Kumo Desu Ga Nani Ka?

Volumen 13

Conversación: La Tragedia de la Elfa

“¿Oh? Cuánto tiempo.”

Una jovencita me sonrió dulcemente.

La última vez que la vi fue hace años, cuando aún era una niña.

Era tan pequeña, sin ningún lugar donde ir—alguien que pensé que tenía que proteger.

Pero cuando nos volvimos a encontrar…

“Shouko… Negishi…”

“¿Te importaría no llamarme por ese nombre?”

Negishi lamió la punta de su dedo, parecía disgustada.

Ese gesto tan seductor la hacía parecer mucho más madura para la edad que tenía.

Era como para mostrarme claramente que ya no era una niña y que ya no necesitaba mi protección.

Y más cuando era sangre fresca lo que se estaba chupando del dedo.

“Mi política es que nuestras vidas pasadas, pasadas están, y esto es el presente. Ya no soy la clase de persona que necesita la compasión de su maestra.”

“¿Compasión? Pero yo…”

No podía negar por completo las palabras de Negishi.

Su posición en su vida pasada no podía ser descrita como una buena ni por asomo.

Indudablemente no encajaba con la clase.

Hice todo lo que pude para acercarme a ella siempre que tuve ocasión, pero si me preguntas si era por mi orgullo como maestra o por compasión hacia ella como persona, debo admitir que me resultaría difícil responder.

“¡¿Cómo…?! ¡¿Cómo puede ser?!” gritó el invocador elfo.

La sangre en la mano de Negishi venía del monstruo que había invocado.

Era uno de los más famosos y poderosos invocadores elfos, y la bestia que había llamado era una de las más fuertes.

Su nivel de peligro era de rango S, un monstruo a la par con wyrms y dragones, pero fue destrozado rápidamente de un modo irreconocible.

“¡¿Cómo?! ¡¿Cómo…?!”

Mientras el invocador repetía sus llantos delirantemente, su voz se cortó de forma repentina.

Miré hacia arriba para ver su cuerpo derrumbándose, su cabeza había sido separada del cuello.

El chakram que debió haberlo decapitado voló de regreso a las manos de una chica vestida de blanco, que había aparecido aparentemente de la nada al lado de Negishi.

Mientras estaba allí estupefacta, todos los demás elfos a mi alrededor ya no estaban.

Sus cuerpos yacían ahora en el suelo.

Un mar de sangre comenzó a extenderse a mi alrededor.

“¿Por qué… harías… esto…?”

La pregunta salió de mis labios espontáneamente.

“¿Por qué? Porque los elfos son una molestia para nosotros.

Negishi respondió como si fuera obvio.

“¿Nosotros?”

“Sí. Nosotros.”

“Así que realmente estás con los demonios…”

La última vez que vi a Negishi fue cerca de la frontera con el imperio.

Después de eso, se la llevaron al territorio demonio.

Así que sospechaba que debería haber acabado uniéndose a su bando.

“¿Los demonios? Sí, supongo que es una manera de decirlo.”

“¿Qué?”

Pero su respuesta estaba formulada de forma extraña.

“Técnicamente estamos poniendo a los demonios a trabajar. Pero no creo que sea del todo correcto agruparnos con ellos.”

“¿No estás con los demonios…?”

Entonces, ¿qué demonios está pasando?

“No sabrás algo de los Administradores, ¿no?”

Mis ojos se abrieron ante esa palabra.

¿Cómo? ¿Por qué?

Los “Administradores” a los que ella se refiere son seres increíbles.

A pesar de que me habían enseñado sobre ellos durante toda mi vida, nunca estuve segura de si realmente existían.

“No me pudo creer que los elfos estéis intentando ir contra ellos, ¿Cómo de estúpidos podéis llegar a ser?”

“¡No puede ser! ¡¿Quieres decir que estás bajo las órdenes de los Administradores?!”

“¿No es eso lo que acabo de decir?”

“Srta. Sophia.”

Mientras Negishi ponía los ojos en blanco y se encogía de hombros, la chica vestida de blanco se dirigió a ella con tono de reproche.

“Lo sé, lo sé. Ya he dicho demasiado, ¿verdad? Eres como un grano en el culo.”

Negishi se ríe de la otra chica burlonamente.

Esa sonrisa casi la hace parecer una chica normal de su edad…

… excepto porque ella estaba de pie en un mar de sangre que ella misma había creado.

No entendía cómo podía reírse tan casualmente en circunstancias tan terribles.

Entonces fue cuando me di cuenta de que ya no era la Negishi que conocía.

Siempre fue una chica difícil, pero sentí que estaba hablándole a una bestia completamente diferente, una que era mucho más aterradora.

