Saikyou Mahoushi (NL)

Volumen 10

Capitulo 58: La Mano que Alcanza

Parte 2

Vanalis había albergado una ciudad fortificada. Tras la eliminación de los Fiends de alto rango que habían hecho su nido allí, el mapa de la zona tuvo que ser rediseñado. Al fin y al cabo, parte del terreno había sido alterado.

Si se enteraban Vizaist o Berwick, se llevarían las manos a la cabeza. El lugar donde Alus y Lettie eliminaron el Shem Azah, en particular, era poco probable que viera vida vegetal en el próximo medio siglo. La tierra estaba quemada, y tenía un gran agujero que llegaba hasta lo más profundo del lecho de roca.

El suelo estaba revuelto por todas partes como testimonio de la intensidad de la batalla. Se necesitaría mucha mano de obra para arreglarlo. Pero como no iba a hacerlo él mismo, a Alus no le importaba especialmente.

Una vez terminada la batalla, Vanalis estaba recuperando rápidamente su clima anterior. Para empezar, era una región cálida, y con la extraña nieve derretida, el paisaje original salía a la superficie. El aire era fresco y ya no dolía respirar.

El cielo de Vanalis estaba despejado y sin una nube a la vista. Con su misión completada, eran libres de dejarse cautivar por la belleza de la naturaleza de la región. Puede que falte mucho, pero la flora y la fauna volverán a cubrir la tierra de verde.

Después de la batalla decisiva, las apariciones de los Fiend se habían reducido drásticamente, pero no era un fenómeno raro. Una vez eliminado el Fiend de mayor categoría que gobernaba la región, los restantes tendían a dispersarse. Cuando el jefe desaparecía, la proliferación de Fiends disminuía drásticamente hasta que aparecía otro líder. Pero como se habían esforzado en limpiar Vanalis, habrían preferido que no aparecieran nuevos líderes durante un tiempo.

“Realmente quiero a la pequeña Loki para mí.” Soltó de repente Lettie, mientras patrullaban por la región para asegurarse de que no había más Fiends de clase alta.

Loki aún no había vuelto a la normalidad, pero aún podía utilizar su sonar de maná sin problemas. Louise le prohibió estrictamente participar en cualquier batalla, por lo que se limitó a la detección, que estaba llevando a cabo muy bien.

“Alguien de mi nivel sólo estorbaría.” La forma en que Loki lo declaró con firmeza fue tan enfática como obstinada. Se sintió avergonzada, y se arrepintió de haber corrido ayer de forma desenfrenada. Había muchos recuerdos que ella sólo quería borrar.

“Bueno, la forma en que vomitaste sangre fue bastante mala.” Señaló Lettie.

“¡Eso fue por el alcohol!” Loki quiso hacer como si no hubiera pasado, pero su reacción hizo evidente que le molestaba. Se volvió hacia Alus para apelar a que la culpa era del alcohol y no de ella. Pero entonces vio la cara hosca de Alus. “¡Lamento las molestias que le he causado!” Se disculpó, y se inclinó.

“Bueno, fue divertido, así que todo está bien.” “¡Lady Lettie!”

Lettie ignoró las protestas de la sonrojada Loki y se rió para sí misma al recordar lo de ayer.

Exasperado, Alus habló para interrumpir la corriente. “Esta zona debería estar bien ahora. Lo siento, pero vamos a volver primero.” Otros miembros del escuadrón a cargo de diferentes áreas estaban informando a través de sus consensores, y no había problemas. Poco a poco fueron regresando a Lettie en pequeños grupos. El siguiente paso sería una limpieza detallada de la región, pero el trabajo de Alus no incluía ocuparse de los pequeños detalles.

Lettie sonrió. “Supongo que no hay elección. Es lo que prometimos.” “Por supuesto. Más de esto afectará a mi expediente académico.”

“Así que ni siquiera tú eres rival para Sisty. Esa bruja es realmente aterradora.”

“Sí, algo así. Así que buena suerte por aquí.” Con eso, Alus empujó a Loki y se dio la vuelta. Sus mochilas les esperaban en la base.

