Tatoeba Last Dungeon Mae no Mura no Shōnen ga Joban no Machi de Kurasu Yō na Monogatari (NL)

Volumen 7

Capítulo 2: Un Golpe A La Confianza — Supongamos Que Un Profesor Intenta Enseñar A Einstein

Parte 6

Era un tono realmente alarmante. Si hubiera una rana de este color, sería 100 por ciento venenosa. Las aves rapaces lo ignorarían por instinto.

¿Fue un rosa impactante? No, dado el olor del brebaje, el rosa venenoso era quizás más apropiado. Si una marca conocida por venderse el día del lanzamiento fabricara un teléfono inteligente de este color, todos permanecerían en el estante. El empleado que había propuesto esta opción de color se encontraría acosado y acorralado.

Una mirada los había dejado incapaces de hablar.

Selen insistía en que esto era técnicamente sopa, por lo que Riho hizo acopio de todo su valor y preguntó sobre la receta.

“Entonces… ¿qué tipo de sopa es esta? ¿Lo… probaste tú misma?”

“¡Por supuesto lo hice! ¡Es delicioso! ¡Tan cremoso como picante!”

“…… ¿En serio?” Phyllo no parecía convencido de que Selen realmente lo hubiera probado.

“¡Lo juro, estuvo muy bien! Seguro de que había encontrado el camino al corazón de Sir Lloyd, agregué el ingrediente secreto: una poción de amor.

¡Mi amor fue tan apasionado que volteé toda la botella!”

“No es un ingrediente secreto si se lo dices a todo el mundo, ¿verdad? Y si agrega toda la botella, no es un ingrediente secreto, ¡es la base de la sopa!”

La idiotez de esta admiradora enloquecida por el amor no conocía límites.

“¡Escúchame, Riho! ¡No es solo una poción de amor! ¡Hay una multitud de ingredientes vigorizantes incluidos! ¡Poción de amor, más nutrición! ¡Y un afrodisíaco tras otro!”

“…… Nunca te importó la nutrición… Solo tus instintos carnales…” Selen ignoró el comentario de Phyllo por completo.

“Selen”. Marie suspiró. “¿Sabes qué son las pociones de amor?”

“¡Hacen que tu corazón se acelere si los pruebas!”

“Sí. Porque son veneno”.

“Po…” Eso silenció a Selen.

Marie podía ser una cocinera horrible, pero conocía sus pociones.

“Los libros dudosos de magia negra pueden afirmar que puedes hacer pociones de amor con tritón ennegrecido, pero no están del todo mal”, explicó. “Si traga las glándulas venenosas de un tritón, sin duda hará que su corazón lata más rápido”.

“O-oh…”, tartamudeó Selen, con lágrimas en los ojos.

Este era el campo de especialización de Marie y estaba empezando.

“Desde la antigüedad, el veneno de rana se ha utilizado como cardiotónico. Puede ayudar con las palpitaciones, pero adormecerá toda la boca. Porque es veneno”.

“Urp…” Selen solo estaba haciendo ruidos ahora.

“Básicamente, estás usando veneno para apuntar a un efecto de puente colgante. ¿Entiendes lo que has hecho aquí, Selen?”

Esta última línea claramente pretendía ser una advertencia para no volver a hacerlo.

“¡Aha!” Riho exclamó, aprovechando su oportunidad para patear a Selen cuando estaba en el suelo. “¡Así que preparaste una sopa nutritiva con mucha confianza y luego la arruinaste con una botella de veneno! Debería arrestarte por intento de asesinato”.

Toda su labor de la mañana se desperdició, Selen bajó la cabeza.

“Oh no… Oh no… ¿Veneno? Eso explica por qué era de un color tan extraño… ahora me avergüenzo de mí misma”.

“Oh bueno. ¡Te diste cuenta del color!”

Marie pareció aliviada de que Selen poseyera una pizca de cordura.

“No importa cuántas veces le haya dado anestésicos Sir Lloyd, ¡nunca han funcionado! ¡Debería haberlo sabido mejor antes de pagar mucho dinero por este veneno!”

