Isekai Ryouridou (NL)

Volumen 15

Capitulo 1: Dos Chicas

Parte 3

En el pasado, Vina Ruu había dicho que quería que me la llevara a mi país de origen. Pero ahora, había decidido tratar de vivir adecuadamente como una mujer del borde del bosque. Al interactuar con extranjeros como Shumiral y yo, su anhelo por el mundo exterior solo se hizo más fuerte… pero al final, decidió que no podía simplemente abandonar a su familia y su hogar.

Mientras tanto, estaba seguro de que nunca volvería a mi país de origen. Como alguien que había perdido la vida allí solo para ser arrastrado a este mundo, nunca tendría los medios para hacerlo en primer lugar.

“Asuta… ¿Estás realmente bien…?”

“Sí. Me siento un poco sentimental pensando en cosas en casa, pero no hay nada de qué preocuparse”.

Era cierto que había un dolor sordo en lo profundo de mi corazón. Nunca podría olvidar esos primeros diecisiete años de mi vida aunque lo intentara. Pero decidí seguir viviendo, sin olvidar nunca ese dolor. Esa podría haber sido precisamente la razón por la que quería que todos probaran este plato. Con tales pensamientos en mente, me alejé de la estufa.

“Ahora bien, por favor adelante e inténtalo. No puedo garantizar cómo resultó ya que todavía es un trabajo en progreso, pero me encantaría escuchar las opiniones honestas de todos”.

El curry giba que había creado realmente obtuvo una amplia variedad de reacciones.

Como había retenido bastante el picante, afortunadamente no había recibido ninguna queja en ese frente, pero definitivamente hubo una serie de impresiones negativas como “Parece que le falta algo”, “Tu guiso es más sabroso,” y “lo prefiero con más carne”. Sin embargo, nadie dijo que fuera malo. De hecho, al igual que con los platos que usan semillas de chitt, incluso recibí el comentario “Quiero comer más, de alguna manera”.

Parecía posible que a medida que mejoraba el plato, la gente del borde del bosque comenzaría a verlo delicioso también. Y así, con esos sentimientos firmemente en mente, la sesión de estudio del día llegó a su fin.

Y luego…

“Oh, ¿qué es esto? ¡Qué olor tan inusual flotando en el aire!”

Cierto alguien había irrumpido repentinamente en la cocina. Era el jefe de la casa principal de Rutim, Dan Rutim. Gracias a una lesión en el tobillo derecho, se estaba tomando un descanso de cazar giba, razón por la cual pudo aparecer una vez más en la cocina de la casa principal de Ruu.

“Hmm, ¡¿así que estás pensando en otro plato nuevo?! ¿Te importaría dejarme intentarlo también?” preguntó Dan Rutim, sus grandes ojos brillando con expectativa mientras estaba parado bloqueando la puerta.

Todavía quedaba un poco de curry roux en la olla, así que le devolví la sonrisa y respondí: “Por supuesto. Es un poco inusual, así que no sé si será o no de vuestro gusto. Pero, por favor, adelante.”

“¡Gracias por eso! Ah, mujeres Ruu, ¿está bien si entro en la cocina?” “Sí, entra…”

Habiendo obtenido ese permiso de Vina Ruu, Dan Rutim entró cojeando con su bastón.

“Hrmm, ¡qué olor tan extraño! ¡Pero también me hace sentir hambre!”

Transferí el curry giba restante a un plato, y en el momento en que se lo tendí a Dan Rutim, me lo arrebató y bebió un bocado.

“¡Ah, delicioso! ¿O es eso?”

“¿Qué opinas? Definitivamente me gustaría escuchar tu opinión”.

“¡Tengo la sensación de que es bueno! ¡Por lo menos, no puedo imaginarme decepcionado si se sirviera para la cena! Pero tampoco puedo evitar sentir que debería ser aún más sabroso…”

“Porque el aroma fue y aumentó tus expectativas, ¿tal vez?” “¡Así es! ¡Este olor parece haberme seducido de alguna manera!”

