Jinrou E No Tensei Maou no Fukukan (NL)

Volumen 12: El Amanecer de una Nueva Era

Capitulo 12: Dragonantes

Parte 8

—Mi Padre, el Rey Negro de los Hombres Lobo—

Friede tiene ahora siete años. En este mundo, se te considera un adulto a los catorce o quince años y el punto medio se considera un hito especial. Dependiendo de la región, la gente celebra tu “media mayoría de edad” dándote regalos o enviándote de viaje o dejándote hacer más cosas adultas.

“¿Quieres una espada de Wa como regalo?” preguntó Friede, saltando sobre un muñeco de entrenamiento. Estaba tallado en un tronco y era del tamaño de un hombre adulto, pero ella saltó a la cima fácilmente. “Pero ya tienes unas espadas geniales.”

“Gracias, Friede”, dijo el chico de escamas moradas con una sonrisa. En las manos de Shirin había dos espadas de entrenamiento de madera. Habían sido decoradas intrincadamente y se veían reales a pesar de ser solo espadas de entrenamiento.

“Pero están hechas de madera.”

“¿No es demasiado peligroso usar una espada real cuando solo tienes siete años?”

“Para nada. Soy hijo de un caballero. Las espadas son la herramienta que necesito para mi trabajo, así como los agricultores necesitan azadones.” Shirin abrió un poco las piernas mientras decía eso. Friede se dio cuenta de lo que estaba a punto de hacer y saltó del muñeco un segundo antes de dar un paso adelante.

“¡Haaah!”

Sus espadas de madera se estrellaron contra el muñeco, una en el hombro y la otra en el costado.

“¡Eso siempre se ve tan genial, no importa cuántas veces lo vea!” Friede aplaudió con entusiasmo mientras aterrizaba en el suelo y Shirin se sonrojó.

“Gracias. Pero las espadas de madera son mucho más ligeras que las espadas reales. Quiero comenzar a usar unas de verdad pronto para poder acostumbrarme a su peso.”

“Hmmm…” Friede inclinó la cabeza hacia un lado, pero luego sonrió alegremente. “Si no puedes conseguir una espada real, ¿por qué no intentas pelear con las manos desnudas como el Rey Negro de los Hombres Lobo?”

“Solo los gigantes y los hombres lobo son lo suficientemente fuertes como para luchar con sus propias manos. Los dragonantes no podemos hacerlo”, dijo Shirin con un suspiro. “Realmente te encantan las leyendas del Rey Negro de los Hombres Lobo, ¿no es así?”

“¡Sí, es tan genial!” Friede cerró la mano en un puño. “¡Además, el Rey Negro de los Hombres Lobo tiene el mismo nombre que mi papá! Por supuesto que me gusta.”

“¿Este, Friede? ¿Qué estás diciendo?” Shirin es un niño inteligente y rápidamente se dio cuenta de lo que significaban las palabras de Friede. “Espera, ¿no me digas que no te has dado cuenta de que el Rey Negro de los Hombres Lobo es tu padre?”

“¿Eh?” Friede le dio a Shirin una sonrisa incómoda. “Ajaja, esa estuvo buena. No hay forma de que mi padre sea el Rey Negro de los Hombres Lobo.”

“¿Qué te hace estar tan segura de eso?”

Friede hinchó su pecho con orgullo y dijo, “No hay forma de que mi papá haya matado a cuatrocientas personas. Él odia la violencia y nunca pelea.”

“O-Oh…”

***

“O-Oh…” Shirin cruzó los brazos pensativamente. “Pero escuché que todo lo que aparece en las obras de lord Forne es verdad. Y las obras dicen que hizo todas esas cosas.”

“Eso es imposible”, se burló Friede mientras negaba con la cabeza. “¿Eso significaría que mi padre eliminó una fuerza de cuatrocientos hombres, se enfrentó a un ejército de tres mil, derrotó a un Valkaan, mató a una de las bestias del mar, secuestró a la princesa de Rolmund y luego la convirtió en la emperatriz y derrotó a un nue?”

“No puedo creer que recuerdes todas esas historias.”

