Saikyou Mahoushi (NL)

Volumen 7

Capitulo 40: Rebelde no Deseado — Demi Azur

Parte 2

A diferencia de Niflheim, otro hechizo que cambia el entorno, Helheim podía cambiar el terreno al mismo tiempo que ayudaba al Maestro Mágico. Mientras Niflheim engañaba al mundo a través del principio de la magia, Helheim reescribió y reemplazó la sustancia misma. En otras palabras, convirtió el mundo falso en realidad.

Era un cambio puramente a nivel material, pero gran parte del material cambiado permaneció en el mundo real de forma permanente, incluso si el usuario dejaba de suministrarle maná.

El enorme agujero no fue solo por el impacto de Black Ikazuchi, sino también por convertir la tierra en arena a través de Helheim, que luego se desmoronó. La arena que todavía cubría el agujero era una señal de cuán poderoso era el hechizo que había usado Alus.

En algún momento, las nubes oscuras habían desaparecido por completo como si nunca hubieran estado allí, revelando un cielo sin nubes. Y sin nada que la obstruyera, la luz del sol brilló e iluminó las enormes cicatrices de la magia.

Probablemente Alus había usado un tercio del maná que había absorbido y restaurado. El hechizo usaba demasiado maná, pero aun así había creado un hechizo tan poderoso a pesar de no tener afinidad por el atributo del rayo. Fue nada menos que una hazaña de fuerza, pero el solo hecho de poder usar un vértice del atributo rayo fue un lujo…

“El hechizo definitivamente es lo suficientemente digno de ser llamado de último nivel, un vértice…” Actualmente solo se usaban cuatro rangos para clasificar los hechizos, pero eso no era suficiente para clasificar con precisión todos los hechizos. Para empezar, este estándar de evaluación había estado en vigor durante cincuenta años. A medida que la humanidad amplió sus conocimientos y dio grandes pasos en el campo, se crearon algunos hechizos que no podían medirse con los estándares convencionales.

Ya había un quinto nivel final agregado a la clasificación, con hechizos categorizados como tales, incluido Black Ikazuchi.

Pero normalmente ese no era un reino al alcance de los humanos. Alus examinó su entorno con una sonrisa amarga. Parecía un cráter después del impacto de un meteorito. Como resultado del suelo excavado, pudo ver el lecho de roca expuesto en el agujero.

Probablemente toda el área de abajo formaba parte del depósito. Como había adivinado correctamente lo que estaba pasando bajo tierra, la expresión de Alus se suavizó.

Cuando de repente sintió algo…

“¡¡…!!” Reflexivamente se preparó, pero luego dejó escapar un pequeño suspiro y se encogió de hombros. “Parece que después de todo murió, pero pensar que queda algo de él… ese es el tipo de dureza que esperarías de un Clase SS.”

En el centro del impacto de Black Ikazuchi estaba el cuerpo deformado del Fiend. Su cuerpo una vez negro se había carbonizado por completo. Uno de sus brazos salió despedido de su codo y su cuerno que se extendía hacia atrás se desmoronó gradualmente.

Dejando el cadáver solo, Alus se dio la vuelta. Frotándose los hombros ahora rígidos, caminó hacia el borde del cráter… cuando el sonido de algo burbujeando vino detrás de él.

Giró la cabeza para mirar.

Teniendo lugar frente a él había un espectáculo anormal. El cuerpo del Fiend supuestamente muerto se estaba hinchando como un globo. Sin ningún lugar adonde ir, el maná se estaba filtrando como gas.

Definitivamente el Fiend estaba muerto. Así que eventualmente se dispersaría junto con el maná… o al menos se suponía que lo haría.

¡Mierda…!

Todos los Fiend, sin excepción, tenían un núcleo. Ya era muy consciente de la extrema regeneración del Devorador. Es por eso que había usado Black Ikazuchi para destruir todo, junto con su núcleo. Y debería haber tenido éxito.

Pero ahora… parecía que el Devorador no estaba almacenando su maná absorbido en su núcleo, sino en algún otro órgano.

También se dijo que el núcleo era responsable de convertir el maná absorbido en algo más adecuado para un Fiend, por lo que se decía que era el punto débil de un Fiend. Pero aparentemente el cuerpo de este Devorador no era tan fácil de entender.

