Nejimaki Seirei Senki (NL)

Volumen 7

Capitulo 4: Promesa

Parte 5

Los cadáveres se apilaron encima de los cadáveres, y el suelo manchado de sangre se tiñó con más rojo… superaron todo eso y lucharon durante toda la noche.

“── ¡Se están volviendo atrás! ¡Mira, esos tipos se están retirando!”

La mañana del cuarto día. En el terreno rocoso del Segundo Bloque, uno de los soldados que lucharon toda la noche gritó. Podía ver a las fuerzas de Igsem atacando durante toda la noche retirándose del bloque.

“Realmente están retrocediendo…”

“¿Porque es de mañana?”

“Nos aferramos al final… ¿verdad?”

Las tropas susurraron sorprendidas. Sin embargo, la voz severa de Matthew vino desde atrás:

“¡Manténgase alerta! ¡Nada ha terminado!”

La advertencia de sus oficiales hizo que los soldados levantaran sus armas. Sin embargo, con el amanecer, el joven regordete se sentía igual que ellos. Durante los últimos tres días, la facción Igsem siempre atacaría en masa por la noche cuando los rifles aéreos utilizados por las fuerzas de Matthew eran la mitad de los efectivos. Y esa fue probablemente la última noche.

“El refuerzo de la facción Remeon llegará al anochecer… Y luego…”

Con cuidado de no dejar que sus hombres lo escucharan, Matthew murmuró para sí mismo: el rifle de aire comprimido era más efectivo durante el día, cuando la visibilidad era clara. Con eso en mente, era poco probable que el enemigo se acercara al terreno rocoso y corriera el riesgo de sufrir grandes pérdidas.

“Solo tenemos que rechazarlos con la supresión del fuego y esperar refuerzos … ¿verdad?”

Su corazón vaciló entre mantenerse en guardia y ser optimista. Matthew quiso escuchar la opinión de sus compañeros, miró hacia atrás y encontró una columna de humo que se elevaba hacia el cielo. Era la misma vista que ayer.

Una señal de humo rojo ardía desde el Primer Bloque, diciéndole a la facción Remeon nuestra ubicación actual.

“Huff… Puff…”

El joven con un rifle de aire en el hombro entró en el cuartel general con aliento entrecortado. Aparte del mínimo pasaje despejado, la cueva estaba llena de soldados gravemente heridos. Este espacio estaba lleno del olor de las víctimas y su sangre.

“Estoy de vuelta para un descanso, Ik-kun…… ”

Cuando dijo eso, dos de sus camaradas en lo profundo de la cueva se volvieron hacia él. Eran Ikta y Haro que tenían ojeras. Al reconocer al joven, el joven de cabello oscuro saludó con la mano.

“Siéntate y descansa, Torway. Esa cara bonita de la que estás tan orgulloso es un desastre.”

“Jajaja, lo mismo para ti. Haro-san, también lo tienes difícil… ¿Todavía puedes aguantar?”

“T-¡Es un pedazo de pastel!”

Haro mostró un frente fuerte, pero rápidamente bajó la cabeza cuando Ikta la miró severamente.

“… Quiero decir eso, pero no pude mantenerme firme, por lo que Ikta-san me impidió

trabajar y quiere que descanse un rato.”

Ella sonrió con una cara cansada. Y al momento siguiente… Haro recordó algo y se

sonrojó, luego se alejó de los dos:

“No te acerques demasiado a mí. Apesto tanto a sudor y sangre, que ni siquiera puedo notar la diferencia…………… ”

“Muy bien, está decidido. Te abrazare fuerte Haro, ¿puedes acercarte?”

“¡Hyaa! ¡Después de que me limpie primero! ¡Voy a descansar ahora……………. !”

Haro salió corriendo como una liebre, y se derrumbó sobre las pajillas dispuestas en el interior de la cueva. Después de mirarla desde un lado, Ikta sacó dos raciones de la caja a sus pies.

“Muerde, Torway. Luego duerme, puedes descansar durante al menos una hora.”

“Sí lo haré. ¿Y tú, Ik-kun?”

“Probablemente esté despierto. Como los dos somos el comandante en jefe, lucharé hasta el final contra ella.”

El joven respondió con una sonrisa, luego se levantó de su silla. “Recibiré aire fresco, grita si recibes algún informe de emergencia.”

