Otomege Sekai wa Mob (NL)

Volumen 9

Capítulo 8: Hermanas Baltfault

Parte 3

Mientras caminaba por el pasillo, vio a Ludward y Merce, que eran diferentes a ellos mismos y estaban vestidos con ropa cara.

Cuando notaron a Finley, Merce se rio.

—Que ropa en tan mal estado. Realmente odio a los niños de campo. Ludward miró a Finley y se encogió de hombros.

—Estoy de acuerdo. ¿Cómo se puede vivir en medio de la nada?

Quien los estaba cuidando era un elfo, que era el sirviente exclusivo de Zola.

—Señorita, señorito, tengo dulces traídos de la capital real en esta habitación.

Cuando el estómago de Finley rugió ante la mención de los dulces, el elfo se tapó la boca con la mano y se rió condescendientemente.

—Desafortunadamente no tengo unos para usted. Diciendo eso, el sirviente se llevó a los dos a la habitación.

Merce se rio desagradablemente cuando vio a Finley sujetándose el estómago.

—Lastima~

Cuando Ludward escuchó dulces, él no se sintió muy feliz.

—De todos modos, ¿no son los dulces que siempre comes? Estoy cansado de ellos. Eso fue terriblemente molesto para Finley.

¿Por qué la familia de Zola incluso les prepara dulces a sus hijos cuando ellos mismos tienen problemas para comer?

Finley, que soportaba el hambre, se enfureció con la familia de Zola.

***

Sí. Siempre estuve frustrada desde entonces. Ellos vivían felices porque se la pasaban usando todo nuestro dinero.

Finley se sintió frustrada al descubrir que estaban luchando para que Zola y sus hijos vivieran una vida lujosa.

Las cosas se habían calmado un poco recientemente, ya que Leon había ascendido, pero hasta entonces era una vida dura para todos.

Todo esto era debido a la familia de Zola.

¿Por qué estos tipos están resentidos con nosotros por cosechar lo que sembraron? Nosotros somos lo que estamos resentidos con ellos.

El odio creció dentro de Finley.

Entonces, se pudo escuchar el sonido de una patada en la puerta del escondite. Y al mismo tiempo, se pudo escuchar a un hombre gritar.

—¡Finleyyyyyyyyyyyy!

Lo que escuchó fueron los gritos de Oscar.

Y entonces escuchó la voz familiar de su hermano mayor.

—¡No grites al atacar!

Leon entró e inmediatamente vio a la familia Zola dentro del escondite y apuntó con la boca de su rifle a Ludward, que estaba armado.

Ludward, quien era apuntado por la boca del cañón, apuntó apresuradamente su pistola a Leon, pero no llego a tiempo.

Leon fue el primero en disparar, y Ludward recibió un disparo en el brazo derecho.

Ludward dejó caer su pistola al suelo y se horrorizó al ver que la sangre brotaba de su brazo.

—¡¡Gyaaaaaaa!! ¡M-Mi brazooo!! ¡¡S-Sangre, sangreee!!

Tanto Zola como Merce solo pudieron ver como Ludward lloraba y gritaba. En primer lugar, no podían entender lo que estaba sucediendo y no podían moverse.

Leon no los consideró una amenaza y corrió hacia Ludward, golpeándolo en la cabeza con la culata de su arma y derribándolo.

Leon echó un vistazo a Finley y Jenna, entrecerró sus ojos y pateó a Ludward en el estómago con toda la fuerza que pudo.

Entonces, Leon, quien lo montó como a un caballo, golpeó Ludward con la culata. No hubo ningún tipo de contención, y había un aspecto salvaje en Leon que era diferente de lo habitual.

—¡A-Alguien…… ayuda……!

—¡Gyaa, gyaa, cállate! Ustedes sí que cruzaron la línea. Les haré pagar por todo lo que han hecho.

Finley estaba viendo el alboroto de Leon, pero Oscar llegó a ella.

—Finley, ¿te encuentras bien?

—Oscar.

Finley se sintió muy aliviada al ver que Oscar acudió a su rescate.

Cuando Luxon apareció, él hizo brillar un láser a través de su lente roja para quitar las esposas. [Parece que este es el final.]

Después de haber sido ayudada por Luxon, Finley miró inmediatamente a Jenna.

—¡Redondo, por favor, por favor ayuda a mi hermana mayor!

[Por supuesto que la ayudaré. De lo contrario, el Maestro se pondrá furioso.]

Cuando Luxon apuntó con su lente roja a Leon, él, que estaba sin aliento, estaba a punto de ponerse de pie.

El rostro de Ludward estaba tan deformado hasta el punto de ser irreconocible, parecía estar vivo pero inconsciente.

