Oda Nobuna No Yobou (NL)

Volumen 4

Capitulo 1: Disparo a Nobuna

Parte 4

 

 

—Nobuna–sama, todo está bajo control. Shinano ha prometido organizar una escolta para llevarla a Kyo a salvo.

Katsuie y Nobuna se miraron sorprendidas.


Quién podría haber pensado que incluso conseguiría soldados de Shinano como guardias. Fue un resultado totalmente inesperado.

¿Exactamente cómo Matsunaga Hisahide logró persuadir a Shinano?

¿Y por qué Hisahide se sentía tan extraña?, había una fragancia indescriptible flotando a su alrededor.

—Ahh…—Katsuie de repente exclamó.

  • ¿T-T-Tú, no me digas que hiciste algo repugnante para lograr hacer que Shinano se uniera a nuestro lado?

—Hehe… No hice nada repugnante; yo, no soy una mujer tan despreciable. A lo sumo, solo hice algo desagradable…Hehehehehehe…





  • ¡Whaa…! —Katsuie se sobresaltó— ¡Demonio, mujer demoníaca…! ¡P- Princesa! ¡No podemos dejar que ella nos siga! ¡Si hace algo malo, no lo admitirá de todos modos!

—Ahora no es momento de considerar esas cosas, Riku. ¡A toda velocidad de regreso a Kyo! ¡Con estos guardias, ya no temeremos a los soldados enemigos!

Inuchiyo inclinó la cabeza profundamente.

***


 

 

  • ¡No es bueno, nos han descubierto, agáchense rápido!
  • ¡Gahhhh…!

El ejército de Shikigami seguía buscando a Yoshiharu y sus tropas.

Yoshiharu y los demás se escondieron entre los arbustos mientras sobre sus cabezas flotaba una multitud de Shikigamis.

Esas formas de vidas de poca inteligencia flotaban en el aire como buitres buscando guerreros caídos.

Desde entonces, Yoshiharu y los demás fueron perseguidos por los Shikigami y el ejército Asakura, mientras que también se escondían de los aldeanos y guerreros locales que buscaban guerreros que escapaban.

Para este punto, el grupo se había reducido a menos de la mitad.

La mitad habían sido asesinados por los soldados perseguidores o lo habían dejado debido a las graves heridas.

La visión de Yoshiharu y los demás comenzó a nublarse. Ya estaban tan cansados que apenas podían saber si estaban vivos o no.

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Ninguno tenía fuerzas para seguir adelante.

—… ¿Es de día o es de noche? ¿…D-Dónde estamos, Hanzou?

—La frontera entre Wakasa y el Oeste de Omi, Mizusaka.

  • ¡Maldición…! solo llegamos a la entrada de Omi. Aún estamos muy lejos de Kyo…

En ese momento, cuando Tsuchimikado Hisanaga los rodeó con su barrera, Yoshiharu y la mitad restante de su grupo dispararon repentinamente sus arcabuces en medio de la noche.

¿Por qué dispararían los arcabuces? Los Shikigami odiaban ese sonido. Un Shikigami de alto nivel como Zenki podía tolerar el miedo racionalmente, pero esos Shikigami de bajo nivel no podían ocultar su temor instintivo hacia los arcabuces.

Zenki le había dicho antes la debilidad de los Shikigami, y Yoshiharu tuvo una idea inconscientemente o tal vez accidentalmente.

Tal vez los arcabuces que Yoshiharu y los demás tenían podrían ser suficientes para espantar a los Shikigami de Tsuchimikado.

  • ¡Hagámoslo! —Yoshiharu dirigió a los 40 tiradores restantes y dispararon todos juntos hacia el cielo nocturno.

Los Shikigami huyeron presas del pánico y en ese momento, Yoshiharu y los demás lograron atravesar milagrosamente la barrera y emprendieron su huida de vuelta a Kyo.

Pero Tsuchimikado fue increíblemente persistente centrándose en la cabeza de Yoshiharu.

Como si el fracaso dejaría una cicatriz en su orgullo, persiguió a Yoshiharu. Y las tropas de Yoshiharu ya habían agotado el resto de la munición.

Si eran atrapados de nuevo por los Shikigami, no tendrían suficiente munición para otra descarga.

Y en el peor de los casos, si los Shikigami perseguidores los atrapaban en las rutas de retirada que Niwa Nagahide abrió para ellos, no tendrían más opción que ir a los pasos de montaña llenos de bestias peligrosas.

