Jinrou E No Tensei Maou no Fukukan (NL)

Volumen 13: Las Dos Princesas

Capitulo 13: Polvo Rojo

Parte 11

Por la noche, fui a visitar a Airia a su oficina, con un paquete de documentos en mis brazos.

“¿Tienes un momento, Señora Demonio?”

“Sí, acabo de terminar de ocuparme de los asuntos de la ciudad, así que… Esa es una pila de documentos más gruesa de lo habitual.”

Se veía bastante cansada, así que le extendí los papeles sobre la mesa.

“Revisé todos los informes de la delegación que fue a Rolmund y tomé nota de todo lo importante. En resumen, la misión fue un éxito y valdría la pena seguir enviando delegaciones con regularidad. También…” Le entregué a Airia una pila y comencé a hojear una segunda. “Wa quiere que enviemos equipos de reconocimiento para ayudarles a cartografiar las Dunas Ventosas. El desierto es peligroso, así que creo que sería mejor si los equipos procedieran de las filas del ejército demoníaco. Presentaré mi propuesta tanto al Consejo como a los generales del ejército para su aprobación.”

“Comprendo.”

“Por último, un hombre lobo civil hirió gravemente a uno de los hombres de Grizz. Aparentemente, la pelea estalló debido a una discusión sobre apuestas. Ya he reprendido severamente al hombre lobo en cuestión. No estaría bien que un demonio matara a civiles, ni siquiera por accidente.”

“Por supuesto. Lo último que queremos es una lucha entre humanos y demonios.”

Todos estos eran temas que había abordado como representante de Airia, por lo que era importante para ella estar al tanto. No podía tomar decisiones diplomáticas importantes por mi propia voluntad, por supuesto, pero por eso redacté propuestas para que Airia y el Consejo las revisaran y votaran. Estaba haciendo un buen trabajo como vicecomandante, si se me permitía decirlo.

Nota aparte, podía sentir que Friede estaba cerca de nuevo. Ya que solo estábamos Airia y yo en la habitación, pensé que ahora era un buen momento para averiguar qué estaba tramando.

“Friede, sé que estás allí.”

“Hyaa…”

Si no supiera ya que estabas aquí, ese grito te habría delatado.

“Puedes dejar de esconderte. No estoy enojado, así que sal.”

“E-Está bien…”

La puerta se abrió con un chirrido y Friede entró. Parecía un poco avergonzada, pero también decidida. Estaba claro que no solo estaba tratando de gastarme una broma.

“¿Por qué exactamente me seguiste todo el día?”

Friede, inquieta y torpe, respondió, “Quería saber qué tipo de trabajo hace un vicecomandante…”

“¿Tienes curiosidad por mi trabajo?”

“Sí.”

Oho. Al darse cuenta de que realmente no estaba enojado, Friede se animó un poco.

“Oye, papá, ¿es divertido ser un vicecomandante?”

“Absolutamente.” Sonreí y agregué, “Puedo ayudar a alguien a quien respeto y es el trabajo perfecto para un tipo promedio como yo.”

“¿Promedio?”

¿Es realmente tan difícil de creer? Friede me miró con incredulidad, pero luego sonrió.

“¡En ese caso, yo también quiero ser una vicecomandante!”

“Está bien, pero ¿de quién?”

“Mmm…”

“Que sepas que Airia ya tiene un vicecomandante y soy yo.”

Friede ladeó la cabeza mientras pensaba.

“Entonces… ¿y si me convierto en la vicecomandante de Micha?”

“Ella es la princesa de otro país.”

“¿Y de Yuhette?”

“Si quieres ser la vicecomandante de un obispo de Sonnenlicht, tendrás que unirte al clero. ¿Piensas que puedes hacerlo?”

“De ninguna manera.”

No estaba exactamente emocionado de escuchar que Friede quería ser vicecomandante. Aunque personalmente pensé que era un trabajo importante y que valía la pena, quería que ella hiciera algo con más reconocimiento público. Preferiblemente algo que tampoco fuera demasiado peligroso. Por supuesto, sabía que esto era solo el egoísmo de un padre hablando.

“¿Por qué no te conviertes en alguien que tenga un vicecomandante propio?”

“No, quiero ser una vicecomandante. Digo, parece que te estás divirtiendo mucho en el trabajo, papá.”

Bueno lo estoy, pero…

Sonriendo, Airia intervino, “Quieres ayudar a otras personas, ¿verdad? Es un objetivo espléndido, Friede.”

“¡Sí!”

“Pero ayudar a los demás no es tan fácil como parece. Si quieres ser una vicecomandante, necesitarás aprender al menos tanto como tu padre.”

