Saikyou Mahoushi (NL)

Volumen 10

Capitulo 57: Magia y Magia

Parte 2

Frente a él estaban las tres estacas negras clavadas en el suelo. Viéndolas así, a Alus le parecieron muy siniestras. A pesar de estar carbonizadas, sus superficies eran extrañamente lisas. Su corteza era completamente antinatural. El dispositivo de activación del Kehenage pulsaba para mostrar que aún estaba vivo, y el momento de la activación parecía acercarse cada vez más.

Alus miró hacia el Shem Azah. Las explosiones de los hechizos Claymore de Lettie seguían produciéndose. El Shem Azah retorcía su cuerpo, pero su resistencia mágica funcionaba contra los hechizos. Sólo sus alas ardían. El resto de su cuerpo no había recibido un daño fatal.

Mientras tanto, el maná de Lettie no era ilimitado. No podía mantener su ataque mientras quemaba las alas del Fiend y lo paralizaba para siempre. Los Claymores que había plantado ya se estaban agotando. Cuando eso ocurriera, tendría que enfrentarse sola al Shem Azah, y tendría que correr para evitar enfrentarse directamente a él.

Supongo que durará otros diez o quince minutos. Alus respiró profundamente y agudizó sus sentidos. Cubrió sus manos con un mínimo de maná, sin lanzar un hechizo ni crear una hoja de maná. Moviéndose hacia la estaca central, puso ambas manos sobre la espeluznante corteza.

Cuando la tocó, pudo notar que tenía una especie de elasticidad que empujaba sus manos hacia atrás. Una leve sonrisa apareció en su rostro mientras cerraba los ojos. Tal y como se esperaba. Es una composición de dos hechizos.

Ahora mismo estaba tratando de neutralizar el Kehenage. En otras palabras, estaba tratando de sobrescribir el hechizo. El proceso de composición de los hechizos debería ser el mismo para los humanos y los Fiends. Si es así, entonces lo mismo debería ser cierto para establecer las coordenadas, designar el poder, la durabilidad, la direccionalidad, la forma y más.

Sin embargo, Alus fue probablemente el primer Maestro Mágico que intentó manipular la construcción interna del hechizo de un Fiend. Si fuera posible analizar a la perfección los hechizos de los Fiends, la magia moderna probablemente sería muy diferente hoy en día. Los humanos llevaban medio siglo buscando formas de combatir a los Fiends, pero aún no habían encontrado una solución completa.

Es bastante flojo, pero mientras pueda entender el hechizo a grandes rasgos, debería ser fácil averiguar dónde hacer cambios. La magia normal, la que usan los humanos, era fácil de entender. Pero no podía decir hasta qué punto el conocimiento existente ayudaría con el hechizo de un Fiend.

Comenzó a verter cuidadosamente su maná en la corteza. En lugar de interferir, intentaba sincronizarse con ella. Ser capaz de leer los hechizos era lo último en control de maná. Alus pudo utilizar su campo de visión para recrear la estructura en su cabeza. Había practicado el control del maná para contener a Gra Eater, y su objetivo era ahora tomar el control del hechizo.

Por eso se dio cuenta de que reescribir el hechizo era algo arriesgado y que debía evitarse. Si había un solo hilo suelto podría desplegar todo el hechizo, haciendo que se descontrolara y mutara, lo que podría provocar un daño aún mayor.

Por cierto, Alus no creía que pudiera desmantelar completamente un hechizo del nivel de Kehenage. Al igual que una bomba, intentaba detener la mecha para que no se activara, en lugar de neutralizar el contenido de la bomba.

Sin embargo… “¡¡¡!!!” Al entrar en contacto directo con el hechizo, Alus abrió mucho los ojos. ¡Esto es completamente diferente a cualquier hechizo que conozca! ¡Mierda!

No había ninguna fórmula teórica ni información relacionada con ella. Los hechizos creados por los humanos se establecían a través de la ingeniería. Crear un hechizo era como armar un enorme rompecabezas. Pero en este hechizo no había ninguna conexión, ningún paso que formara una sola imagen. Era más bien como si el lanzador hubiera querido que existiera. Era un poder sobrenatural que ignoraba la lógica y la teoría. Era demasiado para manejarlo. Todo era demasiado anormal.

