Jinrou E No Tensei Maou no Fukukan (NL)

Volumen 13: Las Dos Princesas

Capitulo 13: Polvo Rojo

Parte 9

“Te traje un poco de agua caliente”, dijo el secuestrador, abriendo la puerta. La joven cautiva asintió, con la bolsa cubriéndola hasta los hombros.

“Te la dejaré aquí”, dijo, colocando la taza en el suelo y ella asintió de nuevo.

“Está bien, espera un poco más y podrás irte.” En el momento en que se dio la vuelta para irse, la chica lanzó una patada en su espalda indefensa.

“¡Gaah!”

Se estrelló contra la puerta y cayó al suelo, inconsciente. Se había golpeado la cabeza con la suficiente fuerza contra la puerta de hierro como para provocar una conmoción cerebral.

“Demasiado fácil”, dijo Friede, que vestía la ropa de Micha, con una sonrisa.

Una vez que los secuestradores decidieran que iban a matar a Micha, estarían mucho más alerta a su alrededor. Así que el plan de Friede había sido atacar primero y eliminarlos a todos mientras estaban desprevenidos. Era un plan audaz, pero razonable. Sería demasiado peligroso volver a salir por el conducto de ventilación después de todo… Friede había bajado a duras penas con más de un percance, así que dudaba que Micha pudiera soportar la subida. La princesa no estaba vestida para ello ni tenía la agilidad y la fuerza necesarias. Si Micha intentaba escalar y se quedaba atascada en algún lugar a mitad de camino, no podría liberarse. Por ahora, Friede la estaba escondiendo en la entrada del conducto, pero le había dejado claro a Micha que no debía intentar escalar.

Espero que Micha esté bien ahí arriba. Friede comenzó a darse la vuelta para ver cómo estaba, pero luego escuchó otro par de pasos acercándose a la puerta.

“Oye, qué pa…” El hombre ni siquiera pudo terminar su oración antes de que Friede lo golpeara con un puñetazo mágico en la cara. Hubo un crujido satisfactorio y el segundo hombre también cayó al suelo, inconsciente.

“Quedan dos.” Friede habría tenido problemas con cuatro personas a la vez, pero podría enfrentar a dos, incluso si la rodeaban. Pero justo cuando estaba celebrando su victoria, escuchó una multitud de pasos.

“¡Rápido!”

“Esperen, ¿escucharon eso?”

“¡¿Que está pasando aquí?!”

Un grupo de hombres armados con estoques y cuchillos entró en la habitación. Había diez en total. ¡Son muchos! El olor que llegó con ellos era una reminiscencia del olor de la ciudad. Deben haber llegado recién a este almacén. Mantuvieron sus espadas apuntando a Friede mientras se dirigían a los dos guardias que habían estado aquí desde el principio.

“¡Oigan, este lugar se vio comprometido! ¡Los hombres lobo estarán aquí pronto! ¡Maten a la princesa y salgan de aquí!”

Parecía que los refuerzos que Friede había estado esperando finalmente estaban en camino. Lamentablemente, tendría que proteger a Micha por su cuenta hasta que llegaran aquí. Friede no sabía cómo era la situación afuera, pero ahora estaban claramente decididos a matar a Micha.

Los hombres rodearon a Friede blandiendo sus armas.

“¿Esta es la princesa?”

“¡Así es!” gritó Friede, pero otro de los hombres negó con la cabeza.

“No, esa no es ella.”

“Vamos, no hay forma de que la princesa heredera se vea así.”

“¡¿Ya me descubrieron?!” Friede no sabía por qué, pero los hombres aparentemente pudieron decir inmediatamente que ella era una impostora.

“¡Como sea, mátenla también! ¡Que alguien vaya a buscar a la princesa!”

“¡Acabo de decir que yo soy Micha!” Friede aumentó sus habilidades físicas con magia y cargó hacia adelante.

“¡Hiyaaaa!”

Ella sorprendió a uno de los hombres con una patada circular y él derribó estantes y mesas mientras volaba hacia atrás. Mientras giraba, pilló a otro hombre con un puñetazo de revés y luego saltó sobre su espalda, lo suficientemente alto como para tocar el techo.

