Maou-sama Retry! (NL)

Volumen 7

Capitulo 9: La Capital Arde

Parte 15: Alboroto I

——Cerca de la frontera de las Ciudades-Estado.

Mientras el Señor Demonio sembraba el caos en los suburbios de Euritheis, Hearts había comenzado su operación para destrozar una parte del territorio de Gorgona, iniciando un motín a gran escala con mil de sus combatientes.

“¡Pongamos este espectáculo en marcha!” Hearts rompió su látigo BDSM para comenzar la infiltración. La dominatriz travesti, a pesar de sus características complejas, era una de las cuatro mejores del Jack of All Trades y más que un luchador competente como tal.

La noticia de su infiltración y alteración del territorio de Gorgon llegó rápidamente a su líder.

“Jack, ¿eh?”

Las Ciudades-Estado eran una nación única compuesta por varias ciudades soberanas, cada una con sus propias leyes, cultura, paladar y más. Las jerarquías complejas y los acuerdos comerciales formaron un sistema entre las ciudades-estado en el que innumerables empresas comerciales competían día tras día. Uno de ellos era la Compañía Gorgon, también conocido como Ciudades-Estado Alpha.

“Había esperado algo como esto de él…” Gorgon se rio entre dientes. Sus ojos brillaban con tanta nitidez y frialdad como una hoja de hielo detrás de un par de gafas sofisticadas, lo que no hizo nada para enmascarar la naturaleza cruel y calculada que mostraba en su mirada. Había heredado la Compañía Gorgon a la temprana edad de veintitrés años, su esbelta estatura vestía un traje a rayas. En resumen, era un mafioso. De hecho, la Compañía Gorgon había comenzado como un grupo mercenario; siempre habían tenido un lugar en la clandestinidad, que utilizaron en combinación con su negocio legítimo para convertirse en el sindicato que eran hoy. “Llegó antes de lo esperado. Parece que la caída del obispo hizo el truco…”

A Gorgon no le sorprendió que su compañía chocara con la de Jack. Eso fue el resultado de una progresión natural; simplemente lamentó el cambio en su horario intrincadamente diseñado que, sin que él lo supiera, había sido causado por el Señor Demonio.

“El Jack of All Trades…” Una anciana sentada junto a Gorgon dejó tranquilamente su taza de té. “Qué espantoso”.

La mansión de Gorgon estaba ocupada exclusivamente por mujeres mayores. Aunque la apariencia de Gorgon era sorprendente incluso para los hombres, era un gerontófilo severo, tanto que cualquier hombre o mujer joven en su vecindad le causaría ansiedad y náuseas.

“No hay necesidad de asustarse, Catherine. El perro rabioso no tenía adónde correr más que aquí”. Gorgon continuó explicando pacientemente, su comportamiento despiadado reemplazado por completo con lo que parecía ser amabilidad. “Al norte de Ruri se encuentra Milk y sus extensos pastos. El perro rabioso no tiene ninguna infraestructura para poner en circulación productos lácteos y de cuero y proporcionarlos a los comerciantes”.

Tal proceso requirió pasar por numerosos controles aduaneros, múltiples rutas diferentes para entregar el producto con acceso a muchas rutas terrestres y marítimas, un amplio conocimiento sobre los productos y años de experiencia. Incluso entonces, todo se habría desperdiciado sin la confianza de los individuos poderosos de todo el mundo, además de los comerciantes. Y los comerciantes de este continente no eran tan crédulos como para confiar en gente como Jack, quien solo ganó su posición a través de sus puños.

“Hacia el oeste se encuentra el Tártaro y la guerra”.

“Había un país con un nombre extraño al sur…”

“¿Edogawa, quieres decir? No hay mucho que ganar aparte de los complejos turísticos. Sin mencionar el riesgo de compartir frontera con Animania”.

Alzando su taza de té, Gorgon reflexionó. El este era la única dirección a donde ir. Teniendo en cuenta todas las cosas sobre las otras Ciudades Estado, su único camino lógico para trazar era Euritheis. Con dos fuerzas opuestas cargándose entre sí, era solo cuestión de tiempo hasta que chocaran. Lo que complicó el asunto fue el Señor Demonio.

“Pero Don…”

“Te dije que me llamaras por mi nombre cuando estemos solos, Catherine”.

Catherine se sonrojó cuando el aire de la habitación cambió. Gorgon no estaba interesado en ninguna mujer menor de sesenta años y veía a cualquier mujer por debajo de ese umbral como repugnante. Sin embargo, llegaron más noticias a su íntima sala de juegos.