“Bueno, entonces. Te dejaré escapar esta vez, ya que eres una vieja conocida y todo eso. Ahora que ves la diferencia en nuestras fuerzas, no vuelvas a interponerte en nuestro camino.”

Luego, con un rápido saludo, se alejó con el grupo vestido de blanco.

***

Todo esto sucedió no hace mucho.

Estaba en el imperio, cerca de las tierras demoníacas, para investigar las continuas desapariciones de elfos en el área.

Aunque llevé al invocador y a varios elfos habilidosos, yo fui la única que sobrevivió.

Y eso fue solo porque me salvé, no porque fuera lo suficientemente fuerte…

Lo cual estoy segura de que también fue el caso ahora…

Huimos a una mansión que Leston usa como su base.

“Se supone que Leston se reunirá con nosotros aquí. Entonces saldremos del país.”

“¡Srta. Oka, espere! ¡Tenemos que hacer algo con Hugo, o Sue—!”

“No podemos.”

Shun quiere volver para luchar con Hugo y poner freno a la rebelión, pero eso simplemente no es posible.

¡No mientras Negishi esté ahí!

Incluso aunque Shun sea el héroe ahora, dudo que pueda ganar contra alguien que puede destruir sin esfuerzo a un monstruo de rango S.

¿Cómo ha llegado hasta aquí, si estaba en el lejano reino de los demonios no hace mucho tiempo?

Todo en lo que puedo pensar es que Hugo le dejara usar la puerta de teletransporte.

El reino y el imperio tienen cada uno una puerta de teletransporte, la cual permite atravesar la larga distancia que hay entre ellos en un instante.

El imperio limita con el reino demoníaco, y ya sé que Negishi estaba asesinando elfos allí.

No sé cómo, pero debe haber contactado con Hugo mientras estaba infiltrada en el imperio.

Luego puso en el punto de mira el poder de Hugo y decidió usarlo…

En cualquier caso, esta situación no podría ser peor.

No sé hasta dónde puede llegar el bando de Sophia con su poder. Tenemos que dejar este reino y refugiarnos en algún lugar seguro.

“Pero, Srta. Oka, si podemos parar a Hugo, todo esto debería terminar. Debemos volver y atraparlo…”

“No.”

“¡Srta. Oka!”

Incluso aunque le explique lo peligrosa que es Negishi, dudo que Shun lo acepte.

Así que lo afrontaré desde un ángulo diferente.

“La Iglesia ha anunciado al nuevo héroe. Su nombre es Hugo Baint Renxandt.”

El Reino Sagrado de Alleius es la sede de la religión de la Palabra de Dios.

Hace solo unos días, su pontífice presentó el nombre del siguiente héroe: Hugo.

Ese anuncio es la razón por la que me apresuré a regresar a este reino.

“¿Eh?”

Shun me mira boquiabierto.

Tuve una reacción similar cuando escuché esta noticia por primera vez.

Los títulos son absolutos, y Shun es indudablemente el poseedor del título de héroe.

Y, sin embargo, la Iglesia declaró a Hugo el héroe en su lugar.

Claramente, algo turbio se estaba tramando.

Y efectivamente, llegué y me encontré este desastre en desarrollo.

“Incluso la Iglesia está trabajando con él.”

Esa es la única conclusión a la que pude llegar.

Como dije antes, los títulos son absolutos.

La habilidad de Apreciación es rara, pero hay algunas personas en el mundo que la tienen, como el propio Shun.

Y también existen las Piedras de Apreciación.

El hecho de que Hugo no sea el Héroe habría sido descubierto de inmediato si alguno de estos métodos se hubiera usado en él.

Sin embargo, dado que la Iglesia presentó una afirmación tan ridícula, debe haber algún motivo oculto en mente.

“¿Los elfos tenéis alguna idea de por qué la Iglesia sería cómplice de un complot tan absurdo?”

El Sr. Hyrince parece haber llegado a la misma conclusión.

Ya se me ocurrió la respuesta.

“Lo más probable es que sea seguro asumir que el lavado de cerebro de Hugo le ha permitido infiltrarse en la Iglesia.”

Shun me dijo en el camino hasta aquí que Sue estaba siendo controlada por Hugo.

Siguiendo esa lógica, concluí que Hugo debió usar ese poder para tomar el control de la Iglesia y hacer que lo anunciaran como el nuevo héroe.

“Imposible. Los efectos del lavado de cerebro son limitados. No es lo suficientemente poderoso como para incitar una situación como esta, ¿no es así?”

Hyrince parece dubitativo, pero teniendo en cuenta lo que hizo Sue, es fácil ver que ese no es el caso.

Es increíblemente difícil lavar el cerebro de alguien lo suficiente como para llevarlos al suicidio o matar a otra persona.

