Saikyou Mahoushi (NL)

Volumen 9

Capitulo 48: La Presencia de un Collar Noble

En una habitación en el último piso del cuartel general militar de Alpha había dos figuras.

Los únicos que tuvieron la oportunidad de entrar en esta sala fueron los Maestros Mágicos o miembros militares de alto rango. Entonces, cualquiera que no cumpliera con los criterios de ser convocado allí estaría nervioso y tendría un mal presentimiento en el fondo de su mente. Después de todo, la habitación pertenecía al comandante supremo del ejército de Alpha.

Dicho esto, era una habitación muy sencilla. Todo estaba ordenado y sencillo, y lo único que se destacó a primera vista era la montaña de documentos sobre el escritorio.

Una de las dos personas en la habitación había sido convocada por el dueño de la habitación. Tan pronto como su misión terminó, inmediatamente respondió a la citación. Era un Maestro Mágico de dos dígitos que había escalado de rango gracias a sus logros. Sin embargo, ahora estaba tan nervioso como un novato cuando dio el amargo informe que había traído consigo.

“Lo siento. Perdimos el objetivo… Burlaron nuestra persecución.” Informó con una expresión abatida y rígida.

Su misión había fallado. Fue un resultado vergonzoso para un Doble. Ni siquiera pudo poner la excusa de que habían tenido falta de mano de obra. Incapaz de mirar al comandante a los ojos, estaba mirando el hermoso patrón de la alfombra.

“No te preocupes por eso. Desde el principio fue una misión imposible.”

“¡No, señor! Ese no es el caso… Me di cuenta de mi falta de habilidad.”

“Eso no es lo que quise decir. Hay una expresión: la persona adecuada en el lugar correcto. Los militares carecen de Maestros Mágicos que puedan moverse en situaciones como esta. Muy probablemente cualquiera disponible los habría dejado escapar.”

“¡¡…!!”

Frente a su subordinado sorprendido y aliviado, el jefe de la habitación, un hombre mayor, pensó para sí mismo: Si Vizaist hubiera estado presente, podríamos haber podido hacer algo al respecto. Pensando en el especialista en información que faltaba en la sala, el jefe de la sala, Berwick, frunció las cejas mientras pensaba en cómo manejar las consecuencias.

Sintiéndose presionado por su actitud, el Maestro Mágico de dos dígitos enderezó su postura. Mientras tanto, Berwick estaba más preocupado por las acciones del alto mando de Alpha que por cómo lidiar con la situación.

Hacía tiempo que había alcanzado la plenitud, pero no le habría sorprendido que alguien dijera que más de la mitad de sus arrugas se debían a “él”. Estaba seguro de que Alus se uniría a la persecución… pero parece que logró evitarlo.

Berwick había recibido un informe sobre el intruso del festival del campus de Sisty hace un rato. Supuso que Alus tenía algún tipo de pensamiento o consideración sobre el asunto y solo había dado la orden de seguir al intruso que había escapó del Instituto, sin darle mucha importancia.

El informe se refería a un intruso que se había infiltrado en el campus del Segundo Instituto Mágico usando una licencia falsa e hirió a dos estudiantes. Continuó describiendo las características del intruso y la misteriosa magia que habían usado, pero eso fue todo.

En realidad, uno de los antiguos subordinados de Sisty también resultó herido. De acuerdo a su informe, había habido dos intrusos. Además de la persona que había dañado a los estudiantes, había otra persona que los había ayudado. Además, no hubo más informes sobre esta otra persona después del primer incidente.

No solo ambos eran muy hábiles, ninguno de los dos había quitado la vida a sus víctimas. A pesar de sus movimientos llamativos, carecían de la decisión que uno podría esperar de villanos.

Berwick supuso a partir de esto que sus movimientos estaban planeados, pero era imposible decir cuál era su objetivo final. En otras palabras, sospechaba que los sentimientos personales estaban mezclados. De cualquier manera, considerando sus habilidades, Berwick creía que estaban relacionados con Kurama.

