Shin no nakama janai to Yuusha

Volumen 4

Epilogo: La Vida Tranquila Del Héroe

Al abrir los ojos, vi el lindo rostro de mi hermana pequeña mirándome. “Buenos días, hermano”.

“Buenos días.”

No me sorprendió. Esto había sido común durante nuestros viajes juntos. En ese entonces, Ruti a veces me miraba a la cara toda la noche porque no tenía nada que hacer. Le había sugerido leer un libro de vez en cuando, pero Ruti se negó, diciendo que no se sentía bien obligarse a leer incluso si no quería hacerlo solo porque tenía tiempo extra. Por lo tanto, había adquirido el hábito de permitir que Ruti hiciera lo que quisiera siempre que no me despertara.

Imaginando a Ruti sentada a mi lado en una tienda oscura, inclinándose para mirarme a la cara toda la noche… Fue simplemente, bueno…

¡Fue tan adorable!

Quiero decir, ella estaba mirando directamente a mi cara, ¿verdad? Saber que ella pensaba que yo era tan confiable encendió un fuego en mi corazón. Además, era reconfortante tenerla a mi lado toda la noche. Mis sueños siempre habían sido agradables con ella allí.

Sin embargo, cuando les mencioné eso a Tisse y al señor Crawly Wawly, se quedaron desconcertados. Durante las siguientes dos horas, Tisse caminó tan torpemente como un golem mal diseñado.

“Hermano,” llamó Ruti de nuevo.

“Oh, lo siento. Supongo que todavía tengo un poco de sueño. Me levantaré ahora”.

Mi hermana se apartó ágilmente mientras yo me sentaba. “¿Volviste a activar tu inmunidad al sueño anoche?” Yo pregunté.

“Sí. Quería verte. Ha pasado mucho tiempo desde que tuve la oportunidad”.

Mirando por la ventana, pude ver un triste retrato del invierno en Zoltan.

¿Qué tan temprano era?

Rit había ido ayer a un pueblo cercano para abastecerse de algunas hierbas. Se quedaría a pasar la noche y volvería por la noche. Normalmente, yo soy el que debe ir, pero…

“Gracias por mantener tu promesa, hermano”, dijo Ruti feliz.

Le había dicho a Ruti que hoy le mostraría el distrito del puerto.

Había una hierba rara (en realidad, era un monstruo de tipo vegetal) llamada hierba devoradora de serpientes que podía usarse como sustituto de las agujas de sangre en algunas medicinas. Por suerte, ayer se había descubierto una especie de caldo de cultivo para la criatura. La hierba devoradora de serpientes ya había causado algunos problemas, por lo que pronto aparecería una solicitud en el Gremio de Aventureros. Quienquiera que aceptara el trabajo probablemente lo quemaría todo. Esa fue la forma más rápida de deshacerse de él.

Quería derrotar al monstruo y traerlo de vuelta aquí antes de que eso sucediera, pero ya tenía planes con Ruti. Mientras me preocupaba qué hacer, Rit se había ofrecido a ocuparse ella misma de la hierba devoradora de serpientes.

“Entonces, ¿vamos a cenar fuera a desayunar hoy?” Yo propuse.

“Tu cocina es mi favorita… pero también estoy interesada en ver qué tipo de comida hay en Zoltan”, respondió Ruti.

No pude evitar sonreír ante eso. No hace mucho tiempo, la idea de que Ruti expresara interés en algo había sido absurda.

Le di unas suaves palmaditas en el pelo y ella ladeó un poco la cabeza con sorpresa, pero luego entrecerró los ojos como los de un gato satisfecho.

***

El puerto de Zoltan estaba conectado al río.

Desafortunadamente, nadie sabía el nombre de la vía fluvial, aunque probablemente tenía algún tipo de apodo en la época de los elfos del bosque.

Un semielfo particularmente anciano afirmó que estaba bastante seguro de que era algo que comenzó con “Mi” en la generación de sus abuelos. Sin embargo, todos los relatos como este diferían. Los supuestos significados de los nombres incluían río iluminado por el sol naciente, río oscuro de noche, río resplandeciente de verano y río tranquilo de invierno.

