Jinrou E No Tensei Maou no Fukukan (NL)

Volumen 11: El Hijo del Héroe

Capitulo Extra 1: Los Cuatro Héroes de Meraldia en la Gran Conferencia de Kuwol

Parker se puso su uniforme formal y proyectó una ilusión sobre su rostro, transformando la horrible calavera blanca en los rasgos de un apuesto joven. Como siempre, iba con la apariencia que tenía cuando todavía estaba vivo.

“Tengo algo importante que necesito discutir con ustedes antes de asistir a la reunión”, les dijo a Ryuunie y Myurei, quienes enderezaron la espalda y lo miraron con seriedad. Me gustan sus actitudes, pensó antes de continuar, “Veight está en buenos términos con los líderes de todas las naciones vecinas de Meraldia. No solo les ha mostrado a todos lo poderoso que es, sino que también ha hecho mucho para ayudarlos. Estoy seguro de que han escuchado las historias.”

“Solo unas pocas, pero sí,” dijo Ryuunie, asintiendo.

“En otras palabras, es gracias a Veight que la diplomacia con nuestros vecinos va tan bien. Sin él, no tenemos ninguna influencia.”

Ahora que Veight había regresado a casa, no quedaba ningún meraldiano en Kuwol con una influencia real sobre los ministros del reino. Pero aun así, alguien tenía que manejar las negociaciones.

“Uno de los temas de la reunión de hoy es el comercio de azúcar entre Meraldia y Kuwol. Es algo que tendrá un gran impacto en las finanzas del reino, así como en la circulación de mercancías dentro de Meraldia. Veight no está aquí, pero los ministros seguirán esperando que representemos a Meraldia. Tenemos que asegurar las condiciones que queremos o defraudaremos a todos.”

“E-Estoy empezando a sentirme nervioso…” murmuró Myurei, tragando saliva. Él sabía bastante sobre el comercio de mercancías, por lo que comprendía lo difícil que era la tarea que les esperaba.

Parker sonrió tranquilizadoramente y dijo, “No te preocupes. Estoy seguro de que, si los cuatro trabajamos juntos, podremos lograr tanto como Veight.”

“¿De verdad piensas eso?” preguntó Mao, que estaba organizando un fajo de documentos.

Parker lo miró y dijo con cara seria, “Si no podemos manejar un problema tan simple como este, entonces nuestra nación no tiene futuro. La Mancomunidad Meraldiana es demasiado grande para que Veight resuelva todos sus problemas por su cuenta. Tal como están las cosas, tendrá las manos ocupadas cuidando de Ryunheit.”

Había una razón por la que el antiguo Senado había designado virreyes para cada ciudad en lugar de intentar gobernar la región ellos mismos. Incluso habían ido tan lejos como para restringir el comercio a pesar de saber que iba en contra de los tiempos solo para reducir el alcance de su jurisdicción.

“De ahora en adelante, no podemos depender de Veight para todo. Además, tenemos que demostrar a Kuwol que Meraldia dispone de muchos otros jóvenes talentosos.”

Ryuunie asintió con resolución y respondió, “Haré mi mejor esfuerzo.”

“Lo mismo digo,” agregó Myurei.

Parker y Mao sonrieron a los dos jóvenes inocentes pero decididos.

“No se preocupen, Mao y yo estaremos aquí para ayudar.”

“Pueden dejarme cualquier cosa relacionada con las matemáticas. Además, me ocuparé de cualquier ‘negocio turbio’. Veight ya me ha tildado de comerciante malvado, bien puedo hacer honor a esa reputación.” Mao se colocó los documentos bajo el brazo y se inclinó con gracia ante los dos chicos. “Ahora bien, ¿nos vamos?”

