Tatoeba Last Dungeon Mae no Mura no Shōnen ga Joban no Machi de Kurasu Yō na Monogatari (NL)

Volumen 7

Capítulo 4: Una Broma De Mal Gusto — Supongamos Que Te Das Cuenta De Que El Mundo Ya Ha Terminado

Parte 1

No mucho después del ataque de Tiger Nexamic… Eug finalmente se había recuperado del desastre del día anterior y estaba caminando por el bosque.

Ella estaba siguiendo las huellas de un animal, usando matorrales caídos como marcadores.

“Me preocupa la Fruta Mastema modificada que estoy cultivando. Los treants y la artillería, puedo reemplazarlos a tiempo, pero… sin esos frutos, no puedo contener un número decente de señores demonios. Para abrir la Última Mazmorra y dar rienda suelta a todos los señores demonios del mundo, necesito un medio para controlarlos y protegerme”.

Murmurando para sí misma, se adentró más en el bosque.

“Ayer fue solo un caso de mala suerte. Ese aguacero de guerrilla lo causó todo. ¡Pero mi mala suerte termina ahí! No debería haber dañado la Fruta Mastema… Esta tierra es sagrada. Los lugareños nunca vendrían aquí. Estará bien. Totalmente bien.”

Eug repitió esta última frase varias veces, tratando de convencerse a sí misma. Fue bastante difícil de ver.

Había venido a comprobar la Fruta Mastema modificada por una razón.

Y su corazonada se hizo realidad. No había señales de la fruta que había estado cultivando. Todo el parche quedó limpio. Incluso los tallos habían sido arrancados de raíz, lo que hacía imposible que volviera a crecer nada.

“¡Arrrrrrrrrrrrrgh! ¡Yo tenía razón! ¡¿Por qué tenía razón?! ¡Maldiciooooon!”

No había nadie que escuchara sus gritos. El fruto de su investigación había sido robado, con raíces y todo, y gritar era todo lo que podía hacer.

Eug estaba en su segundo día consecutivo de gritos, y su garganta no podía soportarlo mucho más.

“¿Qué pasó?” gritó, examinando la escena a través de sus lágrimas. “¿Monstruos? ¡No, Fruta Mastema evita el mal! Nunca vendrían aquí, y no tienen sabor, así que los animales normales no los comen… ¿Entonces los humanos? Pero los lugareños nunca pasan por aquí. ¡Nadie ha estado aquí en más de un año!”

Eug encontró una huella en la tierra.

“¿Entonces era una persona? No es un pie tan grande… ¿Quizás un niño?”

¿Alguna broma de un niño? ¿Se estaban desafiando los niños a explorar la tierra sagrada? Varias posibilidades pasaron por la mente de Eug.

Entonces recordó algo que Renge había dicho: Anzu llamó con un timbre, pero él es un campesino poco elegante.

“Un profesional… de otro país…” Un candidato flotó en su mente. Azami. Un niño. Lloyd Belladonna.

“N-No… No puede ser. Ahora no… Él no lo estaría… ¡Totalmente lo haría! ¡Es como si el propósito de su vida fuera interponerse en mi camino!”

Eug giró sobre sus talones y se dirigió hacia el territorio del clan Audoc para exigir una explicación completa.

En el campamento, los clanes Audoc y Tiger se llevaban muy bien intercambiando técnicas.

Charla sobre el culturismo, los efectos de los golpes de hacha en los músculos de la espalda y ropa elegante. Los temas intercambiados fueron todos muy informativos. Al menos, para las personas específicas reunidas aquí.

Eug no mostró interés en esta nueva amistad. Fue directamente a la mansión Audoc… y encontró a Renge trabajando como esclavo con algunas golosinas de té.

“Oye, Renge, ¿cómo te va? Estoy condenada.”

“¡Oh, Eug! No es frecuente que vengas a verme. ¿Te apetece el té?”

“¿Nexamic está fuera? Bien. Tenía una pregunta para ti”.