Mientras marchaban lentamente, hubo numerosos rezagados.

—Ahora es el momento para determinar al ganador.

Bajando la cabeza, Yoshiharu le hizo señas a Zenki, Hanzou, y al representante de las tropas para tener una reunión estratégica. Las personas que habían escapado con ellos ya habían mostrado una resistencia muy superior a la de un humano normal y sus espaldas estaban inclinadas por el agotamiento.

—Estamos totalmente indefensos ante el Tsuchimikado de Wakasa. Si esto sigue así, todos seremos eliminados. ¿Alguien tiene alguna buena idea?

—Esos demonios, sin importar cómo lo veamos, no podemos ganarles… Si solo pudiéramos usar las lanzas y clavarlas violentamente hacia el cielo pasa asustarlos…—Los soldados murmuraron mientras abrazaban sus cabezas.

No había nadie entre los soldados que pudiera darle a los Shikigami voladores con los arcabuces.

Aunque el plan más popular era asustarlos y huir, no les quedaba suficiente munición. Si sus siguientes disparos no los mataban, no podrían escapar.

En otras palabras, su única opción restante era apostar todo en sus arcabuces, pero si se agotaban el resto de la munición, entonces todos estarían muertos.

  • ¡Lo siento, Comandante! ¡Nuestras cabezas son inútiles y no sabemos qué hacer!

—Si esto continúa, el comandante y la Princesa no podrán reunirse de nuevo.

  • ¡Chicos, no digan esas cosas! ¡En estos momentos, tenemos que hacer que los que quedamos volvamos a Kyo! ¡No, no tendremos más sacrificios!
  • ¡Yoshiharu–sama, no se desanime!
  • ¡Sí! Estamos satisfechos con que usted piense en nosotros; pero al final, usted es diferente a nosotros los soldados de infantería.

—… No. Al ver a nuestros compañeros caer uno por uno, me he dado cuenta gradualmente de que no hay diferencia en el valor de una vida…

  • ¡Comandante! ¡Ahora no es el momento de hablar de esta filosofía, mire la situación actual! ¡Si el comandante muriera en esta situación, ¿qué haría la Princesa?!
  • ¡Como hombres, ya hemos jurado protegerlo hasta la muerte, si nos ignora en este momento, entonces no le perdonaremos por el resto de nuestras vidas, Yoshiharu–sama!
  • ¡Sí! Déjenos cumplir nuestros sueños. ¡Yoshiharu–sama!
  • ¡Ustedes…Uhhh…todos ustedes, bastardos……! ¡Ustedes, y yo, todos somos idiotas cuyo corazón ha sido tomado por Oda–sama! ¡Si no es Nobuna, no me importa nadie más, pero en esta ocasión, he decidido reclamar la recompensa que es legítimamente mía…!—Lentamente, una débil gracia única de los comandantes apareció. Yoshiharu sujetó las manos de los soldados y aunque pensó que habría carcajadas, al final todo lo que pudo oír fueron sus sollozos constantes.

“Aquí está de nuevo…” “No se ha detenido desde anoche”, Hanzou y Zenki, que nunca parecían cansados, se miraron y asintieron.

—Hmm, tener celos de las actividades de mi ama Hanbei, el clan Tsuchimikado realmente ha caído bajo; de todos modos, ellos son los líderes de los Onmyouji descendientes del famoso Abe Seimei. Los tiempos realmente han cambiado—. Zenki saltó como una rana mientras suspiraba.

—Yoshiharu. La era de los onmyouji debió haber terminado hace mucho tiempo.

  • ¡Pero el Tsuchimikado de esta época no es débil! ¿Hay alguna manera de derrotar a todos esos Shikigami siniestros, Zenki? Si no la hay, ellos nos estarán buscando como los aviones de la fuerza aérea.

—Hmm, realmente no entiendo el idioma occidental…—Zenki se rio.

—Aunque no sé lo que es ese “avión”, nuestra fuera en este momento es demasiado débil, no podemos luchar contra esa cantidad de Shikigami. Y parte de la razón es también que en comparación con nuestra motivación para huir a Kyo, el coraje necesario para derrotarlos es completamente diferente.

—Entonces, ¿qué debemos hacer? No sería nada si fuera humano contra humano, pero para enfrentar a un Shikigami, ¿qué haría un hombre moderno?

—En estas circunstancias, deberíamos sellar su guarida del dragón y cortar la vena del dragón de esta zona.