***

Y así comenzó la primera “Gran Conferencia de Kuwol”. Los miembros presentes en el lado de Kuwol eran todos grandes nombres que tenían una inmensa influencia en los asuntos nacionales. Había varios nobles que también habían viajado mucho para estar aquí. Birakoya Bahza, Powani Karfal, Amani Wajar y Valkel, representante de lord Peshmet, eran los principales. Naturalmente, también estaban presentes los ministros del palacio, como el Maestro de Ceremonias, el Gran Chambelán y el Chamán Jefe. El anciano de las tribus de las montañas también estaba presente, al igual que la reina Fasleen.

Mientras tanto, en una pequeña sección de la gran mesa circular de la sala estaban los cuatro diplomáticos de Meraldia.

“E-Esto no es bueno, señor Mao. Tengo miedo de que no tengamos la oportunidad de decir nada en absoluto”, murmuró Myurei con una expresión rígida.

Mao, que estaba sentado en la silla detrás de él, negó con la cabeza y respondió, “Necesitas proyectar confianza. La gente te juzgará en función de tu actitud.”

“Ya veo…”

Myurei se volvió hacia la mesa, pero ahora Ryuunie miró hacia atrás y preguntó, “Soy de Rolmund. ¿Está realmente bien que hable en nombre de Meraldia?”

Parker sonrió de manera tranquilizadora y respondió, “No estoy seguro de si te diste cuenta, pero tu séquito consiste en un demonio y un hombre de Wa. El único meraldiano genuino aquí es Myurei.”

La población mixta de Meraldia era uno de sus inconvenientes, pero también uno de sus puntos fuertes.

“La gente de aquí solo sabe cómo es Kuwol. Esta es tu oportunidad de mostrarles cómo hace las cosas Meraldia. No te preocupes, te respaldaré si pasa algo”, agregó Parker.

“S-Si tú lo dices.”

Ryuunie miró hacia adelante de nuevo.

***

La reunión comenzó con un resumen de la situación actual de Kuwol. Powani Karfal, quien se desempeñó como moderador de esta reunión, comenzó diciendo, “El fallecimiento de Su Majestad Pajam II trajo mucho caos a todas las regiones de Kuwol.”

Estrictamente hablando, eso no era verdad, ya que Pajam II había estado básicamente aislado por completo de la política. Fue la rebelión de Zagar lo que provocó todo este caos. Sin embargo, todos los nobles habían decidido unilateralmente borrar la participación de Zagar del registro público, por lo que todos fingían que él no tenía nada que ver con esto.

“Debemos actuar con rapidez si queremos restaurar el orden. Tanto las arcas de la familia real como las finanzas de los nobles se encuentran en una situación desesperada. Necesitamos reanudar el comercio con Meraldia de inmediato si queremos evitar una crisis financiera.”

Aunque no haya habido muchos combates reales, los nobles costeros y del río aparentemente habían estado en guerra. Meraldia había apoyado a los nobles costeros, lo que técnicamente los había puesto en oposición con los nobles del río. Sin embargo, lord Karfal tenía una gran deuda con Veight, por lo que estaba dispuesto a ponerse del lado de Meraldia a pesar de ser uno de los nobles del río.

Parker susurró toda esta información a Ryuunie y Myurei, quienes asintieron enfáticamente.

“…Nuestro profesor es realmente asombroso.”

“Así que esto es lo que quiso decir con convertir a los enemigos en aliados a través de la diplomacia. Quizás esto no sea tan difícil después de todo”, dijo Myurei con una sonrisa.

Mao negó con la cabeza y respondió, “Lo siento, pero me temo que las cosas no son tan simples. Muy pronto, esto se convertirá en una pelea desagradable en la que todos priorizarán sus propios intereses. Manténganse alerta, la verdadera batalla aún está por llegar.”

***

Solo tomó unos minutos para que las palabras de Mao se hicieran realidad.

“¡Sin nuestros puertos, no podrían enviar su azúcar a ninguna parte! ¡Ni a Meraldia, ni mucho menos a Wa!” gritó uno de los nobles costeros, con la cara roja.

