Sekai Saikou no Ansatsusha (NL)

Volumen 3

Capitulo 20: El Asesino Apunta

Comencé mi encantamiento tan pronto como estuve seguro de que Tarte sería capaz de golpear al demonio con su ataque relámpago, y ahora estaba casi terminado.

Dia, Tarte, ustedes dos lo hicieron muy bien.

Ese demonio escarabajo era increíblemente fuerte. Si Dia y Tarte hubieran sido tan poderosos como el vicecomandante de la Real Orden con la que luché en la academia, se habrían convertido en polvo en menos de un minuto. Pero afortunadamente, habían crecido más allá de ese nivel y habían dejado al demonio inmóvil con éxito. Dudaba que alguien más pudiera haberlo logrado.

Dia y Tarte habían desempeñado su papel de manera experta, y esa era precisamente la razón por la que yo necesitaba hacer lo mismo.

Vertí maná en mis ojos de Tuatha Dé y miré al demonio escarabajo. Pude ver una gran corriente de maná fluyendo dentro de él. También había una energía separada de su maná, la fuerza que hacía inmortales a los demonios. Estaba almacenado dentro de una joya roja, el núcleo del demonio, que residía en el corazón de la criatura.

Por lo general, la joya roja era inmaterial. Sin embargo, Demonkiller lo obligó a convertirse en materia sólida.

Me había colocado a unos doscientos metros de distancia. Cuanto más lejos estuvieras de tu objetivo, menos preciso sería el ataque, más tardaría en conectarse y menos fuerza tendría.

Sin embargo, todo eso era irrelevante. La distancia no fue un problema para el nuevo hechizo que había creado. Esta situación requería un ataque a distancia desde lo suficientemente lejos como para que no me notaran.

Mi nueva magia fue la evolución natural de Gun Strike. Quería un hechizo que lograra una precisión y fuerza extremas. Hasta ahora, había contado con Gungnir como mi as en la manga, pero era demasiado poco confiable. No solo tardó un poco en aterrizar, sino que su vasta área de efecto limitaba las situaciones en las que podía usarse, y apuntar no fue fácil. Este nuevo ataque superó todos esos obstáculos.

Inicialmente, intenté crear algo superior a Cannon Strike. Desafortunadamente, incluso cuando usé la aleación más resistente que pude producir y fortalecí el revestimiento con maná, había un límite en la fuerza de una explosión que podía soportar el cañón. No fue suficiente para ser el arma decisiva que necesitaba.

Finalmente encontré la respuesta después de elegir usar un método diferente a la combustión para acelerar y disparar un proyectil.

El nombre de este nuevo hechizo era…

“Railgun”.

Había colocado una pistola larga tan alta como yo en el suelo. Me acosté y deslicé suavemente mis manos sobre él, cargando una bala. Estas rondas estaban hechas de una aleación diseñada explícitamente para Railgun. Eran del tamaño de munición de rifle, pero cada uno pesaba cerca de un kilogramo.

El largo cañón se fijó a un soporte lo suficientemente largo como para merecer el apodo Railgun. El nombre también reflejaba cómo funcionaba el arma.

Había dos barras hechas de un material especial dentro del armamento, y una corriente eléctrica comenzó a fluir una vez que se colocó una bala entre ellas. Esto creó un campo magnético que era la fuerza propulsora.

El principio detrás de esto no era tan difícil, pero era un mecanismo muy sofisticado. No podía producir mágicamente las piezas necesarias sobre la marcha, así que tuve que guardarlas en mi Bolsa de Cuero de Grifo. Eso fue uno de los soportes de este ataque.

Inserté Fahr Stones en la pistola larga y finalmente terminé el encantamiento. Railgun era magia compuesta que combinaba tres hechizos diferentes usando Multi-Chant. Las Fahr Stones estaban llenas de maná incoloro.

Luego estallaron, y el primer hechizo convirtió el maná incoloro que fluía de ellos en electricidad. El hechizo del rayo de Tarte se había producido como una consecuencia de mi diseño en esto. Una fuerte corriente atravesó el arma.

Activé el segundo hechizo casi al mismo tiempo. Éste enfrió rápidamente la temperatura del cañón, bajándola a casi cero absoluto. Hice esto para reducir la resistencia eléctrica del arma. Las fuertes corrientes crearon calor, lo que distorsionó el mecanismo y podría provocar daños.

Sin embargo, con la temperatura cercana al cero absoluto, eso no fue un problema. En otras palabras, la magia refrescante aumentó la fuerza, aumentó la precisión y eliminó los problemas de resistencia.

Finalmente, realicé el último hechizo. Railgun soltó proyectiles a tal velocidad que se quemarían instantáneamente si nada los protegiera. Windbreak fue la respuesta a ese problema, asegurando que mis disparos llegaran a su objetivo.

Disparé la bala.

Ni siquiera mis ojos Tuatha Dé pudieron seguirlo. Un agujero se abrió instantáneamente en el pecho del demonio escarabajo.

Una fracción de segundo después, la réplica destrozó todo el cuerpo de la criatura. El disparo aterrizó en la distancia y formó un cráter gigante en el suelo.