En ese caso, debería ser posible mejorar el sabor y cumplir con esas expectativas. Y ese pensamiento me levantó el ánimo aún más.

“En ese caso, haré todo lo posible para cumplir con sus expectativas, así que espero que le den otra prueba de sabor en un futuro cercano”.

“¡Siempre estoy listo para darle un sabor a tu cocina! ¡Y solo sé que convertirás esto en algo increíble!”

“Entonces, ¿qué negocio te trajo aquí hoy, jefe de clan?” Ama Min Rutim le preguntó con una sonrisa amable.

“Ah”. Juntó las manos ante el recordatorio. “¡Así es, casi lo olvido! Verás, estaba trayendo aquí a una mujer Dom del norte. ¿Te importa si la llamo?”

Ahora que lo mencionó, escuché algo sobre el clan Ruu que temporalmente acogió a una mujer Dom. Pero había estado tan ocupado con Myme y Mikel que lo había olvidado por completo.

Con una sonrisa forzada al enfrentarse a la admisión franca y seria de Dan Rutim, Vina Ruu intervino: “Vaya… me siento mal por ella, esperando afuera. Por favor, llámala, Dan Rutim…”

“¡Correcto! ¡Tienes permiso, así que entra!”

En ese momento, una figura esbelta entró en la cocina. Antes de que pudiera detenerme, mis ojos se abrieron como platos cuando la vi.

Así que así es como se ve una mujer Dom, ¿eh…?

Era una mujer muy alta, probablemente unos diez centímetros más alta que yo. Y no solo era alta, sino también robusta. Aunque tenía una figura esbelta y elegante, sus hombros y la parte superior de sus brazos eran definitivamente musculosos, y sus abdominales tenían una definición real. Los músculos de sus muslos estaban tan bien desarrollados que sus piernas me recordaban a las de una cabra salvaje.

Aun así, ya estaba acostumbrado a ver mujeres corpulentas gracias a Bartha. Pero dicho eso, esta mujer Dom era más que robusta. Tenía unas increíbles proporciones femeninas que iban con su fuerza. Tal vez porque los músculos de su espalda y sus nalgas eran tan firmes, su delgada cintura realmente se destacaba. Y además de eso, para decirlo sin rodeos, tenía un pecho grande. Era un tamaño más grande que Ai Fa en general y se veía aún más musculosa. En conjunto, su belleza era similar a la de un leopardo salvaje poderoso pero elegante.

Además de eso, tenía una nariz prominente y un rostro cincelado. Aunque su mirada era demasiado aguda, no restaba valor a su buena apariencia. Su cabello negro estaba recogido hacia atrás alto y apretado, con unos cuantos mechones seductores colgando sobre sus pómulos afilados.

Los cazadores de Dom usaban calaveras de giba sobre sus cabezas, pero como era de esperar, esa tradición no parecía extenderse a las mujeres.

Sin embargo, tenía un accesorio hecho de costillas de giba envuelto alrededor de su cintura apretada.

Esta era una mujer con una apariencia bastante impactante. Sin embargo, su mirada mientras escaneaba a todos en la habitación parecía bastante infantil. No pude evitar tener la sensación de que, a pesar de su altura y aparente madurez, podría ser más joven que yo.

“Esta es Lem Dom, la hermana menor de Deek Dom, la cabeza de su clan. Ella se quedará aquí en el asentamiento de Ruu al menos hasta el final del período de descanso de los clanes del norte, así que cuídala, ¿de acuerdo?” preguntó Dan Rutim, mientras que Lem Dom simplemente inclinó la cabeza en silencio.

Naturalmente, esto debe haber sido un asunto que se discutió de antemano. Después de todo, las mujeres Ruu parecían totalmente cómodas con el desarrollo.