Eug ni siquiera estaba tratando de disimular su mal humor, pero Renge estaba demasiado bien para darse cuenta.

“¡Solo un minuto!” gritó y puso los bollos en el horno. Definitivamente mostrando una buena vibra de esposa. “Está bien, pregunta”.

“Mencionaste que el clan Kyounin tenía luchadores…”

“¡Sí! ¡Uno se unió a nuestra alianza! Un hombre maravilloso”. Las mejillas de Renge se pusieron rojas como una remolacha, claramente pensando en Allan.

Eug estaba más allá de notar tales sutilezas. Ella miró a Renge. “… Cuéntame más sobre ellos”.

Eug esperaba una descripción.

Renge sonrió con confianza. “El resto no tenía un rastro de elegancia entre ellos”.

“Solo dime qué llevaban puesto, tonta”.

Renge claramente no prestó atención a esa última palabra. Ella se cruzó de brazos, pensando.

“Bueno”, dijo, “uno era un poco aristocrático. Luego hubo un mercenario y una bruja… ”

Eug se estremeció.

“Tenían un equipo muy extraño. Como un cinturón elástico y un brazo mecánico… ”

Estas no eran… palabras de las que Eug tenía buenos recuerdos.

“¿Es una nueva moda, me pregunto? ¿Están de moda esas cosas desagradables en Azami?”

“¡Espera! ¡Detente, idiotaaaaaaaa!”

Eug estaba teniendo un mal presentimiento sobre esto, y este tipo de mal presentimiento siempre se hacía realidad.

Renge parpadeó, sin saber por qué le gritaban. “¿H-Hice algo mal, Eug? ¡Pido disculpas! ¡Pondré el té de una vez!”

“¡El té no va a resolver esto! ¡Este es un desastre absoluto! ¡Tonta! ¡¿Por qué no me dijiste esto antes?!” Eug golpeaba su cabeza contra la mesa, lágrimas en sus ojos. “Auuugh… También, ¡ow!”

Renge no sabía qué hacer con este repentino estallido de daño autoinfligido.

“¿E-Estás tan horrorizada por su falta de elegancia?” ella preguntó. “Sus rostros pálidos, claramente allí para compensar los números, tan poco elegantes…”

“¡No! ¡Idiota! ¿Por qué? ¡Te di ese veneno para asegurar nuestra victoria!

¡¿Por qué terminó destruyendo todo?!”

Eug estaba ahora en una rabia ciega. Renge parecía un empleado veterano nervioso por el temperamento de su jefe más joven. Parecía que cualquier cosa que dijera haría que le gritaran. Estimado lector, ¿conoce el tipo?

“N-No te preocupes, Eug. ¡Tenemos al legendario Asesino de Dragones, Allan!”

“¡Oh Dios! ¡No puedo creer esto! ¡Eres tan tonta!”

Eug era muy consciente de que Allan no era tan fuerte, pero estaba demasiado enojada para explicar esto. Salió como una rabieta infantil, no intimidante en lo más mínimo.

Renge quedó desconcertada, pero luego Nexamic regresó.

“Eug tiene razón en estar molesta, Renge. El resto de los luchadores no son presa fácil”.

“Nexamic, ¿ellos…?”

Claramente había recibido una buena paliza.

“¡Esto es lo que me hicieron a pesar de que mi cuerpo superduro usaba Rock Hawk!”

Sacudió la cabeza, frustrado, señalando los cortes en su cuerpo. Mientras lo hacía, sus baúles cayeron al suelo.

“¡Aaaaaaaaaaaaaaah!” Ambas chicas dejaron escapar gritos espeluznantes. El golpe de espada definitivo de Phyllo claramente había acabado con su ropa interior.

“Qué sorpresa por algunos cortes menores… pero si hubiera luchado más, ¡ella podría haber dañado mi máscara! ¡Horripilante! ¡Azamiiiii!”

“¡No es tu máscara! ¡Abajo!”