“¿Rey…? ¿De Barrio del Cielo?” Un documento proporcionado por otra anciana estaba inscrito con un nombre que no tenía por qué estar allí.

Parecía que Hearts y sus hombres estaban mencionando vengativamente el nombre mientras se rebelaban, iniciando rumores de que miembros de Barrio del Cielo estaban participando en el ataque.

“Por qué están en nuestro territorio…” murmuró Gorgon. Eran una empresa de mercenarios que trabajaba en el extremo oeste de las Ciudades-Estado; no tenían ningún derecho a entrometerse en un conflicto aquí. Gorgon habría considerado demasiado arriesgado atacar las ciudades estado si hubiera estado en su lugar. “Eligieron la publicidad sobre las ganancias…” Los ojos de Gorgon brillaron. Con el origen compartido como mercenario entre el clan de Gorgon y Barrio del Cielo, sintió un poderoso disgusto por ellos. “Tontos arrogantes…” Un grupo recién fundado les había atacado, una de las compañías mercenarias mejor establecidas y más antiguas del continente, y esto era un insulto insoportable para Gorgon. “Catherine, ¿le dirás a Jake que se trague la rata entera, por favor?”

“L-Lo haré…”

El juego del gato y el ratón entre la Compañía Gorgon y el equipo guerrillero de Hearts. Esto, por supuesto, fue solo el acto de apertura a un conflicto mucho mayor.

***

Mientras tanto, Spades y sus hombres habían regresado a Jack en un estado patético: huesos destrozados misteriosamente por todo el cuerpo, así como desnudos y arrojados a las calles.

Jack gritó, rojo de rabia. “¡¿Qué diablos pasó?!” Levantó a Spades por el cabello y abrió la boca.

Spades jadeó, “Algunos… hechizos… Nunca… lo vi…” Sus hombres confirmaron esto, gimiendo de dolor.

“¿Rey lanzó un hechizo…?” Por lo que Jack había oído, Rey era un gran guerrero en combate, pero no un hechicero. ¿Qué mercenario, que se ganaba la vida con su reputación, no presumiría de un hechizo tan notable? Uno que podría desmoronar a doscientos luchadores de élite de un solo golpe…

La idea le dio a Jack dudas por primera vez: ¿debería enviar más hombres para enfrentarse a Rey? Especialmente después de escuchar que los residentes de los barrios bajos fueron los que arrojaron a Spades y sus hombres a las calles.

“Rey tiene la suciedad de los barrios bajos de su lado…” Jack gruñó.

“P-Pero, jefe, esa gentuza no hará mella en la Compañía, no importa cuántos Reyes tenga de su lado”, dijo Diamond.

Jack negó con la cabeza, exasperado por la falta de imaginación de Diamond. Sus superiores eran todos luchadores formidables, pero pocos tenían mucho cerebro. La estrategia y la toma de decisiones se le dejaron solo a él.

“No hará mella, ¿eh…? ¿Cuántos crees que viven en ese vertedero,

Diamond?”

“¿Eh…? C-Como quinientos, probablemente…”

“¡¿Cuántos años atrás fue eso, idiota?! Dos mil es una suposición baja, incluidos sus mocosos”.

“P-Pero podríamos eliminar a esos bastardos de piel y huesos en cualquier momento que…”

“Cállate.” Jack aspiró un poco de humo de cigarro y despidió a Diamond con la mano como si no pudiera molestarse en dar explicaciones. Jack estaba preocupado por la gran población de enemigos potenciales dentro de las murallas de la ciudad, independientemente de su nivel de amenaza actual.

No temía el tamaño de una invasión extranjera, pero un grupo terrorista potencial de dos mil durmiendo dentro de su territorio era otra historia. La férrea defensa de la capital no sirvió de nada cuando empezaron a saquear y destruir la ciudad desde el interior.

“Pensé que era extraño cuando se fue directamente a los barrios marginales… Este fue su plan desde el principio”. Jack gruñó ante el uso inesperado de la estrategia de quien había considerado un cabeza hueca en el campo de batalla.

Rey había venido solo, no por imprudencia descarada, sino con un plan para hacer un aliado de la clase más baja. Lo estás haciendo más interesante de lo que pensé, Rey… Cuando Jack se dio cuenta de la formidabilidad de su enemigo, también se sintió aliviado.

Podía entender a alguien capaz de ese tipo de cálculo más que a un loco listo para cargar en territorio enemigo solo sin pensarlo. Como gobernante, temía un caso atípico: alguien sin ton ni son, que ejercía una violencia sin sentido sin causa. Esa descripción se asemeja más a un monstruo que a un humano.

