Oda Nobuna No Yobou (NL)

Volumen 4

Capitulo 4: Disturbios en Monte Hiei

Parte 2

Después de eso, Nobuna llamó inmediatamente de vuelta a los sirvientes que habían sido expulsados del campamento.

• ¿S-S-Saru, M-M-Mitsuhide? ¿Siguen vivos? Ah, piernas, sí, ¿Tienen piernas? Llorando y temblando, confirmaron que Yoshiharu y Mitsuhide tuvieran piernas.
• ¡Sí, sí, sí, están vivos! ¡En ese caso, tú, detén rápidamente las acciones locas de la Princesa!
• ¡Viva! ¡No son fantasmas, no son fantasmas! —Shibata Katsuie estaba tan feliz que empezó a agitar sus brazos y piernas, bailando salvajemente.

Debido a que estaba muy feliz, golpeó sin darse cuenta a los soldados a su lado.

—A partir de ahora, debemos negociar con el Monte Hiei. Aunque no hemos salido aun de esta crisis, pero con solo ver las expresiones de ambos, hmm… Calificación perfecta.

Niwa Nagahide habló en voz baja con una sonrisa, pero había un tenue rastro de lágrimas en sus ojos.

—… Tengo hambre… kumquat, déjame comerla.

Inuchiyo estiró su mano hacia el adorno para el cabello de Mitsuhide, pero ella gritó “¡Im-po-si-ble!”, y se negó inmediatamente.

Después de eso, Yoshiharu logró persuadirlas para reconciliarse.

Con esto, además de Goemon que había ido a rescatar a Nagamasa y Nobusumi que estaban encarcelados en el norte de Omi, todos los sirvientes del clan Oda finalmente se habían reunido alrededor de Nobuna.

• ¡Atención todos! ¡Aunque quiero celebrar el regreso de Saru y Juubei, todavía estamos inmovilizados en el Monte Hiei por el ejército Asai–Asakura! Si esto sigue así, los Miyoshi y Rokkaku sin duda atacaran Kyo desde atrás. ¡Una vez que el Shogun, Imagawa Yoshimoto sea capturada, perderemos! ¿Tienen un buen plan?

—Una vez que empiece a nevar, el ejército Asakura no tendrá más opción que retirarse a Echizen…—, Yoshiharu asintió.

—En comparación con Shikoku, es más probable que el clan Miyoshi avance desde Settsu. Al mismo tiempo, los Koga dirigidos por Rokkaku, atacarían el sur de Omi, bloqueando nuestra principal conexión entre Kyo y Mino—, Afirmo Imai Soukyu; su información provenía de su rival, Tsuda Sougyu. Aunque Sougyu había utilizado una vez un plan de Konoe Sakihisa para derrotar a Nobuna, actualmente apoyaba a Soukyu y las acciones del clan Oda en la superficie, pero probablemente solo era una farsa para ocultar sus propias ambiciones.

—Dearuka, aunque es penoso haber caído en la trampa del enemigo… ahora no es tiempo para lamentar. Lo que debemos hacer ahora es obligar a las fuerzas

aliadas Asai–Asakura a salir del Monte Hiei y combatirlos, pero esos tipos irritantes son un enemigo muy difícil.

• ¡¿Uwahh, no me digan que nunca podré volver a Mikawa?!

—No te preocupes Takechiyo, romperé esta situación sin importar qué.

—Dicho esto, si continuamos así, no tenemos opciones. 20 puntos. En el momento que todos pensaban en una estrategia…

• ¡Un mensajero del Monte Hiei solicita una audiencia!
• ¡Por petición de Tendaizasu para proteger el Monte Hiei, yo, Shoukakuin Gousei, estoy aquí para demandar la rendición de estas mujeres guerreras!

Un monje corpulento apareció, el olor del alcohol emanaba de su cuerpo.

«Este tipo trató de atacarnos por la noche pero fue derrotado por Katsuie, y luego escapó de nuevo al Monte Hiei».

«Usar la regla de la prohibición de las chicas como escudo, sin conocer la vergüenza, qué hombre tan brusco y cobarde. 0 puntos».

«¡¿Qué piensa que son las chicas!? ¡Imperdonable!».

Aunque Nobuna y los demás mostraron su descontento, Gousei empezó a hablar aparentemente sin ninguna preocupación.

—Qué era tan caótica es esta, qué anarquía, ¡Mujeres impuras sujetando armas y luchando contra los hombres…! Qué lamentable y patético.

Gousei rechazó el té que le entregó Inuchiyo volviendo a decir sin rodeos “impura”.

