Slayers (NL)

Volumen 2

Capitulo 3: El que Duerme en la Barrera en el Fondo del Agua

Parte 1

– Oh, ay… – protesté mientras recuperaba la consciencia.

– Buenos días, alegrías. – Dijo Gourry, aunque apenas era capaz de distinguir su silueta en la oscuridad.

– Mmmm… espera un momento. – Aún algo grogui, junté mis manos delante de mi pecho y exclamé –. ¡Lighting!

Un orbe de luz débil apareció entre mis palmas, y lo lancé hacia la oscuridad. Por lo poco que podía distinguir de lo que nos rodeaba, estábamos encima de uno de los cinco pilares que se elevaban desde una sala gigantesca, inundada de agua. Era más o menos del mismo tamaño y forma que la sala desde la que habíamos caído, y los pilares estaban separados de forma que cada uno correspondía a una punta del pentagrama de esa sala. Estaba demasiado oscuro para saber lo profunda que era.

– Rune Breaker. – Murmuré, frunciendo el ceño.

– ¿Eh? ¿Eso qué es? – Preguntó Gourry.

– Dicho simplemente, mi poder se reduce dentro de esta barrera. Por eso mi hechizo Levitation no funcionó cuando nos caíamos.

Originalmente, el Rune Breaker fue diseñado para reducir el daño causado por hechizos ofensivos, debilitar maldiciones y ese tipo de cosas. Normalmente no afectan a hechizos menores como el Levitation. Suponía que las dos salas, arriba y abajo, se combinaban para multiplicar sus efectos exponencialmente, hasta el punto que interferían y absorbían todo tipo de magia. Incluso el resplandor del Lighting que acababa de lanzar era más débil de lo normal.

Supongo que Daymia no era el vicepresidente porque sí.

– Parece que nos hemos metido en una situación muy jodida. – Dijo Gourry.

“Bastante jodida, de hecho.”

– Supongo que hay que destruir la barrera, ¿no? – Preguntó Gourry, como si fuera algo fácil.

No pude evitar suspirar con fuerza. Claro, sería genial si pudiésemos destruir el pentagrama y así acabar con el Rune Breaker… y también estaría bien que alguien nos lanzase una cuerda desde arriba, pero no iba a esperar sentada a que alguna de las dos cosas ocurriese.

– Bueno, sí, pero para hacer eso tendríamos que destruir estos cinco pilares, ¿me entiendes?

– Pues hazlo con tu magia.

“Uno de estos días, Gourry…”

– ¿Es que no me has estado escuchando?

– ¿Qué…?

– Ya te lo he dicho. ¡Aquí dentro mi magia es débil! No puedo hacer algo así ahora mismo. ¡De eso se trata!

– Ah, me estaba preguntando de qué iba toda esa charla.

“¡Gaaaaaaah!”

En ese momento pensé que me iba a explotar una vena de la cabeza, allí mismo.

– ¿Qué te pasa? ¿Te duele la cabeza?

– No. – dije suspirando mientras me quedaba allí plantada, con el agua goteando de mi ropa. Estábamos los dos bastante mojados, pero mi ropa no estaba muy empapada, así que probablemente no estuve en el agua demasiado tiempo.

– Tenemos que hacer algo con la ropa. – Dijo Gourry, tiritando.

– Tienes razón. Si nos quedamos así mucho rato, pillaremos un resfriado.

– Sí, entonces… – comenzó a decir Gourry, sonriendo –. ¿Crees que deberíamos desnudarnos y abrazarnos, por lo del calor corporal?

“Sí, ya, ¡tú sueñas!”

Junté las manos y empecé a recitar un hechizo. La cara de Gourry se puso de un color raro… el color del miedo.

– ¡O-oye Lina, espera! ¡Estaba bromeando, lo juro! Mira, lo retiro, ¿v-vale? – Dijo, temblando.

– ¡Fire Ball! – ¡Grité, lanzando hacia Gourry una esfera de luz capaz de derretir el acero, que explotaría en cualquier momento! O eso es lo que él pensaba, al menos.

– ¡Aaaaaargh! – Chilló mientras el calor envolvía su cuerpo. Entonces, cuando se dio cuenta de que no estaba muerto, miró su pecho como si no estuviera seguro de que tuviera que seguir ahí.

Mi Fire Ball normalmente derretiría el acero, sí, pero dentro de ese Rune Breaker, sólo conseguía calentar el aire.

– Ya se te ha secado la ropa, ¿verdad? – Dije, riéndome.

“Vaya, a veces me parto conmigo misma de lo graciosa que soy.”

– Bueno, ahora que ya me he encargado de eso… – Dije, mientras miraba hacia arriba. Necesitábamos un plan.

– ¿Alguna idea brillante? – Preguntó Gourry, inquieto.

“Ideas brillantes, jajaja. Ya lo pillo. No me tientes, Gourry.”

– Hmmm, aún no. – Dije, más pensando en voz alta que otra cosa. Parecía que el agujero por el que habíamos caído se había cerrado. El hechizo Lighting no era lo suficientemente potente para ver ningún detalle, pero estaba claro que todo lo que había sobre nosotros era una profunda oscuridad.

