Jinrou E No Tensei Maou no Fukukan (NL)

Volumen 13: Las Dos Princesas

Capitulo 13: Polvo Rojo

Parte 4

Después de un rato, abrió los ojos y explicó la respuesta a la que había llegado.

“En la superficie, puede parecer que lo que hizo fue inútil, pero si me preguntas, fue muy importante.”

“¿Por qué?” preguntó Micha, inclinándose hacia adelante.

Friede inclinó la cabeza hacia un lado y dijo, “Es difícil motivarse para hacer el trabajo que alguien más te obliga, ¿no? No es divertido.”

“¿No es… divertido?” Micha parpadeó sorprendida. Ella no lo había considerado desde ese ángulo.

Argh, necesito decir esto mejor o ella pensará que soy una idiota, pensó Friede y apresuradamente agregó, “Si no estás motivado para hacer el trabajo que estás haciendo, no lo harás bien o ni te esforzarás tanto. Por ejemplo, en el trabajo agrícola, cuanto más te esfuerces, más fértiles serán tus campos. Por lo tanto, si vas a hacer que alguien haga el arado para ti, deberían poder cosechar los beneficios de su duro trabajo. De esa manera, estarán más motivados.”

Micha lo consideró durante unos minutos y luego respondió, “Ahora que lo mencionas… tienes razón.”

“¡¿Verdad?!”

Uf. Salí de esta sin parecer una tonta. Friede exhaló un suspiro de alivio. Por desgracia, sus pruebas no habían hecho más que empezar.

“Entonces, si los agricultores se motivan más, podremos obtener mayores rendimientos de la misma cantidad de tierra. Es una forma de resolver nuestros problemas alimentarios”, reflexionó Micha.

“Sí, sí.”

“¿Pero no hará eso que el sistema de clases se derrumbe? ¿No es la sociedad más estable porque los esclavos siguen siendo esclavos, los nobles siguen siendo nobles y los plebeyos siguen siendo plebeyos?”

“Uhh…”

Friede había esperado que pudieran pasar a un tema más simple y femenino, pero Micha continuó interrogándola sobre el sistema de clases de Meraldia, su cultura alimentaria y sus técnicas agrícolas. Al final, Friede no pudo soportarlo más.

“¿N-No podemos hacer otra cosa? Como, no sé, ¿hacer algo de ejercicio?”

“Oh, ¿es eso lo que prefieres hacer?” preguntó Micha, un poco decepcionada. Había estado disfrutando de su tiempo de preguntas y respuestas con Friede. Pero luego sonrió, se puso de pie y le tendió la mano a Friede. “Si eso es lo que quieres, conozco el lugar perfecto para ti. Vamos, ven conmigo.”

“¿A dónde vamos?”

Micha llevó a Friede al patio de armas del palacio. Los guardias imperiales lo usaban para entrenar cuando no estaban de servicio. Había un campo de tiro en una esquina del terreno donde la gente podía practicar con sus Blast Canes. Friede pensó que los guardias se sorprenderían de ver a Micha allí, pero simplemente la saludaron como si viniera aquí todo el tiempo. Probablemente lo hace.

Micha tomó un Blast Cane del guardia que estaba de guardia en el campo de tiro y le dio una sonrisa a Friede.

“Llevabas un Blast Cane cuando llegaste a la capital, ¿no es así? Ya sabes, ese pequeño que llevabas en la cintura.”

“¿Eh? Oh, sí. Me lo quité cuando llegamos al palacio y no me lo he vuelto a poner desde… ¿Cómo sabes eso?”

“¡Agk!” Micha tragó saliva y miró hacia otro lado, dándose cuenta de que dijo algo que no debería haber dicho.

Friede acercó su rostro al de Micha y preguntó, “¿Me viste antes de que llegara al palacio?”

“N-No, una princesa imperial no se atrevería a escabullirse del castillo para echar un vistazo a la delegación de Meraldia…”

Friede ni siquiera necesitó oler el aroma de Micha para saber que estaba mintiendo. Miró a Micha a los ojos durante unos segundos y luego se rió para sí misma.

“Bueno, está bien, no me importa. De todos modos, esos son los objetivos que vamos a disparar, ¿verdad?”