“¡Uryaaaah!” Mientras caía, amplificó su peso por solo un segundo y aplastó el omóplato de otro hombre con una patada bien colocada. Él cayó al suelo, gritando de dolor.

“¡No he terminado aún!” gritó Friede, mientras se tomaba un segundo para recuperar el aliento.

Con esto, había eliminado a un total de cinco guardias, pero todavía quedaban cerca de diez. Ella ya no tenía el elemento sorpresa tampoco y sus enemigos la rodeaban con cautela, con sus estoques extendidos y listos para apuñalar.

Esto no va a ser fácil… Era casi seguro que Friede se lastimaría tratando de parar sus armas con las manos desnudas. Por supuesto, podría usar magia fortalecedora y curativa para mitigar esas heridas, pero se quedaría sin mana para combatir. Debería acabar con todos a la vez con un Soul Shaker. Ella podría acabarlos a todos con él y ayudaría a atraer el mana de la habitación hacia ella. Solo había un problema con ese plan.

“¡Coordinen sus ataques!”

“¡Entendido!”

Sus enemigos se abalanzaron sobre ella a la vez, sin darle oportunidad de lanzarlo.

“¡Esperen, esperen, esperen!”

Si se enfrentara a una sola persona, Friede habría sido capaz de lidiar con ellos mientras se concentraba en el conjuro, pero estos enemigos requerían toda su atención. Sobre todo porque sabían trabajar en equipo. ¡No puedo lanzar Soul Shaker así! Friede necesitaba tomar una gran bocanada de aire antes de usar el hechizo, lo que naturalmente la ralentizaría. La gente normalmente mantenía sus respiraciones cortas cuando estaban luchando.

“¡Hah!” Se zafó de una estocada en el estómago y se inclinó hacia atrás para evitar una dirigida al cuello. Esquivar no le era tan difícil. Su visión cinética era lo suficientemente poderosa como para que los atacantes parecieran moverse a cámara lenta. Pero mientras se concentrara en esquivar, no podría tomar un momento para respirar profundamente.

Necesito una apertura para respirar o… Si no se apresuraba, su magia fortalecedora desaparecería. No era lo suficientemente buena en eso como para mantenerla activa indefinidamente y no tendría la oportunidad de volver a lanzarla una vez que desapareciera. Pero lo peor aún estaba por llegar.

Uno de los hombres se metió la mano en el bolsillo y gritó, “¡Voy a usar el polvo!”

“¡¿Qué?!” gritó Friede y sus instintos le gritaron “¡Peligro!” a ella. Su nariz aún recordaba el olor del polvo que la había cegado. ¡Van a por mis ojos! Todos los enemigos de Friede sacaron máscaras protectoras con gafas de vidrio. Claramente, esta era una estrategia que habían ensayado. Friede intentó robar una, pero el hombre soltó el polvo antes de que pudiera.

“¡¿Uwaaa?!”

“¡¿Gyaaaa?!”

Dos de los hombres no se habían puesto las máscaras a tiempo y rodaron por el suelo, gimiendo de dolor. Sus ojos y gargantas estaban condenados. Claramente, a estos secuestradores no les importaba el fuego amigo, lo que hacía que las cosas fueran aún más peligrosas para Friede. Ella había dejado caer la bolsa sobre su cabeza justo antes de que saliera el polvo, por lo que no había recibido ningún daño del mismo, pero seguía sin poder ver.

“¡Atrápenla!”

Friede confió en su oído para esquivar los ataques de sus enemigos. Saltó de pared en pared, manteniéndose fuera de los rangos de ataque de sus oponentes.

Mientras saltaba, empujaba estantes y gabinetes para frenar a sus atacantes. Pero sabía que no podría seguir así por mucho tiempo.

Tarde o temprano alguien tendría un golpe de suerte. Debido a que estaban en una habitación cerrada, ningún viento eliminaría el polvo tampoco. Además, respirar profundamente ahora significaría chupar un montón de polvo, por lo que tampoco podría usar Soul Shaker.

