Heavy Object (NL)

Volumen 12

Capitulo 5: Mar

Parte 4

Con esa primera explosión, la batalla comenzó.

Debajo del cielo azul marino, el camión de agua asesino saltó hacia arriba y estalló en llamas. Las puertas resistentes a explosiones se abrieron y los soldados salieron corriendo parcialmente en llamas solo para recibir balas de fusil. Heivia silbó mientras disparaba.

“Esta solo es la escaramuza inicial y no se acaba hasta que lleguemos al casino. ¡¡No usen toda su munición antes de que vayamos por el premio mayor!!”

“¡Tú eres el que está disparando más que nadie, Heivia!” “¡¡Todo sería inútil si morimos antes de llegar allí!!”
“¿¡Cuál de esas instrucciones se supone que debamos seguir!?”

Mientras se quejaba, Quenser amasó un poco de Hand Axe en una esfera del tamaño de una pelota de béisbol y clavó un fusible eléctrico con forma de bolígrafo a la parte superior. Él lo lanzó
hacia los soldados de la Organización de la Fe que les apuntaban persistentemente con sus armas desde sus refugios.

“Oh, ¿esa se le quedó pegada?”

El enemigo entró en pánico cuando vio que la bomba quedo pegada en su casco, pero Quenser no se detuvo. Él usó su radio para volar en pedazos al soldado que huía y todo lo demás detrás de su cubierta.

Heivia les disparo sin piedad a los soldados enemigos que apenas lograron alejarse de la explosión.

“Wow, estos guardias son bastante estrictos con sus ideales. De verdad pelean adecuadamente e incluso mueren cuando se supone que deben hacerlo.”

“O simplemente su paga debe ser mejor que la de nosotros.”

Mientras Heivia intercambiaba su cargador, Evans usó su rifle anti-materia para destruir la pared donde se escondía el enemigo.

Quenser y los demás avanzaron más profundo mientras que inofensivas chicas en bikini y bunny girls corrían en pánico.

Ellos habían llegado a la principal franja de casinos que se desbordaban de luz neón. Ya casi iba a amanecer, pero los letreros brillantes seguían siendo una molestia para los ojos.

“La Organización de la Fe no se está tomando esto tan en serio como había pensado. Quiero decir, estoy llevando un misil pesado en mi espalda.”

“Probablemente no quieran dañar las carreteras y los puentes con las cadenas de los tanques. Y las ametralladoras pesadas o los cañones automáticos de mayor alcance aumentan las probabilidades de dispararle accidentalmente a un VIP o alguien más.”

“¿E-eso significa que no pueden sacar sucias rondas de uranio empobrecido en este complejo de lujo para gente adinerada? Las rondas que perforan su objetivo también podrían atravesar un tanque de agua gigante o algo así.”

Precisamente en ese momento, la pared de un restaurante al lado exploto y una masa gigante se trasladó a la calle principal. Esto no era igual al camión de agua asesino de antes. Se sentía como mirar a un camión de excavación gigante que rivalizaba con un edificio de tres pisos.

Y este no era un vehículo de construcción. Era un camión blindado de 12 ruedas con un rodillo que giraba rápidamente y que se encontraba inclinado en el frente. Este hacia girar muchas cadenas y pesas como los cepillos de un lavado de autos, por lo que el simple hecho de entrar en contacto con eso podría aplastar un edificio de concreto reforzado. Ellos ni siquiera querían imaginar lo qué pasaría con la carne humana.

“¡¡Eso es un rodillo usado como mayal!! ¡¡Ellos realmente desarrollaron esa excavadora de minas
en una estúpida dirección!!”

“Supongo que no van a hacer esto fácil después de todo. Probablemente lo usen para destruir los edificios para que no exista la posibilidad de que se inicie un incendio por combustible. ¡Evans, tu rifle anti-materia no funcionará en eso! ¡¡Es un desperdicio de munición!!”

Quenser le gritó a su compañero que continuaba disparando balas no estándar directamente al vehículo.

Originalmente, ese equipo estaba destinado a permitir que un vehículo removedor de minas excavara el suelo mientras se movía. En pocas palabras, despejaba el camino al destruir las minas pisándolas. A diferencia de las cuchillas metálicas de un tractor, las cadenas y pesas no se doblarían ni se romperían por el impacto de las minas explotando. Ahora que su tamaño había sido aumentado y que había sido modificado al extremo, ningún poder de fuego normal tendría una posibilidad en contra de él.

Y ese camión blindado gigante con mayales añadidos claramente se dirigía hacia ellos. Cualquier auto en el que se escondieran solo sería convertido en chatarra junto con ellos.

