Seirei Tsukai no Blade Dance

Volumen 1

Capitulo 2: Academia Espiritual Areishia

Academia Espiritual Areishia.

En esta institución, todas las princesas puras de todo el imperio son reunidas y entrenadas como elementalistas hechas y derechas.

Con un hermoso jardín detrás de las murallas del castillo, el edificio de la escuela, lleno de elegantes torres se parecía mucho al palacio de una princesa… de hecho, esto era casi del todo correcto. De todas las estudiantes que asisten a esta Academia, casi todas ellas son genuinas damas de la nobleza propiamente tal.

• Sin embargo, tener un terrible encuentro de forma tan inesperada… -, murmuró Kamito para sí mismo mientras caminaba por la alfombra roja que cubría pasillo del segundo piso del edificio de la escuela.
• Perdido en el interior del bosque, acabé realizando un contrato con un espíritu sellado, y además…

Desde que Kamito le arrebató el espíritu sellado, aquella joven muchacha de pelo carmesí parecía tener sus ojos sobre en él.

Después de eso… Claire Rouge llevó a Kamito al edificio escolar de la académica.

Eso era bueno, pero al parecer su declaración de que Kamito se convertiría en su espíritu contratado personal era en serio. Girando y girando, el látigo fue enrollado alrededor Kamito. En lugar de ser guiado, tal vez sería más apropiado decir que estaba siendo arrastrado, y caminaron por el bosque de esa manera.

De todos modos, Kamito no tenía ninguna obligación de seguirle la corriente a la princesa. Aprovechando la oportunidad cuando Claire fue al baño, se desenrolló el látigo y se escapó.

• ¡Ah, te escapaste, traidor!

Esta voz se pudo oír desde el interior del baño… ¿Qué? ¿Qué te hizo pensar que no huiría…? 

Esa joven muchacha era una elementalista excepcional, pero, su conocimiento común de la sociedad era la de una dama ingenua.

• De todas formas, antes de que me encuentre con esa chica de nuevo, tengo que darme prisa y reunirme con Greyworth.

Continuando por el pasillo, Kamito dejó escapar un pequeño suspiro.

… Deprimente.

Después de todo, hasta ahora nada bueno había resultado al verse involucrado con esa bruja.

… Pero, no puedo ignorar esto. 

Kamito sacó una hoja de papel de su bolsillo.

Hace cuarenta días, había recibido una carta de la Directora de la Academia: Greyworth.

Si lo que estaba escrito en ella era verdad…

Finalmente podría obtener algunas pistas sobre esa chica.

Sin embargo, Kamito no podía negar la posibilidad de que sólo era un cebo para atraerlo aquí.

… Es inútil pensar en ello. Después de todo, se trata de esa Bruja. 

Y, allí Kamito se detuvo en seco.

Frente a él estaba la puerta principal de madera gruesa: la Oficina de la Directora de la Academia.

Cuando Kamito estaba a punto de llamar a la puerta…

• ¡Directora, no puedo estar de acuerdo con esto!

De repente, una voz se oyó desde el interior de la habitación.

Una voz de tono alto de una chica joven.

Parecía que estaban ocupadas en ese momento. … Qué se le va hacer… mataré algo de tiempo afuera por un rato. 

Mientras Kamito se alejaba de la puerta—

• ¡¿Por qué debemos dar la bienvenida a un hombre en esta Academia sagrada de doncellas puras?!

Detuvo sus pasos…

… Mm, ¿hombre? 

Eso le llamó la atención.

• Porque yo digo que lo necesitamos aquí. ¿No es eso suficiente para ti?

Era una voz limitada. Sin embargo, llevaba tanto poder que Kamito tembló solamente con  escucharla a través de la puerta.

¡Qué voz tan terrible es la de la bruja, no importa cuántas veces uno la escuche! 

• ¿E-Está sugiriendo que carecemos de fuerza?
• Tonterías. No estoy menospreciando el poder de la caballería a sus órdenes, pero, Él es especial.
• … ¿Se refiere al hecho de que se puede comunicar con un espíritu a pesar de ser hombre?
• Sí, pero eso no es todo.
• ¿Qué es lo que quiere decir…?

Y la chica de repente se calló.

Se hizo silencio por un breve momento. Entonces… – ¿Quién está ahí?

Maldita sea.