“He visto todas las obras, ¿sabes? Umm, qué más… Oh, sí, ¡también se batió en duelo con cien hombres tigre y ganó!” exclamó Friede, enumerando los logros del Rey Negro de los Hombres Lobo en sus manos. “Es imposible que exista alguien que pueda hacer todo eso. Deja de soñar, Shirin.”

“Estás muy equivocada…” Shirin negó con la cabeza. “Mi padre realmente respeta al tuyo. Dice que tu padre es un guerrero legendario.”

“Pero él no actúa como uno…” Friede no podía conciliar la imagen que tenía de su padre con la descripción que Shirin hizo de él. “Papá siempre dice que él es solo uno de los peones del Consejo de la Mancomunidad.”

“¡Te digo que eso no tiene ningún sentido!” gritó Shirin. “¡Después de todo, el tío Veight fue quien decidió mi nombre! ¡¿De verdad crees que mi padre dejaría que un ‘peón’ eligiera mi nombre?!”

“No, pero…”

“Para los dragonantes, la persona que decide tu nombre es tan importante como tus verdaderos padres. Si sigues insultando así al tío Veight, me voy a enojar.”

“Pero yo soy su verdadera hija…” murmuró Friede mientras las lágrimas se formaban en sus ojos.

Justo en ese momento, Veight y Forne doblaron en la esquina hacia el pasillo en el que se encontraban Shirin y Friede.

“¿No es hora de que dejes de hacer esas obras del Rey Negro de los Hombres Lobo?”

“No seas ridículo. Su reputación finalmente ha comenzado a extenderse. Mis disculpas, pero voy a seguir utilizando tus logros para hacer más fácil el gobierno y el comercio.”

“No puedo decir que lo apruebe…” dijo Veight con un suspiro, sin notar que Friede corría hacia él.

“¡Papááá!”

“Whoa, no corras por los pasillos.”

Veight le dio un gran abrazo a su hija y luego le sonrió a Shirin, que estaba esperando a unos pasos de distancia.

“Oye, Shirin. ¿Cómo va tu entrenamiento con la espada?”

Shirin se puso rígido y asintió con torpeza. “¡V-Va bien, tío!”

“El régimen de entrenamiento de la Danza de las Cuatro Espadas que ideó Baltze parece bastante duro. ¿Has dominado ya todos los Shadow Counters?”

“N-No… Mi padre dice que mis contraataques no cortan lo suficientemente profundo. Pensé que se suponía que eran técnicas defensivas, así que ¿por qué tengo que ser yo quien golpee primero?”

Veight sonrió y luego respondió, “Tu padre solo quiere que vayas con la mentalidad de recibir siempre el primer golpe. En el momento en que tu oponente se dé cuenta de que su ataque ha sido bloqueado, inmediatamente lanzará una seguidilla de ataques o cambiará a la defensa.” Hizo una pausa por un segundo para despeinar el cabello de su hija. “Sin embargo, todos bajan la guardia en el momento en que creen que han ganado. Tu padre está tratando de enseñarte a aprovechar esa oportunidad para derribarlos.”

“¡Ya veo! ¡Muchas gracias, tío!” exclamó Shirin, con los ojos brillando de admiración.

“Baltze es el mejor espadachín del ejército demoníaco y posiblemente el espadachín más fuerte del continente. Su nivel de exigencia es altísimo y por eso sus lecciones son tan difíciles. Te tomará décadas alcanzar el nivel en el que está, pero no hay necesidad de apresurarse. Nadie espera la perfección de inmediato.”

“¡Entiendo! ¡Seguiré practicando con todas mis fuerzas!” Shirin enderezó la cola y salió corriendo para empezar a acuchillar al muñeco de entrenamiento.

Mientras Veight lo observaba con una sonrisa en su rostro, Friede preguntó, “¿Oye, papá?”

“Llámame padre cuando estemos en público.”

“¿Oye, padre?”

“¿Sí?”

Friede miró a su padre con una expresión muy seria.

“¿Eres realmente el Rey Negro de los Hombres Lobo?”