“¿Hngg? ¡Oh, lo siento! Tigre equivocado”. Nexamic se quitó la capa y la envolvió alrededor de su cintura como una toalla de baño.

Eug había gritado bastante desde que entró en la cocina y le picaba la garganta.

“¡Como dije! ¡Estoy condenada! ¡Todo va mal!”

“Ciertamente no tengo una respuesta elegante”. Renge se disculpó en nombre de todo su país. Incluso Nexamic tuvo la cortesía de sudar profusamente.

“Nunca pensé que serían tan buenos… ¡El segundo mayor peligro en la historia de Tiger!”

“¿Qué fue primero…? ¿Sabes qué? No importa.” Eug decidió que solo sería algo muscular y abandonó esa línea de investigación. Suspiró dramáticamente. “Sheesh… Así que ese es el alcance de tu amor por tu país, ¿eh? Supongo que esperaba algo mejor. Es solo cuestión de tiempo antes de que Anzu te haga parte de Profen ahora.”

Esto los sacudió a ambos.

“¡Qué duro! ¡Solo debemos ser duros con nuestros propios músculos! ¡Se recuperan!”

“¡A medida que pasa el tiempo, el té y la motivación se enfrían por igual!

¡Pero el amor aún permanece!”

“¿Podrías dejar el músculo y el té? Ugh, lo que sea”.

Eug los fulminó con la mirada, claramente más allá de la preocupación.

“¡Entonces  demuestre  algo  de   patriotismo!  Te  estoy  ayudando  sin recompensa aquí. Ya hemos dejado de ser exigentes con los métodos.

Veneno o lo que sea, haz lo que sea necesario para vencerlos. No dejes piedra sin remover. ¡El futuro del Dominio depende de ello!”

Eug miró los dos huevos en sus bolsillos.

“Me dirijo de regreso a mi laboratorio. Tengo que prepararme para lo peor… Ignorando sus miradas, se dio la vuelta y se puso en marcha. “¿Por qué no puede salir nada bien? Siempre ha sido así. Pero esto no es como el encuentro de exhibición en Azami. Después de todo…”

Ella hizo rodar un huevo alrededor de su palma, animándose.

“… ¡Tengo dos nuevos señores demonios! Si estos no pueden ganar, solo seré un hazmerreír”.

Nexamic y Renge se quedaron mirándola.

Luego bajaron la cabeza. “Renge”, dijo Nexamic. “Después de todo lo que dijo, no podemos preocuparnos por las apariencias. Deja a un lado tu vergüenza… o el Dominio Ascorbic dejará de existir”.

Sus pectorales temblaron, animándolo.

“Probablemente te vendría bien un poco más de vergüenza… pero

¿significa esto que tienes un plan? ¿Uno más caliente que cualquier té?”

Nexamic asintió. “El contenido del torneo se determina sacando pajitas, por lo que si las arreglamos, podemos forzar un tipo de batalla que nos dé la ventaja”.

Renge entrecerró los ojos. “Interesante. Es posible que no podamos enfrentarlos en una pelea real, pero si dibujamos un juego que haga que el resultado dependa de la suerte o del cerebro, nuestras probabilidades de ganar serán iguales o con ventaja. La mierda de Anzu en los juegos”.

“Pero existe la posibilidad de que el contingente Azami sea excelente con ellos”.

Los pectorales de Nexamic se movieron inseguros, plagados de dudas.

Hubo un largo silencio, como una reunión en la que nadie tenía buenas ideas. Este iba a ser un hueso duro de roer.

Finalmente, Renge dijo: “Si tomamos un rehén…”

Esto sorprendió incluso a Nexamic. Sus pectorales se volvieron más activos.

“Renge, incluso por el amor de tu patria, que le falta tu amada elegancia”.

“No es necesario que me lo digas. Pero… si los invitamos a tomar el té, muéstreles un buen momento… y dejemos que sus amigos saquen conclusiones apresuradas…”

“¡Un farol, entonces! ¡Muy bien, estoy a bordo! ¡Serviremos a este rehén todo el té y los músculos que puedan desear, y la victoria será nuestra!¡Una victoria para todos!”