Entonces, Leon levantó su rifle y apuntó a Zola y a Merce.

—Se acabó. Dense prisa y entréguense.

Cuando Leon dijo eso, Merce se hizo la fuerte mientras temblaba.

—I-Idiota. Es demasiado tarde para todo. Ahí fuera, la revolución debe haber sido un éxito. No somos nosotros los que seremos atrapados, ¡serán ustedes!

Merce no tenía ninguna duda de que su plan tendría éxito. Zola pensaba de la misma forma.

—¡Sí! ¡No te dejes llevar como siempre, mocoso de mierda! ¡Un hombre como tú solo debería quedarse callado y obedecernos!

Sin embargo, Leon se rio fuertemente.

Tal vez esa actitud la ofendió, y por esa razón Zola gritó con una vena hinchada en su frente.

—¡Un hombre pobre e imprudente como tú debería haber sido un esclavo de nosotras, las mujeres! ¡Lo volviste un malentendido y destruiste el orden del reino! ¡Todo esto es tú culpa!

¿¡Crees que serás perdonado por volver a este país de esta manera terrible!?

Leon desvió el cañón de su arma de Zola y disparó a la caja. Cuando Zola se calló con ese único disparo, él comienza a reír.

—Fueron una molestia por mucho tiempo. En otras palabras, ¿ustedes quieren decir que no hicieron nada malo? ¿Es justicia hacerle algo terrible a nuestra familia o menospreciar a los hombres? De verdad, ustedes son estúpidas.

Cuando Zola apretó su mano, el guante negro hizo un ruido de crujido.

—Solo eres un hombre y te dejas llevar…

—Hombre. Hombre, eh. Sí, ahora se volvió en una sociedad muy conveniente para los hombres. Puede que sea desafortunado para ustedes, ¡pero es genial para mí!

—E-Este hombre……

Leon puso al límite los nervios de Zola, pero cuando su sonrisa desapareció, su rostro se volvió serio.

—Son realmente estúpidas. Ustedes mismas se han metido en esta situación. ¿Nosotros tenemos la culpa? No me hagas reír.

Leon, quien dijo que cosechan lo que siembran, habló de por qué Zola y sus amigos cayeron en esta situación actual.

—En este mundo, una basura es una basura, ya sea un hombre o una mujer.

Zola y Merce, que habían sido llamadas basura, miraron a Leon con profundas arrugas entre sus cejas. Leon no se inmutó por su odio.

Merce lo maldijo.

—¿¡A quién dices basura!? ¡Tú eres la basura!

—Soy consciente de que soy basura, pero ustedes son la peor basura inconsciente que no comprende que son completas basuras.

Leon respondió con una sonrisa, a lo que Zola se opuso.

—¡El reino siempre había sido una sociedad justa que respetaba a las mujeres! Si no hubieras……

—Si no puedes respetar a los demás, no esperes ser respetada. En primer lugar, sean conscientes de que están siendo odiadas. ¿Saben lo que han hecho con nosotros? No pensaran en decir que ustedes no se equivocaron para nada, ¿verdad?

Zola, luego de que le habían dicho que estaba equivocada, no pudo admitirlo y se puso roja de furia.

—¿Qué has dicho?

— A ustedes no les importa la legitimidad, ¿verdad? ¿Por qué no echan un vistazo a lo que han hecho? Porque lo que han hecho es repugnante, independientemente del género. Y les diré algo más. ¿Su revolución? Los disturbios diversos de los que hablaban ya han sido sofocados.

Ellas se negaron a escuchar todo lo que Leon tenía que decir, pero cuando se les comunicó el fracaso de su plan, perdieron el impulso.

Zola señaló a Leon con su mano temblorosa.

—M-Mientes.

—El hecho de que esté aquí es una prueba. Sus líderes ya han sido arrestadas. Si fueran capaces de llevar a cabo una revolución exitosa, no estarían en esta situación en primer lugar. La gente de Rachelle las ha tomado por tontas.

Merce cayó de rodillas.

—¿Para qué motivo me esforcé…?

Todas las dificultades hasta ahora se convirtieron en burbujas de agua, y Leon, viendo a Zola y Merce que cayeron en la desesperación, las miró fríamente. Frente a la familia Zola, que había estado sufriendo hasta ahora, Leon seguramente debió haber tenido algo en que pensar.

—Deberían haber hecho su mejor esfuerzo mucho antes. Bueno, van a pagar por poner sus manos en mi familia.

Leon, quien dijo eso en voz baja, parecía estar planeando atraparlas. No las golpeó tan a fondo como a Ludward.