Quenser y los demás rápidamente corrieron dentro de una tienda cercana. Había un mostrador de recepción en la parte delantera, una hilera de puertas de vidrio largas y delgadas se encontraba detrás de eso, y el resto estaba dividido en cabinas casi iguales a las cabinas telefónicas.

Cuando Heivia y los demás apuntaron con sus armas hacia el frente, el joven detrás del mostrador levantó las manos con sus ojos llenos de lágrimas en lugar de buscar el botón debajo del mostrador.

“¡N-no tengo dinero! ¡Aquí no hay seguridad! ¡No he robado nada de las ventas y no hay un libro
de cuentas secreto!”

“No me interesa eso, mentiroso. ¿¡Dónde está la salida de emergencia!? Señala el camino y nos iremos. ¡Date prisa! ¡¡Apresúrate!!”

El noble rugió con un rifle en la mano, pero el problema era el resto del edificio, no el mostrador.

“Maldición, ¿¡es este un campo de tiro!? ¿¡Aquí dejan que los ebrios tengan rifles!? ¿¡Están
locos!?”

“No pienses en tomar el control aquí. Todos nos están dando la espalda y tienen protección para los oídos. Están tan concentrados en sus propios disparos que no nos notarán.”

Evans les instó a tener cuidado mientras llevaba su rifle anti-materia de aspecto pesado. En lugar de objetivos de papel moviéndose a lo largo de rieles metálicos, el campo de tiro tenía una pantalla gigante que cubría la pared como en un cine.

“El Torneo de Póker de la Copa Goddess del Casino Olympus está llegando a su clímax. La estrella
de esta noche es Wydine Uptown de un Servicio de Limpieza de Campo de Batalla de las Corporaciones Capitalistas. La manera en que esa maid loca por el dinero alinea sus cartas tan bien ha sido lo más destacado del espectáculo. Pero no nos olvidemos del misterioso concursante sorpresa que solo se ha identificado como El Dios Malvado de las Mil Caras. Ese nombre es un misterio, pero su habilidad es real. Los mejores ocho de Europa ya se han llevado sus fichas y han abandonado el juego. Las probabilidades predichas han estado en un flujo total desde hace un
tiempo.”

Parecía ser un juego en el que usaban pistolas de juguete que sincronizaban cartuchos de fogueo con el láser infrarrojo de un rifle para que así pudieran intentar dispararle entre los ojos a las celebridades en las imágenes en vivo. Era una forma en que los perdedores descargaban algo de ira. Los cuatro idiotas se apresuraron por el pasillo corriendo detrás de la hilera de cabinas de 100 metros.

“No puedo culpar a estas personas por su gusto en pasatiempos, ¿pero por qué Elizabeth no aparece en la pantalla? ¿Que no es el Casino Olympus en el que ella está?”

“Ella es la diosa de la fortuna, ¿recuerdas? Ella no puede participar en un juego que podría permitir que las personas la vean perder en grande.”

Ellos discutieron la situación mientras seguían las luces de guía hacia la salida trasera.

“De todos modos, tenemos que lidiar con ese rodillo de mayales en el frente. Su armadura invencible está solo en el frente. Si lo rodeamos y le disparamos por el costado o justo en el ano, deberíamos ser capaces de destruirlo perfectamente.”

Fue entonces cuando varios disparos sonaron en el corredor trasero. Y estos no se parecían a los cartuchos de fogueo para las armas de juguete. Myonri y Evans se escondieron detrás de una máquina expendedora de bebidas y Heivia tacleó al despreocupado Quenser. Los guardaespaldas contratados por individuos parecían tener mejores armas que los soldados reales.

Confundido por los disparos provenientes de una dirección inesperada, Evans le gritó a los demás.

“¿¡Que son esas sombrillas gigantes!? ¿¡Pantallas de camuflaje!?”

“Sí, todavía son demasiado caros los que se pueden usar como impermeable, pero supongo que el mercado está escogiendo los que sostienes como un escudo plano.”

“Malditos sean esos aficionados. ¿¡Acaso estaban matando el tiempo en un banco aquí afuera mientras su amo despreocupado está disparando allí adentro!?”

Heivia hizo un disparo de advertencia justo afuera del grupo de parasoles que ocultaba a los guardaespaldas sobrescribiendo el fondo en tiempo real como un televisor.

“¡Nosotros solo estamos aquí por Elizabeth Schnozzle! ¡¡Si no quieren involucrar a su cliente en esto, entonces piérdanse!! Estamos realmente enojados desde que una Elite de 12 años colapsó después de decidir que quería algo nuevo en la vida. La vida de una futura belleza se está desgastando con cada segundo que pasa. Deténganos y recibirán una bala en su sucio ano. ¡¡Pero
si son el tipo de pervertidos que piensan que un tiroteo sin sentido vale un supositorio de 5,56 mm, entonces vengan a buscarlo!!”