Por eso los Maestros Mágicos de Doble Dígito no estaban a la altura de la tarea de perseguirlos. Pero Berwick estaba más preocupado porque Alus no se unió a la caceria. A pesar de que Alus lidiaba con el intruso, la información sobre ellos era demasiado vaga. Teniendo en cuenta su posición, no sería extraño que se pusiera en contacto con Berwick. Y dado que había luchado contra el intruso, habría sido natural para él capturar a los intrusos cuando intentaran escapar.

Pero había sido Sisty quien se había puesto en contacto con él. Y Alus los había dejado escapar sin hacer más movimientos.

Podría haber resultado herido, pero Berwick sospechaba que Alus lo había hecho por su propia voluntad, con la intención de salvaguardar la información. Alus también tenía la mala costumbre de no informar a Berwick cuando pensaba que tenía la capacidad de resolver una situación por sí mismo. Ese fue probablemente el caso de esta ocasión, con Alus evaluando al intruso y llegando a esa conclusión.

Después de pensarlo, se dio cuenta de que su subordinado todavía estaba congelado frente a él. Berwick se sintió un poco mal por eso y decidió alabarlo, luego lo dejó salir de la habitación.

Cuando el alivio se apoderó del subordinado, dio un paso atrás… pero justo cuando estaba cerrando lentamente la puerta, Berwick lo llamó. “Lo siento, pero ¿puedes ver que nadie entre aquí por un tiempo?”

“¡Sí, señor!”

Después de escuchar esta valiente respuesta y el sonido de la puerta cerrándose, Berwick hizo una llamada privada usando una línea segura.

Primero, hizo un intento de contacto directo. Ahora bien, que el intruso se escape es una cosa… pero la pregunta es si eso está yendo o no más allá de mis expectativas. El sonido de llamada continuo, al momento se creó una pantalla virtual frente a Berwick. Estaba tomándose la molestia de hacer una videollamada para interrogarlo directamente.

En momentos como éste, se sentía mal preparado para seguir el ritmo, pero obtendría menos información si se basara sólo en el audio. A menudo, la expresión, la mirada, la respiración y los gestos de una persona decían más que sus palabras. Aunque cuando se trataba de Alus, probablemente no sería mucho. Dicho esto, seguía pensando que era mejor que sólo el audio.

El tono de conexión sonó varias veces. La forma en que no respondió de inmediato era propia de él. Berwick suspiró mientras el tono seguía sonando.

Finalmente… “Llegas tarde, Alus. El festival terminó hace horas.”

“Lo siento, pero tengo planes para el segundo día.” Al tono exasperado de Berwick respondió una voz casi impúdicamente tranquila.

Pero Berwick aún lo amonestó. “Tienes tus prioridades mal organizadas… Dejando eso de lado, ¿la extraña información que me llega tiene algo que ver con los acontecimientos del festival?”

“Sí. Pero no es nada importante, así que no esperaba que el Gobernador General en persona llamara.” Dijo Alus sin rodeos. Su expresión en la pantalla era sencilla, sin ninguna emoción. En momentos como éste, su experiencia demostró su valor.

“Hiciste que Sisty diera un informe falso o intencionadamente vago, ¿no? Eso… o la arrastraste a ello.”

“… No. Ni siquiera se me ocurre una razón para hacerlo.”

“No digas eso. ¿Por qué no me dejas oírlo?”

“¿Oír qué?”

Berwick era demasiado maduro para hacer un berrinche. De hecho, ya se lo esperaba. Parecía que su mala corazonada era correcta. Con el Gobernador General haciendo su movimiento directamente, había limitado severamente las opciones de Alus. En otras palabras, sólo podía decirle a Berwick la verdad o seguir ocultándola.

Y… parecía que Alus estaba eligiendo lo último. “Alus, puede que sea un Maestro Mágico de menos categoría, pero sigo siendo el Gobernador General. He vivido más tiempo que tú y tengo más experiencia.”

“Puedo imaginarlo… Entiendo, así que déjame preguntar una vez más. ¿Oír qué?”

El hecho de que siguiera haciéndose el inocente hizo que Berwick se pellizcara el puente de la nariz y dejara escapar un fuerte suspiro.

“Más importante, Gobernador General, parece que mi vida en el campus está en riesgo.”

“… Se cosecha lo que se siembra.”

