Mahouka Koukou No Rettousei (NL)

Volumen 21

Capitulo 3: Aprender Para el Actual Yaguruma

Parte 3

Tal tiempo causaba somnolencia.

Un gato de raza pura dormitaba en el banco del tejado. Saburou se detuvo de repente y miró fijamente la imagen que tenía delante.

Cuerpo delgado y relajado. El pelo es de longitud media con un color elegante, ligeramente claro. Una hermosa cara era visible, aunque estaba medio escondida en su mano, usada como una almohada, y sus ojos estaban cerrados. Esta estudiante era como un gato de raza pura.

Parecía mayor que Shiina. Lo más probable es que fuera una estudiante de preparatoria. En su hombro no había ni un logotipo con ocho pétalos, ni el emblema en forma de engranaje de ocho puntas… Era lo mismo que el propio Saburou. En otras palabras, era una senpai del segundo curso.

Saburou quedó fascinado por la vista de esta estudiante de preparatoria dormida durante casi diez segundos antes de que pudiera recobrar la compostura. Lo primero que pensó fue: “¿Quizás es mejor despertarla?”

La temporada acaba de cambiar en abril. Aunque ahora hace calor, el aire se enfría rápidamente por la noche. El viento puede soplar. Si duermes en el techo en tales condiciones, puedes resfriarte.

Sin embargo, cuando estaba a punto de despertarla, se le ocurrió que esta situación podría llevar a un malentendido. En este momento, solo sólo él y esta senpai estaban en la terraza. Al despertarse, puede confundirlo con un pervertido. O alguna clase de fetichista a quien le encanta espiar a colegialas dormidas. No podía estar 100% seguro (aunque solo fueron 10 segundos, pero a Saburou le fascinó el aspecto de esta chica de preparatoria), pero si tal error se da, será un gran problema.

Saburou detuvo sus pasos y empezó a retroceder despacio y en silencio. Para evitar que lo confundieran con un pervertido, apartó los ojos de la estudiante de preparatoria y se volvió hacia la puerta que conducía a las escaleras de la terraza.

“No hay necesidad de huir, todo está bien.”

A un lado, desde el banco al que acababa de mirar, se escuchó una voz. Sorprendido en el momento preciso, Saburou se quedó inmóvil. Aunque al principio apenas había levantado la cabeza, ahora la estudiante de preparatoria se levantó y se sentó.

Sin importarle el comportamiento sospechoso de Saburou, el estudiante se estiró apropiadamente. En esto también había algo felino. Sin embargo, bajando los brazos mientras se estiraba, miró a Saburou con una mirada que contenía el poder de una pantera o una tigresa, no de un gato.

“No te tomé por un pervertido. ¿Te preocupaba que me resfriara y querías despertarme?”

“S-sí, uh …”

La explicación golpeo exactamente en el blanco, por qué no sólo la boca, sino que todo el cuerpo de Saburou se negó a obedecer.

“Hmm …”

Estudiando su mirada, la estudiante asintió con un rostro comprensivo.

Saburou se sentía muy incómodo. Al abrir los ojos, la senpai era mucho más hermosa de lo que se imaginaba cuando veía su cara dormida. Estaba llena de energía y desbordante de un alegre encanto. Aunque estaba preocupado por simplemente ver a mujer tan hermosa, esta chica no solo era una cara bonita, sino que también tenía una mirada que penetraba hasta los huesos.

No, hasta lo más profundo de mi alma. Era el poder de la mirada de un maestro que no esperas ver en una chica, y que a primera vista ve el nivel de tus fuerzas y habilidades, carácter, fortalezas y debilidades.

“… Ella, si no me equivoco …”

El nombre surgió repentinamente en la mente del reflexivo Saburou “Um …”

“Mm, ¿qué?”

“¡Lo siento si estoy equivocado! pero, ¿el nombre de senpai no es por casualidad Chiba Erika-san?”

Escuchando la pregunta de Saburou, Erika abrió sus ojos en sorpresa, y luego los entrecerró con interés.

“Hoho … ¿Me conoces? ¿Y tú eres?”

“¡Lo siento!” – Saburou inconscientemente se enderezó. Y no fue por el hecho  de que fuera un estudiante de preparatoria. No la cabeza, sino todo el cuerpo le ordenó tratar a Erika con la máxima cortesía- “Clase 1G, Yaguruma Saburou.”

“Yaguruma, entonces. Como ya has dicho, soy Chiba Erika de la clase 3F. Si sabes de mí, ¿entonces te gusta el kenjutsu? Supongo que te especializas en armas cortas, como un cuchillo.”

Con la explicación de Erika, Saburou quedó más impresionado que cauteloso. Pensó que, si ella realmente podía ver las técnicas aprendidas del enemigo con tan solo una mirada, entonces definitivamente estaba a un nivel más alto que el de su instructor, de quien entrenaba en la lucha cuerpo a cuerpo.

Saburou, que sabía de la destreza de Erika desde hace mucho tiempo, sólo hasta ahora lo entendió.

“Tal percepción, este te subestimó. Este es aficionado a la autodefensa con cuchillos plegables y bastones cortos.”

Al escuchar el tono demasiado formal de Saburou, Erika se rascó la cabeza torpemente.