Después de que las patatas dieron su sugerencia detrás de las máquinas expendedoras, los hombres de negro y gafas de sol cerraron las sombrillas. Aparentemente eran normales. Ellos se movieron lentamente hacia las cabinas ocupadas por hombres de complexión amplia (es decir, estaban gordos) y presionaron el botón para hacer sonar la alarma. Heivia levantó su dedo medio y les dio una sugerencia a esos jóvenes con un futuro.

“Diremos que tuvimos que retirarnos debido a su valiente trabajo mercenario. Pueden reportar lo que quieran, pero asegúrense de que el escrito oficial mencione lo increíblemente apuesto que soy.”

El guardaespaldas líder le dio una mirada que demandaba que se fueran y señaló con la barbilla la luz de la salida de emergencia.

“Es cruel lo comprensivo que pueden ser los adultos.”

“Es mejor que toparse con alguien con un extraño sentido de justicia.”

“Sé a lo que te refieres. Dispararle a un aliado de la justicia es lo más difícil de soportar.”

“¿¡Tú también, Evans!?” se quejó Myonri. “¿¡Que no tenemos a un solo héroe con mentalidad de
justicia entre nosotros!?”

Ellos dejaron el campo de tiro aliviador de estrés por la entrada trasera, se escabulleron hacia la calle principal y observaron el vehículo gigante mientras se arrastraba. Los mayales solo estaban en el frente y la armadura lateral se veía perfectamente normal.

“Evans.”

Esa palabra fue todo lo que se necesitó. El rifle anti-materia semiautomático perforó agujeros del tamaño de puños en el costado a intervalos regulares de adelante hacia atrás, destruyendo el compartimiento de la tripulación, la sala de máquinas y el tanque de combustible. La gran explosión también hizo volar a la infantería que lo acompañaba.

Ellos siguieron caminando por el frente y finalmente se acercaron al Casino Olympus.

Pero entonces ellos escucharon un gran estruendo como el batir de sábanas secándose al viento, pero amplificado varias docenas de veces. Los Cuatro Idiotas Celestiales miraron a su alrededor.

“¿De-de dónde viene eso? ¡Suena como un motor calentándose!”

“No importa de dónde venga. Suena como un helicóptero, pero diferente. ¡Ese tiltrotor rojo se está preparando para despegar! ¡¡Es el de Elizabeth!!”

“Entonces no podemos permitir que despegue. No importa quién, tomemos a un soldado como
rehén.”

Disparos resonaron y un soldado enemigo cayó de detrás de un letrero electrónico después de recibir un disparo en la pierna. Los soldados de la Organización de la Fe intentaron levantar a su aliado, pero Myonri los mantuvo a raya con algunos disparos rápidos de su escopeta.

Quenser se precipitó y pateó al soldado en la cara mientras este trataba de sacar una pistola con su mano ensangrentada. Cualquiera puede ser un héroe cuando tienen la ventaja. Él pisó la mano derecha del enemigo y le hizo una pregunta.

“Escuché que este lugar compra las fichas del casino con el combustible alternativo del aceite de oliva. ¿Cuáles son los tanques de Elizabeth?”

“…”

“No tienes que responderme si no quieres. Entonces solo tendremos que hacerlos volar a todos. Este enojado Hermano Mayor puede ser aterrador cuando se pone serio.”

“D-del número 8 al 19… Ella es amada por Dios. Ella confió en su buena suerte para reunir todo ese combustible de los otros inversores…”

“No necesitaba saber tanto. Aquí está tu recompensa.”

Él sacó un poco de desinfectante y vendas de su kit de supervivencia, lo arrojo a los pies del soldado, y luego sacó un explosivo plástico de su mochila.

“¿Qué vas a hacer con la bomba? Dudo que puedas lanzarla lo suficientemente alto como para alcanzar el carruaje de calabaza después de que despegue.”

“El verdadero problema es que no podemos matarla. Hay un montón de cosas que tenemos que preguntarle a Elizabeth, ¿recuerdas?”

Mientras Quenser se movía hacia adelante, los otros idiotas discutieron sus planes. Y el primer idiota dio su respuesta.
“Dime Heivia. Como un noble, sabes una cosa o dos sobre aviones privados, ¿cierto? ¿Cuáles son las principales razones para cancelar el despegue de un avión?”

“¿Hm?”

“Viento y niebla.”