Al ver esto, Finley……

—¿Huh? ¿Por qué no haces algo con esas dos?

Leon se volteó hacia Finley, cuya ira retorciéndose en su estomagó aun no desaparecía, y no le respondió tan claro como antes.

—No, ni siquiera yo puedo tocar a una mujer. Finley se burló de Leon por haber dicho tal cosa.

—¡No puedes dejar de esta manera a la gente que hizo daño a tu hermana mayooooor! Tienen que pagar por lo que han hecho, ¡Independientemente del género!

—¿F-Finley? Vamos a calmarnos, ¿si?

Oscar habló con Finley, quien respiraba de manera áspera.

—Finley, no sigas más…

La mirada de Finley mientras miraba a Oscar era casi demoníaca.

—¡No puedo quedarme callada y ver cómo golpearon a mi hermana! ¿Y aun así te dices ser un hombre?

—L-Lo siento.

Finley, que apartó su mirada de Oscar que se disculpó, se acercó a Merce, que estaba sentada, con fuertes pasos, agarrándole del cabello y golpeando su rostro contra el suelo.

—La venganza de mi hermana…… ¡La cumpliré en su lugar!

—D-Deten…… ¡Mi cara no!

Merce se resistió desesperadamente, pero Finley golpeó la cara de Merce en el suelo muchas veces con un brazo. Las hemorragias nasales salieron de su hermoso rostro, pero a Finley no le importó y siguió golpeándola en silencio.

En venganza de Jenna, que la cubrió, ella no se contuvo para nada con Merce.

—¡Voy a arruinar esa hermosa cara!

Incluso Leon tuvo que entrar a detenerla.

—¡Finley, cálmate! ¡Por favor!

Y cuando Merce dejó de moverse, Finley ignoró la contención de Leon y apuntó a Zola. Zola dio un paso atrás, ya que su ropa y su cara estaban cubiertas de la sangre de Merce.

—¡Hiiiiii!

—¡Tú también maldita, haré que tu rostro se vuelva como la de una patata!

***

Finley, en su furia diabólica, le dio una patada a Zola y luego la atormentó con una serie de movimientos conjuntos.

Luxon pensó que Finley, que se ríe de que Zola estuviera botando espuma, todavía es similar a Leon.

Leon intentó detener a Finley, pero no había podido hacerlo.

—¡Detente ya, Finley!

—¡Tú te contienes con ellas solo porque son mujeres! ¡En primer lugar, el enemigo de una mujer es otra mujer! ¡Estas son mis enemigas!

Finley, que estaba emocionada y tenía un tono áspero, golpeó sin piedad a Zola.

Leon y Oscar sintieron cringe al verla montada sin expresión en su rostro sobre ella y golpeándola con ambos puños repetidamente.

[Sin lugar a duda es la hermana menor del Maestro.]

Cuando Luxon giró su lente roja en la otra dirección, Jenna se despertó en los brazos de Oscar. Aunque no lo conocía, ella estaba feliz de ser abrazada por un hombre guapo cuando se despertó.

—Cielos, un chico guapo como el de un sueño. Se sentía cómoda a pesar de estar herida.

Oscar también estaba confundido.

—No, soy Oscar Fier Hogan.

Jenna se quedó fascinada con la sincera respuesta de Oscar, que pareció deslumbrarla. Pero pronto recordó que estaba herida.

—Que mal, como pude mostrarme de esta manera frente a Lord Oscar…

Luxon también estaba impresionado por la dureza de Jenna. Oscar tenía una idea general de lo que estaba pasando.

—Me enteré que la hirieron protegiendo a Finley. No tiene que avergonzarse. Eres una persona admirable.

—Lord Oscar……disculpe, ¿hay alguna mujer con la que esté saliendo? ¿Alguna prometida?

—¿Eh? B-Bueno……

Oscar miró a la furiosa Finley haciendo un alboroto y luego le respondió a Jenna.

—…… No tengo.

—Entonces, ¿¡tiene a alguien que le gusta!?

—N-No tengo.

Oscar respondió que no tenía una amante o alguien que le guste, tal vez porque su amor por Finley, que está haciendo un alboroto con una forma demoniaca, ha desaparecido.

Por un momento, Jenna pareció como un carnívoro hambriento que ha encontrado un herbívoro.

Y entonces, mostró un aspecto débil hacia Oscar.

—Lord Oscar, me… siento mareada.

Jenna lo abrazó mientras decía eso, y Oscar se encogió de hombros y la abrazó suavemente.

—¿Se encuentra bien?

Al ver a estas dos personas, Luxon se dio cuenta que las palabras de Finley no estaban mal. [El enemigo de una mujer es otra mujer, eh.]