“Hay una gran multitud reunida, pero solo Vina y Reina Ruu aquí son de la casa principal de Ruu. Que ahí está Bartha, un invitado. Y eres de una sucursal de Ruu, ¿verdad?”

“Sí. Mi nombre es Sheera Ruu”.

“¡Correcto! Luego está la esposa de mi hijo, Ama Min, el miembro de nuestro clan, Tsuvai, y Yamiru Lea del clan Lea, quienes pertenecen a Ruu. Luego está Asuta del clan Fa, y las mujeres Sudra y Deen que lo ayudan”.

“Eres Toor Deen, ¿verdad? Disfruté bastante tu cocina en el banquete de bodas de Jeen y Liddo”, finalmente habló Lem Dom.

Su voz tenía un tono fuerte y ronco, sonando duro y coqueto al mismo tiempo. Realmente encajaba perfectamente con su apariencia.

“Y Yamiru Lea y Tsuvai… Creo que nos hemos encontrado varias veces en banquetes antes”, comentó Lem Dom, y luego estalló en una sonrisa descarada. “Permítanme decirlo desde el principio, los odio a los dos”.

Ese comentario no obtuvo respuesta.

“Ya has sido juzgado por tus crímenes pasados, así que no tengo intención de atacarte por ellos. Pero ustedes eran miembros de la casa principal de Suun, que engañaron a los clanes debajo de ellos durante más de diez años. Es por eso que tengo que advertirles de antemano que nunca seré capaz de gustarme ninguno de ustedes.”

“Bien, bueno, ¡depende de ti quién te gusta o no, Lem Dom!” Dan Rutim intervino con una risa abundante mientras miraba el rostro de la mujer Dom. No podía haber más de unos pocos centímetros de diferencia de altura entre ellos. “Pero estos dos ya no pertenecen a los Suun, y Tsuvai aquí presente es un precioso miembro de mi clan. Puedes odiarlos si quieres, pero no vayas a desearles el mal, ¿me oyes?”

A pesar de la sonrisa en su rostro, había una mirada en los ojos de Dan Rutim.

Encontrando su mirada de frente, Lem Dom asintió en respuesta, “Por supuesto. Es por eso que quería mencionar mis sentimientos por adelantado. Es posible que actúe con frialdad o brusquedad con ellos, pero quiero que sepas que no tengo intención de ir en contra de la voluntad de los principales jefes de los clanes”.

“Hmm, eres desconcertante, ¿no?” Dan Rutim se rio entre dientes. “Pero, bueno, no puedo decir que odie a la gente sencilla como tú. ¡Y si se presenta la oportunidad, me encantaría que algún día descubras la ternura que Tsuvai esconde en el fondo!”

“No encontrarás tal cosa en mí incluso si me das la vuelta y tratas de sacármela”, se quejó Tsuvai con un puchero.

Mientras tanto, Yamiru Lea permaneció inexpresiva, aparentemente decidiendo ignorar la declaración de Lem Dom.

“Bueno, entonces, parece que ya es hora de que nos despidamos. Tsuvai, Yamiru Lea, buen trabajo hoy”, interrumpí antes de que las cosas se complicaran más.

Fue entonces cuando las pupilas negras de Lem Dom se volvieron hacia mí. “Asuta del clan del Fa… Si no te importa, ¿podrías permitirme que te acompañe a la casa del Fa?”

“¿Eh? ¿Pero por qué?”

“He venido aquí para acumular experiencia en el manejo de la estufa. Con eso en mente, ¿no sería el camino más corto recibir instrucciones directamente de usted?” Lem Dom explicó su razonamiento con una sonrisa. Sin embargo, esa fina sonrisa se sintió más sarcástica que amistosa.

“No me importa especialmente, pero eres un invitado en el asentamiento de Ruu, ¿no?”

“Sí. Regresaré aquí a pie, así que no debes preocuparte. ¿O hay algún tipo de problema con eso, Dan Rutim?”