—… En ese caso, por favor coma Uirou. —Inuchiyo lo soportó tendiendo un plato.

—Podría estar envenenado— y acto seguido Gousei pateó el plato, sin siquiera tocarlo con sus manos.

Y siguió gritando como si no le importara.

—Asai Hisamasa–dono y Asakura Yoshikage–dono no pueden tolerar tus intenciones de querer incendiar el sagrado Monte Hiei. Oda Nobuna, ahora estoy dándote la oportunidad de rendirte ante nosotros. Declara tus condiciones.

—No es más  que un mensajero pero no conoce la vergüenza…—Katsuie le susurró a Yoshiharu a su lado.

Nobuna respondió con una expresión tranquila.

• ¡En lugar de rendirse, también podríamos negociar en igualdad de condiciones! Nosotros tenemos algunas condiciones propias.

—En primer lugar, entreguen a Sugitani Zenjubou quien intentó asesinarme. No sería nada agradable si se propagaran rumores de que un asesino se esconde en el Monte Hiei, que es usado por los monjes para entrenar.

—Hmph, eso es imposible. Ese inútil de Sugitani Zenjubou ha sido expulsado del Monte Hiei. Ahora no sabemos a dónde ha ido.

—Dearuka. Bueno, realmente no me importa ese tipo, pero no habrá espacio para negociar en las próximas tres condiciones.

• ¿Qué es eso?, bueno, te escucharé de todos modos. Uwahahaha…
• ¡En primer lugar, entréguenos a ese Onmyouji que actúa como un ladrón, se escabulló en la retirada de Kanegasaki, y estuvo a punto de matar a Saru y a Juubei, a ese Tsuchimikado!

—… Hmph… ya veo, está bien si solo es entregarlo.

«Lo aceptó con bastante facilidad… tal vez haya una trampa en alguna parte…».

Aunque Nobuna sospechaba de él, ahora no era momento para dudar.

—En segundo lugar, el Monte Hiei debe firmar un acuerdo de que nunca ayudará a los clanes Asai y Asakura, posteriormente desarmará a todos los monjes de hoy en adelante y volverán a las tareas originales de los monjes.

• ¡¿Qué es esto de desarmarse?! ¡¿Eres idiota?! ¿Cómo podría ser posible eso?
• ¡Negarse no es opción! Originalmente, los monjes no deben tomar las armas. Su deber es adorar a Buda y salvar a la gente para que se acerquen a la esencia del budismo, ¿no? ¡Si tanto amas pelear, entonces conviértete en un soldado! Si te conviertes en soldado, entonces no me opondré a que vayas a la guerra con el motivo de unificar el mundo ¡Esos hombres que no están dispuestos a renunciar a ser monjes pero todavía quieren blandir armas, son demasiado descarados!

Las mujeres guerreras del clan Oda miraron en silencio a Gousei.

• ¿Uwahh, qué pasa con esta presión? ¿Solo unas pocas personas en realidad pueden producir una presión tan inmensa?

Gousei respondió con dificultad, con el rostro cubierto de sudor frío.

• ¿Estás de acuerdo? ¡Si no se desarman por completo y dejan de apoyar a los Asai–Asakura, incluso los monjes serán reducidos a cenizas! ¡Esto no es una amenaza! ¡Es la advertencia final!
• ¿Realmente los monjes no serán perdonados?
• ¡Son monjes en apariencia, pero ustedes son solo un grupo de soldados armados fingiendo ser monjes, ¿no es así?! ¡La guerra significa la muerte de la gente sin importar de qué lado estén! ¡Nosotros los guerreros, apostamos nuestras vidas en esta batalla! ¡Ustedes solo nos atacan unilateralmente, retándonos a responder para que puedan usar su estúpido razonamiento, diciendo que le faltamos el respeto a Buda! ¡No aceptamos ese tipo de tonterías aquí!

—Pero… los monjes sin armas que no han roto ninguna regla, los monjes virtuosos, debe haber muchos en el Monte Hiei, ¿no es así?

«En realidad, expulsamos a esos monjes hace tiempo cuando empezaron a predicarnos…». Gousei pensó y su tono no pudo evitar temblar un poco.

Sin embargo, las siguientes palabras de Nobuna sorprendieron aún más a Gousei.

• ¡Esos monjes que han ignorado todos sus errores durante todos estos años, ellos también son culpables!
• ¡T-Tú realmente no tienes ningún respeto hacia el budismo ¿verdad?! ¡Mereces el castigo divino, mocosa!
• ¡Te equivocas! ¡Lo que no respeto son a los bastardos hipócritas y despreciables que se esconden detrás del budismo mientras hacen el mal! ¡Si realmente hay un dios o un buda, nunca me castigarán por castigar a esos villanos en su lugar!