“Lo soy… Espera, ¿nunca te lo dije?”

“¡No lo hiciste!” exclamó, mirando a su padre con asombro. “Entonces, papá, digo, padre. ¡¿Eso significa que mataste a un Valkaan y a un monstruo marino gigante?! ¡¿Y luchaste contra lord Woroy, el feroz Tigre Blanco, el Zar del Páramo y campeón de la bolabatalla?! ¡Escuché que los Caballeros Doneiks de los que es capitán han ganado la Copa del Hombre Lobo Negro todos los años! Además, eso significa que tú, umm, qué más…”

“Cálmate, Friede…” Veight le dio una palmada en la cabeza y dejó escapar un largo suspiro. “Todo lo que viste en las obras es una exageración. Mis logros reales son mucho más simples.”

“¿En serio?”

“Está mintiendo”, intervino Forne, haciendo que Veight frunciera el ceño.

“No, no lo estoy. Todas esas cosas que hice solo fueron posibles gracias a la ayuda de mis amigos y aliados. No es como si hubiera logrado todo por mi cuenta.”

“Ya veo… supongo que tiene sentido.” Friede pareció decepcionada por un momento, pero luego su expresión se iluminó de nuevo. “¡Eso es un alivio! ¡Sería extraño si fueras realmente genial, padre!”

“Jajaja. Lo sé, ¿verdad?” dijo Veight con una risa incómoda. Se volvió hacia Forne y dijo con voz severa, “Ves, mira. Tus obras le están dando a esta nueva generación una idea equivocada.”

“Al contrario, les estoy dando la correcta. El contenido de mis obras es la pura verdad.”

“Lo único que digo es que estás dándole demasiada importancia a mis aportaciones. Además, si las obras fueran realmente la verdad, significaría que estoy teniendo una aventura con Melaine, Firnir, Eleora y Shatina. Todo mientras estoy casado con Airia.”

“Mira, todas me dieron permiso para hacerlas heroínas en nuestras obras”, respondió Forne desafiante.

“Tienes que estar bromeando. Jura que no convertirás a la Maestra en un interés amoroso también.”

Forne desvió la mirada, pero luego volvió a mirar a Veight. “Yo… ya obtuve el permiso de la Emperatriz Demoníaca. Un mero vicecomandante como tú no tiene derecho a protestar.”

“Hijo de… Conque así están las cosas, eh.” Veight se calló y Forne sonrió triunfante.

“No temas. Las obras deben ser entretenidas o no estarán haciendo su trabajo. Por lo menos, estoy manteniendo las cosas en su mayoría verdaderas. Y las obras de teatro están dando un gran impulso a la reputación del ejército demoníaco, así que, ¿cuál es el problema?”

“El consejo está contento con ellas; yo solo tengo razones personales para estar molesto.” Veight miró al cielo y suspiró. “Me gustaría que mis historias fueran cosa del pasado. Una vida de paz y tranquilidad es todo lo que deseo ahora.”

“Lo siento, pero eres el mejor diplomático que tenemos, especialmente cuando se trata de Rolmund, Wa y Kuwol. No hay forma de que podamos dejar que te retires. Lo siento, Friede, pero voy a pedir prestado a tu padre por un tiempo más.” Forne le sonrió a Friede y le dio una palmada en el hombro a Veight. “Vamos, hay que negociar los precios de las importaciones de azúcar del próximo año. El mensajero de Kuwol te espera. Si adoptas una postura agresiva, se desmoronará ante ti.”

“No me gusta ser agresivo, sin embargo…”

“Después de eso, tienes una reunión con el Comité de Bolabatalla. Si no participas en el torneo de este año, Woroy construirá un estadio aquí en Ryunheit y te obligará a jugar.”

“Ese maldito bribón. Cualquier cosa menos eso.”

Friede observó a Forne y a su padre alejarse.

“Umm…” Ella ladeó la cabeza. “Entonces, ¿mi papá es realmente genial después de todo?”

Si alguien hubiera estado cerca, le habrían dicho inmediatamente la respuesta, pero ella estaba sola en el pasillo.