“¿Mmm? No, no creo que eso deba ser un problema. Solo asegúrate de regresar para la cena para que puedas presentarte a la líder del clan Donda Ruu, ¿de acuerdo?”

“Comprendido. Bueno, entonces, estoy a tu cuidado, Asuta del Clan Fa…” “Correcto…”

Realmente no entendía lo que estaba pasando, pero parecía que las cosas se habían decidido. En cualquier caso, si ella quisiera acumular experiencia, entonces le daría tanto como quisiera. Después de todo, era digno de elogio cómo vino sola hasta el asentamiento de Ruu para recibir instrucciones sobre cómo manejar la estufa.

Aun así, quedaba un poco de duda en mi mente. Y eso fue porque cuando salió a la luz que Lem Dom visitaría el asentamiento de Ruu, Yamiru Lea y Toor Deen se susurraron: “¿Había realmente una mujer tan apasionada por manejar la estufa en el norte?”

Aun así, fue amable y gentil con Toor Deen. Tal vez despertó su pasión por la cocina después de comer la comida en ese banquete, pensé con optimismo.

“Está bien, nos excusaremos. Buen trabajo hoy, todos”.

Después de despedirnos de las mujeres Ruu, Bartha y Ama Min Rutim (que se quedarían hasta mañana por la mañana), salimos. En cuanto a Yamiru Lea y Tsuvai, cada uno regresaba a sus clanes aproximadamente al mismo tiempo.

Mientras caminábamos juntos por el frente, Dan Rutim una vez más aplaudió y proclamó: “¡Oh, eso es correcto! ¡Olvidé algo más importante! Asuta, me gustaría que te encargaras de la estufa Rutim dentro de cuatro días, el veintiséis del mes negro. ¿Qué dices?”

“¿La estufa Rutim? Por supuesto que no me importa, pero ¿cuál es la ocasión?”

“Bueno, verás, ¡en realidad es mi cumpleaños!” Apoyado en su bastón, Dan Rutim hinchó su panza. “Por lo que escuché, ¡hiciste comidas maravillosas para los cumpleaños de Lala y Tito Min Ruu! ¡Es por eso que quería preguntarte también!”

“Oh ya veo. Feliz cumpleaños.”

“¡Es demasiado pronto para decir eso todavía! Entonces, ¿aceptas el trabajo?”

“Por supuesto. No veo ninguna razón para rechazarte.”

Estábamos listos para hacer negocios ese día y el día siguiente, pero sería factible si economizara un poco mí tiempo. De hecho, eso fue exactamente lo que hice para el cumpleaños de la abuela Tito Min en el mes ceniciento.

“¡Te debo una! ¡Ahora estoy aún más emocionada por mi cumpleaños!”. Dan Rutim proclamó, su enorme mano golpeándome en la espalda. A pesar de que usó suficiente fuerza como para sentir que me había pulverizado los pulmones, cuando vi su rostro sonriente, naturalmente le devolví la sonrisa. “Oh, cierto, Lem Dom, también puedes venir a mi banquete de cumpleaños si quieres. El plan es invitar a invitados de todos nuestros clanes relacionados, por lo que Ruu debería poder llevarte de ida y vuelta en su carreta”.

“Me siento honrado, Dan Rutim”, respondió cortésmente Lem Dom con una reverencia. Tenía una especie de aire arrogante en general, pero aparentemente eso no se extendía cuando se dirigía a Dan Rutim.

También recogí algo que no podía ignorar en ese intercambio. Específicamente, parecía que esta fiesta de cumpleaños para el jefe de un clan sería de una escala diferente a la de Lala Ruu.

“¿Así que invitarás a invitados de fuera del clan Ruu? ¿Exactamente de cuántas personas estamos hablando aquí?”

