Sekai Saikou no Ansatsusha (NL)
Volumen 3
Prologo: El Asesino Regresa A Casa
Los acontecimientos recientes dejaron la academia cerrada temporalmente, y Dia, Tarte y yo estábamos regresando a Tuatha Dé.
El ataque de los orcos demoníacos hace unos días había destruido el baluarte de la academia, volviendo la estructura inútil como fortaleza y necesitando reparación inmediata. Muchos padres estaban alborotados, ya que nadie quería dejar a su hijo en la escuela cuando estaba en tal estado.
Los nobles tenían el deber de luchar contra los monstruos, y aunque existía el riesgo de que otra fuerza pudiera atacar mientras la academia estaba fuera de servicio, no tenía sentido obligar a los niños a vivir en una trampa mortal. Por lo tanto, se decidió que los estudiantes serían enviados a casa hasta que se reparara el baluarte. Funcionalmente, esto significaba que nuestras vacaciones de verano de dos meses comenzaban temprano.
“Realmente no hay lugar como Tuatha Dé”, comentó Tarte.
“Con seguridad. Las calles artísticas y bien organizadas de la capital real tienen su atractivo, pero yo prefiero Tuatha Dé y su convivencia con la naturaleza”, respondí.
Como había sido el caso desde hace un tiempo, la tierra estaba cubierta de campos de soja. El cultivo fue vital en la producción de humectantes, un producto popular. Por esa razón, el cultivo de soja estaba creciendo rápidamente.
Los informes regulares de Maha sugerían que las ventas de Natural You estaban funcionando tan bien como siempre. Los monstruos habían comenzado a aparecer, pero las ganancias no habían disminuido porque ninguna ciudad había sufrido daños graves todavía.
Sin embargo, no se sabía qué podría suceder en el futuro. Ya había caído una fortaleza. Si el aumento de monstruos provocara una perturbación en las redes de transporte entre ciudades, la economía se hundiría y la demanda de artículos de lujo disminuiría.
Según la investigación de mercado, los precios de los medicamentos y las armas ya estaban subiendo. Natural Necesitarías adaptarte. Quería reunirme con Maha en persona al menos una vez para discutir esto. Necesitábamos elaborar un plan de acción pronto.
“Pareces perdido en tus pensamientos de nuevo. Siempre estás tan ocupado, Lugh”, comentó Dia.
“Tienes razón sobre eso. Pero ese arduo trabajo ha dado sus frutos”, dije.
Gracias a mi condición de noble, mi fuerza como asesino Tuatha Dé y mi acceso a fondos e información de la Compañía Balor, pude tener a Dia y Tarte a mi lado y vivir una vida sin restricciones. Cuando consideré que la recompensa por mi trabajo, no parecía tan malo.
“Trabajas tanto por el bien de los demás. Personalmente, me siento más a gusto cuando lo doy todo para asegurarme de que yo mismo sea feliz”, afirmó Dia.
“Parece que Lord Lugh podría manejar tantas esposas como quiera…”, agregó Tarte.
“No puede evitar acudir en ayuda de todas las chicas necesitadas que encuentra. Ahora que lo pienso, realmente podría acumular una cantidad considerable de cónyuges”.
“Realmente podría”.
“¿Quién creen ustedes dos que soy?”
No podía negar que hice todo lo posible para salvar a Tarte, Maha y Dia. Pero no estaba planeando ayudar a nadie más y atraerlos para que se conviertan en mi compañero como lo había hecho con esos tres.
Había cosas que ni siquiera yo podía hacer solo, y eso necesitaba un equipo. Más gente no necesariamente hizo que ese equipo funcionara mejor. Con más miembros, llegó más ruido y llegar a un entendimiento mutuo se volvería más difícil.
Dia y Tarte fueron mis asistentes, y Maha brindó apoyo. Eso es todo lo que necesitaba.
“Está bien, confío en ti… Estoy bien con Tarte y la otra chica que me presentaste recientemente, pero si te acercas a más chicas, me enojaré”, confesó Dia.
