Isekai Ryouridou (NL)

Volumen 15: Desempeño del Grupo

Capitulo 6: Una Prueba De Cinco Días

Parte 2

 

 

“Perdón por la espera. Sin embargo, parece que de alguna manera logré arreglar las cosas”, dijo Zasshuma, regresando al grupo de Ai Fa después de que el sol alcanzó su punto máximo.

Después de escuchar el paradero de Asuta de Jeeda, la gente del borde del bosque una vez más terminó desgarrada sobre cómo proceder. Las opiniones estaban divididas en dos, un lado decía que deberían atacar la ciudad del castillo ahora que sabían dónde estaba, mientras que el otro creía que debían ceñirse al plan de hablar con los guardianes.

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Naturalmente, ambos acordaron que al final necesitaban ingresar a la ciudad del castillo. La diferencia de opinión se reducía a si debían arrojar la información obtenida de Jeeda en la cara de los guardianes y acusar a la hija de Cyclaeus del crimen, o si debían ocultar ese hecho y simplemente solicitar que se buscara a los criminales.

El primer grupo estaba furioso por el hecho de que realmente era obra de un noble. Mientras tanto, este último grupo insistió en que las cosas deben manejarse con cuidado, ya que el culpable no fue el propio Cyclaeus, sino su hija.

“Esa chica Lefreya todavía es solo una niña. Si levantamos una conmoción descuidadamente, no se sabe lo que puede hacer. Siendo ese el caso, ¿no deberíamos ocultar el hecho de que conocemos la ubicación de Asuta e idear un plan para rescatarlo? Gazraan Rutim abogó por este último grupo. “Su inmadurez y falta de previsión debe ser lo que la llevó a secuestrar a Asuta por la fuerza. Y si ese mal genio se enciende en Asuta, ella puede causarle un daño irreparable. Ahora que sabemos que está a salvo, debemos actuar con la mayor cautela posible”.

“Entonces, ¿qué estás diciendo que deberíamos hacer? ¿Entrar sigilosamente en su mansión como lo hizo ese tipo Jeeda? Entrar en una

casa sin alguien que viva allí para guiarte va en contra de las leyes tanto de Genos como del borde del bosque, ¿no es así?” Rau Lea replicó, con una mirada ardiente en sus ojos. La primera noche, él había sido uno de los que argumentaron que deberían tomar sus espadas. Esa rabia que sentía se debía a lo mucho que se preocupaba por Asuta, y también poseía una franqueza adecuada para una persona del borde del bosque. “¡Los primeros en tomar las armas aquí fueron los nobles! ¡Gracias a eso, no estaríamos violando ninguna ley al tomar nuestras propias espadas!”

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“No fueron los nobles en general. Si vamos a creer las palabras de Jeeda, entonces esto fue completamente obra de esa noble chica Lefreya y sus dos seguidores. No podemos convertirnos en enemigos de todos los Genos tratando de que paguen por sus crímenes…”, respondió Gazraan Rutim, con una mirada increíblemente adolorida en su rostro.

Con toda probabilidad, el joven cazador podía ver qué tipo de futuro les esperaba si tomaban las armas aquí y ahora. Después de todo, Gazraan Rutim era bastante pensador para un hombre del borde del bosque. En su corazón, Gazraan Rutim, sin duda, también albergaba un fuerte deseo de tomar su espada y marchar sobre la ciudad del castillo. Sin embargo, poseía la sabiduría y la razón necesarias para contener esas emociones furiosas. A Ai Fa le resultó difícil juzgar si eso era una fortaleza o una debilidad para una persona del borde del bosque.

En cualquier caso, mientras tenían esa discusión en el área entre el bosque y la ciudad, apareció el conocido de Kamyua Yoshu, el guardaespaldas Zasshuma.

“Ya veo, entonces la hija de Cyclaeus fue la culpable, ¿eh? Bueno, eso responde a la pregunta de por qué alguien haría tal cosa ahora de todos los tiempos. Esto no es una conspiración. Solo una terrible travesura de una chica sin sentido.”

“¿Crees que puedes descartar esto como una mera travesura?”

“Sé que no podemos. En cierto modo, esto es honestamente más problemático que si el propio Cyclaeus hubiera sido el autor intelectual. Después de todo, esa chica no entiende cuán serias son sus acciones. Como dijo Gazraan Rutim, si actuamos sin cuidado, ella podría causar un daño irreparable”.

Este hombre de Zasshuma que podía ir y venir libremente incluso en la ciudad del castillo parecía comprender firmemente las preocupaciones de

Gazraan Rutim. Y así, mientras se acariciaba la barbilla sin afeitar, murmuró: “Hmm… Aun así, no es como si pudiera hacer algo por ella por mi cuenta. Tal vez finalmente ha llegado el momento en que tenemos que traer refuerzos”.

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“¿Refuerzos?”

“Espera un poco. Tendré que pensar un poco en si tenemos una manera de salvar a la princesa Asuta sin problemas. Ten un poco de confianza y déjamelo a mí.”

“¿No es ‘princesa’ un término destinado a las chicas nobles?” Ai Fa cuestionó con duda, a lo que Zasshuma respondió con una risa desinteresada.

“Ha sido secuestrado por un noble malvado y no puede hacer nada más que esperar a que alguien lo salve. En las historias cantadas por juglares, ese es el papel de una princesa… En cualquier caso, solo dame un poco de tiempo. Puede que no esté al mismo nivel que el Northern Whirlwind, pero me he acostumbrado bastante a manejar a los nobles”.

Zasshuma partió después de eso, dejando a la gente del borde del bosque esperando un par de horas antes de finalmente regresar.

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“¿Hiciste arreglos para esos refuerzos que mencionaste?” Donda Ruu preguntó como representante del grupo.