Los instintos de Alus le dijeron que este Fiend almacenaba todo el maná que absorbía en todo su cuerpo. Lo que significaba que cada célula de su cuerpo era un depósito de maná, en lugar de solo su núcleo.

Normalmente sería imposible y básicamente increíble… pero este Devorador excedió toda imaginación.

De todos modos, ya era demasiado tarde. Con el Fiend muerto, sus células comenzaron a hincharse con maná y comenzaron a arrasar como una bestia desencadenada. Había muchos tipos diferentes de maná que se mezclaban y entraban en conflicto entre sí… y probablemente era el núcleo del Demi Azur lo que había mantenido el equilibrio entre ellos.

Sin algo para controlar el maná, eventualmente correría completamente desenfrenado y daría a luz un cierto fenómeno.

“Una súper explosión anti-magia, eh…” Murmuró Alus para sí mismo.

Era algo bastante improbable que podría ser posible en las circunstancias adecuadas. Al comprimir manás contradictorios y sellarlos en un recipiente pequeño, alguna forma de gatillo podría provocar una explosión. Las células del Devorador todavía estaban en el proceso de entrar en conflicto entre sí, lo que creó las peores condiciones posibles.

Solo la onda expansiva de la explosión se extendería decenas de kilómetros. De los muchos fenómenos que podrían crearse con maná, era el que causaría más daño.

Si sucedía, incluso el escuadrón de Lettie, tan lejos como estaban, sería aniquilado en un instante.

Debería al menos poner una última resistencia por su bien. Pero incluso entonces, las posibilidades eran solo… Era bueno que hubiera mantenido un grado de distancia de Tesfia y Alice.

Varias dudas pasaron por la cabeza de Alus. Si tan solo él… y así sucesivamente. Sin embargo, cualquiera de las contramedidas que se le ocurrieran no significaba nada ante la realidad a la que se enfrentaba.

No había habido un solo informe de un Fiend Clase SS desde el evento hace cincuenta años. Y estrictamente hablando, la eliminación del Fiend en ese entonces había fallado, y nunca se había descubierto la historia completa de su naturaleza y debilidades. Sin mencionar el tipo y las circunstancias del Fiend, cuántos Maestros Mágicos había devorado y la calidad de su maná… todo seguía siendo desconocido.

Como era de esperar, había que eliminarlo de una sola vez. Quizás todos deberían haber juntado sus hechizos. No, Black Ikazuchi estaba a un paso de terminarlo, por lo que podría haber vertido todo su maná en él.

Le vinieron a la mente todo tipo de ideas, pero todas eran medidas para ‘la próxima vez’.

Ninguna de ellos cambiaría el presente.

Incluso ahora, el cuerpo del Fiend estaba creciendo a un ritmo aterrador, y Demi Azur ya había perdido su forma original. Se estaba hinchando hasta el límite, y su enorme cuerpo pronto sería lo suficientemente grande como para cubrir el cielo y oscurecer los alrededores.

Con resignación, Alus devolvió su AAR a su funda con un suspiro. Qué fastidio…

Miró hacia arriba, su mirada siguiendo las nubes que flotaban en el cielo del Mundo Exterior.

El cielo de hoy estaba tan azul como siempre. Y como de costumbre, estaba cambiando constantemente. Solo había visto formas de nubes como estas aquí. Con la luz del sol iluminando las nubes desde atrás, sus contornos brillaban como halos.

Si tuviera su botella de agua con él, se derramaría el agua sobre su cabeza. Ese era su hábito cada vez que estaba en este estado de ánimo, y aunque sabía que no la había traído consigo, todavía buscó su cintura.

“Ahora bien…” Murmuró, habiendo tomado una decisión. No había forma de contactar a Lettie y los demás. Incluso si pudiera hacer la llamada, era demasiado tarde.

Alus miró el cuerpo del Devorador que aún se estaba expandiendo incluso ahora, luciendo como si pudiera explotar en cualquier momento. Una vez que eso sucediera, toda esta zona se convertiría en un páramo yermo. Ni siquiera Balmes, que estaba a bastante distancia, saldría de una pieza. Sin duda, envolvería la parte superior del depósito donde también estaban Lettie y los demás.