“Rodea los barrios bajos, Diamond. No dejes salir ni una sola rata. Si alguien intenta abrirse paso, mátalo en el acto”.

“¡Sí, jefe!”

“Acorralaremos a Rey en los suburbios. Las Cinco Estrellas se ocuparán de él”.

Con eso, Jack se puso su vestido de piel de tigre. En breve, se esperaba que asistiera a una ceremonia en el coliseo. Como ex gladiador, era partidario de asistir a estos eventos, pero si no se presentaba, se podía ver como él se acobardaba por el ataque.

“No se preocupe, Rey… enviaré lo que quede de usted a Barrio del Cielo”. Jack salió pisando fuerte de la habitación y recuperó la compostura como dictador.

Con un llamativo batallón como séquito, se dirigió al coliseo como si no le prestara atención a su conflicto con Gorgon. Si bien los ciudadanos de la capital tenían emociones encontradas sobre la apariencia de Jack, ninguno tuvo la fuerza para desafiarlo. Ir en contra de la Compañía les haría ganar un boleto de ida a los barrios marginales.

Todavía no han hecho un revuelo loco… Jack se burló de la oveja que se arrastraba hacia él con la mirada. Cuando llegó por primera vez a la ciudad como esclavo, se encontró con ojos de desdén. La gente le había arrojado piedras y le había escupido en la cara, como si fuera un intocable; ahora, la gente de la ciudad se inclinó ante él, cantando su nombre, adulando. Estúpida oveja… Los estrujaré a todos hasta que mueran.

Este era el método de Jack para vengarse de Euritheis en su conjunto, donde había pasado días de miserables dificultades. Como villano de clase mundial, su venganza había alcanzado una escala enorme.

El coliseo… Todo comenzó desde aquí… A medida que se acercaba el anochecer, el coliseo apareció a la vista. Había pasado sus años de formación aquí, luchando contra oponentes de todas las formas y tamaños, incluidos humanos, bestias e incluso monstruos, mientras luchaba por sobrevivir. A menudo peleaba cubierto de su propia sangre mientras la audiencia reía y apostaba por su vida. Fueron días de tortura que no quería recordar.

Y ahora, cada luchador y espectador está bajo mi control… Jack entró al coliseo con una fanfarria resplandeciente y se encontró con el calor particular de la arena, atendido por jugadores y la clase alta con demasiado tiempo libre.

La lucha siempre ha sido un deporte para espectadores a lo largo de la historia con fanáticos dedicados. En el coliseo, se hicieron apuestas abiertamente sobre quién sobreviviría, abriéndose costosas botellas de vino de izquierda a derecha.

Mientras los combatientes mataban para sobrevivir, los ricos y sus escoltas profesionales discutían sobre los combatientes y sus predicciones como si fueran maestros combatientes, bebiendo botellas de vino, cada una con un precio aproximado al salario promedio de un plebeyo en la ciudad.

Los platos de comida que se extendían ante ellos también eran sorprendentemente lujosos. Era difícil de creer que el coliseo residiera en la misma ciudad que los barrios marginales. La sección de audiencia del coliseo estaba separada por clases, y Jack se dirigió al palco real.

“¿Se están divirtiendo, idiotas hijos de puta?” Con los brazos abiertos, Jack gritó en un micrófono hecho con una piedra de hechizo de viento.

Los espectadores respondieron con los puños en el aire, silbando y gritando.

“¿Qué enfrentamientos tienes para nosotros hoy, Jack?”

“¡Viva Euritheis! ¡Traigan a esos bastardos de Ciudades-Estado aquí y golpéelos hasta matarlos!”

La multitud parecía apoyar la aparición de Jack a pesar de los rumores de conflicto con la Compañía Gorgon. Después de todo, estaban en la meca de la competencia, donde solo los fuertes eran recompensados.

Después de saludar lo suficiente a la multitud, Jack miró al ministro (que ya estaba sentado) con una mirada penetrante. El ministro saltó como un saltamontes e hizo una profunda reverencia, lo que claramente significaba su dinámica de poder.

“H-Hubo algo de conmoción en…”

“No es asunto tuyo. Está bien”.

“P-Pero hay rumores sobre la Gorgon…”

“¿Me estás haciendo repetir?” Jack miró al ministro con el ceño fruncido, quien rápidamente volvió a sentarse, mirando hacia adelante con la espalda recta y las manos en las rodillas. Era el único en todo el coliseo que estaba sentado así.

“El idiota está atrapado en los suburbios. Voy a derribar a Gorgon al mismo tiempo”.