Uno de los nobles del río respondió, “¡Puede ser, pero sus tarifas portuarias siguen siendo demasiado altas!”

“¡Nosotros somos los que estamos cultivando caña de azúcar!”

“¡Cuanto más nos cobren, más alto tendremos que poner el precio de nuestro azúcar para obtener beneficios! ¡Sabes que a Meraldia no le gustará eso!”

Otro noble costero saltó a la refriega y gritó, “¡Ustedes ya se rindieron ante nuestros ejércitos! ¡Si tuvieran algún orgullo como guerreros, aceptarían las condiciones del vencedor!”

“Esta es una discusión sobre comercio, ¡el orgullo de un guerrero no tiene lugar aquí!”

Algunos de los nobles estaban tan acalorados que parecían listos para sacar sus armas en cualquier momento. Naturalmente, sus ayudantes los estaban manteniendo bajo control, pero no se sabía qué pasaría si la discusión se calentaba más.

Myurei suspiró y dijo, “Así no es como deben comportarse los adultos. ¿Dónde está su dignidad?”

“Es porque son adultos que están tan desesperados”, dijo Parker con una sonrisa. “No los despreciaría si fuera tú.”

“¿Qué quieres decir con eso?”

La expresión de Parker se puso seria y respondió, “Todos ellos tienen la responsabilidad ante la gente que gobiernan de poner sus prioridades en primer lugar. Lo que, por supuesto, significa que se preocupan menos por cuál es la mejor solución y se interesan más por la solución que les reportará más beneficios.”

“Pero entonces…” Myurei se calló.

Mao intervino, “Esto no es un salón de clases, maestro Myurei. Encontrar un compromiso que todos puedan aceptar es más importante que perseguir ideales vagos como la justicia o la verdad.” Suspirando, agregó, “Dicho esto, los principios siguen siendo importantes. Tu abuelo puede ser duro, pero es conocido en todas partes por ser un gobernante justo y alguien en quien puedes confiar. …Aunque definitivamente es un viejo tacaño.”

“Ya veo.”

Myurei asintió, absorbiendo ese conocimiento. Mientras tanto, el debate entre los nobles había dado un giro interesante.

“¡Aquí, mira! ¡Estos son los precios que tendremos que cobrar por nuestro azúcar si pagamos sus usureros aranceles portuarios! ¡No hay forma de que nadie lo compre!”

“¡Oh, cierra la boca! ¿Por qué no mejor le preguntas a los representantes de Meraldia si la gente compraría azúcar a ese precio, eh?”

Los ojos de todos se dirigieron a Ryuunie y Myurei, quienes de hecho eran los representantes de Meraldia para esta reunión. Lord Karfal miró a los dos niños con lástima, pero luego preguntó, “…¿Cuál es la opinión de Meraldia al respecto?”

Myurei y Ryuunie intercambiaron una mirada rápida y luego Myurei se puso de pie. Era un poco mayor que Ryuunie y también era un nativo de Meraldia, razón por la cual pensó que necesitaba tomar la iniciativa aquí.

“M-Meraldia también espera beneficiarse del comercio del azúcar. Si los precios son demasiado altos, no podremos importarlo.”

Inmediatamente uno de los nobles del río gritó, “¿Ves? ¡No podremos vender nada! Si Meraldia no compra nuestro azúcar, ¡bien podríamos ir a la quiebra!”

“¡Pero si no recuperamos nuestros gastos de guerra de alguna manera, nuestras ciudades irán a la quiebra!”

“No pudimos comerciar en absoluto durante la guerra civil, ¡así que ya estamos en números rojos!”

“¡Deberíamos preguntarle a lord Veight qué piensa directamente!”

En el momento en que tuvieron su respuesta, los nobles de Kuwol comenzaron a ignorar a Myurei nuevamente. Miró a su alrededor durante unos segundos, luego se sentó torpemente y bajó la cabeza.

“Si el profesor Veight estuviera aquí, habría hecho un trabajo mucho mejor que yo.”

