Toaru Majutsu no Index (NL)

Volumen 16.5

Capitulo 4: La Verdadera Fuerza Del Séptimo De Los Siete – El_Tercer_Viernes_De_Marzo

15 de marzo, 8:10 PM.

No sucedieron muchas cosas en el Día Blanco de Haratani Yabumi. Es el día siguiente, y él camina a casa tranquilamente por el distrito comercial cuando algunos chicos malcriados de Skill-Out lo toman del cuello de su camisa y lo llevan a un callejón oscuro y sucio –un problema muy parecido a los que ocurren en los manga shounen. Es golpeado varias veces, y después le arrebatan su billetera y su celular que a la vez funciona como billetera digital. Si no contacta al centro de servicio pronto, experimentará un gran desastre provocado por su tarjeta de crédito robada.

“Muy bien. No queremos que cancele el servicio de su teléfono, así que…

¿Qué tal si lo atamos para ganar algo de tiempo?”

“¿huh? ¿En serio? Pero los pájaros de la ciudad son salvajes. Si encuentran algo de carne que no opone resistencia a ellos, terminarán picoteándola.”

“Los celulares con función de billetera son muy convenientes. Mientras obtengas el número del tipo, no hay límite de crédito.”

(¿¡Quuuuuuuuuuuuuueeeeeeeeeeeeeeee!? ¿¡Por qué me conseguí un teléfono con funciones que nunca usaré sólo porque la señorita del centro de servicio me lo recomendoooooooooó!?)

Normalmente los delincuentes sólo tomarían su billetera, lo dejarían ir, y ya. Las conveniencias de la civilización pueden ser horribles algunas veces. Sólo por poseerlas, la crisis del usuario experimenta una evolución importante.

Haratani Yabumi, rodeado por cinco o seis chicos mayores, se pregunta cómo saldrá de esta.

Pero entonces resuena una voz.

“Te faltan agallas, señor. ¡¡No vas a satisfacer a nadie de esa manera!!”

Al desviar la vista a la entrada del callejón, Haratani observa una figura posando.

Los cinco o seis chicos también voltean a ver a la figura, y se quedan en silencio por un segundo.

“¡¡Bang!!”

Antes de que alguien se percate de quién es esa figura, uno de los delincuentes saca su pistola y dispara.

La misteriosa figura cae al suelo. El delincuente chasquea la lengua desinteresado. La molestia de Haratani hacia Dios escapa de su corazón.

(¿¡Qué tipo de desarrollo de los eventos fue ese!?)

¡¡Frwaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhh!!”

La misteriosa figura se levanta nuevamente. La escena dura al menos tres segundos. De manera poco sorpresiva, la figura levantándose como una muñeca auto-enderezable arruina el ritmo de los delincuentes.

A pesar de haber recibido un disparo directo al corazón, él tiene la tensión de alguien que se quedó despierto toda la noche y se mueve con pasos pesados.

“En verdad te hacen falta agallas si estás dispuesto a dispararle a alguien sin previo aviso. ¿O se trata de moderación? ¿Te falta moderación? ¡¡Bueno, de cualquier forma, yo diría que eres un niño que suelta un berrinche fácilmente!!

¿¡No crees que es triste que la situación se ha puesto tan mal que estás en una posición en la que los medios pueden decir lo que quieran sobre ti!?”

El delincuente no comprende que está sucediendo, así que decide disparar otra vez. Continúa jalando el gatillo, pero la figura sólo tiembla un poco en vez de caer al suelo.

Obviamente, el chico se está molestando, y baja la mirada hacia la pistola en su mano.

“¿Por qué no te mueres…?” “¡Agallas! ¡¡Se trata de agallas!!” “¡¡Debe haber algo más que eso!!”

“Si insistes en que te lo diga, también soy el séptimo de los siete Nivel 5 de Ciudad Academia conocido como Número Siete Sogiita Gunha, pero eso sólo es un detalle insignificante. ¡¡El tema aquí es sobre las desbordantes agallas que fluyen dentro de mi!!”

El misterioso chico de las agallas que se hace llamar Sogiita extiende sus brazos, dobla su espalda como un arco, y anuncia esto hacia los cielos.

Haratani no sabe cómo funciona, pero una explosión con humo de colores rojo, azul, y amarillo aparecen detrás de él.

Haratami está totalmente perplejo.

Los delincuentes se juntan un poco, y comienzan a susurrarse entre ellos. “Si él es el séptimo de los siete, significa que es el más débil de los Nivel 5,

¿cierto?”

“Se escucha como algo que unos Nivel 0 como nosotros podemos manejar.” El Número Siete del que hablan no puede quedarse callado.

“¡¡No, no!! ¡Ya se los dije! ¡¡Todo el tema de los Nivel 5 y el número siete era una digresión aburrida!! ¡¡Lo que importa aquí son las agallas!! ¡No es muy tarde! ¡Así que escúchenm-… Ow! ¡Dejen de golpearme con esa cadena de bicicleta y de clavarme ese picahielos! ¡Ow ow ow ow! ¡¡A todos ustedes les faltan agallas!!”

Parece una escena cómica, pero la lluvia de violencia presenta más o menos un material para diez episodios que servirían para un drama de suspenso de dos horas de duración.

Y después de todo eso, Sogiita Gunha simplemente no muere. Sus atacantes comienzan a sentir esto demasiado extraño, aunque sus manos no se detienen ni un momento.

