Otomege Sekai wa Mob (NL)

Volumen 9

Capítulo 7: Individuos Sospechosos

Parte 1

Dentro de la Academia.

Un soldado disfrazado de pirata del cielo corría con un rifle.

—Maldición. ¡Maldición! ¡Estos salvajes del reino!

El hombre había invadido el dormitorio de los hombres.

Él había sido enviado al dormitorio de las chicas para evitar que los chicos acudieran a su rescate.

El soldado se escondió detrás de una columna y ajustó su errática respiración.

—¿Cómo que estaré bien ya que son chicos? Son ridículamente fuertes.

Mientras se mantenía escondido, los chicos bajaron de las escaleras con sus armas.

Un chico estudiante con corte bob tenía una linterna en la mano izquierda y una daga en la mano derecha.

—Creo que se fue corriendo por aquí, Daniel.

Junto a él había una gran hacha. Un chico alto sostenía el hacha de batalla con ambas manos.

—Está escabulléndose y huyendo dando vueltas… ¡Lo mandare a volar! ¡Raymond,

definitivamente lo encontraré!

—Por supuesto.

Un grupo de chicos, presumiblemente que están en grados superiores, estaban jadeando con sus armas.

Detrás de ellos, un grupo de chicos, cada uno armado con un arma propia, miraba a su alrededor con un aura asesina.

Los nobles….. Los chicos estudiantes odiaban mucho a los piratas del cielo.

Especialmente para los Lords aristócratas, ellos mismos son los que socavan sus ganancias. Si vieran a alguien vestido de pirata del cielo, no lo tolerarían.

Cuando tal grupo de chicos se dirigió a un lugar diferente, el soldado se apresuró en ir el lado opuesto de donde se dirigían.

—¡Maldita sea! Los de arriba se van a ir y nos dejaran morir…….. Nos matarán si nos quedamos

aquí. Tengo que salir de aquí.

Mirando por la ventana, él pudo ver la aeronave en la que estaba, alejándose.

Los soldados estaban abandonando su misión y huyendo por sus vidas, anticipando que no podían darse el lujo de esperar a que sus aliados se retiren.

Cuando ese soldado finalmente bajó al primer piso, un par de hombres y mujeres aparecieron a la vista.

—¡Aare, por aquí!

—Sí, Su Alteza Jake.

Un chico pequeño huía de la mano con una chica grande.

¿Por qué había una chica en el dormitorio de los hombres? Esa pregunta vino le vino a la mente, pero más que eso, el soldado sonrió al escuchar el nombre que dijo la chica.

—¿Ese pequeño es el príncipe?

El soldado se puso delante de ellos, con el rifle preparado, y apuntó a la chica más grande, a la que se llamó Aare.

—¡No se muevan! Si lo hacen, la dama de allí—

No habría sido un error que el soldado tomara a Aare como rehén y capturara a Jake para garantizar su seguridad.

Sin embargo, Aare se alejó rápidamente de la línea de visión y se acercó al soldado. El soldado disparó apresuradamente, pero la bala solo golpeó el suelo.

El soldado hizo un movimiento para cargar la siguiente bala, pero en ese momento Aare ya estaba cerca. Después de apartar el rifle con un golpe de codo, Aare utilizó sus largas y hermosas piernas para darle una patada al soldado…………………………………………. pero en lugar de patearle hacia arriba, le dio una patada descendente con el talón.

El soldado que recibió la patada descendente con el talón se derrumbó en el acto.

E-Esta mujer es demasiado fuerte……

Cuando su conciencia se desvaneció, el soldado escuchó la conversación entre los dos.

—¿¡Estás bien!?

—S-Sí, Su Alteza Jake.

—Es por eso me has dicho que me detuviera. Aun así, eres muy fuerte. Pensé que estabas entrenando, pero ¿tenías alguna experiencia en combate real?

Aare mostró un movimiento rápido, y Jake parecía ver que ella estaba acostumbrada a pelear. Aare se retorció, avergonzada.

—Es una historia vergonzosa, pero hubo un tiempo en el que fui demasiado entusiasta entrenando.

—No, yo creo que eso también es encantador en ti.

—Su Alteza Jake.

Mientras las mejillas de Aare se sonrojaron, Jake la tomó de la mano, ocultando su vergüenza, y se alejaron.

—Te dije que no necesito que me digas Su Alteza. Vamos, huyamos rápidamente. Me dirijo al palacio real, así que sígueme.