“Sí. Siéntete libre de apuntar a cualquiera de ellos. Los de allí están a medio tiro de arco, la distancia estándar desde la que la infantería de Rolmund dispara su primera descarga. Y los de allí son para infantería pesada con cañones más grandes.”

Los objetivos tenían forma humana, pero sus lados derechos estaban cortados. Por lo general, esa era la sección del cuerpo protegida por un escudo de torre, que en una batalla real, eso sería básicamente lo mismo que fallar.

Micha levantó su Blast Cane y conjuró un pequeño encantamiento para verter mana en él. “No soy una maga, pero he aprendido a disparar. Mira.”

Se llevó el arma al hombro y apuntó con movimientos practicados. Respiró hondo para estabilizarse y luego apretó el gatillo. Una bola de luz salió disparada y dio en el pecho del objetivo. Los arqueros intentaban evitar el pecho ya que era la parte más fuertemente blindada de un soldado, pero la cota de malla apenas frenaba una bala de un Blast Cane. Para un pistolero, el torso era el mejor lugar para apuntar, ya que era el objetivo más grande en un cuerpo humano y el que se movía menos.

Micha le dio la espalda al objetivo destruido y le sonrió a Friede. “¿Qué te parece?”

“¡Vaya, buen tiro!” exclamó Friede, aplaudiendo. Realmente estaba impresionada por la impecable puntería de Micha. “Yo soy muy mala para dar en el blanco, así que envidio tu firme puntería.”

“Jeje, de hecho pasé el mismo examen que los francotiradores imperiales deben tomar. Pero solo obtuve un puntaje lo suficientemente alto como para ser de cuarta clase.”

Friede no sabía lo difícil que era ese examen, pero pensó que tendría que ser bastante difícil si Micha solo obtenía un puntaje lo suficientemente alto como para ser cuarta clase.

Micha le entregó su Blast Cane a Friede y dijo, “Los Blast Canes de Rolmund son de primera línea y son bastante fáciles de usar. ¿Quieres intentarlo?”

“Ah, seguro.” Friede tomó el Blast Cane con cautela y una mirada de preocupación cruzó por su rostro. “Espero no romperlo…” murmuró.

“Es de grado militar, ¿sabes? Un arma diseñada para la guerra no se romperá tan fácilmente. También puede manejar una capacidad de mana bastante grande”, dijo Micha con una sonrisa tranquilizadora, pero Friede no parecía tranquila.

“Si tú lo dices… Lo siento de antemano si lo rompo.”

“En la remota posibilidad de que lo hagas, no te preocupes. Estoy segura de que uno de nuestros técnicos podrá arreglarlo.”

“Ya veo. Está bien, lo intentaré.”

Friede, aliviada, levantó el Blast Cane y apuntó.

“Hmm…” No estaba segura de poder acertarle a un objetivo tan lejano. Las tareas que requerían precisión no eran su fuerte. Oh, ya sé que puedo hacer.

El Blast Cane parecía tener una capacidad de mana bastante grande y Rolmund fue el lugar de nacimiento de los Blast Rifles de Meraldia.

Con cuidado de mantener el flujo de mana bajo control, Friede liberó el mana que había almacenado. Con todo el entrenamiento mágico que había tenido, controlar su mana era como una segunda naturaleza para ella ahora. Una vez que hubo metido lo suficiente en el arma, apuntó lo mejor que pudo y disparó. Una fuerte explosión de luz llenó el patio de armas y los edificios cercanos temblaron.

“¡Aaaah!” El grito de Micha fue tragado por el sonido de la explosión.

“¡¿Qué pasó?!” gritó uno de los guardias.

“¡Protejan a la princesa!”

Sin tener en cuenta el peligro que corrían sus propias vidas, los guardias imperiales corrieron hacia Micha. Mientras tanto, Friede parecía totalmente abatida.

“El Blast Ri… digo, el Blast Cane se rompió. No… lo rompí.” Miró los restos del Blast Cane que yacían en el suelo. El cañón estaba tan derretido y retorcido que parecía irreconocible. El humo se elevaba desde el extremo del cañón. Micha, que había caído sobre su trasero, se quedó mirando en estado de shock. Cuando los guardias llegaron, ellos también lo hicieron.

“¡¿Se rompió?!”