“Ciertamente Veight hizo mucho para ayudar a todos aquí. Se sienten en deuda con él, así que, por supuesto, no podrían gritarle así. Aunque lo hiciste bien. Te mantuviste firme y les dijiste la posición de Meraldia sobre el tema.”

Parker sonrió suavemente a Myurei, pero luego se cruzó de brazos y se quedó pensando. Estaba claro que llegar a una solución aquí no sería fácil.

“Esto es bastante complicado. Todos están tan concentrados en las ganancias que están perdiendo de vista el panorama general”, reflexionó.

Ryuunie miró hacia arriba con resolución y dijo, “En ese caso, déjenme manejar esto.”

“¿E-Eh? ¡¿Ryuunie?!”

Myurei parecía preocupado, pero Ryuunie lo ignoró y se puso de pie.

“¡Discúlpenme! ¿Puedo tener permiso para hablar? ¡Soy un ex príncipe de Rolmund, Ryuunie Bolshevik Doneiks Rolmund!”

La sala de reuniones se quedó en silencio casi de inmediato y pronto muchos de los nobles comenzaron a susurrar frenéticamente entre sí.

“…¿Meraldia está albergando a miembros de la familia imperial de Rolmund?”

“Esto debe ser parte del plan de lord Veight.”

“Concuerdo…”

Al escuchar esto, Ryuunie levantó la voz. “¡Están olvidando lo que es importante! ¡En este momento deberíamos centrarnos en cómo proteger al príncipe Schmal y a la familia real! ¡Perdí a mi padre en una guerra civil y fui exiliado de mi hogar! ¡Pero es gracias a lord Veight que ahora tengo protección!”

La atención de todos se centró en Ryuunie, pero no se veían felices en absoluto.

“¡Aquí en Kuwol, las únicas personas que pueden proteger al príncipe Schmal son ustedes los nobles! ¡Les ruego que por ahora dejen de lado su discusión sobre las ganancias y los intereses y pongan a la familia real en primer lugar!” Tras decir lo que tenía que decir, Ryuunie volvió a sentarse.

Myurei le dio una palmada en la espalda y murmuró, “Eres increíble, ¿lo sabías?”

“G-Gracias… Pero no creo que estén muy contentos con lo que dije.”

De hecho, la mayoría de los nobles suspiraron y negaron con la cabeza.

“Hmm, no estoy muy seguro de qué decir.”

“Después de todo, todo el mundo sabe que ‘proteger a la familia real’ es solo una excusa para celebrar esta reunión…”

Ryuunie se desplomó mientras escuchaba las voces condescendientes de los nobles. Parker negó con la cabeza y dijo, “Así son las cosas. Todos están más preocupados por los problemas inmediatos a los que se enfrentan. Los ideales no pueden llenar la barriga. Bueno, tampoco es que la comida real pueda llenar mi barriga.”

El lamentable intento de Parker de hacer una broma no animó en absoluto a Ryuunie.

“Tienes razón… Si todo se solucionará con palabras, las guerras civiles no ocurrirían en primer lugar.”

“¡¿Eh?! Este, bueno, sí…”

Parker también se desplomó y esta vez Mao intervino con una sonrisa triste.

“¿Por qué no me dejan manejar esto? No soy muy idealista, pero sé cómo manejar los problemas mundanos.”

Mao se puso en pie y recorrió la habitación con la mirada, atrayendo la atención de todos hacia él.

“Mi nombre es Mao y soy uno de los diplomáticos de Meraldia. Me gustaría ofrecer una propuesta realista como adición a las palabras del príncipe Ryuunie. Naturalmente, esta propuesta trae consigo la posibilidad de obtener beneficios.”

“¿Beneficios… dices?”

Los nobles miraron a Mao con leve sospecha, pero a él no pareció importarle. Amani Wajar se puso de pie y preguntó, “Eres uno de los principales comerciantes de Meraldia, ¿no es así, sir Mao?”