“””¡¿Eso es lo que te preocupa?!”””

También había confesado un crimen imperdonable, pero todos se sintieron extrañamente impresionados.

Mientras  tanto, Lloyd se reunió con ellos. Había estado ocupado secándose el pelo y se había perdido la mayor parte de la conversación.

“¿Escuché algo sobre una sopa de resistencia? ¡Son geniales cuando estás cansado!”

“Er, Lloyd…” Marie trató de detenerlo, pero antes de que pudiera, él sonrió, tomó la sopa rosada…

“¡Esto se ve genial!”

… Y tomó un sorbo sin la menor vacilación. “Er…”

“Oh…”

“……eso es—”

Lloyd, sin preocuparse en lo más mínimo por el color, siguió bebiendo. Riho, Marie y Phyllo miraron con los ojos muy abiertos por el horror.

“¡Véanlo ustedes mismas, señoras! ¡Esto es amor! ¡La bondad de comerse la comida asquerosa de una novia sin quejarse! ¡El eje de cualquier matrimonio! ¡Nuestro certificado está tan bien como firmado! En este instante, puede que no estemos legalmente casados, ¡pero nuestras almas son una sola!”

Mientras tanto, la creadora de la sopa… se había recuperado por completo, haciendo que todo girara a su favor. Alimentar a su amado veneno literal se redujo a “comida asquerosa”, pero claramente, las consecuencias serían mucho más espantosas. Eso fue solo sentido común.

Pero Lloyd hacía tiempo que se había liberado de la prisión del sentido común. Terminó de beber su cuenco de veneno y dio su veredicto.

“¡Ah-ha-ha! ¡No puedo decir que soy fan!”

¿Eso era todo lo que tenía que decir? “Uh, Lloyd… ¿te sientes bien?”

“¿Seguro? Hmm… Me arde un poco la boca”.

¡Los órganos internos de Lloyd eran tan sobrehumanos que podían neutralizar cualquier veneno! ¡Un hígado invencible!

Selen ahora era consciente de que las pociones de amor eran veneno, pero esperando que el efecto la llevara al menos a la primera base, se acercó.

“¿Y bien, sir Lloyd? ¿Tu corazón se acelera? ¿Te gusta?”

“Hmm”, consideró Lloyd. “Estoy seguro de que a algunas personas les gustaría, pero fue demasiado para mí”.

Ofreció solo una evaluación racional. Parecía que no había ningún efecto fisiológico.

“Felicidades por perder toda la mañana, mi señora”. Riho sonrió.

Pero los ojos de Selen aún no estaban muertos. “Las pociones de amor nunca funcionan con alguien que ya te ama. ¡He probado esa teoría!”

“Una teoría que nunca has mencionado antes”.

“¡Quizás esta sea una manera indirecta de animarme a hacer una comida aún más impresionante hecha con amor! ¡Tiene fe en mi potencial!”

“Las palabras se desperdician en ti”.

Las críticas salieron de ella como el veneno de Lloyd.

Pero Anzu había oído a Lloyd decir que la sopa era demasiado para él y se puso de pie de un salto. Estaba tumbada boca abajo en el lecho de un río, por lo que se podían ver marcas de rocas en su rostro.

Con gran entusiasmo, lanzó una perorata sobre la importancia de la comida.

“¡Lloyd! ¡No seas quisquilloso! ¡Comer es una parte importante del entrenamiento!”

“¡Oh, Anzu! ¡Eso es correcto! No puedes volverte fuerte si eres quisquilloso con la comida”.

Aparentemente, Anzu había decidido que esta dudosa afirmación era su boleto para salir de la zona de personajes patéticos.

“¡Sí! ¡La comida es la base de todo! ¡El camino de la espada es el camino de la comida! ¡Hasta ahora todo ha sido simplemente un aperitivo!”

“¡¿L-Lo ha hecho?!”

Anzu, la propia Diosa de la Espada, insistía en que las espadas y la comida eran lo mismo. Este era el tipo de declaración que sería un titular de primera plana en cada revista semanal y un tema de burla en todos los programas de discusión de noticias.

“…… ¿Incluso te escuchas a ti misma?”