“Oh, no serán tantos. ¡Serán dos cada uno de Ruu y los clanes debajo de ellos por doce, luego veintisiete miembros de Rutim para llevar el total a solo treinta y nueve! Luego, agregarte a ti, a Ai Fa y a Lem Dom, supongo que serían cuarenta y dos”, calculó Dan Rutim, antes de que su expresión comenzara a mostrar un poco de preocupación. “Ahora que lo mencionas, para los cumpleaños de Lala y Tito Min Ruu, habrían sido solo los miembros de la casa principal, ¿verdad? ¿Los números lo hacen un poco complicado?”

“No, creo que si le pido ayuda a un par de mujeres Ruu, deberíamos poder manejarlo”.

“¡Ya veo! En ese caso, ¡cuento contigo! Gazraan definitivamente ha querido verte también.”

No había visto a Gazraan Rutim en absoluto durante el último mes. Aunque había oído que le estaba yendo bien a través de Ama Min Rutim, definitivamente comenzaba a extrañarlo en este momento.

“¡Bueno, entonces, estaré deseando que llegue!” él continuó. “¡Infórmale a Ama Min sobre los ingredientes que necesitarás!”

Con un último golpe fuerte en mi espalda, Dan Rutim se subió encima de sus propios totos, Mim Cha, que había sido atado frente a la casa. Realmente se movía sin problemas para alguien con un tobillo lesionado.

“¡Tú también puedes subirte, Tsuvai! ¡Todavía hay trabajo que manejar en casa, después de todo!”

“Deja de molestarme con eso. No me gusta cómo se balancean los totos”.

“¡Deja de quejarte! ¡Deberías aprender la alegría de sentir la brisa soplando a tu lado en la espalda de un totos!”

Con eso, Dan Rutim la agarró por la nuca y la sentó encima del pájaro gigante. “¡Cuídense, muchachos!” gritó antes de desaparecer como el viento.

“Err… ¿Podrías seguir adelante y subirte al vagón, Lem Dom? Y tengo algunos negocios con el clan Sudra, así que haremos una parada allí en el camino”.

“Por supuesto. Haz lo que quieras”, asintió, subiendo al carro. Li Sudra y Toor Deen lo siguieron, dejándonos solo a mí y a Yamiru Lea parados allí.

Mientras desataba a Gilulu de un árbol cercano y lo fijaba a la carreta, Yamiru Lea se deslizó suavemente cerca.

“Asuta, debes tener al menos un mínimo de precaución cuando se trata de Lem Dom”.

“¿Eh? ¿Porque eso?”

“Gulaf Zaza está empezando a respetar tu fuerza, y no espero que los clanes del norte empleen un ataque furtivo encubierto, así que no asumiría que la enviaron aquí con malas intenciones. Pero tampoco creo que a esa mujer le apasione tanto manejar la estufa como dice…”

“¿Así que crees que ella podría querer hacer algún tipo de daño por sus propios motivos personales?”

“Puede que no sea algo tan terrible. ¿Pero no estás de acuerdo en que es importante permanecer en guardia contra alguien que oculta sus verdaderas intenciones?” Yamiru Lea preguntó con una sonrisa sin gracia. “No creo que esté acostumbrada a mentir u ocultar sus sentimientos. Como mentiroso nato, puedo decir claramente que ella está fingiendo.”

“Creo que preferiría decir que eres realmente perspicaz. No hay necesidad de menospreciarte así”.

“Creo que es más que piensas demasiado bien de Tsuvai y de mí. No somos tan puros e inocentes como los miembros de Ruu y Rutim, ¿sabes?”

“Sí, pero la inocencia no lo es todo. Incluso si es como dices, todavía me gustas tú y Tsuvai y me preocupo por ustedes dos”.

Hizo una expresión como si se estuviera conteniendo de chasquear la lengua y, en cambio, apartó a un lado su cabello complejamente tejido.

“Intercambiar palabras contigo es bastante agotador, Asuta. En cualquier caso, al menos tenga cuidado de no meterse en problemas.