Pero Lettie llamó a Alus desde atrás. “Además… me gustaría escuchar tu respuesta a esa pregunta, Allie.” Su manera de hablar no cambió, pero la forma en que miró hacia otro lado y sonó un poco brusca la hizo parecer como una chica que espera la respuesta a una confesión. Las palabras resonaron en el aire claro, destacando sus delicados matices.

Sólo Alus sabía a qué pregunta se refería Lettie. Ignorando la mirada perpleja de Loki, miró a Lettie. Sin embargo, no dejó de caminar.

Habría sido una mentira decir que no tuvo tiempo de pensarlo. No había necesidad de pensar en ello. No importaba cuánto tiempo lo recordara o lo considerara, no encontraría una respuesta.

El mero hecho de haber sido invitado al equipo de Lettie se sintió como si se hubiera salvado. Desde que empezó a ir solo al Mundo Exterior, nadie se interponía sin importar si vivía o moría. Y él sentía lo mismo hacia los demás.

Alus pidió retirarse del ejército porque se había cansado de ese tipo de mundo. Pero el mundo de dentro era demasiado diferente para un Maestro Mágico de un Dígito Único como Alus. Hubo momentos en los que sintió que su único lugar era el exterior. Así que tal vez por eso siempre había estado esperando que alguien le tendiera la mano.

Lettie interpretó su pausa como una vacilación, y una sonrisa apareció en sus labios. “Es bueno tener un lugar donde poder correr por el Mundo Exterior junto a otros. Estos tipos no morirán tan fácilmente, ¿sabes? Oh, supongo que te convertirías en el capitán si te unes. Bueno, eso también estaría bien.” Dijo esas pesadas palabras de forma bastante desenfadada, pero los miembros del escuadrón que se habían reunido alrededor no parecían molestos en lo más mínimo.

En cambio, todos parecían dispuestos a aceptarlo. Algunos sonreían débilmente mientras se cruzaban de brazos. Otros parecían interesados, acariciándose la barbilla. Y otros se apoyaban en los árboles cercanos mirando. Sin embargo, todos estaban en silencio, observando la discusión de Lettie y Alus. Cada rostro era tan feroz como el siguiente. Todos eran poderosos veteranos que habían vivido su buena ración de batallas.

“Ya no tienes que estar solo. Si no puedes vivir en otro lugar que no sea el Mundo Exterior, debes encontrar un lugar al que pertenezcas… Este es uno de esos lugares. Allie, ya eres como de la familia.” Junto con su alegre sonrisa, Lettie extendió su suave y flexible mano.

Cuando Loki vio eso, no pudo ocultar su sorpresa. Se dio cuenta de todo y rompió a sonreír. Alus había soportado un trato inhumano en el ejército, y todo lo que había obtenido a cambio eran elogios superficiales. El dolor de su corazón y sus propios deseos habían sido completamente ignorados.

Ahora su alma herida sería finalmente salvada y recompensada un poco. Lettie era una de las pocas personas que podían entender realmente a Alus, y tomar su mano seguramente lo llevaría a la felicidad.

Loki se quedaría a su lado mientras recorría ese camino. No podrían salir del ejército y el camino estaría lleno de peligros, pero eso no era diferente de ahora.

Y lo que es más importante, en el escuadrón estaban las personas que comprendían el verdadero valor de Alus, y estaban allí para él. Sentía que las cosas que Alus quería estaban aquí. Ella había perdido a sus padres y se había criado en el ejército. Por eso podía entender lo que él elegía y lo que quería. Comparado con los militares que solo valoraban su habilidad para matar Fiends, el escuadrón de Lettie era como un sueño. Era tanto una familia como un lugar al que llamar hogar.

Loki fue incapaz de verbalizar el sentimiento de su corazón. Era cálido, pero también había una ligera amargura. La invitación debía ser buena para él y también para ella. Pero sintió una diferencia en lo que se suponía que era una relación de igualdad. Sin embargo, al final no dijo nada en voz alta.

“Así tampoco tendremos que buscar un nuevo observador. Después de todo la Pequeña Loki estará con nosotros.”

“Pero aparte de eso… tener dos Únicos en un escuadrón arruinaría completamente el equilibrio de poder del ejército.”