  • ¿Guarida del dragón? ¿Vena del dragón?

¿Qué significaban esas palabras que acaban de entrar en sus oídos? Yoshiharu no podía entenderlo.

—La vena del dragón es el camino por el cual fluye el ki por el suelo. La guarida del dragón es la zona principal de la vena y es un lugar especial por el que sale el ki.

«Si imaginamos el flujo del ki como una red ferroviaria… entonces la vena del dragón es la vía por la que viaja el ki y la guarida del dragón es la estación por la que entra y sale el ki», Yoshiharu asintió ante su razonamiento.

—Los Shikigami invocados con talismanes por un Onmyouji; necesitan absorber el ki de las guaridas de dragón cercanas para mantenerse con vida.

—En otras palabras, si destruimos las guaridas de dragón cercanas, los Shikigami se volverán más débiles—. Susurró Hanzou.

—Hmm, si podemos encontrar una guarida de dragón grande y sellarla, deberíamos ser capaces de acabar con esos Shikigami. A lo sumo, yo podría desaparecer con ellos; después de todo, mi ama Hanbei usó solo cinco talismanes para invocarme, ya me es muy difícil seguir moviéndome por tanto tiempo.

—Parece posible… Si logramos hacer que esos Shikigami desaparezcan, incluso si Zenki desaparece, nuestro lado tendrá mucha más ventaja en el camino por delante.

«La desaparición de los Shikigami no es su muerte, por lo que incluso si Zenki desaparece aquí, podríamos encontrarnos de nuevo en Kyo».

—Entonces, ¿dónde está, la guarida del dragón?

—Las guaridas de dragón se encuentran usualmente en las montañas, normalmente cuevas o grandes agujeros en el suelo. Los lugares con guaridas de dragón normalmente tienen santuarios cerca para evitar que el ki sea usado con fines malignos; es como el que protege la puerta de los demonios de Kyo, el Monte Hiei es en realidad el mayor santuario de Kyo.

—Así que ese es el significado detrás de construir santuarios en lugares estratégicos—, dijo Yoshiharu.

  • ¡Entonces, vamos a buscar el santuario y destruyámoslo!
  • ¡Bien, vamos a buscarlo!
  • ¡E-E-Esperen, chicos! ¡Si simplemente salen a buscarlo, serán atacados por los que están buscando fugitivos! ¡Y podrían ser encontrados por el ejército Shikigami!

Yoshiharu detuvo a los soldados.

—En esta zona en lo profundo de la montaña, tenemos que pensar que en realidad no hay santuarios cerca de las guaridas de dragón. Me temo que Tsuchimikado nos ha conducido a un lugar donde no hay santuarios para impedir que encontremos la guarida del dragón.

Los ojos de Zenki brillaron mientras asentía.

  • ¡Bien, lo haremos de esta manera! Yoshiharu enderezó su cuerpo.
  • ¡Entonces vamos! ¡¿Qué hacemos primero Zenki?!

—Encontrar cuevas.

  • ¡Entendido, todavía hay muchas cuevas que emiten ki! ¡Porque las cuevas son en realidad agujeros abiertos en el suelo!

Todos los guerreros valientes asintieron mientras susurraban “Ohhhh”.

Estas personas, tomando la munición y armas restantes, se volvieron hacia el enemigo…

Buscaron en las montañas durante casi media hora.

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Zenki, con una cuerda que bajaba hasta el fondo de un acantilado, señaló a una cueva mientras gritaba “¡Allí!”

—Hmm, este ki que se está elevando, si sellamos este lugar, entonces… Sin embargo……

En ese momento, los miembros de las tropas ya habían alcanzado su límite del agotamiento y el estrés, por lo que ya habían perdido la habilidad de pensar con calma.

  • ¡Está bien, vamos!
  • ¡Séllenlo!
  • ¡Esto permitirá que el comandante vuelva a Kyo!

—Esperen, chicos. Esto podría ser una trampa tendida por Tsuchimikado. Primero deberíamos dejar que el escuadrón ninja revise la situación…

Aunque Zenki trató de detenerlos, ellos ya habían bajado el acantilado y corrían hacia la cueva.

Yoshiharu también dijo “no hay más opción”, y se deslizó por el acantilado mientras protegía su arcabuz.

Sin embargo…

Realmente había una trampa.

En la cueva había una gran cantidad de Shikigami bajo el control de Tsuchimikado, y volaron de inmediato hacia el ejército.