¡¿Q-Q-Qué hago ahora?! ¡¿Estoy condenada?! Visiones de su propia muerte pasaron por su mente y pensó en la última vez que había estado en una situación como esta. En ese entonces, papá había aparecido para salvarme, ¡pero ahora soy yo quien vino aquí para salvar a Micha! Si Friede muriera aquí, Micha moriría con ella. Ese pensamiento reforzó su determinación. No podía permitirse perder aquí. Estoy bastante segura de que papá recibió un montón de balas y aun así… Un momento, ¡eso es! Justo cuando se le ocurrió un plan, escuchó la voz de Micha en la distancia.

“Friede, quiero ayudarte, ¡pero te estás moviendo tanto que no puedo disparar sin arriesgarme a golpearte!”

“¡Esta bien!” gritó Friede. Luego agregó apresuradamente, “¡Mana!”

“¡¿Qué?!”

Micha sonaba confundida, pero Friede no tenía el aliento para darle una explicación verbal y estaba demasiado ocupada esquivando para hacer una pantomima. ¡Por favor, dispárame! Una de las espadas de los secuestradores rozó la bolsa en su cabeza. Las motas de polvo comenzaron a filtrarse a través del diminuto agujero.

“¡Gah!” jadeó Friede, mientras se tapaba el corte y cerraba los ojos y la nariz. Dado que se basaba únicamente en el oído para moverse, con frecuencia se golpeaba la espalda o el hombro contra las paredes. La mitad de su cuerpo estaba cubierta de moretones en este punto. Y su imprudente forma de esquivar solo funcionaría durante unos segundos más.

Otra espada atravesó la bolsa y abrió otro agujero. El grueso yute realmente proporcionaba una cantidad decente de armadura para Friede y sin él, su cara ya habría estado llena de cortes.

¡Vamos Micha, te necesito! ¡Un momento, ya sé! Micha había dicho que no podía apuntar porque Friede se movía demasiado. Se armó de valor y Friede se movió directamente debajo del conducto de ventilación y se quedó quieta.

“¡Micha!”

“¡De acuerdo!”

La luz del Blast Grimoire era tan brillante que Friede podía verla a través de sus ojos cerrados, así como de la gruesa bolsa. Absorbió tanto poder del disparo como pudo.

“¡Muy bien, hagamos esto!” gritó Friede, sintiendo que el mana la inundaba. La bolsa había sido arrastrada por el torrente de luz, pero Friede ya no la necesitaba. Usó una parte del mana para neutralizar las toxinas en el polvo a su alrededor, haciéndolo inofensivo. Luego aspiró profundamente y soltó un Soul Shaker.

“¡AWOOOOOOOOOO!” En una habitación cerrada como esta, su aullido sonó diez veces más fuerte de lo habitual.

“¡Waaah!”

“¡Argh!”

Los hombres enmascarados tropezaron hacia atrás, temblando de miedo. Los hombres lobo habían sido depredadores naturales de los seres humanos desde tiempos inmemoriales. El miedo al aullido de un hombre lobo estaba grabado en su ADN.

La batalla terminó de inmediato. Todo el mana que Friede no había podido absorber comenzó a acumularse a su alrededor gracias a los efectos de su Soul Shaker. Con tanto exceso, fácilmente podría soltar otro. Friede, aliviada, usó magia fortalecedora para proteger su piel, ojos y nariz del polvo y miró alrededor de la habitación. Sí, deberíamos estar bien. Los secuestradores temblaban de miedo.

“Esto es una venganza”, dijo Friede, arrancando las máscaras de los hombres petrificados. Inmediatamente comenzaron a retorcerse de dolor cuando el polvo asaltó sus ojos y narices.

“¿Estás bien, Micha?”

“Sí. Todavía estoy en el conducto de ventilación y el viento del exterior mantiene alejado el polvo.”

Friede miró hacia arriba y vio a Micha todavía sosteniendo el Blast Grimoire frente a ella con manos temblorosas. Friede no podía decir si Micha estaba riendo o llorando, pero con lo mucho que le temblaban las manos, probablemente era lo último.

