Saikyou Mahoushi (NL)

Volumen 9

Capitulo 49: Collar Iridiscente

Parte 1

Inesperadamente, el simulacro de batalla había tenido un nivel increíblemente alto, como nunca antes se había visto. Y no tardaron en extenderse por todo el Instituto las discusiones sobre el combate de Alus y Elise. Muchos alumnos habían sido testigos, por lo que superaba los meros rumores.

No había nada que pudiera hacer durante el resto del primer día del festival, así que Alus se retiró a su laboratorio. Pero incluso al día siguiente no había señales de que la conmoción se calmara.

Dicho esto, no podía renunciar exactamente al trabajo de seguridad que había aceptado. Como número 1 del escalafón, por muy molesto que fuera, abandonar su misión por culpa de los cuchicheos de la chusma afectaría a su dignidad. Sin embargo, no podía evitar sentir que era difícil hacer algo con todos los ojos puestos en él. Sabía demasiado bien que los problemas solían llegar en momentos como éste.

Era el mediodía del segundo día del festival del campus. Alus vigilaba de cerca los puestos alineados en la parte delantera del edificio principal. Estaba inusualmente entusiasmado con su misión de seguridad.

Había reforzado mi determinación, pero esto es… La posición del rango más alto era difícil. Que fueran cautelosos con él y se mantuvieran alejados estaba bien. Eso era todavía lo que él consideraría pacífico.

Pero hoy era obviamente anormal. Lo primero que notó fue la multitud frente al edificio principal.

Podía saber que no eran simples visitantes por el hecho de que no se movían por la ruta principal. A veces se detenían y lanzaban miradas significativas hacia él; otras veces susurraban entre ellos y se paseaban de un lado a otro de forma sospechosa.

Comprendió lo que estaba ocurriendo y una sombra cayó sobre su rostro. Alus sintió que se cernían nubes oscuras sobre su futuro. El número total de visitantes no había cambiado mucho desde el primer día, pero la zona que le rodeaba tenía claramente un número inusualmente elevado de personas. Por supuesto, la causa de eso era el propio Alus.

Creía que lo había hecho bastante bien, pero supongo que aún hay que pagar un precio. Alus se obligó a dejar de mover la mejilla y se tragó las ganas de quejarse. Su deseo de terminar al menos su tarea de seguridad empezaba a ser problemático. Todo lo que hice el primer día, ayudando a la gente durante las primeras horas y luego resolviendo algunos problemas en mi propia clase… No, eso fue porque el premio costaba demasiado, así que supongo que yo causé ese problema. Y luego, hubo que guiar a alguien por el campus y comer con Feli, lo que probablemente no cuente. Lo que significa…

El “simulacro de batalla” contra Elise al final, y la discusión posterior con la directora fueron cosas malas. Felinella le había preguntado si estaba seguro de salir hoy, pero de todos modos siguió adelante. Aparte de su orgullo, Alus tenía una tasa de finalización del cien por cien cuando se trataba de misiones, así que se imaginó que ésta sería una fácil, pero parecía que su presencia la hacía más problemática.

Qué hacer… 

Los estudiantes mezclados entre la multitud le miraban con mucho más interés que antes. Era una especie de envidia, o de admiración.

El abrumador enfrentamiento de ayer dio a los Maestros Mágicos novatos, que no podían imaginar el infinito potencial de la magia, una visión de lo que era capaz un Maestro Mágico de primera categoría.

“… Bueno, supongo que sería imposible ocultarlo.” Alus suspiró, y se alejó de la fachada del edificio principal. Y cuando lo hizo, los estudiantes le siguieron como pollitos que siguen a su madre. Con una extraña cola a cuestas, se dirigió hacia la terraza de la cafetería.

Como la zona de la terraza era razonablemente grande, pensó que al menos tendría algo de espacio para él. Se encontraba a cierta distancia del edificio principal, que era el más transitado, pero no se podía evitar.