“Ya veo… pero eso hace que valga la pena.”

Jejeje, lo siento, Friede, pero no voy a ceder el título de Vicecomandante de la Señora Demonio a nadie, ni siquiera a mi hija. Friede se volvió hacia mí con una mirada determinada en sus ojos.

“Papá, quiero convertirme en vicecomandante y ayudar a alguien a hacer mejor su trabajo. ¿Puedes enseñarme cómo?”

“Realmente no hay un manual para este tipo de trabajo…”

No esperaba esto, pero parecía que esto era lo que Friede realmente quería hacer. Rechazarla aquí me convertiría en un fracaso de padre.

“En ese caso, ¿qué tal si me ayudas con mi trabajo en tus días libres de la escuela? Pero recuerda, tus estudios siguen siendo lo primero.”

“¡Sí! ¡Muchas gracias, papá! ¡También estudiaré, lo prometo!”

“Bien, bien.”

No estaba seguro de poder enseñar a Friede correctamente mientras hacía mi trabajo, pero esto también era una de las responsabilidades de un padre. Haré que funcione de alguna manera. Y así, Friede se convirtió en aprendiz de vicecomandante.

Esa noche, Airia me miró exasperada mientras nos metíamos en la cama.

“Bueno, gracias a ti, todos nuestros niños más brillantes quieren ser vicecomandantes en lugar de líderes. ¿Sabías eso?”

“Estás bromeando, ¿verdad?”

“Myurei quiere ser el vicecomandante de Ryuunie a pesar de que es el virrey de Lotz. También hay muchos otros casos.”

De acuerdo, pero ¿cómo es esto mi culpa?

***

¿Qué tipo de trabajo debería hacer que Friede haga ahora que es mi aprendiz? En primer lugar, los deberes de un vicecomandante cambian mucho según a quién sirven. Como vicecomandante de la Señora Demonio, mis deberes principales involucraban viajar y servir como su representante en el extranjero, ya que su posición no le permitía dejar Ryunheit a menudo. Además, Airia manejaba mejor los problemas domésticos que yo. Los miembros de su casa, así como los oficiales que el Consejo había enviado para ayudarla, eran mejores ayudándola en esos asunto que yo.

Mientras estaba agonizando sobre cómo entrenar a Friede, Airia se levantó de la cama. Se puso una gota de perfume en cada uno de los tobillos y luego comenzó a peinarse el cabello despeinado. Al darse cuenta de que la estaba mirando, se volvió y sonrió. Dije el pensamiento que me vino a la cabeza en ese momento.

“No has cambiado en absoluto… En todo caso, te has vuelto aún más hermosa.”

Sonrojándose, Airia negó con la cabeza. “Eso no es cierto en absoluto. Ya soy una vieja con una hija adolescente.”

“Eres demasiado modesta”, sonreí.

Tal vez fuera porque había pasado tanto tiempo con ella, pero realmente me pareció que Airia se había vuelto más hermosa con el paso del tiempo. Por otra parte, Kite y Forne dicen lo mismo sobre sus esposas.

Airia cambió repentinamente el tema en un esfuerzo por ocultar su vergüenza.

“Por cierto, sobre Friede…”

“¿Sí?”

“Si va a ser vicecomandante de un consejero o de un general, necesitará estudiar matemáticas, debate, historia y contabilidad. Afortunadamente, el programa de primaria le dio una introducción a cada uno de esos temas.”

“Tienes razón. El programa de primaria es lo suficientemente completo como para que las personas que lo han completado puedan encontrar trabajos decentes.”

El programa de primaria solo enseñaba hasta lo que habría sido el nivel de escuela secundaria en Japón, pero eso era bastante impresionante en este mundo. Solo los ricos podían obtener esa cantidad de educación normalmente. La mayoría de los plebeyos apenas sabían leer y escribir su propio nombre. Algunos de los plebeyos más estudiosos aprendían a leer y escribir correctamente mediante el estudio de las escrituras de Sonnenlicht, pero la gran mayoría no se molestaba.

“Puede que no tenga experiencia, pero tiene un conocimiento básico de cómo manejar el papeleo. Lo que significa que la mejor manera de enseñarle sería mostrarle cómo suelo trabajar.”

 ***

Hmm… Traerla a uno de mis viajes probablemente sería lo mejor. Tampoco puedo mostrar favoritismo, así que podría traer algunos otros niños que también quieran ser vicecomandantes.

Mientras analizaba la logística de llevar a un grupo de niños conmigo, Fumino entró en mi oficina.

“Bueno, sobre los equipos que quería que enviaras a las Dunas Ventosas…”

“Ya he calculado un presupuesto, pero estoy tratando de averiguar de dónde sacaremos los fondos. Las expediciones al desierto son caras.”