“No, fui yo quien lo rompió. Lo siento. Me dejé llevar y le puse 20 Kites de mana…”

Sin embargo, Rolmund no usaba Kites como unidad de medida, por lo que nadie entendió a qué se refería Friede. Aún conmocionados, Micha y los guardias se volvieron para ver qué había sucedido con el objetivo al que Friede había apuntado. Todos los objetivos en el campo de tiro habían sido volados en pedazos. Los fragmentos de madera estaban incrustados profundamente en la pared de barro que protegía el resto del patio de armas de las balas perdidas del campo de tiro.

“¿Qué…?”

“Incluso destruyó los objetivos colocados para los francotiradores…” murmuró el capitán de la guardia y Friede inclinó la cabeza en señal de disculpa.

“L-Lo siento mucho. ¿Debería llevarle esto al técnico para que lo arregle…?”

“¡¿Crees que eso se puede arreglar ?!” gritó Micha, señalando la carcasa derretida del Blast Cane.

***

Micha sabía que Friede no era una chica típica incluso antes de que hubiera puesto un pie en la capital. Después de todo, ella era la hija del legendario Esgrimista Astral. Micha había escuchado tantas historias de los actos heroicos de Veight de su tía que sabía que Friede también sería especial. Pero no sabía cuán especial sería.

¿Por qué tiene tanto mana? ¿Es porque lleva la sangre de un hombre lobo? No era solo su capacidad de mana, Friede también tenía una increíble cantidad de resistencia. Ella está en un nivel totalmente diferente al de los humanos. ¿Hay alguien en el imperio que pueda vencerla en una pelea uno a uno?

Sin embargo, una cosa que Micha había comenzado a notar era que no era la fuerza de Friede lo que la hacía asombrosa. Era el hecho de que no se jactaba de dicha fuerza. Además, tampoco trató de ocultar sus debilidades. Friede le dejó en claro a Micha que la política y la economía no eran su fuerte, pero aun así estaba dispuesta a participar en esas discusiones.

Si fuera yo, habría evitado esos temas como si fueran una peste. Friede es muy… tolerante, supongo.

Ella toma las cosas como vienen. Pero personalmente, no estaría lo suficientemente relajada para hacer eso si estuviera en una tierra extranjera. Me preocuparía mantener mi imagen y actuar con dignidad como corresponde a una princesa. No sería capaz de actuar de forma natural como lo hace Friede.

A ella no le importa en absoluto su imagen, pero no es como si estuviera despreciando a las personas que sí. Además, admite libremente cuando no sabe algo y hace todo lo posible por aprender más al respecto. Ella es… radiante, en cierto modo.

¿Es así como se ve un verdadero líder? Por otra parte, también hace algunas cosas bastante tontas de vez en cuando.

Como en este momento, está inclinando la cabeza ante la guardia imperial a pesar de que son plebeyos y ella una princesa.

Por supuesto, es importante que los nobles se disculpen con los plebeyos cuando hacen algo mal, pero hay que hacerlo de la manera adecuada. Por otra parte, no se sentiría bien ver a Friede dando una disculpa formal de noble con una sonrisa informal. Sí, definitivamente es muy rara. No sé cómo debería actuar con ella.

***

Aproximadamente al mismo tiempo, en el extremo sur de la capital demoníaca, Ryunheit, un hombre se estaba preparando para un largo viaje.

“Y con eso, los hombres lobo están autorizados a movilizarse”, dije, inclinándome sobre mi mesita de noche y firmando el memorándum. “Vodd y sus amigos son demasiado mayores para realizar largas expediciones, así que enviaré a los hombres más jóvenes. De todos modos, diez escuadrones deberían ser suficientes.”

Volví a meterme en la cama, con las caras de mis amigos revoloteando por mi mente. “Todos han envejecido ahora”, murmuré y Airia se sentó para darme una mirada de reproche.

“Dices eso como si tú no hubieras envejecido un poco. Los dos también nos hemos hecho más viejos, ¿sabes?”

“Bueno, yo sí, seguro. Morí muy pronto en mi vida pasada, así que supongo que en realidad he vivido más tiempo en esta vida ahora.”

Y combinando las dos vidas, básicamente soy un abuelo.

“Pero todavía te ves tan joven como el día que irrumpí por tu ventana”, le dije.