Esta variedad se debió a la cultura de los elfos del bosque. Creían que todas las cosas estaban en un estado de cambio continuo. Por lo tanto, incluso un río se convirtió en algo completamente diferente para ellos dependiendo de las estaciones y los años.

Mientras tanto, para los humanos que se establecieron aquí y crearon a Zoltan, era solo “el río”. Valoraban la vía fluvial, por supuesto, pero un nombre era solo un medio para identificar algo. Siempre que estuviera claro a qué se refería, eso era suficiente para esta gente perezosa.

Los elfos del bosque se extinguieron hace mucho tiempo, pero me hubiera gustado poder sentarme y hablar con ellos solo una vez.

Puede que hayan desaparecido, pero el río todavía estaba aquí, y los humanos tampoco podríamos sobrevivir en esta región sin él.

“Es por eso que podemos disfrutar de esta pica al horno”.

Las tiendas en el distrito portuario se dirigían a los trabajadores portuarios y marineros, por lo que podía encontrar sopa de pescado en cualquier lugar que consultara. El establecimiento en el que Ruti y yo nos habíamos detenido también era una posada donde los capitanes y oficiales de los barcos se alojaban regularmente, por lo que también servía desayunos adecuados.

El lucio se había cocido al vapor en caldo de pescado, lo que realmente resaltaba el sabor refrescante del pescado de río. El adobo de cebolla que lo acompañaba era fantástico. La comida venía acompañada de pan tierno y blanco y un poco de vino, a pesar de ser de mañana.

“Delicioso.” Ruti parecía estar disfrutando mientras desayunaba.

Me alegro de que se adapte a sus gustos.

“Ya que estamos en el distrito portuario… supongo que deberíamos revisar el mercado de importación. Después de eso, podemos alquilar un barco turístico”, dije.

“¿Un barco turístico?”

“Sí, puedes pagar para usar uno por un tiempo. Podemos montarlo río arriba y disfrutar de las vistas”.

“Nosotros dos solos, en un barco…” Ruti miró hacia abajo. Sus labios se abrieron solo un poco, y capté una pequeña y contenida risa. Luego volvió a mirar hacia arriba, con los ojos brillantes. “Eso sería genial.”

***

El mercado estaba abarrotado y animado cada vez que entraba un barco, pero hoy estaba casi desierto por completo, solo un comerciante ambulante en un bote de remos que había regresado de las aldeas río arriba.

“¡Hola, boticario!”

Alguien me llamó mientras Ruti y yo caminábamos. La voz pertenecía a un hombre de aspecto sombrío llamado Pasquale. Vivía aquí en el distrito portuario. Principalmente, trabajó como falsificador, pero también sirvió como navegante de barco en el costado. Tenía todo tipo de cicatrices en la parte inferior de las piernas, pero la regla tácita de Zoltan era no fisgonear en el pasado de las personas. Tampoco tenía ninguna necesidad sólida de fisgonear.

“¿Qué es esto? ¿Perdiendo el tiempo con otra chica? Ya tienes a Rit, ¿no es así?”

“Esta es mi hermana, Ruti Ruhr,” contesté.

“Eh, nunca hubiera imaginado que tenías una hermana. Ella también es una verdadera monada”, comentó Pasquale.

“Por cierto, ella es la nueva aventurera de rango B, así que si intentas algo divertido, puedes considerarte afortunado si terminas medio muerto”, respondí.

“¿Seriamente? Rit es una cosa, ¿pero tú hermana también? ¿Tienes algún tipo de bendición que crea héroes?”

No pude evitar una risa irónica ante eso. No estaba completamente equivocado.

“Como si pudiera existir una bendición como esa. Entonces, ¿qué querías?”

“Quiero decir, estaba seguro de que estabas en una cita, eso es todo. Mira, estos serían un regalo perfecto para ella, ¿verdad?” Pasquale estaba señalando los diversos pendientes de joyas y tiaras alineados frente a él.

“Son todas falsificaciones. Vidrio, ¿verdad?” Yo presioné.

Si estuviera vendiendo accesorios auténticos, podría agregarlo a la lista como candidato para el anillo de Rit.

“Quiero decir, sí, obviamente. Pero siguen siendo bonitos, ¿no? Son todas obras maestras en las que puse mi corazón puliendo”, admitió Pasquale.