Al parecer, se había dado cuenta de que alguien estaba escuchando.

Kamito rápidamente intentó escapar…

*Baaang*

… De repente, la puerta del despacho se abrió violentamente.

Desde la puerta que fue abierta de una patada, apareció…

Con una hermosa pierna delgada que se había elevado hasta arriba, una preciosa joven con una coleta de caballo.

Un par de fuertes y grandes ojos. Una característica digna y espléndida.

Llevaba una pechera plateada en la parte superior de su uniforme, y parecía el atuendo de un valiente caballero.

Debajo de la falda tableada, su ropa interior de encaje saltó a la vista.

– ¿Negro?

-¿Qué…? ¡I-Insolente!

La joven pateó a Kamito con toda su fuerza en el estómago, lo que le llevó a dejar escapar involuntariamente un: – ¡Guoohh!

El repentino ataque lo cogió con la guardia baja, enviando lejos a Kamito.

En un instante, la joven acortó la distancia entre ellos y empezó a pisar Kamito en el suelo, desenvainando la espada de su cadera.

Luego con violencia, se colocó sobre él y apuntó con la punta de su espada a la mejilla de Kamito.

• …

Lanzando una mirada penetrante y fría.

Entonces, esos claros ojos de color marrón rojizo se agrandaron.

• ¿Tú… eres… un hombre?

El severo rostro de la muchacha se ruborizó y se volvió de un rojo intenso.

En ese momento…

• Fnn, ¿no has llegado bastante atrasado, Kazehaya Kamito?

Una voz descontenta provenía desde el fondo de la oficina.

Kamito que seguía detenido por la joven, lentamente levantó los ojos.

Allí… estaba la figura de una bruja, sin cambio alguno desde hace tres años.

Su cabello color rubio-ceniza estaba ondeando suavemente.

Su belleza resaltaba la capacidad de seducción de una adulta atractiva.

Debajo de su pequeño par de gafas, sus ojos, del mismo gris que el color de su pelo, miraban en su dirección.

… ¡Así que saliste, bruja! 

Kamito escupió amargamente en su cabeza.

La Bruja del Anochecer—Greyworth Ciel Mais.

Con la apariencia de una bella mujer cautivadora y carnívora, ella era una experimentada Caballero Espiritual que se jactaba del título de ser una de las doce Caballeros Generales del Imperio.

El rumor de que la elementalista de mayor rango puede trascender su edad podría haber sido real.

• —Han pasado tres años, Kamito. Mirando tu cara, parece que has cambiado.
• …Simplemente no cambias,  Bruja del Anochecer.

Ante la respuesta sarcástica mientras él seguía siendo presionado sobre su espalda, la bruja dejó escapar una sonrisa.

• ¡¿Kazehaya Kamito?! Entonces, este sujeto…

La joven con coleta de caballo levantó las cejas.

• Oye, ¿no es hora de que me dejes ir?

Kamito entrecerró los ojos y murmuró hacia la chica joven que estaba sentada sobre su pecho.

• ¿Qué es eso? ¡Desvergonzado, grosero!
• Después de todo, lo digo por tu propio bien.
• … ¿Qué quieres decir?
• Bueno, ¿cómo decirlo…? Desde hace un rato, tu muslo ha estado tocando mi cuerpo.

Su moderadamente fuerte muslo se sentía suave. Era una pena tener que mencionarlo, aunque tampoco no lo estaba rozando lo suficiente como para hacerlo disfrutar de los beneficios secundarios bajo tal situación.

• … ¡¿Wah?!

El rostro de la joven se sonrojó ardiendo al rojo vivo.

Levantándose con rapidez, mientras empujaba su falda hacia abajo, calvó su espada hacia abajo sin piedad.

Por un pelo, Kamito la esquivó girando su cuerpo.

• ¿Q-Qué estás haciendo?
• I-Indecente… ¡Te convertiré en un salmón marinado en sólo un instante!
• ¡Espera, cálmate! ¡Yo no soy un salmón!

*Zing*

—Un corte afilado, un mechón de Kamito fue cortado.

Seria. Sin siquiera una pisca de duda en sus ojos.

… Um, sólo en este día, ¿cuántas veces he estado a punto de morir? 

Un día desafortunado. ¿O es a causa de la maldición de la Bruja del Anochecer?