“No me importan esas pequeñas cosas. Lo que importa es lo que quieres hacer. Para que sepas, no te estoy invitando por un impulso. He estado pensando en esto desde que creé este equipo.” Lo que dijo Lettie era la verdad. Como eran dos Únicos que luchaban en el frente, ella siempre había estado al tanto de los movimientos de Alus, así como de las órdenes que se le daban. “No dejaré que nadie se queje. Aunque el Gobernador General sea la autoridad, son los Maestros Mágicos en la escena quienes tienen el poder real. Si te unes a mi escuadrón, Allie, tendremos el control del sesenta por ciento del poder militar de Alpha.”

Alus se contuvo de decir que ella estaba exagerando. La inoportuna declaración de Lettie hizo que pareciera que le parecía bien ponerse en contra de los militares.

Pero en realidad era una señal de su determinación. Esa era la emoción que ponía en su oferta a Alus. Independientemente de la elección que hiciera Alus, nadie se quejaría. Podría haber alguna insatisfacción, pero el poder y el valor de un Único era enorme. Y si dos de ellos se reunían en un solo escuadrón, nadie podría tocarlos.

Sin embargo, la oferta de Lettie no tenía consideraciones políticas. En esencia, ella le preguntaba qué quería y cómo quería vivir. Si él quería vivir aquí, entonces la existencia de camaradas era necesaria. Y ella podría haber estado tratando de decirle que se quedaría a su lado y lo apoyaría.

Alus ya sabía que nada duraba para siempre. Sabía que los recuerdos de los camaradas siempre estarían en un rincón de su mente, existiendo como fantasmas persistentes.

A lo largo de su vida militar, que era la única que había experimentado, Alus siempre había eliminado todo lo innecesario. Así se mantenía vivo. Incluso las emociones eran algo que había que recortar.

Pero ahora Lettie le tendía la mano, y para un Maestro Mágico, era una mano muy pura.

Alus conocía los límites de estar solo, pero hasta ahora no había llegado a ese punto. Así que si le preguntaban si esto era necesario o no… tendría que decir que era innecesario. Todo el mundo moriría algún día, y para los Maestros Mágicos el Mundo Exterior era donde pasarían el resto de sus vidas.

Por un momento, la pregunta surgió en su mente. ¿Se sentaría a ver cómo morían más personas delante de él? Por mucho que les ayudara, se repetiría la misma escena. Y así, con el tiempo, se convertiría en algo penoso e innecesario.

Pero quizás esta vez sería diferente. Con compañeros de armas, podrían cubrirse mutuamente cuando llegara el momento. Ese tipo de cosas estaría bien.

Incluso después de cansarse de luchar y retirarse, siempre había excusas para que Alus volviera a salir. No había pasado ni un año en el Instituto y ya lo habían mandado fuera varias veces. Sólo se engañaba a sí mismo. Su situación no había cambiado realmente. La jubilación sólo había sido una excusa para encontrar un lugar al que pertenecer, un lugar en el que el honor y el título de mayor Maestro Mágico no importaran y pudiera ser él mismo.

Quería encontrar un lugar donde pudiera hacer lo que quisiera. Eso era todo. Quería desprenderse de su título e incluso dejar atrás su nombre…

Alus también era consciente de que su deseo era más fuerte que el de la mayoría. Al mismo tiempo, quería ver lo que había más allá, en el Mundo Exterior. Tal vez la mano de Lettie le concediera ese deseo.

Algún día, se liberaría de sus días de lucha. Cuando todos los Fiends hayan sido borrados de la faz del planeta… Supongo que eso no va a suceder. Incluso si todos los Fiends fueran eliminados de alguna manera, la lucha continuaría. El arte de matar siempre será útil, no importa cómo se vea el mundo.

Alus se rió para sus adentros y lo meditó un poco más. Finalmente, extendió su propia mano hacia la de Lettie. Si tomaba su mano, sus días de lucha comenzarían de nuevo. Pero sería completamente diferente de lo que había experimentado en el pasado. Seguramente le llevaría a un futuro diferente del camino que estaba recorriendo.

Sin embargo… justo antes de tocar sus flexibles y hermosos dedos que guardaban un dulce futuro, su mano se detuvo. “Paso. Todavía tengo algunos asuntos pendientes que manejar.”

Podría haber sido una excusa que se inventó. Pero Lettie lo aceptó en silencio con una sonrisa, y retiró la mano. “En el Instituto, eh.”