***

Extendí varios documentos sobre mi mesa y miré a Kite.

“Entonces, ¿Friede es un demonio?”

“Estoy razonablemente seguro de que lo es, sí. No puede transformarse, pero tiene todas las demás habilidades que tendría un hombre lobo.”

En los últimos años, Kite se había ganado la reputación de ser el principal investigador de mana del continente.

Hojeó su cuaderno y explicó, “Los hombres lobo y los hombres tigre normalmente acumulan mana y luego lo usan de una sentada cuando se transforman. Sin embargo, Friede es capaz de absorber mana de su entorno.”

“Normalmente, mantiene suprimida esa habilidad, pero eso no significa que no esté ahí”, reflexioné. “Si quisiera, Friede podría absorber fácilmente algunas docenas de Kites de mana de su entorno.”

Kite asintió y agregó, “La principal diferencia es que no necesita transformarse para usar su mana de manera efectiva. La razón por la que su forma básica es la de un humano y no la de un hombre lobo es probablemente porque su madre es humana.”

Gracias a Dios que ella definitivamente no va a tomar la forma de un hombre lobo, pensé antes de decir, “¿No significa eso que Friede es una especie de hombre lobo completamente nueva? ¿Ya que puede luchar con la fuerza de un hombre lobo mientras permanece en forma humana?”

“Correcto. Mientras sus reservas de mana no se agoten, es ridículamente poderosa.”

Eso explicaba por qué tenía un sentido del olfato y del oído tan mejorados y por qué sus habilidades físicas eran tan altas. Además, cada vez que Airia le mentía, Friede empezaba a olfatear y comentaba que olía raro. Como madre, había muchas cosas que Airia quería ocultarle a Friede hasta que fuera mayor, pero eso era difícil de hacer cuando Friede tenía un detector de mentiras incorporado. Afortunadamente, yo no era humano, por lo que Friede no podía olfatear mis mentiras. Sin embargo, ella todavía podía leer mis expresiones y mi tono con bastante facilidad, por lo que me resultaba igual de difícil mentirle.

Mientras Kite y yo discutíamos el potencial de Friede, Fumino entró en la habitación.

“Lord Veight, las espadas cortas que ordenó han llegado.”

“Gracias, Fumino.”

Abrí la caja de madera que me entregó y vi un par de espadas cortas dentro. Ambas estaban exquisitamente elaboradas y había inscripciones en cada una de las hojas. Una decía “Determinación Azul Cielo” y la otra “Pasión Rojo Ardiente”. El padre de Shirin tenía un par de espadas azules y su madre un par de espadas rojas, así que decidí comprarle una de cada color. Además, la determinación y la pasión eran dos cualidades que Shirin poseía con creces. Además de eso, si se combinan partes de los caracteres japoneses de ambos conceptos, se obtiene “Shirin”. Las inscripciones estaban bellamente grabadas y resaltaban la artesanía de las espadas mismas.

“Esto es maravilloso… Gracias de nuevo por hacer esto. No esperaba que estuvieran hechas de manera tan experta.”

“Jeje.” Fumino infló su pecho con orgullo.

No tenía tanto conocimiento sobre herrería de espadas, pero al menos podía decir que habían sido diseñadas para el combate real. Fumino me dio una larga explicación sobre el acero que se había utilizado y qué tipo de técnicas de herrería habían dado forma a las hojas, pero todo lo que realmente entendí de ella fue que eran bastante resistentes.

“Este es un regalo perfecto para el séptimo cumpleaños de Shirin. ¿Crees que también podrías enseñarle a cuidarlas?” pregunté.

“Por supuesto. El herrero ajustó las empuñaduras para que también fuera más cómodo para las manos de un dragonante. Con suerte, tendremos más oportunidades de fabricar herramientas y armas para demonios en el futuro”, dijo Fumino con una sonrisa.

Meraldia era un mercado prometedor para Wa. Pero debido a que una buena parte de nuestra población eran demonios, los artesanos de Wa habían comenzado a hacer cosas adaptadas a las anatomías de los demonios últimamente. Además, para fabricar buenas armas para los demonios, había que entender no solo sus diferentes anatomías, sino también sus capacidades físicas. Había mucho que hacer.