Los valientes guerreros, en este momento, todos estaban decididos a luchar hasta la muerte.

  • ¡Hemos caído en su trampa!
  • ¡Sagara–sama, escape!
  • ¡Seremos su escudo para detenerlos!
  • ¡No, no digan estupideces! ¡No los abandonaré a todos ustedes! Yoshiharu tomó su arcabuz y se lanzó al frente.

Yoshiharu no podía abandonar a ninguno de estos compañeros que habían viajado con él durante tanto tiempo.

  • ¡¡¡Hisanaga!!! ¡¡¡Sal, bastardo!!! ¡Tus manos están llenas de sangre! ¡¡¡Juegas con la vida de la gente como si no fuera nada!!!

Disparando con su arcabuz sin parar, en poco tiempo se agotó la munición.

Uno por uno, los guerreros fueron atrapados por las garras de los monstruos en el cielo y desgarrados.

« ¡Si esto sigue así, todos seremos eliminados!».

Al ver la trágica escena frente a él mientras bajaba por el acantilado, Zenki susurró: —Oye, Hanzou. Si esto continúa, seré reprendido por mi ama. Llévate rápido a Sagara Yoshiharu.

De repente, Hattori Hanzou apareció de la nada y susurró: —…No. La munición se ha agotado. No hay a dónde escapar. Sagara Yoshiharu se ha decidido, ¿no?

—En ese caso, matémoslo.

Hanzou sonrió suavemente y miró a Zenki.

—… Entiendo—, Y asintió suavemente. Saltó de repente en silencio.

Hanzou lanzó una serie de bombas de humo hacia la caótica batalla, obstruyendo la visión de los Shikigami del campo de batalla.

Guardando silencio todo el tiempo, tomó a Yoshiharu desde atrás de repente.

  • ¡Suéltame Hanzou! ¡Voy a luchar aquí hasta mi último aliento!

—Hmph, ¿No me digas que quieres ver morir a estos soldados uno por uno?

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  • ¡Será lo mismo si escapamos, así que simplemente deberíamos morir luchando todos juntos!

—Oda Nobuna dijo lo mismo en el castillo Kanegasaki, pero al  final decidió permitir que protegieras su retaguardia a pesar de que podrías ser asesinado,

¿por qué?

  • ¡Ella, es la líder de una provincia, debe sobrevivir! Pero, yo…

—… Tú, ¿no me digas que sientes que todo está bien porque no tienen ningún vínculo? Sagara Yoshiharu, ¿estás diciendo eso ahora? ¿Desde el fondo de tu corazón?

—… Eso…

«En realidad, podría ser así. Pero… tantos soldados han muerto por mí. Además, Nobuna derramó lágrimas por mí…

¡No puedo hacer eso……!

Sin embargo, si me sacrifico, es un hecho de que mis compañeros podrían salvarse. Tsuchimikado solo me quiere a mí.

Yoshiharu se limpió la sangre que estaba en su frente y las lágrimas de sus ojos, mientras tragaba saliva».

—Entonces Yoshiharu, te pregunto de nuevo, ¿morirás por tus compañeros?

  • ¡Ahhh! No quiero renunciar a Nobuna… ¡Ah, maldición, no quiero morir! ¡Pero no quiero abandonar a mis compañeros! ¡Yo, quiero demasiado! ¡Lamento que quiera que las cosas sean perfectas!

—Bien entonces, morirás aquí. Sagara Yoshiharu… la estrella en ascenso del clan Oda, el héroe del Castillo Sunomata Ichiya, si aquel que tiene la recompensa muere aquí, Tsuchimikado y aquellos que te buscan por esa misma recompensa perderán su motivación. Además de esa, no hay otra manera de escapar.

—… ¿Haa? ¿Hanzou? ¡Tú…!

***

 

 

—Parece que se acabó.

Finalmente alguien salió de la cueva, Tsuchimikado Hisanaga agitó el abanico en su mano.

La cortina de humo de Hanzou fue despejada. Tsuchimikado había aparecido.

Hattori Hanzou estaba empapado de sangre.

Esa expresión congelada suya mientras tenía una daga en el cuello de Sagara Yoshiharu.

Zenki que se suponía que debía bajar del acantilado… no estaba. Parece que escapó después de ver el resultado.

O tal vez fue derrotado por el ejército de Shikigami y desapareció…

Aunque originalmente era un Shikigami de alto nivel, su ki era demasiado débil. Tal vez lo agotó por mantener su forma humana demasiado tiempo.

