Sekai Saikou no Ansatsusha (NL)

Volumen 3

Capitulo 2: El Asesino Regaña A Su Alumna

Me tomé un momento para estirarme. Había estado haciendo un trabajo de precisión en mi habitación desde la cena, así que mis hombros estaban tensos.

Después de ver a Tarte usar el arma hoy, me decidí por algunos ajustes menores. Estaba satisfecho con la fuerza y la precisión, pero pensé que el sistema de recarga podría mejorar.

Las dos grandes desventajas del mecanismo de bloqueo de maná y el tamaño del arma eran el límite de seis balas y la necesidad de reabastecerlas todas individualmente después de agotarlas. El mecanismo de bloqueo de maná, que evitaba explosiones accidentales, también ralentizaba el tiempo de recarga y exigía más esfuerzo que un revólver normal.

Tal como estaba el arma, recargarla en medio del combate no era realista. Desafortunadamente, si facilitara la carga de rondas, el mecanismo de bloqueo de maná se volvería menos confiable.

“… Tal vez debería abordar esto desde un ángulo diferente”.

Consideré la idea de cambiar cilindros precargados. Ese tipo de cosas era común para las pistolas automáticas, pero no era imposible para un revólver.

“Esto debería funcionar.”

Con esta nueva remodelación, recargar en el fragor de la batalla era ahora una posibilidad. Tampoco parecía que la resistencia fuera un problema, pero los cilindros de repuesto eran voluminosos.

“Muy bien, a continuación, haré armas para Dia y para mí”.

Si bien Dia y yo podríamos usar Gun Strike, emplear un arma preparada de antemano sería significativamente más rápido. Poder lanzar un ataque letal sin la necesidad de un encantamiento fue una gran ventaja. Dado que el arma era del tamaño de una pistola normal, también sería fácil de llevar.

Sin embargo, necesitaría reducir la fuerza del arma de Dia, ya que no podía igualar la fuerza física de Tarte, incluso después de empoderarse con maná.

Después de calcular la fuerza del arma, elaboré un plano. La fuerza reducida significaba que el arma de fuego de Dia podría hacerse más pequeña. Le resultaría más fácil llevarlo y dispararlo.

El tiempo pasó volando mientras trabajaba en el diseño. “Eso debería bastar.”

Se estaba haciendo tarde, así que decidí terminar las cosas ahora que había completado el diseño. La fase de construcción llegaría mañana. Me estrellé contra mi cama, y justo cuando mi conciencia comenzó a desvanecerse, escuché un golpe en la puerta.

“Lord Lugh, ¿tienes un momento?”

Fue Tarte. ¿Qué podría querer a esta hora? “Adelante.”

Rápidamente guardé todas las cosas peligrosas que tenía por ahí y luego le hice señas para que entrara.

“Perdón por venir tan tarde”.

Parecía nerviosa por alguna razón y su voz temblaba. La vista de lo que estaba usando casi me hizo gritar en estado de shock.

“Tarte, ¿qué diablos haces usando eso?”

“U-Um, ya sabes…”

Tarte estaba vestida únicamente con una bata blanca. Se aferraba con fuerza a su cuerpo, y sus brazos y piernas bien desarrollados estaban desnudos. El vestido era ligeramente transparente, lo suficiente para que pudiera ver que no estaba usando ropa interior. Su cuerpo también estaba un poco sonrojado, como si viniera de un baño caliente. Se veía increíblemente atractiva.

Un agradable aroma flotaba en el aire. Reconocí el olor de un nuevo perfume Natural You que desarrollé. Lo habíamos agregado para satisfacer la demanda de los clientes que querían algo que atrajera a los hombres.

El producto solo se distribuyó en envíos regulares a nuestros miembros. Eso solo podría significar que mi mamá estaba detrás de esto. Ella estaba en contacto regular con Maha y secretamente se había convertido en miembro de Natural You.

También había visto la bata que llevaba Tarte antes. Mi mamá lo mostró hace mucho tiempo mientras decía algo como que encantaría a papá y me daría una hermanita. Desde entonces, lo había vendido al por menor para Tarte.

