Isekai Ryouridou (NL)

Volumen 15

Capitulo 3: El Banquete Rutim

Parte 3

Después de terminar el trabajo en la ciudad postal, nuestra primera tarea cuando regresamos al asentamiento de Ruu fue encargarnos del trabajo de preparación para el trabajo de mañana. Después de atravesar eso a toda velocidad en unos treinta minutos, nos dirigimos al asentamiento de Rutim.

Me acompañaban los miembros del clan Rutim Tsuvai y Ama Min Rutim, Reina y Sheera Ruu del clan Ruu, y finalmente Toor Deen y Lem Dom, haciendo un total de seis mujeres. Yun Sudra tenía tantas ganas de acompañarnos que parecía que se echaría a llorar, pero Li Sudra dijo: “Tenemos trabajo que hacer en casa”, con una sonrisa, y regresaron a su propia casa.

“Lo siento, parece que al final tuve que pedirles ayuda a todos”, grité mientras conducía el carro.

“Es lo que queríamos hacer”, respondió Reina Ruu con una sonrisa. Parecía que se había recuperado por completo del daño emocional causado por Leeheim hace unos días.

Agregar a las mujeres Rutim a este grupo lo convertiría en una alineación aún más impresionante. En cuanto al tiempo de cocción, teníamos aproximadamente tres horas. Tenía la intención de usar ese tiempo al máximo para preparar algo que le diera alegría a Dan Rutim.

“Bienvenido, Asuta del clan Fa”, me saludó el anciano Raa Rutim cuando llegamos al asentamiento de Rutim.

Había un poco de cabello blanco en su cabeza calva, su constitución era delgada y alta, y tenía ojos penetrantes como un halcón. Aparte de su altura y calvicie, este ex jefe de la casa principal de Rutim realmente no se parecía en nada a su hijo.

“Los hombres todavía están en el bosque, pero las mujeres te están esperando en la cocina. Tengo dificultades con el hecho de que le estamos dejando la estufa al clan Fa cuando no tenemos lazos de sangre contigo, pero como es la decisión del jefe del clan, no me corresponde a mí interponerme”.

“Ah, los Rutim son preciosos amigos de nuestro clan, así que me alegra asumir la tarea”.

“Sí, no tengo intención de oponerme a que el jefe del clan declare amistad entre nuestros clanes”, asintió Raa Rutim, con una mirada severa en su rostro todo el tiempo. “En cualquier caso, tienes nuestro agradecimiento. Ama Min, Tsuvai, muestren a Asuta la cocina”.

“Comprendido.”

Y mientras llevaba a Gilulu por las riendas, nos dirigimos a la cocina. Raa Rutim se quedó atrás, aparentemente dando a un grupo de niños pequeños algún tipo de entrenamiento en el manejo de la espada.

“Después de que se retiró de la caza hace cinco años, entrenar a los niños se ha convertido en el trabajo principal de nuestro padre Raa”, me dijo Ama Min Rutim con una expresión amable.

“Ya veo. Eso es maravilloso, ¿no?”

“Sí. Solo han pasado unos meses desde que me casé con Rutim, pero amo y respeto a todos aquí tanto como a mi familia en el clan Min”.

“Ah, Asuta, y todos los demás también. Bienvenidos al asentamiento de Rutim”, saludó Morun Rutim con una sonrisa radiante cuando entramos en la cocina. “Cortamos la carne tal como nos indicaste, y el poitan está todo horneado. Y también hemos reunido las verduras y los condimentos necesarios aquí.”

“Gracias. En ese caso, ¿podría hacer que ustedes dos manejaran las estufas de la sucursal como estaba planeado, Reina y Sheera Ruu?”

Estábamos preparando comida para casi cincuenta personas, por lo que habíamos planeado dividirnos en grupos desde el principio.

Había trece mujeres Rutim en total, y dividí las cosas para que a Reina y Sheera Ruu se les asignaran cinco a cada una, mientras que a mí me dieron las otras tres junto con Toor Deen y Lem Dom. El grupo de Reina Ruu ayudaría a Ama Min Rutim con el plato de sopa, Sheera Ruu ayudaría a Morun Rutim con el salteado de carne y verduras, y Toor Deen y yo nos encargaríamos de los platos especiales para la noche. Estaba secretamente orgulloso de lo perfectamente que lo tenía todo diseñado.

“Ha pasado algún tiempo, Asuta”, me dijo una de las mujeres de mi grupo, dando un paso adelante con gracia.