“Sí,” asintió Zasshuma en respuesta. “Ojo por ojo, espada por espada y noble por noble. Nunca imaginé que metería a ese tipo en cosas antes de que el Torbellino del Norte regresara…” Fue entonces cuando Zasshuma comenzó a explicar acerca de Polarth, el segundo hijo del Conde Daleim. “Lord Polarth es nuestro único aliado entre los nobles, además de Lord Melfried. Con él presente, debería ser posible entrar en la mansión de Cyclaeus.”

En ese momento, incluso si ella fuera la hija legítima del Conde Turan, no podría simplemente dejar de lado su crimen de secuestro.

“Los nobles también pueden preparar pases. Si tenemos una mujer del borde del bosque que acompaña a Lord Polarth como asistente o invitado o similar, deberían poder identificar claramente a Asuta. Entonces solo necesitas acusar a esa chica Lefreya del crimen.”

“Estás diciendo que alguien debería mentir sobre sus antecedentes para poder entrar en la mansión de Cyclaeus, ¿eh?” Donda Ruu cuestionó.

Instantáneamente, Ai Fa intervino: “Tomaré ese crimen de mentir sobre mí misma. Es un pequeño precio a pagar para salvar a un miembro de mi clan”.

“¿Lo acompañarás?” Zasshuma preguntó, mirando cuidadosamente a Ai Fa. “Hmm… Bueno, tienes los ojos claros de un cazador, pero tienes un rostro especialmente bonito, incluso para una mujer del borde del bosque. Siempre y cuando no te quedes con la boca abierta, podría funcionar”.

“¿Qué fue eso de mi cara?”

“¿Mmm? Bueno, estamos hablando de acompañar a un noble a la mansión de otro noble, por lo que debes parecer que tienes cierto estatus para que la artimaña funcione. Supongo que la única opción con ese color de piel sería insistir en que tienes sangre mixta de Sym”.

Realmente fue una trama inusual. Aun así, la gente del borde del bosque no sabía mucho sobre la naturaleza de los nobles o el estado de la ciudad del castillo, por lo que este plan parecía tener más probabilidades de éxito que ellos blandiendo ciegamente sus espadas. Y así, a pesar de sentirse un poco inquietos por el asunto, la gente del borde del bosque aceptó la propuesta de Zasshuma.

“¡Ooh, he estado esperando su llegada, Sir Zasshuma! Entonces, ¿esta es la mujer del borde del bosque?

Polarth era un hombre con una apariencia bastante inusual. Si bien era un poco regordete, tenía el aspecto de un adulto adecuado, excepto por su rostro extrañamente inocente. Llevaba un vestido blanco con una cantidad simbólica de adornos, pero en realidad no era un atuendo tan lujoso. Y a pesar de estar frente a un cazador del borde del bosque como Ai Fa, su expresión no mostró ni desprecio ni precaución.

“Soy el segundo hijo de la casa de Daleim, Polarth. Si no te importa,

¿puedo escuchar tu nombre también?”

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“Soy Ai Fa del clan Fa, una persona del borde del bosque”.

“Hmm, ese ciertamente es un nombre que suena extranjero apropiado para uno de tu gente. ¡Y qué espléndida apariencia tienes! Había oído que había muchas bellezas entre las mujeres de la linde del bosque, y veo que en verdad es así.”

Se consideraba de mala educación en el borde del bosque hacer comentarios sin sentido sobre la apariencia de otra persona. Sin embargo, como no se ganaba nada discutiendo el punto aquí y ahora, Ai Fa permaneció en silencio.

“Ah, es vergonzoso admitirlo, pero en realidad es la primera vez que interactúo con una persona del borde del bosque de manera cercana y personal. Sin sus esfuerzos, nuestras tierras no podrían prosperar, así que les estoy profundamente agradecido a todos”.

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Como se mencionó durante la conversación con Dora el otro día, la casa de Daleim gobernaba las plantaciones al sur de Genos. Actualmente, Ai Fa había sido llevado a la mansión de esa casa noble.

Sin embargo, dicho esto, aparentemente era un edificio que generalmente se dejaba al cuidado de los sirvientes, y los miembros de la casa rara vez lo visitaban. De hecho, durante la búsqueda del otro día, fueron recibidos rápidamente en el interior, a diferencia de la mansión de Cyclaeus en las tierras de Turan. Por supuesto, Dora había sentado las bases para eso, pero Ai Fa había notado en secreto que parecía haber una gran diferencia entre el comportamiento de las distintas casas nobles.

“Ya he escuchado todo de Sir Zasshuma. Aun así, nunca imaginé que Lady Lefreya cometería tal crimen… Estoy seguro de que debe haber oído hablar de la gran reputación ganada por este tipo Asuta en la ciudad postal, y deseaba invitarlo a la mansión como chef. ”

“¿Cómo chef?”

“Así es. Después de todo, se sabe que Lady Lefreya es una gourmet tan dedicada como su padre, el Conde Cyclaeus. Si ella rompió su promesa de devolverlo al borde del bosque después del primer día, entonces debe estar bastante enamorada de las habilidades de Sir Asuta”.

“Qué absolutamente escandaloso…” Ai Fa se quejó, pero no dijo nada más, ya que una vez más sintió una furia violenta lista para estallar en cualquier momento.

Si deseaba probar la cocina de Asuta, simplemente podría haber hecho una solicitud directa. Mientras los principales jefes de los clanes no ofrecieran oposición, no tendría ningún motivo para negarse. Entonces,

¿por qué había violado la ley de manera tan flagrante al hacer que lo secuestraran a la fuerza? Ai Fa simplemente no podía entender lo que esa chica estaba pensando en lo más mínimo.

“Incluso si se descubre su crimen, ella puede creer que simplemente puede resolver el asunto con monedas. Después de todo, generalmente se considera el mayor honor que un chef podría imaginar ser invitado a la mansión Turan”.

“¡Pero…!”

“Sí, tu enfado es natural. Ella era aún más ignorante de ustedes, gente del borde del bosque, que yo. Después de todo, incluso yo sé que no pasarían por alto un crimen por monedas. Si simplemente hubiera entendido ese hecho, tal vez las cosas no hubieran llegado a este punto”, dijo Polarth con una sonrisa, como si tratara de apaciguar a Ai Fa.