Ikta le dijo al joven, luego salió de la sede. Miró por encima de las colinas rocosas hacia el Séptimo Bloque que había caído, y suspiró profundamente.

“… Suya──”

Apretó los puños, pensando en su ayudante que no regresó y gritó su nombre… Tenía la menor idea de por qué calculó mal el momento de retirarse.

“Qué batalla tan tenaz.”

De repente, una voz respetuosa que tenía un tono despectivo vino desde el costado. El joven se puso rígido y miró a su alrededor. Después de confirmar que sus soldados de confianza estaban mirando, se volvió hacia la voz:

“¿Qué es, zorro? Ya te pedí que no abandonaras tus habitaciones.”

“Lo hiciste, pero no esperas que te escuche, ¿verdad? No puedo soportar el hedor allí, y como la batalla está en calma por ahora, salí a relajarme un poco.”

Trisnai dijo sin perder el ritmo, y estiró los brazos como dijo que haría. Sacudió la cabeza en respuesta a la fría mirada del joven:

“No te preocupes, no me acerqué a la Tercera Princesa. No, lo intenté, pero los guardias me detuvieron cada vez. Su Capitán… Suboficial Hargunska? Estoy realmente perplejo, ni siquiera me escuchará.”

“Ella es alguien que puede ignorar la lógica y moverse de acuerdo con sus instintos. En comparación con las personas con cierta inteligencia, es más adecuada para mantenerte a raya.”

Ikta ocultó el hecho de que tuvo dificultades para tratar con el Suboficial Lucanti por la misma razón, y gruñó.

“Te advertiré primero, puedes representar el papel de una mente maestra si quieres, pero no actives a tus hombres imprudentemente. Si quieres que gane el Regimiento del Sol Naciente, entonces no interfieras.”

El zorro no respondió y continuó sonriendo. Ikta continuó:

“Quieres que ganemos, ¿verdad? Si quieres que los Igsem ganen, no tienes que

instigar a la facción Remeon para iniciar un golpe. Si quieres que gane la facción Remeon, habrías apoyado el golpe desde el principio. De cualquier manera, no hay necesidad de que una tercera facción intervenga. La única posibilidad que queda es que quieres que ganemos, o tu objetivo es el caos de las tres facciones que luchan entre sí.”

El joven analizó con calma, sin apartar los ojos de su oponente.

“Esa última opción sería una molestia. Si la destrucción es su objetivo, entonces esta es una causa perdida. Pero eso no parece ser cierto. Viste algo antes de que sucediera esta guerra civil. Y por alguna razón, estás tratando de explotar a la Princesa y al Regimiento del Sol Naciente, dejando de lado esa razón a partir de ahora, estoy muy seguro de que eso es lo que está sucediendo.”

Ikta lo declaró. La sonrisa del zorro se profundizó hacia el final, pero aun así mantuvo la calma.

“Y no pareces dispuesto a arreglar las cosas pacíficamente, y estás empeñado en sacar a la casa Igsem del ejército. ¿Es la razón la misma que la muerte de mi padre? ¿ Conseguir un ejército que sea más comprometedor para los nobles?”

Eso es tonto. El Imperio Katjvarna logró sobrevivir hasta ahora debido a la lealtad absoluta de la casa Igsem hacia la familia real. Cuando el jefe de las fuerzas armadas se compromete, el gobierno rápidamente se convertirá en una junta militar. Esto es obvio para cualquiera.

Ikta dijo que infligir tanta humillación como sea posible. Trisnai sacudió la cabeza en silencio.

“Es como tú dices, los Igsem son excelentes perros guardianes. Incluso puedes llamarlos perfectos. ¿Pero no crees que esa es la razón detrás de la podredumbre en el Imperio?”

Su lógica anormal hizo que el joven frunciera el ceño. El zorro comenzó a predicar:

“Solo déjalo todo al perro guardián, y todo estará bien── debido a ese pensamiento retardado y optimista, generaciones de emperadores dejaron de pensar en cosas y asumieron que sentarse en el trono sin pensar o guiar a las personas es la situación ideal. Y ese es el comienzo del declive del Imperio.”

Ikta no tuvo objeciones. Sostuvo la misma opinión solo por este punto.