Le di a Fumino una mirada inquisitiva y ella me asintió. Fue un intercambio muy japonés, sin palabras y todo transmitido a través del contacto visual. Por lo que parece, mi suposición fue acertada. Ah, bueno.

“Pero no te excedas, Fumino.”

“No te preocupes. No lo haré.” La espía vestida de miko me hizo una reverencia cortés y luego dijo en un tono más serio, “Por cierto, Veight, tenemos una emergencia de la que debo informarte.”

“Si es una emergencia, deberías habérmelo dicho primero.”

Su expresión seria se desvaneció en un instante y su sonrisa juguetona regresó. “Pensé que entregar el regalo serviría como un buen rompehielos.”

¿Qué quieres decir?

“Verás, últimamente las chicas jóvenes en Wa han estado desapareciendo con una frecuencia alarmante. Numerosos pueblos han informado de la desaparición de varias niñas a la vez. Ha empeorado tanto que la Corte de los Crisantemos se ha involucrado.”

La mayoría de las agencias gubernamentales de este mundo existían explícitamente para proteger los intereses nacionales y locales, no a los propios ciudadanos.

Mantenían la ley y el orden, pero no eran como una fuerza policial moderna. Naturalmente, el concepto de derechos civiles no existía y las naciones no tenían canales oficiales para que las víctimas buscaran reparación por sus agravios.

En general, a los gobiernos no les importarían los incidentes de secuestro, por lo que el hecho de que la Corte de los Crisantemos estuviera involucrada significaba que estos incidentes habían llegado al punto de perturbar las cosas a nivel nacional.

“Por lo que sabemos, casi un centenar de niñas han sido secuestradas en este momento.”

“Suena como el trabajo de una organización a gran escala.”

“Sí. Logramos capturar a uno de los involucrados en los secuestros y lo torturamos hasta que habló.”

En un mundo en el que incluso las víctimas no tienen derechos, no es de extrañar que los delincuentes tampoco los tengan. Fumino lo dijo con tanta indiferencia, pero me imagino que la tortura debe haber sido inhumana. Probablemente lo habían ahogado, o aplastado sus rodillas con piedras pesadas, o algo así.

“Descuida. Una vez que soltó la lengua, nos aseguramos de crucificarlo frente a la puerta principal para dar ejemplo.”

“Ya… veo.”

Ese era el castigo legal para los delitos capitales en Wa, así que decidí no discutir. Dicho esto, el tipo probablemente se lo merecía. Las chicas que estaban retenidas en algún lugar de Wa habían sido rescatadas, pero muchas de ellas ya habían sido vendidas a un país extranjero.

Crucé los brazos y murmuré, “El lugar más probable al que las llevaron es Meraldia.”

“Correcto. Los Observadores del Cielo están con toda su fuerza buscando adónde fueron, pero no tenemos suficiente gente. ¿Estarías dispuesto a cooperar con nosotros?”

“Por supuesto.”

Muchas vidas estaban en juego. No era el momento de negociar un trato por mi ayuda.

“Si Friede hubiera sido secuestrado así, sé que no podría mantener la calma. Buscaré a las chicas desaparecidas de Wa con la misma urgencia con la que buscaría a mi propia hija.”

“Muchas gracias. Mi corazón sufre por esas chicas también. Puedo imaginar fácilmente qué tipo de horrores están pasando.”

Por lo que pude ver, Fumino no estaba mintiendo. Sin embargo, se sintió aliviada de que yo aceptara tan fácilmente.

“Menos mal que eres un hombre virtuoso, Veight. La mayoría de la gente no aceptaría una solicitud como esta.”

Así es la sociedad… Sonreí con tristeza y dije, “No es bueno dejar que los sentimientos personales se interpongan en el trabajo, pero ¿acaso alguien querría negociar con un hombre tan desalmado como para abandonar a niños necesitados?”

“Jeje, tal vez no”, respondió Fumino, devolviéndome la sonrisa.