—Por eso digo esto… es por estas ideas que ustedes son chicas ignorantes de la voluntad de buda…—Gousei murmuró.

• ¡Esta es la última condición! Esto es lo más importante, nunca cederé en esto.
• ¡¿Aún hay más?! ¿Qué es ahora, cuál es la tercera condición?

—El lugar para firmar el acuerdo de paz debe ser… ¡El salón principal del Monte Hiei! ¡Yo personalmente entraré al Monte Hiei para firmarlo!

• ¡¡Eso es lo único que nunca permitiré!! —Gousei se puso de pie de repente y gritó en voz alta con rabia.
• ¡No bromees, maldita mocosa! ¡Amante de los occidentales y tonta que merece el castigo divino! El salón principal es un lugar sagrado que ha albergado y adorado a la “llama sagrada” desde hace varios siglos. ¡Para el Monte Hiei, es como el corazón, el lugar más sagrado de todos! ¡Por supuesto es imposible permitir que una mujer impura entre en él!

***

Las negociaciones se rompieron.

• ¿Qué demonios haces? Solo falta un poco, ¿no está bien si yo firmo el acuerdo en tu nombre?

—Cállate Saru. Un hombre como tú no lo entendería, pero hacer algo como prohibir a las mujeres en esta nueva era que ha aceptado a la cultura occidental…

¡Quedaremos muy atrasados si continuamos tratando a las mujeres como impuras! La expresión de ese monje caído parecía decir “ahh, debido a estas mujeres guerreras, el aire aquí se ha vuelto sucio…”, y me molesta. ¡No puedo evitarlo así que inconscientemente añadí otra condición!

• ¡¿Poner una condición extra inconscientemente?! ¡Contrólate un poco, si esto continúa, nuestros esfuerzos en la retirada de Kanegasaki serán en vano!

Gousei interrumpió sin ningún miedo, —Las mujeres inferiores nunca entrarán en el salón principal, nunca cederé en esto. Si no están satisfechos, entonces no duden en cortarme la cabeza, ¿Pero unas niñas como ustedes pueden hacerlo?

¡Uwahahaha! —, mientras observaba la pelea de pareja de Nobuna y Yoshiharu.

—Aunque puedo entender completamente los sentimientos de la Princesa, no será bueno si las negociaciones se rompen, 8 puntos.

• ¡Incluso si son los monjes del sagrado Monte Hiei, practicar en esta era todavía la prohibición de las mujeres, están tratándonos completamente como tontos! Incluso si se desarman ahora, podrían alzarse de nuevo y convertirse en nuestros enemigos utilizando la prohibición de las mujeres. ¡Realmente deberíamos quemarlos!

—De hecho, este incidente fue causado porque los clanes Asai y Asakura han aprovechado esta prohibición de las mujeres del Monte Hiei; así que mientras esta regla exista, el Monte Hiei probablemente será la base de las fuerzas anti-Oda… sin embargo, quemarlo no es bueno… Uhh, uhhh.

—… Estos monjes, se atreven a decir que el sombrero de tigre de Inuchiyo es impuro… imperdonable.

—Estos monjes parecen muy tercos~ Kichi–nee–san también es conocida por su terquedad~ Qué problemático~

—Hay un dicho entre los comerciantes, “Por el bien de las ganancias, está bien incluso si las condiciones son desfavorables”. En este momento, la paz es nuestro objetivo más importante. La última condición es demasiado excesiva.

—En Europa y en Japón, ¿Por qué las religiones del mundo tratan a las mujeres como impuras? ¿Podría ser porque las mujeres tienen senos? La expresión de Gousei–sama cuando mira mis pechos parece decir “sirviente de los demonios”, lleno de miedo y odio, realmente es aterrador… uhhh.

—Obviamente no saben nada sobre las mujeres, pero aun así las tratan como impuras. Estos monjes bastardos ni siquiera tienen el respeto para dejarnos matarlos. Ya que es tan problemático, permítame envenenarlos a todos.

—A-A-Aunque yo no entiendo muy bien lo que está pasando, ¿Qué están haciendo todos ahora? Uhh… uhhhhhhh…

Las opiniones estaban totalmente divididas.

Y como Gousei tenía tanto cuidado de las mujeres, la técnica especial de seducción de Hisahide también era inútil.