¿Así son todas las chicas de la Academia? 

Siendo impulsado hacia la pared. Kamito sintió la gravedad de la amenaza a su vida en ese momento.

• Envaina tu espada, Ellis. Cualquier lucha personal en esta Academia está prohibida -, le gritó Greyworth.
• ¡Eh…!

La chica llamada Ellis se detuvo al instante.

• D-Directora… yo sólo—
• ¿Tengo que decir lo mismo dos veces, Ellis Fahrengart?
• …No, um, me disculpo.

Ellis, mientras miraba intensamente a Kamito, de mala gana envainó su espada.

Greyworth empujó sus gafas y sonrió.

• … Así que, ya estás en esa edad. Bueno, al ser empujado hacia abajo por el cuerpo delicado de Ellis oculto bajo la armadura, la mayoría de los chicos no serían capaz de controlarse a sí mismos.
• ¡¿D-Directora?!

• ¡Espere, por favor, no diga nada que pueda provocar un malentendido! Yo estaba… -, Kamito protestó rápidamente. Sin embargo, sus ojos involuntariamente fueron en la dirección de los pechos de Ellis…

… En efecto. Ella estaba vistiendo su armadura, así que era difícil de decir, pero sin duda, los pechos lamentables de Claire Rouge eran incomparables a los de ella.

• ¡O-Oye, ¿a d-dónde estás mirando?!
• Lo siento…

Kamito apartó rápidamente los ojos.

• Guh, ¡si no fueras el invitado de la directora, ya te habría convertido en un Pot-au-feu!
• … ¡¿Por qué un Pot-au-feu?!

Aunque no entendía su metáfora, sonaba aterradora.

• Ellis, ya puedes irte. Es desagradable tener a gente coqueteando en frente de mis ojos.

Dijo la voz fría de Greyworth.

• N-No puedo dejarla sola en la misma habitación con… este hombre. Si él descaradamente desea a la

Directora…

• ¡No sucederá tal cosa!

Kamito interrumpido fuertemente… ¿Qué era lo que estaba diciendo esta chica?

• Bueno, no importa si ese es el caso. Estoy llevando mi ropa interior de la suerte.
• ¿Qué…?
• Mm, tu cara se puso roja, muchacho, muy lindo. Por cierto, el color es—
• ¡No quiero escucharlo!
• Es broma. ¿Por qué te estás sonrojando?
• ¡Waaah!

La Bruja Anochecer se rió placenteramente, Kamito le dirigió una mirada llena de intención asesina.

• P-Pero, la directora no debe estar a solas con un chico sin un guardia.
• Ellis Fahrengart.

Debido a ese tono de voz extrañamente calmado, los hombros de Ellis temblaron.

• ¿Tengo que repetir lo que digo dos veces?
• ¡Um, me disculpo!

Greyworth, que aterradora puede llegar a ser. Con voz temblorosa, Ellis asintió y salió al pasillo con rapidez.

***

Finalmente liberado, Kamito se levantó dejando escapar un suspiro de alivio.

Sacudiendo la suciedad de su chaqueta, puso un pie dentro de la oficina.

Después de que Kamito cerrara la puerta detrás de él, Greyworth se encogió de hombros.

• Ella es la hija de la casa ducal de Fahrengart. Una excelente caballero, pero algo terca.
• ¿Esa chica es también una estudiante de aquí? Llevaba armadura en la parte superior de su uniforme.
• Ella es la líder de los Caballeros Sylphid, un grupo que se encarga de cualquier perturbación del orden de la Academia.
• Como un comité de moral pública. En ese caso, deberían encargarse de eso de manera más estricta.

Kamito recordó lo que sucedió en el interior del bosque cuando se encontró con la chica de pelo carmesí.

… Dejarla sola será muy malo en futuro, en muchos sentidos. 

• Fu, voy a tomar eso en consideración. Por cierto Kamito, ¿por qué estás tan sucio? Como si te hubieran atacado en el Bosque Espiritual.
• … No, fui arañado por una gata. Una gata infernal poco femenina -, respondió Kamito impaciente con una cara amarga y Greyworth se encogió de hombros otra vez.
• Será mejor que tengas cuidado, los rumores dicen que dentro de lo más profundo del Bosque Espiritual hay espíritus de rango S aún dormidos, incluso los del Comité de Investigación Espiritual no entrarían. Una vez que te encuentras con uno, podrías perder la vida… en tu caso, ¿podrás arreglártelas para domarlos?
• Por favor deténgase. No quiero asociarme con un espíritu de rango S de nuevo.
• Cierto. En tu estado actual, probablemente serías picadillo en cinco segundos.
• Ni siquiera un segundo. En realidad, con un espíritu contratado podría durar siete segundos.
• Fu… ¿Con un espíritu contratado?