– Vale, así que no podemos romper la barrera, – murmuró Gourry. Entonces miró el agua que nos rodeaba –. Me pregunto cómo de profundo será. ¿Y para qué lo han puesto aquí, si se puede saber?

– Seguramente Daymia sea una persona de agua. – Dije, dándome cuenta en seguía de que Gourry no lo entendería.

– ¿Eh?

Ves, lo sabía. A ver cómo se lo explicaba…

– Bueno, ¿sabes eso de que hay personas a las que les gustan los gatos, y otras personas que prefieren los perros? – Pregunté.

– Sí. – Respondió asintiendo. Por ahora aún me seguía.

– Bien, pues algunos hechiceros tienen una afinidad con el fuego, y otros tienen afinidad con el agua, ¿entiendes? Es parecido a lo de los perros y los gatos.

Aunque había limitado mi explicación a los cuatro elementos básicos (tierra, agua, fuego y aire) que se usaban en la magia shamanística, el mismo principio se puede aplicar a la magia negra, las maldiciones, la magia astral, e incluso la magia blanca. Pero entrar en esos detalles le habría confundido, así que me quedé en lo simple.

– Así que, cuando un hechicero con afinidad con el agua utiliza hechizos de esa categoría, los efectos son más poderosos, como si estuviesen amplificados.

– Entonces, cuando dices que Daymia es ‘una persona de agua’ quieres decir que tiene afinidad con el agua. – Resumió Gourry.

– Sí. Cuando una persona utiliza un hechizo o similar, si está relacionado con el elemento con el que tiene afinidad, el poder del hechizo se amplifica. También podrían hacer un esfuerzo e incluir el elemento… como poner agua sobre una barrera para amplificar su poder.

– Ah… – Gourry cruzó los brazos –. ¿Así que dices que cuando Daymia hizo esta barrera para debilitar la magia, usó esta agua para aumentar los efectos?

Asentí con fuerza.

– Sí, pero sólo son suposiciones. Lo que importa de verdad es qué vamos a hacer. Lancé otro hechizo Lighting y lo acerqué a la superficie del agua.

– ¿Pero qué…? – Exclamó Gourry, asombrado, en cuanto el orbe atravesó la superficie. Mientras la luz brillaba bajo el agua, se me quedó mirando esperando una explicación.

– Te estás preguntando por qué sigue brillando bajo el agua, ¿verdad?

– Eh… sí, exactamente. – Dijo, asintiendo.

– Una lámpara tiene una llama ardiendo en su interior, que produce tanto luz como calor. Pero los Lighting están hechos de magia.

No hay ningún tipo de llama, así que el agua no puede apagarlos.

– Hala, eso mola un montón. – Dijo, cruzando los brazos y mirando hacia el agua

–. Oh, vaya…

“Exactamente lo que estaba pensando.”

La sala era profunda… y quiero decir, muy, MUY profunda. No estaba llena de pirañas o algo así, pero no hacía ninguna falta.

En el fondo podíamos distinguir el mismo patrón de la barrera, y en el centro…

– Oye, ¿qué es eso de ahí? – Preguntó Gourry, señalando a lo que parecía ser una especie de joya en el centro. Era de color esmeralda y tenía algo dentro, pero como el agua distorsionaba la imagen, no podíamos distinguir nada más que una sombra.

– No estoy segura. – Respondí, y los dos nos quedamos mirándola en silencio, hasta que Gourry decidió añadir algo.

– ¿Me he vuelto loco, o parece que haya una persona ahí dentro?

– ¿Será posible? – No lo había notado hasta que él lo mencionó, pero era verdad que parecía una persona.

– Sí, a mí me parece una persona, su silueta. – Dijo Gourry, mucho más seguro de lo que estaba viendo.

Tengo que admitir que Gourry tiene una vista muy buena. Yo tengo mucha confianza en mi propia habilidad, pero no había visto nada más que una sombra oscura hasta que él mencionó lo que podría ser.

– Tenemos que asegurarnos. Si es una persona, tengo una idea sobre por qué está en el centro de una barrera. – Dije.

– ¿Y cómo nos aseguramos?

– Pues así… – Dije antes de tirarle al agua.

– ¡Dwaaah! ¡Aahh! – Gritó mientras caía.

¡KER-SPLOOSH!

– ¡Oye! ¡¿A qué ha venido eso?! – Gritó al salir a la superficie, mientras expulsaba por la nariz el agua que había tragado.

“Ji ji ji.”

Me acerqué al borde del pilar y me puse en cuclillas.

– Esperaba que saltases y lo comprobases por mí, Gourry. ¡Gracias! Odio mojarme. ¡Jo, jo, jo! – Exclamé, riéndome –. Uh, ¡waaaah…!

Gourry se había aupado y me había agarrado el pie.

¡SPLOOSH!

Me sumergí en el agua, tragando bastante sin querer. Entonces… las luces se apagaron.