Musume Janakute Mama ga Sukinano! (NL)

Volumen 6

Capitulo 6: Madre e Hijo

Parte 2

 

 

Ayumu-kun siguió quejándose con una voz que parecía que no había terminado de cambiar.

“¡De todos modos, solo viene a verme porque tiene que hacerlo! ¡Solo quiere deshacerse de la culpa que siente por no haberme criado! ¡Por supuesto que sí! ¡No quiero tener que lidiar con ese tipo de autocomplacencia! Por esa tipa…”


Sus intensas palabras se detuvieron a medio camino.

Splash.

Hielo y agua se vertieron sobre todo el cuerpo de Ayumu-kun.

La culpable fue Miu.

Agarró una taza de la mesa y la vertió sobre Ayumu-kun.

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“Fuah… Q-Qué frío…”

Ayumu-kun se secó la cara a toda prisa.

En ese momento, se le cayó la gorra que llevaba.

“O-Oye, Miu…”

Cuando la miré por reflejo, Miu se quedó mirando fijamente al frente.

Su expresión era una cara seria, pero sus ojos ardían con intensa ira.

“No llames a tu madre ‘esa tipa’.”

El tono de su voz era indiferente, pero inflexible.

Era fácil de entender… ella estaba enojada.

Era quizás la primera vez que veía a Miu tan enfadada.

“¡N-No me jodas…! ¡En serio, ¿qué demonios te pasa…?! ¡Mierda!”

La cara de Ayumu-kun se contorsionó en humillación y huyó apresuradamente de la escena.

Salió corriendo desde los asientos de la terraza y atravesó la puerta que daba al exterior.

“¡A-Ayumu-kun!”

Me apresuré a ir tras él, pero el niño pronto desapareció de mi vista.

“…N-No puede ser. ¿Qué hago…?”

“Yo iré tras él.”

Ante mi pánico, Ta-kun se levantó.

“Ta-kun…”

“Ayako-san, tú y Miu esperen aquí a Oinomori-san”, dijo Ta-kun con una voz tranquila.

Pude ver algo de impaciencia en él, pero parecía estar más calmado que yo.

“…Taku-nii, por favor”, dijo Miu casi en un susurro.

Tenía una mirada avergonzada en su rostro, como si la rabia de antes no hubiera existido.

“Lo siento. Perdí los estribos…”

“Está bien.”

Después de tocar la cabeza deprimida de Miu con una palmadita, recogió la gorra que había dejado caer Ayumu-kun y salió corriendo tras él.

***

 

 

Pude encontrar a Ayumu-kun inesperadamente pronto.

Puede ser grosero decir esto, pero… de alguna manera, sabía que no iría muy lejos.

Pensé que se escondería en algún lugar cercano.

En un lugar donde alguien pudiera perseguirlo y encontrarlo.

Y mi suposición fue correcta.

Se encontraba en un espacio entre dos edificios a menos de 50 metros de la cafetería.

Ayumu-kun estaba agachado en un lugar oscuro incluso de día.

“…Te encontré.”

Exhalé aliviado y me acerqué a él.

Ayumu-kun me miró por un momento, pero no escapó.

Gracias a que no llevaba puesta su gorra, ahora podía ver su rostro con claridad. Su cara era todavía muy joven y me di cuenta una vez más de que todavía era un niño.

Me agaché junto a él a un metro de distancia.

“Este… Lo siento, Ayumu-kun. ¿Estás bien?”

“…¿Por qué te disculpas?”

“No, bueno, por alguna razón.”

Porque ella podría convertirse en mi futura hija, aunque por supuesto, no lo dije.

“No lo entiendo… ¿Qué le pasa a esa maldita mujer…?” dijo Ayumu-kun, distorsionando su joven rostro con pesar. “Esa tipa nunca sabrá lo que estoy sintiendo… ¡Es una chica que ha crecido amada y en paz, con una madre que parece amable…!”