Yoshiharu, quien tenía conocimiento de los juegos Sengoku, también estaba molesto por la regla de prohibir mujeres.

Si no hubiera chicas lindas o de grandes pechos en este mundo, debido a su naturaleza pervertida, Yoshiharu no podría sobrevivir ni un solo día, así que no podía comprender en absoluto la antigua opinión de que las mujeres eran impuras.

Nobuna, cuya mentalidad racionalista había superado a los demás por 300 años no pudo reprimir en este momento sus sentimientos de querer desarmar al Monte Hiei y al mismo tiempo eliminar la prohibición de las mujeres en la montaña.

• ¡E-En ese caso! Ya que no llegaremos a ninguna parte si Gousei y esos bastardos odian a las mujeres, ¿Qué tal si las mujeres del clan Oda les dan la bienvenida para hacer que cambien su opinión?

Katsuie realmente expresó su ridícula idea, y Yoshiharu se emocionó inmediatamente, diciendo; — ¡Buena idea, todas pueden disfrazarse de Conejitas, Mikos, y Maids para atender a esos monjes! Yo también podré disfrutar el paisaje.

Nobuna se negó en voz alta: — ¿Eh? ¿Miko? ¿Maid? ¡¿No significaría conquistar el mundo utilizando la seducción?! ¡Si realmente lo hacemos, la imagen de las mujeres guerreras se desplomará!

• ¡Uwahhhh…lo siento mucho, lo siento Princesa! ¡N-N-No pretendía sugerir cosas como conquistar el mundo utilizando la seducción!

Con los ojos llorosos, Katsuie gritó de inmediato, y Yoshiharu continuó.

—… Esto no es bueno. ¡Nobuna, no te preocupes por la prohibición de las mujeres! ¡Eliminarán esta regla por su cuenta en la era Meiji, así que…!

• ¿Meiji? ¡¿Entonces cuándo será eso?!

—Ermm… ¿Alrededor de trescientos años en el futuro?

• ¿Ehh? ¡¿Acaso eres un idiota?! ¿Parece que puedo esperar trescientos años?

¡Quiero destruir esta estúpida regla ahora!

• ¡Uwahhhh, realmente eres codiciosa!

Gousei, quien estaba sentado en silencio a un lado, se puso de pie.

Probablemente temía que las mujeres guerreras presentes lo convirtieran en un rehén.

• ¡Uwahahaha! Es hora de que me vaya. ¡Si quieren obligarnos a eliminar la prohibición de las mujeres, también podríamos ser reducidos a cenizas! ¡Vengan por nosotros entonces!

En ese momento…

Alguien inesperado… la monja Frois tiró de las mangas de Gousei con toda su fuerza y se negó a soltarlo.

• ¡Por favor espere! ¡Por favor hable de nuevo con Nobuna–sama! Si esto continúa, el Monte Hiei…
• ¡¿Ohhhh?! ¿Una mona del culto maligno occidental? Sin embargo, estos pechos sorprendentemente grandes… ¡Ahhhh, no me toques, no que toques! ¡Mi poder…mi poder será succionado!

Gousei siguió gritando “ohhh, suéltame, suéltame” y mostró un gran odio hacia Frois, además su rostro estaba cubierto de sudor. El llamado a la razón de Frois pareció tener el efecto contrario.

En ese momento que Nobuna se disponía a darse por vencida…

• ¡Ohohohohohoho! Nobuna–sama, pareces muy preocupada. ¡En un momento como este, por favor confía en esta Seii Taishogun!

La Seii Taishogun de la que todos habían olvidado por completo su existencia, Imagawa Yoshimoto, apareció elegantemente portando unas sandalias comúnmente utilizadas por las sacerdotisas.

Nobuna miró a Yoshimoto, su rostro se llenó de inmediato con impaciencia.

• ¿Eh? ¿Cuándo volviste a cambiar tu manera de hablar? ¡Ahora eres mi marioneta, pero aun así te comportas tan arrogante!
• ¡Ahahahahaha, ahora que me he convertido en Seii Taishogun, utilizar esta manera de hablar es obvia! ¡En realidad, debería referirme a mí misma de manera más elegante, pero como no quiero causarle problemas a Himiko–sama, tendré que soportarlo con solo esto!

—Realmente eres un desastre con tu manera de hablar.

« ¡Sí, eso es! ¡En este momento, solo podemos depender del decreto de Himiko– sama!». Yoshiharu golpeó de repente su pierna.

« ¡En este momento, entonces sí solo tenemos a esta Imagawa Yoshimoto, es mejor que nada!». Mitsuhide también estuvo de acuerdo.

