Isekai Ryouridou (NL)

Volumen 15: Desempeño del Grupo

Capitulo 5:  Bienvenido Al The Westerly Wind

 

 

Un extraño grupo de dos llegó a The Westerly Wind el siete del mes ceniciento.

“Bienvenidos. ¿Estás buscando hospedaje? ¿O solo una comida?” Yumi llamó desde el mostrador de recepción que sus padres le habían pedido que sirviera.

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Tal vez porque la tarde era un momento intermedio tan incómodo, actualmente solo había tres hombres bebiendo vino de frutas barato en el comedor en este momento. Y como para evitar las miradas de esos hombres, el par de recién llegados se apresuró rápidamente en su camino.

Llevaban las capuchas de sus capas bien echadas sobre sus cabezas, casi como los orientales. Pero no es posible que sean de Sym. Después de todo, Yumi podía ver ropa estilo Jagar en forma de chalecos bordados y pantalones cilíndricos estrechos debajo de esas capas, y uno de ellos era tan pequeño como un niño.

¿Eran un hombre y una mujer, o quizás un padre y un hijo? En cualquier caso, era sospechoso que alguien que no fuera del este escondiera sus rostros, y los atuendos que llevaban se veían demasiado bonitos para la ciudad postal. Mientras Yumi descansaba su barbilla sobre sus manos, vagamente pensó que estos clientes debían haber tenido alguna razón especial que los trajera aquí.

Bueno, no es que importe. Si pagan, siguen siendo clientes. Tendré que advertirles que no se metan con ninguno de los rufianes de por aquí.

La pareja se detuvo y se detuvo frente al mostrador de recepción.

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Y luego, el más pequeño hizo una declaración sorprendente. “¡Finalmente te encontramos! Mucho tiempo sin verte, Yumi.”

“¿Eh? ¿Cómo sabes mi nombre?”

Mientras Yumi miraba en estado de shock, la figura se quitó la capucha. La cabeza que apareció desde abajo tenía cabello castaño oscuro moteado y rasgos faciales finos.

“¡Oh, eres Diel! ¡¿Qué estás haciendo en un lugar como este?!”

“¿Incluso tienes que preguntar? Vine a verte”, respondió Diel con un puchero. A primera vista, parecía una expresión dura y juvenil, pero su

rostro tenía contornos tan delgados que era difícil imaginar que fuera sureña, por lo que incluso su ceño fruncido se veía lindo. Esta niña era hija de un rico comerciante de Jagar que había venido a Genos para hacer negocios.

Yumi también reconoció al joven que estaba detrás de ella. Ella creía que su nombre era Labis y actuaba como guardaespaldas de Diel.

“B-Bueno, deberías venir aquí. La gente podría verte si te quedas ahí.” Yumi salió de detrás del mostrador de recepción y condujo a la pareja a los asientos más apartados.

No era nada de lo que jactarse, pero The Westerly Wind tendía a tener muchos clientes rudos. Como sus tarifas eran bajas, eran frecuentados por rufianes sin trabajo, viajeros con pocos fondos y ladrones y bandidos que buscaban trabajar con esos otros grupos. Para gente así, ver a alguien tan bien vestido como estos dos parecería un par de kimyuus sentados. De hecho, esos tres clientes anteriores que bebían su bebida barata ya habían estado robando miradas en su camino una y otra vez.

“Fue bastante difícil encontrar tu posada, Yumi. Terminamos buscando por todos lados”, se quejó Diel mientras cruzaba los brazos y tomaba asiento.

Mirando a la chica sureña, Yumi respondió: “Lo siento. Pero llevamos administrando este lugar desde la época de mi abuelo, así que si quieres quejarte con alguien, tiene que ser él. Excepto que su alma fue devuelta al dios occidental hace tanto tiempo que ni siquiera vi su rostro.”

“No es como si me estuviera quejando… Pero si lo que dije fue hiriente, entonces me disculpo”.

