Kaifuku Jutsushi no Yarinaoshi ~ Sokushi Mahou to Skill Copy no Choetsu Heal (NL)

Volumen 1

Interludio: El Día en que Keyaru se Despertó

Parte 3

Para otros, él podría ser un héroe veterano muy confiable. Pero debajo de ese disfraz, acechaba una persona con un libido anormal que sólo podía ser liberado con otros hombres mucho más jóvenes que él.

“Gah, gah”.

Keyaru sentía un miedo instintivo hacia Bullet y comenzó a tomar distancia alejando su adolorido cuerpo.

Era algo que superaba a Keyaru, incluso si se había vuelto insensible al dolor y al miedo debido a las drogas, no podía liberarse de ese sentimiento que lo instaba a huir.

“¿Por qué? ¿Por qué intentas huir? Soy el único que se pone de tu lado y soy el único que te trata amablemente, ¿Entonces por qué estás huyendo? ¡Aaaahhh! ¡¿Es porque no me entiendes?!”

Bullet se montó sobre Keyaru.

Luego de montarse sobre él, comenzó a golpearlo muchas veces en el rostro.

Bullet tenía otro serio problema. Sufría ataques de ira horribles y fácilmente perdía el control.

Su mentalidad se basaba en que si él amaba a alguien, tenía que ser amado en respuesta. Si las cosas no resultaban como él deseaba, entonces se desequilibraría por completo y se volvería extremadamente violento.

Junto con ese enfermo amor que solo sentía por los niños, durante su vida ya había asesinado a muchos.

Una vez más, el rostro de Keyaru que estaba a punto de sanar por completo debido a su recuperación automática, se volvió miserable.

“¡Gah! ¡Ah!”

“Ah, ah, ah… Keyaru. Tu rostro se volvió horrible, lo volví a hacer. Perdóname, entiende, no era mi intención lastimarte”.

Bullet sujetó a Keyaru y le dio un fuerte abrazo.

“Realmente te amo, lo siento. De verdad lo siento. No quise golpearte. A este paso no me amarás. Pero es que no pude evitarlo, todo porque actúas como un chico malo. Perdóname, ahora seré tan gentil contigo como fui de rudo al golpearte”.

Cuando Bullet le dijo eso a Keyaru, lo besó.

Luego, Bullet hizo que Keyaru gateara en cuatro patas y le quitó los pantalones.

“Te amaré mucho por lo malo que he sido contigo, Keyaru, te enseñaré lo mucho que te amo”.

Luego, Bullet golpeó la parte de atrás de Keyaru con sus caderas.

Repitiendo palabras como, ‘Te amo’ y ‘Lo siento’ repetidamente. Casi como si estuviera cantando una maldición, Bullet lo golpeó con sus caderas.

Esa era la naturaleza de ese hombre.

Era un pedófilo con una personalidad inmadura e inestable.

Después de disfrutar hasta el cansancio el cuerpo de Keyaru, Bullet finalmente lo liberó.

Para ese momento, la hinchazón en el rostro de Keyaru ya se había reducido y al verlo, Bullet lo besó.

“Tu cara es tan linda, esta es la primera vez que puedo disfrutar de un chico tan lindo”.

Con una expresión fascinada, Bullet se quedó mirando fijamente el rostro de Keyaru.

“Pero esa cara bonita terminará creciendo y se volverá fea, qué cruel. Esta hermosa cara se volverá la fea cara de un hombre. No puedo soportar eso”.

“Ah, gagh, iah…”

Bullet estaba sufriendo mientras colocaba su cabeza entre sus brazos.

“No puedo soportar esa realidad, así que detengámonos aquí. Si murieras ahora, podría conservar esa cara bonita por siempre. La cuidaré correctamente. Así que, Keyaru, por favor solo muere”.

Bullet, colocó su mano sobre el cuello de Keyaru y comenzó a apretarlo.

Entonces comenzó a sonar un sonido extraño desde el cuello de Keyaru.

Luego de una decena de segundos, Bullet soltó su cuello.

Keyaru comenzó a inhalar con desesperación porque le había comenzado a faltar oxígeno.

“Ah, no, lo he vuelto a hacer. Soy un tipo terrible. ¿Por qué tiene que seguir pasando esto? Por favor, perdóname, Keyaru”.

Bullet abrazó una vez más a Keyaru y lloró.

Le susurraba al oído.

“Perdóname por lo que te hice hoy, te volveré a amar mañana y te lo compensaré”.

Bullet finalmente abandonó el lugar dejando atrás esas palabras.

Era como si diera una bendición y no hubiera hecho nada pecaminoso o como si simplemente no hubiera hecho nada. Era una maldición.

***

Keyaru, que volvió a quedarse solo, dejó de moverse como si fuera un títere sin cuerdas.

No habían personas amables cerca de él. Flare, la [Héroe de la Magia], Blade, el [Héroe de la Espada] y Bullet, el [Héroe del Cañón] eran solamente sus enemigos.