Alus cerró lentamente los ojos. Me siento mal por Lettie y su equipo. Incluso se disculpó en silencio, completamente fuera de lugar para él. Él fue quien les dijo qué hacer, y esto es lo que obtuvieron.

Supongo que tampoco obtendré la recompensa… Bueno, esta vida no fue tan mala, pensó para sí mismo con una sonrisa de autocrítica.

Alus tenía que tomar una decisión, pero, de cualquier manera, su vida ya estaba…

Él lo sabía.

Parecía que todavía pasaría algún tiempo antes de que su vida pasara ante sus ojos como si hubiera leído en algún libro. Aunque no sería hasta el final cuando descubriría si tenía algún recuerdo que dejara una impresión suficiente para aparecer en su mente. Sin embargo, tenía un interés pasajero en lo que vería.

Independientemente, dejó escapar un fuerte suspiro. Supongo que, después de todo, mi fin será en el Mundo Exterior… eh.

A estas alturas incluso le dio la bienvenida. Le encantaba el paisaje del Mundo Exterior. Sintió una providencia majestuosa… era la naturaleza que no había sido tocada por las manos de la humanidad.

Alus ya había asumido que no moriría de una manera bonita, por lo que sintió que esta era probablemente una de las mejores formas de hacerlo.

Criminales atroces o no, había acabado con la vida de varias personas. Los Maestros Mágicos con los que había entrado una vez en el Mundo Exterior habían cambiado casi a diario y, finalmente, la cantidad de personas que lo conocían y las personas sobre las que quería saber más, excluido el grupo de Lettie, ascendía a un puñado. También había sacado a más aliados de su miseria de los que podía contar con sus dedos.

De hecho, innumerables personas habían perdido la vida antes de que él se convirtiera en Único. Y ahora simplemente se uniría a sus filas.

Sin embargo, incluso entonces… Estaba eligiendo al menos salvar a Lettie y los demás. Apostar su propia vida para salvar las vidas de otros… si realmente podría salvarlos o no era incierto. Podría estar oponiendo una resistencia inútil contra un destino despiadado.

Era consciente de que se estaba poniendo sentimental, su corazón latía con fuerza. “¿Eh, realmente me gusta esto…?” Escupió inconscientemente, antes de levantar la cabeza como si se diera cuenta de algo.

Pero negó con la cabeza como para rechazarlo. Incluso si la posibilidad de obtener el mejor resultado fuera inferior al uno por ciento, no dudaría en elegirlo. Así era él.

Pero… contra un enemigo de este calibre, simplemente no había oportunidad para eso. Así que esta era solo una oportunidad para poner a prueba su propio carácter y alma. Por eso…

“Ahora bien, soy el No. 1 clasificado, ¡así que al menos debería poner una resistencia inútil!” El AAR en su cintura hizo un ruido sordo al caer al suelo. Ahora era un peso inútil. “¡Soltaré tus grilletes, así que devora todo hasta el límite de tu deseo! ‹‹Gra Eater››”

Alus se resolvió a sí mismo y extendió la mano. Maná, como una manifestación del caos, se derramó y en un abrir y cerrar de ojos la oscuridad envolvió el área. Había desatado todo el potencial de Gra Eater sin tener en cuenta las consecuencias.

Una marea negra se precipitó hacia el Fiend como si hubiera descubierto un festín. En poco tiempo, el Gra Eater con forma de torrente abrió la boca y mordió al Fiend.

Había tomado la decisión de drenar el maná del Fiend antes de que pudiera ocurrir una explosión. Pero eso vino con un riesgo para su vida. Como era de esperar, Gra Eater comió y absorbió maná llenando la capacidad de Alus más allá de su límite en un instante.

Thump. Sintió que algo rebotaba. Definitivamente no era el sonido de su corazón. Era el sonido de algo dentro que alcanzaba su límite y se rompía. Ignorando el evento anormal en su cuerpo, se centró únicamente en manipular a Gra Eater para que se alimentara del maná del Fiend.

Gra Eater creció explosivamente en tamaño debido a la cantidad de maná que absorbió. Afortunadamente, incluso después de que Alus desatara toda su fuerza y debilitara su control sobre él, continuó merodeando alrededor del cuerpo del Fiend. Se movía puramente por los instintos de un depredador, negándose a dejar ir un delicioso festín.