—¡Sí!

Cuando intentaron salir de este lugar, un chico pelirrojo apareció.

—¡Su Alteza! ¿Ha visto a Finley?

***

Pasillo del palacio real.

En medio de los grupos de estudiantes que caminaban hacia allí, yo estaba hablando con el bastardo de Herring.

—¿Que yo soy el culpable? ¿Eres estúpido?

—¡Llevabas una pistola en la escena del crimen!

—¡El bastardo que me disparó fue el culpable!

—Si es así, ¿por qué sospechabas de mí?

—Porque yo desde antes sospeché en ti.

—¿¡Tú también sospechabas de mí!?

Mientras Luxon y Brave se miraban en silencio, Herring y yo estábamos hablando de las circunstancias del otro.

En primer lugar, que Herring dude de mi era extraño.

—¿Qué te hace pensar que yo soy el que cause esos asesinatos? Soy un pacifista y una persona común.

Cuando hablé de mí, los cinco idiotas que venían de atrás se miraron. Brad se encogió de hombros y comenzó a reírse.

—Si Leon es pacifista, no habría conflictos en el mundo, ¿verdad? Greg asintió profundamente.

—Así es. A mí también me gusta luchar, pero no soy rival para Leon. Además, él no es una persona común.

…… No pensé que estos tipos también me estuvieran malentendiendo. Soy un hombre amable que ama la paz.

Incluso Herring me miró con sospecha.

—Todos desconfiarían de la persona que destruyó la República desde adentro, y mucho más de un incidente cuando regresó a la capital real.

—Luxon dijo que hubo una reacción de una armadura mágica en la escena del crimen~. Deberían al menos ser conscientes de las reacciones de sus propios compañeros.

Cuando los provoque, Brave llevó su ojo hacia mí, extendió una pequeña mano y me señaló con el dedo.

[¿Cómo voy a darme cuenta de una reacción tan pequeña?] Entonces, Luxon puso en ridículo a Brave con una voz triunfante.

[El núcleo de una armadura mágica que ni siquiera nota ese grado de reacción sigue siendo incompetente.]

[¿¡Dijiste algo, pedazo de chatarra!?]

Mientras caminaba por el pasillo de forma tan ruidosa, llegué al lugar designado por el funcionario del palacio real. Frente a una puerta bastante grande, los caballeros y los soldados la resguardaban con sus armas.

Por alguna razón, unos funcionarios de alto rango también estaban esperando fuera de la sala en medio de esta terrible vigilancia.

Cuando uno de los caballeros nos notó, él se acercó a nosotros a toda prisa.

—Marqués, Su Majestad lo está esperando. También se ha permitido la entrada de Su Alteza Julian, la Princesa Erica y la señorita Angélica.

Cuando dijo eso, Angelica entrecerró los ojos. Parece que no le gustaba el lugar al que la llevaron.

—Este es el dormitorio de Su Majestad, ¿no? Si quiere discutir las contramedidas, podemos hacerlo en otra sala—

Quizás notando algo por sí misma, ella cerró la boca y abrió los ojos. Entonces ella le hizo una pregunta al caballero.

—…… ¿Qué pasó?

El caballero nos llevó a la habitación de Roland a toda prisa.

—La reina les explicará a detalle.

Cuando miré hacia atrás, Livia y Noelle hicieron un pequeño gesto con la cabeza. Ninguna de las dos parecía tener queja alguna en que fuera.

—Por favor, ve.

—Es mejor si lo haces rápido.

Detrás de ellas, los otros idiotas además de Julian tenían una expresión misteriosa. Chris murmuró la respuesta a esta inquietante situación.

—Parece que la situación es peor de lo que se imaginaba.

***

Cuando entramos al dormitorio de Roland, pudimos ver una cama con dosel en una habitación bastante grande.

En esta cama lo suficientemente grande, pudimos ver a Roland con un rostro pálido. Sus labios también estaban azules.

Su rostro, normalmente odioso, estaba desprovisto de vida.

Rodeado de su familia, estaba la reina Milaine, quien sostenía la mano de Roland.

—Su Majestad, el Marqués ha llegado.

Roland, que abrió los ojos ante las palabras de Milaine, me llamó con una voz baja y débil.

—Ven aquí Marqués Baltfault.

Cuando me acerqué a Roland, un hombre con bata blanca que parece ser el médico del palacio me explicó su estado.