“Los Igsem deberían haberse dado cuenta de esto hace mucho tiempo. Pero descuidaron detener la depravación de sus amos, ¿no es un crimen imperdonable en sí mismo? Hicieron la vista gorda ante la lenta podredumbre de su maestro, y continuaron sirviendo al Emperador como de costumbre. No les permitiré llamarse leales y ser el pilar del Ejército Imperial.”

Eso sorprendió a la juventud. La forma en que asignó la culpa desde la misma perspectiva era demasiado diferente de la del joven.

“… ¿Estás diciendo que deberían dar consejos desde su posición como vasallos? Esa es la responsabilidad de ministros como usted. Y no te detuviste en hacer la vista gorda, incluso usaste al Emperador como tu marioneta.”

Ikta señaló que esta lógica ridícula le dolía la cabeza. Algo inesperado sucedió. El zorro perdió su sonrisa y su rostro se puso triste.

“Podría ser cierto para las generaciones anteriores de emperadores, pero para el emperador reinante… Era demasiado tarde.”

“… ¿Qué?”

Al sentir la piel de gallina por la expresión que vio por primera vez, el joven preguntó. Trisnai cerró los ojos.

“Cuando comencé a servir a Su Majestad, sus condiciones mentales ya estaban a punto de fallar. Todos mis intentos de dejar que el Emperador recuperara la luz en su corazón fallaron. Si esto continuaba, sería conocido a lo largo de la historia como un emperador tonto── por lo tanto, tenía que dejar que el emperador se volviera así.”

Eso fue tan bueno como admitir que él fue quien convirtió al Emperador en un inválido.

“Tuve que proteger la reputación de mi señor de ser manchada por ministros no esculpidos. Los Igsem nunca podría entender cuánto me duele. Porque solo protegen la posición de autoridad conocida como el Emperador, y no les importa si Su Majestad es incompetente, tonto o un títere. Están contentos si el Emperador aún se aferra al poder. Por lo tanto, aceptaron los edictos imperiales sin ninguna duda. Como hay miembros de la realeza que pueden tomar el trono, está bien que Su Majestad quede atrapado en la guerra y muera, su arrogancia no tiene límites.!”

Trisnai dijo con voz temblorosa y apretó los puños, mostrando pura ira:

“Eso no es lealtad, y nunca puede ser visto como tal. Al tomar al Emperador a la ligera, los Igsem perdieron el derecho de llamarse vasallos leales.”

Y, por supuesto, los burócratas son igual de culpables, así que es genial que también los hayan purgado. Porque habían estado confiando en los Igsem todo este tiempo. Las personas de las que se deshizo el general Remeon también me molestaron.

El zorro declaró casualmente con una expresión refrescante. Ikta intervino y preguntó:

“── ── Espera. En ese sentido, ¿eres el único noble que quiere que los Igsem caigan en desgracia? ¿Incluso antes de que mi padre muriera?”

“No puedo decir que soy el único, pero si tenemos suficientes ministros para estar de acuerdo, podemos simplemente descartar a los Igsem con un edicto, no hay necesidad de tender una trampa tan obvia. Pero incluso entonces, la lucha de poder en los tribunales no es tan simple.”

El zorro murmuró con una cara de nostalgia. Las emociones se drenaron de la cara de Ikta.

“El que mató a mi padre… ¿No es el gabinete en ese entonces, pero tú?”

“La verdad es más complicada, pero vamos con eso.”

Con esa misteriosa explicación, Trisnai ya no habló. Después de mirar esa cara por un tiempo, Ikta apartó los ojos e intencionalmente respiró hondo. En la situación actual, no había tiempo para que él actuara precipitadamente debido a sus emociones personales… Se convenció a sí mismo con eso y volvió al tema.

“Quiero hacer una pregunta. ¿Qué piensas … que es el Emperador?”

“Un dios viviente.”

Ikta jadeó cuando Trisnai respondió sin dudarlo. Su rostro era tan inocente como un niño al que le gusta soñar.

“El gobernante absoluto con amor y sabiduría ilimitados. Lo último es muy superior a los demás. Esta verdad es tan firme como la roca madre. Un símbolo de poder que solo pueden ejercer aquellos que son dignos.”