No es suficiente… ¡a esta tasa de absorción no lo logrará! Incluso con Gra Eater comiendo, el Fiend todavía tenía una gran cantidad de maná. No importa cuánto comiera, las señales de la explosión que se avecinaba no estaban retrocediendo. Alus chasqueó la lengua y aflojó aún más las riendas de Gra Eater.

Habiendo llegado tan lejos, no podía volver atrás. Si Gra Eater corriera desenfrenado, no sería capaz de recuperar el control.

Gra Eater siguió comiendo a mayor velocidad.

Alus hizo una mueca cuando el maná se acumuló dentro de él a un ritmo extremo. Su brazo derecho extendido comenzó a temblar. Lentamente comenzó a rebotar en todas direcciones y, de repente, la sangre comenzó a brotar de su brazo. Debe haberse roto un vaso sanguíneo. El maná en su sangre se había vuelto tan denso que sus vasos sanguíneos y su piel no pudieron resistirlo más.

Mordió y soportó el dolor. Al mismo tiempo, se produjo una anomalía en su brazo izquierdo. Lo había dejado colgando, pero la sangre le corría por el hombro y gradualmente dejó de sentir el dolor y el entumecimiento. Los nervios comenzaban a apagarse. Después de una breve pausa, los vasos sanguíneos de ambas piernas se hincharon y se abrieron de golpe.

Alus cayó de rodillas, pero aún mantuvo su brazo derecho extendido, mirando a Gra Eater y al Fiend. Sabía desde el principio que incluso si evitaba la explosión, definitivamente perdería el control de Gra Eater…

Podía sentir los signos de la explosión mágica dentro del Fiend debilitándose, poco a poco. Y parecía que Gra Eater finalmente había devorado todo su maná, mientras se alejaba de sus restos. Solo quedaron trozos de su capa exterior y restos de maná. Las grietas atravesaron el caparazón antes de que se desmoronara como arena.

Lo hice… lo próximo será…

Habiendo terminado la comida frente a él, Alus anticipó que Gra Eater comenzaría a hacer estragos. Pero contrariamente a sus expectativas, comenzó a enrollarse sobre él. Pero esto también podría ser solo una pequeña siesta después de la cena, y era probable que su codicia instintiva lo enviara en busca de nuevas presas.

Todo el entorno de Alus estaba cubierto por el enorme Gra Eater. Bloqueaba el sol, haciéndolo parecer de noche para él. Debido a que su cuerpo era algo transparente, proyectaba una sombra oscura, inquietante y vacilante en el suelo.

“Pensar que era tan grande…” Al mirar al cielo, pudo ver a Gra Eater proyectando una sombra que cubría todo el cráter. Había enviado tanto maná a Alus, pero ¿cuánto más había absorbido y utilizado como nutrientes para crecer?

Parecía una enorme esfera negra. Subiendo y bajando en el aire, desbordando el área con maná, era como un extraño acuario en el cielo.

Impulsado por un apetito insaciable, no se sabía cuándo cazaría nuevas presas.

Era probable que ya pudiera detectar el maná de Lettie y los demás.

Tal vez incluso le mostrara los colmillos al propio Balmes.

… Aunque probablemente no llegaría tan lejos. Gra Eater podría tener un sentido de sí mismo, pero todavía era una parte indivisible de Alus, por lo que, si se alejaba demasiado de él, la información debería degradarse y debería reducirse a partículas de maná.

Sin embargo… no había garantía de eso. Por eso era una apuesta tan grande.

Con tanta cantidad de maná, era posible que Gra Eater pudiera compensar el deterioro del maná por sí mismo, independizándose de Alus y haciéndolo capaz de ir a donde quisiera. Para decirlo sin rodeos, sería el nacimiento de una forma de vida mágica completa.

Si algo así se desatara en el planeta… habría creado algo peor que el Devorador. Quería pensar que no sucedería, pero eso podría ser demasiado optimista. La sensación de malestar envió un escalofrío por su columna, a pesar de su falta de sensación.

Pero incluso si eso sucede, tengo una carta que puedo jugar. Eso era quitarse la vida antes de que Gra Eater se convirtiera en una forma de vida completa. De esa forma, esta habilidad especial desaparecería por completo.

Suicidarse. Detener su propia vida con sus propias manos.