Sin embargo, incluso cuando llegó a la terraza y se sentó en una silla cercana, la situación no cambió en absoluto. Sintió que le venía un dolor de cabeza.

Incluso ahora podía oír los rumores que se susurraban en el fondo. Los implicados en el círculo de susurros probablemente habían presenciado los acontecimientos de ayer, o habían oído los rumores sobre ellos, y querían acercarse a él de alguna manera.

Si fuera posible, seguramente les habría encantado confirmar su habilidad y su rango. Muchos probablemente querían establecer una conexión con él, o al menos recibir algún consejo sobre magia.

Pero ese era el resultado que menos quería Alus. Quería evitar ser considerado un héroe por gente aleatoria cuyas caras ni siquiera conocía y que pusieran en él expectativas poco razonables.

La razón por la que se mantenían cerca, pero no demasiado, era por sus propias dudas. No sabían qué actitud tomar con alguien que ayer había sido su compañero de clase o un simple alumno de primer año, y que ahora, de repente, era el centro de atención. No podían tratarlo como lo habían hecho hasta ayer, pero de repente halagarlo hasta el cielo también se sentía extraño.

Pero había una luchadora intrépida entre ellos. Alus podía saber la fuerza de voluntad que tenía con sólo ver su expresión.

“Hola, Alus. Creo que es la primera vez que te saludo correctamente.” Su cabello rubio se agitó cuando se acercó y se detuvo frente a la silla de Alus. Llevaba un flequillo corto, pero no la hacía parecer joven. Por el contrario, resaltaba sus hermosos rasgos faciales.

A diferencia de los espectadores que se sentían algo intimidados, ella miraba fijamente a Alus con un fuerte brillo en los ojos. Alus recordó que Tesfia había mencionado que se había trasladado después del Torneo Mágico Amistoso. Su intuición le decía que no había que mirarla a la ligera.

“Me llamo Lilisha Ron de Rimfuge Frusevan.” La muchacha se presentó con una elegante sonrisa.

Por la longitud de su nombre, estaba claro que era de la nobleza. No sólo era pulcra y limpia, sino que también tenía una atmósfera que atraía a los hombres. Cada vez que su cuerpo se movía un poco, se desprendía un dulce aroma que creaba una atmósfera seductora. Su poderosa presencia no sólo provenía de su buen aspecto, sino también de la forma en que estaba dispuesto su uniforme.

“Sí, es un placer conocerla, Lady Rimfuge… ¿o debería llamarla Lady Frusevan?”

“Bromeas. No sólo eres cercano a la hija de la familia Fable, sino también de la Orquesta de Marionetas de la familia Socalent, ¿no es así? Me da miedo pensar en lo que podría pasar si sólo me das a mí un trato especial… Así que, por favor, no dudes en llamarme simplemente Lilisha. Estamos en el mismo año, así que tu consideración es innecesaria.”

A pesar de que era su primer encuentro, Lilisha sonrió con elegancia al percibir en Alus una incomodidad muy poco habitual en él. Y llevó la conversación con habilidad.

Pero a Alus le pareció sospechoso. Como si todo fuera una actuación… captó astutamente que su sonrisa no era para él, sino para los otros estudiantes que los rodeaban.

“Antes parecía que estabas ausente del festival del campus. ¿Tal vez estabas enfermo?”

Ya había escuchado una frase similar. Y había pasado por una experiencia difícil con Tesfia, por lo que era apropiado responder sin resbalar.

Lilisha ya se había convertido en una persona de la que hay que desconfiar. Para ser una estudiante normal, estaba extrañamente familiarizada con las circunstancias de Alus. Probablemente tenía un canal con los militares, pero Alus sentía que esta chica rubia tenía el poder de destruir completamente su ya parcialmente destruida vida diaria.

Tal vez debería rastrillar las brasas como una vez sugirió Loki… pensó, entre su charla casual, pero no podía permitirse hacer nada precipitado delante de los demás estudiantes.