El emperador fundador Luciaro barrió a un ejército de diez mil con un movimiento de su brazo. El segundo emperador Sanghiari podría convocar a la lluvia cuando quisiera en la tierra afectada por la sequía. Con poderes más allá de la inteligencia de la humanidad, doblan la realidad y crean milagros. Y ahora, es solo un puesto viejo y oxidado, custodiado por perros durante generaciones, que cubre el brillo que un Emperador debería tener.”

Una sensación de miedo recorrió la columna de Ikta. Se dio cuenta por la cara hipnotizada del zorro que realmente creía en los mitos sin sentido del linaje real. Y se tomaba en serio volver a hacerlo realidad.

Al ver el miedo en la juventud, Trisnai agregó con una sonrisa:

“Admito que los textos históricos tienen algunas exageraciones, pero no hay duda de que el misterioso linaje se transmite a través de la línea real. Al igual que el intelecto sobresaliente de la princesa Chamille con el que estás tan familiarizado, ¿no es esa la punta de la destreza real?

Sin embargo, para despertar la línea de sangre dormida, los perros deben ser purgados. Su Majestad puede sentir el peligro inminente y luego asignar nuevos perros para protegerla. No pueden ser perros leales como los Igsem, sino perros callejeros peligrosos de los que debe desconfiar. Su Majestad podría hacer que el perro callejero se sometiera a su testamento y ordenarlo a su antojo, ese será el comienzo de una relación correcta de sirviente maestro.”

La voz emocional de Trisnai creía que su acción era justa. El joven retrocedió con un sentimiento de revuelta.

“¿Lo entiendes? Despertar la verdadera forma del linaje del Árbol del Eterno espíritu y hacer que el Imperio vuelva a ser grande ese es mi único deseo.”

Trisnai dijo en voz alta, luego se compuso de inmediato. Miró a Ikta con firmeza.

“Después de compartir todo eso, te daré una oportunidad más── destruye a los Igsem, Ikta Sankrei. Cuando hagas eso, la princesa Chamille tomará el trono y tú liderarás al nuevo Ejército Imperial como su mano derecha.”

En este punto, el joven finalmente comprende que hablaba en serio.

“Déjame ser franco, deja de ser tonto y finge ser su guardián. Tú también lo entiendes, ¿verdad? La princesa está destinada a tomar el trono. ¿No deberíamos dedicarnos a dejarla tomar ese camino? ¡La fama y la fortuna estarán a tu alcance, y serás recordado a lo largo de la historia como el general más destacado de todos!”

Sus puntos de conversación no se cruzan, como dos líneas paralelas. Ikta sacudió la cabeza con cara de disgusto.

“… ¿Dejar tu nombre en los libros de historia es tan importante para ti? Estoy bien con dejar el mío en mi lápida. Como dijiste eso, déjame ser sincero también. Eso es suficiente, no molestes a los demás con tus delirios. Eres un adulto, así que asume la responsabilidad de tus propias acciones, deja a la Princesa fuera de esto.”

El joven no se contuvo y señaló el abismo entre su visión de la situación. En el momento en que escuchó esta respuesta, el rostro de Trisnai perdió su calor y se volvió tan impasible como cuando habló de la Princesa en el sótano.

“¿Entonces quieres relegar a Su Alteza a un simple campesino?”

“Solo tengo una respuesta. Esa chica no es tu juguete.”

“Por supuesto que ella no es mi juguete, debería ser mi amante. Y ella piensa muy bien de ti… ¿no lo entiendes? ¿Después de explicarte tanto, todavía no corregirás tu forma de pensar incorrecta?”

Ignorando sus palabras delirantes, Ikta le dio la espalda al zorro y se alejó. Como la otra parte era un loco, no tenía sentido hablar.

“── Es una pena. Entonces tampoco lo entiendes.” Trisnai murmuró con sombría decepción.

Nueve de la mañana. Los soldados en la línea del frente vieron movimiento en el campo enemigo e informaron a Ikta.

“Por favor mira esto.”

En la parte superior del primer bloque, el joven miró hacia abajo en la dirección señalada por el soldado. La anormalidad era obvia, los soldados Igsem se agitaban entre los dos Bloques que habían caído. Entraban y salían y acumulaban algo.