“E-Entendido…” El ministro de aspecto tímido estuvo de acuerdo, suplicando a los Ángeles ya la Gran Luz que lo alejaran del hombre rabioso lo antes posible. Quizás era parte de la naturaleza humana rezar a cualquier cosa que uno pudiera pensar en tiempos de contienda, incluso si no tenían fe en estas deidades en su vida cotidiana.

Al ver que Jack estaba sentado, el maestro de ceremonias se hizo cargo, anunciando ruidosamente los partidos y torneos más destacados del día. En cada anuncio, la audiencia se encendía cada vez más, y sus vítores se hacían cada vez más fuertes.

Pronto, el combate comenzó en todos los rincones de la arena, llenando el coliseo de derramamiento de sangre y apuestas. El concurso de vida o muerte brindó un entretenimiento incomparable a los invitados.

Cayó la noche a medida que avanzaban los encuentros y la audiencia se embriagaba más. Las burlas se estaban volviendo más comunes, y algunos espectadores en los palcos de primera clase incluso habían comenzado a participar en actos lascivos, convirtiéndose en un festival manchado de sangre.

Jack soltó una risita mientras imaginaba las ganancias de la noche. Ahora, ¿dónde dejar ese Krack…? Será una enorme pila de oro.

Las medicinas dejadas en el cargamento del obispo probarían ser una prueba de sus habilidades para hacer negocios: distribuirlas en pequeños lotes o vender todas las existencias de una vez. Tal vez me limite a sacudir a Suneo por el dinero a cambio de entregar el cargamento.

Como una deliciosa venganza por recurrir a Barrio del Cielo y Gorgon, podría exigir que pagaran una considerable suma por los bienes robados. Rey debería estar ya atendido… Me pregunto en qué estado estará su cuerpo. Imaginando al Rey asesinado como una rata de alcantarilla en un rincón de los barrios bajos, Jack levantó su copa en un saludo burlón.

El propio rey se había despertado casi al mismo tiempo que Jack había llegado al coliseo. El anochecer había llegado, y una tensión peligrosa rodeaba los barrios marginales, ya que estaban cerrados para no dejar salir ni una sola alma. Una guerra callejera a gran escala parecía inminente.

Al menos dormí un poco… La fuente del catastrófico malentendido y el desencadenante de todos los eventos de hoy acababan de completar un curso completo de idioteces: comer y beber en toda la casa de otra persona antes de dormir en la cama de una dama sin su permiso.

“Buenos días, Maestro”.

“¿Hm? ¿Dormí hasta la mañana…?”

“Son las cinco de la tarde, pero la mañana comienza cuando se despierta, Maestro”.

¡Eso es ridículo! El Señor Demonio simplemente le ordenó a Ren que llamara a las hermanas y volvió a cerrar los ojos. Estaba listo para perseguir su objetivo inicial de hacer preguntas sobre la mazmorra.

Entraron las hermanas. Eran casi irreconocibles, incluso con un brillo saludable en el cabello y la piel. La recuperación de Resistencia dominada los había revitalizado de la cabeza a los pies.

“Señor Rey, muchas gracias por brindarle a mi madre una medicina tan valiosa… ¡Gracias!”

“¡Gracias por la deliciosa comida, Señor Rey!”

“No hay necesidad de agradecerme, pero mi nombre no es Rey. Es Hakuto Kunai. Recuérdalo bien”. El Señor de los Demonios pareció aliviado de finalmente haber sacado esto.

Las hermanas compartieron una mirada antes de mostrar un confiado acuerdo. “¡Sí, Rey Kunai!”

“¡Rey Kunai!”

“¡Espera! ¡Deja el Rey, por el amor de todo! ¡Solo quieres llamarme así, ¿no?! ¡Sabes lo que estás haciendo!” El Señor Demonio continuó divagando, pero su título ya había sido inculcado demasiado profundamente en las hermanas para que él las corrigiera de alguna manera. Las hermanas incluso parecían sentirse orgullosas del glamoroso título. “No importa… me ocuparé de eso más tarde. ¿Qué puedes decirme sobre la mazmorra en esta ciudad?”

“¿La mazmorra?” La hermana mayor comenzó a transmitir datos que conocía sobre el calabozo de la capital. Ella mencionó que se podía obtener un botín de los monstruos, pero que la mazmorra no se manejaba de manera muy justa.

“Blue Bricks, ¿eh…? Realmente no suena como una mazmorra”.

“Yo también solía enamorarme, pero plantan artículos raros. Todo el mundo pierde la cabeza por ellos”.

“Una planta… Es un método probado por el tiempo, seguro”.