“Ah, eh, Maha y yo realmente no tenemos ese tipo de relación con Lugh…”, protestó Tarte.
“Pero quieres ser así con él, ¿verdad?” Dia cuestionó.
Los ojos de Tarte se lanzaron a mi cara y se alejaron de nuevo. “B-Bueno, sí, pero…”
“Entonces deberías ir a por ello. Como acabo de decir, no me enojaré si eres tú”.
¿Por qué Dia me anima activamente a engañarla? No tengo ninguna intención de estar con nadie más que con ella.
Quizás la vida como noble la había condicionado a pensar de esa manera. Continuar con el linaje era más importante que cualquier otra cosa para alguien de alto nivel. La fuerza militar también estaba directamente relacionada con la cantidad de magos en el país. Por esa razón, era deber de un aristócrata tomar varias esposas.
Engendrar descendencia era tan crucial que los nobles de alto rango con dificultades para producir hijos ocasionalmente pagaban a miembros de menor rango de la nobleza por asistencia reproductiva. Tarte no entendía bien eso, así que se sonrojó y apartó la mirada de mí.
Tomaré a Tarte como mi segunda esposa.
Si terminara en una situación en la que necesitaba una segunda esposa, Tarte podría funcionar muy bien. Estar casado con ella me permitiría eludir algunos desagradables complejos que conllevaba casarme con una mujer noble. Además, tomé en cuenta la personalidad y la compatibilidad. Independientemente, era demasiado pronto para pensar en el matrimonio.
“Ese tipo de charla estaría mejor guardado para después de graduarnos,
¿no es así?” Yo pregunté. “Si eso es verdad.”
“¿Que—? ¿Me casaré con Lugh…? Yo, ummm…”
Seguimos charlando para pasar el tiempo y finalmente llegamos a la finca. Tomé la mano de Tarte, incitándola a sonrojarse más intensamente de lo que ya estaba, y la saqué del carruaje.
Abrí la puerta de la propiedad e inmediatamente fui abordado por una mujer de cabello plateado.
“¡Bienvenido a casa, mi pequeño Lugh! Estaba tan preocupada cuando escuché sobre el demonio. Gracias a Dios que estás a salvo”.
“Hola mamá. Había un demonio, pero no hice nada peligroso. El héroe se encargó de ello en poco tiempo”.
“¡Deja de mentir! Yo sé lo que hiciste. Dijeron que cruzaste profundamente en territorio enemigo solo y alertaste a la academia sobre la ubicación del demonio”.
Eso era algo que no había ocultado en mi informe a la academia. Evidentemente, mi familia se había enterado.
Epona fue la primera entre las que se acreditaron por repeler el ataque del demonio, pero yo fui la segunda. Si no hubiéramos podido encontrar al demonio, los que defendían la academia habrían caído agotados. Recibí grandes elogios por infiltrarme solo en la horda de monstruos, encontrar al demonio, enviar la bengala de señal para alertar al héroe sobre su ubicación y monitorear al demonio hasta que llegó. Incluso en esa prestigiosa academia, la cantidad de personas capaces de tal hazaña estaba muy limitada.
“Recibimos una carta diciendo que vas a recibir una medalla en la capital real”, me informó mi madre.
“Eso me parece exagerado”.
Escuché del director que mis esfuerzos fueron muy apreciados, pero no había noticias de nada como esto.
“Oh vamos. Tú y Cian sois los únicos dos en el mundo que harían esa cara al recibir un premio. Cada día te pareces más a él”.
La familia Tuatha Dé vivía en las sombras y prefería mantenerse fuera del foco de atención. No habría hecho todo lo posible para derrotar al demonio si no hubiera sido necesario. Más que nada, llamar la atención iba en contra de mi naturaleza. Mi padre tenía una mentalidad similar.
Como si estuviera extasiada por darme cuenta de que me estaba volviendo similar a mi papá, mi mamá me abrazó con más fuerza y presionó mi cabeza contra su pecho. Sus senos eran pequeños, por lo que esto no era increíblemente cómodo.