“Sí, lo ha hecho”, le devolví la sonrisa.

Era la madre de Tsuvai, Oura. No la había visto desde el interrogatorio en la ciudad del castillo, por lo que habían pasado más de dos meses desde la última vez que nos vimos.

Luego se giró para mirar a otra persona. “Tú también, Lem Dom. Creo que ha pasado casi un año desde la última vez que te vi.”

“Ah, eras la esposa del jefe del clan Suun, ¿no? Lo siento, pero no recuerdo tu nombre.”

“Mi nombre es Oura. Ya escuché lo que sientes por nosotros de parte de Tsuvai, pero espero que aún podamos llevar a cabo nuestro trabajo juntos”.

“Sí, de acuerdo”, respondió Lem Dom secamente, encogiéndose de hombros.

Tsuvai miró a su alrededor como si quisiera decir algo, pero como estaba en el grupo de Sheera Ruu, no pudo quedarse aquí. Aunque ella y Oura vivían en el asentamiento de Rutim, sus lazos familiares se habían roto.

En algún momento, Dan Rutim me susurró que Tsuvai estaba sufriendo bastante en secreto porque tenía prohibido llamar a Oura su madre por más tiempo. Y también había dicho que si algún día ella podía superar esa tristeza y comenzar a considerar que los Rutim eran tan valiosos para ella como su familia anterior, finalmente se le daría el nombre de Rutim.

“Ahora que lo pienso, todavía no he visto a Dan Rutim. ¿Está corriendo por algún lugar en sus totos otra vez?”

“Así es. Dijo que, dado que seguiría mordiendo si estaba dando vueltas por el asentamiento, se mantendría alejado hasta el atardecer”, respondió Oura con una sonrisa relajada.

Aunque era una mujer muy delicada y gentil, parecía la menos afectada por la caída de Suun de todos sus miembros anteriores, excepto Yamiru Lea. Entonces supuse que tenía el mismo tipo de fuerza tranquila que también percibí en Ama Min Rutim y Li Sudra.

Además, ella es la hija de Tei Suun.

Tei Suun había sido el último gran criminal de su clan. Cuando trató de hacerme daño, Raielfam Sudra lo derribó. Eso normalmente habría sido imposible de soportar para los ex miembros del clan Suun, incluso si fuera lo que él deseaba… De hecho, eso podría haberlo hecho aún peor. Y, sin embargo, Oura se había sacudido todo eso y ahora me sonreía así.

Con ese pensamiento firmemente en mente, le dije a Oura: “Espero trabajar contigo”, con una reverencia. “Bueno, entonces, vamos a cocinar. Primero está el curry giba”.

Gracias a la impresión positiva de Dan Rutim el primer día que lo preparé, decidí hacer de este un plato especial para esta noche a pesar de que

todavía era un trabajo en progreso. Aunque solo sería una porción pequeña por persona, asistieron suficientes personas que tuvimos que llenar una olla con una gran cantidad del plato.

“Qué asombroso… Pensar que necesitarías tanta comida para celebrar el cumpleaños del líder del clan. Tal cosa sería inimaginable en el clan Deen”, reflexionó Toor Deen mientras cortaba la carne de costilla preparada anteriormente por Morun Rutim y las otras mujeres Rutim en el tamaño apropiado.

Cuando instruí a Lem Dom sobre cómo cortar el chatchi y el nenon, respondí: “Correcto. Solo hay veintisiete miembros de este clan, ¿no es así? En realidad, ¿eso es incluso más que el Zaza?”

“Sí. Solo hay veinte personas en el clan Zaza, creo. Pero el asentamiento norteño de Zaza, Dom y Jeen están todos unidos”.

“La totalidad del asentamiento del norte en conjunto debería sumar más de cuarenta. Y también hay mucha gente joven, por lo que no nos quedaremos cortos en términos de cazadores”. Lem Dom se unió con una sonrisa cínica. “Ahora que lo pienso, hay bastantes personas mayores en Ruu y Rutim, ¿no? ¿Te has fijado en eso, Toor Deen?”

“Bueno, realmente no sé mucho sobre esas cosas en general, pero ese hombre de antes era probablemente el más viejo que he visto”.

“Esa es una prueba de la fuerza de sus clanes subordinados. Fue una verdadera sorpresa saber que el jefe del clan Ruu de dos generaciones atrás todavía estaba vivo”.