“En realidad, tenemos un problema.”

Fumino se veía extrañamente sombría. Dejé mi pluma y le presté toda mi atención.

“¿Qué pasó?”

Según Fumino, uno de los equipos de reconocimiento de Wa había desaparecido.

“Durante nuestra primera expedición, pudimos establecer una base de operaciones avanzada. Pero los exploradores que enviamos a lo más profundo del desierto desaparecieron. El equipo que iba detrás de ellos había estado lo suficientemente cerca como para verlos inicialmente, pero luego se desató una tormenta de arena. Después de que pasó, los exploradores no estaban por ningún lado. Queremos enviar un grupo de rescate, pero el desierto es extremadamente peligroso. Es muy posible que el grupo de rescate también desaparezca. Los otros equipos de inspección que estaban fuera se retiraron a la base cuando se enteraron de la desaparición.”

“Esa fue una decisión sabia.”

Si los equipos de reconocimiento restantes también desaparecieran, tendríamos incluso menos información. No pensé que fueran desalmados por retirarse a un lugar seguro en lugar de intentar buscar a sus compañeros.

“Supongo que eso prueba que el interior del desierto es tan peligroso como creíamos. La expedición anterior también tuvo bajas, ¿no?”

“Sí. Perdimos gente por el duro clima, así como por los bandidos dragonantes y los monstruos que habitan en el desierto.”

Baltze al menos se las había arreglado para hacerse cargo de los bandidos recientemente. De hecho, estaban tan enamorados de su destreza en la lucha que ahora estaban ayudando a Wa a trazar el mapa del desierto.

“El desierto ha sido drenado de todo su mana, por lo que la mayoría de los monstruos que tus equipos encontraron fueron escorpiones y bichos más pequeños, ¿verdad?”

“Eso es correcto. También hay cactus chupasangre. Cuando personas o animales desprevenidos se acercan a ellos para tratar de recolectar agua, los apuñalan con sus agujas y los chupan hasta secarlos.”

De hecho, quería una muestra de cactus chupasangre para fines de investigación, pero eran lo suficientemente peligrosos como para que nadie hubiera conseguido un esqueje.

“Sin embargo, ninguno de ellos es lo suficientemente peligroso como para acabar con todo un equipo.”

“Precisamente. Puede que algún fenómeno natural los haya tomado a todos por sorpresa, pero también es posible que monstruos desconocidos vivan en las profundidades del desierto. De cualquier manera, no podemos avanzar más hasta que determinemos la causa de la desaparición de los exploradores.”

Ah, veo a dónde va esto.

“¿Supongo que por eso viniste a mí en busca de ayuda?”

“Agudo como siempre”, dijo Fumino con una sonrisa.

Por alguna razón, todos parecían pensar que podía resolver cualquier problema que tuvieran. Bueno, por lo general tienen razón, pero aun así.

***

Después de que Fumino se fue, empecé a pensar en quién debía poner en el equipo de rescate. Normalmente, incluiría a Kite sin dudarlo, pero ahora era el Gran Sabio de Meraldia, lo que significa que era el mago de mayor rango en el país. Estaba a cargo de numerosos proyectos de investigación de gran importancia, por lo que no podía llevarlo “solo porque sí” como solía hacerlo. Si sucedía lo peor, Meraldia perdería a su mago más brillante.

Supongo que debería llevarme a mis hombres lobo, como siempre. No podríamos reabastecernos en ningún lado, por lo que cinco escuadrones era probablemente el máximo que podría llevar. Hamaam definitivamente sería parte del grupo ya que él y su escuadrón conocían muy bien el desierto, mientras que el resto serían jóvenes llenos de resistencia. Oh, sí, debería llevar a Parker también. Ayudaría a completar el equipo.

En este momento, me había olvidado por completo de Friede.

***

Al día siguiente, me dirigí a las Dunas Ventosas acompañado por 16 soldados hombres lobo elegidos a dedo. Por supuesto, Friede también estaba conmigo.

“Finalmente está siguiendo tus pasos…” había dicho Airia con cara de preocupación cuando nos despidió.

Viajamos al desierto en barco para poder reunirnos con el resto de los equipos de reconocimiento de Wa. Fue un viaje sin incidentes y atracamos en la costa sureste del desierto sin incidentes. Las Dunas Ventosas se parecían mucho a las dunas de arena de Tottori, pero a una escala mucho mayor. Además, este desierto se extendía hasta el horizonte.