“¡¡Daaaaraaashaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!”

Con ese grito, una explosión se crea alrededor del irritado Número Siete. Los villanos son lanzados junto con un efecto especial parecido a un *¡¡BOOM!!*.

“¡¡Sólo han estado haciendo lo que quieren todo este tiempo!! ¡Ya no lo permitiré! ¡¡Les mostraré lo que son verdaderas agallas!!”

No hay una verdadera excusa para motivarse así; su último ataque ha dejado fríos a los delincuentes derribados. El hecho de que él lanza unos cuantos ataques más no deja en claro quién es el verdadero villano. Haratani piensa tranquilamente que los delincuentes serán los que tendrán que mostrar agallas para salir de esta.

Entonces…

“Heh. Supongo que es todo lo que se puede esperar de escorias como ellos.”

Una nueva presencia aparece desde la oscuridad. Haratani escucha pasos mientras un monstruo urbano nacido de la oscuridad de Ciudad Academia se acerca. Una enorme y musculosa arma humana hace su aparición. Se ve como el tipo de persona que ha atravesado tres países con un grupo de mercenarios tras su cabeza hasta llegar aquí.

“Soy Yokosuka el Triturador de Órganos. Parece que les estabas mostrando algo de cariño a mis chicos.”

El chico de clase media Haratani Yabumi piensa que este hombre debería estar creando algún plan maestro para acabar con las bases mundiales en algún otro lugar en vez de aprovecharse de las personas en los callejones, pero la voz en el corazón de Haratani no llega a oídos del musculoso último enemigo.

“Sin embargo, metiste las narices en donde no te corresponde. No hay arrepentimiento aquí. Ahora que estás frente a un experto en pelea anti-Esper como yo, Yokosuka-sama el Triturador de Órganos,-…”

“¡¡Disculpa, me tiré un pedo!!”

“¡Esper, aggh! ¡¡Cállate y escucha lo que los demás te dicen!! Así que, um, mierda, ¿¡en que estaba!? Ah, si. Ahem. Ahora que estás frente a un experto en pelea anti-Esper como yo, Yokosuka-sama el Triturador de Órganos,-…”

¡¡¡Puño increiiibleeeeeee!!”

“Dije que escuches lo que otras perso-… ¿¡Bgrh!?”

Yokosuka-san el Tritura No-se-que intenta decir algo, pero de pronto gira a gran velocidad como una hélice de bambú. Habían más de diez metros entre el Número Siete y el Señor Triturador, pero algún tipo de onda de impacto extraña o psicoquinésis le ha dado un golpe directo.

“Espera… cof… ¿Qué… qué fue eso?”

“hh hh hhhnnnn. El verdadero valor del Número Siete de Ciudad Academia. Creé un muro inestable de psicoquinésis frente a mí, y lo destruí con un estímulo dado por mi propio puño. Eso causó que se enviara un efecto

explosivo a larga distancia. ¡¡Es mi movimiento especial, y lo llamo Attack Craaaaaaaaaaaaaassssssshhhhhhhhhhhhhh!!”

El chico revela este nuevo hecho con una explosión. Pero Haratani interrumpe de manera calmada.

“No, eso es imposible.” “¿?”

“No creo que sólo aplicando un estímulo a un campo de poder psicoquinético se logre ese tipo de reacción. Mi campo de estudio en el currículum de desarrollo de poderes psíquicos trata sobre ese tipo de cosas, así que se bastante sobre ello.”

“…”

“…”

El atacante y el atacado guardan un silencio incómodo.

Sogiita Gunha baja la mirada hacia su puño apretado brevemente. “¿Entonces que hice y cómo diablos lo hice?”

“¡¡Heeeeeeeeeeeeeeeeyyyyyyyyyyyy!! ¿¡Qué demonios!? ¿¡Que sucede con esa forma de llamar así tu movimiento especial!? ¡¡Piensa en cómo se sienten las personas que fueron derrotadas con eso!!”

“¡¡Puño increiiíble!!”

“Es exactamente lo mismo que la primera ve-… ¿¡Brrrhhfd!?”

Yokosuka-san el Triturador Lo-que-sea sale volando girando por los aires.

Los hombros de Haratani caen decepcionados. Puede que haya sido salvado, pero no está feliz de ello.

Parece que el Señor Triturador preferiría morir antes que perder con alguien que se vería mejor en casa que en un festival, pero el daño físico que ha recibido es real. Intenta levantarse, pero sus piernas tiemblan de manera incontrolable.

“Kh. No esperaría menos del Número Siete.”

El Señor Triturador ya no tiene fuerza para escapar, mucho menos para pelear.

Debe saber cómo terminará esto, porque alza la vista hacia el rostro de Sogiita Gunha y dice:

“Sólo cúmpleme algo,” una sonrisa genuina que uno no esperaría ver en el rostro de un villano aparece. “Por lo menos termina esto con un ataque impresionante – no con algo que se escucha aburrido como „Puño Increíble‟. Dame un ataque genuino con el que valga la pena haber perdido.”

Al escuchar eso, el Número Siete asiente en silencio.

Lentamente aprieta su puño, y… “¡¡¡Puño increiibleeeeeeee!!!”

“Dije que ese no-…. ¿¡Bibrchfsda!?”