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“No tienes nada por lo que disculparte. Pero, ¿qué haces deambulando por un lugar como este? Dudo en decirlo, pero este no es realmente el tipo de lugar donde la gente tan acomodada como ustedes dos debería estar pasando el rato.”

Estas eran las callejuelas de la ciudad postal. Todas las tiendas aquí eran peligrosas para los rufianes y los pobres, y una vez que caía la noche había prostitución y carterismo. Cuando las cosas iban especialmente mal, incluso se cortaba a la gente. Era el tipo de lugar donde ni siquiera un guardia pondría un pie por su cuenta.

Genos fue elogiada como una ciudad especialmente próspera incluso para el reino occidental, pero también tenía un lado oscuro, con sus barrios

bajos llenos de gente de mala muerte cuyas mentes estaban llenas de pensamientos malvados. Gracias a la prosperidad de Genos, también necesitaba un lugar para recoger a los vagabundos que esperaban beneficiarse de esa riqueza, o aquellos fracasados que simplemente no podían hacerlo. Tal como decía el dicho, cuanto más brillante es la luz, más oscuras son las sombras, y este lugar estaba bastante oscuro.

Aun así, Yumi no se avergonzaba de donde nació. Al igual que los nobles no nacieron en la riqueza gracias a sus propios logros, tampoco tenías que hacer nada malo para nacer en la pobreza.

Naturalmente, Yumi sintió que los ladrones y asesinos deberían ser debidamente juzgados por sus crímenes. Pero incluso gente así podría haber caído tan bajo después de enfrentar la agonía de tener que elegir entre morirse de hambre o convertirse en un criminal para poder sobrevivir. Puede que no haya excusado sus acciones, pero tampoco se atrevía a culparlos.

Por eso, sintió que le convenía ser hija de una posada que no hacía ni enemigos ni aliados de ese tipo de gente, sino que simplemente les ofrecía un lugar para pasar la noche o un recipiente de vino de frutas a cambio de sus monedas

“¿Entonces qué hay de nuevo?” “¿Eh? ¿Qué quieres decir?”

“Estoy preguntando por qué deambulaste por un lugar como este. Viniste desde la ciudad del castillo porque tienes algún tipo de negocio conmigo,

¿verdad?”

Cuando Yumi preguntó eso, Diel bajó la cabeza con desánimo.

Sin entender lo que estaba pasando en absoluto, Yumi colocó sus manos sobre la mesa y miró fijamente a la cara de la otra chica.

“Bueno, probablemente puedo adivinar. Tienes negocios con Asuta en lugar de conmigo, ¿verdad? Si él es el que quieres, debería estar trabajando en alguna otra posada ahora.”


“¡N-No, te equivocas! Vine aquí para hablar contigo, Yumi.” “¿En serio? Entonces sigue adelante y habla ya.”

“Cierto…” Respondió Diel, manteniendo la mirada hacia abajo durante un rato hasta que finalmente se decidió y miró fijamente a Yumi a la cara. “B- Bueno, ¿Asuta está bien?”

“¿Eh? Quiero decir, sí, lo está. Pudo volver al trabajo con los puestos y todo. Si vino desde la carretera del norte, debe haber visto cuántos clientes estaban zumbando, ¿verdad?”

“Lo hice, pero aun así… ¿Tú tampoco has visto mucho a Asuta?”

“No lo he hecho, ya que se tomó más de medio mes libre. Cuando pasó ayer, seguro que se sintió como si hubiera pasado un tiempo”.

“Ya veo…”

Diel parecía angustiada cuando ella frunció el ceño y se mordió el labio. Una expresión tan melancólica realmente no encajaba con la enérgica chica.

“¿Qué pasa? ¿Pasó algo con Asuta?”

“Sí… Estoy seguro de que Asuta debe estar enojado conmigo, pero solo quería preguntarte cómo estaba actuando, Yumi…”

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“¿Enojado? ¿Por qué estaría enojado? No puedo imaginarlo.”

“Por supuesto que puede. Cuando Asuta fue secuestrado por Lefreya, no pude ayudarlo en absoluto”.