“Gracias. Brindo por trabajar contigo de nuevo mañana, Yamiru Lea”.

Mientras Yamiru Lea caminaba sola con gracia, salté al asiento del conductor.

Era cierto que no podía decir lo que esta mujer Lem Dom realmente estaba pensando, pero no quería creer que ella era el tipo de persona que podría hacerme daño a mí o a Ai Fa. Aunque su hermano mayor, Deek Dom, tenía una apariencia intimidante, era un hombre que estuvo a nuestro lado durante ese incidente en la reunión con Cyclaeus.

Ahora que lo pienso, ¿cuántos años tiene Deek Dom de todos modos? ¿Tal vez son hermanos separados hasta Jiza y Rimee Ruu?

Mientras mis pensamientos tomaban ese giro pacífico, puse el carro en movimiento.

◇

Nuestra primera parada fue el asentamiento de Sudra.

Estaba ubicado aproximadamente a unos diez minutos a pie de la casa del Fa. Aunque no estaba tan cerca como Fou o Ran, todavía los clasifiqué como vecinos.

Últimamente, dejar a Li Sudra en el camino de regreso del asentamiento de Ruu había sido parte de la rutina diaria, además, hoy necesitaba reunirme con la chica que también la reemplazaría.

“Ah, gracias por venir hasta aquí, Asuta”, me saludó el líder del clan Sudra cuando llegamos.

¿Acababa de regresar de cazar? Vi a otros hombres que llevaban una giba que colgaba de un poste en la parte trasera de la casa.

“¿Li ya te contó todo? Me avergüenza tener que pedirte que dejes que otra mujer se haga cargo de su trabajo por ese motivo.”

El jefe del clan Sudra de mediana edad era el cazador más pequeño que conocía. Podría haber sido incluso más bajo que Reina Ruu, y sus extremidades y torso eran extremadamente delgados. Su cabello castaño oscuro estaba rebelde y despeinado, y tenía una cara arrugada.

Sin embargo, sentí que el hombre tenía una especie de fuerza que era difícil de describir. Había sido su idea que los jefes de los clanes Fou y Beim participaran en las reuniones celebradas por los principales jefes de los clanes como representantes de los clanes más pequeños. Y justo el otro día, había propuesto que los clanes cercanos alinearan sus períodos de descanso incluso si no tenían lazos de sangre. Finalmente, ambas ideas fueron adoptadas.

Yendo aún más atrás, apoyó firmemente las acciones del clan Fa en la reunión principal del clan, y fue el más positivo sobre la idea de aprender técnicas de sangría, disección y cocina.

Incluso le debía mi vida. Cuando fui tomado como rehén por Tei Suun, fue este hombre quien asestó el golpe que me salvó. Aunque no habíamos tenido muchas oportunidades de verlo últimamente, era una persona importante tanto para mí como para Ai Fa.

Mientras guardaba esos pensamientos en un rincón de mi mente, asentí con la cabeza, “Correcto. Realmente estoy agradecido de que Li Sudra haya pensado lo suficiente como para considerar lo que se debe hacer después de que ella renuncie. Oh, cierto, y felicidades.”

“Córtalo. No estoy acostumbrado a que la gente me diga cosas así en la cara”, respondió con el ceño fruncido, su frente ya arrugada se arrugó aún más. Sin embargo, se había vuelto de un rojo oscuro alrededor de los

bordes de sus ojos. “Además, prestarte mujeres nos hace ganar monedas. Nosotros somos los que deberíamos estar agradeciéndote.”

“No, Fou y Ran parecen tener problemas para dedicar el tiempo suficiente a la tarea, por lo que realmente es de gran ayuda. Además, también ayudas proporcionando carne, así que, en todo caso, no te he estado agradeciendo lo suficiente”.

