Isekai Wa Smartphone to Tomoni (NL)

Volumen 24

Extra 3: Fiebre

En ese entonces, me vine abajo con una fiebre fuerte.

Empecé a sentirme incómodo a mediados de marzo, y luego mi cuerpo comenzó a sufrir un extraño escalofrío. Al principio, pensé que era solo un resfriado, pero cuando me desperté al día siguiente, me dolían todas las articulaciones. Fui a ver a un otorrinolaringólogo porque tenía síntomas parecidos a los de un resfriado, y terminaron clavándome un hisopo de algodón grande en la nariz para probarme en caso de que fuera algo peor.

La prueba volvió diciendo que no tenía gripe, pero los escalofríos persistieron y mi fiebre subió a 37.5°C. Fui a mi clínica habitual y me dijeron que tenía mucha fiebre y que tendría que ser manejada en un lugar más grande… Fue en ese momento que comencé a pensar que tal vez había estado subestimando la situación del COVID -19 un poco, así que decidí visitar un hospital importante para estar seguro. Me dijeron que lo mejor que podían hacer era reservar una cita para la noche siguiente, así que lo hice y me fui a casa.

Tomé un medicamento para la fiebre y los escalofríos, luego me fui directamente a la cama… pero me desperté por la noche con tos y dolores de cabeza, y era tan malo que realmente no pude dormir bien por la noche. Cuando llegó mi cita al día siguiente, apenas funcionaba. Me arrastré hasta allí para encontrarme con un médico, quien me dio un tubo y me dijo que lo llenara con saliva. Fue difícil obligarme a salivar en ese estado. Terminé frustrado durante el proceso de prueba cuando más escalofríos sacudieron mi cuerpo. Honestamente pensé que iba a vomitar.

Llegó al punto en que casi estaba llorando y farfullando. Estaba tan frustrado que gemí: “No puedo hacerlo…”, pero aun así logré reunir la cantidad que necesitaban. Una vez que entregué eso, me dijeron que me darían mis resultados al día siguiente. Estaba estupefacto… Pensé que había venido al hospital para un examen, pero ¿ahora me estaban enviando lejos? Regresé a casa para otra noche febril.

La noche siguiente, recibí una llamada del médico que me dijo que había dado negativo en la prueba de COVID-19.

Después de eso, el medicamento me bajó la fiebre y pude ir a un chequeo normal a mi clínica habitual. Todo el incidente realmente me desconcertó, si soy honesto. Ahora me doy cuenta de que resfriarme así con la situación global actual fue una negligencia por mi parte, especialmente dada mi constitución débil. Me preocupa la pandemia en curso y me siento muy mal por las personas que luchan por trabajar en el campo de la medicina con pacientes como yo que obstruyen sus horarios.

Espero que todos ustedes se mantengan a salvo en estos tiempos inciertos. Por favor, cuídense mucho.

-FIN DEL VOLUMEN 24-