De alguna manera, la cabeza del clan Fa logró controlar su ira. No se ganaba nada dejando que sus emociones se desbocaran. Por ahora, simplemente necesitaba dedicarse a mantener la calma para rescatar a Asuta.

“Bueno, entonces, ¿puedo hacer que te apures y te cambies? Sheila, asegúrate de tratar adecuadamente a nuestra invitada del borde del bosque, ¿entiendes?”

“Sí, por supuesto.”

La sirvienta conocida como Sheila dio un paso adelante, claramente luciendo un poco nerviosa. Parecía que era bastante cautelosa cuando se trataba de la gente del borde del bosque.

“Te guiaré al vestuario. Por aquí por favor…”

Siguiendo el ejemplo de la criada, Ai Fa entró en la habitación contigua. Era bastante pequeño y había un paño extendido sobre la ventana. Ai Fa ya había visto dentro de esta habitación una vez durante su búsqueda el otro día.

“Bueno, entonces, ¿puedo hacerme cargo de tu ropa…?

“De hecho”, respondió Ai Fa, entregando su capa de cazador. La chica aceptó eso, pero no se movió de su lugar. “¿Qué más necesitas que te entregue?”

Isekai Ryouridou Volumen 15 Capitulo 6 Parte 2 Novela Ligera

“¿Eh? Umm, necesito que me entregues todo, aparte de tu cintura…”

“Puedo cambiarme a mí mismo muy bien. Puede que seas una mujer, pero no me importa exponer mi forma desnuda a nadie que no sea de mi pueblo”.

“Sí, pero… este atuendo fue traído por Lord Polarth de la mansión en la ciudad del castillo, por lo que me ordenaron que lo ayudara personalmente”.

“Sin embargo, no soy una niña”, replicó Ai Fa, frunciendo el ceño. Encima de la mesa junto a ellos había una pila de una especie de piezas decorativas de plata reluciente. Aparte de lo que parecía ser una sola pieza para ir alrededor de la cintura, no podía ver nada que pareciera ropa ponible. Honestamente, Ai Fa no tenía idea de qué debería ir a dónde.

Mmmm que fastidio…

Aun así, su cuerpo rebosaba con más fuerza de la que había conocido desde que escuchó que Asuta estaba bien. Podía lidiar con un poco de desagrado si eso significaba salvarlo. Reafirmando su determinación con ese pensamiento, primero se quitó el cuerno de giba y el collar de colmillos, seguido de su brazalete grige destinado a protegerse de los insectos venenosos. Después de eso, se quitó el atuendo de tela en el pecho y la cintura, así como el calzado de cuero, dejando solo la tela de la cintura.

“¿Podría tener ese collar también?”

“No”, respondió Ai Fa. “Este collar es increíblemente precioso para mí”. “P-Pero no iría con los otros accesorios que necesitas ponerte…”

Ai Fa sacudió la cabeza de un lado a otro, mientras discutían el regalo que le había dado Asuta. “En ese caso, permíteme tenerlo en mi persona en un lugar donde no se vea. No puedo soportar separarme de él.

“Entendido… ¿Y podría hacer que te sueltes el pelo?”

Mientras esa chica Sheila recogía su atuendo del borde del bosque, Ai Fa se deshizo el cabello.

Cuando la criada se paró de nuevo ante Ai Fa, ahora casi desnuda, sus ojos se abrieron como platos mientras miraba.

“¿Qué, todavía necesitas algo más?”

“No… Es solo que eres tan hermosa que no pude evitar mirar…” Respondió Sheila, mirando hacia abajo mientras su rostro se ponía rojo.

Ai Fa se puso las manos en las caderas y suspiró profundamente.

“Esas no son palabras de elogio para un cazador. Si es posible, me gustaría ocultar mi figura desnuda de nuevo lo antes posible”.

“¡M-Mis disculpas!” Luego, Sheila tomó una sola prenda de encima de la mesa y la llevó al pecho de Ai Fa. Parecía estar destinado a cubrir el cofre y estaba adornado con adornos de plata.

Las partes destinadas a cubrir su frente estaban hechas de tela, pero la parte que rodeaba su espalda era una delicada cadena de plata. Francamente, no había ninguna posibilidad de que Ai Fa hubiera podido identificar correctamente su propósito.

De hecho, la pieza de tela con finos bordados estaba destinada a rodear su cintura. Eso no fue una verdadera sorpresa, ya que la forma era básicamente la misma que usaban las chicas de la ciudad como Yumi. Aun así, tenía una sensación extraña y suave contra su piel, y la forma en que rozaba sus muslos cuando se movía le hacía un poco de cosquillas.

Luego, el asistente colocó una faja que brillaba con oro sobre la falda, luego agregó unas cadenas de plata que envolvieron el cuerpo de Ai Fa, junto con un chal transparente que le cubría los hombros. Había grandes accesorios en forma de media luna que colgaban de sus orejas, varios finos aros de plata colocados en sus brazos y adornos con piedras rojas y moradas trenzadas en su cabello. Era un atuendo aún más extravagante que el que se usaba en los banquetes al borde del bosque.

En cuanto a su calzado, la parte debajo de las suelas estaba hecha de cuero suave y se sujetaban con brillantes bandas y cadenas. En verdad, se parecían más a algún tipo de accesorio que a zapatos. En el fondo de su mente, Ai Fa pensó que sería imposible incluso caminar por el bosque con ellos.

“Por último, póngase solo lo que le quede bien de estos…”, dijo Sheila, mostrando varios anillos de plata con piedras brillantes. Ai Fa eligió solo los de un tamaño apropiado que no interferiría con su agarre de una espada. “Ah, y supongo que no necesitaremos maquillaje… Realmente eres hermosa”.

Ai Fa decidió no reconocer ese comentario.