—Parece que yo soy el vencedor; mientras tenga la cabeza de este Saru, no me importan esos soldados insignificantes. Es demasiado problemático, déjenlos escapar.

En ese momento, Hanzou respondió.


—Entiendo. Usaré mi última bomba para destruir el cuerpo de Sagara–sama.

***

 

 

Previo a esto, antes de que Yoshiharu se lanzara a la batalla final con el ejército Shikigami…

Nobuna también había comenzado su viaje. Sagara Yoshiharu, ya debía…

Su corazón estaba agitado.

Incluso cuando su padre murió, no fue tan doloroso. Su padre murió de enfermedad.

Y la razón por la que Yoshiharu murió… Y… Nobuna había jurado no volver a llorar.

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En lugar de morir por proteger a los que deben ser protegidos, quien sobrevive… a quien se han confiado esas vidas, después de pasar por mucho tiempo sollozando, con dolor, incluso sufriendo, todo eso era insoportable.

«Si muero en este momento, la muerte de Saru no tendrá ningún sentido. No, Saru sigue vivo. Sí, Manchiyo y los demás ya han preparado rutas de retirada mientras escapaban… Y también está allí la inteligente Juubei… ¡Yo creo, creo que sigue vivo en este momento!».

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Cerca de las calles de Wakasa, en los caminos de montaña que Nobuna tomó para volver a Kyo, por primer vez en su vida, mientras montaba su caballo, ella juntó sus manos y bajó la cabeza, orándole a dios, buda o a las deidades que ni siquiera estaba segura que existieran.

Las lágrimas que todos derramaban en los funerales, los recuerdos de los monjes rezando, todo eso era tan detestable.

Pero ahora, ella se había vuelto menos egoísta y menos arrogante. Ahora no estaban muy lejos de Kyo. Ahora, casi había vuelto a Kyo.

Con la velocidad de un rayo que nadie esperaba, Oda Nobuna había regresado.

“¿Oda Nobuna murió?”; Los tres de Miyoshi de Shikoku definitivamente atacarían de nuevo a Kyo al escuchar esa noticia. Los Koga que habían estado escondidos hasta ahora y Rokkaku Yoshitaka volverían a aparecer.

Y el ejército Asai–Asakura creería que no hay más obstáculos al frente para capturar Kyo.

«Con esto, puedo debilitar en gran medida su fuerza».

Casi estaba confirmado.

Mientras una guerrera como Oda Nobuna siguiera con vida el ejército Oda podría resurgir.

Por esta ambición, Nobuna renunció. Renunció a ese sueño.

Ese sueño aparentemente inalcanzable. Pero aun así… Ella no lloró.

Siempre manteniendo una sonrisa.

Para hacer su cuerpo un poco más ligero, incluso se quitó su armadura y montó su caballo con solo su ropa.

Sin embargo, había una cosa que no podía abandonar sin importar qué.

En su pecho, el regalo que le dio Yoshiharu… el reloj occidental del futuro, Nobuna lo sujetó firmemente con su mano.

  • ¡Riku! ¡¿Dónde estamos?!
  • ¡Princesa, ahora estamos en el lado occidental del Monte Hiei! ¡Una vez que atravesemos esto, Kyo estará adelante!

Katsuie entrecerró los ojos y habló.

La larga noche finalmente había comenzado a iluminarse.

—Bien; Inuchiyo, Dango; ahora ya no tenemos que preocuparnos de que los caballos puedan resistir o no. ¡A toda velocidad hacia adelante!

—… Entendido.

—Entendido.

Al otro lado del paso de la montaña… el paisaje que se extendió ante sus ojos fue la ciudad de Kyo.

«Todavía estoy viva. Tú me diste esta vida. Estoy esperándote, Saru».

El caballo de Nobuna estaba en la vanguardia de las tropas. En ese momento…

Desde la profundidad del espeso bosque a un lado del camino de montaña, un disparo resonó de repente.

Un disparo. Y entonces… Otro disparo.

Aunque fue molesto, Nobuna sintió algo perforar su suave estómago. En ese momento, el pequeño cuerpo de Nobuna ya…

Se había caído de su caballo.





Violentamente, la sensación de su cuerpo desapareció.

«… Lo… Lo siento, Yoshiharu…».

Sus ojos estaban llenos de lágrimas.

 

Oda Nobuna Volumen 4 Capitulo 1 Parte 4 Novela Ligera

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