Bueno, esto ciertamente hará que convencer a todos sea más fácil, pensó Mao con una leve sonrisa.

Mientras Mao ordenaba sus pensamientos, Amani saludó alegremente a Parker y él le devolvió un pequeño saludo. La tez de Amani era mucho mejor que la última vez que Parker la había visto y los sarpullidos por falta de niacina habían desaparecido. Ella es bastante linda ahora que no está enferma… pensó distraídamente.

“Escuché que naciste en Wa, pero que tienes conexiones en todas partes, incluso en Rolmund. Por favor, díganos cuál podría ser esta propuesta.”

Wajar era una de las ciudades del interior más importantes y Amani tenía bastante influencia entre los nobles del río. Ahora que había defendido a Mao, ninguno de ellos podía hablar en su contra.

“Gracias.” Mao se inclinó profundamente ante Amani. “Soy consciente de que esta reunión fue convocada para discutir asuntos prácticos y que fue impropio llamar la atención sobre la pretensión cuando todos entendemos que es una fachada, pero les imploro a todos que consideren las palabras del príncipe Ryuunie con más cuidado.”

Mao habló con suavidad, aprovechando sus años de experiencia como comerciante ambulante.

“Su Majestad Pajam II falleció en circunstancias dudosas y su heredero, el príncipe Schmal, acaba de nacer. Si las naciones vecinas supieran que los nobles que apoyan a Kuwol están más preocupados por llenarse los bolsillos que por asegurar la estabilidad del nuevo régimen, ¿qué pensarían?”

La declaración oficial del palacio fue que Pajam II había muerto al caerse de su caballo, pero todos en esta sala sabían que Zagar lo había asesinado. Kuwol también acababa de salir de una guerra civil y era obvio para todos que la nación estaba muy debilitada. Los nobles miraron a Mao con una hostilidad desenfrenada, pero él continuó sin inmutarse.

“Meraldia es, por supuesto, aliada de Kuwol y haremos todo lo que esté a nuestro alcance para ayudarlos, pero también debemos sacar provecho de esta alianza.” Sonriendo, Mao terminó su discurso allí.

Los nobles se miraron incómodamente. Mao tenía razón en cuanto a que no podían permitirse el lujo de pelearse entre ellos en este momento.

“Si las tribus nómadas más grandes atacaran ahora, estaríamos en problemas…”

“Todo lo que tienen que hacer es capturar una ciudad al lado del Mejire y nuestras rutas de suministro estarán completamente cortadas.”

“Teniendo en cuenta lo inestable que está el reino actualmente, es posible que realmente intenten atacar.”

Después de asegurarse de que los nobles se habían agitado lo suficiente, Mao dijo, “No tengo ninguna duda de que las tribus nómadas que deambulan por esta tierra son peligrosas, pero hay un adversario mucho más peligroso del que deben preocuparse.”

“¿Y quién sería?” preguntó Amani en un tono que dejaba claro que sabía la respuesta.

“Su propia gente”, respondió Mao simplemente.

“¿Nuestra gente?”

“Sí. Espero que no hayan olvidado que Zagar y todos sus mercenarios eran súbditos del reino. ¿Qué creen que impulsó a esa gente común a cometer actos tan bárbaros?”

Mao evitó deliberadamente mencionar explícitamente el asesinato de Pajam. Para enterrar adecuadamente la verdad, era importante que nadie lo dijera en voz alta. Sin embargo, los nobles entendieron completamente a qué se refería Mao.

“…No quiero menospreciar a nuestra propia gente, pero algo así nunca volverá a suceder.”

“Algo que ha sucedido una vez antes puede ocurrir fácilmente una segunda o tercera vez. De hecho, la mayor parte de la compañía mercenaria dirigida por Zagar sigue intacta. No solo eso, sino que todavía están aquí en Encaraga.”