“¿El jefe del clan de hace dos generaciones? Pero el actual es el jefe líder del clan Donda Ruu, ¿verdad…? ¿No tiene más o menos la misma edad que Gulaf Zaza?”

“Sí, entonces el jefe del clan de hace dos generaciones tiene más de ochenta años. Pero bueno, ella es más una mujer que un hombre.”

“Ochenta… Nunca he visto a nadie tan viejo, ni siquiera a una mujer”, respondió Toor Deen, con los ojos muy abiertos por la sorpresa.

A pesar de la mirada feroz de Lem Dom, Toor Deen se había abierto por completo a ella. La niña mayor también tenía un lado sorprendentemente amigable, y ambas cayeron bajo el Zaza y compartían lazos de sangre, por lo que tal vez ambos lados se sintieron cómodos abriéndose el corazón el uno al otro.

“Lem Dom, ¿no has conocido a Jiba Ruu?” Yo pregunté.

“Por supuesto que la he visto. Me estoy quedando en el asentamiento de Ruu, ¿realmente crees que podría haber evitado presentarme al anciano? Aun así, ¿Jiba Ruu tiene más de ochenta años?”

“Sí. Por lo que recuerdo, creo que tiene ochenta y cinco años.”

“¡Ochenta y cinco! Eso es ciertamente un shock”, comentó Lem Dom, con una sonrisa mientras vertía el chatchi recién cortado en una olla. “Alguien que ha vivido tanto tiempo no puede hacer ningún trabajo y es solo un desperdicio de comida… Al menos, eso es lo que probablemente piensan muchos de los hombres más rudos del norte”.

“Hmph. Espero que no pienses de esa manera también”.

“No. Quiero decir, la gente debería vivir vidas largas y agradables,

¿verdad? Teniendo en cuenta que tuvo que convertirse en jefe de clan a la edad de solo quince años, estoy seguro de que Deek siente lo mismo”.

Ahora que lo mencionó, la casa Dom principal a la que pertenecía solo tenía dos miembros. Teniendo en cuenta que ahora solo tenía quince años, Lem Dom obviamente perdió a sus padres demasiado pronto.

“Eso es cierto”, estuve de acuerdo, “perdí a mi madre cuando era pequeña, así que definitivamente entiendo ese sentimiento. Por cierto, ¿cuántos años tiene el jefe de tu clan, Deek Dom, ahora de todos modos?”

“Tiene la misma edad que tú”.

“¿Eh?” Rápidamente miré a mí alrededor, preguntándome a quién se refería ese “tú”. Pero todas las mujeres Rutim estaban trabajando diligentemente, por lo que nadie más parecía estar participando en la conversación.

“¿Qué estás buscando? Dijiste que tenías diecisiete años, ¿verdad, Asuta?”

“¿D-Diecisiete?”

Mis manos se detuvieron sin pensar. Y a su vez, Lem Dom comenzó a hacerme pucheros.

“Pareces tan sorprendido como Ludo Ruu. ¿La cabeza de mi clan realmente se ve tan vieja?”

“No, pero, bueno… Sería grosero decir algo más, así que dejémoslo”.

“Esas palabras por sí solas ya son bastante groseras, ya sabes. Serán un bonito recuerdo para llevar a Deek.”

“¡Gah, ni siquiera bromees sobre eso! Si lo hago enojar conmigo, entonces ni siquiera sabré cómo comportarme con él”.

Lem Dom soltó una risa divertida. Y la sonrisa resultante fue bastante linda, especialmente teniendo en cuenta que, para empezar, tenía una cara agradable.

“Es cierto que el jefe de mi clan es similar en fuerza a Gulaf Zaza a pesar de su corta edad. En los concursos de fuerza que se llevan a cabo durante los festivales de la caza, el último en pie siempre es Deek o Gulaf Zaza, después de todo… Estoy muy orgulloso de mi hermano.”

“Sí, Deek Dom suena como un cazador realmente fantástico”.

“Es por eso que no puedo evitar admirar a Ai Fa, quien posee una fuerza similar. Ella es todo a lo que aspiro”, declaró Lem Dom, entrecerrando los ojos con éxtasis.

Si Ai Fa estuviera aquí, estoy seguro de que habríamos tenido otra conmoción en nuestras manos, pero personalmente encontré incluso esa expresión de Lem Dom bastante agradable. Aunque tendía a ser un poco pesada con el contacto físico, nunca podría odiar a alguien que fuera tan abierto al elogiar a la cabeza de mi clan.