Friede se puso las gafas y la capucha y luego miró con entusiasmo el desierto. “¡Vaya, esto es genial! Cuando dijiste que no había nada más que arena, pensé que sería como la cosa rasposa esa que había visto antes. ¡Pero esta es muy suave, tersa y bonita!”

“La arena de las Dunas Ventosas se ha erosionado hasta formar partículas extremadamente finas. Es como harina. Y al igual que la harina, no querrás que te entre nada en la boca o en la nariz, así que manténte la capucha puesta.”

“¡Okaaaay!”

La tenacidad de Friede nunca dejaba de sorprenderme. Tampoco se había mareado en el barco. De hecho, le encantó la brisa del mar. Esperaba que se sintiera demasiado mareada para continuar y que se quedara atrás con el escuadrón de hombres lobo que custodiaba el barco, pero claramente había subestimado a mi hija. Aunque me impresionaba lo lejos que había llegado, me mantuve concentrado en la tarea que tenía entre manos.

“Recuerda, Friede, no estamos aquí para hacer turismo. Nuestra prioridad es reunirnos con el equipo de reconocimiento de Wa.”

“¡Oh, claro! ¡Mis disculpas, comandante Veight!” Friede me saludó con firmeza.

Bien, estás aprendiendo a dirigirte correctamente a mí en público.

En el momento en que vio mi cambio de expresión, Friede bajó la mano y preguntó, “¿Pasó algo bueno, papá?”

“No realmente”, dije. Si tan solo pudieras seguir comportándote así durante más de unos segundos. “Friede, tú y los otros niños permanecerán en la parte de atrás y solo observarán, ¿entendido?”

“Entendido, comandante Veight.”

Bien, estás usando mi título de nuevo. Los otros niños que habían venido eran Shirin y el nuevo chico hombre lobo, Joshua. Algunos de mis estudiantes humanos también habían querido venir, pero considerando el peligro, solo había permitido que los demonios me acompañaran. Además, aunque Shirin y Joshua aún eran jóvenes, eran luchadores lo suficientemente hábiles y capaces de cuidarse a sí mismos.

Parker, que también estaba con nosotros, se limpió un poco de polvo de las articulaciones y dijo, “La arena en mis huesos los está desgastando. Son la última conexión que tengo con mi cuerpo físico, así que prefiero mantenerlos en óptimas condiciones. Aunque, no es como si mi alma estuviera contenida en ellos, así que si pierdo este esqueleto, ¡puedo usar otro!”

Un momento, no sabía eso.

“Veight, mira allí, junto a la ensenada. ¿No es ese el equipo de reconocimiento de Wa?”

Parker señaló a lo lejos y vi algunas tiendas de campaña rodeadas por una valla improvisada. Una pequeña bandera ondeaba al viento. Llevaba la cresta de Wa y una… ¿huella? Ese tiene que ser el estandarte de los grimalkins. No puedo imaginar que sea otra cosa.

“Vamos”, dije.

***

Como pensé, fueron los grimalkins los que salieron a recibirnos al llegar al campamento. Había 20 de ellos y también había algunos dragonantes con ellos. Los dragonantes eran residentes nativos de las Dunas Ventosas, no miembros del ejército demoníaco. Tenían escamas de color marrón claro y se llamaban a sí mismos la tribu arenascama. Gracias a los esfuerzos de Baltze, eran amistosos tanto con Wa como con Meraldia. Les proporcionamos provisiones y, a cambio, ellos se comprometieron a no asaltar nuestras caravanas. Hasta hace poco, habían vivido como bandidos, pero gracias a Baltze, estaban cambiando de vida.

Dada su naturaleza aventurera, los grimalkins eran los marineros y comerciantes de Wa. Parte de la razón por la que gravitaron hacia esos trabajos fue porque no podían encontrar trabajo haciendo otra cosa. En cualquier caso, los que estaban aquí eran todos civiles.

“Soy el vicecomandante de la Señora Demonio y miembro del Consejo de la Mancomunidad, Veight Von Aindorf.”

Los dragonantes intercambiaron miradas y luego se inclinaron ante mí. Aunque parecían imperturbables por fuera, había pasado suficiente tiempo con dragonantes como para darme cuenta de que estaban sorprendidos. Además, las cosas que decían lo dejaban muy claro.

“El ayudante de la gobernante de Meraldia…”

“¿Hemos hecho algo para enojar a la Señora Demonio?”

“Pero no hemos roto nuestra promesa… ni hemos hecho nada malo.”

Jejeje, así es, es mejor que le tengan miedo a la Señora Demonio. La habilidad divina de Baltze con la espada había asombrado a los arenascamas y todos supusieron que cualquier persona a la que sirviera tenía que ser aún más asombrosa.