Incluso en la Tierra, se decía que usar la sugestión y cosas por el estilo para hacer que alguien hiciera algo a lo que se oponía firmemente era casi imposible.

Lo mismo ocurre en este mundo: Incluso si algunas habilidades pueden hacer que alguien obedezca temporalmente al usuario, el lavado de cerebro fallaría rápidamente si la víctima se opusiera con la fuerza suficiente.

Pero solo hay una habilidad que hace todas esas cosas posibles.

“Normalmente, no. Pero hay una excepción.”

“¿Una excepción?”

“Una de las habilidades de primera clase de la serie de los Siete Pecados Capitales, Lujuria. Su efecto de lavado de cerebro es mucho más poderoso que cualquier otra habilidad de este tipo. No tengo ninguna dida de que Hugo tiene esa habilidad ahora.”

Hay una cantidad limitada de habilidades especiales en este mundo.

Las de la serie de los Siete Pecados Capitales y las de la serie de las Siete Virtudes Capitales.

Aprendí la información básica de estas habilidades por Potimas, tras preguntarle por ciertas razones.

Y una de esas habilidades es Lujuria.

Usa un potente lavado de cerebro para obligar a los afectados a obedecer al usuario.

Todas las habilidades de los Siete Pecados Capitales de las que me habló Potimas tenían efectos extraordinarios, pero Lujuria sobresalía en mi mente como una especialmente horrible.

Aun así, Potimas solo estaba suponiendo los efectos de la habilidad de una persona que tuvo esa habilidad en el pasado, por lo que no sabía exactamente lo efectiva que podía llegar a ser.

Así que no sé exactamente a cuánta gente puede lavarle Hugo el cerebro a la vez.

“En cualquier caso, no tenemos forma de saber hasta dónde se ha extendido la influencia de Hugo. Es mejor asumir que todo este reino se ha perdido.”

“Eso no puede ser…”

Por ahora, nuestra mejor opción es priorizar la seguridad y reagruparnos en algún lugar más allá de las fronteras del Reino de Analeit.

“No puedo permitir que eso suceda. ¡Esa es una razón de más para no dejar que Hugo se escape! ¡Si hacemos algo con él ahora, podríamos detener esto a tiempo!”

“¡No!”

La lógica de Shun es sólida en teoría, ¡pero hay una razón por la que no podemos hacer eso!

“Mientras Sophia esté allí, no tenemos oportunidad de ganar!”

Sophia, una vez conocida como Negishi, está en otro nivel de fuerza con respecto a nosotros.

Luché por los humanos en la guerra.

Mi objetivo era ponerme en contacto con Tagawa y Kushitani, los cuales estaban luchando en la misma batalla, pero los tres nos encontramos frente a un general demonio llamado Merazophis.

La fuerza de Merazophis era tan abrumadora que solo cuando luchamos juntos tuvimos oportunidad de asestarle un golpe.

No teníamos ninguna posibilidad de ganar.

Todo nuestro esfuerzo solo nos ganó un solo golpe.

Resulta que Merazophis es un antiguo sirviente de la familia Negishi.

Según las investigaciones de Potimas, originalmente era un humano normal y corriente pero ganó su fuerza de ahora después de que los poderes de Negishi lo convirtieran en un vampiro.

En otras palabras, la señora de Merazophis, Negishi, es todavía más poderosa.

No digo esto para presumir, pero mis estadísticas son bastante altas.

Y aun así, tuve que unirme a Tagawa y Kushitani, que probablemente fueran incluso más fuertes que yo, para poder estar aproximadamente a la altura de Merazophis.

En aquella intensa batalla, donde pensé que Tagawa podría haber sido asesinado en cualquier momento, sentí el miedo a la muerte intensamente, aún cuando estaba brindando apoyo desde la retaguardia.

Y aún pero, temí que Tagawa y Kushitani pudieran ser asesinados ante mis ojos, tanto que apenas podía respirar.

Cuando Kushitani fue gravemente herido, el miedo fue tan fuerte que mi sangre se heló.

Después de todo aquello, lo máximo que pudimos hacer fue escapar con nuestras vidas.

Y, sin embargo, Negishi es aún más fuerte que Merazophis.

No tenemos ninguna oportunidad de ganar.

“Profesora, ¿quién narices es ella?”

Shun me mira alarmado, tal vez dándose cuenta finalmente de lo en serio que hablo.

“Sophia es…”

Pero justo cuando abro mis labios para explicar sobre Negishi, Leston y los demás llegan.

El momento es desafortunado, pero ahora mismo, escapar es más importante que explicar.

Una vez que llegáramos a un lugar seguro, le contaría todo al respecto.

O eso pensé…

“Qué casualidad encontrarte por aquí.”

… hasta que Negishi se interpuso en nuestro camino una vez más.