“Ya puedo adivinar la mayor parte, pero lo preguntaré de todos modos.

¿Con qué te llenó la cabeza mi mamá?”

“Um, yo… soy su asistente, mi señor, y una asesina. Ella dijo que debido a que las chicas no son tan fuertes como los chicos, necesitan compensarlo usando sus cuerpos como armas de seducción, así que me dijo que me entrenara un poco. También dejó en claro que, como su sirvienta personal, es mi deber servirte… Como asesina y sirvienta, necesito, eh, hacerlo contigo”. Roja como una remolacha, Tarte relató vacilante todo lo que había oído de mi madre.

A su manera, mi mamá probablemente estaba tratando de ayudar, pero esto era lo último que necesitaba que hiciera por mí. Probablemente solo lo estaba haciendo en busca de algún deseo egoísta, como querer ver los rostros de sus nietos lo antes posible. Tarte había tenido la mala suerte de verse envuelta en todo.

“Tarte”.

La llamé por su nombre, luego la agarré por los brazos con fuerza, la arrojé sobre mi cama, la inmovilicé y me puse sobre ella.

“¡Eek, Lord Lugh!” chilló. Aunque temblaba, sus ojos todavía parecían algo apasionados mientras me miraba. Incluso el aliento de Tarte parecía dulce. Sentí que mi pulso se aceleraba.

Mirándola en ese momento, quise desesperadamente ceder al deseo. No había considerado a Tarte como un interés romántico, pero esto me obligó a darme cuenta de lo atractiva que era.

Evidentemente, todavía me quedaba mucho por madurar. Mi cuerpo podría haber estado rebosante de deseo sexual, pero perder la presencia de mi mente tan fácilmente era impropio.

La lujuria no era lo único que sentía. También estaba bastante enojado con Tarte. Tendría que regañarla estrictamente.

“No tienes idea de lo que estás diciendo”.

Tarte era ridículamente hermosa. Sexy también. Incluso los nobles que vieron un sinnúmero de mujeres atractivas en sus vidas la querrían. Había llamado la atención de muchos en la academia. Algunos idiotas incluso se me acercaron para comprarla.

“M-Mi señor, su cara me está asustando.”

Mi comportamiento inusual estaba causando que Tarte entrara en pánico. Apreté sus pechos.

“Eso duele…”

Eran grandes y suaves, y todavía les quedaba mucho por crecer.

“Si te lo tomas en serio, puedo enseñarle cómo usar tu cuerpo como herramienta para el asesinato. Sin embargo, tendrás que acostarte con muchas personas. ¿Entiendes lo que eso significa?”

Tarte se quedó en silencio. Mi madre la había incitado a hacer esto, por lo que no se había dado cuenta de a qué se estaba comprometiendo. Ella solo estaba pensando en tener sexo conmigo y no había pensado en lo que sucedería una vez que terminara su entrenamiento y tuviera que aceptar un trabajo real.

“Intenta imaginarlo, ¿de acuerdo? Usar tus encantos femeninos como arma significa que hombres que ni siquiera te agradan violen tu cuerpo y luego buscar una oportunidad para matarlos”.

Puse mis piernas entre sus muslos para evitar que se cerrara la entrepierna. Luego apreté sus pechos aún más fuerte.

Las lágrimas comenzaron a formarse en los ojos de Tarte, y se encogió de miedo a pesar de saber que era solo yo.

“Estás asustada, ¿verdad? Incluso con alguien que conoces, estás asustada. Todavía no he hecho nada y ya estás temblando. ¿De verdad crees que puedes asesinar así? Muy bien, practiquemos. Inténtalo. Te voy a hacer cosas terribles. Busca una oportunidad y empuja tu arma contra mi estómago”.

Le había ordenado a Tarte que llevara un arma con ella dondequiera que fuera. Ella tenía uno atado a ella incluso ahora.