Eso ya fue un mes en el pasado en este punto. Después de eso, esos malvados nobles fueron derribados, y las cosas volvieron a ser agradables y pacíficas.

Mientras Yumi se rascaba la cabeza, siguió adelante y respondió: “Lefreya es esa chica que se convirtió en la cabeza de la casa de Turan, ¿verdad? Escuché que te encontraste con Asuta en su mansión, pero ¿pasó algo entre ustedes?”

“El hecho de que no pasó nada es el problema. Asuta estaba en tantos problemas, pero no hice nada por él… Nunca me di cuenta de que ese viejo Cyclaeus era un criminal tan malvado”.

“Quiero decir, yo tampoco sabía nada de eso”.

“Si hubiera encontrado alguna manera de escabullirme de la ciudad del castillo para que la gente del borde del bosque supiera dónde estaba Asuta, podría haber sido rescatado antes. Pero yo…”

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“Hmm…”, reflexionó Yumi. “Entiendo que te sientas responsable, pero no es que Asuta esté enojado contigo ni nada. Incluso dijo que quería comprar una nueva herramienta de cocina en tu casa.”

“¿Él dijo eso?”

“Sí. Y le preocupaba que el hecho de que el conde se encontrara como un criminal también podría haber hecho un verdadero lío en los negocios de su viejo.”

“Eso es porque Asuta es demasiado amable…”, dijo Diel, su expresión se volvió aún más sombría cuando volvió a bajar la cabeza. Mientras tanto, su asistente se quedó sentada en silencio todo el tiempo, luciendo disgustada.

“Oye, ¿no sería más rápido preguntarle directamente a Asuta? Creo que ahora debería estar trabajando en The Great Southern Tree o The Sledgehammer”.

“No, simplemente no tengo en mí para enfrentarlo”.

Mientras Yumi pensaba en lo inútil que era esto, se encogió de hombros. La gente de Jagar tendía a ser muy emocional, y abiertamente, pero eso parecía estar jugando en contra de Diel en este momento. Parecía tener una mente unidireccional y era propensa a dejarse llevar por sus propios sentimientos.

Realmente necesitas un poco más de astucia para salir adelante.

Aun así, a Yumi le gustaba bastante Diel. Tal vez fue porque Diel creció tratando con nobles, pero podía ser tanto descarada como ignorante sobre la forma en que vivían los pequeños… y, sin embargo, tenía un encanto en ella que superaba todo eso. Dado que Yumi tendía a ser especialmente franca para ser occidental, vio el hecho de que esta chica mostraba sus sentimientos como algo positivo en lugar de negativo.

“Por cierto, ¿dónde vives ahora que te mudaste del lugar de ese conde? Asuta preguntó, pero dijo que aún no había aprendido nada definitivo”.

“Actualmente nos estamos quedando en una mansión cerca del castillo… Y alguien de la casa del Duque Genos está renegociando nuestros acuerdos comerciales”.

“¿La casa del D-Duque Genos? ¿Entonces has llegado al punto en el que estás haciendo negocios con el señor de la tierra directamente?”

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“Sí, desde que aceptó los tratos que teníamos con ese viejo”.

Realmente fue increíble. Yumi solo había visto nobles desde la distancia. Después de todo, era imposible imaginar que alguien de ese grupo arrogante se dejara ver en la ciudad postal. Eso incluso se aplicaba a la casa Saturas que gobernaba la ciudad postal. El mismo señor de Genos era como una presencia lejana que vivía arriba en los cielos.

Y esta chica se está quedando en una mansión perteneciente a la casa del duque, mientras que Asuta ha llegado a donde puede servir su comida a los nobles.

En la actualidad, el nombre de Asuta se había extendido por todo Genos. Corría la historia de que sirvió cocina giba al duque Genos, y que ganó suficiente aprobación para ser visto como nada menos que cocina de la ciudad del castillo. Como resultado, aparentemente el negocio en los puestos y posadas había estado en auge desde que reabrió ayer. Con los puestos en particular, tuvieron tanto trabajo que terminaron llamando a los guardias.