—Su Majestad fue envenenado hace unos días y se encuentra en este estado desde entonces. No está en condiciones de dar órdenes.

—¿Envenenado?

—S-Sí.

El médico del palacio apartó su mirada de mí y se dirigió a Roland.

—Su Majestad, aquí está su medicina.

—Gracias, Fred.

El médico del palacio llamado Fred le estaba dando a Roland lentamente un medicamento que parecía estar diluida en agua.

Sintiéndose un poco tranquilo, Roland me miró y me dio una débil sonrisa.

—Estoy en tal mal estado como deseabas. ¿Qué te parece, estás feliz?

Claro, pensé que Roland debería sufrir, pero cuando me lo presumía, no pude decir nada.

—Deja de bromear—No, por favor deténgase, Su Majestad.

—Es una actitud bastante admirable la que muestras. Vale la pena que me envenenen solo para verte así.

Roland ocasionalmente tosió, él ajustó su respiración agitada y me dio una orden.

—Te daré el mando temporalmente. Escucha a Milaine sobre la situación y toma las medidas adecuadas.

—¿Quieres que me haga cargo de esta situación?

—Sí.

Cuando llevé mi mirada hacia Milaine, que estaba cerca, ella asintió mientras se secaba las lágrimas con un pañuelo. Parecía estar convencida.

Es comprensible que Roland me haya nominado. Si me muevo con Luxon, podré resolver el problema más rápido.

Pero si ese es el caso, entonces deberíamos dejar el mando a Julian, que está aquí.

—Su Alteza Julian está aquí. Me pondré a sus órdenes y haré lo que me mande. Julian estaba junto a la cama, pero Roland ni siquiera le dirigió la palabra.

Su actitud era fría.

—Imposible. Julian no está preparado y tiene una mala reputación dentro del palacio real. Incluso si Julian da una orden, algunas personas no le obedecerán.

—¿Es por eso que me escogiste?

—…… Mocoso, yo te odio.

Me preguntaba en qué iba a decir en una situación cercana como a la muerte, pero Roland me agarró de pecho y me miró con sus ojos ensangrentados. Él hablaba en serio.

—Pero reconozco tu poder.

—Me sobrestimas.

Normalmente, me habría agitado, pero incluso yo me contuve en esta situación.

—Si eres tú, seguramente podrás manejarlo bien. Cuento contigo…… Mar. ques…

—¡Su Majestad!

Cuando Roland perdió el conocimiento, Milaine gritó.

El médico del palacio me apartó y comenzó a examinarlo, él suspiró profundamente.

—Está bien. Solo se ha cansado y parece que se durmió.

Parece que su fuerza física también está disminuyendo considerablemente.

Cuando todos alrededor se sintieron aliviados, Milaine se apartó del lado de Roland y me miró.

—Marqués, no hay tiempo que perder. Si no actuamos de inmediato, la capital real se incendiará.

—¿Qué ha pasado?

Salimos de la habitación porque quedarnos aquí sería una molestia para Roland. Durante ese tiempo, caminé junto a Milaine para recibir una explicación de la situación actual.

—Hay disturbios por todas partes. Se desconoce quién es el autor intelectual, pero los antiguos nobles que se esconden en la capital real han comenzado a moverse como uno solo.

—¿Son las personas a las cuales se les destruyo su casa?

—Sí. Es posible afrontarlo cuando son una o dos organizaciones que cooperan, pero muchas de ellas al mismo tiempo tomará tiempo.

Angie y Julian también nos siguieron detrás de nosotros.

Quizás Angie tenía curiosidad y le pidió a Milaine más información.

—¿Por qué no se les tomó mucha importancia?

—Estábamos atrapando a la gente más peligrosa. Esta vez son las organizaciones más pequeñas las que se han unido. Tal vez Rachelle esté detrás de esto.

El tipo con una armadura mágica con el tridente también se llamó a sí mismo un Paladín del Reino Santo.

Eso es bastante posible, pero Milaine parecía haberlo notado antes que yo.

Cuando pienso en lo asombrosa que era, Milaine habló de la fuente de información.

—Todo esto fue gracias a la investigación de la familia Roseblade. Realmente nos fue de mucha ayuda.

—¿Roseblade? ¿No es la casa de los padres de Deirdre-senpai?

Cuando estaba a punto de salir de la habitación, la persona de la que hablé estaba esperándome.