Keyaru ni siquiera podía resistirse.

El único trocito de consciencia que quedaba dentro de él solo podía gritar.

“No los perdonaré. Los voy a matar a todos”.

Todavía quedaba algo de él en lo más profundo de su ser que quedaba intacto.

Después de tanto tiempo siendo abusado de una forma particularmente extrema cada pocos días, esa única parte intacta de él solo podía gritar

Esa pequeña parte sobreviviente siempre se había resistido al efecto de las drogas.

Como resultado, su competencia en la resistencia a las drogas siempre había estado aumentando.

Esa pequeña parte de Keyaru se había resistido a todo en muchas ocasiones hasta ahora. Y eso no fue en vano. Poco a poco, él fue capaz de aumentar gradualmente su competencia para obtener [Resistencia a las Drogas].

Todos sus esfuerzos iban a florecer justo en ese momento.

(¿Quién soy? ¿Dónde estoy?)

Al obtener [Resistencia a las Drogas], Keyaru también recuperó la razón.

Al recuperar la razón, Keyaru recuperó sus recuerdos.

Su experiencia y los recuerdos donde los héroes lo obligaron a repetir constantemente [Sanación Recuperadora] regresaban a él.

También había adquirido puntos de experiencia como miembro del grupo de los héroes.

Recordó cada abuso que había sufrido en manos de esos enfermos.

Al recuperar tantas experiencias y recuerdos de golpe, Keyaru se habría roto de nuevo si hubiera sido el antiguo él. Incluso un súper humano no sería capaz de resistir el asalto mental de tantas experiencias dolorosas y traumáticas.

Era una serie de experiencias de pesadilla que nadie quisiera recordar.

Keyaru sostuvo su cabeza y derramó lágrimas. Sin embargo, no gritó. Se había colocado en la boca los pantalones que le habían quitado.

Si hubiese dejado salir el más leve susurro, lo notarían.

Si no se colocaba el pantalón en la boca, lo más probable es que se hubiera mordido y cortado la lengua y hubiese muerto.

Finalmente, cuando la recuperación de esa abrumadora cantidad de memorias y experiencias dejaron de asaltar su mente, se sacó los pantalones de la boca.

“Me traicionaron, bien, bien, lo hicieron, yo había confiado en ustedes”.

Debido a que los efectos secundarios de [Sanación Recuperadora] eran abrumadoramente dolorosos y traumáticos, Keyaru intentó escapar hace tiempo. Pero cuando fue capturado le prometió a la princesa Flare que haría todo lo posible para soportar el dolor. Lo haría por el reino, por la paz, pero sobre todo, lo haría por Flare, por ella soportaría el dolor y usaría su poder.

Sin embargo, Flare inmediatamente tomó la decisión de destruir su voluntad con drogas y reducirlo a una mera herramienta. Ella ni siquiera le dio un día.

“¿Cómo pudiste volverte tan terrible? ¿Acaso eres la misma persona?”

Recuperar la memoria le trajo a Keyaru un sentimiento de gran ira debido al trato que le habían dado.

Comenzó a golpear el suelo con ambas manos, su voz no salía pero en su interior gritaba.

Flare, Blade y Bullet no podían ser humanos.

Keyaru se preguntaba a sí mismo, ‘¿Puedo perdonarlos?’

(……No, no hay forma de que los perdone.)

“Les haré daño, los romperé y los mataré, ellos ya no son personas. Son demonios. Un humano no puede ser capaz de hacer cosas tan terribles. Los demonios como ellos tienen que ser aniquilados”.

Keyaru continuó hablando consigo mismo.

Luego, comenzó a pensar en una forma de vengarse mientras permanecía acostado.

Era frustrante, pero sus enemigos eran fuertes. Keyaru no podría ganar incluso si los enfrentaba, porque él no era alguien adecuado para el combate.

Pero luego se dio cuenta de una cosa. Cuando Keyaru pensaba en formas concretas para asesinar a sus enemigos, le llegaron a la mente las técnicas de espada de cierta heroína nacional.

Como si estuviera siendo impulsado por algo, se colocó de pie y trazó un patrón en el aire, su cuerpo se movió justo como lo deseaba.

Pero eso no fue todo, Keyaru se dio cuenta de que podía utilizar las habilidades de innumerables héroes nacionales.

“Bueno, eso debe deberse a que poseo las memorias y las experiencias de aquellos en los que utilicé [Sanación Recuperadora]”.

Esta nueva experiencia propia se volvió muy interesante para Keyaru y comenzó a probar todo tipo de habilidades.

Si podía utilizar tantas habilidades y técnicas, entonces tenía una oportunidad de ganar.

Conocía y podía utilizar hechizos que alguien como él no debería poder utilizar.