“……”

Me las arreglé para reprimir el contraargumento que estaba en mi garganta.

No estaba seguro de si debía hablar de la privacidad de Miu sin su permiso.

Pero ella ciertamente lo dijo.

Miu me dijo “Por favor”.

Estoy seguro de que es una solicitud que también incluye esta parte.

“Miu… Esa chica no ha vivido tan en paz como crees”, dije. “Cuando era pequeña, perdió a sus padres.”

“…¿Eh?”

“Fue hace unos diez años. Cuando Miu estaba en la guardería, su padre y su madre murieron en un accidente.”

Ayumu-kun ensanchó los ojos, boquiabierto.

Parece que no podía creerlo.

“E-En ese caso… ¿quién es esa señora de grandes pechos…?”

…Si se intenta describir a Ayako-san en términos de su apariencia, me pregunto si la sensibilidad y el vocabulario que usó Ayumu-kun de “señora de grandes pechos” es lo que se vendría a la mente. Quería refutar varias cosas, pero decidí dejarlo pasar por el contenido de la historia.

“Ayako-san es la hermana menor de la mamá de Miu… en otras palabras, es su tía. Pero muchas cosas pasaron y ahora es la madre de Miu en el registro familiar.”

“¿Qué rayos…?”

“Bueno, esa es la historia… No es una chica que ha vivido tranquilamente sin problemas, como dijiste.”

“…¡N-No me importa! ¡No me importa cuáles sean las circunstancias de esa mujer!”

Aunque se negó fuertemente, su voz temblaba violentamente.

Debía de tener algunos pensamientos al respecto y sus sentimientos debían de estar sacudidos.

“Así es, no importa. El hecho de que algo haya sucedido en el pasado no es una buena razón para echarte agua encima. Pero… quiero que lo entiendas un poco. Que pienses en ello. ¿Por qué Miu se enojó?”

“…E-Eso es.”

Su joven voz se volvió cada vez más débil.

“Estaba enfadada conmigo… Por comportarme tan cretino con mi propia madre.”

“Creo que eso es parte de ello… pero no creo que sea lo único. Quizás Miu pensó que era un desperdicio.”

“¿Un desperdicio?”

“Estás con tu madre, pero no puedes apreciar ese tiempo… Creo que ella pensó que era un desperdicio para ustedes dos.”

Un desperdicio.

Probablemente Miu pensó eso.

Creo que se sintió frustrada al ver cómo Ayumu-kun evitaba comunicarse con su madre fingiendo que estaba jugando, quizás por vanidad u orgullo.

“…¿Cómo lo sabes?” dijo Ayumu-kun tajantemente. “En primer lugar… ¿quién eres?”

“…¿Hm?”

“Parece que sabes mucho, pero… ¿quién eres y qué eres para ella? No eres su hermano, ¿verdad…?”

Oh, ya veo.

Todo fue tan repentino que solo he dicho mi nombre.

“Y-Yo soy, bueno… soy alguien que podría ser su padre en el futuro.”

“…¿Eh? ¿Eh?”

Cuando le dije la verdad después de algunas dudas, Ayumu-kun se sorprendió mucho.

Me miró sorprendido.

“E-Entonces, esa señora de grandes pechos…”

“Sí… es correcto. Estamos saliendo.”

“¿C-Cuántos años tienes?”

“Tengo 20…”

“¿Y esa señora…?”

“…Ella está en sus treintas.”

“…E-Eres increíble.”

Fui elogiado.

Mejor no indaguemos en el significado del cumplido.

“Bueno, en fin… Todos pasamos por mucho y tenemos mucho en lo que preocuparnos y pensar. Adultos y niños. Adolescentes, veinteañeros, treintañeros… y hasta cuarentones.”

“……”

“No, lo siento. No estoy tratando de sermonearte ni nada por el estilo”, dije, devolviéndole la gorra. “Solo ustedes dos pueden pensar en su problema de madre e hijo. Como terceros, nosotros no podemos hacer nada. Pero… es un poco diferente cuando lo único que haces es jugar todo el tiempo y apartas la mirada y no miras a tu madre.”