Aun así, ayer Asuta estaba igual que siempre, todo entusiasmado pensando en cómo necesitaba cumplir con las expectativas de sus clientes. Para un extranjero como Asuta, los nobles, la gente de la ciudad postal e incluso la gente del borde del bosque deben haber sido nada más que seres humanos.

E incluso como alguien nacido y criado en la ciudad postal, no era como si Yumi no pudiera entender cómo se sentía. No le gustaban esos nobles engreídos, pero sentía lo mismo por los bandidos y los de su calaña. En cualquier caso, nadie pudo evitar cómo nacieron.

No importa cuán pobre sea alguien, todavía hay personas buenas y malas por ahí. Y eso fue para los nobles también. Incluso era cierto para la gente del borde del bosque, a quienes se les llamaba bárbaros viciosos. Esas opiniones solo se habían vuelto más fuertes en Yumi a medida que fortalecía sus lazos con ese último grupo en particular.

“De todos modos…” Yumi comenzó a decir, solo para que la puerta trasera se abriera de repente. Un momento después, su madre apareció por ella con un gran bulto de tela.

“Oh, Dios mío, ¿hice esperar a nuestros clientes? Mis disculpas. Por favor, adelante y pide lo que quieras.”

“A-Ah, bienvenido de nuevo. ¿Qué está tramando papá?”

“Tu padre está atrás manejando la leña. Entonces, ¿tu orden?” La madre de Yumi repitió con una sonrisa mientras sentaba su gran carga detrás del mostrador de recepción.

Con un vago asentimiento, Yumi susurró rápidamente al oído de Diel. “Lo siento, pero ¿podría pedirle que ordene algo? Me regañarán sí parece que estoy trayendo personas que ni siquiera son clientes a la posada”.

“Ah, mis disculpas. Nos iremos, entonces. Lo siento por interrumpir tu trabajo.”

“Oye, si te vas ahora, todavía me regañarán por eso”, replicó Yumi, ideando un plan. “Nuestra comida no es nada especial, solo toma algo para comer mientras hablamos. Incluso podrías conseguir un poco de vino de frutas o lo que sea.

“Si regresamos después de beber vino de frutas, entonces mi papá se enojará mucho con Labis”, murmuró Diel, lo que provocó que el joven que la custodiaba estallara en una mirada aún más disgustada.

“Si me ordenas que lo haga, entonces debo obedecer”.

“No te ordenaré que hagas algo así. De todos modos, en ese caso,

¿podríamos conseguir algún tipo de refrigerio ligero? Solo lo suficiente para uno estaría bien.”

“Bien, gracias. Mamá, ¿podríamos pedir una sola orden de kimyuus a la parrilla en grasa de leche aquí?”

“¡Entendido!” La madre de Yumi respondió mientras se arremangaba y desaparecía en la cocina.

Mientras la observaba irse, Diel inclinó la cabeza de una manera que parecía una especie de animal pequeño.

“Ahora que lo pienso, he estado oliendo mucha grasa de leche últimamente, incluso en los puestos junto a la carretera. ¿Se ha vuelto popular en la ciudad postal?”

“En realidad, diría que es solo el hecho de que puedes obtenerlo en la ciudad postal, ahora que comenzó a estar disponible durante el último medio mes más o menos. Antes de eso, ni siquiera sabía que existía”, explicó Yumi encogiéndose de hombros. “Aparentemente, Asuta también estaba detrás de eso. Gracias a nuestras conexiones con él, pudimos comenzar a manejar la grasa láctea y el poitan muy pronto”.