Había hecho lo mismo con los demás una y otra vez…

De repente le vino a la mente un viejo recuerdo. No había sido a propósito, solo un impulso del momento. ¿Cuándo había sido…? Cuando dijo que no necesitaba a nadie más…

¿Fue después de haber visto morir a cientos de Maestros de Mágicos…? ¿O cuando alguien le había suplicado que lo matara en lugar de dejar que los Fiends los atraparan…?

Los gritos y chillidos de los que habían quedado para morir resonaban en su cabeza. Y todavía podía ver a los Maestros Mágicos con lágrimas en los ojos llenos de pesar y esperanzas aplastadas.

La respuesta a cuándo sucedió probablemente fue cuando había matado sus sentimientos para escapar del infierno sin fin de tener que ver morir a sus aliados y, a veces, tener que matarlos con sus propias manos.

Tal vez no quería matar a nadie… se preguntó. No fue un mal presentimiento. Pero luego una sonrisa de burla apareció en su rostro, ya que incluso al final, el escuadrón que había traído con él corría el riesgo de perder la vida.

Al momento siguiente, un escalofrío lo invadió. El enorme cuerpo de Gra Eater que acechaba sobre él se había dispersado en un instante.

“¡¡Tsk!!” Varias criaturas más pequeñas estallaron, como el agua de una presa rota. Todas ellas estaban formando una boca, la imagen perfecta de un depredador, juntas mostrando sus feroces colmillos.

***

Incluso desde la parte superior del depósito, era fácil de ver. Era claramente diferente de las nubes oscuras de Black Ikazuchi, pero aún era similar en apariencia.

“¿Qué es esa cosa…?” Lettie murmuró, mirando el charco de maná negro.

No hubo respuesta a su pregunta, pero decidió llamar a la persona que había mostrado una reacción. “Em. Rinne, ya sabes, no… ¿qué pasó con el Fiend? ¿Qué es esa cosa?”

“E-El Fiend… el Devorador ha sido asesinado por Sir Alus.”

El alivio se apoderó de los miembros del escuadrón. Pero Lettie miró a Rinne, instándola a continuar y responder sus preguntas por completo.

“Y esa cosa es… de Sir Alus… supongo que podrías llamarlo un hechizo que uso…” Le habían dicho que se callara, pero al ver este siniestro maná, ya no podía mantenerlo en secreto.

Rinne ya había comprobado que se trataba de una situación anormal con su ojo mágico. Esa cosa peligrosa probablemente era algo que Alus había sacado a relucir, pero ahora estaba fuera de su control. Ella lo había visto con claridad.

Pero dejando eso de lado por ahora, continuó su explicación. “¿Recuerdas esa habilidad de absorción que Sir Alus mostró contra Kurama? Su verdadera forma es sin duda ese extraño maná que hay allí.”

“¿Entonces todo está resuelto?”

“No. Deberíamos salir de aquí lo antes posible, probablemente nadie pueda hacer nada al respecto, ni siquiera Sir Alus.” Rinne miró hacia abajo con resignación, sus palabras disminuyendo.

Lettie la interrogó. “¿Por qué? Esa es la magia de Allie, ¿no?”

“S-Sí. Pero es diferente a la magia normal… creo. Para empezar, esa reserva de maná no tiene una construcción de hechizo. Y es como si se estuviera moviendo con voluntad propia…” Murmuró Rinne, habiendo renunciado a la idea de seguir ocultándolo.

“…”

Las palabras de Rinne volaron el alivio que los miembros del escuadrón habían sentido, reemplazándolo con una tensión rígida. “Creo que Sir Alus estaba tratando de controlar ese maná. Y por lo que deduje, absorbió todo el maná del cuerpo del Fiend que estaba a punto de explotar, o lo intentó…” Continuar era difícil para ella, así que cerró los ojos y se mordió el labio antes de finalmente hacerlo. “Sir Alus ya está al borde de la muerte. El sangrado es horrible…”

“¡Entonces tenemos que darnos prisa y salvarlo!” Exclamó Sajik.

Pero Rinne lo detuvo con los ojos, antes de hablar con franqueza en un tono frío: “Esa masa negra de maná se compone de una aterradora cantidad de maná a pesar del estado en que se encuentra Sir Alus, creo que es independiente de él…”