“Tan desesperada por salir de la zona de tristeza. Lo entiendo…”

“…… En el momento en que te desesperes… ya estás condenado”.

Pero sin hacer caso de la charla de Phyllo y Marie, Anzu siguió adelante. “¿Qué estás comiendo aquí?” preguntó, con la mano en el hombro de Lloyd. “¿Ciruelas en escabeche? ¿Cilantro?”

“Esto.” Lloyd levantó un impactante líquido rosa claramente no clasificable como alimento.

“… Eso es… veneno…”, dijo Anzu.

Claramente, tenía experiencia en la identificación de venenos. Quizás fue con el trabajo.

“Uh… ¿te comiste eso? Y… ¿acabas de llamarlo un poco demasiado?

“Bueno, ella se tomó la molestia de hacerlo. ¡Es bastante picante! Dejó mi boca ardiendo. No era un fan”.

“Picante…”

Nadie más diría que “no eran fanáticos” del veneno.

“Bueno… supongo que solo por el color, podría ser como… demasiadas remolachas, o…”

Quizás no fue veneno. Quizás sus instintos estaban equivocados. Con esa débil esperanza en mente, Anzu miró a Marie.

Marie negó en silencio con la cabeza. Advirtiéndole que no se lo coma. “¡¿Qué?!”

¡¿Entonces es veneno?! Trató de gritar, pero las palabras no se formaron. En ese momento, se unió permanentemente a las filas de personajes patéticos.

Ajeno a todo esto, Lloyd asestó un golpe final. “¡Estoy seguro de que puedes manejar todo! ¡Incluso esta sopa picante!”

“Urp”.

Él había bloqueado su escape como si hubiera nacido para hacer precisamente eso. Anzu claramente iba a terminar comiendo esto sin importar lo que hiciera. No hay marcha atrás ahora. Su mente y su cuerpo se dieron cuenta de este hecho y…

“Al diablo con eso. Vamos a tragar este thang”.

… decidió saltar sobre esa espada ella misma.

“¡Ah! ¡Lady Anzu!” Riho gritó, pero Anzu la apartó y agarró las asas de la olla.

“¡Solo mira, Lloyd! ¡Se ve asqueroso como el infierno y definitivamente es tan venenoso que incluso sostenerlo en la boca es desaconsejable! Pero con mi entrenamiento… ”

Se llevó toda la olla a los labios y vertió el líquido rosa.

“”¡Lady Anzuuuuu!”””

Los gritos resonaron en el lecho del río.

Anzu tragó saliva, luego arrojó la olla vacía a un lado…

“Dio testimonio, ¿Lloyd?” dijo, levantando una ceja con orgullo, un poco de rosa goteando por su barbilla.

“¡Yo… lo hice! ¡Era muy interesante!”

“¡Bien! El resto está en tus manos”.

¡Psshhhhhhhhht! Un chorro de rosa salió disparado de su nariz y boca, y se desmayó.

Riho y Phyllo la llevaron de regreso al templo.

“Bienvenida al infierno”, dijo Marie en voz baja. Ahora eran socias en lo patético.

Mientras Anzu estaba ocupada desmayándose, Eug estaba en el laboratorio de su cueva en el territorio del clan Audoc.

Estaba haciendo un análisis de los huevos del señor demonio que Eve le había dado.

En las paredes a su alrededor había señales de bestias salvajes arrasando y cadáveres de cigarras disecados. Eug claramente había estado investigando al señor demonio aquí por un tiempo.

“Satan… es justo lo que pensé. Nada destaca realmente. Qué parecido a Seta… Surtr, sin embargo… ¿Una tortuga de fuego? Eso podría tener aplicaciones”.

Encantada, Eug mostró sus caninos, haciendo rodar el huevo de Surtr alrededor de su palma.

“Cápsulas que encapsulan al señor de los demonios… Uno de mis mejores inventos. Pensé que serían difíciles de producir en masa, pero la especialidad ascórbica, la Fruta Mastema, ¡es perfecta para sellarlos! Las creencias supersticiosas de que la fruta podía ahuyentar el mal se convirtieron en palabras. ¡Apuesto a que así se sintió Edison cuando encontró filamentos en el bambú!”