Una inusual cantidad de sudor frío recorrió la espalda de Alus. “¡Entonces por qué existen los Hechizos Perdidos!” Se decía que las antiguas letras conocidas como Hechizos Perdidos eran el origen de los hechizos de la humanidad. Con ellos, incluso los humanos podían usar magia. Eran una forma de guía, que se creía derivada de los hechizos descifrados de los Fiends, pero cualquier prueba de ello databa de antes del periodo caótico de la humanidad y, por tanto, se había perdido en el tiempo.

La razón por la que los Fiends podían usar magia mejor que los humanos era probablemente porque la fuente de los Hechizos Perdidos estaba incluida en sus fórmulas. Probablemente era algo tan extraño como los jeroglíficos.

Alus agudizó aún más sus sentidos, sumergiéndose en el mar de la información, aunque le crispase los nervios. No, el origen de los Hechizos Perdidos, su fuente, existe en alguna parte. Sólo que no puedo percibirlo. El mar del caos elegía quién podía verlo. Los que tenían una visión limitada se volvían locos. No era un lugar en el que la humanidad debiera entrar. Era más bien un reino divino o demoníaco.

Incluso con sus conocimientos, Alus estaba lejos de comprenderlo todo, aunque probablemente fuera el primer humano en acceder a esta información. Cuando lo percibió, sintió que su cerebro se activaba rápidamente. Era como si le bombardearan con información suficiente para toda una vida. El dolor surgió en su cabeza como si su cerebro se estuviera friendo. Una luz fantástica parpadeó en sus retinas y sintió como si saltaran chispas en sus ojos.

Era un lugar donde se encontraban las raíces del mundo y del alma, un lugar al que el intelecto de un simple humano nunca llegaría. De hecho, era casi como si fuera… “Los Registros Akásicos…” Alus soltó.

Su voz parecía pertenecer a otra persona, como si su mente hubiera sido tomada por algo y sus impulsos cerebrales se hubieran disparado por sí solos para mover su boca. Sin embargo, antes de que estuviera a punto de ser tragado por lo desconocido, la presencia de un glotón azabache se agitó en su interior, devolviéndole la conciencia.

“Ya veo. Pude acceder un poco.” Una mirada de satisfacción apareció en su rostro. Había entendido una parte de la magia de los Fiends. Fue sólo por un momento, y no pudo llegar al mismo lugar de nuevo. Aun así, lo había tocado brevemente.

La composición o la construcción no tienen nada que ver con la magia completa. Incluso tiene una especie de belleza. Pensar que no hay exceso de información en absoluto, es realmente monstruoso… y patético.

La magia humana siempre contenía ruido en forma de emociones. En cierto sentido, era un producto incompleto que intentaba acercarse a la perfección, pero nunca podía alcanzarla. Cuando Alus percibió eso, dejó de intentar interferir con el hechizo directamente. No se rindió. Sólo cambió su enfoque. Por muy perfecta que fuera la magia de los Fiends, los humanos

podían crear teorías mágicas que imitaran sus instintos. Eso, por supuesto, significaba que tenían algo en común.

El Kehenage estaba preparado para ser disparado a distancia. Entonces el Shem Azah debe estar sosteniendo el gatillo o el extremo de la mecha.

Las tres siguen conectadas, ¿no es así? Alus buscó la magia en un mundo que era completamente diferente al que experimentaban los humanos. Excavando cada vez más profundo, buscó una construcción que coincidiera con algo de su conocimiento.

Para que un hechizo se conectara a un lanzador a distancia, era obligatoria alguna forma de comunicación que trascendiera el espacio. La clave era el maná. El poder sin atributos de Alus, junto con sus ojos observadores respaldados por su extraordinario control del maná, significaba que no lo pasaría por alto.

De repente, los bordes de sus labios se curvaron. Parecía que, efectivamente, había un circuito innecesario en la construcción de las tres estacas. La razón por la que lo veía innecesario era por condiciones similares a la magia que utilizaban los humanos.

Pero sólo pudo notarlo después de tocar la estaca. Normalmente habría pasado desapercibido, como algo que los humanos no podían entender. Descifrarlo y comprenderlo le llevaría más tiempo que toda la historia de la humanidad.

No importa, ahora podré cortar el enlace con el Kehenage. Alus empleó la magia de su mente para que actuara como dedos virtuales. En medio de una luz tenuemente brillante, se movieron como los delicados dedos de un pianista para desenredar hábilmente los tres hilos inquietantemente entrelazados que latían como venas. El circuito se cortó finalmente.