Friede sonrió, tratando de tranquilizarla. Recordando una de las frases favoritas de su padre, dijo en tono de broma, “No temas, el lobo feroz está aquí.”

“Gracias, Friede. Gracias…” Micha sollozó, y por un segundo Friede se preguntó si, después de todo, no se le había metido un poco de polvo en la nariz.

***

Después de lo ocurrido, Friede recibió una buena reprimenda de todas las figuras de autoridad de la ciudad.

“Estoy muy agradecido de que rescataras a la princesa Micha por nosotros. Pero si te hubiera pasado algo, las relaciones entre Rolmund y Meraldia se habrían deteriorado. Por favor, ten más cuidado”, dijo el archiduque Lekomya con un suspiro.

Kurtz estaba de pie junto a él, luciendo resignado.

“Realmente te pareces a tu padre…” dijo, incapaz de pensar en nada más que decir. Después de unos segundos, dejó de estar tan rígido y agregó, “Hay muchas cosas que quiero decir, pero por ahora, me alegro de que estés a salvo.”

“Gracias, profesor”, dijo Friede con una cortés reverencia. Lekomya y Kurtz intercambiaron miradas y luego empezaron a susurrar el uno al otro.

“¿Es ella siempre así, sir Kurtz?”

“Más o menos.”

“Supongo que debería haberlo esperado de la hija de lord Veight.”

“Puede que te resulte divertido ya que eres un señor extranjero, pero soy yo quien tiene que educarla. Empiezo a lamentar haberme convertido en su maestro.”

Friede aún haciendo una reverencia, levantó una mano y dijo, “Umm, puedo escucharlos.”

“Está bien, quédate ahí y escucha”, dijo Kurtz, aclarándose la garganta. Luego se volvió hacia Lekomya y continuó susurrando sus quejas.

Una vez que Kurtz se desahogó, Lekomya se volvió hacia Friede y le dijo, “Actuaste precipitadamente y tus acciones podrían haber causado un incidente internacional. No eres apta para formar parte de la delegación de Meraldia.”

“Lo sé…”

Todo lo que dijo Lekomya era cierto y Friede se sintió mal por hacerle las cosas más difíciles. Pero sabía que tomaría la misma decisión si tuviera que hacerlo.

Kurtz pareció notar eso también y suspiró. “Lo volverá a hacer si la situación lo requiere. Ella es como su padre.”

“Definitivamente puedo ver el parecido”, respondió Lekomya con una sonrisa irónica. “Como archiduque, no puedo aprobar formalmente tus acciones. Pero como padre, tienes mi más profundo agradecimiento. Nunca olvidaré que arriesgaste tu propia vida para salvar la de mi hija.”

Lekomya se puso en cuclillas, puso una mano sobre el hombro de Friede y sonrió.

“Te debo más de lo que puedas imaginar. Muchas gracias. Prometo que pagaré esta deuda algún día.”

“¡E-Está bien!”

Fue una experiencia desconcertante recibir las gracias por el noble más famoso de Rolmund. Aun así, Friede se mantuvo firme. Había una cosa que tenía que dejar en claro.

“Todo lo que hice fue salvar a una buena amiga. No hice nada digno de un elogio especial.”

Por un momento, Lekomya pareció desconcertado, pero luego sonrió. “Ya veo. Ahora que lo mencionas, supongo que tienes razón.” Volvió a palmear el hombro de Friede. “Pero aun así, te estoy agradecido. Por favor, continúa siendo amiga de Micha de ahora en adelante también. Necesita personas como tú a su lado.”

“¡Por supuesto!” Friede respondió con una sonrisa feliz.

***

Después de que Friede se fue, Lekomya fue al salón otorgado a los generales del imperio. La mayoría de ellos estaban ayudando a reprimir la rebelión y solo había unos pocos más en la habitación.

“Esto casi se convierte en un desastre, Lekomya. Me alegro de que tu hija haya salido sana y salva.”