Eug no mostró reparos en esta comparación.

“Si sigo impulsando esta investigación, ¡incluso podré sellar a Alka algún día! ¡Mwa-ha-ha!”

Estaba de muy buen humor. Poner sus manos sobre dos nuevos señores demonios la tenía tan feliz que estaba tarareando activamente.

“Todo va demasiado bien… ¡Sí, debería haber usado a Sou y Shouma como cebo de Alka desde el principio! ¡De esa manera, no pueden interferir con mis planes!”

Apretó una última tecla y terminó de escribir. Eug saltó de su escritorio como un dron de oficina a las cinco e hizo algunos estiramientos lindos, haciendo que su cuerpo explotara.

“¡Casi da miedo lo bien que va! Bueno, la vida tiene altibajos. ¡Así es como mantiene el equilibrio! Esa última ronda fue una pesadilla. Espero no volver a ver la cara de ese chico nunca más. El poder de la inocencia, que desafía la lógica, es básicamente mi depredador natural”.

“Ese chico” se refería a Lloyd, por supuesto.

Eug frunció el ceño ante la idea, luego le dio una bofetada en las mejillas, desterrándolo de su mente.

“¡Tengo que hacer realidad mi deseo, superar a Alka y demostrar que tenía razón…!”

Salió de la cueva y comenzó a escalar la montaña. En sus pies había un par de botas de chorro, y estas le permitieron enhebrar los fragmentos rocosos.

Se dirigía a una cueva en la mitad de la montaña, una aún más escondida que la primera cueva. Si esto fuera un juego, sería un huevo de Pascua escondido allí por un desarrollador astuto.

“Tengo que hacer un pequeño mantenimiento en las unidades de artillería autopropulsadas. Si esos no funcionan cuando los entregamos, la conveniencia moderna no causará mucha impresión”.

Eug aterrizó en la ladera de la montaña, muy por encima de donde el hombre se atrevía a pisar. Miró a su alrededor, tratando de localizar la cueva donde estaba escondida la artillería.

“Esta área se considera sagrada y está prohibida, lo que significa que la gente tiene miedo de venir aquí. ¡Lo convierte en un escondite perfecto! Como si hubiera alguna retribución divina… ¿Dónde está esa cueva? Usé Rapier Ridge como punto de referencia, pero… ¿Eh? ¿Por qué hay una espada de madera aquí?”

Eug pateó la espada a un lado, mirando a su alrededor. No parecía poder encontrar el pico puntiagudo que habían llamado Rapier Ridge. Porque Lloyd lo había hecho estallar.

“¿Eh? ¿Estoy perdida?”

No, ella estaba en el lugar correcto. Solo mira un poco más alto.

“Oh, ahí está, el pico Rapier Ridge. ¿Que…? Ya veo, simplemente se derrumbó y enterró la cueva”.

Ella asintió para sí misma. ¡La punta estaba atascada justo en la entrada de la cueva!

“¡Esperar! ¡¿Eso arruinó todooooooooo?! ¡Nooooooooooooooooooooo!” Nadie estaba aquí para presenciar su majestuosa visión doble.

Sí, cuando Lloyd rompió la punta de la montaña, se había volteado cuidadosamente y aterrizó en una cueva, la misma cueva que Eug estaba usando para esconder todas sus armas.

Su grito de horror resonó a través de las montañas, y cayó de rodillas desesperada.

Hubo un largo silencio. Finalmente, se recuperó lo suficiente como para correr hasta la entrada de la cueva enterrada y mirar a través de los huecos alrededor del pico volcado.

Estaba muy ajustado, como el relleno de frijoles rojos en taiyaki. Los huecos solo eran lo suficientemente anchos para que se filtrara el olor a combustible derramado; incluso sin una inspección visual, era obvio que todo en la cueva había sido aplastado.

“Extraerlos todos llevará una eternidad… y luego las reparaciones además de eso… Si se tratara de una tienda de electrodomésticos, estarían diciendo: ‘Es más rápido comprar uno nuevo que repararlo’, y en realidad lo dicen en serio, como, ni siquiera intentar aumentar su cuota en absoluto”.