“…Mm.”

Se sujetó la gorra y, aunque fue pequeño, Ayumu-kun ciertamente asintió.

“No creo que sea necesario llevarse bien o sentirse extrañamente apegado a ella solo porque es tu madre biológica. Si realmente crees que es una molestia, entonces deberías discutirlo apropiadamente…”

“N-No es así”, gritó por reflejo. “No creo que sea una molestia… Antes solo lo dije porque estaba harto e irritado… porque esa chica me estaba fastidiando… así que yo simplemente perdí los nervios y lo dije.”

Continuó con una voz que parecía a punto de llorar.

“No lo sé… No sé qué hacer… Incluso si es mi madre, no sé qué debo hacer… No sé lo que piensa ella de mí y no sé qué decirle… Por eso, aunque sabía que no debía, empecé a jugar todo el tiempo sin mirarle…”





“……”

“En realidad… siempre he querido conocerla. Siempre me había preguntado cómo era mi mamá… Es una persona tan hermosa y genial y además es la presidenta de una empresa… Yo estaba feliz, pero… estaba asustado porque me preguntaba si una persona tan extraordinaria estaría interesada en mí… Por mucho que fuera su propio hijo… es imposible llevarse bien si no nos hemos visto durante diez años…”

Las palabras dichas en murmullos sonaban como sentimientos genuinos que se habían filtrado.

Por primera vez, el niño que había estado en guardia estaba desnudando su corazón y expresando sus verdaderas emociones.

Lo que parecía una actitud fría era, al parecer, la forma que tenía el niño de escapar y defenderse.

Es más fácil renunciar a la comunicación desde el principio que intentar llevarse bien y fracasar.

Prefiere actuar como si la odiara y ser odiado que intentar acercarse a ella y ser odiado, de esa forma no saldría lastimado.

Este comportamiento es algo contradictorio, pero creo que fue el resultado de su lucha desesperada.

“…No se suponía que fuera así. En realidad, yo quiero ser más…”

Finalmente, su voz se apagó y trato de esconder su rostro con la gorra.

No dije nada y solo le acaricié la cabeza.

***

 

 

Había recibido un mensaje de Ta-kun diciendo que había encontrado a Ayumu-kun.

Después de eso, Oinomori-san regresó en 20 minutos como declaró. Por lo que pude escuchar de los detalles del problema, no era algo que pudiera arreglarse en 20 minutos por muy capaz que fuera, pero aun así se las arregló desesperadamente para darle una solución temporal.

Le expliqué la situación a Oinomori-san cuando regresó y las tres inmediatamente nos dirigimos al lugar donde Ayumu-kun estaba con Ta-kun.

Sin embargo, no mostramos la cara de inmediato y nos escondimos y escuchamos la conversación entre ellos.

Porque Ta-kun me lo pidió en el mensaje.

“Por favor, danos algo de tiempo. Vamos a hablar de hombre a hombre”.

“…Soy tan patética, en serio.”

Después de escuchar la conversación entre Ta-kun y Ayumu-kun…

Oinomori-san habló con voz débil y se agachó en el lugar.

“Ciertamente… pensé que me odiaba. Es natural que una mujer que lo abandonó durante diez años sea odiada y no puedo quejarme si me resiente. Pero por mucho que me odiara, pensé que intentaría acercarme a él como madre… Cielos. Parece que no sabía nada de él.”

Se rió con autodesprecio, pero un poco aliviada.

Ayumu-kun no odiaba a Oinomori-san.

Su actitud brusca solo se debía a sus propias circunstancias y sentimientos.

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Se sintió aliviada al saberlo, pero al mismo tiempo se sintió decepcionada por no haber podido entender nada sobre su hijo.


“No estoy calificada para ser madre.”