Respirando profundamente, abrió los ojos con la mente despejada. Se sintió realmente refrescante, como si todo el ruido de su cerebro hubiera sido eliminado. Al mismo tiempo, podía pensar instantáneamente en múltiples cosas en paralelo. Sólo por ese momento, sintió que sus sentidos estaban perfectamente despejados.

Sin embargo, sus ojos se abrieron de nuevo ante la impensable escena que tenía delante.

La estaca que tenía delante seguía palpitando.

Debería haber desconectado completamente el circuito del constructo, eliminando el control de Shem Azah sobre él. Pero no sólo palpitaba. La tensión le invadió al ver que la estaca había empezado a brillar con una luz siniestra. Era del mismo color que cuando el Kehenage se había activado.

Al mirar, pudo ver que las otras dos estacas brillaban de la misma manera, como si estuvieran resonando con la primera. Ya veo. Es perfecto. Qué hechizo tan bien pensado.

Las gigantescas estacas parecían bombas de relojería con elaboradas trampas. Cuando cortó el circuito, otro mecanismo se puso en marcha. El enlace que se cortaba era probablemente otro disparador para que el hechizo se activara.

El peor escenario en su mente estaba sucediendo. En respuesta, Alus cerró lentamente los ojos. Gra Eater, que amenazaba constantemente con salirse de control, apareció como su última baza. Tres estacas de maná, eh… No está claro si puede caber dentro del recipiente, pero ya es demasiado tarde para eso.

Teniendo en cuenta el riesgo de desbordamiento, era una elección peligrosa. Mientras Alus tenía sus recelos, notó algo extraño. Gra Eater siempre se esforzaba y oponía resistencia incluso bajo su control, pero esta vez estaba siendo extrañamente cooperativo. De hecho, incluso estaba mostrando movimientos inesperados.

Es la primera vez que veo esto. Gra Eater abrió su espeluznante boca y enseñó sus colmillos de color oscuro a las estacas como si tratara de intimidarlas. No se trataba de instinto depredador, sino de espíritu de lucha y hostilidad. A Alus le pareció que intentaba contrarrestar una amenaza con voluntad propia. Era cuestionable si era suficiente para llamarlo conciencia, pero Gra Eater parecía haber desarrollado un sentido del peligro, cuando antes sólo tenía instintos depredadores básicos.

Dudó un momento, pero rápidamente volvió a la carga. No estoy seguro de lo que está pasando… pero no tengo más remedio que hacerlo.

Sus hombros se desplomaron mientras giraba su conciencia sobre sí mismo. Como siempre, sintió que su recipiente se volvía increíblemente vago. Siempre sentía que se sumergía en el mar de un mundo diferente que iba más allá de la teoría y la realidad. Era similar a prestar total atención a cada pequeño movimiento para hacer algo tan natural como mover el brazo o el dedo. Al fin y al cabo, aquello era sin duda un cuerpo extraño con una forma grotesca, pero aun así necesitaba controlarlo como si fuera parte de su cuerpo.

Sumergió la mitad de su conciencia en el oscuro abismo. Entonces levantó su brazo… y dijo su nombre. “‹‹Gra Eater››”

Ocho siluetas de maná retorcidas y negras como el azabache se reunieron alrededor de Alus en una extraña forma. Luego se abalanzaron como locas sobre las estacas que estaban a punto de liberar sus hechizos.

Cualquier espectador podría pensar que el maná negro se movía como una serpiente, mientras que otros podrían describirlo como un dragón naga. Sin embargo, era algo fundamentalmente diferente de un ser vivo. Era el instinto puro de un depredador dado forma. Como si encarnara eso, Gra Eater no era más que una boca para comer a su presa.

Abriendo bien su gigantesca boca, vomitó continuamente maná negro. El maná vomitado formó una boca propia, y el ciclo continuó infinitamente como un muñeco que anida mientras se acerca a su presa.

El Gra Eater se abalanzó hacia su comida a velocidades increíbles. Tal vez al sentir la aproximación del violento maná negro, las estacas emitieron un espeluznante brillo y se abrieron de golpe.

Alus manipuló su maná negro como un látigo. No podía saber si el Kehenage se había activado o no, pero teniendo en cuenta la cantidad de maná que fluía hacia él, debía de haberlo hecho. Sin embargo, a diferencia de cuando había entrado en contacto directo con el conocimiento dentro de la magia del Fiend, la información en lo que absorbía era demasiado áspera para distinguirla.