Airia se sonrojó y me dio una sonrisa avergonzada. “Solo te parece así porque nuestra habitación está oscura. Mi piel ya no es tan flexible como antes. Cada vez que miro a Friede me acuerdo de lo vieja que me he hecho.”

“Siempre dices eso, pero honestamente no veo ninguna diferencia…”

Eso no fue un halago; realmente no podía decir que había envejecido.

“Tal vez sea por todo el mana que poseo”, reflexionó.

“Podría ser”, dije, sentándome también. “Aún no entendemos completamente cómo afecta el mana a las personas, pero sabemos que puede prolongar la vida. El mana almacenado puede borrar la fatiga y curar enfermedades también.”

El ejército demoníaco estaba llevando a cabo activamente una variedad de experimentos relacionados con el mana con monstruos para intentar aprender más. Para un plebeyo, los experimentos probablemente sonaban inhumanos, el tipo de estereotipo que harían los demonios villanos, pero eran necesarios para el avance de la ciencia. Afortunadamente, había una gran cantidad de monstruos en el bosque demoníaco que pudimos capturar.

Acaricié la mejilla de Airia y luego la mía. “Es cierto que la piel se vuele flácida con la edad, pero ninguno de los dos parece tan viejo como realmente somos. Supongo que nuestro mana nos mantiene jóvenes. Lo mismo ocurre con los monstruos. Cuanto más mana tiene un monstruo, más larga será su vida útil.”

De repente, me di cuenta de que me había desviado de lo que había estado tratando de decir originalmente. Me recosté y murmuré, “De todos modos, este… mi punto es que todavía eres hermosa. Extremadamente hermosa.”

“Gracias”, dijo Airia con una sonrisa irónica. Espero que esto signifique que he madurado un poco en comparación con antes.

Se acurrucó cerca de mí y miramos juntos al techo.

Después de unos segundos, Airia murmuró, “Irás de nuevo, ¿no?”

“Es una misión de alto secreto esta vez y es imprescindible que regrese lo antes posible. Si vuelvo después de la delegación diplomática, Friede se dará cuenta de lo que he hecho.”

“Si de todos modos vas a ir hasta Rolmund, ¿por qué no te reúnes con ella?” Airia me miró confundida. “No has visto a Eleora ni a tus otros amigos en Rolmund en mucho tiempo.”

“Sería bueno recorrer los restaurantes de Rolmund con Friede, pero no puedo. Ella está haciendo todo lo posible por independizarse. Lo arruinaría todo si apareciera en medio de su viaje.”

Al final, Friede tendría que dejar su casa y forjar su propio camino en la vida. En este mundo, eras considerado un adulto en tu adolescencia, así que para ella, ese momento podría llegar antes de lo que me gustaría. Lo mejor que podía hacer era dejarla crecer sola para que estuviera preparada para afrontar los desafíos de la independencia.

“Quiero ver si Rolmund Norte se ha recuperado o no, pero al final tendré que ir a una visita oficial de todos modos, así que podré comprobarlo.”

“Ya veo… supongo que es válido. Entonces mantendré tu misión en secreto para Friede.”

“Eso es lo mejor, sí. No es necesario que una simple estudiante sepa de los tratos secretos del consejo.”

A veces, mantener mi vida pública y privada separadas resultaba difícil, pero sabía que debía hacerlo o el Consejo de la Mancomunidad acabaría siguiendo el camino del antiguo Senado.

“Aun así, ¿no será triste? Nunca podrás decirle a Friede que la estabas protegiendo desde las sombras.”

“Es mejor si ella no lo sabe”, respondí, haciendo a un lado las preocupaciones de Airia. “Los padres son como un taburete para sus hijos. Tienen que ser robustos y firmes, para que los niños no se caigan. Pero eventualmente, tienen que salir de la escena para que sus hijos puedan alcanzar nuevas alturas por sí mismos.”

No podías llevarte un taburete a todas partes. Si bien era importante confiar en uno al principio, eventualmente tenías que aprender a llegar a donde querías ir sin uno.

“Mi trabajo es dejar una base sólida para que Friede salte. Pero ella debe mantener su mirada enfocada hacia adelante, en lugar de a sus pies.”

“Eso es algo muy típico de ti”, dijo Airia con una sonrisa.