Fue una declaración breve, pero, lo esperara o no, contenía una indirecta de Alus. Al darse cuenta de ello, Berwick no trató de presionar más y decidió retroceder. Volvió a suspirar. Eso significaba que debió ser una pelea bastante llamativa. No, tal vez por fin se encontró con un oponente con el que podía luchar al máximo…

Intuyendo el curso de las cosas, Berwick supuso que Alus ya no podría ocultar su rango ni sus habilidades. Esperaba que ocurriera en algún momento, pero no podía negar que era demasiado pronto.

No pudo evitar desear que Alus fuera el tipo de chico que confía en la ayuda de los adultos, mientras se masajeaba las sienes. No lo entendía todo, pero comprendía la situación general mientras planteaba una pregunta. “¿Seguro que te parece bien?”

Alus era más agudo que la mayoría cuando se trataba de estas cosas, así que probablemente entendió lo que Berwick quería decir. Decía que los militares no podían tocarlo… o mejor dicho, que los militares no podían hacer nada al respecto. Por muy extraordinario que fuera, Alus seguía siendo parte del ejército, por lo que sus acciones seguían estando sujetas a ciertas restricciones, y se esperaba que ejerciera cierto nivel de moderación.

No estaba seguro de cuánto entendía Alus, pero se dirigió a él en tono grave, esperando que al menos no se desviara demasiado.

Alus pareció captar lo que no decía en voz alta. Habiendo llegado tan lejos, renunció a fingir ignorancia, y el brillo de sus ojos se volvió más agudo mientras se encogía ligeramente de hombros. “No te causaré ningún problema. Probablemente.”

“Qué poco fiable. Bueno, no importa, si vas a decir tanto probablemente no haya nada de qué preocuparse, pero hay algunas cosas que no puedes hacer por ti mismo. Así que no olvides que eres humano.”

“Eso duele. Pero he aprendido la lección. Aun así, también será conveniente para tu lado.” Dijo Alus con una actitud distante.

Pero su respuesta hizo que Berwick sintiera que se le quitaba un peso de encima. Por supuesto, no quería dejar nada al azar, aunque si no podía entender las intenciones de Alus no había nada que pudiera hacer.

“No vas a intentar decirme que todo esto es culpa mía, ¿verdad?”

“Si lo hiciera, ¿te entregarías?”

“Eso sería imposible ahora mismo. Todavía tengo trabajo de seguridad que hacer. Y no podemos bajar la guardia aquí después de lo ocurrido.”

“… Siempre inventando buenas excusas, ¿no?” Berwick resopló. Apoyó la mejilla en la mano, poniendo su habitual actitud tranquila.

En cualquier caso, Alus casi nunca aceptaba de buen grado las citaciones de Berwick. Bueno, se presentaría si se lo ordenaban, pero era un poco prematuro para eso, y su excusa era racional.

Interiormente, decidió que esto era lo máximo que podía conseguir, así que dirigió su conversación hacia una charla más informal. “Por cierto, ¿cómo están tus alumnas favoritas que fueron atacadas por el intruso?”

“… Esa forma de decirlo es realmente engañosa. Tú eres quien las llama favoritas. Imagino que es en Alice en quien estás pensando.” Alus le miró con reproche.

A lo que Berwick respondió, tosiendo descaradamente de forma seca: “Por supuesto, Alice era una de ellas, pero la señora Tesfia también era una víctima, ¿no?”

“Como seguro que ya sabes, no ha sido nada grave. Ya están mejor y ocupadas preparándose para mañana. Para el público, sólo fue un simulacro de batalla que se pasó de la raya.”

“Qué profesor más frío tienen.”

“Tienen suerte de no ser empujados por un acantilado hacia el abismo.”

“Hmph. Tener en cuenta a los demás es el talento que se exige a los que enseñan y dirigen.” Sonrió Berwick, insinuando los sentimientos de sus dos alumnas por Alus. Berwick no era el tipo de persona que no podía entender lo que estaba pasando. Dicho esto, no era tan grosero como para decírselo directamente a la persona en cuestión.

“Sólo puedo enseñar lo que he experimentado.”