“También tenemos pomada preparada, pero tampoco creo que la necesites. Ya puedo oler un leve olor dulce de tu cabello.

Ai Fa quería gritar “¡Detente ya!” pero se obligó a soportarlo. En cualquier caso, el molesto trabajo de cambiarse a este atuendo parecía finalmente haber llegado a su fin.

En cuanto al collar con la piedra azul que había recibido de Asuta, lo guardó suavemente debajo de la tela alrededor de su cintura. Y cuando regresaron a la habitación de antes, Polarth y Zasshuma no dudaron ni un poco en decir lo que pensaban.

“¡Ah, qué hermoso! ¡Podríamos afirmar que eres una princesa de Sym y nadie lo dudaría ni por un momento!”

“Sería más que un poco antinatural que alguien de tan alto rango visitara la casa de Turan sin previo aviso. Pero aun así, saliste luciendo incluso más bonita de lo que esperaba…”

Ai Fa solo se sentía cada vez más irritada. Sin embargo, finalmente estaban preparados para lanzar su contraataque. Y así, Ai Fa sintió un poderoso espíritu de lucha ardiendo en su interior, dirigido a un enemigo que nunca había visto.


“Bueno, entonces, ¿nos vamos? Sir Zasshuma, ¿qué planea hacer?”

“Estaba pensando en quedarme en la ciudad postal y echar una mano a la gente del borde del bosque. Están difundiendo en secreto el hecho de que la responsable del secuestro era la hija de la casa de Turan.”

“Ah, ya veo. Quizás tales precauciones sean necesarias cuando se trata de tratar con alguien como la irascible joven Lady Lefreya. Ciertamente parece que esto será una gran conmoción”. Ya sea que tuviera agallas o no tuviera sentido del peligro, este noble de Polarth siempre tenía una sonrisa seria en su rostro.

En cualquier caso, Ai Fa subió a un carruaje tirado por totos junto a él y dejó las tierras Daleim para su destino en la ciudad del castillo.

“¿Deberíamos decir que eres la hija de un rico comerciante que ha venido a comprar los productos elaborados en las tierras Daleim, Señora Ai Fa?

¿Y qué deseabas mucho la oportunidad de cenar en la mansión de la famosa casa de Turan? Creo que eso debería ser suficiente para evitar que Lady Lefreya dude de tus antecedentes.”

“Realmente no puedo agradecerte lo suficiente por tomarte todas estas molestias…”

“¡No pienses en eso! Después de todo, Sir Kamyua Yoshu me ha dicho todo tipo de cosas terriblemente interesantes. ¡Tenemos que mantenernos unidos si queremos enfrentarnos a la malvada casa Turan!” Polarth dijo con la misma sonrisa de siempre mientras el carruaje avanzaba.

Para Ai Fa, él era el segundo noble de Genos que había conocido, después de Melfried. Y, sin embargo, eso solo fue suficiente para que ella sintiera que incluso entre los nobles había todo tipo de personas.

“Polarth, hay una cosa que quiero preguntarte”. “¿Si, que es eso?”

“¿Por qué no se ha construido una cerca para proteger los campos en las tierras de Daleim? Si configuras las cosas como en las tierras de Turan, podrías mantener los daños al mínimo incluso si giba del bosque se vuelve salvaje, ¿no es así?”

“¡Sí, pero las tierras Daleim son vastas! Mientras no usemos esclavos como el Conde Turan, sería difícil preparar los fondos y el personal. Y si intentáramos emprender tal empresa, estoy seguro de que el conde Turan interferiría.”

“¿Él lo haría? ¿Pero por qué?”

“Porque si las tierras Daleim tuvieran el mismo nivel de protección, significaría mayores daños a su propio territorio. Si un giba intentara seriamente irrumpir en las tierras de Turan, esas toscas vallas de madera no durarían para siempre. Pero debido a que nuestros campos Daleim quedan indefensos, los giba generalmente se dan por vencidos antes de llegar al territorio de Turan”, explicó Polarth, poniendo una expresión seria por primera vez. “Mirando hacia un futuro lejano, sé que construir cercas sería bueno para nuestras tierras. Pero mi padre no ha elegido ese camino, y seguramente es por miedo al Conde Turan. Aunque ambos pueden ser condes, el poder de Cyclaeus no tiene rival aquí en Genos”.

La gente del borde del bosque generalmente había asumido que solo los agricultores que trabajaban en los campos sufrían mientras los nobles fingían ignorar su situación, pero parecía que la verdad era un poco más complicada.

“Aun así, no creo que esa sea la única razón. Después de todo, si los campos Daleim estuvieran sólidamente protegidos, quién sabe adónde irán después los hambrientos giba. Podría provocar un daño mayor en los edificios de la ciudad de correos, o incluso en los viajeros a lo largo de la carretera. Al final, la única forma de reducir la cantidad de daño es seguir cazando al giba”, dijo Polarth, y su sonrisa sincera regresó. “Es por eso que creo que deberíamos centrarnos más en apoyar a la gente del borde del bosque en lugar de construir cercas. Si el Conde Cyclaeus cae y tu gente gana más fuerza, seguramente también traerá fortuna a las tierras Daleim. En cuyo caso, creo que deberíamos prestarte nuestro poder donde podamos.”

Polarth debe haber tenido algún plan propio. Antes de dirigirse a las tierras Daleim, Zasshuma había descrito al hombre como “calculador” y dijo que era difícil saber cuánto pensaba en las personas que gobernaba su familia. Pero al menos, no parecía tener escrúpulos. Y por ahora, eso fue suficiente para Ai Fa. Trabajaría junto con este noble, siempre y cuando fuera para salvar a Asuta.

Mientras Ai Fa estaba ocupada con tales pensamientos, el carruaje tirado por totos llegó a las puertas de la ciudad del castillo.