“…Eso no es cierto”, dije. Luego continúe con una sonrisa levemente malvada. “No se trata solo de que no estés calificada, se trata de algo más que eso. Todavía no estás en la línea de salida, ¿verdad, Oinomori-san?”

“……”

“Solo porque estén emparentados no significa que vayas a ser una buena madre… Y el hecho de que no hayas dado a luz directamente no significa que no puedas ser una buena madre.”

Lazos sanguíneos.

El dolor al dar a luz.

Estas cosas son muy importantes, pero eso no lo es todo.

Eso por sí solo no determina tu valor como madre.

“Que hayas dado a luz o que la acogiste y se convirtió en tu hija en el registro familiar… No creo que eso sea lo que significa ser madre.”

Los días de la última década pasaron por mi mente.

Todos los días que pasé con Miu.

Nunca me he casado ni he dado a luz, pero un día de repente me convertí en madre y logré salir adelante mientras luchaba y tanteaba a ciegas en un terreno desconocido para mí.

Y en el proceso, Miu y yo nos convertimos en madre e hija…

“Vivir muchas cosas juntos, superar muchas dificultades juntos, y así, poco a poco, crear recuerdos juntos… Creo que así es como se construye gradualmente la relación entre padres e hijos”, dije.

De empleada a presidenta… No.

De madre a una nueva madre.

“Apenas estás en el punto de partida. Creo que, de aquí en adelante, te convertirás poco a poco en una madre.”

“…De aquí en adelante, eh.”

Oinomori-san se rió.

“Fufufu. Se siente extraño. Nunca pensé que llegaría el día en que tú me sermonearías.”

“E-Esa no era mi intención…”

“Pero tienes razón. Cuando se trata de ser madre, tienes diez años de experiencia más que yo.”

“……”

“Tendré en cuenta las palabras de mi gran senpai.”

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Oinomori-san sonrió gentilmente.

Yo también sonreí.

Pero entonces…

“…Deja de hacerte la genial.”

Miu, que estaba al lado, nos interrumpió con un tono frío.

“De repente actúas como si lo supieras todo, pero al principio lo malentendiste, ¿no? Cuando viste a Oinomori-san con Ayumu-kun armaste todo un escándalo porque pensaste que era una sugar mommy.”

“¡Espera! ¡M-Miu…!”

“…¿De verdad pensaste eso, Katsuragi-kun?”

“N-No es así, Oinomori-san… Simplemente saqué conclusiones precipitadas… debido a tu actitud habitual… Ah, no, este…”

Ambas se me quedaron mirando y me fui haciendo cada vez más pequeña.

“…Fufu. Bueno, está bien. Supongo que se podría decir que voy a hacer actividades de mamá.”

Finalmente, Oinomori-san se puso de pie.

Y su usual sonrisa intrépida se esbozó en su rostro.

“Es hora de ponerme seria y hacer actividades para convertirme en madre.”

***

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Oinomori-san apareció de repente.

Se paró orgullosa en el callejón trasero entre los edificios, mirándonos.


Ayumu-kun y yo nos levantamos por reflejo.

Sentí que era más alta que antes. Probablemente porque estaba de pie con la espalda recta y en una buena postura. Cuando la vi por primera vez hoy, se veía tan pequeña e insegura de sí misma.

Pero ahora es diferente.

Solo la he visto unas pocas veces, pero podía sentir la noble dignidad que sentí cada vez.

La arrogante y majestuosa figura de Yumemi Oinomori pasó junto a mí y se paró frente a Ayumu-kun.

“E-Este… yo.”

“…Ayumu”, dijo Oinomori-san.

En un tono algo monólogo.

“Ayumu… Escrito como ‘caminando hacia tu sueño’, Ayumu. No sé si te lo dijo tu padre o tus abuelos, pero a mí se me ocurrió ese nombre.”