Berwick se limitó a sonreír irónicamente ante la contundente afirmación de Alus. Al mismo tiempo, sintió un poco de pena por Tesfia y Alice. “Aun así, ¿no es demasiado cruel?”

“Por supuesto, he hecho algunas modificaciones. Sólo puedo decir que el entrenamiento que recibí fue un poco ineficiente.”

“Ya veo…” Berwick se quedó sin palabras por un momento. El programa de formación de Maestros Mágico del que había formado parte el joven Alus estaba suspendido. Puede que fuera ineficaz, pero estaba claro que la educación también había sido muy defectuosa. Pero eso era una mancha para el propio ejército, no para Berwick.

“Dicho esto, estoy planeando ir a Rusalca en algún momento posterior, Gobernador General.”

“¿Hmm…? A Rusalca de todos los lugares, ¿verdad?”

“Como tal, me gustaría recibir el permiso cuando eso ocurra.”

“Bueno, ahora mismo eres un estudiante que debería aprender más sobre otras naciones, así que no me importa especialmente. Pero, ¿qué piensas hacer exactamente?”

“Es para aprender más sobre la última tecnología AAR. Lady Lithia me invitó en la conferencia de gobernantes, y no puedo ignorarla.”

Berwick apretó los dientes. “Supongo que no se puede evitar si se trata de una invitación personal del gobernante. Pero me imagino que tendrás que guardar silencio al respecto ante Lady Cicelnia. Como estoy seguro de que sabes, no podrás quedarte mucho tiempo.”

“Lo sé.”

Normalmente había que seguir unas formalidades si un Único de Alfa iba a visitar un país extranjero, aunque fuera sólo por unos días. Pero teniendo en cuenta la relación de Lithia y Cicelnia, estaba claro que se negaría rotundamente si se le preguntaba directamente por ello.

Sin embargo, Berwick creía que debía manejar la petición de Alus adecuadamente. Especialmente teniendo en cuenta sus logros, y en particular, la eliminación del Devorador. Había recibido una recompensa especial del tesoro nacional y se había recuperado por completo, pero llevaba un tiempo totalmente agotado. Considerando la tensión de Alus, al menos podía aprobar su viaje a otro país como una forma de vacaciones.

Pero incluso dejando todo eso de lado, aunque tuviera buenas razones para rechazar la petición, Alus insistiría al respecto, así que… “Supongo que serías tratado como un invitado de honor allí.”

“No estoy tan seguro de eso. Pienso avisar a Jean de antemano, pero si es posible, me gustaría observar la última tecnología AAR de incógnito.”

“Que te apasione la investigación está bien, pero ¿qué vas a hacer con tus estudios?”

“Iba a aprovechar las vacaciones consecutivas, pero te dejaré los estudios a ti. Afortunadamente, todas las deudas que tienes conmigo me sirven para algo.”

“¡Pequeño…!” Berwick soltó inadvertidamente, pero al ver la expresión de autosatisfacción de Alus, se obligó a retirar el resto con una mirada amarga.

Alus no iba a aceptar ningún reembolso barato, lo que ponía a Berwick en una posición abrumadoramente desfavorable. Si de todos modos le iban a obligar, lo menos que podía hacer era intentar ponerle una correa a Alus mediante la renuncia a los créditos.

Lo que significaba que, a pesar de ser el Gobernador General, tendría que inclinarse ante Sisty por su ayuda. Sintió un escalofrío al pensar que alguien lo viera así.

Quizás adivinando sus pensamientos, Alus añadió una última cosa. “Puede ser una molestia, pero cuento contigo. Por cierto, tengo la sensación de que hay otra montaña que escalar antes de Rusalca.”

“¿Hm?” Berwick levantó una ceja.

“Oh, no tiene nada que ver con el intruso… Pero, bueno, tal vez es sólo mi imaginación.”

“Me gustaría decir que tu insinuación es muy general, pero imagino que al final descubriremos si tu corazonada es correcta o no, ¿no? Bueno, me encargaré de tus vacaciones.”

Después de eso, Berwick terminó la llamada. Era la primera vez que hablaban en un tiempo, pero le pareció una discusión muy franca que nunca hubiera esperado del Alus del pasado.