El propio Zagar estaba muerto, pero era posible que otro hombre ambicioso como Zagar intentara algo similar. Mao habló rápidamente, sin dar a los nobles la oportunidad de replicar.

“¿No lo entienden? La razón por la que ocurrió esta tragedia no es porque existiera un sinvergüenza como Zagar. El estado actual de la sociedad de Kuwol es la causa fundamental. Los males de la gente común sirven como suelo fértil para engendrar la revolución. Mientras no se aborde el problema central, esta tragedia se repetirá una y otra vez.”

Uno de los nobles abrió la boca para discutir, pero Birakoya Bahza lo interrumpió.

“Por favor esperen, todos. Dejen que sir Mao termine lo que tiene que decir. Creo que será un consejo muy valioso.”

Birakoya le sonrió a Parker mientras le ofrecía una mano a Mao. ¿Supongo que esta es su forma de devolvernos el favor? pensó Parker, sonriéndole. Las cosas iban mejor de lo esperado, gracias a todo el trabajo preliminar que Veight había puesto al ayudar a todos.

Mao hizo una reverencia a Birakoya y luego continuó su discurso, “Ahora que han experimentado una guerra civil por ustedes mismos, seguramente comprenden cuán aterradora puede ser la gente común cuando tiene hambre, no tiene ni una moneda y está harta de ser pisoteada. Una vez estuve en esa posición, así que puedo entender bastante bien su enfado. La razón por la que vivo en Meraldia ahora es porque mi ex empleador me incriminó por sus crímenes, lo que me obligó a huir de mi hogar.”

La habitación quedó en silencio. Después de unos segundos, lord Karfal asintió solemnemente. Él también había sido expulsado de su ciudad por Zagar y obligado a vagar por el desierto por un corto tiempo con su familia. Miró a Parker, quien asintió en silencio. Parecía que Karfal también quería pagar sus deudas aquí.

Al recibir la confirmación, lord Karfal levantó la mano y dijo, “Mis disculpas por hablar con tanta frecuencia cuando se supone que soy el mediador de esta reunión, pero yo mismo comprendo bastante bien las palabras de sir Mao. Si nos enfocamos únicamente en nuestras propias ganancias… estaremos invitando a otra calamidad.”

Mao asintió.

“Lord Powani tiene toda la razón. Si todo el pueblo de Kuwol fuera ciudadanos respetuosos de la ley y pagadores de impuestos que respetaran a la familia real y a los nobles que la apoyan, el reino estaría en paz. Creo que la mejor manera de hacerlo posible es expandir enormemente el cultivo de caña de azúcar y aumentar la cantidad de azúcar en circulación. Eso también hará que la gente común sea más rica y si tienen un estilo de vida estable, no se sentirán obligados a rebelarse.”

Uno de los nobles se cruzó de brazos y gruñó ruidosamente. “Lo único que deseas es poder comprar azúcar barata a granel, ¿no es así?”

Mao sonrió con malicia, aflorando su naturaleza de comerciante. “Quizás. Pero tampoco es un mal negocio para ustedes, ¿verdad? A los meraldianos no les gustan mucho el meji, pero aman el azúcar. Incluso si los precios bajan, compensará con creces la diferencia con el aumento de la cantidad de venta directa.”

“¿Realmente nos beneficiaremos de esto?” preguntó el noble con sospecha.

Mao sacó los documentos que había estado organizando anteriormente y dijo, “Según los cálculos de lord Veight, se prevé que el consumo de azúcar de Meraldia alcance un nuevo récord explosivo. Tiene la suficiente confianza como para estar dispuesto a comprar el año que viene diez veces más azúcar que este año.”

“…¡¿D-Diez veces más?!”

Mao se rascó la cabeza con torpeza y dijo, “Para ser honesto, yo mismo apenas puedo creerlo… Sin embargo, Veight parece seguro de que la demanda de dulces y golosinas aumentará exponencialmente.”