“¿Poitan? ¿Puedes usar eso para cocinar? Diel preguntó, solo para taparse la boca apresuradamente. “¡L-Lo siento! No estaba tratando de burlarme de la ciudad postal ni nada…”

“No tienes nada por lo que disculparte. Incluso aquí en la ciudad postal, no hace mucho tiempo que nadie comía poitan. Solo se vendió a la gente del borde del bosque y a los viajeros”, respondió Yumi, y de repente pensó en algo. “Por cierto, viniste hasta Genos desde Jagar, ¿no? Así que debes haber comido poitan en el camino, ¿verdad?”

“Sí, por supuesto. También es posible llevar harina de fuwano, pero puede arruinarse por la humedad o tener insectos. Es por eso que poitan siempre se usa para viajar. Si lo hierves con aceite de tau y azúcar, al menos no es totalmente incomible”.

“Ooh, el aceite de tau y el azúcar son bastante difíciles de conseguir en el oeste. O creo que debería decir, en la ciudad postal de Genos…”

Diel se sentó allí en silencio, sin ofrecer ninguna respuesta.

Yumi se rio entre dientes. “Oye, no tienes que sentirte tan incómodo por cada pequeña cosa. No es tu culpa que tengas dinero, ¿verdad?” dijo, acariciando el pelo corto de Diel.

“Déjalo”, refunfuñó Diel, sacudiendo la cabeza.

Mientras tanto, el aroma de la grasa de la leche cocinada salió de la cocina. Y en poco tiempo, los borrachos comenzaron a armar un escándalo desde su mesa, “¡Oye, ese olor seguro que me está dando hambre!”

“Ese es el olor de la grasa de la leche. Debe ser agradable tener dinero para gastar.”

Yumi se volvió hacia ellos y también les lanzó una sonrisa.

“Si también quieres comer comida deliciosa, entonces necesitas salir y trabajar. No vas a ganar monedas bebiendo vino a la mitad del día, ¿verdad?”

“Oh, cállate. No recibo órdenes de una chica en una posada.”

“Si tuviéramos algún ingreso, no estaríamos pasando el rato en un agujero sucio en la pared como este”.

“Oh, ¿es eso lo que realmente piensas? En ese caso, deberías trabajar duro para que al menos puedas permitirte comer en un lugar barato como este”.

“Eso es seguro”, se rio un hombre mientras tomaba un trago de su vino de frutas.

Cuando Diel la miró a la cara con desconcierto, Yumi le preguntó: “¿Qué es?”

“Nada, solo estaba pensando que es una sorpresa que no se convierta en una pelea cuando discutes con clientes así…”

“La ciudad postal tiene su propia forma de hacer las cosas, al igual que cada tienda individual. Si tratas de sonreír y soportarlo, solo provocarás más problemas por aquí.”

Mientras tenían ese intercambio, la madre de Yumi asomó la cabeza fuera de la cocina. “Todo está hecho, así que ven a llevarlo”.

“En ello.”

Cuando Yumi entró en la cocina, su madre se acercó y susurró: “Oye,

¿quiénes son esos dos? Están vestidos casi como nobles, ¿no?”

“No son nobles. Ella es solo la hija de un comerciante que hace negocios en la ciudad del castillo.”

“Eso es prácticamente lo mismo. No deberías involucrarte demasiado con gente inescrutable como esa, ¿sabes?”

“Sí, sí”, respondió Yumi mientras tomaba el plato de su preocupada madre y regresaba a la mesa. “Perdón por la espera. Aquí está su kimyuus a la parrilla en grasa de leche. Serán tres monedas rojas.”

“Bien, gracias”, respondió Diel mientras Labis le tendía una moneda.

Como él le había dado una moneda blanca, Yumi tuvo que dirigirse de nuevo a la recepción para hacer el cambio.

“Ahora bien, come antes de que se enfríe. Sin embargo, no es que sepa si será de tu agrado.”

Era el segundo plato más caro actualmente en el menú de The Westerly Wind, después del karon asado en grasa de leche.

El plato se preparó tomando carne de pechuga de kimyuu en escabeche con sal y asándola a la parrilla en grasa de leche junto con tallos de myamuu y finas tiras de aria. Al principio, a Yumi le preocupaba cómo resultaría, mezclando dos ingredientes con aromas poderosos como la grasa de la leche y el myamuu, pero cuando lo probó, resultó ser sorprendentemente bueno. Y además, de todos modos tendía a ser más aficionada a los kimyuus que a la dura pierna de karon.