Una conversación de este tipo podía considerarse agradable, pero ahora había algo que pesaba en su mente. Gran Maestro Mágico o no, Alus era lo suficientemente joven como para ser el nieto de Berwick. Por mucho que supiera o por muy hábil que fuera en la batalla, mentalmente hablando aún le quedaba mucho camino por recorrer.

Recostado en su sillón de cuero, Berwick tuvo una especie de premonición, muy poco habitual en él. “Tengo un mal presentimiento.”

De hecho, el rango de Alus le garantizaba su posición actual y le otorgaba cierta despreocupación, pero como era de esperar, seguía siendo un peso en su mente. Por eso no le gustaba involucrar a otros, e intentaba resolver todo por su cuenta. Eso también significaba no buscar la ayuda de naciones u organizaciones.

Berwick sabía por qué Alus había empezado a actuar así. Cada una de sus acciones indicaba que caminaba por un sendero solitario como quien está en la cima. Por eso intentaba apartarlo de ese camino en cada oportunidad que se le presentaba.

“Las cosas no salen según lo previsto.” Expresó Berwick en voz alta su preocupación. Es cierto que la persecución había acabado en fracaso, pero el objetivo era extraordinario. Independientemente de las intenciones de Alus, era algo que estaba fuera del control de Berwick.

¿Podría ser que la unidad ejecutiva Aferka esté involucrada? En ese caso, está claro que las cosas se van a complicar. ¿Debería decírselo a Lady Cicelnia antes de que pase algo…? No, eso sería correr un riesgo.

El terrorismo relacionado con la magia o actos similares dentro de la nación fue lo que provocó que Aferka se involucrara. Cuando eso ocurría, cazaban a su objetivo en secreto y lo purgaban.

Desde el punto de vista de Berwick, es probable que intervengan debido al incidente del festival del campus. Por otra parte, había excepciones como Godma Barhong. Los militares siempre habían estado tras él, así que no permitieron que Aferka hiciera un movimiento.

Los militares contaban con el departamento de inteligencia de Vizaist, y habían trabajado para prevenir los crímenes mágicos en secreto utilizando personal centrado en Alus. Sin embargo, los militares, cuyo objetivo principal era el Mundo Exterior, no podían hacer frente a todas las amenazas internas. Estaba el ejército local, que hacía las veces de policía, pero la magia quedaba fuera de su ámbito de competencia.

Teniendo en cuenta este hecho, la existencia de Aferka fue una gran ayuda para detener un gran número de crímenes mágicos antes de que se convirtieran en algo serio.

En la actualidad, Aferka tenía un territorio propio dentro de la nación, y estaba dirigido por un determinado clan, lo que les convertía en una especie de ejército privado. Como tal, eran una existencia especial que estaba claramente separada del ejército a pesar de sus similitudes.

En otras palabras, no estaban bajo el mando de Berwick, sino bajo la autoridad de la actual gobernante Cicelnia. Pero incluso eso era sólo una formalidad, y como la gobernante no debía tener ninguna autoridad militar directa, no podía moverlos a su antojo.

El clan que los dirigía se encontraba en una posición delicada, pero evitaban destacar ideológicamente, continuando a la sombra de Alpha. Eran algo así como la versión de Cicelnia de las tropas encubiertas de Vizaist bajo el mando de Berwick.

Sin embargo, Aferka era básicamente una unidad que recopilaba información y realizaba trabajos clandestinos dentro de la nación. También vigilaban y reprimían a los nobles que se desviaban demasiado de la norma en nombre de Cicelnia. También se diferenciaba en que tenía su propia cadena de mando al margen de las decisiones del gobernante.

Si Rinne Kimmel era la mano derecha de Cicelnia en la luz, Aferka era su mano izquierda en las sombras. Y como corresponde a algo que está en las sombras, la mano izquierda a veces se movía sin que su amo lo supiera. No era tanto que fueran independientes, sino más bien que se les dejaba a su aire.

Alus se ocupaba de los criminales mágicos en paralelo a sus misiones en el Mundo Exterior, pero lo que hacía era sólo una parte del conjunto. Mientras tanto, era Aferka quien se encargaba del resto. Cuando se movían sin las órdenes de Cicelnia, ni siquiera Berwick podía controlarlos. En el peor de los casos, incluso podrían acabar chocando.