Mientras teníamos ese intercambio, una montaña de carne y verduras en rodajas se había amontonado encima de la estación de trabajo. “Está bien, me imagino que eso debería encargarse de la carne y las verduras. Toor Deen, ¿puedo pedirte que empieces a hervirlo todo?”

“Por supuesto.”

Mientras ella se encargaba de eso, me puse a hacer el roux. Ya me había ocupado de mezclar y tostar en seco las hierbas en casa, así que todo lo que necesitaba agregar era grasa de leche, aria y fuwano. Sintiendo lástima por las narices de todos, le pedí a Lem Dom que me ayudara a mover toda la olla a la estufa al aire libre. Y fue entonces cuando vi a un grupo de cazadores de Rutim acercándose con varios giba muertos.

“Ah, Asuta. Muchas gracias por ayudarnos hoy”.

“¡Cuánto tiempo sin verte, Gazraan Rutim!” Había pasado más o menos un mes desde la última vez que nos vimos.

Con una suave sonrisa en su rostro masculino, Gazraan Rutim se acercó y se detuvo frente a mí.

“Quiero hablar un poco con Asuta, así que ¿podrías encargarte del desollado?”

“Comprendido.” El que respondió fue el jefe de una sucursal, el hermano menor de Gazraan Rutim. Con una sonrisa tan gentil como la de su hermano mayor, me hizo una reverencia y luego se fue junto con los otros cazadores.

Había una giba grande que necesitaba dos cazadores para transportarla, así como dos más pequeñas. Parecía que habían superado la cuota del día para su clan de veintisiete.

“Creo que tuvimos éxito en sangrar a los dos pequeños. Mencionaste que te gustaría usar el cuello y la cabeza en el banquete de hoy, ¿no es así, Asuta?”

“Sí. No creo que haya suficiente para todos, pero me encantaría probarlo, si te parece bien”.

Era hora de un partido de venganza cuando se trataba de cocinar cerebros y globos oculares. Durante los últimos cinco días, había pedido prestada la ayuda de los clanes cercanos para experimentar.

“Definitivamente estoy interesado en ver qué tipo de plato prepararás. La despreocupada decisión de Dan, el jefe de nuestro clan, de confiarte esta importante tarea ha traído una gran alegría a los miembros de nuestro clan”.

Incluso después de más de un mes, Gazraan Rutim no había cambiado ni un poco. En todo caso, su naturaleza relajada, como la de un árbol grande y digno, se sentía como si solo hubiera sido pulida aún más.

Un momento después, esa gentil mirada suya de repente se volvió hacia Lem Dom. “Eres Lem Dom de la casa principal de Dom, ¿no es así? Soy el hijo mayor de la casa principal de Rutim, Gazraan Rutim”.

“Sí, he oído mucho sobre ti en el asentamiento de Ruu, Gazraan Rutim”, respondió Lem Dom, con una mirada algo desafiante en sus ojos. Gazraan Rutim, sin embargo, simplemente lo recibió con su familiar sonrisa amable.

“Estás ayudando a preparar el banquete, ¿no? Me hace muy feliz pensar que los lazos entre los clanes bajo Ruu y los de ustedes del norte se están fortaleciendo”.

“Eso es cierto. El antiguo líder del clan Suun trató a los Ruu y sus clanes relacionados como enemigos sin causa justa, así que creo que debemos hacer todo lo posible para corregir la relación que compartimos”.

“Por favor, disfrute del próximo banquete como nuestro invitado. También tengo mi propio trabajo que llevar a cabo, así que me iré ahora, Asuta. Enviaré las cabezas de giba a la cocina de la casa principal más tarde.”

“Bien, gracias.”

Con otra sonrisa amable, Gazraan Rutim se fue. Lem Dom vio su espalda volverse distante con una luz formidable brillando en sus ojos.

“Ciertamente estaba bastante sereno. Personalmente, prefiero hombres más sinceramente abiertos como Dan Rutim”.

“Ya veo. Ambos son personas muy importantes en mi vida”.

“Hmph. Ese hijo mayor de Ruu también es una persona misteriosa… Parece que hay bastantes hombres extraños debajo de Ruu”, observó Lem Dom encogiéndose de hombros. “Ah, ¿fue eso quizás una falta de respeto hacia los herederos de Ruu y Rutim? Aun así, no puedo ayudar a quién no me gusta”.