“…” La respuesta de Alus fue el silencio. No sabía realmente si había algo que todavía tenía que hacer allí. Pero cuidar de Tesfia y Alice podía considerarse sin duda un asunto pendiente.

Lettie miró fijamente a Alus. Sabía que el Instituto era un lugar importante para Alus, y lo mismo ocurría con Loki.

Alus había cambiado mucho desde que fue al Instituto. Algunas cosas eran buenas y otras malas, pero no era el mismo de antes. Eso era lo que se llamaba crecimiento. En ese sentido, los problemas que le habían llegado uno tras otro quizá no fueran tan inútiles como sus quejas los hacían parecer.

“Bueno, es una pena, pero más o menos me imaginaba que eso iba a pasar. Por eso no pensaba decir nada.” Refunfuñó Lettie. Sin embargo, no debía querer perder la oportunidad de trabajar con él en el Mundo Exterior.

También era una de las personas que había percibido los cambios en Alus. Por eso había hecho su oferta esperando más o menos ser rechazada. Al mismo tiempo, no pudo ocultar su reacción. A pesar de saber que probablemente la rechazarían, se dio cuenta de que estaba más deprimida por ello de lo que pensaba.

Ocultó esa agitación interior tras un tono despreocupado. “Si alguna vez buscas un lugar al que pertenecer, siempre puedes venir a nosotros. Estaremos esperando. Siempre.” Mientras se alborotaba el cabello, la sonrisa de Lettie vaciló. Sintió verdadera gratitud, esperanza para el futuro y un débil pesar.

“Sí, fue por poco tiempo, pero te debo… No, supongo que tú me debes a mí.” Respondió Alus en broma.

Con una gran sonrisa, Lettie se agarró a los hombros de Alus y lo hizo girar a la fuerza. “¡Por qué, pequeño…!” Luego lo abrazó por detrás, susurrándole al oído para que sólo él pudiera escuchar. “Realmente te debo una… Aun así, ojalá te hubiera invitado antes de que te inscribieras en el Instituto. Bueno, si te parece bien, es lo mejor.”

Al escuchar esa voz sincera en su oído, Alus miró el cielo vacío. Si realmente lo hubiese invitado antes de inscribirse, entonces tal vez…

Pero eso nunca ocurriría ahora. Al mismo tiempo, sintió que el hecho de que ella se acercara a él significaba que todo su trabajo en el pasado finalmente había dado un poco de resultado. Mientras hubiera alguien que lo reconociera, Alus no podría abandonar del todo este mundo ni el ejército. Sobre todo, no le desagradaba Lettie.

“La Pequeña Loki también ayudó mucho. Si hasta puede manejarse sola, ya sabes.” Dijo Lettie en tono de broma, pero con la mano extendida. Eso significaba que había reconocido a Loki como Maestra Mágica, un gran cumplido viniendo de un Dígito Único.

Sin embargo… “Es un honor, gracias, Lady Lettie. Pero seguiré a Sir Alus a cualquier parte.” Dijo claramente Loki. Se disculpó con una reverencia.

Lettie sonrió con ironía. “Bien, supongo que es lo mejor. Pero el Mundo Exterior es un mundo sorprendentemente pequeño, así que estoy segura de que volveremos a encontrarnos en algún lugar. La próxima vez, espero que me llames adecuadamente Hermana Mayor.”

Cuando ella sacó a relucir la farsa de lo ocurrido en el Instituto, Loki se apresuró a llevarse un dedo a los labios. Era el tipo de ambiente propio de las mujeres que incluso Alus dudaba en interrumpir. Al menos, su relación se había profundizado en esta misión.

Después de ver cómo Alus y Loki volvían al Mundo Interior, los hombros de Lettie se desplomaron.

“Ja, ja, supongo que le han rechazado, capitana.” Dijo Mujir, como si intentara consolarla. Su tono era alegre, pero tenía un aire forzado porque no encajaba con su carácter. Podía acabar siendo contraproducente y ofenderla, pero su lealtad le empujaba a correr el riesgo.

Y no era sólo él. Todos en el escuadrón sabían que este había sido su sueño desde que formó el escuadrón. Ella había querido traer a Alus a su escuadrón y luchar lado a lado. Hacerlo era casi imposible… pero había sido el deseo personal de Lettie.