La voluntad de Aferka estaba influenciada por el antiguo gobernante. Durante un periodo de lucha civil que podría incluso compararse con una guerra, habían sido una fuerza de subyugación reorganizada por la realeza de Arlzeit. Simplemente continuaban con la misma misión que habían llevado a cabo desde su creación. Lo que significa que, como guardianes en la sombra de Alpha, era muy posible que se movieran para purgar a los intrusos que atacaran el Instituto. Se les había permitido.

El problema era que ni siquiera Cicelnia era consciente de sus acciones. Aferka hizo de su trabajo entre bastidores el oficio familiar del clan, todo ello mientras protegía lealmente la vida del antiguo gobernante.

Berwick estuvo sumido en sus pensamientos durante un rato, olvidándose incluso del Maestro Mágico de dos dígitos que había dejado fuera. Pero justo cuando estaba a punto de sumirse en sus pensamientos, una voz procedente del otro lado de la puerta hizo que su conciencia volviera a la superficie.

Sin llamar, la puerta se abrió ligeramente. A través del hueco, entró la voz alerta del Maestro Mágico que hacía guardia. “¡Lady Lettie, espere! Nadie puede entrar por orden del Gobernador General.”

“No te preocupes. Lo permitiré, así que todo lo que tienes que hacer es fingir que no has visto nada.”

“¡No puedo dejar que hagas eso! Por favor, espera un momento.”

“Bueno, de todas formas entraré. Sajik. Mujir.”

Hubo un poco de conmoción. La voz alegre nombró a dos Maestros Mágicos, que estaban inmovilizando los brazos del Maestro Mágico de Doble Dígito a su espalda. Mientras se quejaba, también le taparon la boca.

Mientras tanto, una mujer solitaria entraba despreocupadamente en la sala, con su larga trenza balanceándose de un lado a otro. Con pasos audaces, como si fuera la dueña del lugar, caminó hasta Berwick.

“¿No sabes lo que son los modales, Lettie? De hecho, ¿qué crees que significan las órdenes de un Gobernador General?”

“Fue el tipo de afuera quien recibió la orden. Es la primera vez que lo oigo.”

Después de todo el alboroto en la puerta, ella estaba fingiendo ignorancia, y Berwick sólo podía sentirse exasperado. Sin embargo, aunque la amonestara, no tendría más efecto que el de cansarse. “No importa. De todos modos, acabo de terminar mis asuntos.”

Mientras Berwick murmuraba esto, Lettie se paseaba por la habitación. Cogió un trozo de cristal y se apoyó en el escritorio con él en la mano. Era un globo de nieve. Lo siguiente que supo fue que ella la había puesto boca abajo para esparcir el polvo en su interior y jugar con ella.

Berwick no tenía ni idea de lo que buscaba, y la miró fijamente mientras fruncía las cejas. Este no era el tipo de lugar al que se venía sin ningún negocio, ni siquiera si se era un Único como Lettie.

“Los preparativos están hechos, así que pronto nos pondremos en marcha.” Dijo Lettie bruscamente. Su tono se volvió impersonal. El hecho de que un Maestro Mágico de un solo dígito se ponga en marcha sólo puede significar un lugar. El Mundo Exterior.

Le pareció que era un poco pronto, pero no podía detenerla. Después de todo, comprendía las circunstancias. Había sido convocada de nuevo, obligándola a acortar su misión para poder eliminar al Devorador Demi Azur.

La misión de retomar la tierra estaba viendo un progreso constante. Así que debió de ser un disgusto tener que abandonarla a mitad de camino. Ya había habido varias muertes en el escuadrón que había dejado allí.

Berwick no necesitó preguntar sobre sus intenciones. Respondió: “Ya veo. ¿También quieres que te acompañe?” Recordó lo que ella había dicho en broma en el Torneo Mágico Amistoso. Si su memoria no le fallaba, era algo así como: “Si las cosas se tuercen, ¿tú también vas a salir?”

“¿Hablas en serio?”

“A nivel emocional. Siendo realista, sé que no tendría sentido.”