Además, esta es una misión por el bien del consejo, no de Friede, pensé. Por supuesto, me habían dado vía libre para elegir el personal de la misión, así que seguía mezclando un poco los asuntos privados y los públicos.

“Si Friede alguna vez se convierte en madre, naturalmente se dará cuenta de todas las cosas que hicimos por ella. Fue solo después de ser padre que comprendí lo mucho que mi madre tuvo que pasar para criarme”, dije.

“Eso es cierto. Siento que entiendo a mi padre… e incluso a mi madre un poco más ahora que soy una.”

Es triste que cuando quieres pagarle a tus padres todo lo que han hecho por ti, muchas veces ya se han ido.

“Espero que Friede crezca rápido para poder retirarme pronto. Realmente quiero pasar el resto de mis días estudiando la ecología del bosque demoníaco y explorando las ruinas de la antigua dinastía. Oh, y quiero ayudar a la Maestra con su investigación mágica.”

Airia me lanzó una mirada mordaz y preguntó, “¿De verdad crees que podrás retirarte tan fácilmente?”

“Supongo que no, ¿eh?”

“No te vas a escapar de la Señora Demonio así como así.”

Qué Señora Demonio más aterradora. Ni siquiera habían pasado 20 años desde el inicio de la Mancomunidad Meraldiana. Aún quedan muchos problemas instigados por el antiguo régimen. Probablemente pasarían otros 20 años antes de que la nación se estabilizara lo suficiente como para poder retirarme. Necesitaría vivir bastante tiempo si no quería que todo el trabajo que había realizado se echara a perder. Al diablo, supongo que viviré hasta los 100 años después de todo.

Charlamos un poco más, pero finalmente la conversación se fue apagando.

“Si fuéramos adultos responsables, nos iríamos a dormir ahora, pero…” dije con una sonrisa y Airia se sonrojó. Mi sonrisa se ensanchó. “Vaya, ni siquiera tengo que terminar mi frase.”

Airia apoyó la cabeza en mi pecho y murmuró, “Puedo saber fácilmente lo que piensas por la forma en que hueles.”

“¿Desde cuándo te convertiste en un hombre lobo?”

“Desde que me casé con uno.”

Ella apagó la lámpara, sumergiendo la habitación en la oscuridad.

***

A la mañana siguiente, salí de Ryunheit con 40 de mis hombres lobo. Llegamos a Krauhen en unos días y tomamos el túnel secreto hacia el norte que conducía a Rolmund. El túnel salía al Fuerte Novesk, donde me saludaron una gran cantidad de rostros familiares.

“Te has puesto muy guapo en los diez años que han pasado desde la última vez que te vi”, dijo Volka, la líder de los hombres lobo de Rolmund, con una sonrisa en su rostro arrugado.

“No pensé que aún estarías viva, Volka.”

“Bah, no estiraré la pata tan fácilmente. No puedo dejar que estos jóvenes me superen todavía.”

A tu edad, realmente creo que estarías mejor jubilada… Lamentablemente, no teníamos tiempo de ponernos al día, ya que esta misión era urgente y teníamos planes que discutir.

“No importa cuántas veces los aplastemos, siguen apareciendo más idiotas.”

“Siguen intentándolo porque creen que realmente tienen posibilidades de tener éxito. O bien su información o su análisis es erróneo, pero en cualquier caso, están muy equivocados.”

“Y por eso he dicho que son un montón de idiotas.”

“Concuerdo.”

Los hombres lobo de Rolmund se habían convertido en el servicio secreto personal de Eleora y, durante los últimos 10 años, se habían convertido en una de las mejores fuerzas de espionaje del mundo. Había leído los informes que me habían enviado para la operación actual y su eficacia me asustaba incluso a mí. Si tuviera que luchar contra ellos de nuevo, no estaba seguro de poder ganar.

“Vine aquí para ayudarlos con su cacería, pero por lo que parece, estos tipos habrían sido carne muerta sin mí.”

Volka y sus hombres ya habían reunido información más que suficiente y habían elaborado un plan meticuloso. Todo lo que nos quedaba por hacer era ayudar a llevarlo a cabo. En las guerras anteriores que había peleado, solo salí ganando porque mi inteligencia siempre había sido superior a la de mi enemigo. Pero en este punto, era seguro decir que el servicio de inteligencia de Rolmund era tan hábil como el de Meraldia, si no más. Cualquier conflicto entre nuestras dos naciones estaría bastante igualado.