“Están llenando el espacio entre los bloques quinto y séptimo con madera. No es visible desde aquí, pero lo mismo está sucediendo entre el quinto y el octavo bloque. Intentamos interrumpirlos disparando, pero simplemente comenzaron a moverse detrás de la madera que apilaron, por lo que no fue muy efectivo.”

“Un batallón acaba de llegar del norte y se puso a trabajar de inmediato. Esa parecía ser una unidad que enviaba madera. Si están construyendo un fuerte improvisado, es un poco tarde para comenzar ahora…”

El soldado inclinó la cabeza perplejo e Ikta sacudió la cabeza.

“… Esos no son materiales de construcción, sino leña. Y la mitad de esos deben ser troncos recién cortados que no se hayan secado por completo.”

“Ahh── leña? ¿Quieren encender un fuego allí?”

El joven de cabello oscuro ignoró a los soldados confundidos y continuó:

“Siempre pensé que los soldados enemigos en el día parecen demasiado pequeños en número. Cuando comenzamos la batalla defensiva, probablemente enviaron un batallón al bosque y al pueblo cercano para reunir troncos, y finalmente trajeron los números necesarios hoy.”

“Ya veo… Pero ¿qué significa esto? Este no es un terreno susceptible a ataques de fuego.”

En lugar de una respuesta directa, Ikta miró al cielo y preguntó en voz baja. “¿Crees que la voluntad de los cielos está conmigo?”

Las tropas no pudieron responder a esta pregunta repentina, y el joven continuó con los ojos en el cielo.

“Durante los momentos cruciales, ¿estarán los cielos de mi lado? Escuché que el legendario Capitán Garciev sobrevivió situaciones desesperadas gracias a la ayuda divina, y que fue un hombre amado por el viento y las mareas durante toda su vida.”

Suspiro desde una perspectiva científica, esto es solo consecuencialismo. Las cualidades de un humano no afectarán el clima. Es posible predecir el clima con las experiencias de un marinero, pero ese es un asunto completamente diferente.

Ikta dijo con el tono de un maestro desapasionado y suspiró suavemente.

“La suerte se refiere a un resultado, y no a una cualidad que alguien posee. Incluso si existe una persona afortunada, la ley de probabilidades no se saldrá de sus ojos. La probabilidad de obtener caras en el lanzamiento de una moneda es uno de cada dos. Y, naturalmente, los resultados serán los mismos sin importar quién lo haya lanzado.”

Sus ojos vacilaron en el aire, y poco después, giró todo su cuerpo en la dirección opuesta. La columna de humo rojo claro apareció ante él. Esa fue la señal de humo que estaba enviando a la facción Remeon.

“En este sentido, esta situación no es diferente de lanzar una moneda, con condiciones complicadas. La clave será la fuerza, la dirección y la persistencia. No hay nada que un humano pueda hacer al respecto.”

El joven concluyó en voz baja. Lo que puedo hacer es estar preparado para todo, incluido el peor de los casos pensó Ikta, y su atención regresó del cielo al suelo, mientras les decía a las tropas a su alrededor:

“Transmitir mis palabras a los comandantes en todos los bloques. Este es el plan para la batalla final.”

***

“¡Hemos preparado la leña, teniente coronel Igsem! ¡Ocho soldados recibieron disparos en la pierna durante el proceso, pero todos fueron heridas leves!”

Confirmando que el trabajo estaba hecho, el Mayor Megu informó al comandante de inmediato.

La mayoría de las fuerzas de los Igsem se extendieron en el lado norte de los bloques, entre los bloques quinto, séptimo y octavo que habían capturado en los últimos tres días. Ejercieron presión hacia el primer y segundo bloque desde el norte, pero después del amanecer, no lanzaron ningún ataque, excepto para suprimir el fuego.

“Deje tres pelotones de fuego para encender el fuego y tire de la unidad que estableció el lugar hacia el norte. Después de conectar con esa unidad, ejecute las órdenes que había dado anteriormente.”

“Si. Cuando suene el gong, lanzaremos un ataque total.”

El mayor respondió a la niña de pelo bermellón para confirmar el plan. Sin embargo, los ojos del comandante descansan en la dirección opuesta del enemigo atrincherado.