Y lo que es más importante, había algo que le preocupaba. Últimamente, se sentía como si estuviera en el centro de los rumores. Y por supuesto, no porque fuera una persona de interés. En todo caso, era ella la que empezaba los rumores.

La velocidad a la que se propagan los rumores no confirmados es ciertamente rápida. Pero, por otro lado, la gente perdía el interés con la misma rapidez. Sin embargo, últimamente volvían a surgir nuevas informaciones y temas de forma inmediata, por lo que el extraño ambiente nunca se calmaba del todo.

Y Alus sospechaba que Lilisha era el origen de todo ello. No sabía de dónde lo sacaba, pero siempre estaba al tanto de las noticias. E incluso tomaba la iniciativa de cotillear y fomentar el ambiente en el Instituto.

“Sí, tal vez me entusiasmé demasiado durante el Torneo Mágico Amistoso, por lo que después no me sentí tan bien.”

“¿Acaso resultaste herido? Resulta que conozco a un buen médico.”

“No es necesario, ya estoy mejor. No hace falta que hables con tanta educación. Somos compañeros de clase.”

“Sí, es cierto. Si sólo fuéramos compañeros de clase, no habría habido problemas. Y no habría tenido que venir a presentarme.”

“…” Sus palabras fueron sugestivas y repentinas, posiblemente mezcladas con el orgullo y la arrogancia de la nobleza. Alus dudó por un momento en cómo responder.

Al hacerlo, Lilisha se inclinó con elegancia y acercó sus labios a su oído. “¿Acaso estás cansado del… servicio militar?” Susurró dulcemente, con un tono de simpatía.

Sin embargo, las palabras tenían un sonido que las grabó en la mente de Alus. Así que es así. Al mismo tiempo, sintió que se le quitaba un peso de encima. A Alus le resultaba un poco molesto tener que hacerse pasar por estudiante.

En este caso, no necesitaba ser tan sociable y contenerse. Apartando por un momento de su mente el ruido circundante, envió una fría mirada a Lilisha.

Lilisha aceptó su fría mirada con una sonrisa y levantó lentamente su cuerpo. Mantuvo la sonrisa, pero Alus dejó caer su falsa máscara. “Ni siquiera estoy intentando involucrarme con ustedes, así que ¿por qué sigues metiendo las narices en mis asuntos? ¿Cómo me veo exactamente ante tus ojos nublados por el orgullo de un noble?”

“No digas eso. Desde un punto de vista personal, no soy tu enemiga.”

“Pero tampoco eres mi aliada, ¿verdad?”

“Hmm. Es un poco chocante que me trates con tanta crueldad…” La sonrisa de Lilisha se volvió repentinamente preocupada. Su expresión era la de una débil estudiante que invita a la compasión. “Es la primera vez que nos encontramos, y no creo haber hecho nada para que te desagrade… Si he hecho algo que te ofende, entonces…” Todo el ambiente pareció cambiar mientras ella hablaba.

“Es ese tipo de artimañas lo que no me gusta. Usar métodos solapados con tanta naturalidad como respirar, y ni siquiera sentir reticencia al usarlos… Por eso tendré que usar el poder que tengo.”

Al escuchar el tono lleno de disgusto y resignación de Alus, Lilisha levantó la vista y sonrió con gracia. “No se trata tanto de nobleza como de la etiqueta de una dama. Pero siento que he llegado a entenderte un poco. Creo que podremos ‘llevarnos bien’.”

Antes de que Alus pudiera preguntar de qué estaba hablando, Lilisha hizo girar su delicado cuerpo. De espaldas a Alus, miró a los espectadores e hizo una reverencia. Sus movimientos eran gráciles y refinados y, aunque los chicos no estaban de acuerdo, las chicas no la veían con buenos ojos. No es que les llevara ventaja, pero prácticamente había monopolizado la oportunidad de acercarse a Alus.