Aun así, querer imponer su voluntad era algo que todos los Maestros Mágicos entendían cuando ganaban experiencia. Un Maestro Mágico de Dígito Único era una piedra angular en el poder militar de una nación, por lo que solían quedar atrapados con todo tipo de ataduras, ya que las consideraciones políticas se enroscaban inevitablemente a sus pies. El escuadrón de Lettie sólo conoció las limitaciones que conllevaba el poder al pasar tiempo con una Única como ella.

Y por eso todos eran positivos en cuanto a que Alus se uniera a ellos. Juntos, Alus y Lettie podrían apoyarse mentalmente el uno al otro. Por no mencionar que el equipo debería ser bastante cómodo para un Maestro Mágico de Dígito Único. Esos sentimientos sólo se hicieron más fuertes después de la batalla contra Demi Azur.

“Está bien. Algún día entrará en razón… o quizás sería mejor para Allie que no lo hiciera.”

“¡Decídete!” Dijo Mujir con exasperación, ya que la respuesta que había preparado nunca llegó.

Ignorando su comentario, Lettie se limitó a sonreír vagamente. En realidad, todos los preparativos para que la escuadra recibiera a Alus ya estaban hechos. Pero al mismo tiempo ella sentía que Alus no habría aceptado, hasta que escuchó los rumores de su retiro y sintió que esa era su oportunidad. Ella iba a hacer su movimiento utilizando cualquier medio posible.

Fue entonces cuando se enteró de que se había inscrito en el Instituto, y dejó en suspenso su reclutamiento para observar lo que ocurría. Si el resultado era positivo para él, tal vez no fuera necesario que se uniera a su equipo.

Pero cuando se trata de sus sentimientos personales… “Siento que he perdido mi única oportunidad. Qué gran pérdida.” Con un suspiro, se puso las manos en la nuca y se dio la vuelta. Delante de ella estaba la recientemente recuperada tierra de Vanalis.

“¿Qué pasa con eso? No fue una pérdida, fue una gran ayuda. Sin él, podríamos haber tenido que pasar otro medio año en esta misión.” Señaló Sajik.

Pero Lettie no pudo evitar sentir que estaba siendo ingenuo. “No seas estúpido. No tomaría sólo medio año. Tendríamos suerte si salimos con vida, Pequeño Sajik.”

Sajik se tensó de inmediato ante la forma poco familiar de llamarle, preguntándose si había metido la pata y había enfadado a la capitana. Pero no se produjo ningún estallido de ira, ya que Lettie simplemente comenzó a alejarse, con su cerebro ya en movimiento para averiguar cómo proceder a partir de aquí.

Pensando en ello, la misión había estado llena de misterios. No sólo un montón de Fiends de alto nivel cambiaron rápidamente de liderazgo, sino que también estaba el Lefkis que tenían el cuerno de una especie evolucionada capaz de disparar hechizos a larga distancia. Y también, el caso sin precedentes de los Fiends coordinándose entre sí… Por no hablar de que al frente de ellos no estaba el líder —el Shem Azah—, sino el Ogma, lo cual era aún más extraño.

Por otra parte, que hubiera sido realmente el Ogma era dudoso ahora. La presencia de ese hombre arrojaba una nube oscura sobre los pensamientos de Lettie.

Sentía que la cabeza le iba a estallar de tanto considerar todos los factores complicados. Gimió y sacudió la cabeza para despejar su mente. “Nuestra prioridad por ahora es mantener este lugar y preparar el traspaso. Sajik, escribe un informe y limpia el perímetro. Mujir, actualiza el mapa y escribe los documentos necesarios.”

La desgracia se cebó de repente con Sajik y Mujir, que se dieron cuenta de que iban a pagar por sus anteriores meteduras de pata. Incluso sus peticiones de una sola noche de descanso fueron denegadas sin piedad.

Poco después, Lettie recibió una noticia siniestra traída por la unidad que había enviado a la cima de la montaña nevada. La zona estaba supuestamente despejada de cualquier Fiend que pudiera estar merodeando.

Sin embargo, informaron que el cadáver del hombre había desaparecido…