“Exacto y poderoso, tal como pretendía. Esto será muy útil”, dije con un asentimiento satisfecho. No había magia más adecuada para disparar que esta.

Cuando probé Railgun en la isla desierta, su velocidad inicial cuando se disparó con toda su fuerza había sido de 5,9 kilómetros por segundo, o diecisiete veces la velocidad del sonido. La fuerza fue de 17,4 megajulios.

Esta superarma con proyectiles del tamaño de un rifle tenía el doble de fuerza que un cañón de tanque. Concentrar todo ese poder en un punto aumentó significativamente el poder de perforación. Con tanta energía cinética contenida en un objeto del tamaño de una bala, todos los elementos externos podrían ignorarse. Todo lo que tenía que tener en cuenta era un error de cálculo.

El proyectil también tuvo un impacto asombrosamente rápido. Cubrió doscientos metros en 0.03 segundos, lo que fue fantástico para la precisión. Si un disparo se movía rápidamente, había menos tiempo para que la gravedad y otros factores externos interfirieran.

Sin lugar a dudas, la mayor fortaleza de Railgun fue su precisión. Era un arma de ensueño que golpearía de manera confiable donde apuntas. No podía pensar en ninguna magia más adecuada para el asesinato que esta. Aunque era inferior a Gungnir en términos de fuerza bruta, tenía muchos usos.

Si tuviera que pensar en un inconveniente, convertir el maná de las Fahr Stones en electricidad y lanzar los otros dos hechizos exigía todo el poder mágico que podía liberar, y debido a que la magia era difícil de controlar, tenía que dedicar toda mi atención a ella, dejándome indefenso.

Otra debilidad era que no se podía usar sin Multi-Chant. Dependiendo de una habilidad que había recibido de My Loyal Knights no era ideal.

Incluso entonces, era atractivo poder disparar con una fuerza masiva desde cientos de kilómetros de distancia.

Cargué otra bala. No había forma de que hubiera fallado en perforar el núcleo del demonio. Sin embargo, si Demonkiller resultaba tener fallas, o si mi teoría acerca de que la joya era la verdadera esencia del demonio era incorrecta, entonces se recuperaría. Entonces, para ir a lo seguro, quería golpearlo una vez más para darles a Dia y Tarte la oportunidad de escapar.

Observé cualquier señal de que el demonio escarabajo se estuviera reformando. Mantuve esa posición durante cinco minutos.

“Supongo que está realmente muerto”.

Un suspiro de alivio se escapó de mis labios. El hechizo Demonkiller que Dia y yo habíamos creado funcionó perfectamente, y mi teoría ahora era un hecho comprobado.

Alguien además del héroe podría matar a un demonio. Fue una revelación inspiradora y contribuiría a aliviar la carga de Epona. Esto redujo las posibilidades de que se volviera contra la humanidad.

Me levanté y comencé a empacar los componentes de Railgun en mi bolsa de cuero para grúa cuando me detuve rápidamente, salté hacia atrás y saqué un cuchillo.

“Oh, ¿te diste cuenta de mí?”

Una mujer con ojos de serpiente emergió del bosque detrás de mí. Tenía la piel índigo oscuro y el cabello negro. Su atuendo reveló gran parte de su voluptuoso cuerpo.

Desde el momento en que la vi, tuve la certeza de que no era humana. Ninguna persona podría tener tanto maná. Tenía que ser un demonio.

Esto estuvo mal. Estaba solo y no podía usar Demonkiller y luchar al mismo tiempo. Participar aquí no era una opción. Planeaba inmovilizar a la mujer y luego unirme a Dia y Tarte. Una vez que estuviéramos juntos, encontraríamos una manera de matarla.

“Por favor, cálmate. No tengo ganas de pelear. Sólo deseo agradecerte por acabar con esa molestia, Gurt” afirmó con una suave sonrisa.

A pesar de su expresión, estaba claro que no me iba a dar la oportunidad de huir.

“¿Gurt es el nombre de ese escarabajo?”

En la mayoría de los casos, hablar con tu enemigo es una tontería, pero no vi ninguna oportunidad de atacar. Además, si tu oponente era inmortal, chatear era una forma eficaz de ganar tiempo extra.

Incluso podría obtener alguna información de ella con un poco de suerte. Solo habíamos intercambiado unas pocas palabras, pero estaba seguro de que este demonio sabía cosas que yo no.

“Seguro que lo es. Por cierto, soy… No, te daré mi nombre después de que construyamos una relación más profunda. Hasta entonces, puedes llamarme Snake. Vine aquí para observar al enemigo. Nunca pensé que vería el día en que murió Gurt. Nos has hecho un gran favor, matándolo antes de que consiguiera lo que quería”.

“Lo llamaste tu enemigo. ¿Están los demonios peleando entre sí?” Cuestioné.

“Es menos una batalla y más una competencia”.

Ahora tenía aún más razones para matar a Snake. Una competencia entre demonios significaba que tenían la capacidad de comunicarse entre sí y formar grupos sociales. Existía el riesgo de que pudiera contarle a otros de su clase sobre Railgun y mis otras técnicas.