“Eh…”

“Realmente me gusta mi propio nombre, Yumemi. Siempre he pensado que es genial tener la palabra ‘sueño’ en tu nombre. Así que decidí que, si algún día tenía un hijo, definitivamente lo nombraría con la palabra ‘sueño’.”

“……”

“Lo pensé muy seriamente a mi manera. El nombre de mi hijo al que amaría y criaría. No suelo dar mucha importancia a la adivinación, pero… compré un montón de libros sobre el tema y estudié los trazos y todo.”

Luego, bajó un poco la mirada y esbozó una sonrisa efímera.

“Siento mucho no haber podido… criarte o darte más amor. Lo único que pude darte como madre fue tu nombre.”

“……”

“Por eso… a partir de ahora, quiero darte lo que pueda.”

Después de decir eso, Oinomori-san se agachó un poco y bajó la cara.

Alineó su línea de visión con la de Ayumu-kun y lo miró fijamente.

“Y quiero que tú me des muchas cosas, Ayumu.”

“¿Yo…?”

“Oh, claro. En otras palabras, tenemos en cierto modo una relación de iguales.”

Diciendo eso, sonrió con orgullo.

Era una sonrisa irónica y feroz, típica de ella.

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“Sí, sí. Iguales. Sí. Es mejor así. Supongo que me sentía culpable y trataba de actuar como una madre y por eso no me sentía cómoda del todo.”

Como si estuviera satisfecha con eso, continuó.

“No te he visto en diez años. Que actúe de repente como una madre solo sería molesto para ti y también para mí. Empecemos con, veamos…”

Allí, Oinomori-san miró hacia un lado por un momento.

Al final de su línea de visión estaban Ayako-san y Miu, que aparecieron en el callejón trasero.

Las miró y sonrió levemente.

“¿Por qué no empezamos como si fuera tu tía?” dijo ella.

El significado de esas palabras… lo entendía muy bien.

Una tía.

Eso es exactamente lo que Ayako-san era para Miu.

Al principio, ella era la hermana de su madre y su tía.

Pero Ayako-san se convirtió en la madre de Miu.

En el transcurso de diez años, las dos se convirtieron en verdaderas madre e hija.

“No tienes que pensar en mí como tu madre y no tienes que llamarme ‘mamá’ si no quieres. Pero, bueno, tuvimos la suerte de volvernos a encontrar. Valoremos la relación que tenemos y pasemos un buen rato.”

“…Mm.”

Ayumu-kun asintió levemente, avergonzado.

“Intentemos… llevarnos bien.”

“…Fufu. Sí, llevémonos bien.”

Oinomori-san sonrió con satisfacción y extendió los brazos.

“Ven aquí.”

“¿Eh?”

“¿Qué pasa? Siempre hay un abrazo apasionado en estas situaciones, ¿no?”

“…No, e-eso es.”

“Ey, muy lento.”

“U-Uwaa…”

Cuando Ayumu-kun vaciló avergonzado, Oinomori-san lo abrazó a la fuerza.

“Wajaja. ¿Qué te parece?”

“D-Detente… ¡Detente! ¡¿Por qué tan de repente?!”

“Lo siento. Pero la verdadera yo es una persona con este tipo de ritmo y energía.”

“¡S-Suéltame! ¡No lo hagas por tu cuenta! ¡D-Dijiste que éramos iguales, ¿no?!”

“Igualdad significa que puedes hacer lo que quieras sin reservarte.”

“¡¿No es todo lo contrario?!”

“Cielos, qué ruidoso eres. Los niños deben guardar silencio y escuchar a su madre.”

“¡¿Estás actuando como una madre?!”


“Wajajaja.”

Ayumu-kun forcejeó para escapar, pero ella continuó abrazándolo con todas sus fuerzas.

Era un abrazo fuerte y apretado.

“…Has crecido mucho, Ayumu.”

El rostro de Oinomori-san al murmurar eso y sonreír era infinitamente gentil, cálido y lleno de maternidad.

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