“Apuesto a que sí. Si murieras ahora, esos cabrones sin más que ambición se comerían a los militares desde dentro.”

“…”

Incluso alguien que pasaba la mayor parte de su tiempo en el Mundo Exterior podía saber lo que ocurría dentro del ejército. Ella había sentido que algo cuestionable ocurría allí desde hacía mucho tiempo.

Berwick no lo tomó como un sarcasmo, sino como una forma de advertencia. Aunque los bordes de sus labios se levantaron como para decir que no era asunto de ella. “Y por eso, tendremos que reclamar a Vanalis.”

“Sin embargo, nosotros somos los que tendremos que hacer el trabajo pesado. ¿Lo de Demi Azur también fue de acuerdo con el plan?”

“Oh, no seas así. No tenía forma de predecir que un demonio así aparecería. Pero es cierto que su aparición fue una buena suerte para nosotros.”

“Así es la habilidad especial de Allie.” Refunfuñó Lettie con el ceño fruncido. El incidente del Demi Azur había mostrado las habilidades inhumanas de Alus, y su frustración por no haber sido informada estaba llegando a un punto crítico.

Era la primera amenaza para toda la humanidad en medio siglo. Si hubiera sido un frente unido de las siete naciones, no habría tenido que pensarlo demasiado. Pero aunque ella le había acompañado, Alus prácticamente se había ocupado de ello por sí mismo.

Sin embargo, la carta de triunfo de Alus era obviamente un Secreto de Estado. Así que si quería saberlo, tendría que preguntárselo ella misma. Pero sabía que era una tarea poco razonable.

Sin embargo, todavía tenía sus dudas. Además, siempre le había parecido misterioso que Berwick mantuviera oculta información sobre él, a pesar de que estaba en la cima de todos los Maestros Mágicos.

“… Con respecto a eso, hay cosas que no puedo decirte. Bueno, tengo mis planes… sin mencionar que Balmes tiene una enorme deuda con nosotros después del incidente. Y los planes de Lady Cicelnia también están involucrados. Si quieres saber algo más, tendrás que preguntárselo a ella directamente.”

“Hmph. Bien, lo que sea.”

“Daré permiso para la misión. Pero habrá un límite de tiempo. Quiero que entiendas que mientras estés fuera de Alpha, estaremos escasos de personal.”

“Estás prestando fuerzas para defender a Balmes. No vayas demasiado lejos tratando de ganarte su favor, después de todo, ese costo viene directamente del campo. Intenta que no te abandone Allie, aunque estoy en buenos términos para intercambiar promesas con él.”

“Está bien, está bien. Me siento como si me abandonaran. Aun así, es un manojo de nervios.”

“¿Esta queja se va a prolongar mucho más?”

“Uh… no…”

Lettie pareció ver los motivos ocultos de Berwick tras su aspecto ansioso. “Te gusta ese tipo de cosas, ¿no? Lo de la autopreservación.” Dijo sarcásticamente, como si entendiera cómo operaba él.

Se encontraba en la cima de los militares. Así que ella sintió que cada una de sus palabras y gestos tenía un matiz intrigante.

Berwick miró con amargura su escritorio. No lo había hecho con esa intención, pero parecía que no era capaz de salirse de sus arraigadas costumbres tan fácilmente. “La información es importante en cualquier situación. Especialmente en lo que respecta a él. Un collar puede sonar mal, pero tiene que parecer a los demás que está bajo control.”

“¿Vas a poner la sospecha en Alus y repetir eso otra vez?”

El periodo más duro de la vida de Alus fue después de haber completado el programa de entrenamiento de Maestro Mágico y se encontró con el ostracismo por su falta de emociones y su gran capacidad de lucha. Su actitud se volvió cada vez más feroz y descarada, y las misiones que se le asignaban eran todas de alto riesgo y con pocas posibilidades de supervivencia.

Todo eso se le impuso a Alus, que aún era lo suficientemente joven como para ser llamado niño por la mayoría. De hecho, esas órdenes iban más allá del nivel de acoso hasta lo abominable. Era como si le dijeran que se muriera.

