Saikyou Mahoushi (NL)

Volumen 7

Extra 1: Las Excentricidades de un Patrocinador de Huérfanos

“¿Están todos en posición?”

Una voz digna llegó a todos a través de las comunicaciones en sus oídos. Eso fue suficiente para que enderezaran sus posturas. La misión en la que estaban no era oficial, pero provenía del propio Gobernador General.

En el Torneo Mágico Amistoso de las Siete Naciones, los subordinados directos del Gobernador General, en otras palabras, las élites de las élites, llevaban equipos de grabación a varios lugares.

Ya se habían hecho los preparativos para la gestión del torneo para crear sus propias grabaciones. Con las órdenes directas del Gobernador General, no podían permitirse el lujo de recortar esquinas, incluso si solo era un enfrentamiento entre estudiantes…

“Objetivo confirmado, el primer enfrentamiento de Alice Tilake está comenzando. Todos los ángulos despejados… todos los objetivos despejados. La grabación está lista a sus órdenes, Gobernador General Berwick.”

“Bueno. No lo arruinen. No los perdonaré si hay alguna grabación perdida.”

“¡¡Roger!!”

Berwick esperaba ansioso el comienzo del enfrentamiento desde su sala VIP. Podía sentir su corazón latiendo, como un padre que presencia el gran debut de su hija.

Incluso a su avanzada edad, Berwick seguía siendo soltero. Pero la forma en que cuidaba a Alice como si fuera su propia hija dio lugar a una especie de expresión que rara vez se veía en el rostro de un Gobernador General.

Al mismo tiempo estaba muy emocionado, como si hubiera un fuego encendido en sus ojos. Había superado su pasado y había crecido tanto que era difícil creer que alguna vez había vivido en una instalación con el espíritu roto.

Sus amigos y los lazos con las personas que la rodean deben haber llenado su corazón una vez vacío. Pensándolo de esa manera, Berwick se sintió algo redimido a pesar de que solo podía brindarle ayuda financiera en secreto. “Su sonrisa se ha vuelto aún más hermosa.”

“Wow, eso es asqueroso.” Respondió Lettie de inmediato.

Cicelnia sonrió con ironía. “Conozco los detalles, pero su forma de apoyo es simplemente anormal… casi me hace arrepentirme de haberlo nombrado Gobernador General.”

La sien y la mejilla de Berwick temblaron ante eso. La forma en que se agarró en el alféizar de la ventana en la habitación podría haber sido menos que madurar, pero aun así… “Vamos, vamos, Lady Cicelnia y Lettie, todavía son demasiado jóvenes. Llegará el día en que ustedes también comprendan esta sensación. Siento que esto es todo… haber trabajado tan duro hasta el día de hoy para poder recuperar su sonrisa. Y estoy seguro de que podré seguir haciendo lo que pueda en el futuro.”

Mientras decía esto, un ligero cambio de luces hizo que las sombras en el rostro de Berwick fueran aún más pronunciadas.

“Por un momento, no parecías nada más que un anciano.”

“También lo vi, Lady Cicelnia. Es mejor que alguien tan mayor se jubile.”

“¡¿De qué están hablando?! ¡Todavía tengo mucho más en mí, especialmente después de haberme revitalizado al mirarla!”

“B-Bueno, está bien…”

Cicelnia y Lettie miraron de reojo a Berwick, mientras él apretó el puño y contuvo las lágrimas.

“¿No crees que te estás engañando? ¡En poco tiempo, la gente te llamará abuelo loco!”

“Urgh… creo que sé cómo comportarme correctamente. Además, ¡Alus no diría eso!”

“Entiendo que estás soltero y sin hijos… pero llegar tan lejos no es normal.”

“Cierto. Por cierto, Allie está entrenándola, a… Alice, ¿es así? Y parece que te has estado preparando para esta sesión desde que se inscribió en el Instituto. ¡Eso raya en la locura!”

Berwick simplemente negó con la cabeza, como si dijera que todavía les quedaba un largo camino por recorrer.

Por cierto, incluso después de que Berwick se jubilara, aún le quedaría dinero para ayudar a Alice. Al no tener mucho en qué gastarlo, había amasado una fortuna decente. Y su forma de adorar no era muy diferente a la de un abuelo que adoraba a su nieto.

Cuando consiguiese un novio, no era difícil imaginar a Berwick iniciando una investigación exhaustiva sobre él y protestando ferozmente por cualquier cita, incluso llegando a planear sabotear la relación.

Incluso si no lo hacía, existía la preocupación de que eventualmente metiera la nariz donde no pertenecía. Sin mencionar que era el líder militar de toda una nación.

Cicelnia reprimió un estremecimiento y decidió insistir en su punto. “Intenta evitar los escándalos, ¿quieres? También tendría repercusiones para mí.”

“Eso es de mala educación… Lady Cicelnia, parece que me está entendiendo mal…”

“Aun así, ¿no es bastante complicado? ¿Qué vas a hacer al respecto?”

“¿Acerca de?”

“Esta chica Alice se convertirá en una Maestra Mágica, ¿verdad? Lo que significa que eventualmente se unirá al ejército.”

“De hecho, es un sentimiento complicado. Pero es el camino que decidió por su cuenta. Simplemente la cuidaré y le daré un ligero empujón si es necesario.” A pesar de la edad de Berwick, tenía la espalda recta y parecía el soldado modelo, con una mirada casi filosófica.

Sin embargo…

“Le tiemblan las piernas, Gobernador General.”

“Sabía que estabas envejeciendo. Hay una cierta melancolía flotando en el aire…”

Berwick se quedó asombrado cuando las dos jóvenes se turnaron para señalárselo.