Al ver mi expresión, Volka sonrió. “Es bueno saber que incluso el legendario Rey Negro de los Hombres Lobo cree que estamos haciendo un buen trabajo. Aun así, sería bueno contar con tu ayuda para asar esta ‘carne muerta’.”

“Entiendo. Los chamuscaré bien por ti.”

Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que fui a cazar. Debería tomármelo con calma por si acaso.

***

Un grupo de soldados de afiliación desconocida acampaban en los bosques del sur de Rolmund Oeste, en el territorio de Kastoniev.

“¿Ha llegado la delegación?” preguntó uno de los soldados. A juzgar por la forma en que saludó el otro soldado, tenía un rango superior.

“Aún no hay palabras de nuestros exploradores, señor.”

Algunos de los soldados más fuertemente armados intercambiaron miradas.

“Eso es extraño. Según nuestra información, deberían pasar por aquí hoy.”

“El sol se pondrá pronto, si vinieran hoy, habrían pasado por aquí hace mucho tiempo.”

“¿Se nos escaparon de alguna manera?”

“Puede que simplemente estén pasando una noche más en el Fuerte Novesk. Recuerden, nuestro objetivo es un carruaje civil. No me sorprendería que no se esté moviendo en un horario exacto.”

Aunque estos hombres no llevaban insignias o escudos que pudieran identificarlos, era obvio por sus costosas cotas de malla que eran nobles. A poca distancia, 100 hombres con Blast Canes esperaban listos en el tenue resplandor del atardecer. No había una sola fogata a pesar del frío.

“Es peligroso quedarse más tiempo. No se sabe cuándo pasará un leñador o un cazador por aquí. Es solo cuestión de tiempo antes de que lord Kastoniev se entere de nuestra ubicación.”

“Ningún riesgo es demasiado grande para una misión tan importante. Si podemos asesinar a la delegación de Meraldia, será un gran golpe para la reputación de Eleora. Lord Kastoniev también será considerado responsable, ya que el asesinato habrá ocurrido en su territorio.” La expresión del oficial al mando era sombría. “Además, no podemos dar marcha atrás ahora. Tenemos órdenes expresas de matar al menos a un miembro de la delegación.”

“Podríamos matar a una docena si alguno de ellos apareciera…”

“Sí, estos Blast Canes pueden encargarse fácilmente de algunos carruajes. No olviden cuánto tiempo y esfuerzo tomó adquirir estas armas y hombres lo suficientemente capacitados para usarlas.”

“Lo sé. Pero si nuestro objetivo no aparece, ninguna cantidad de francotiradores podrá ayudarnos.”

Un silencio incómodo cayó sobre el campamento y justo cuando caía la noche, un explorador se acercó corriendo.

“¡Están aquí! ¡Vi un carruaje con la bandera de Meraldia!”

“Finalmente.”

Los soldados soltaron un suspiro colectivo de alivio. Estaban tan ansiosos por salir de aquí que se olvidaron de pedirle al explorador más detalles.

“¡Artilleros, listos!”

Los hombres armados se apresuraron a formar filas y empezaron a marchar en formación hacia la carretera. Una hilera de carruajes se desplazaba por la carretera, con lámparas colgando de los cuerpos de los vehículos. La bandera de la Mancomunidad Meraldiana ondeaba en la brisa fría sobre todos ellos.

“¡Formación de semicírculo!” gritó el comandante y los hombres armados se desplegaron en abanico hacia la izquierda y la derecha, escondiéndose detrás de los árboles o entre los arbustos.

“El carruaje principal es el objetivo principal. El que está al final de la formación es su objetivo secundario. Debemos asegurarnos de que no puedan huir en ninguna dirección.”

“¿Deberíamos apuntar a los caballos?”

“Con carruajes tan grandes, es más fácil apuntar a los propios carruajes. Mientras disparen a las ruedas, los caballos no podrán moverlas.”

El comandante esperó hasta que los carruajes estuvieran dentro del alcance y luego gritó, “¡Fuego!”

