Explícalo más tarde», dijo Zelgadiss en su habitual tono plano.

“Concéntrate en curarla ahora mismo. Vrumugun sabe dónde estamos. Tenemos que salir de aquí tan pronto como ella pueda moverse»

«¿Cuál sería el punto?», Preguntó una voz desde lejos.

Nos llegó como un eco a través del túnel. ¡Era Rezo!

«Me escuchas, ¿no? Te puedo escuchar, ya sabes. Pronto te crearé mi propio camino. Estas advertida»

Luego el silencio. «¡Abajo!» Gritó Zelgadiss.
Todos golpeamos la tierra a la vez, haciendo lo que pudiéramos para cubrirnos.
Una luz mucho más brillante que el musgo fosforescente se abrió paso hacia la habitación en forma de cúpula donde estábamos.

Lo sabía.

Fue entonces cuando lo supe con seguridad.

 * * *

Cuando finalmente levantamos la cabeza, había un pasaje justo a nuestro lado que era lo suficientemente grande para un adulto alto. Muy alto. Como, un cíclope o algo así.

Gourry fue a investigar.

«Lantz», le devolvió la llamada, lanzándole la Bless Blade.

«¿Sí?» Dijo Lantz, levantando el arma. «Voy a entrar. Cuida a Lina»
Lantz lo miró a la cara y luego asintió con firmeza. «Cuenta con eso»

«¿Vamos?» Zelgadiss pasó junto a Gourry y se dirigió hacia el túnel, con su espada familiar colgando de una mano. Nos devolvió el saludo sin girar la cabeza.

«Bueno, no puedo dejar que se divierta», dijo Gourry a modo de despedida, y se fue caminando con Zel.

Un par de trolls salieron corriendo del túnel. Gourry derribó a uno con un solo golpe, mientras que Zel destruyó al otro con un hechizo de ataque.

Entonces … se desvanecieron en el túnel. Escuchamos sonidos de peleas de espada y explosiones, pero cada vez se hacían más distantes.

“Sylphiel-san”, dijo Lantz,

“Sigue trabajando en Lina, por favor. Saldremos tan pronto como ella pueda moverse»

«Por favor se paciente. Va a tardar un poco más», respondió Sylphiel.

«Está bien, bueno …» Eris fue la siguiente en levantar la voz.

«Lo siento, pero esta es mi señal de salida. De todos modos, solo estaría ralentizándolos»

«¡Eris!» Ella ya estaba saliendo cuando una voz fuerte detuvo su medio paso. La voz era mía.

«No. Estarás en peligro si te atrapan», le dije rotundamente.

«P-Pero …» Eris gimió de nuevo. «No. Así que ayúdame…»

«Lina tiene razón», dijo Lantz, interrumpiendo mi amenaza. Eris gruñó de nuevo y se rindió.

Exhalé un suspiro de alivio y cambié mi mirada hacia la boca del túnel.

«Probablemente estén bien, esos dos … ¿verdad?»

«Deberías estar más preocupada por ti mismos, si me preguntas»

Todos nos giramos hacia la voz. Una figura vestida de negro estaba de pie frente a nosotros.

Vizea.

«Esta es la oportunidad perfecta para tratar contigo», dijo, riéndose.

«N-no voy a … déjame …» Traté de levantarme, pero a pesar de que el dolor había disminuido, estaba demasiado débil.

«No, todavía no.» Sylphiel me detuvo.

«Lantz … Lantz, lo siento. Necesito un poco más de tiempo. Solo hasta que me recupere …”

«No te preocupes, tengo que hacerlo.» Lantz se puso de pie lentamente, con la Bless Blade colgando de una mano. Hubo un destello de algo nuevo en sus ojos.

«No solo te voy a ganar tiempo, Lina. Te debo y le hice una promesa a Aniki. Así que …» Él sostuvo la espada delante de él.

«Voy a derrotar a esa cosa»