No estaba claro quién se beneficiaría de que les sirvieran los músculos. “Estoy agradecido por tu ayuda, Tiger Nexamic”.

“¡No es un problema! ¡Estamos todos juntos en esto! ¡Estamos en el mismo tigre! ¡Te ayudaré hasta el amargo final, Renge!”

“Gracias. Creo que encontrarás que es un barco, no un tigre…”

“¡Mwa-ha-ha! ¡Así es! ¡Estoy en el barco más grande! ¡Mis isquiotibiales te cubren la espalda!”

Con este tipo alrededor, cualquier barco era el Titanic.

Nexamic estaba listo para atrapar a cualquiera que se deslizara entre sus muslos, y Renge se estaba dejando llevar, imaginándose a sí misma como una heroína trágica. Estaban hechos el uno para el otro.

Al imaginar la villanía que se avecinaba, ambos estaban exagerando hasta un punto que definitivamente haría que cualquier director de escena detuviera el ensayo.

“¡Es una forma de elegancia! Volvamos el mal por el bien de nuestra patria”.

“Pero, Renge, ¿a quién vamos a entretener?”

“Es Azami a quien tenemos que sacar, y tenían un niño que claramente era bastante débil”.

“¡Oh! ¡Así que lo hicieron! ¡Esa ramita de niño! Debe ser su chico de los recados”.

“Probablemente la mascota de los superhumanos. El que suaviza todos los conflictos”.

“¡Estoy de acuerdo! Es nuestra única oportunidad, por mucho que me duela admitirlo”.

“Debemos comenzar con palabras inteligentes y elegancia”.

“¡Y acaba con los músculos!”

Entraron en acción… y vivirían para lamentarlo. Lloyd ciertamente era como una mascota, y el más sobrehumano de todos. Era como si estuvieran jugando a la solterona y hubieran agarrado con confianza al bromista.

De vuelta en la sede del clan Kyounin…

Dominar un nuevo arte secreto había agotado a Phyllo, y se acostó temprano. Selen estaba desarrollando una nueva comida de resistencia, Marie y Riho estaban tratando de detenerla, y Anzu había tomado la Fruta Mastema, investigando algo con sus sirvientes.

El tercer día en el Dominio Ascorbic había terminado sin que Lloyd hiciera ningún entrenamiento.

Se estaba sintiendo de mal humor.

“Supongo que alguien tan débil como yo no se hará más fuerte, ni siquiera en los sagrados campos de entrenamiento”.

A pesar de esas palabras, no parecía dispuesto a rendirse. No era como si hubiera hecho todo lo posible y hubiera fallado. Ni siquiera se le había permitido intentarlo.

“¿Soy tan desesperada…?”

Todo lo contrario; lo estaba haciendo tan bien, todo el mundo estaba un poco asustado de dejarlo intentarlo.

Deambuló sin rumbo fijo por los terrenos, contemplando las místicas montañas.

“¡Pero estos edificios son tan solemnes! Y pensé que la mampostería en Rokujou se veía diferente… ¿Hmm?”

***

En la oscuridad del jardín del clan, Lloyd vio algo brillar. Él frunció el ceño.

“¡Bienvenido!” Nexamic tronó. Posando para mostrar sus músculos, se acercó a Lloyd. Esto parecía aún más espeluznante desde la distancia.

Cuando llegó a Lloyd, adoptó la pose completa de Sergio Oliva, con los músculos completamente bombeados. “¿Bien? ¿Cómo te gustan mis músculos?”

De acuerdo, incluso de cerca, fue espeluznante. Lloyd no estaba seguro de cómo revisar la pose de este hombre.

“¡No hay necesidad de lucir tan tenso! ¡Sea tan flexible como las fibras de un tigre! ¡Ves!”

Incapaz de soportar ver esto por más tiempo, Renge se acercó corriendo. “¡Tonto! ¡Lo estás asustando!”