Un momento después, Alus se encontraba solo con un violento viento que lo rodeaba. Dejó escapar un largo suspiro y confirmó el estado en que se encontraba. El maná absorbido superaba con creces sus expectativas, pero conseguía mantenerse dentro de su recipiente. Sin embargo, sintió una especie de presión.

Mientras tanto, las tres estacas fueron succionadas y convertidas en partículas de maná.

Alus, sin embargo, estaba en lo más profundo de su mente, ignorando todo eso.

Tras su batalla con Demi Azur, el recipiente de Alus para almacenar maná se había multiplicado por dos. Además, el Gra Eater era más fácil de controlar que antes, por lo que era muy consciente del maná que había absorbido. Tal vez estaba siendo demasiado precavido, pero no iba a repetir el mismo error.

Una vez que confirmó que había sido completamente absorbido, giró su brazo hacia el Shem Azah. Como resultado de los repetidos Claymores, el Shem Azah había sido lanzado de nuevo al aire.

Sus alas estaban muy quemadas, el dibujo de las mismas había desaparecido en su mayor parte, pero el Shem Azah las agitaba con la esperanza de volar. Pero no era suficiente, y necesitaba apoyarse en la magia de viento para mantenerse a flote.

Alus llegó a la conclusión de que ahora era el momento de contraatacar. Ya no era necesario preocuparse por el maná necesario para su asalto. Y con la mayor amenaza ya neutralizada, no tenía nada de qué preocuparse.

Pensando en ello, era la primera vez en mucho tiempo que luchaba contra un simple Clase

S. Se había visto obligado a prepararse para la muerte en la batalla contra poderosos Fiends, pero eso era todo en el pasado. Ahora, realmente tenía el poder de estar en la cima de todos los Maestros Mágicos.

Justo cuando empezaba a construir su hechizo para acabar con el Fiend, escuchó una voz clara cantando.

“Bloqueados por treinta y cinco celosías, oh fuegos infernales de rechazo confinados en un pasillo infinito. El punto crítico está ahí, el borde de la luz está ahí, no dejes ni el polvo. Guíalo todo hasta el final de la vida…”

“¡¡…!!” Alus reaccionó bruscamente al conjuro desconocido de Lettie. Antes de que pudiera descifrar su significado, buscó en su cerebro la fórmula mágica utilizando el Hechizo Perdido que contenía para predecir la magia que podía esperar de Lettie. Pero no había coincidencias en su cabeza.

Cuanto más avanzaba su conjuro, más se le ponía la piel de gallina. Dicho esto, no había razón para que cancelara su propio hechizo. Por el momento, Alus manifestó su hechizo lleno de grandes cantidades de maná antes de que Lettie pudiera terminar el suyo.

Se oyó el sonido de unas cadenas que sonaban, mientras dos aparecían delante del Shem Azah y otras dos aparecían detrás, colgando del cielo. Aunque estaban hechas con magia, las cadenas eran inusualmente gruesas y podían confundirse con objetos sólidos reales.

En el momento en que el Shem Azah pareció reconocer las cadenas, éstas fueron arrancadas con gran fuerza. Al tirar de las cadenas hacia arriba, algo cayó hacia abajo, cortando el cielo.

Era un conjunto de cuatro cuchillas en forma de media luna. Parecía una guillotina hecha para Fiends. Cada hoja cortaba con precisión una de las alas del Shem Azah en su base, y luego caía al suelo y desaparecía. Las cadenas, tras completar su propio trabajo, también desaparecieron, dejando grandes cantidades de restos de maná.

En lugar de las cuchillas desaparecidas había un torrente de sangre. Al no tener alas, el Shem Azah perdió el equilibrio y emitió un sonido extraño y ensordecedor. Al caer, utilizó la magia de viento para evitar estrellarse contra el suelo.

Al momento siguiente, Alus sintió una inmensa presión y miró por encima de su hombro. Allí pudo ver a Lettie completando finalmente el hechizo místico que había estado lanzando.

Una esfera translúcida se extendió hasta envolver el cuerpo del Shem Azah. La superficie estaba cubierta por un enorme número de Hechizos Perdidos.

Lettie extendió las manos y los AAR de tipo brazalete de sus brazos empezaron a brillar. No estaba usando sus anillos como de costumbre, y además, estaba usando dos AARs a la vez.

Sin embargo, su expresión no era ni de odio ni de amargura. Parecía terriblemente apenada, y al mismo tiempo como si se hubiera dado cuenta de algo. Como si finalmente hubiera alcanzado su meta después de un largo período de vagabundeo… En otras palabras, era una mezcla de alegría y tristeza.