“Así que tú dices. Sin duda los venderá con un margen de beneficio, ya que son obras maestras, ¿verdad?”

“No hago eso por las personas que conocen el problema. Se los venderé por un precio justo, teniendo en cuenta los materiales y la mano de obra”.

“Mmm.” Miré a Ruti.

En pocas palabras, mi hermana era asquerosamente rica. Había encontrado todo tipo de tesoros legendarios durante sus viajes y vendió suministros y botines tomados de las fuerzas del señor demonio. Los premios que tenía eran tan valiosos que, dada la escala de la economía aquí, no había nadie que pudiera permitirse comprarlos. Tenía más riqueza que todo el presupuesto nacional de Zoltan. Estoy seguro de que también tenía plata de pago, aunque no tenía ni idea de cuántos.

Dado eso, comprarle una chuchería de cristal como regalo parecía casi un insulto.

Ruti no llevaba nada de eso ahora, pero tenía una gran cantidad de accesorios mágicos, desde aretes de mithril hasta una hebilla hecha de un escaso metal meteórico llamado redsky.

“Hermano…”

“¿Hn? ¿Querías algo?”

“Aha… puede ser el más barato; No me importa”.

Ya veo…

“Está bien, entonces te conseguiré el que te quede mejor”.

“Sí, un regalo”.

Ruti parecía complacida y se sonrojó tímidamente.

Con eso, Pasquale y yo entramos en un combate de entrenamiento. Trató de vender lo más caro que pudo, pero finalmente, puse el dinero para un par de aretes particularmente bien hechos y se los di a Ruti.

***

Viajábamos en un pequeño yate con un mástil y una vela triangular. Era lo suficientemente pequeño como para que en un día tranquilo solo hiciera falta una persona para remar. No estaba equipado para transportar cargas útiles y no viajaba rápido, pero era un barco turístico por el río, así que eso era más que suficiente.

“Esto debería estar bien”. Lo maniobré para que solo un poco de viento agarrara la vela. El bote se deslizó perezosamente río arriba. “Está bien, almorcemos”.

Había comprado algo de comida en un puesto antes de irnos. Dentro de la bolsa de papel había pescado blanco frito y batata. Ruti y yo profundizamos.

“En el distrito norte, hay un lugar con esta comida extranjera llamado takoyaki que es realmente bueno, pero está un poco lejos de aquí”, dije.

“Quiero comer eso contigo la próxima vez,” respondió Ruti de inmediato.

“Entiendo. En nuestras próximas vacaciones, echaremos un vistazo al distrito norte”.

“Okay.”

Mientras el barco navegaba suavemente río arriba, Ruti y yo observamos cómo el paisaje urbano pasaba lentamente.

“Esto es tan agradable”, dijo Ruti. “Nunca pensé que volvería a pasar un día como este solo con nosotros dos. Tampoco pensé que tendría amigos como Tisse, el señor Crawly Wawly o Rit”. Ella se volvió para mirarme directamente. “Gracias hermano. ¿Podemos permanecer juntos así para siempre?”

Ella había preguntado eso una vez antes, y yo había esquivado la pregunta porque estaba a punto de unirme a los Caballeros de Bahamut en ese momento. Sin embargo, las cosas eran muy diferentes ahora. Mi objetivo en estos días era vivir una vida sencilla y pacífica.

“Sí. Estaré a tu lado todo el tiempo que me quieras allí”.

Al escuchar eso, Ruti sonrió mientras sus ojos temblaban, y apretó el puño e hizo un pequeño puñetazo.

“¡Hurra!”

***

Dos días después, Rit, Ruti y yo salimos a la montaña.

Esta vez, no fue para pelear. Nuestro viaje fue solo para recolectar algunas hierbas. Cuando Ares destruyó la tienda, una gran parte de las plantas almacenadas se estropearon. Tisse y el señor Crawly Wawly se habían quedado para vigilar la tienda por nosotros.

“Esta es una baya blanca. Estoy seguro de que sabes que es la base de las pociones mágicas, pero ¿alguna vez has visto la fruta cruda antes?” Yo consulté.

“No,” respondió Ruti.

También aproveché la oportunidad para enseñarle a mi hermana todo lo que pude sobre las hierbas medicinales, ya que ella planeaba comenzar una granja para ellas.