Greyworth dirigió sus ojos grises hacia la mano derecha de Kamito.

• ¿Esa herida? ¿Eso también es una arañada de la gata?
• Esto es—

La herida—en la mano derecha, era en realidad donde el sello del espíritu fue grabado hace sólo unas horas.

Kamito chasqueó la lengua silenciosamente—No, después de todo, no podía ocultarlo de la Bruja del Anochecer.

• Bueno, ¿cómo decirlo? Es sólo casualidad. Hice un contrato con un espíritu sellado en particular. Era ultraviolento, si hubiera fallado el contrato, no estaría aquí ahora.
• ¡Ha! Vaya cambio de actitud, que hayas contratado a un espíritu además de ella.

Los ojos grises, al interior de los lentes, brillaron fuertemente.

• Finalmente te decidiste a decirle adiós a ese fantasma, ¿es eso?
• … ¡Uuh!

Con ese tono burlón, Kamito no pudo evitar agitarse.

• ¡Ella no es un fantasma! Ella es…

Kamito sacó el papel del bolsillo de su chaqueta, y luego lo colocó en el escritorio con un golpe.

La hermosa bruja no vaciló en lo más mínimo. Una calma detestable.

Kamito mordió los labios, y luego le preguntó a Greyworth.

• Esto, tú me enviaste esto. ¿Es verdad?
• Ah, eso es verdad. Las brujas no decimos mentiras.
• Así fue… En efecto, no has dicho ninguna mentira. Pero, nunca has hablado con la verdad tampoco.

Kamito escupió lo que quería decir.

• …Bueno, lo que sea. Dime lo que sabes.
• ¡Oh chico!, ¿esa es la actitud de alguien que le pregunta a una bruja? Eras más lindo hace tres años.
• El gato se convirtió en un tigre en tres años. No creas que se quedará como tu mascota para siempre.
• Un gato no se convierte en un tigre, y nunca lo hará.

Greyworth intencionalmente encogió los hombros y miró fijamente a los ojos de Kamito.

Kamito involuntariamente fue superado por la presión de esa mirada autoritaria.

• Lo escrito allí es verdad. Tu espíritu contratado está viva.
• … ¡Uuh!

Kamito tragó su aliento.

Una bruja no dice la verdad. Sin embargo, nunca dice mentiras tampoco.

• Ella… Restia, ¡¿dónde está ahora?!

Kamito alzó la voz, apoyando su cuerpo sobre el escritorio de la oficina.

La bruja sin mover ni una ceja, empujó un fajo de documentos hacia la punta de la nariz de Kamito.

• … ¿Qué es esto?
• Términos del acuerdo. Firma aquí.
• Esto no tiene ningún sentido. ¿Qué quieres decir?
• Allí no hay nada que no puedas entender. ¿Para qué crees que te he llamado aquí? ¿Creíste que yo, la Bruja del Anochecer, te otorgaría información de buena voluntad?
• Entiendo perfectamente que no tienes nada más que malicia.

Kamito le arrebató el paquete de documentos, luego lo colocó fuertemente sobre la mesa.

Unidas con un clip, “Notificación de Admisión de la Academia Espíritu Areishia”.

Lo que estaba escrito allí. Era sin duda— El perfil de antecedentes públicos de Kamito.

• ¿Qué clase de broma es esta?
• Hoy vas a ser admitido en la Academia. No te preocupes, ya me he encargado de todos los trámites necesarios.
• ¡¿Cómo puedo estar tranquilo?! ¿Qué quiere decir con esto? ¡Explique!
• Te necesito. Eso es todo.
• ¿Qué?

Las palabras de la bruja siempre eran inesperadas. Como una brisa del verano.

• ¿De qué estás hablando? Quiero decir, esta Academia es un jardín de doncellas puras.
• No hay ningún problema. Con mi autoridad, ese detalle no importa.
• ¡Ese es el problema en sí! Ahora es diferente a hace tres años.