El poitan horneado redondo al lado también usó leche karon en su masa. El mensajero de la casa de Saturas había dado instrucciones sobre la mejor manera de utilizar la leche sobrante después de extraer la grasa, ya sea añadiéndola a una masa de poitan o usándola en un plato de sopa.

El flujo de leche de karon y harina de poitan hacia la ciudad postal se debió a las casas de Saturas y Daleim, y aparentemente fue el resultado de algún enfrentamiento con la casa de Turan. Pero independientemente de tales maquinaciones ocultas, esos ingredientes habían provocado un cambio completo en la cocina que se ofrecía en la ciudad postal.





Cualquiera con el dinero de sobra buscó y disfrutó platos con grasa de leche. Dado que todavía no era posible obtener carne del torso de karon grasosa o kimyuus con la piel aún puesta, la adición de grasa láctea realmente tuvo un gran impacto en la cocina de la ciudad postal.

Asuta dijo que es posible que incluso más ingredientes comiencen a fluir hacia la ciudad postal, entonces, ¿qué sucederá entonces? Yumi reflexionó mientras observaba a Diel llevar tímidamente la comida a su boca.

“¿Bien? No se preocupe por halagarnos, solo siga adelante y dé su impresión honesta”.

“Hmm… El olor es agradable, pero parece faltar de alguna manera con solo la sal para darle sabor. Creo que simplemente agregar un poco de aceite de tau lo haría mucho más sabroso…”

“¡A ustedes, amigos de Jagar, les encanta su aceite de tau! Bueno, no es que no sepa lo sabroso que puede ser yo mismo…”

Por orden de su padre, Yumi había probado numerosos platos del Gran Árbol del Sur para confirmar la habilidad de Asuta. Había probado estofado de carne giba en cubos, estofado de carne y chatchi, y algún tipo de plato de sopa, todos los cuales usaban aceite de tau. No hace falta decir que Asuta era muy hábil y que la carne de giba era deliciosa, pero el sabor del aceite de tau definitivamente también influyó.

“Prueba tú también, Labis. Estás bien siempre y cuando no sea carne de giba, ¿verdad?”

“No, por favor no se detenga en mi cuenta”.

“¡¿Eh?! Si me lo como todo, mi estómago se llenará y no podré cenar. ¿No sería eso grosero con la gente de la mansión?”

Después de esa queja de Diel, Labis de mala gana tomó una cuchara. Recogió un poco de poitan, carne de kimyuus y aria, luego lo mordió con sus dientes de aspecto robusto.

“¿Bien? ¿Hay alguna posibilidad de que pueda escuchar tu impresión también?”

“No está nada mal… Sin embargo, le falta un poco de sabor solo con la sal, y este poitan parece seco y difícil de tragar”.

“Ah, ¿deberíamos haber agregado gigo al poitan después de todo? Eso debería hacerlos iguales a los que Asuta usa en sus puestos.”

Haría que los costos de los ingredientes fueran un poco más caros, pero ese realmente podría haber sido el camino a seguir. Aunque ya estaban calculando el precio de agregar nuevos ingredientes en forma de leche de karon y harina de poitan.

Era posible obtener poitan por más barato que fuwano, pero por otro lado, solo se podía obtener un poco de grasa láctea de la leche. Y aparentemente, a los padres de Yumi les preocupaba cómo aumentar la calidad de su cocina sin reducir también sus ganancias.

Aun así, Yumi pensó que esas preocupaciones solo durarían unos días más.

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“La verdad es que hay un plan para comenzar a ofrecer cocina giba aquí también”.

“¿Eh?” Diel exclamó en estado de shock, girando hacia Yumi.