Dado su nivel actual, no había forma de que pudiera subir de nivel su bendición aquí en Zoltan. Por lo tanto, le resultaría difícil asignar puntos de habilidad a Supervivencia, la habilidad que le permitía distinguir fácilmente las hierbas medicinales de otras plantas.

Por lo tanto, le estaba enseñando las características distintivas para que pudiera decirlo por sí misma sin usar una habilidad. Usar una habilidad garantiza la precisión, pero no confiere el conocimiento real. La información aprendida era más versátil.

“Esta es una fruta que se parece mucho a las bayas blancas. Se llama baya gris. Sin embargo, el nombre es un poco engañoso. Si lo pones al lado de una baya blanca, parece casi idéntico. ¿Puedes ver la diferencia?”

“Sí.”

“La habilidad Supervivencia te dirá que esta es solo una hierba que no tiene ningún valor y que no es una baya blanca, pero aún se puede usar para hacer un ungüento que es bueno para tratar las picaduras de insectos”.

“¿En serio?”

“¿Recuerdas cuando viajábamos, había un ungüento que nos poníamos en brazos, piernas y cuello cuando atravesábamos bosques y marismas?”

“Oh, eso es lo que fue. Realmente eres increíble, Hermano”.

Las picaduras de insectos no molestarían a la casi invencible Ruti, pero esto no era un conocimiento para el héroe de todos modos. Fueron algunas cosas simples para ayudar a una joven a vivir su vida.

Ruti tenía una expresión seria, pero parecía divertirse escuchando con atención.

“Ella es como tú, Red”, dijo Rit. “¿Eh?”

Detrás de nosotros, Rit había dejado su canasta llena de hierbas. Al ver mi sorpresa, elaboró: “Cuando estás preparando medicamentos y esas cosas, tienes el mismo tipo de mirada concentrada, pero está claro que te estás divirtiendo… Es una expresión encantadora. Ustedes dos realmente son hermanos”.

“Mph.”

Levanté la mano para cubrirme la boca. Al ver eso, Rit tiró de su pañuelo hacia arriba para cubrir una risita.

“Hermano, haces lo mismo que hace Rit cuando sonríes”, comentó Ruti, luciendo un poco contrariada.

Los ojos de Rit se agrandaron y luego sus mejillas se sonrojaron mientras trataba de ocultar más y más su rostro detrás del pañuelo.

“Mph.”

Ruti miró mi rostro sonriente y usó sus manos para tratar de dibujar una sonrisa en su boca. Tratando de igualar mi sonrisa, supongo.

Dejamos de trabajar por un tiempo, solo sonriendo y riendo mientras nos mirábamos. Después de eso, nos dividimos en dos grupos y pasamos unas cuatro horas recolectando hierbas.

“Aquí vamos.”

Rit y yo habíamos terminado de cosechar los hongos de los pólipos que crecían alrededor de un pequeño arroyo sombreado que atravesaba el valle, y acabábamos de regresar al lugar donde nos habíamos separado.

“¿Ruti?”

Mi hermana había llenado su canasta con bayas blancas y estaba apoyada contra el tronco de un árbol a la luz del sol, con los ojos cerrados. Ella se había quedado dormida.

“Esa es la primera vez”.

Ruti dormía indefensa. Supongo que se había adormecido un poco esperándonos con la luz del sol inusualmente cálida brillando.

Para el Héroe, la siesta no tenía sentido, pero para Ruti, ese momento de paz no era inútil en absoluto. Era precisamente el tipo de cosas que siempre había querido que experimentara.

“El clima es realmente agradable”, dijo Rit mientras se sentaba en la base de un árbol cercano.

“Sí, seguro que lo es”.

Me senté y miré hacia el cielo azul. Ya eran más de las tres de la tarde. Un tordo sentado en la rama de un árbol me miró y gorjeó. Devolviéndole la mirada, me llevé un dedo a los labios.

“Mi hermana está descansando ahora”.

Sin embargo, el pájaro simplemente ladeó la cabeza y voló hacia abajo, trinando de nuevo justo en frente de nosotros. No pude evitar reírme cuando infló su pecho, como si estuviera presumiendo de lo grandiosa que era su voz al cantar.