Tampoco podía ignorar el hecho de que ella tenía alguna conexión con las serpientes, y recientemente había sido atacado por un gran monstruo serpiente.

“¿Una competencia? ¿Con qué propósito?”

“Eso es un secreto. Dios mío, pensé que eras el héroe, pero eres solo un humano, ¿no es así? Vaya, ¿tu calaña puede matarnos ahora? ¿Han cambiado las reglas? ¿O eres una excepción?”

“¿Quién sabe?”

Una vez más, mencionó algo que me preocupó. ¿Cuáles eran estas reglas a las que se refería?

Si los humanos no podían matar demonios era un principio de algún tipo, entonces tenía que asumir que alguien lo estableció. Quizás era así como los demonios también se habían vuelto inmortales.

“Bueno, realmente no importa. ¿Qué tal si hacemos un trato? No les diré a los demás cómo murió Gurt, y me callaré acerca de que hay un humano que puede matar demonios. A cambio, ¿puedes pasar por alto mi presencia aquí?”

Ella entendió de inmediato no solo que sentía que necesitaba eliminarla, sino también la razón. No tenía muchas posibilidades de vencer a Snake en la batalla en este momento, y los términos que ella ofreció no fueron desagradables. Sin embargo, no tenía pruebas de que pudiera confiar en ella.

“¿No son esos términos un poco convenientes para ti? No quieres matarme porque me deshago de tus rivales en esta competencia. Por supuesto que me mantendrás en secreto. Quiero más de esto. Específicamente, información. Dime qué otros tipos de demonios hay: nombres, formas, debilidades y la ubicación de sus bases”.

El propósito de mi línea de preguntas era doble. Sirvió para engañarla para que revelara cosas mientras investigaba lo que podía. Si tenía razón sobre su motivación, entonces este demonio era digno de confianza.

“Eres más inteligente de lo que creí. Los héroes siempre son unos brutos sin sentido, así que pensé que los humanos serían lo mismo”.

“Estás hablando de héroes como si no fueran humanos”.

“¿Qué estás diciendo? No hay forma de que el héroe sea humano”, respondió Snake con una risita.

¿Qué la impulsó a decir tal cosa? No parecía que estuviera hablando metafóricamente de la abrumadora fuerza de Epona. Había algo más.

“Entonces, ¿tu respuesta?” Yo presioné.

“Permítame preguntarle una cosa más primero. Responde y te diré lo que deseas saber. ¿Fue Gurt el primer demonio que mataste? Antes del escarabajo, ¿mataste un cerdo?”

¿Un cerdo? Eso suena como el General Orc, el demonio que atacó la academia.

“Traté de matarlo, pero no pude. Sin embargo, contribuí a su desaparición”.

Revelar eso fue una inversión necesaria. La boca de Serpiente se curvó en una sonrisa cruel.

“Ah, ¿de verdad? Lo sabía. Bueno, entonces tenemos una ganga. Te prometo que te daré la información adecuada en el momento adecuado… Me voy a dar la vuelta, así que si quieres atacarme, adelante. Pero será mejor que te prepares si lo haces. Pasaré un tiempo delicioso contigo y con esas adorables chicas por las que estás tan preocupado”.

“No estaba planeando nada de eso”.

Estaba preocupado por Dia y Tarte, pero no fui tan tonto como para mostrar debilidad.

“Eso dices, pero yo puedo decir lo contrario. Claramente ustedes tres se aman. Eres tan lindo que solo quiero comerte.”

Vi a Snake alejarse. Ofreció mucho, y no todo estaba relacionado con los demonios. Ella entendió claramente muchas cosas que yo no entendí.

Una vez que Snake se perdió de vista, utilicé un hechizo de sondeo para comprobar si había enemigos cerca y luego me relajé.

“No aprecio que me obliguen a participar en un juego en el que ni siquiera entiendo las reglas”.

Por un tiempo, había estado reflexionando sobre la idea de que sabía muy poco sobre este mundo. Ni siquiera tenía una comprensión clara de lo que realmente eran los demonios y los héroes.

Necesitaba un plan, que a su vez exigía una mejor comprensión de la situación. Mi esperanza era que Snake pudiera brindarme la misma perspectiva que aquellos que se creían jugadores en este juego.

Desafortunadamente, era evidente que me ocultó mucho. Tenía que ser cauteloso con ella. Aunque actuó como si no tuviera idea de mi identidad, estaba seguro de que me había mirado.

Una cosa de la que estaba seguro era que la serpiente que había atacado en el camino de regreso de Milteu era su engendro. El maná de Snake se parecía al de ese monstruo.

Snake estaba manipulando a los nobles para que me atacaran; tenía que saber quién era yo. Sin embargo, había elegido mantener eso en silencio, ya que solo habría interferido en nuestras negociaciones.

“Me pregunto cómo se desarrollará todo esto”.

Independientemente, necesitaba reunirme con Dia y Tarte. Ambas habían trabajado muy duro y tuve que felicitarlas por un trabajo bien hecho.

Sobre todo, quería abrazarlas.