“Gracias. Pero ahora le debo aún más a lord Veight, aunque sea indirectamente.” Lekomya tomó asiento y uno de sus amigos le sirvió una taza de té. Tomó un sorbo y dijo, “Pensé que al menos podría hacer un mejor trabajo de crianza que lord Veight, pero ni siquiera he logrado eso…”

“¿Friede es tan asombrosa?”

“Oh, sí, absolutamente. Ella está a otro nivel.” Lekomya alzó las manos en el aire. “Es valiente, sincera e increíblemente amable. Si termina reemplazando a su padre, entonces el futuro de Meraldia parece brillante.”

Lord Shawch se volvió hacia Lekomya y dijo, “Meraldia tiene muchos más demonios viviendo allí que Rolmund y seguidores de todo tipo de religiones. No está muy unificada. ¿De verdad crees que se mantendrá estable mientras la hija de lord Veight esté al mando?”

“Sí. Tiene el espíritu de su padre. En una década o dos, Meraldia tendrá dos Reyes Negros de los Hombres Lobo.”

“Eso es reconfortante”, dijo Shawch con una sonrisa.

Lekomya miró a los pocos generales presentes y dijo, “Ahora bien, seríamos un completo hazmerreír si permitimos que una chica que vino aquí como nuestra invitada haga nuestro trabajo por nosotros. Pongamos fin a esta rebelión y restauremos la paz en Rolmund.”

“Por supuesto. Los adultos deberíamos ser los que nos encarguemos de trabajos sucios como estos.”

Los rebeldes recibían la pena de muerte, sin excepción. Se derramaría mucha sangre una vez que esta rebelión fuera sofocada.

Lekomya asintió y colocó algunos documentos sobre la mesa. “El maldito trabajo de limpieza es nuestra responsabilidad. Al igual que garantizar que algo como esto nunca vuelva a suceder. Empecemos, amigos. Quiero terminar con esto antes de que la delegación de Meraldia se vaya a casa.”

“Estás pidiendo lo imposible”, dijo lord Pieti encogiéndose de hombros.

“Hay un tipo al otro lado de las montañas que hace lo imposible todo el tiempo. Será mejor que nos acostumbremos a hacerlo nosotros mismos, ya que pronto habrá dos personas así en Meraldia.”

“Jajaja.”

Los generales examinaron los documentos de Lekomya y luego se pusieron a trabajar rápidamente.

***

Después de que Micha fue rescatada, Friede se mantuvo al margen de los asuntos internos de Rolmund. Lekomya y los demás no querían cargarla con el conocimiento de que habían llevado a cabo una sangrienta purga para asegurarse de que no quedara ningún sentimiento rebelde.

Después de todo, ella todavía era solo una estudiante. Originia en sí era bastante pacífica y Friede y los demás tenían muchas reuniones y eventos para mantenerse ocupados.

El gobierno no había pagado su viaje aquí para que todos pudieran recorrer la ciudad y comer dulces, después de todo. Friede tuvo tiempo suficiente para acostumbrarse a la cocina de Rolmund antes de que llegara el día de su partida.

“Así que finalmente te vas…” dijo Micha con tristeza.

“Mhm. El Consejo quiere que volvamos”, respondió Friede.

“Qué lástima. Ojalá pudieras volver a visitarnos en un mes, pero supongo que no es posible.”

“Eso sería un poco difícil, sí.”

Meraldia y Rolmund todavía no habían establecido oficialmente ningún vínculo diplomático. Friede y Micha sabian que no era solo una cuestión de tener tiempo y dinero para visitarlos.

Pero Friede no iba a permitir que las dificultades políticas se interpusieran en su camino. Con voz resuelta, dijo, “Hagamos ambas lo que podamos en nuestros respectivos países para asegurarnos de que podamos encontrarnos y comer dulces nuevamente.”

Micha pareció momentáneamente desconcertada, pero luego asintió. “Por supuesto.”

Mientras se despedían, apareció Eleora. Lekomya y sus otros vasallos principales estaban con ella. Más tarde iba a haber una despedida formal para la delegación meraldiana en el patio, por lo que todos los nobles importantes estaban en la capital.