Tras convertirse en Gobernador General, Berwick no tenía intención de repetir los errores del pasado. Pero ante el comentario de Lettie, comenzó a preguntarse si realmente estaba a punto de hacerlo. Las palabras dejaron una expresión tensa en su rostro. “No te preocupes.” Le dijo a Lettie, como si tratara de convencerse a sí mismo. “Entiendo lo que tratas de decir. Lo que me preocupa es si será capaz de tener una buena relación con su ‘collar’.”

“¿Quién se llevaría bien con un collar?” Lettie conocía la personalidad de Alus y no podía imaginarlo aceptando algo que lo atara. “Antes la Pequeña Loki tuvo ese papel, ¿no?” Ella había tenido un firme conocimiento de la situación cuando se conocieron. Había sido la encargada de observar a Alus mientras estaba en el Instituto, aunque ese papel se había desmoronado ya.

Lettie se refirió sin rodeos a su relación como tal, y en respuesta Berwick reveló fácilmente la verdad. “En la superficie, sí. Tal y como están las cosas, tendrá que haber un sustituto para Loki Leevahl.”

“¿Como una forma de lidiar con los disidentes internos? Debe ser un dolor ser el Gobernador General y que las cosas no salgan como uno quiere.”

“Hm, no es tan doloroso como crees.” Dijo Berwick, dando a entender que estaba trabajando entre bastidores, cuando de repente se dio cuenta de que habían divagado y volvió al tema original. “Lo siento, volviendo a lo que estabas hablando. ¿Te vas a ir ahora mismo?”

“Tengo que pasar por un lugar primero. Iré después.” Con un tono que decía que había terminado de hablar, Lettie se bajó del escritorio y comenzó a caminar hacia la puerta. Lanzó el globo de nieve hacia atrás a Berwick sin mirar.

Se esforzó, pero logró atraparla con éxito, antes de que una significativa sonrisa apareciera en su rostro.

Una vez recapturado Vanalis, podrían volver a entrar en el Mundo Exterior y comenzar el contraataque humano. Y Alpha lideraría el camino. Con la eliminación de Demi Azur, la posición de Berwick dentro del ejército se estaba consolidando. Así que ahora era un buen momento para tomar medidas más drásticas que antes.

Alus pidiendo dejar la nación me molesta, pero el Mundo Exterior es lo primero por ahora. No, como alguien que no va a ir a la batalla personalmente, debería hacer los preparativos para ambos. Tener momentos de vida o muerte a mi edad hace que este trabajo valga la pena.

Con la marcha de Lettie a Vanalis y el futuro incierto de Alus, podría ser una buena idea que Vizaist regresara por el bien de la seguridad nacional. Actualmente, Vizaist estaba destinado en Balmes, encargado del mando de las fuerzas locales hasta que se estableciera un nuevo sistema.

Pero si iba a ser convocado de nuevo, necesitaría un sustituto. La cara de cierto hombre apareció en la mente de Berwick. A pesar de cierta inquietud, tomó su decisión y llamó a la puerta.

El Maestro Mágico de Dos Dígitos, finalmente liberado de los subordinados de Lettie, apareció dentro de la habitación. Intentó disculparse, pero Berwick lo detuvo con un gesto de la mano. “Lo siento, pero ¿podría traer a Lindelph?”

“¡Inmediatamente, señor!”

Era un nombre que todo el mundo en el ejército conocía… el nombre de un joven frívolo de élite que había ascendido al rango de comandante en un tiempo récord.

El Maestro Mágico de Dos Dígitos intentó hacer una llamada, pero fue detenido de nuevo. “Una llamada no va a lograr que venga de inmediato. Después de todo, se ha quedado con el mando de una región. Sería más eficaz transmitirle el mensaje directamente. De paso, dile que tiene que ver con Vizaist.”

“¡Entendido!”

Una vez que salió de la habitación, Berwick se frotó la barbilla con expresión preocupada. Sus pensamientos habían vuelto a donde estaban antes de la llegada de Lettie. Alus, eh. Abriendo una línea directa, se preparó para hacer una llamada.

El hecho de arreglar su aspecto era una señal de lo incómodo que se sentía. Se sentía un poco abrumado por todas las peticiones que tendría que hacer al jefe del Segundo Instituto Mágico.