Si se tratara de una situación real, que ella llevara un arma de fuego de tal manera no sería un problema. La pistolera atada a su muslo no era grande, y este mundo no estaba familiarizado con las pistolas. Su objetivo creería que es un accesorio de algún tipo.

Traté de quitarle la bata de Tarte mientras las lágrimas corrían por su rostro, y luego sacó la pistola de su funda y apuntó a mi estómago. Sin embargo, era demasiado lenta, agarré sus manos y las retorcí.

“Eso es un fracaso. Este no es el momento adecuado para atacar a un hombre. Si vas a hacer un movimiento, tiene que ser más tarde, cuando él esté menos cauteloso. Espera hasta que esté borracho de lujuria por ti y pierda de vista todas las otras cosas que lo rodean”.

“Lo-lo siento—”

Dejé ir a Tarte y me puse de pie. “No estás lista para la seducción”.

Agarré algunas hojas de té y tazas que había almacenado en mi habitación, usé un hechizo para producir un poco de agua caliente, luego preparé a Tarte un poco de té relajante y se lo di. Lo bebió lentamente y se calmó constantemente.

“No tenía idea de que iba a ser tan aterrador. Pero, eh…”

“¿Estás diciendo que no estabas lista? ¿Quieres volver a intentarlo después de prepararte?”

“Si te sirve de ayuda” insistió Tarte, cerrando sus ojos todavía húmedos con los míos.

Su persistencia no se debió a que mi castigo no hubiera sido lo suficientemente fuerte. Esta chica estaba realmente decidida a hacer cualquier cosa por mí.

“Eres terca en los lugares más extraños. Te creo, pero aun así no lo permitiré”, le dije.

“¿Porque no soy apta para eso?”

“No. Eres hermosa y tienes una personalidad que a los hombres les encanta; estás muy bien preparada para ese tipo de trabajo. Tu naturaleza tímida puede funcionar en tu contra, pero eso podría tratarse con experiencia”.

Tarte era una gran trabajadora. Si se proponía una tarea, podía hacerlo. “¿Entonces por qué?” presionó.

“Porque la idea de ti con otro hombre me molesta”, admití, hablando desde el corazón. Tarte era mi asistente, pero también pensaba en ella como un miembro importante de la familia.

“¿Qué quieres decir?”

“Justo lo que dije”.

“U-Um, estoy feliz. Estoy feliz de ser querido por usted, mi señor”.

“Siempre lo has sido. Lamento no haberlo dejado claro”.

“¡Eso no es lo que quise decir! Sé que me valoras mucho, mucho. ¡Por eso te amo, mi señor!”

Los dos habíamos pasado por muchas cosas esta noche, y estábamos confesando cosas que normalmente hubiéramos mantenido reprimidas.

“Después de terminar esa bebida, regrese a tu habitación y descansa. Perdón por asustarte así” dije.

“Todo está bien. Entiendo que fue por mi bien. Ya no tengo miedo”.

Tarte estaba bebiendo tranquilamente su té. Ya no tenía necesidad de preocuparme.

“Um, ya no mencionaré el uso de la seducción para el asesinato… Pero, ya sabes, ¿qué hay de mi servicio como sirvienta?” Tarte preguntó, mirándome con los ojos vueltos hacia arriba.

“Dejemos eso para otro día. No tengo ganas de acostarme con una chica que empezó a temblar solo porque un hombre la tiró sobre la cama”.

“Hmph, a veces eres un matón, mi señor”, hizo un puchero Tarte.

Luego salió de mi habitación luciendo feliz pero también de alguna manera decepcionada. Cuando se fue, dejé escapar un gran suspiro.

“Eso estuvo cerca.”

Todo lo que le hice a Tarte fue un acto para disuadirla, pero resistir había sido difícil. Perderme y simplemente hacerle el amor había sido muy tentador.

“… Haré que mamá pague por convencer a Tarte de hacer algo así”.

Eso fue de un gusto horrible. Pasé por alto la mayoría de sus bromas, pero esto fue demasiado. Necesitaba ser castigada.