Tranquilo. Fue un momento tan encantador…

Empecé a quedarme dormido, pero abrí un ojo cuando sentí que algo se acercaba. Un oso búho se asomaba entre la maleza. Era pequeño; Todavía un niño. Me estaba mirando como si buscara permiso, así que le señalé con una mirada para que no nos hiciera caso. Ante eso, el oso búho se abrió paso silenciosamente detrás de Ruti. Fue bastante considerado para ser un monstruo.

Después de bajar la montaña un poco detrás de Ruti, recogió el cadáver de un gigante montañés de cinco metros de altura en su boca y lo arrastró a la distancia. El gigante debe haber atacado a Ruti mientras ella se estaba recolectando sola. Probablemente se había desviado del Muro del Fin del Mundo.

“Tan pacífico.”

Mientras el oso búho desaparecía en la distancia, volví a cerrar los ojos.

***

El día siguiente resultó igualmente tranquilo, pero la cena fue un asunto ruidoso porque Danan vino a comer.

Estaba tan gravemente herido y cubierto con vendajes que durante un tiempo le pareció doloroso sentarse. Ahora se había recuperado lo suficiente como para caminar solo. Eso fue Danan para ti.

Después de invitar a Ruti, Tisse y Danan a cenar, le pedí a Rit que se ocupara de los platos y salí solo a mirar el cielo nocturno.

“Yo”, gritó una voz detrás de mí. Fue Danan. “Esa fue una gran comida. Tu cocina es realmente la mejor”.

“Gracias.”

“Es una lástima que no podré disfrutarlo más una vez que empiece a viajar de nuevo”.

“¿Así que realmente vas a salir una vez que estés mejor?” Yo pregunté. “Sí. Juré que no perdonaría al señor demonio por destruir mi hogar”.

“Ya veo.”

Todavía se estaría recuperando por un tiempo, pero se iría en medio año como máximo. Danan todavía era un Artista Marcial, incluso si mi pelea había terminado. Nuestros caminos se habían dividido.

“Oye, Red, no soy el tipo más brillante, así que no puedo decir que realmente lo entienda todo, pero… la cosa esta vez… cómo lo digo… parece que hubo demasiadas coincidencias extrañas. ¿Sabes a qué me refiero, sí?”

“…Lo sé. Para empezar, ¿por qué Shisandan seguía vivo? ¿Cómo supo que los Sacred Avengers estaban allí? ¿Y por qué los perseguía?”

Había escuchado de Theodora que las espadas que el demonio Asura había empuñado eran reliquias del primer Héroe. Como Danan, también sospechaba que algo extraño estaba sucediendo.

Sin embargo, la parte más sospechosa de todo fue… “¿Por qué había cinco espadas?”

“¿Cierto?”

Los Sacred Avengers eran largos, alrededor de un metro. Y no hace falta decirlo, pero los humanos y los elfos solo tenían dos brazos. Incluso con doble empuñadura, solo necesitarías dos espadas. Entonces, ¿por qué habían sido cinco?

“Es demasiado llamativo para ser simplemente unos pocos repuestos…”, dije.

“No puedo imaginar que Dios sea tan generoso”, coincidió Danan.

Eran armas legendarias que Dios presentó al primer Héroe. Existían armaduras y armaduras legendarias similares, pero en todos los casos, siempre eran objetos únicos. Nunca había oído hablar de extras.

“Por lo que Ruti escuchó decir a Shisandan, parece que…” Me detuve. No era que fueran tres o cuatro extras; era que faltaba uno. El Héroe de segunda generación había tomado uno, dejando cinco atrás. “Originalmente había seis de ellos. Esa sería mi suposición. Entonces los números se suman”.

***

En algún lugar del continente oscuro en el reino subterráneo de Underdeep, dentro del castillo del señor demonio que servía como capital de la nación demoníaca Asura conocida como Asura Kshetra, se encontraba una sombra imponente sobre un trono.

La gigantesca figura medía más de cinco metros de altura. Su cuerpo y seis brazos fueron esculpidos como uno hubiera imaginado al guerrero ideal. Su expresión era la encarnación de la rabia. En medio de su frente había un tercer ojo lleno de llamas, abierto de par en par.