“Para vengarme, es necesario que los conozca a los tres muy bien, afortunadamente, he utilizado en ellos [Sanación Recuperadora]. Por lo que sé que también tienen debilidades”.

El rostro de Keyaru se distorsionó con una expresión perversa.

Había encontrado algo muy interesante en las memorias de Flare.

Era sobre el corazón del Rey Demonio. También llamado, ‘Piedra Filosofal’. También se enteró sobre una maldición prohibida y escondida en la capital real del Reino Jioral.

El verdadero propósito de Flare era asesinar al Rey Demonio, obtener la Piedra Filosofal y conquistar el mundo utilizando la maldición prohibida. Aplastar su sueño sería la mayor venganza que Keyaru podría lograr sobre ella.

Sin embargo, a él no le bastaba con eso. Pero, ¿Y si utilizaba él mismo el corazón del Rey Demonio?, ¿Acaso no podría hacer cosas increíbles? Como por ejemplo utilizar [Sanación Recuperadora] sobre el mundo en el que vivía y regresar al pasado.

“Comenzaré todo una vez más en este mundo. Pero esta vez voy a ser yo quien destruya sus vidas. Princesa Flare, tú serás mi perra. Te convertiré en una perra sumisa y te daré mucho amor. Así como tú me lo diste a mí. Blade, estúpida homosexual amante de mujeres, te enseñaré cómo odiar a un hombre. Te mostraré como me divierto con tu amada Flare. Te humillaré como es debido. Bullet, maldito pedófilo violador. Me aseguraré de que ya no puedas hacerle daño a nadie más con tu asqueroso miembro. Te cortaré las extremidades, aplastaré tu garganta y dejaré que vivas con la peor de las apariencias. ¡Eso es! Los lastimaré a los tres con las cosas que más aprecian”.

Para Keyaru era extremadamente divertido pensar cómo podría vengarse de cada uno.

Keyaru se rió silenciosamente como un loco.

La venganza era una esperanza para Keyaru, un gran consuelo para sus heridas.

“Esto es poder, mucho poder, además, también tengo muchos conocimientos y experiencias gracias a [Sanación Recuperadora]. He pasado mucho tiempo soportando, aguantando, resistiendo, pero me vengaré en un nuevo mundo y seré feliz”.

Keyaru sería feliz

Se había grabado esas palabras firmemente.

“Si me dedicara solo a la venganza, entonces eso sería lo mismo que perder una vez más mi vida por culpa de ellos. No solo dedo pensar en vengarme. Después de que termine con ellos, yo me dedicaré a ser feliz”.

Keyaru se estaba muriendo por dentro debido a que solo tenía un sentimiento de odio hacia ellos. Pero necesitaba empezar de nuevo. Por eso él pensaba que hubiera sido algo estúpido hacer de la venganza el único objetivo en su vida.

(Quiero ser feliz. Ya he probado lo que es vivir en el infierno, tengo derecho a desear ser más feliz que nadie.)

Esas fueron las palabras que Keyaru se dijo a sí mismo.

***

Keyaru se había recuperado al día siguiente.

Pero seguía pensando con avidez como obtener más fuerza y cómo usar en su nuevo futuro [Sanación Recuperadora]

No solo eso, sino que también comenzó a experimentar cómo volverse más fuerte utilizando todos los conocimientos y experiencias de los héroes nacionales que había tratado con [Sanación Recuperadora].

Incluso probó comer demonios para fortalecerse.

Durante el resto del tiempo, Keyaru pensó varias veces en asesinarlos de inmediato. No era más que un infierno seguir soportando el abuso de los héroes estando consciente. Aun así, lo continuó soportando.

(Tengo que vengarme en ese nuevo mundo… y ser feliz.)

Hasta que finalmente llegó al final de ese viaje.

Finalmente habían llegado al Rey Demonio.

Aquí era donde Keyaru por fin podría mostrar que era superior al resto de los héroes y obtener la Piedra Filosofal.

Dejó a un lado la máscara sin emociones que había mantenido en su rostro.

Ahora, iniciaría su batalla contra el Rey Demonio.

“Finalmente se agotó mi paciencia”.

Se quitó la máscara por completo.

Keyaru nunca había expresado sus emociones reales, fingiendo que había estado roto por casi un año completo.

Ya no tenía que ocultarse más. Podía sonreír ferozmente y con libertad.

Pero en ese momento ya no seguiría siendo el débil Keyaru. Ahora les mostraría al fuerte Keyaru que se había fortalecido y había devorado demonios.

Bullet, el [Héroe del Cañón] había sido quemado hasta morir. La [Héroe de la Magia] se había derrumbado. Y Blade, el [Héroe de la Espada], había resultado gravemente herido.

Keyaru corrió hacia el Rey Demonio. Sus piernas se sentían increíblemente ligeras.

De ahora en adelante, él sería quien derrotaría al Rey Demonio y borraría ese mundo. Lo haría para ser feliz.