Mientras esos pensamientos pasaban por la mente de Alus, la membrana translúcida se fue encogiendo. Parecía que finalmente había sido absorbida por el cuerpo del Fiend y había desaparecido, pero si uno forzaba la vista, podía verse una luz brillante que se filtraba de su piel. De hecho, no era encogimiento, sino condensación. A diferencia de los puntos rojos de la Detonation de Lettie, este hechizo emitía una luz azul.

“¡No me digas…!”

Antes de que Alus pudiera hacer un movimiento, Lettie dio los últimos toques a su hechizo y dijo su nombre en voz baja. “Blue Star… ‹‹M2-Polaris››”

La luz azul alcanzó sus límites y se expandió explosivamente. Sin ningún tipo de humo, las llamas azules se extendieron por una amplia zona que incluía el Shem Azah.

Las llamas azules que quemaban las nubes y se tragaban las montañas borraron primero el sonido del mundo. A continuación, tiñó el paisaje de azul. Luego, una onda expansiva arrasó con todo.

Alus pudo ver llamas azules que cubrían el cielo en forma esférica. Una explosión de maná… No, toda la información innecesaria ha sido eliminada de ella, dejando sólo energía de maná pura. ¡¿Ha reconstruido el hechizo y acumulado todo esto a la vez?!

El M2-Polaris era uno de los hechizos para los que Alus y Lettie habían elaborado conjuntamente la teoría básica cuando buscaban formas de mejorar Detonation. Sin embargo, habían dejado de desarrollarlo porque supuestamente no existían técnicas para acumular energía pura del maná en el aire. Incluso Alus había renunciado a ello, ya que era extremadamente difícil de llevar a cabo en el Mundo Exterior.

¡Esas pulseras son las responsables de esto! Deben haber hecho posible el acto normalmente imposible. Esto era definitivamente la cosa genial que ella había mencionado.

Por ahora, corrió hacia Lettie. ¿Realmente entendía ella qué tipo de secuela resultaría de esto? Era un hechizo que continuaría incluso después de reducir todo a la nada. No, aunque ella pudiera hacer algo al respecto, seguía siendo demasiado peligroso desde su punto de vista. Había empezado a correr porque temía que Lettie lo estuviera liberando con la intención de caer con él.

La novedosa idea de reutilizar los residuos de maná era la prueba de que Lettie había hecho modificaciones a la teoría básica que Alus conocía. Su principal preocupación se había resuelto con un solo brazalete. En efecto, había una gran cantidad de maná que quedaba alrededor del Shem Azah después del hechizo de Alus, y Lettie lo había aprovechado.

Sin embargo, el poder de su hechizo era tan alto que las consecuencias serían devastadoras.

Una persona normal atrapada en él saldría volando por los aires. Chasqueando la lengua, Alus siguió corriendo.

“¡…! Al… lie…”

Alus se deslizó frente a ella, sin tener tiempo siquiera de responder a su voz. Se mordió el labio, reprimiendo la irritación que brotaba en su interior.

Detrás de él estaba Lettie vertiendo todo en sus AARs. Gracias a eso las llamas azules se redujeron un poco. Aun así, era una situación de flujo y reflujo. Lettie debilitó el impacto y evitó que creciera más, pero claramente no pudo contenerlo.

La fórmula del maná no está convergiendo correctamente. Alus entrecerró los ojos y evaluó la situación. Era un hechizo que no esperaba, pero al haber observado antes las características de ese AAR de tipo brazalete, podía adivinar la causa hasta cierto punto.

Lettie no fue capaz de extinguir las llamas más rápido de lo que se estaban extendiendo. Además, a diferencia de un simple hechizo explosivo como Detonation, las llamas azules desafiaron sus intenciones y se expandieron en espiral.

Alus terminó su análisis en un abrir y cerrar de ojos. Estaba convencido de que su situación actual acabaría colapsando. Lettie probablemente no lo lograría. Para empezar, el rendimiento de sus AARs no era lo suficientemente bueno como para contener el hechizo.

Aun así, no se rendía, y eso dio sus frutos. Puede que reaccionara un poco tarde, pero fue suficiente para que Alus tejiera un hechizo lo suficientemente fuerte como para contrarrestar la situación. Tenía maná más que suficiente para ello, incluso teniendo en cuenta la cantidad que había utilizado contra el Shem Azah.