“Estoy segura de que sus esfuerzos darán frutos antes de lo que piensan. La Señora Demonio Airia y yo esperamos que nuestras dos naciones también puedan forjar una alianza. Aunque estoy segura de que habrá muchas negociaciones que deben hacerse primero”, dijo Eleora, dándole palmaditas a Friede y Micha en la cabeza. “Ustedes dos no están atadas por las cadenas del pasado, como lo está la generación anterior. Lo que significa que depende de ustedes darle forma a nuestro futuro. Estoy segura de que podrán lograr lo que no pudimos.”

“M-Me honras, Su Majestad. No soy, este, digna de tal elogio”, respondió Friede con nerviosismo, tratando de recordar la respuesta formal adecuada. Eleora se enderezó y miró las puertas principales del palacio.

“Ahora que lo pienso, nunca te di una recompensa. Salvaste a nuestra princesa heredera, difícilmente podemos dejarte ir a casa con las manos vacías.”

“¡R-Realmente no tienes que hacerlo! Me siento halagada, de verdad, ¡pero no necesito una recompensa!”

Cualquier regalo que Friede aceptara tendría ramificaciones diplomáticas. Ella era muy consciente de eso y rechazó firmemente cualquier recompensa por salvar a Micha.

Pero Eleora se rió entre dientes y dijo, “Sé que no. Pero lo que pasa con las emperatrices es que se nos permite hacer lo que queramos.” Señaló las ostentosas puertas de entrada y salida del palacio. “Las puertas principales del palacio aún no tienen nombre. Necesitan un apelativo digno de la entrada a la casa de la emperatriz. Y acabo de decidir que la Puerta Aindorf es un nombre adecuado. Archiduque Lekomya, asegúrate de que el nombre esté grabado en estas puertas lo antes posible.”

Lekomya le lanzó a Friede una sonrisa traviesa y luego se inclinó con reverencia ante Eleora.

“Ya se ha hecho, Su Majestad.”

“Ups, olvidé que ya lo había decidido hace un tiempo.” Eleora le dio a Friede un guiño amistoso.

“Umm… cómo exactamente… ¿Eh?” Friede todavía estaba tratando de procesar la idea de que su apellido estaría en las puertas de un palacio extranjero.

“¿Qué ocurre? ¿La gente no nombra sus puertas en Meraldia?” preguntó Eleora con una sonrisa. Parecía disfrutar la reacción de Friede.

“No lo hacen, en realidad…”

“El nombre Aindorf es bastante famoso en Meraldia. Y ahora, todos los que entren en el palacio de Rolmund pasarán por la Puerta Aindorf.”

“Whoa…” murmuró Friede, dándose cuenta ahora de las implicaciones de lo que había hecho Eleora.

“El nombre de esta puerta será un símbolo de la amistad de nuestras dos naciones. Deberías alegrarte, todo esto es gracias a los esfuerzos de tu delegación”, dijo Eleora.

Ella me está engañando de alguna manera. Puedo oler la mentira en ella.

“No podemos permitir que el hecho de que Micha fue secuestrada sea de conocimiento público; razón por la cual oficialmente estamos nombrando esta puerta en honor de la Señora Demonio. También ayuda que sea el apellido de Veight. Básicamente, estamos matando tres pájaros de un tiro.” Eleora le dio a Friede una sonrisa infantil.

Vaya, me la ha hecho bien. Friede bajó la cabeza derrotada.

“R-R-Realmente no necesitas… Umm… Muchas gracias. Es un gran honor…”

“Jeje, hay más de una forma de jugar el juego de la diplomacia. Nunca olvides eso.” Eleora acarició con cariño el cabello de Friede hasta que quedó hecho un desastre. Una vez que terminó, Micha se acercó a Friede.

“Ten cuidado en el camino de regreso. Me aseguraré de encontrar muchas más tiendas de dulces deliciosos para nuestra próxima fiesta del té.”

“¡Supongo que tendré que volver pronto entonces!” dijo Friede, tratando de inyectar algo de alegría en su voz.

Micha de repente la abrazó, para que Friede no viera que estaba llorando. Se quedó así durante algún tiempo, aferrándose a Friede hasta que se le secaron las lágrimas.