 * * *

 

 

Cuando el sol se estaba poniendo por el oeste, finalmente cruzaron las puertas de la mansión Turan. Cuando bajaron del carruaje tirado por totos, la enorme mansión de piedra se alzó sobre ellos en la penumbra. Junto con Polarth y tres soldados, Ai Fa se paró frente a ese enorme edificio gris.

No había ninguna cuchilla en la cadera de Ai Fa, aunque Polarth tenía una en su persona. Aun así, aparentemente eso le sería quitado al entrar a la mansión. Los dos entrarían en este nido del mal literalmente con las manos vacías.

“Bienvenidos. Por favor ven por aquí…”

Era una mujer alta, rubia y de tez pálida quien los recibió en la entrada. Cuando notó los ojos morados de la mujer, Ai Fa pensó para sí misma que podría ser de Mahyudra.

A los soldados que los custodiaban se les ordenó esperar en una sala de espera cerca de la entrada, mientras Ai Fa y Polarth solos fueron conducidos por un largo pasillo iluminado por velas.

Ai Fa sostuvo sus manos frente a su estómago, caminando lentamente con su paso alrededor de la mitad de lo que solía ser. Mientras esperaban una respuesta de la casa de Turan, Sheila le había dado instrucciones sobre cómo comportarse como una dama en la ciudad del castillo.

Ai Fa no tenía la menor idea de si eso la hacía parecer alguien que encajaba con la gente de la ciudad del castillo. Pero al menos, ni los guardias de la casa de Turan que los seguían ni la chica rubia que era su guía parecían sospechar nada en particular.

“Gracias por venir, Lord Polarth. La cena se preparará en breve. En una gran sala con telas excesivamente lujosas tendidas a lo largo de las paredes, los dos invitados fueron recibidos por una joven.”

El cabello de la chica era castaño claro. Llevaba un atuendo blanco puro extremadamente con volantes, y su rostro y la mirada en sus ojos eran justo lo que uno esperaría de un noble. Esta era la chica que había ordenado a sus sirvientes que secuestraran a Asuta.

Aun así, Ai Fa logró mantener la calma y la compostura. Su corazón permaneció tan tranquilo que incluso se sorprendió a sí misma. Como si estuviera en medio de una cacería de giba, sus pensamientos eran tensos y agudos.

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Ese hombre parado detrás de ella es uno de esos demonios…

El hombre con armadura extrañamente bajo y de aspecto corpulento estaba allí esperando detrás de la chica. Su aspecto era tal como lo había descrito el posadero Nail.

Sin embargo, Sanjura no estaba a la vista. Si él estuviera allí, se reconocerían y ella podría lanzar una acusación en el acto, pero parecía que eso no sería posible. Aun así, eso funcionó mejor para Ai Fa. Después de todo, no quería que las cosas se pusieran difíciles antes de saber dónde estaba Asuta.

“Hmm, ¿entonces esa es la hija del comerciante con sangre de Sym?” Lefreya cuestionó, mirando abiertamente a Ai Fa.

Ai Fa había recibido instrucciones de no hablar a menos que fuera necesario o mirar a nadie directamente a los ojos, por lo que solo miró en silencio alrededor del nivel del pecho de la niña.

“Sí, por parte de su padre por lo que me han dicho. Nació en Behett y vino aquí a comprarnos verduras junto con su padre. Su nombre es Aifaa.”

“¿Oh? Aun así, el padre no regresará hasta mañana por la mañana. Si tienes los ojos puestos en Turan fuwano y mamaria, entonces parece que no tienes suerte”.

“Ella, por supuesto, entiende eso. Si es necesario, su padre seguramente se pondrá en contacto mañana con Lord Cyclaeus para hablar de negocios. Para esta noche, simplemente desea disfrutar de esta cena en la casa de Turan”, respondió Polarth, asintiendo a Ai Fa.

Luego, Ai Fa cruzó los brazos en silencio frente a su pecho y asintió levemente con la cabeza a Lefreya.

“Una chica bastante pretenciosa”, se quejó Lefreya. “Bueno, que así sea. Tomen sus asientos. Tengo una cena terriblemente intrigante preparada para ti esta noche, después de todo.”

“Ciertamente estoy deseando que llegue. Después de todo, han pasado varios años desde que yo mismo pude participar en una cena en la casa de Turan.”

Bajo la guía de la sirvienta rubia, Ai Fa y Polarth tomaron asiento en el lado izquierdo de la mesa.

Cucharas, brochetas de metal y copas de vino ya estaban alineadas esperando sobre la mesa. Y también había dos conjuntos adicionales en el lado que les daba la cara.

“Oh, vaya, ¿habrá más participantes además de nosotros dos?”

“Por supuesto. Padre ha tenido invitados quedándose aquí en la mansión desde hace algún tiempo. Un vendedor de metales de Jagar y su hija”.

Cuando escuchó eso, la respiración de Ai Fa se detuvo. Se le acababa de ocurrir. Esa chica descarada Diel se estaba quedando aquí en la mansión de Cyclaeus. ¿Por qué había olvidado un detalle tan importante? Si esa chica revelara la identidad de Ai Fa, no tendría más remedio que acusar a Lefreya de sus crímenes en el acto.

No te pongas nerviosa. Si eso ocurre, simplemente necesito señalar cómo ese soldado que la protege tiene una apariencia idéntica al hombre que buscan los guardias. No quería que las cosas se volvieran violentas antes de confirmar la ubicación de Asuta, pero aun así… si se trata de eso, solo necesito agarrar a esa chica noble.

Incluso sin una espada, eso sería simple.

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Con ese pensamiento en mente, Ai Fa se mantuvo firme mientras el sonido de la puerta al abrirse indicaba la llegada de los otros invitados.

“Nuestras disculpas por llegar tan tarde. Las discusiones de negocios se alargaron un poco, ¿sabes?”

El primero en entrar en la habitación fue un hombre de mediana edad con una apariencia típica de un sureño. Y fue seguido por una niña pequeña.