Provocada por Kamito—

• No te hagas una idea equivocada, chico. No tienes ningún derecho a elegir.

Greyworth lo dijo con una voz sorprendentemente fría.

• ¡Ggg…!
• Hasta ahora te he permitido deambular libremente. Originalmente, un elementalista debe ser gestionado por la organización. Sabes eso, ¿verdad?
• Esto es…

En el Imperio Ordesia, los elementalistas tienen otorgados varios privilegios, pero a cambio deben estar registrados en la organización. Si existieran elementalistas que pierdan el rumbo y alberguen ideologías que están en contra del imperio, sería muy peligroso para la nación.

• Ellos van a olfatear tu existencia tarde o temprano. No subestimes a los Caballeros Espirituales del país, nosotros no sabemos cómo habría sido hace tres años, pero con tu crisis actual, perderás con seguridad. Además—

Entonces, una sonrisa diabólica apareció en Greyworth.

• Hay una ligera posibilidad de que pueda revelar tu secreto descuidadamente.
• … ¿Qué “descuidadamente”? ¡En definitiva esto se trata de un chantaje!
• Ayuda mucho que entiendas rápidamente.
• Vaya sinvergüenza.

Kamito arrojó el comentario con repugnancia. Greyworth como si fuera la víctima se encogió de hombros.

• Fu, ¿por qué estás tan insatisfecho? Un hombre en una institución de doncellas donde princesas reales están reunidas. ¿No es eso como un maravilloso y lujoso harem?
• Oh, por favor, yo…
• Si lo deseas, puedes tomar a una estudiante de la Academia y hacer lo que quieras con ella. Por ejemplo, Ellis Fahrengart, la de antes—es terriblemente terca, pero ella es del tipo extremadamente obediente una vez que es bien entrenada. Estoy segura de que responderá a cualquier juego extremo pervertido que tengas en mente. – ¿Soy un pervertido sexual?
• Sólo es broma. No hay manera de que tenga esa autoridad.
• Nunca puedo entender tus chistes… -, gimió Kamito manteniendo su temple.
• ¿Por qué me llamaste ahora? ¿Qué planeas hacer conmigo?
• Me alegro de que podamos ir al punto directamente.
• Dado que es inútil oponerse a una bruja.

Una respuesta casual, pero Greyworth dejó escapar una sonrisa—

• En dos meses, la Blade Dance se celebrará en «Astral Zero». Te he inscrito como un participante allí.
• ¿Qué has dicho?

—Blade Dance.

Una vez cada varios años, es el ritual Kagura más grande llevado a cabo en «Astral Zero».

Elementalistas del continente se reúnen, y realizan la Blade Dance como una ofrenda para los Cinco Grandes Señores Elementales.

Por así decirlo, es un festival de combates marciales, llevada a cabo por los elementalistas.

Al país del equipo ganador se le otorgará un par de años de Protección Divina por los Señores Elemental, una garantía de prosperidad para el país. Junto a una asamblea general para el campeón—

Un único “deseo” le será concedido.

• Gana la copa, Kamito. Sin embargo, en tu estado actual podría ser imposible para ti.
• Yo—

Kamito mordió sus labios, apretando fuertemente su puño.

No fue su mano derecha donde el sello del espíritu estaba grabado… Fue su mano izquierda cubierta por el guante de cuero negro. *Zukiri*

Un dolor agudo salió de su pecho.

• H-He decidido que nunca participaría en la Blade Dance de nuevo.
• No, tú competirás. De lo contrario, habrá problemas.

Greyworth colocó ambas manos sobre el escritorio de la oficina, y con calma sacudió la cabeza.

• Porque nadie más que tú puede ganar contra La Blade Dancer Más Fuerte.
• ¿Q-Qué…?

En el momento en el que la escuchó decir aquello, la cara de Kamito se congeló.

La Más Fuerte—sólo a las elementalistas más fuertes les dan este título; en la actualidad, sólo había una en todo el continente.

Hace tres años, una simple joven de catorce años dominó todos los encuentros individuales de la Blade Dance.

• … Así es. Ella ha vuelto.

El par de ojos grisáceos de Greyworth miraron fijamente a los de Kamito.

• La Blade Dancer Más Fuerte—Ren Ashbell.