Ella y Dia realmente se parecían. Sus características compartidas deben haber pertenecido a la familia Viekone.
Mi mamá parecía increíblemente joven para su edad. Dia, mi prometida, era igualmente joven y esbelta. Confiaba en que ella siempre se mantendría así, sin importar cuánto tiempo pasara. Sin embargo, eso también significaba que su pecho permanecería subdesarrollado.
“Oye, ¿qué pasa con la mirada extraña?” Dia preguntó de repente. “No sé a qué te refieres”, respondí.
Dia podía ser muy perspicaz a veces. Entonces la puerta se abrió de nuevo. “Así que has vuelto, Lugh”.
Papá entró en la habitación. Parecía que estaba en modo de trabajo. “Sí, acabamos de regresar”, dije.
Mi mamá me soltó, murmurando algo y mirándome con reproche.
La mayoría de las veces, no me dejaba ir simplemente porque mi padre entraba en la habitación, pero nunca interfirió cuando él actuaba como el jefe del clan de asesinos Tuatha Dé. Si bien era una mujer muy hermosa y de espíritu libre, todavía era miembro de esta familia.
“Primero, permítame felicitarte por un trabajo bien hecho. Lo hiciste muy bien al acercarte al héroe y ganarte su confianza. Parece que también lo hiciste de manera brillante en tu primera batalla con un demonio”, comentó mi papá.
“Disculpas por mi imprudencia,” respondí, inclinando la cabeza con remordimiento por destacar más de lo necesario.
“No, está bien. Las circunstancias han cambiado. En realidad, esto funciona para nuestro beneficio”.
¿En qué circunstancias estaría bien que nuestro clan secreto de asesinos se destacara?
“Esa batalla fue la primera escaramuza entre humanos y demonios, el acto inicial de una larga pelea. Por esa razón, el Reino de Alvanian quiere jugar con la victoria para levantar la moral. Todos esperaban que el héroe hiciera la actuación que hizo, por lo que su triunfo careció de impacto. Por eso planean celebrar sus logros. La concesión de una medalla tiene mucho peso detrás. Asegúrate de comportarte de manera apropiada”.
“Comprendido.”
Una fortaleza de jóvenes nobles de todo el país que caen después de la aparición de un solo demonio podría verse como una derrota desmoralizadora. La familia real quería asegurarse de que la población no pensara eso, y la única forma de hacerlo era conmemorar lo que Epona y yo habíamos logrado.
Esto fue una sorpresa para mí. Al menos, parcialmente.
“Una vez que llegue a la capital real y reciba sus honores, muchos nobles desearán ganarse su favor. Asegúrate de que no se aprovechen de ti”, aconsejó mi padre.
“Seré cuidadoso.”
“Esos son los únicos asuntos que tuve que discutir”.
Mi padre respiró hondo. Su comportamiento luego pasó de ser el jefe del clan de asesinos Tuatha Dé al de un padre cariñoso.
“… Es bueno tenerte de vuelta. Esri ha preparado un banquete. Quiero saber todo sobre tu tiempo en la academia”.
“Hmm-hmm-hmm. Hice todos tus favoritos, Lugh. Incluso preparé un pato asado especial y horneé mi primer pastel de bayas en un tiempo”.
“Eso suena emocionante. Dia, Tarte, dejemos el entrenamiento de hoy para después de comer “, dije.
“Sí, mi señor,” respondió Tarte.
“Oh, vamos, Lugh. Vamos a tomar el día libre. Si vamos a entrenar después de comer, entonces no puedo beber alcohol”, objetó Dia.
La pareja estaba claramente entusiasmada con la comida. Muchas cosas extrañas estaban sucediendo en el mundo exterior, pero por ahora, iba a disfrutar del calor del hogar. Divertirse y despejar el cansancio de tu mente era importante. Eso lo había aprendido en este mundo.
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