En este punto, el Señor Demonio fue informado de los nombres de la familia: Warin, la hermana mayor; Urin, la hermana menor; y Marin, la madre. Estos nombres evocaban una cierta máquina de pachinko en la mente del Señor Demonio, pero borró la imagen de sus pensamientos. Sin embargo, dio lugar a una idea. “Si el rastreo de mazmorras es una forma de juego, tendrían que mostrar grandes ganancias de vez en cuando”.

Los letreros parpadeantes del premio mayor, los ganadores de la lotería en las noticias y todo el alboroto de los grandes ganadores en los casinos fueron diseñados para hacer que la gente sueñe consigo misma en su lugar, atrayéndola hacia el peligroso vicio. Por supuesto, esos grandes ganadores habían superado las probabilidades astronómicas, y las experiencias de juego de la mayoría de las personas estaban en números rojos. Simplemente, no se llamaría juego si uno pudiera seguir ganando sin hacer trampa.

“Me han exigido que entre al coliseo para pagar mi deuda… ¡La gente muere allí todos los días y creen que es un juego! Mi padre todavía está preso allí…”

“Un juego…” Acostado en la cama, el Señor Demonio frunció el ceño al techo. Si el coliseo hubiera sido un mero juego de niños, no le habría prestado ninguna atención. Pero un juego de vida o muerte… Tenía cierta experiencia en eso; incluso sintió una pizca de indignación de que se atrevieran a organizar un juego de vida o muerte sin él. Después de todo, la mitad de su vida la había pasado en una batalla real que invadía el mundo real. “¿Qué piensas, Ren?”

“No puedo imaginar que sea nada bueno si está dirigido por el Jack of All Trades”.

“Hm. Echemos un vistazo, entonces”.

Ren sostuvo las manos del Señor Demonio entre las suyas, comprendiendo que iba a Quick Travel, un método de transporte que les parecía ordinario, pero que sería una pesadilla increíble para Diamonds, que tenía los barrios marginales rodeados con tanta fuerza que podía evitar un solo error de escapar.

“Estaré fuera por un tiempo”, anunció el Señor Demonio. “Siéntete como en casa”.

En un abrir y cerrar de ojos, Ren y el Señor Demonio desaparecieron, con su presencia y todo. Las hermanas exclamaron sorprendidas, pero no quedaba nadie en la cama.

“¡El Señor Rey es un mago increíble!”

“¡La magia del Rey del Señor Rey!” Las hermanas lloraron.

El simple acto de entrar en Posición Sigilosa seguido de un Quick Travel parecía nada menos que un espectacular hechizo mágico. Esta decisión pronto conduciría a otro extraño malentendido en los barrios bajos, que, para ser justos, fue totalmente culpa del Señor Demonio.

Una vez que estuvieron en la calle principal, el Señor Demonio y Ren caminaron por la carretera, permaneciendo cómodamente indetectables entre el bullicioso tráfico peatonal. Hablando entre ellos a través de la comunicación a medida que avanzaban, disfrutaron del deslumbrante paisaje urbano de la capital, iluminado con innumerables piedras de hechizo de luz.

La ciudad parece más próspera aquí, comunicó el Señor Demonio.

Un cambio drástico desde los barrios marginales. Es como… Ren se apagó, inusualmente.

Por supuesto, el Señor Demonio se dio cuenta de las palabras que le habrían seguido. Un coliseo de vida o muerte, gloria para los ricos y miseria para los pobres. Ves el Imperio en esta ciudad.

Yo no…

No te equivocas al pensar eso. Sin embargo, hay una diferencia definitiva. ¿Qué es, Maestro?

No es suficiente… respondió misteriosamente el Señor Demonio, y se adentraron más en la ciudad hasta que llegaron a la entrada de Blue Bricks, que conducía a una gran plaza que estaba congestionada de peatones.

Según Warin, la mazmorra se construyó con ladrillos azules literales que podían resistir cualquier impacto, físico o mágico.

“¡Oye, hoy hubo tres Blue Mirrors!”

“¡¿De verdad?!”

“¡Seis monedas de oro por estallido!”

“¡¿Por qué nunca puedo conseguir uno?! ¡Podrías divertirte durante meses! ”

“¡Seré yo, la próxima vez! ¡Voy a hacerlo!”

Todos los aventureros reaccionaron a la noticia a su manera dramática. Sin embargo, el Señor Demonio vio inmediatamente a través de esto: una planta, como Warin había mencionado, producida en un gran espectáculo por Jack y servida como queso en una trampa para atraer a los aventureros a la mazmorra.

Todo con guion. Es casi adorable lo duro que están trabajando para seguir así…