El azúcar se usaba como medicina y también para cocinar, pero la insistencia de Veight era que la producción de dulces impulsaría la demanda. Por supuesto, los productos horneados y los dulces consumían mucha más azúcar que los medicamentos o los platos normales, por lo que, si sus predicciones fueran ciertas, el consumo se multiplicaría por diez.

Mao ladeó la cabeza y preguntó, “¿La gente realmente puede comer tanta azúcar?”

“Este, no estoy seguro de que seamos nosotros a quienes debas preguntar.” Los nobles intercambiaron miradas. “Pero si lord Veight dice que Meraldia querrá esa cantidad de azúcar, lo más probable es que la demanda aumente.”

“Además, solo Meraldia saldrá perdiendo si no pueden usar todo el azúcar que compran.”

“Si realmente se llevan todo el azúcar que cultivamos, podríamos ampliar nuestras plantaciones.”

Al final, uno de los nobles se volvió hacia Mao.

“¿Realmente comprarán diez veces más azúcar el año que viene?”

“Lord Veight ha dicho que quiere importar esa cantidad y el consejo ya ha reservado el presupuesto para ello. Sin embargo, nos gustaría negociar un poco el precio, considerando la gran cantidad que compraremos.”

Los nobles intercambiaron miradas nuevamente, así que Mao agregó, “Aunque vendan a un precio rebajado, conseguirán inyectar una gran cantidad de divisas en su economía. Además, será una buena oportunidad para que Kuwol comience a importar los productos de lujo de Meraldia.”

Eso pareció convencer a los nobles.

“Tiene razón. Si comenzamos a importar productos meraldianos y los vendemos a nivel nacional, también podremos aumentar nuestras ganancias.”

“En efecto. Una pequeña caída del precio del azúcar nos reportará más beneficios a largo plazo.”

Con voz apasionada, Mao dijo, “¡Precisamente! Estoy seguro de que la gente de Kuwol encontrará un gran valor en nuestras exportaciones. Podemos venderles gemas de escamas de dragón de Rolmund, herramientas mágicas diseñadas por el ejército demoníaco, intrincadas piezas de vidrio y platería, ¡e incluso hierro de alta calidad de Wa!”

“Oho…”

Los bienes que eran comunes en el continente de Meraldia eran bastante valiosos en Kuwol. Comprar barato y vender con un margen de beneficio era la base del negocio, pero los márgenes de beneficio de productos importados como estos serían astronómicos.

Mientras todo el mundo estaba siendo conquistado lentamente por los argumentos de Mao, Valkel se puso de pie y dijo, “¡Bueno, pues es una propuesta bastante intrigante la que nos hace! Mi maestro, lord Peshmet, ya estaba considerando agregar una nueva gran plantación de caña de azúcar a su territorio y dármela, así que esto funciona bastante bien para nosotros. ¡Nada me gustaría más que Meraldia comprara toda mi azúcar! Como representante de lord Peshmet, ¡le doy mi palabra de que nuestra ciudad participará en este acuerdo!”

Parecía que Valkel se había convertido en toda una celebridad después de recibir una carta con el nombre de Veight.

“Está bien si las otras ciudades no están interesadas, eso solo significará más ganancias para nosotros. Estoy seguro de que a mi maestro le complacerá saber que tenemos el monopolio de este trato, ¡ajajaja!”

Valkel le sonrió a Parker mientras decía eso. Parece que la mitad de las personas en esta reunión están en deuda con nosotros. Incluso cuando no estás aquí, todavía nos estás ayudando, Veight, pensó Parker con una sonrisa irónica mientras se inclinaba ante Valkel. Eso convenció a los otros nobles de deshacerse de cualquier duda restante y todos comenzaron a clamar por unirse al trato.

“Calma, calma, esperen un momento. Necesitamos hacer esto de manera justa para que todos, incluidos los ciudadanos, prosperen con nuestro acuerdo.”