“El tema ya se había planteado hace más de un mes. Pero gracias a esos nobles, terminó siendo retrasado un montón. Aun así, Asuta primero necesita atravesar la dura cabeza de mi viejo, pero me imagino que no hay necesidad de preocuparse por eso, con sus habilidades”.

“Ya veo… me alegro de escucharlo”.

Con una expresión bastante solitaria, Diel suspiró.

Pensando que eso era realmente inadecuado para ella, Yumi una vez más agitó el cabello de la chica.

“Quiero ver a Asuta esforzándose más que nunca, con nosotros como su socio comercial. Y ha estado diciendo que quiere comprar una herramienta de cocina, así que ¿no puedes ir a averiguar qué es lo que busca?”

“P-Pero también venden herramientas de cocina en la ciudad postal, ¿no?”

“Sí, pero solo cosas baratas. Cuando te compró ese cuchillo para cortar carne, parecía muy satisfecho, ¿no?”

“Quiero decir, me alegraría si pudiera venderle algo a Asuta también, pero aun así…”, respondió Diel, con los ojos caídos con indiferencia mientras se arreglaba el cabello despeinado con ambas manos.

Y luego, Yumi de repente acercó su rostro. “Sabes, eres linda cuando actúas débil e indefensa, pero se volverá desagradable si lo llevas demasiado lejos”.

“N-No soy linda ni nada, para empezar”.

Isekai Ryouridou Volumen 15 Capitulo 5 Novela Ligera

“Escucha, solo ve a Asuta directamente y habla con él. Definitivamente te arrepentirás si tienes que regresar a Jagar con cosas como esta, ¿verdad?”

Diel frunció los labios mientras miraba fijamente a Yumi. Los ojos de la niña brillaban con un hermoso verde como el jade genuino.

“Está bien… Intentaré hablar con Asuta”.

“Ah, ¿entonces finalmente reuniste el coraje?”

“Sí. No quería ver a Asuta porque tenía miedo de que me mirara con frialdad… pero esa es una razón más por la que necesito disculparme con él adecuadamente en lugar de huir”.

Ante eso, Diel estalló en la primera sonrisa que había brillado desde que entró a la tienda. Era como si el sol finalmente hubiera atravesado un cielo nublado. Yumi realmente adoraba esa sonrisa suya.

“Finalmente me he decidido. Gracias, Yumi.”

“No hay problema. Realmente no fue tan importante para empezar,

¿verdad?” Yumi respondió con una risa incómoda.

“Sí”, Diel asintió con entusiasmo en respuesta. “Está bien, probablemente pase de nuevo dentro de tres días. Y me aseguraré de pasar por los puestos entonces, ¿podrías avisarle a Asuta?”

“¿Eh? ¿Por qué no arreglar las cosas hoy?”

“S-Simplemente no pude hacerlo hoy. ¡Pero pondré mis sentimientos en orden para entonces!”

“¿Mmm?” Yumi sonrió.

Fue entonces cuando un grupo pasó por la puerta principal. “Um, ¿es esto The Westerly Wind?”

Diel se volvió y miró en estado de shock.

Había tres personas de pie allí. Uno era un hombre alto y rubio, otro era un niño con cabello rubio y el tercero era un niño con cabello negro. Fuera de ese grupo, el chico de cabello negro parecía tan sorprendido como Diel.

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“¡¿Diel?! ¿Qué haces en un lugar como este?”

“Ella vino aquí para verte, por supuesto, Asuta. Le pedí que probara algo de nuestra cocina hasta que terminaras con el trabajo”, respondió Yumi con una sonrisa.

Con sus delgados hombros temblando, el rostro de Diel se puso rojo brillante mientras gritaba: “¡Me engañaste!”

“No estaba particularmente tratando de engañarte ni nada. Pero Asuta tiene que lidiar con mi papá después de esto, así que adelante y arregla las cosas primero”, dijo Yumi, acariciando la cabeza de la chica sureña enojada. Mientras lo hacía, le sonrió a Asuta y dijo: “Bienvenido a The Westerly Wind, Asuta”.

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