No podía hacer converger la fórmula que Lettie había soltado, pero sí tenía una forma de contrarrestar el fenómeno de la combustión. Era un método que podía utilizar mientras el control de Lettie chocaba con el hechizo. Rebobinaba la propia estructura, incluso la causalidad de los acontecimientos, y devolvía todos los fenómenos a sus estados originales.

Era un hechizo que incluso podía hacer que los hechizos a punto de manifestarse volvieran a la información fundamental del maná.

“‹‹Temple Fall››” En el aire, sobre el vórtice de llamas azules, había un vasto círculo mágico compuesto que contenía las fórmulas de más alto nivel de los seis atributos. Todo lo que estaba bajo su influencia tenía sus coordenadas fijas e incluso el propio tiempo se detuvo. El lamento de toda la creación sacudió el aire, y todo comenzó a regresar al vacío primordial.

Una vez que se activó el hechizo que desintegraba todas las composiciones, ya no había necesidad de Lettie. Todas las existencias mágicas bajo su influencia estaban destinadas a retroceder en el tiempo y, en última instancia, a convertirse en nada más que información de maná.

M2-Polaris no fue una excepción. La luz azul se atenuó gradualmente y se disolvió en pura información de maná. Pronto todo se desvaneció, dejando sólo una luz pálida, como si sólo hubiera sido una ilusión.

Sólo quedaba un gran agujero en el suelo. Era insondablemente profundo y sólo estaba lleno de oscuridad. Temple Fall había perforado hasta el fondo de Vanalis.

Alus respiró profundamente y miró a su alrededor. El choque entre el M2-Polaris de Lettie y su propio Temple Fall dejó una enorme cicatriz en la tierra.

“Es la primera vez que veo ese hechizo.” Dijo Lettie con indiferencia, mientras intentaba recuperar el aliento. Pero su complexión estaba lejos de ser buena. Sin embargo, como era de esperar de una Maestra Mágica de Dígito Único, todavía podía moverse. Si hubiera estado tan agotada que no pudiera ni moverse, entonces habría valido más la pena abalanzarse sobre ella y salvarla. Por alguna razón, el hecho de que aún le quedara energía molestó un poco a Alus.

“Es sólo la segunda vez que lo utilizo.”

“Uf, bueno, esta vez sí que me has salvado el pellejo.”

“¿Confiabas en mí desde el principio?” Alus estaba completamente exasperado por su descarada actitud.

“Bueno, si no estuvieras aquí no lo habría usado. Pero quería terminar con una explosión, ya sabes… por mis compañeros muertos.” Terminó con los ojos húmedos y un tono apenado.

Al oír eso, Alus se mordió la lengua. Su actitud podía ser una actuación, pero estaba diciendo la verdad sobre sus sentimientos. Para él era fácil darse cuenta de que ella dudaba en decir lo que pensaba. Para Lettie, las llamas azules podían ser su forma de llorar a sus compañeros caídos, aunque era un poco extremo para la forma de pensar de Alus.

“Se acabó.” Lettie sonrió al decir las sencillas palabras a Alus, que guardó silencio.

El Clase S había sido finalmente derrotado. No era necesario ni siquiera confirmarlo. Ni siquiera quedaban cenizas después de M2-Polaris, y no quedaba nada del Shem Azah.

En el momento siguiente, Lettie se apoyó en la espalda de Alus. La tensión que la había sostenido había desaparecido, siendo sustituida por el alivio. Miró la cara de Alus con una complicada mezcla de emociones en su rostro. Pero su expresión se volvió rígida de nuevo.

Los ojos de Alus, y su enfoque, estaban en un lugar completamente diferente.

“¡¿?!” Ella había pensado que la misión de conquistar Vanalis había terminado… pero al sentir que no era así, le dirigió una mirada interrogante.

“Todavía no. Todavía hay una cosa que no cuadra. Lettie, ¿puedes correr?”

“Puedo correr, pero no usar magia…” No le quedaba mucho maná, y estaba mentalmente agotada hasta el punto de que le costaría construir cualquier hechizo.

“Está bien. Yo me encargaré del resto.” Dijo Alus, utilizando inconscientemente palabras que reconocían que aún había otra existencia que eliminar.

Fue la razón por la que la nieve se detuvo de repente en medio de la batalla contra el Shem Azah. Alus era muy consciente de la verdadera naturaleza del desafío final. Era el último obstáculo antes de llegar a la cima y recuperar Vanalis.