“Supongo que eso es cierto. Pero al igual que con la comida, si pasas suficiente tiempo con las personas, tu impresión de ellas puede cambiar. Tal como dijo Dan Rutim, eres libre de gustar y disgustar a quien quieras, pero también debes estar preparado para mirar a largo plazo”, dije mientras salteaba una gran porción de aria en grasa de leche.

Mientras recogía el plato lleno de especias, los labios de Lem Dom se torcieron en una sonrisa y respondió: “¿Hmm? Entonces, ¿estás diciendo que puedo llegar a apreciar no solo a Jiza Ruu y Gazraan Rutim, sino también ese dulce plato hervido que preparas?”

“Es posible, al menos. En cualquier caso, sería una pena ni siquiera considerar la posibilidad debido a tu primera impresión.”

“¿Y alguna vez te han anulado una de tus llamadas ‘primeras impresiones’?”

“Sí, muchas veces. En particular, Donda Ruu me trató como un forúnculo o algo así al principio y, bueno, diría que ambos tuvimos la peor primera impresión posible el uno del otro”.

Y aunque las cosas estaban tan frías como siempre con Jiza Ruu, no me sentía tan mal como solía sentir por Darmu Ruu, y sentía que me había acercado bastante a los miembros de Fou y Ran. Cuando pensé en lo lejos que había llegado, me conmovió profundamente.

“Ahora que lo pienso, cuando conocí a Dan Rutim, me gritó y se enojó mucho, preguntándome qué estaba pensando sirviendo carne de torso de giba para una celebración”.

“Ah, ¿quieres decir que comer carne tan maloliente se consideraba un signo de la debilidad de un clan? En el norte, comíamos cualquier corte que quisiéramos, sin importar el olor”.

“¿En serio? Aun así, estoy muy contento de haber construido una relación tan buena con él. Ahora incluso comerá globos oculares y cerebros que he preparado sin ninguna preocupación”, respondí, solo para que Lem Dom me diera una mirada dudosa mientras acercaba su rostro. Sin embargo, había una diferencia de altura de casi diez centímetros entre nosotros, por lo que terminó inclinándose un poco hacia adelante. “¿Qué es? ¿Y te importaría entregarme ese plato, por cierto?”

“Ah, aquí. Es solo que… Sé que es una tontería decirlo en este momento, pero realmente naciste en otro país, ¿no es así, Asuta?”

“Sí, realmente es tarde para preguntar. Como puedes ver, no nací aquí en el borde del bosque.”

“Cierto. El cabello y los ojos negros no son especialmente raros en el asentamiento del norte, pero no hay gente en el borde del bosque con la piel tan pálida. Sin embargo, honestamente, nunca me pareciste un extranjero… Aunque la primera vez que oí hablar de ti, pensé que la idea de llevar a un extraño a tu casa era ridícula.”

“¿Mmm? ¿Entonces estás diciendo que encajo naturalmente como una persona del borde del bosque?”

“Sí. Tal vez me he quedado atrapado en la forma en que las personas que te rodean tratan tu presencia como completamente natural”, sugirió Lem Dom, apartando el flequillo que colgaba sobre su mejilla. “Bueno lo que sea. No tiene sentido intentar tratar a alguien como sospechoso cuando no lo es. Pero si lo fueras, entonces no podría soportar el hecho de que te quedaras al lado de Ai Fa”.

“Ah ha ha, realmente eres devoto de Ai Fa, ¿no?”

“Claro que lo soy. Si alguna vez haces algo para entristecerla, nunca te lo perdonaré”, gruñó con una mirada aterradora en sus ojos, acercando aún más su rostro. Aun así, incluso esa acción me hizo sentir feliz.

“Estoy muy feliz de saber que ahora hay más personas que dirán cosas así en nombre de Ai Fa, Lem Dom. No estoy en posición de hablar sobre todo el asunto del cazador, pero espero que sigas pensando amablemente en ella.”

“No necesito que me digas eso. Aun así, si tan solo no tuviera que regresar al asentamiento de Ruu hoy… Ojalá le hubiera pedido al líder de mi clan que se quedara con el Fa todo el tiempo desde el principio”, se lamentó Lem Dom, envolviéndose tristemente en sus brazos alrededor de su propio cuerpo musculoso.

En cualquier caso, el comienzo de la celebración del cumpleaños de Dan Rutim se acercaba cada vez más.