Furiosa, Eug golpeó una roca cercana… y luego saltó arriba y abajo, agarrando su mano palpitante y maldiciendo su suerte.

“¿Quién podría haber predicho un deslizamiento de tierra? ¡Este lugar no ha cambiado durante siglos! ¡¿Por qué colapsaría de repente?!”

Esa espada de madera que había pateado a un lado… Bueno, nadie jamás imaginaría que eso podría causar esto.

¿Qué había sucedido mientras estaba enterrada en la investigación? Buscando una causa, se movió hasta el borde del acantilado, escaneando el área.

El esplendor de la naturaleza se extendía ante ella. “Espera, ¿qué es eso?”

Encontró algunos árboles volcados, como si alguien hubiera tomado un balde y arrojado un poco de agua.

Ella entrecerró los ojos. “¿Un aguacero guerrillero golpeó la zona?

¿Causando el deslizamiento de tierra?”

Miró más lejos río abajo… y descubrió que la inundación también se había llevado el matorral de bambú que había estado usando para cultivar treants.

“¡¿Lo hizo—?!”

Temiendo lo peor, Eug echó a correr.

***

Cuando llegó a la espesura, sus temores se confirmaron: las aguas lo habían arruinado todo. La cría selectiva había hecho que este monstruo fuera extremadamente delicado y las raíces se estaban pudriendo.

Eug bajó la cabeza como un granjero que hubiera perdido su cosecha a causa de la plaga.

“¿Cómo… cómo?”

Todos los días que había pasado trabajando con este cultivo pasaron ante sus ojos. Había sido positivamente terapéutico; cuidar el matorral de bambú la había ayudado a recuperarse de las disputas por el comportamiento errático de Sou y Shouma.

¡Maldita sea! Pensé que Azami… y Kunlun no estaban involucrados, así que me relajé… ¡y me llevé la retribución divina! ¡¿No puedo hacer que una cosa salga bien?! Pero supongo que no se puede vencer a la naturaleza.

¡Solo tienes que reagruparte e intentarlo de nuevo! ”

Bueno, nada de esto era la naturaleza. Todo era su némesis natural, Lloyd.

Eug no tenía forma de saber que pronto se encontraría cara a cara con dicho fenómeno sobrenatural.

La noche después de la resolución de Eug, afligida por el dolor… El territorio del clan Kyounin estaba bañado por la luz de la luna.

Una mujer blandía una espada de madera.

No Anzu, estaba en la cama, abatida por el doble golpe de la sopa venenosa y la pérdida de confianza.

“…… Huh… ¡Hah!”

Era Phyllo, empapada de sudor, tan absorta en sus swings que nunca se detuvo a secarse la frente. Había tomado en serio el consejo de Anzu y decidió practicar hasta agotarse, y eso le había llevado el tiempo suficiente para llegar a esta hora. Ella estaba mirando al vacío, blandiendo una espada de práctica, pero no parecía ir bien.

No porque estuviera cansada o no estuviera acostumbrada a blandir espadas.

“… no lo entiendo…”

Phyllo no tenía una imagen clara de contra quién estaba peleando. Se sentía como si simplemente estuviera agitando la oscuridad con la punta de su espada. Había pasado su vida sabiendo cómo reaccionaría su oponente a cada golpe que desataba, pero lo había perdido y estaba a la deriva.

Se sentía ciega, como si estuviera jugando a un juego de mesa, pero nadie le había explicado las reglas. No tenía ni idea de qué hacer o cómo ganar.

Todo lo que tenía era una vaga inquietud, al borde del pánico.

Recién salido del éxito de rescatar a su madre, la reacción la dejó desconcertada.

“¡……!” Ella se balanceó de nuevo, tratando de desterrar todas estas emociones negativas.

“Phyllo”, dijo Lloyd, acercándose detrás de ella. “…Maestro.”

Lloyd la había visto practicar sola y le trajo algunas bolas de arroz. “¿Empezando a sentir hambre?”