Hoy vestía un atuendo más apropiado para una niña de su edad y tenía accesorios en su cabello corto, pero este era sin duda Diel, a quien Ai Fa había conocido en los puestos de la ciudad postal. Pero en contraste con la última vez que se vieron, se veía completamente apática, sus ojos verdes miraban impotentemente al suelo.

“Oh, ¿y quiénes son esos dos?”

“El segundo hijo de la casa de Daleim, Lord Polarth, y su huésped Aifaa. Supuestamente es la hija de un comerciante de Behett que vino aquí a comprar verduras.”

“Ah, ¿de la casa de Daleim? Esta es nuestra primera reunión. Soy Grannar, un trabajador metalúrgico de Jeland en Jagar. Y esta es mi hija Diel”.

“Soy Polarth. Es un placer conocerte.”

Polarth sonrió alegremente y Grannar tenía una mirada obstinada mientras se saludaban.

Fue entonces cuando la hija de Grannar, Diel, finalmente miró en dirección a Ai Fa. Sus ojos se abrieron de inmediato por la sorpresa. Ai Fa se levantó muy levemente de su silla, completamente preparada. Sin embargo, los labios de Diel permanecieron firmemente sellados y no dijo una palabra.

“Bueno, entonces, ¿empezamos nuestra cena? Adelante, saca la comida.” “Por supuesto…”

La sirvienta rubia salió de la habitación y, en poco tiempo, entraron una serie de platos. Todos ellos eran platos completamente desconocidos colocados sobre platos de alta calidad. Ai Fa miró en secreto los platos, preguntándose si Asuta los había preparado todos.

Se colocaron tres platos frente a cada una de las personas presentes. Sin embargo, todos se mantuvieron en una pequeña porción que ciertamente no se llenaría por sí solo.

“Ahora bien, come. Los chefs de la casa de Turan emplearon toda su destreza en la preparación de la cena de esta noche. Primero están los platos de aperitivo, sopa y fuwano”, se jactó Lefreya.

Aun así, ninguno de los platos interesó especialmente a Ai Fa. El pequeño plato más a la derecha tenía un montón de verduras con un olor muy agrio. El plato de sopa olía extrañamente dulce. Y el plato al lado tenía lo que parecían pequeños trozos redondos de poitan cubiertos con una salsa espesa que desprendía vapor.

“¡Oh, qué espléndido! Ciertamente me alegro de haberte traído, Aifaa.”

La sonrisa en el rostro de Polarth no fue un acto. Parecía genuinamente emocionado.

El hombre debe haber amado comer. Pero eso era fácil de decir por su figura bastante rotunda.

¿Asuta ha estado haciendo platos tan extraños aquí en la ciudad del castillo?

Al igual que todos los demás, Ai Fa comenzó a comer. Sin embargo, ella simplemente no estaba satisfecha.

Esas verduras hervidas rojas y verdes resultaron tener un sabor tan amargo como su olor. Era como si el vino de frutas que se había echado a perder se hubiera mezclado con ellos.

El plato de sopa era espeso y terriblemente grasoso. Aunque el olor era dulce, en realidad tenía un sabor picante. Debe haber sido hervido junto con una amplia variedad de hierbas. Y para las partes sólidas, había algún tipo de carne además de giba, chatchi, pula y otras verduras de las que ni siquiera sabía el nombre.

Dentro de las cosas redondas de aspecto poitan había finas tiras de carne y vegetales. No eran tan difíciles de tragar como los platos anteriores, pero tenían demasiada sal y aceite de tau. Y, por supuesto, también tenían el poderoso aroma de las hierbas.

No….

Estos platos no fueron preparados por Asuta. Incluso sin pruebas en las que basar su conclusión, Ai Fa confiaba en ese hecho. Era posible que Asuta hubiera preparado platos con ingredientes que no conocía para crear sabores desconocidos. Pero algo no se sentía bien. No podía sentir su presencia en absoluto en esta comida.

¿Fuimos engañados por ese chico Jeeda?

Era posible que Asuta no estuviera realmente en esta mansión. Por primera vez, se arrojó un poco de duda sobre la firme determinación de Ai Fa.

“Vaya, estos son todos deliciosos. Escuché que su jefe de cocina estaba en el castillo, pero todo aquí sigue siendo espléndido”, elogió Polarth, mientras los invitados de Jagar comían en silencio.

Con un resoplido triunfal, Lefreya declaró: “Numerosos chefs residen aquí en la mansión, por lo que la ausencia del jefe de cocina no es un problema importante. Y la verdadera emoción aún está por llegar”.

Los platos vacíos fueron retirados por páginas vestidas de amarillo, y luego se sacaron platos nuevos.

“Estos son el plato de verduras y los principales platos de carne”.

Una vez más había tres platos alineados frente a cada uno de ellos. El plato de verduras estaba cubierto con una salsa escarlata. Luego había carne todavía en el hueso que había sido hervida junto con hierbas. Finalmente, había un trozo de carne que parecía ligeramente dorado.

Ai Fa se adelantó y los probó en orden.

El plato de verduras era dulce, picante y amargo. Ese mismo sabor a vino de frutas que se había echado a perder se mezcló, luego estaba el picante de las hierbas y una extraña dulzura se mezclaba por todas partes. No era del todo malo, pero no podía acostumbrar su lengua de alguna manera. La razón detrás de esto podría haber sido que, al igual que con los platos anteriores, el sabor era simplemente demasiado fuerte.

La carne con hueso estaba increíblemente tierna y fácilmente era el plato de mejor sabor que había comido hasta ahora. ¿Procedía la carne de la pata de algún tipo de animal pequeño? En cualquier caso, estaba cubierto con un caldo verde, luego tenía hierbas rojas finamente picadas y espolvoreadas por encima.

Los pinchos de hierro… ¿o tal vez eran de plata? En cualquier caso, sacaron suavemente la carne del hueso en muy poco tiempo. Estaba tan tierno que parecía que sería difícil comerlo sin que se cayera, y cuando se lo echó a la boca, la ligera especia de las hierbas parecía combinar muy bien con el sabor de la carne.