Sin prestar atención a las miradas, sacó un papel de su bolsillo y lo leyó con voz clara. “Alus Reigin ha utilizado un hechizo parecido a un tabú, no apto para su uso, durante un simulacro de batalla en el campo de entrenamiento del Segundo Instituto Mágico. Esto no sólo conmocionó y puso en riesgo a los estudiantes, sino que invitó al caos en el Instituto y alteró el orden. Por lo tanto, Alus Reigin queda bajo arresto domiciliario temporal. De parte de la directora del Segundo Instituto Mágico, Sisty Nexophia.” Declaró Lilisha en voz alta en nombre de la directora.

Su tono educado y comercial dio a todos los que la escuchaban la impresión de que el juicio era la verdad. Los estudiantes, e incluso Alus, parecían completamente estupefactos.

Al principio cundió la confusión, pero luego los alumnos empezaron a quejarse. Y eso era natural. Alus se había enfrentado en un simulacro de batalla a un participante de última hora que seguramente estaba relacionado con el ejército y que era la comidilla del campus. Para los estudiantes era prácticamente un héroe, y ahora se le imponía una condena basada en algo que parecía una acusación falsa.

La voz de Lilisha resonó y cambió por completo el ambiente de la cafetería. Su expresión parecía decir que todo había salido tal y como ella había planeado. Incluso Alus, mirando a su espalda, pudo captar la euforia que sentía en todo su cuerpo.

“Esta es una decisión de la directora, y esta carta me fue encomendada para entregarla a Alus. Y el final de la carta lleva el sello de la directora, como pueden ver ustedes mismos.” Continuó Lilisha, explicándoselo también a Alus, mientras sostenía el papel en alto para mostrárselo a los alumnos. “Las acciones de Alus fueron, por desgracia, un poco excesivas, así que esta suspensión era inevitable. Después de todo, está prestando su ayuda en asuntos militares.”

Su declaración final dejó a los estudiantes sorprendidos y atónitos.

Acabas de meter la pata. Sin otra forma de desahogar su resentimiento, Alus la fulminó con la mirada.

“Esta decisión ya ha sido tomada por la directora. Estoy segura de que todos tienen curiosidad por que Alus esté relacionado con asuntos militares.”

Lilisha miró a su alrededor, buscando la aprobación de los estudiantes. Todos miraban con la respiración contenida, preguntándose qué haría ella a continuación. Pero, fuera o no inesperado, la confusa situación estaba controlada por Lilisha, y la atención de los estudiantes estaba totalmente centrada en ella.

Alus murmuró a su espalda: “Pequeña entrometida. ¿Debo preguntar quién te envía?” Era extraño incluso que Sisty dejara un documento firmado tan importante a cualquier estudiante. En todo caso, Felinella habría sido una mejor elección. También estaba su misterioso carisma, así como su traslado durante la temporada baja, si Tesfia tenía razón. Con tantos factores en juego, Alus podía intuir algo.

“… Estoy segura de que ya lo has adivinado.” Susurró Lilisha detrás de ella, diciéndole a Alus que su suposición era correcta.

Y si ese era el caso, tenía una corazonada. “… Bueno, no es que pueda estar seguro.”

Alus tenía una mirada agria, pero Lilisha continuó susurrando: “No podrás ocultarlo todo en esta situación. Así que ofreceremos la mínima información como señuelo para ocultar lo más importante. No dolerá mucho, lo prometo.”

Una vez recuperada la calma, comprendió que Lilisha se movía de forma beneficiosa para él.

“Fuiste explorado por tu potencial y has estado trabajando en secreto con asuntos militares… O eso es lo que diremos. Hay muchos de tercer año que tienen trabajos en el ejército, pero tú eres una excepción ya que estás en tu primer año.”

Alus pudo seguir lo que Lilisha buscaba. Estaba apagando el fuego liberando una pequeña dosis de información. Falsificando una parte de la verdad y haciéndola pública de forma plausible, podrían ocultar la parte crítica. Era mucho mejor revelar su conexión con los militares que exponer su rango y todo el alcance de su poder.