Taraxon, el Señor Demonio Furioso. El gobernante de las fuerzas que invaden el continente de Avalon y un gran guerrero demonio Asura. Taraxon había destruido la tribu de los demonios de la ira que eran verdaderos herederos del trono.

Cuatro de los brazos de Taraxon se movieron como si buscara algo, mientras que los otros dos permanecieron quietos. A partir del movimiento, se formó un sello ante su pecho. En poco tiempo, la luz comenzó a emanar del suelo frente a él. El resplandor aumentó, expandiéndose hasta convertirse en una bola masiva y luminosa antes de tomar forma y ganar tamaño. Finalmente, se transformó en la figura del demonio Asura Shisandan.

Shisandan se arrodilló ante Taraxon y bajó la cabeza con práctica.

Los cuatro brazos en movimiento del señor demonio se detuvieron, y Taraxon miró al arrodillado Asura mientras hablaba.

“Salve, Héroe. Tu muerte fue lamentable”.

Los Asuras, al no haber sido creados por Demis, estaban muy alejados del ciclo tradicional de vida y muerte. Sus almas regresaron al señor Asura para renacer de nuevo. Los asuras no eran originalmente una raza poderosa. En la época en que la Nueva Verdad estaba en todas partes, los héroes de Asura fueron derrotados y asesinados en innumerables ocasiones.

Sin embargo, aprendieron de sus pérdidas, entendiendo más con cada ciclo. A pesar de tantas muertes, habían persistido sin perder la esperanza y continuaron luchando hasta que finalmente destruyeron al que gobernaba Nueva Verdad.

Esa determinación inquebrantable, esa forma de vida, eso era lo que realmente significaba ser un héroe en la enseñanza de la filosofía Asura.

“Tómate un tiempo para recuperar la fuerza que has perdido, orgulloso Shisandan”.

“¡Señor!” Shisandan asintió enfáticamente.

Incluso para los Asuras, la muerte significaba perder tanto el poder mágico como la fuerza física. Sin embargo, también confirió el coraje para lograr algo aún mayor. Por eso ningún Asura temía a la muerte ni a la derrota.

Debo entrenarme aún más.

Shisandan pensó en el único golpe de Ruti, asombrado por el poder destructivo que poseía.

¿Sería realmente capaz de igualar ese poder?

El camino era indudablemente largo, quizás incluso interminable. Pero para un Asura eterno, no había nada más gratificante.

Los labios de Shisandan se abrieron en una sonrisa torcida mientras se arrodillaba allí, con la cabeza inclinada.

***

Al oeste de Zoltan, en la carretera que acababa de pasar la frontera, Godwin estaba sentado en una loma cubierta de hierba junto a la carretera, preparando un guiso.

“El almuerzo de hoy es una infusión de carne seca y encurtidos, ¿eh?” El único condimento que tenía era sal.

Había pasado mucho tiempo desde que Godwin había cocinado en la carretera y, sinceramente, no parecía particularmente atractivo.

“Haaah. No fue hace tanto tiempo que yo era la mano derecha de Bighawk y estaba viviendo la buena vida…” Llevándose una cucharada a sus labios, no pudo saborear nada más que sal. Godwin suspiró. “Incluso si me dirijo al reino del archipiélago, primero tendré que encontrar un barco mercante o una caravana. Debería ver si me contratan como guardia, para poder tomarme las cosas con calma mientras hago algo de dinero y obtengo comida gratis”.

De repente, Godwin escuchó los sonidos de los viajeros acercándose desde la distancia. El hombre era un convicto fugitivo. Estaba fuera de Zoltan, pero aún podría haber alguien que lo reconociera.

Después de apagar el fuego, agarró la olla y la tapó, luego se agachó para esconderse en el prado.

Se acercó una procesión de mercaderes de tres carros tirados por caballos. El corredor que llevaba las riendas era alguien que Godwin reconoció de Zoltan.

Esto se está volviendo peligroso…

El humo de su fuego todavía se elevaba en el aire y el olor de la sopa que había estado preparando seguía siendo detectable.

Godwin se maldijo a sí mismo por creer que no se encontraría con nadie en su camino a Zoltan.

Su rostro se puso pálido. Este comerciante en particular tenía una buena razón para guardarle rencor. Había sido hace mucho tiempo, pero cuando Godwin era un gruñón con el Gremio de Ladrones, se le había ordenado interferir con las ventas de ese comerciante.