Innumerables balas de luz atravesaron la noche. Había tantas que parecía que era mediodía en ese corto tramo de la carretera. Chocaron contra los vagones con fuerza explosiva, rompiendo los marcos de madera y las ruedas. En pánico, los caballos y los cocheros intentaron correr.

“¡Sigan disparando! ¡No paren!”

“¿Está seguro? ¿No deberíamos al menos confirmar a quién hemos matado antes de que…”

“No importa a quién matemos. Mientras estos carruajes ondeen la bandera de Meraldia, cualquiera que muera dentro de ellos vale algo para nosotros. Ignoren a los rezagados, no tenemos mucho tiempo.”

En poco tiempo, todos los carruajes se habían reducido a montones de madera humeantes y casi todos los caballos habían sido asesinados. Parecía que un grupo de gigantes había pisoteado a los viajeros.

“¡Alto al fuego!” gritó el comandante y el diluvio de balas se detuvo.

Los nobles camuflados asintieron entre sí. El hedor a madera quemada y sangre fresca llenó el aire.

“Una victoria perfecta.”

“Supongo que al menos deberíamos inspeccionar los cuerpos antes de recuperarlos.”

En ese momento, uno de los soldados gritó, “¡C-Capitán! ¡Hay alguien ahí que todavía está vivo!”

“¡¿Qué?!”

Los nobles se dieron la vuelta, mirando con incredulidad los restos. Un solo hombre estaba de pie entre los montones de madera en llamas. Parecía completamente ileso. Aunque estaba solo y parecía desarmado, los nobles no dudaron.

“Mátenlo”, ordenó el comandante y una andanada de balas se precipitó hacia el hombre.

Esa cantidad de potencia de fuego era excesiva para matar a un solo humano. Pero cuando las balas se acercaron al hombre, desaparecieron parpadeando en lugar de explotar. Salió ileso del aluvión.

“¿Q-Qué diablos…?”

“No sé qué está pasando, ¡pero sigan disparando!”

Al descubrir que las balas no funcionaron, lo lógico sería ordenar a los caballeros que desenvainen sus espadas y lo enfrenten, pero el instinto del comandante le dijo que acercarse a ese hombre sería un error.

“¡Llamen a la caballería!”

Una oleada de miedo recorrió a los soldados, pero continuaron disparando como se les ordenó. Esta vez, una docena más o menos impactaron, pero el hombre las ignoró como si no fueran nada.

“Malditos terroristas”, gruñó con voz intimidante. Antes de que alguien pudiera responder, se transformó.

“¡¿Qué es eso?!”

“¡¿U-Un hombre lobo?!”

El hombre se había convertido en un gran hombre lobo negro y ahora corría hacia la línea de hombres armados. Con voz enojada, aulló, “¡Si están tan ansiosos por matar a otros, entonces no tienen derecho a quejarse si alguien los mata!”

“¡Oigan, no paren! ¡Sigan disparando!”

Los pistoleros vertieron todo el mana restante en sus rifles y dispararon. Las balas giraron alrededor del hombre lobo en un torbellino de luz antes de ser absorbidas por él. Ninguna de ellas le chamuscó la piel.

“¡¿Nuestros Blast Canes no funcionan?!”

“¡Retirada! ¡¿Por qué tarda tanto nuestra caballería?!”

Antes de que el comandante pudiera dar un solo paso, el hombre lobo mostró sus colmillos y dejó escapar un aullido explosivo. Una onda de sonido pura atravesó a los soldados.

“¡¿Ngh?!”

Los soldados se encogieron de miedo, pero un segundo después se derrumbaron en el suelo, con sangre brotando de sus ojos y narices.

“Qué…” murmuró el comandante, sin darse cuenta de que los soldados que lo rodeaban estaban muriendo en masa.

Él mismo apenas había sobrevivido a la onda expansiva y se arrastró por el suelo, tratando de ponerse a salvo. El aullido lo había cegado de alguna manera y no sabía en qué dirección estaban sus aliados. ¿A dónde se fue ese monstruo? Justo cuando pensaba eso, escuchó pasos acercándose a él.

Los pasos de un lobo. Se preparó para la muerte, pero entonces la tierra comenzó a rugir. ¡La caballería está aquí! pensó, exprimiendo sus últimas fuerzas para intentar alcanzarlos. Todavía ciego, saludó con la mano a lo que creía que era su caballería y murió.