“¡Renge! ¡Esta es la técnica publicitaria clásica! ‘¡Tú también puedes tener un cuerpo como este! ’ ¡Y estos… son mis tendones de la corva!”

“Nunca serás un negociador”.

Atrapado entre los músculos bronceados y el vestido rojo, Lloyd estaba totalmente perdido.

“Um, ¿qué está pasando? Estoy confundido.”

“Si no lo fueras, serías un psíquico. ¡Hola! Lloyd, ¿verdad? Mi nombre es Renge Audoc. Una dama elegante que ama y es amada por el té”.

“¡Y estos son mis tendones de la corva! ¡Y yo soy Tiger     Nexamic!”

Estas presentaciones carecían de información útil, pero Lloyd siguió adelante y se inclinó de todos modos.

“H-Hola, soy Lloyd Belladonna”.

Independientemente de la vacilación de Lloyd, o tal vez simplemente incapaz de darse cuenta, Nexamic cambió su pose y fue al grano.

“¡Lloyd! ¡Nos gustaría que vinieras con nosotros! ¡No te arrepentirás! Viniste al Dominio para obtener tus músculos ideales, ¿no? ¡Somos camaradas!”

“¿Le importaría acompañarnos a tomar el té? Tenemos unas hojas estupendas. ¡Incluso las tazas son de primera clase! Y los macarons son los más elegantes. ¿Bien? ¿Interesado?”

Parecía que su plan era atraerlo con té y músculos.

Supusieron que a todos los demás también les gustaba lo que les gustaba. Ese tipo de pensamiento hacía imposible la comunicación. Pero los giros positivos eran la especialidad de Lloyd, por lo que pensó largo y tendido, tratando de averiguar qué podría significar esto.

Y el resultado…

Así es… Cuando Anzu me estaba entrenando, seguía suspirando. Eso debe ser porque no tengo ninguna habilidad para las espadas.

No… fue porque destruyó dos atracciones turísticas.

Los pensamientos de Lloyd seguían avanzando a toda velocidad en la dirección equivocada.

¡Oh! ¡Así que pensó que podría ser mejor en puñetazos o hachas y habló con esos clanes, pidiéndoles que me entrenaran!

Lloyd de alguna manera había encontrado una manera de darle a Anzu el crédito por todo esto.

Su mirada de confusión se desvaneció. Había venido al Dominio Ascorbic para entrenar, y parecía que finalmente lo conseguiría. ¡Quizás se volvería más fuerte! ¡Quizás aprenda un ataque definitivo! Estaba encantado.

Tomó las manos de Renge y Nexamic.

“¡Muchas gracias!” el exclamó. “¡No tengo talento para las espadas y no valgo la pena entrenarme! ¡Anzu debe haberte pedido que me ayudaras a entrenarme! No puedo decirte lo agradecido que estoy. Realmente quiero ser más fuerte, así que ya no retengo a todos los demás…”

No habían esperado una gratitud tan sincera. O esas lágrimas. Nexamic y Renge intercambiaron miradas, estupefactos.

“Hngg… Esto es doloroso, Renge. Me duele el corazón, no mis adorables pectorales”.

“Lo sé… Caray, apuesto a que Anzu decidió que este niño era demasiado lindo y tenía miedo de ponerlo en una práctica seria”.

Renge se rascó la mejilla, enojada con Anzu, pero por supuesto, Anzu tenía miedo. Un personaje de nivel 30 tendría miedo de entrenar a alguien que ya tiene el nivel 80.

Nexamic le dio a Lloyd una palmada en la espalda, tratando de animarlo.

“¡No te preocupes, Lloyd! ¡Una vez fui tan frágil como tú! Pero luego descubrí el culturismo, ¡y mi cuerpo se convirtió en esto! ¡Los músculos nunca te traicionarán!”

“Ponte de pie”. Renge sonrió. “La falta de confianza se nota en tu postura. Anzu una vez me hizo sentir terriblemente inseguro, pero lo superé gracias a mi fe en la importancia de una vida elegante”.