Estoy seguro de que lo tiene para mí. Definitivamente me reconocerá… Godwin se estaba poniendo nervioso cuando de repente recordó el pequeño frasco en su bolso. Oh, sí, tengo esa poción de invisibilidad que me dio Rit.

Si Rit se había olvidado de él en toda la conmoción o si no le importaba perderlo, Godwin se había aferrado a él.

Sin perder tiempo, bebió el contenido del vial de un solo trago. Él, su ropa y su equipaje desaparecieron.

Ahí, ahora debería estar bien.

Godwin exhaló un suspiro de alivio antes de recordar que la poción no silenciaba los sonidos y cubría su boca con ambas manos.

La pequeña caravana se acercaba.

Godwin, ahora invisible, yacía debajo de una elevación en el suelo. Había dos guerreros a caballo custodiando a los mercaderes ambulantes. Al ver los restos del fuego, miraron a su alrededor desde lo alto de sus monturas, pero no vieron nada que los hiciera detenerse más. El comerciante que conducía los carros parecía un poco nervioso cuando pasó justo frente a Godwin.

¡Sí!

Desafortunadamente, la victoria duró poco. La hierba frente a él tembló.

“¿Eh?”

Las hojas verdes se retorcieron como una criatura viviente, envolviendo a Godwin e inmovilizándolo.

¡¿Q-Qué diablos está pasando?!

Entró en pánico y los guardias que protegían la procesión parecieron sorprendidos. Uno de los vagones se detuvo y salió una mujer elfa. Sus ojos miraron directamente a Godwin a pesar de que debería haber sido indetectable.

“Las plantas no ven con los ojos como nosotros. Una poción de invisibilidad no puede engañar a mis amigos”.

“E-Esto es… Espera, ¡¿un Cantante de los Árboles?!”

Godwin luchó desesperadamente, pero la delgada vegetación que lo sujetaba bien podría haber sido cadenas de acero.

“¿Por qué te estabas escondiendo? ¿Te parecíamos unos bandidos?” preguntó la mujer elfa.

“M-Mucha  precaución.  Es   peligroso  viajar  solo”,   respondió  Godwin apresuradamente.

“¿Incluso hasta el punto de usar una poción mágica?”

“Soy un hombre cuidadoso”.

“A mí no me lo parece”.

La alta elfa estaba escudriñando a Godwin. Al darse cuenta de que su carruaje se había detenido, los demás de la caravana se dieron la vuelta para regresar. Un sudor frío comenzó a correr por la espalda de Godwin.

“El único lugar al que conduce este camino es la república de Zoltan,

¿verdad? ¿Eres de allí?”

“¿Qu-quién sabe? ¡Oye, no he hecho nada malo aquí! Y no es que pueda hacer nada por mí mismo, ¡así que déjame ir ya!”

“Supongo que sí. Sin embargo, le agradecería que me respondiera una sola pregunta”.

“¿Q-Qué?”

La alta elfa se inclinó y miró directamente a los ojos de Godwin.

“Escuché que hay una aventurera llamado Rit en Zoltan. ¿Sabes si se asocia con un joven humano de cabello negro?

Godwin se dio cuenta de inmediato de que se refería a Red.

No he tenido nada más que problemas desde que me involucré con él…

Godwin una vez pensó con confianza que podía arreglárselas en una pelea contra la mayoría de los habitantes de Zoltan. Sin embargo, su encuentro con Red había cado esa idea del agua. Reflexionando, Godwin se dio cuenta de que eso era lo que significaba ser una rana grande en un estanque pequeño.

¡Pero vamos! ¡No tenías que ir a tirar malditos dragones al estanque! Godwin maldijo a Dios por enfrentarlo a enemigos tan monstruosamente poderosos antes de cambiar de marcha para descubrir cómo responder a su captor.

“¿Pasó algo, Sra. Yarandrala?” preguntó un comerciante al que Godwin había hecho daño hace algún tiempo.

La alta elfa llamado Yarandrala, que había sido una de los camaradas de la Heroína, se volvió hacia el comerciante. Detrás de él, el camino continuaba en la distancia.

Y al final yacía Zoltan.

-FIN DEL VOLUMEN 04-