“… Pero, aun así, este es el cuarto día de batalla. La facción Remeon podría aparecer más allá del horizonte en cualquier momento… ¿Tendremos nuestra oportunidad antes de eso?”

El mayor Megu tenía un toque de inquietud, preocupación y otras emociones en sus palabras. Megu no sabía qué tipo de resultado esperar.

“No tiene sentido preguntarse si vendrá. Solo podemos prepararnos para el momento en que surja la oportunidad.”

La chica de la casa Igsem respondió con precisión, cortando la debilidad de su subordinado. El comandante Megu asintió mecánicamente. Los que trabajan debajo de ella no tenían tiempo para preocuparse.

***

11.00 am. El joven de cabello oscuro podía ver la señal de humo elevándose hacia arriba.

12.00 pm. La bandera ondeó un poco delante de la chica de pelo bermellón, como una ocurrencia tardía.

1.00 pm. En la atmósfera tensa, las tropas de ambos lados comenzaron a pensar que la batalla terminará con este choque final.

1.32 pm. El viento que soplaba desde el norte envió la señal de humo a la deriva hacia el sur.

“……”

1.40 pm. La bandera ondeaba con el viento cada vez más fuerte y no volvía a caer.

“────”

1.55 pm. La señal de humo se desplazó hacia el sur, y las banderas ondearon aún más fuerte con el viento. “Enciende el fuego.”

Las tropas de fuego Igsem encendieron la pila de leña al mando. La gran cantidad de madera se incendió al mismo tiempo, y la humedad en la madera semiseca mezclada comenzó a evaporarse.

2.06 pm. Cuando el viento rozó sus rostros, los comandantes de ambas fuerzas captaron la situación al mismo tiempo.

“Fuerte viento del norte──”

La juventud vio esto como la peor situación. “Fuerte viento del norte──”

La niña vio esto como la mejor oportunidad.

2.11 pm. El gong que anunció la batalla final sonó ruidosamente bajo el cielo azul. “¡Woah…!”

Sucedió de repente, y Matthew se quedó rígido por la sorpresa.

El smog gris fluyó como un tsunami y cubrió los alrededores en poco tiempo. No podían ver al enemigo en el Séptimo Bloque antes que ellos, y la silueta de sus camaradas en el Segundo Bloque también estaba borrosa. Cuando su campo de visión se restringió, los soldados gritaron con inquietud.

El smog del montón de leña ardiente de los Igsem fluyó hacia ellos junto con el viento del norte. Dada la cantidad de madera, el humo parecía demasiado espeso, y eso se debía a que la mitad de la madera quemada aún no estaba completamente seca. Para lograr resultados similares, la facción Igsem mezcló impurezas en el fuego. El olor del smog era diferente al de las hogueras normales.

“¡C-Cálmate! ¡Esto está dentro de nuestras expectativas!”

El joven regordete gritó, y lo hizo para convencerse. Sí, esperaba eso, y esa era exactamente la razón por la que sabía que lo que tenía delante era lo peor que podía pasar.

“¡Todas las unidades, prepárense para enfrentarse al enemigo! ¡Van a cargar directamente!”

Los rostros de los soldados parecían tensos mientras apuntaban sus bozales temblorosos al frente.

“Listo, apunta── fuego!”

Por orden suya, innumerables explosiones de aire comprimido estallaron al mismo tiempo, este fue el comienzo de su infierno.

“Comience la carga.”

Después de que se emitió la orden de una ofensiva total, las tropas de la facción Igsem comenzaron a moverse. El aire que había sido teñido de gris cubrió sus huellas, mientras avanzaban hacia los bloques centrales para lanzar su ataque final.

“¡Wwooooaaahhh!”

Una cortina de humo. La chica de pelo bermellón utilizó un truco simple pero efectivo.

En esta batalla, las defensas del Regimiento del Sol Naciente descansaban en dos puntos fundamentales. Primero fue el alcance y la precisión de los Rifles de aire, y el segundo fue la comunicación ligera rápida y constante entre los bloques. La facción Igsem había estado atacando en la noche en aras de reducir a la mitad la efectividad de la primera.

Sin embargo, este ya era el cuarto día de la batalla, y los refuerzos de la facción Remeon probablemente llegarían antes del anochecer. Ya no podían atacar al anochecer, por lo que los Igsem tuvieron que atacar durante el día.