“¡Músculos!”

“¡Y elegancia!”

“¡Tener ambos te hará fuerte!”

Parecía que los dos estaban proyectando su propio yo pasado en Lloyd. Le estaban derramando sus corazones, siendo genuinos y olvidando que estaban tratando de convertirlo en un rehén. Ahora era más como si estuvieran cuidando a un pobre cachorro abandonado.

Lloyd sintió la misericordia en sus corazones, no sintió necesidad de precaución y felizmente se fue con ellos.

Pero, como todos los lectores sabían, no era un cachorro, más bien un lobo. Y del tipo que es un dios disfrazado.

“Surtr… Eve dijo algo sobre una tortuga, pero ¿quién eres tú? ¿Te conozco? De cualquier manera, necesito que te acostumbres a mí mientras aún eres una langosta, o nunca tendré una oportunidad contra ellos”.

Eug estaba en las profundidades de su laboratorio, murmurando para sí misma, luchando con los huevos que Eve le había dado.

Su prioridad era sacar el poder de Surtr y controlar sus habilidades a voluntad. Ésa era su única oportunidad de luchar contra Lloyd y compañía.

Estaba envuelta en un intenso proceso de prueba y error, una tonelada de equipos y computadoras extraños a su alrededor.

Y luego aparecieron Nexamic y Renge.

“¿Salieron bien las cosas?” Preguntó Eug sin darse la vuelta. “¡Sí!”, Exclamaron con orgullo.

“¡Nuestro plan es manipular el contenido del torneo! Batallas menos serias, más juegos basados en la suerte o eventos que se adaptan a nuestras habilidades, ¡cambia las probabilidades a nuestro favor!”

“Genial, menos un arco de torneo y más un programa de variedades. Definitivamente suena como tu mejor tiro”, comentó Eug.

“¿Qué es… un programa de variedades?”

“No importa. Lo descubrirás una vez que el mundo esté elevado”.

“¡Muy bien! ¡Espero esta elevación! ¡Mwa-ha-ha!”

Rodando uno de los huevos, Satan, alrededor de su palma, Eug sonrió. “Está bien. ¡Me estaba preocupando allí! Hmm, todavía no se siente lo suficiente… Por la expresión de sus caras, supongo que ha dado otros pasos. Explicar.”

Había visto la confianza en sus expresiones e incluso se encontró queriendo confiar en ellos. Estaba segura de que tenían otra carta bajo la manga.

“Tenemos un rehén”.

“¡Oh! ¡Mucho más agresivo de lo que esperaba de ustedes dos! Bien hecho.” Eug parecía encantada. “Juegos de variedades y un rehén para arreglar los resultados… Eso debería engañar a todos, ¡incluso a aquellos que tienen buen ojo para las batallas legítimas! ¡Apuesto a que incluso podrías engañar a ese señor demonio!”

“¿Señor demonio? ¿Te refieres a la Bestia Sagrada?”

“Ups, desliz de la lengua. D-De todos modos, ¿dónde está este pobre rehén?”

“Tomando té al lado”.

“¿Oh? ¿No estás encerrado en alguna parte? ¿Qué, son un niño pequeño?”

“Un adolescente muy agradable”.

“¡Él creyó todo lo que le dijimos! Nos hizo querer devolver el favor”.

“Sí, tenemos que hacer algo por este buen chico de campo”.

“¿Un buen… chico de campo?” Preguntó Eug, retorciéndose violentamente. “¿Es él…?”

“¡Sí, parecía que Anzu le había gustado mucho! Ella le estaba dando un trato de primera clase”.

“¡Casi como si estuviera untando a alguien que la superaba en rango!”

“Fue muy divertido”.

“Está preocupado por lo débil que es, ¡pero ella no pudo entrenarlo en absoluto! ¡Ella no es apta para gobernar! ”

No podrían haberlo hecho… pero el rostro de un chico llenó la mente de Eug.