“……Supongo que sí.”

Él sonrió como una madre y señaló el río, recordándole que se lavara las manos.

“……Ow.” Se había arrancado la piel de las palmas y seguían sangrando.

Lloyd lo había calculado y sacó algunas vendas de su bolsillo. “Vamos a ponerles un ungüento a esos primero. Marie lo hizo, así que funcionará de maravilla”.

“… Prefiero comer”.

“No.”

”     Malvado.”

Lloyd se rio y se puso un parche en las manos. “Has golpeado a personas con piedras mágicas y apenas te lastimaste, Phyllo. Es extraño ver tus manos así de destrozadas”.

“…… No va bien… así que lo estoy agarrando demasiado fuerte”.

“¡Conozco el sentimiento! Cuando va mal, simplemente terminas diciendo ‘¡Uhhh!’ Sobre todo”. Arrugó toda la cara hacia arriba mientras hacía ese ruido, que hizo que ella sonriera.

“…… No tiene sentido”, dijo Phyllo, mirando sus manos. “Todo salió bien… y eso me pone ansiosa. ¿Alguna vez te ha pasado eso? ¿Este… miedo sin forma?”

“Todo el tiempo.”

“…… Ni siquiera lo pensaste, ¿eh?” Fue casi refrescante.

“El miedo y la ansiedad me acompañan tanto si las cosas van bien como si no. Acabo de aceptar ese hecho. Creo que así es como funciona para la mayoría de nosotros. Algunas personas lo sienten más que otras, yo ciertamente lo siento”.

Hizo una mueca ante ese pensamiento.

“Pero como un experto en lidiar con la ansiedad, creo que esta ronda probablemente sea causada por algún tipo de comprensión”.

“… ¿Como?”

Había rescatado a su madre y “perdido” su propósito, que era una forma de realización.

“Empecé a tratar de ser más fuerte y varonil porque me di cuenta de lo débil que era. Siento que la ansiedad ha estado conmigo desde entonces”.

“……Oh.”

“Saber cuál es el problema hace que sea más fácil ser positivo. Si sabe qué hacer, solo tiene que hacer lo mejor que pueda. Aquí tienes tu bola de arroz”.

“…… Mm… gracias.” Phyllo dio un mordisco, reflexionando sobre esto.

Rescatamos a mamá… pero si esto no es porque perdí mi propósito… ¿es porque me di cuenta de algo y aún no me he dado cuenta? ¿Hay algo de lo que estoy tratando de apartar la vista? Mmm.

Ella estaba frunciendo el ceño lentamente.

“¿Algo mejor?” Preguntó Lloyd, mirándola a la cara.

“… Bueno… me di cuenta de que realmente me gusta el salmón en bolas de arroz”, dijo a falta de una mejor respuesta.

En otra parte, a la luz de esa misma luna, los clanes Audoc y Nexamic estaban celebrando un festín en su campo de entrenamiento conjunto.

Los Audocs habían talado árboles con sus hachas, y los Nexamics habían construido fogatas en la madera, y ambos clanes estaban hombro con hombro alrededor de ellos, riendo y bebiendo.

Ambos campamentos ya estaban bastante seguros de que tenían este rito en la bolsa.

Con Allan de su lado, ¿qué podría salir mal? Los había unificado, y todo lo que tenían que hacer era destruir al clan Kyounin para lograr una paz duradera.

Con esta abrumadora confianza pesando sobre él, Allan estaba perdido por completo. Como un empleado novato al que se le pidió que hiciera un truco en su primera fiesta en la oficina.

“Quiero correr, quiero correr, quiero correr…”

Todos estos malentendidos habían desperdiciado su oportunidad de escapar, y se sentía como un novelista con una fecha límite o un novelista justo después de que un nuevo volumen salió a la venta o un novelista que acababa de enviar un bosquejo, listo para tirar todo por la borda y simplemente correr como tan lejos como sus piernas lo llevarían.

Completamente ajeno a esto, Renge le ofreció un poco de té. “¡Ven, Allan! ¡Beba un trago!”