Niwa Nagahide sonrió y dijo: —Como un candidato para mensajero, esto es brillante. 80 puntos.

—No hay más opción… aunque no estoy esperando mucho de esto—, dijo Nobuna.

• ¡Ustedes pueden esperar aquí! ¡Utilizaré mis habilidades diplomáticas divinas para conseguir el decreto! ¡Ohohohoho!

Imagawa Yoshimoto estaba convencida de que solo ella podría completar la obra histórica de conseguir el decreto imperial.

***

Yamato Gosho.

• ¡¿Qué?! ¡¿Ese Shogun marioneta de Suruga vino a ver a Himiko–sama sin hacer una cita?!

Temprano por la mañana, el Kanpaku Konoe Sakihisa corrió hacia el palacio en cuanto recibió ese informe, con los ojos muy abiertos.

Lo más sorprendente sin embargo, era que Konoe Sakihisa fue quien planeó acorralar al clan Oda.

Sakihisa fue el causante de que Asai Hisamasa rompiera de repente la alianza con el clan Oda y los traicionara, al enviarle una carta en secreto que decía: “Oda Nobuna quiere destruir por completo este mundo de clases sociales y ha amenazado que destruirá el Yamato Gosho y a Himiko”. Esta carta fue realmente el principio de toda la conspiración.

Utilizando el mismo método, persuadir al Monte Hiei con sus relaciones con el Yamato Gosho fue fácil.

En cuanto a los Miyoshi y Rokkaku, ambos habían recibido una carta secreta que simplemente decía “el ejército Oda actualmente está atrapado en el Monte Hiei, ahora es el momento oportuno para actuar”.

Sin embargo, nunca esperó que Sugitani Zenjubou pudiera fallar su intento de asesinato.

« ¡Si ese tipo inútil solo hubiera tenido éxito, el clan Oda estaría totalmente destruido ahora! ¡Y ahora incluso ha desaparecido avergonzado, realmente me siento un tonto por confiar en un ninja!».

—No, definitivamente no. ¡Aunque no sé por qué Himiko–sama confía tanto en Oda Nobuna, no debo permitir que ese Shogun marioneta de Suruga y Himiko– sama se encuentren…!

Sakihisa corrió al palacio frenéticamente, pero ya era demasiado tarde.

• ¡Ohohohohohoho! ¡En ese caso, por favor redacte el decreto imperial pronto!

¡Realmente digno de Himiko–sama!

Esta risa estridente que parecía atravesar el cerebro… definitivamente no era Himiko–sama.

—Entonces, por favor envíen este decreto imperial a mi hermano en el Monte Hiei.

—Ahh, incluso Himiko–sama está de acuerdo… ¡Yo, la Seii Taishogun, Imagawa Yoshimoto, me siento profundamente honrada!

—He oído que Nobuna está herida, ¿Cómo se encuentra ahora?

• ¡Esa chica ya está animada de nuevo! ¡Aunque parecía un poco confundida después de beber tanta medicina e incluso tuvo la mala idea de “quemar el Monte Hiei”, desde que ese Saru que conserva regresó con ella desde Kanegasaki, Nobuna ha vuelto a ser la misma!

—Ya veo, Sagara Yoshiharu está a salvo también.

—Sí, sí; está a salvo, solo se lo digo a usted, Himiko–sama pero ¡Ese Saru es el único “hombre japonés real” que yo, la Seii Taishogun, reconozco, ¿Cómo puede morir tan simplemente?! ¡Hahahahahahahaha!

Konoe Sakihisa entró corriendo a la habitación, respirando con dificultad.

La Imagawa Yoshimoto que pensaba que simplemente era una marioneta elegante en estos momentos llevaba un adorno en forma de dragón en su cabeza mientras se abanicaba con un abanico dorado.

« ¡Incluso si ella es el Taishogun, vestirse así delante de Himiko–sama, es realmente grosero!».

• ¡¡E-Espere!!

—Oh vaya, ¿no es este el kanpaku–sama? Hmmm, cejas blancas con dientes negros, qué aspecto tan noble, ¿o usted nació así? Ohohohoho…

Sakihisa rechinó los dientes con furia. «Esta estúpida mujer de Suruga está convencida de que ser Shogun la volvía más importante que el Kanpaku, no, tal vez incluso piensa que el Shogun está al nivel de Himiko–sama, así que sin importar lo que mi persona diga, sin duda ella solo se reirá y no escuchará nada

¡Este realmente es el mensajero más difícil, esa bastarda de Oda Nobuna! ».