Luego, estaba el último plato de carne… y eso era aún más delicioso. La capa dorada que lo rodeaba tenía un crujido muy agradable. Y debajo de eso había una carne tierna con mucha jugosidad, que tenía un leve aroma a myamuu cuando la masticaba.

Más allá del myamuu, también se debe haber usado aceite de tau. Después de todo, la cantidad justa de sal llenaba su boca junto con los jugos de la carne. Se sentía un poco demasiado grasoso, pero incluso eso se armonizó perfectamente con la acidez del jugo de cáscara rociado por encima.

Además de eso, se sirvió junto con una gran ración de tino, aria y similares frescos, en rodajas finas, que sabían bastante deliciosos al comerlos juntos. La carne y las verduras se ayudaron mutuamente a sobresalir.

Esas verduras también parecían tener un tipo diferente de salsa agria que la cáscara que se vertía sobre ellas, que se mezclaba con grasa de algo que no era una giba. Eso pareció complementar el sabor apagado de las verduras crudas, al mismo tiempo que agregaba un poco de color.

Es esto…

Este plato, sin duda, había sido preparado por Asuta. La forma en que se condimentó la carne con myamuu y aceite de tau, y el corte fino de las verduras crudas: fue como lo hizo Asuta. Sin embargo, la capa marrón de la carne era un misterio y tampoco era carne de giba. Este realmente era un plato completamente desconocido. Pero aun así, Ai Fa estaba segura de que lo había hecho Asuta.

Asuta realmente estaba aquí en esta mansión cocinando comida. Y mientras reprimía todas las emociones intensas que se agitaron en su pecho al darse cuenta, Ai Fa continuó comiendo su delicioso plato.

“Sí, prefiero este plato”, declaró repentinamente Diel después de haber permanecido en silencio durante tanto tiempo.

Mirando en su dirección, Ai Fa vio que la chica había clavado sus brochetas de plata en el plato de Asuta.

“La carne de la pierna de kimyuus aún con el hueso también estaba deliciosa, pero este plato frito es aún más sabroso”.

“Sí, estoy de acuerdo con mi hija”, intervino rígidamente el padre de Diel.

“¿Oh?” Polarth respondió mientras comía el mismo plato, inclinando la cabeza. “Ahora que lo mencionas, ¿por qué se prepararon dos platos solo para el plato de carne? ¿Quizás esto está destinado a ser una prueba de sabor para comparar?”

“Si, eso es correcto. Uno fue preparado por el jefe de cocina asistente, mientras que el otro fue hecho por un chef que recientemente contratamos a la mansión. ¿Cuál prefiere, Lord Polarth?”

“Veamos… Es cierto que la carne con hueso tiene un sabor maravilloso, pero debo decir que también prefiero por poco el plato frito”.

“¿Y nuestro invitado de Behett?”

Ai Fa le sonrió suavemente a Lefreya.

“También encuentro que este plato es más delicioso”.

“¡Así que todos han elegido la carne frita! ¡Bueno, estoy de acuerdo! En ese caso, ¿revelamos quién preparó qué plato?”

A la llamada de Lefreya, un paje bajó solemnemente la cabeza.

“La carne con hueso fue hecha por el jefe de cocina asistente, mientras que el plato frito fue preparado por el recién llegado”.

La cabeza de Lefreya se inclinó hacia arriba. “¡Lo sabía! ¡Así que el recién llegado ha ganado cinco noches seguidas! El jefe de cocina asistente, Timalo, tenía la habilidad suficiente para dirigir la cocina en Selva’s Spear,

¡así que estos son ciertamente resultados sorprendentes!”

“Sí, pero supongo que eso es lo que esperas de un chef extranjero. Estoy impresionado de cómo cada plato era algo nuevo y desconocido que nunca antes había probado”, intervino Diel, con una mirada inusualmente recatada en su rostro.

Ante eso, el cuerpo rechoncho de Polarth se inclinó hacia adelante. “¿Desde el extranjero…? ¿Estás diciendo que este chef vino de fuera del continente? Esta es la primera vez que escucho que alguien del extranjero viene a Genos”.

Por una fracción de segundo, parecía que Lefreya se estaba conteniendo para no chasquear la lengua, pero luego estalló en una sonrisa increíblemente altiva. “No deseaba ser tan abierto sobre el asunto, pero ese es el caso. Sin embargo, no sería bueno causar una conmoción innecesaria, así que les pido que se guarden este asunto para ustedes.”

“¡Oh, qué maravillosamente interesante! Si no le importa, ¿puedo saludar directamente a ese chef? Me gustaría entregarle unas monedas de cobre en persona como pago por preparar una comida tan deliciosa”.

“Oh, ¿monedas de cobre en lugar de plata?”

“Sí, ya que nuestra casa Daleim no es lo suficientemente rica como para pagar monedas de plata por la cena de una sola noche”.

“Ya veo… No me importa especialmente, pero te pido que mantengas tu palabra con respecto a lo que se discutió anteriormente”.

“¿Sobre no hablar de esto? Sí, por supuesto”, respondió Polarth con una sonrisa, volviéndose hacia Ai Fa.

Asuta sería invitado aquí, a este lugar.

Ai Fa podía sentir que su corazón latía cada vez más rápido en su pecho.

Mantén la calma, se advirtió a sí misma. A partir de ahora, era una batalla contra ella misma, y una que absolutamente tenía que ganar. No podía perder el control de sí misma.

Después de eso, cuando les sirvieron un plato dulce, Ai Fa ni siquiera registró a qué sabía.

Una vez que todos los presentes terminaron de comer, por fin llamaron a la puerta.

“¡He traído al chef del extranjero!”

Esa voz no procedía de un paje, sino de un soldado. Lentamente, las puertas se abrieron.

Y entonces, finalmente apareció…

Era Asuta. No había ni una pizca de duda de que era un miembro de su clan el que estaba allí. Llevaba un traje blanco desconocido, y sus mejillas se veían un poco más delgadas. Sin embargo, todavía había fuerza en sus ojos negros.