Definitivamente no era alcohólico. A juzgar por su tambaleo, definitivamente había tenido algunas de las cosas difíciles antes.

“Quiero escapar…”

Su atención solo lo estaba empeorando. Siempre había estado nervioso con las mujeres, y sentir que la confianza y la atención se basaban en una mentira solo lo asustaba por las consecuencias una vez que la verdad saliera a la luz.

“¡Mwa-ha-ha! ¡Renge! ¡Te estás acercando demasiado! ¡Intenta ser menos obvia!” Nexamic tenía un delantal sobre sus músculos desnudos, una parada por debajo de la infame apariencia de delantal desnudo.

“Obvio, ¿cómo?” Renge replicó, poniéndose de un rojo brillante. “Le pido disculpas, sir Allan. Perdí la compostura… ¿Se opone a mi compañía?”

“Uh, no sé sobre oponer, pero, eh…”

“¡Mwa-ha-ha!  ¡No lo pongas en aprietos, Renge!  Vamos, sir Allan. ¡Tenemos la famosa sopa de miso de rábano daikon del clan Nexamic aquí! ¡Utiliza rábanos del tamaño de mis isquiotibiales!”

Nexamic permitió que sus isquiotibiales asomaran por el delantal. No fue activamente malicioso, pero…

“¿Oh? ¿Intentas tentar a Sir Allan con tus creaciones?”

“¡No te preocupes, Renge! ¡También le hemos puesto sus hongos shiitake!

¡Lo hemos llamado la sopa conmemorativa de la alianza!”

Allan no tenía ganas de ningún tipo de sopa, pero tomó un sorbo de todos modos. Bebió durante mucho tiempo, luego dejó escapar un suspiro triste y miró a la luna.

Renge y Nexamic comenzaron a susurrar el uno al otro. “¿Hngg? ¿Parece que su mente está en otra parte?”

“Estoy segura de que no desea pelear con sus amigos”, explicó Renge. “Es tan amable como elegante”.

“¡Aha! ¡Un hombre que detuviera nuestras pequeñas disputas con todas sus fuerzas, naturalmente, se opondría al conflicto con su propia gente!”

“A este paso, puede terminar dejándonos a tiempo. Esmeradamente. Y luego…”

“Mmm. Nuestra alianza existe gracias a él. Si se va, todo se derrumbará”.

Su fuerza los mantuvo unidos, y si se marchaba, ¿quién sabía cuántos elegirían seguirlo en su lugar? Ese pensamiento hizo que Renge cruzara los brazos y las piernas y gimiera.

“Qué pepinillo”.

“Tu acento se está deslizando, Renge.”

“Aw, cállate. ¡Intenta pensar por una vez, Tiger Nexamic! Usa ese cerebro de tigre… Ah, lo siento”.

Claramente había estado subiendo su té, y la bebida estaba revelando su verdadera personalidad.

Ante su insistencia, el hombre del delantal casi desnudo de unos cuarenta años intentó pensar. Con una mueca indomable.

“Si no desea pelear con sus amigos, la respuesta es simple. Los ponemos a todos de nuestro lado o les pedimos que se retiren primero”. Se flexionó con tanta fuerza que se le rompió el delantal.

“Nexamic, eso es…”

“¡Lo adivinaste! Mañana, iré a la casa de Anzu y agarraré a los demás. Si se niegan… entonces mis isquiotibiales los silenciarán”.

“¿Es eso realmente lo que quiere Allan?” Renge miró en su dirección. Allan parecía tan tonto como siempre.

“No te sientas mal. Yo me encargaré del trabajo sucio… Tú te encargas del futuro de nuestros isquiotibiales, Renge”.

“Lo rechazaré elegantemente. Sin embargo, habría aceptado el té”.

“¡Pero debes hacerlo! ¡Los isquiotibiales son mucho más románticos!” Se rieron, como si estuvieran compartiendo un viejo chiste.

“Para el clan Audoc…”

“… y el clan Tigre…”

““… y nuestro futuro””.

Ajeno a todo esto, Allan solo estaba preocupado por su propio futuro. “¿Qué me va a pasar? Cuando se enteren, soy carne muerta…”