El jefe del clan Sudra también había sido un gran apoyo en ese frente. Desde el final del mes azul hasta mediados del mes blanco, los Ruu y los clanes bajo ellos estuvieron en un período de descanso, lo que nos dejó sin una fuente de carne para nuestro negocio mientras tanto. Luego, el Fa, Fou y Sudra tuvieron su período de descanso en el siguiente mes ceniciento, lo que me dejó preocupándome mucho acerca de dónde iba a obtener la carne.

En la reunión de jefes de clan, la mayoría de los clanes dieron su aprobación para los negocios del clan Fa. Pero de esos clanes, solo Fou, Ran, Sudra, Gaaz y Ratsu habían aprendido técnicas de sangría y disección. Luego, más tarde, Deen y Liddo de debajo de Zaza se sumaron a ese número, pero también estaban ubicados lo suficientemente cerca el uno del otro que sus períodos de descanso terminaron superponiéndose.

De ese grupo, Gaaz y Ratsu estaban bastante distantes del resto, por lo que sus períodos de descanso no estaban tan cerca de los demás. Pero precisamente porque estaban tan lejos, Ai Fa no había tenido muchas oportunidades de darles instrucciones, lo que significaba que todavía no tenían experiencia en lo que respecta a la sangría y la disección. Su nivel de habilidad al menos les proporcionó suficiente para comer, pero no estaban bien equipados para ofrecer más para vender.

Fue entonces cuando el jefe del clan Sudra se puso en contacto con Fou y Ran y trabajaron juntos para instruir más adecuadamente a Gaaz, Ratsu y sus clanes relacionados sobre las técnicas necesarias. Durante el período de descanso en el mes ceniciento, se esforzaron por acompañar a esos clanes al bosque para instruirlos cuidadosamente. Gracias a la carne que esos clanes terminaron proporcionando a su vez, pudimos seguir haciendo negocios en la ciudad postal incluso durante el período de descanso.

“Pero hemos recibido aún más del clan Fa. Entonces, de nuevo, realmente debería ser yo quien te agradezca”, insistió obstinadamente el jefe del clan Sudra. “Hemos amasado una fortuna propia a través del trabajo de Li y

vendiéndote carne. Gracias a eso, ya no tendremos que ver a nuestros bebés pasar hambre… Asuta, he perdido niños dos veces por inanición.”

“Sí, lo recuerdo, por supuesto”.

Es por eso que Sudra ofreció un apoyo más fuerte que nadie al objetivo del clan Fa de traer prosperidad al borde del bosque. Todavía podía recordar claramente cómo cuando cortó a Tei Suun, dijo con calma: “Tu clan Suun dejó de lado su orgullo para vivir sin dificultades, entonces, ¿qué sabes del dolor de perder a tu hijo por inanición?”

“Esta vez, nos aseguraremos de criar a un buen niño. Y es gracias al clan del Fa que puedo esperarlo lleno de esperanza en lugar de desesperación”.

Cuando el jefe del clan dijo eso, Li Sudra sonrió suavemente a su lado. A pesar de que parecían más padre e hijo en términos de edad, verlos parados uno al lado del otro de esa manera dejaba claro cuánto amor compartían.

Fue entonces cuando una voz exclamó en voz alta “¡Ah!” Mirando en esa dirección, encontré a una joven que venía del lado de la casa de Sudra, sosteniendo leña picada en sus brazos.

“Oh, momento perfecto. Ven aquí y preséntate a Asuta, Yun. Asuta, esta es Yun Sudra, la chica que queremos que te ayude con el trabajo en la ciudad postal”.

Después de dejar la leña a sus pies, se acercó tímidamente. Era una linda chica con cabello castaño grisáceo, un color más raro que incluso el negro en el borde del bosque, y lo llevaba recogido en una cola de caballo hacia un lado. Y definitivamente tenía que ser más joven que yo. Tenía una constitución pequeña y una apariencia bonita, con ojos grandes y brillantes y labios ligeramente estrechos.