Asuta frunció los labios y miró a su alrededor con una mirada combativa, hasta que sus ojos se posaron en Ai Fa. Y luego, se abrieron de par en par en estado de shock. Parecía estupefacto, como si le costara creer lo que estaba viendo y dudara de su propia cordura… pero de repente sus ojos se llenaron de alegría. Brillaban intensamente, aunque el resto de su rostro permanecía inexpresivo.

“Finalmente, te encontré… Tenía tantas ganas de verte… No pensé en nada más durante estos días llenos de desesperación…” Los ojos de Asuta parecían decir. O tal vez esos eran simplemente los propios pensamientos de Ai Fa.

En cualquier caso, a ella no le importaba de ninguna manera. Después de todo, por fin se habían vuelto a encontrar. Y eso era todo lo que importaba. Los ojos de Ai Fa miraron a Asuta, y sus ojos la miraron a ella. Nada más era importante.

“Parece que no hay ningún error”, dijo Ai Fa casi sin pensar. “Ese hombre es un miembro de mi casa, Asuta del clan Fa. Habiendo aclarado ese hecho, le pido que me permita regresar con él.”

Él es mi miembro del clan, mi Asuta. Y no dejaré que nadie más lo tenga, pensó Ai Fa, volviéndose hacia Lefreya mientras negaba por completo el destino inaceptable al que se habían enfrentado.

 * * *

Asuta finalmente había regresado a Ai Fa.

A mitad del intercambio, Cyclaeus había aparecido, pero no intentó ofrecer ninguna resistencia inútil. De hecho, parecía realmente furioso por las acciones irreflexivas de su hija. Y parecía más que un poco nervioso acerca de cómo el Polarth de menor rango cuestionaba tan obstinadamente los crímenes de Lefreya. Cyclaeus afirmó que mañana ofrecería una disculpa personal a los principales jefes de los clanes del borde del bosque. Y en cuanto a los tres criminales, juró que serían juzgados según las leyes de Genos.

Parecía que todo lo que sucedió realmente cayó fuera de la trama de Cyclaeus. Después de todo, si la gente del borde del bosque hubiera tomado las armas, realmente podría haberse convertido en un incidente que no podría pasarse por alto.

Pero al menos por ahora, nada de eso importaba en lo más mínimo. Ai Fa había recuperado a Asuta.

“Um, mientras me estoy cambiando, ¿podríamos ser solo yo y el jefe de mi clan?” Asuta había preguntado, por lo que terminaron solos ellos dos en territorio enemigo.

Sin embargo, Ai Fa no podía permitirse perder la compostura todavía. En cualquier caso, sin embargo, Ai Fa se quedó mirando en silencio a Asuta en esa amplia habitación hecha de piedra gris.

“Ai Fa…” Parecía que Asuta todavía estaba estupefacto. Sin embargo, claramente había todo tipo de emociones girando en sus ojos negros.

Y mientras Ai Fa reprimía sus propias emociones poderosas antes de que estallaran, examinó a su miembro del clan por completo para asegurarse de que nada estaba fuera de lugar. Afortunadamente, estaba bien. Era un poco más delgado, ciertamente, pero nada más parecía diferente.

Mientras suspiraba en secreto, Ai Fa preguntó: “No estás herido en ninguna parte, ¿verdad?”

Asuta simplemente negó con la cabeza aturdido. “No. Como pueden ver, lo estoy haciendo muy bien”.

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“Correcto…”

Asuta parecía terriblemente impaciente, de alguna manera. Era como si no supiera cómo manejar las emociones que brotaban dentro de él. Y Ai Fa tampoco podía decir que lo sabía.

Asuta solo necesitaba darse prisa y cambiarse. Luego, podrían regresar al asentamiento en el borde del bosque… a la casa del Fa. Podían compartir la alegría que sintieron en su reunión segura entonces. De lo contrario, Ai Fa no podría contenerse por más tiempo.

Aun así, Asuta no se quedó en silencio y gritó: “Ai Fa, yo…”.

Solo escuchar la voz de Asuta fue suficiente para hacer que su compostura se sintiera como si se desmoronara. Y así, Ai Fa levantó la mano para detenerlo.

Quería decir: “Date prisa y cámbiate”. Sin embargo, las palabras quedaron atrapadas en su garganta y no pudo pronunciarlas.

De repente, su campo de visión comenzó a distorsionarse. A pesar de sus intenciones, había comenzado a llorar. Ai Fa terminaría perdiendo de vista a Asuta, y no podía soportar eso.

Quería sentirlo más cerca. Había llegado a su límite y ya no podía controlarse. Antes de que se diera cuenta, Ai Fa había llamado el nombre de Asuta y lo rodeó con sus brazos. El calor de Asuta fluyó hacia su cuerpo. Este calor… esto es lo que ella había querido.

“Asuta…” gritó Ai Fa.

Polarth y los soldados enemigos estaban esperando con una sola pared separándolos, pero cualquier aprensión por ese hecho se había desvanecido.

¿La gente siempre lloraba así cuando se sentía tan terriblemente aliviada?

Incluso ese pensamiento pronto desapareció de la mente de Ai Fa mientras sollozaba. Ella gimió y rompió a llorar como un niño. Cuando su padre cayó ante los colmillos de un giba, ella juró que nunca más se permitiría mostrar tal debilidad, pero ahora Ai Fa había sido arrastrada por un diluvio de emociones.

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Fue culpa de Asuta. Ella estaba toda sacudida por su cuenta. “Asuta… eres un tonto increíble…”

Asuta se disculpó una y otra vez, abrazando a Ai Fa con la misma firmeza.

El jefe del clan Fa sollozó, pensando que deberían fusionarse para que nunca más pudieran separarse.

Y así, la tragedia que había caído sobre Ai Fa y Asuta finalmente llegó a su fin en la quinta noche.

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