“P-Por supuesto, tampoco podemos dejarlos fuera…”

***

Después de mucho debatir minucias, la primera Gran Conferencia de Kuwol llegó a su fin. Los cuatro representantes de Meraldia estaban descansando en su habitación.

“Tu forma de hacer las cosas también es una locura, pero de una manera completamente opuesta a la de Veight”, dijo Parker hoscamente.

Mao respondió fríamente, “¿Cuál es el problema? Si ya existe un contrato, Kuwol podrá expandir su producción de azúcar sin tener que preocuparse por nada.”

“Firmar un contrato anticipado para la compra de azúcar está bien, pero has ido a meter esa cláusula sobre la preferencia de Meraldia a la hora de comprar en el mercado internacional. ¡Y a un precio ridículamente reducido!”

Mao parecía indiferente a las quejas de Parker.

“No estamos llevando a cabo una organización benéfica aquí, ¿sabes? Meraldia se compromete a comprar una cantidad desmesurada de azúcar. Teniendo en cuenta el riesgo que asumimos, es justo que también obtengamos algunos beneficios del trato.”

“¡Tenemos mucho más que unos pocos beneficios aquí!”

Ryuunie y Myurei suspiraron, ignorando la discusión de Parker y Mao.

“Fuimos completamente inútiles, ¿no?”

“No fui capaz de hacer ni una fracción de lo que hacen mi padre o mi abuelo cuando negocian con los kuwoleses…”

Al escuchar eso, Parker y Mao interrumpieron su discusión e intercambiaron sonrisas.

“¿Qué están diciendo? Ustedes dos lo hicieron muy bien.”

“Por supuesto. Esta fue su primera vez en la mesa de negociaciones, pero ambos pudieron expresar su posición de manera clara y concisa. Bien hecho.”

Myurei miró hacia arriba, poco convencido. “¿De verdad ayudamos en algo?”

“Absolutamente. Tengo fe en que serán grandes consejeros en el futuro. Estoy seguro de que mantendrán el comercio de Meraldia fuerte incluso en las próximas décadas.”

Myurei miró a Ryuunie, con una expresión aún sombría.

“Si tú lo dices…”

“Pero al final, parece que la popularidad del profesor Veight cargó toda la negociación.”

Incluso los chicos inexpertos eran capaces de decir que la mayoría de los dirigentes de Kuwol sentían afinidad hacia Meraldia gracias a Veight. De hecho, esa fue la razón principal por la que el debate se resolvió tan rápidamente.

Parker les sonrió con tristeza a los dos y dijo, “Supongo que es cierto. La confianza de todos en Veight fue lo que finalmente decidió las cosas.”

Por supuesto, conociéndolo, apuesto a que mi hermanito no cree que haya logrado nada en absoluto aquí.

Con una sonrisa cada vez más grande, Parker continuó diciendo, “Saben, incluso si Veight creó esta oportunidad para nosotros, somos nosotros quienes la aprovechamos. Estoy seguro de que diría lo mismo si estuviera aquí.”

“Oh, absolutamente”, agregó Mao.

***

Finalmente, el informe que Parker escribió sobre cómo fueron las cosas cruzó el mar y llegó a Ryunheit.

“Ja, sabía que podían hacerlo”, dijo Veight con una sonrisa mientras leía la carta, con Friede descansando en su regazo.

“Parece que las negociaciones con Kuwol fueron bien. Supongo que realmente no me necesitaban allí. Voy a tener que acostumbrarme a depender de otras personas con más frecuencia a partir de ahora.”

Airia sonrió y respondió, “Realmente deberías. Normalmente, una conferencia a gran escala como esta tardaría mucho más en resolverse. Estoy segura de que la razón por la que las cosas han ido tan bien es por toda la confianza que has generado mientras estuviste allí.”

Veight observó a Freide jugar con su dedo y dijo, “¿Tú crees? Pero incluso si les creé la oportunidad, son ellos quienes la aprovecharon.”

“Sí, sí, por supuesto.”