“Estas son formalidades … Sería incómodo tener una conversación normal de esa manera.”

“Um, esto es … lo siento”.

“No tienes por qué ser tan formal conmigo”. Y no necesito ningún “Este”. “Yo” está bien. Lo que usualmente usas.”

“¿Pudo darse cuenta de eso…?”

Esta vez, Saburou se sorprendió de que Erika se diera cuenta de que esa no era su manera usual de hablar. Pero Erika simplemente lo adivino y tampoco se molestó en corregir los pensamientos de Saburou.

“Por cierto, dijiste que estás trabajando en habilidades de defensa personal, pero… no lo creo. Incluso si tu autodefensa es realmente autodefensa, no es para protegerte. Tienes algunas habilidades oscuras que te convertirían en un escudo para proteger a tu maestro. ¿No es así?”

Esta pregunta fue hecha con tanta confianza, que casi era una afirmación. “¿Entiende incluso eso …?”

Saburou dijo las mismas palabras, pero en un tono diferente. Las palabras anteriores sonaban simplemente con sorpresa, pero esta vez fue un shock en forma de “No puedo creerlo”.

Mientras Saburou continuaba aturdido, Erika por otro lado, frunció el ceño por un momento, pero inmediatamente hizo una cara de “No me importa”.

“Bueno, también enseño algunas técnicas en casa de mis padres.”

Cuando Saburou escuchó esto, una luz apareció en sus ojos. Era una luz que sólo podía describirse como “llama ardiente”.

“Chiba-senpai. Creo que esto será impertinente, ¿pero podrías enseñarme?”

Leyendo en los ojos de Saburou, una fuerte sed de fuerza, Erika se separó de la parte de atrás del banco. Mientras se enderezaba, una atmósfera escalofriante llenaba el aire. Saburou se quedó mirando el cambio con los ojos muy abiertos.

“¿Qué quieres que te enseñe?”

La lengua de Saburou, plagada de todas estas sorpresas, ya se había tranquilizado. Ahora el obstáculo para Saburou era una garganta que estaba seca por la tensión. Después de humedecer su garganta seca, tragando saliva, Saburou, después de haber recogido toda su fuerza de voluntad, respondió a la pregunta de Erika:

“… Formas de ser más fuerte.”

“¿Por qué quieres ser más fuerte?”

Su garganta seca solo se empeoró. Saburou, casi tosiendo por la sequedad, tragó saliva otra vez y, por la fuerza, habló con voz ronca.

“Porque quiero ser capaz de proteger a esta persona con mis propias manos.”

“¿Con tus propias manos, dices?”

Erika cerró los ojos y sonrió cínicamente. “Siendo honesta, esto no es bueno.”

Abriendo los ojos, miró a Saburou con una sonrisa satisfecha. “Bien, te haré compañía.”

Erika se levantó del banco y se dirigió a la salida de la terraza.

“Sígueme.” – Dijo Erika, mirando por encima del hombro a Saburou, quien estaba confundido por sus acciones abruptas.

***

El lugar al que se dirigía Erika era el pequeño gimnasio No. 2, llamado Arena. Tenía un piso de madera, y ahora había un entrenamiento conjunto de los clubes de kenjutsu y kendo.

“Hmmm, por aquí. ¡Aizu-kun!”

El alumno que buscaba Erika miró toda la escena desde el rincón de la sala. Erika se inclinó y entró en el suelo de madera y caminó a lo largo de la pared hacia este alumno. Saburou hizo la misma reverencia, y vacilante siguió a Erika.

“Chiba-san.”

El presidente del club Kenjutsu, Aizu Ikuo, se volvió hacia Erika y se inclinó. Y luego volvió a ver el entrenamiento.

“¿Puedo distraerte un rato? Me gustaría tomar prestada una parte de la sala de entrenamiento.”

“No me importa, pero si es posible, ¿te unirás a nosotros? Si hay alumnos heridos, la gerencia de los clubes y el comité disciplinario harán un escándalo. Cada día se vuelve más difícil ocultar tales cosas.”

“No hay necesidad de esconder nada.”

“Para Chiba-san, todo puede estar en orden, pero para los miembros del club no se puede decir que…”

“Hablaremos de esto en otro momento. Además, hoy te he traído un nuevo miembro al club.”

Gritando “¿Uh-huh?” En voz alta, Saburou intervino en la conversación. “… Parece que el mismo no está de acuerdo.”

“Um, no …”

Saburou estaba confundido, mirando a la cabeza del club de Kenjutsu.

“Yaguruma, ¿quieres unirte a otro club?” -Estas palabras de Erika supusieron una gran presión.

“No, pero, el trabajo de mi familia…” – Esto no era una excusa. Los deberes para la protección de Shiina fueron eliminados, pero siendo un subordinado de la familia Mitsuya, todavía tenía la oportunidad de hacer un trabajo del que no se podía hablar específicamente.

“Esto es normal. ¿Tu nombre es Yaguruma-kun, dices? ¿de primer año?”

“Ah, sí”

“En nuestro club de kenjutsu hay muchos como tú, haciendo trabajo familiar. Si informas adecuadamente sobre estas cosas, no serás disciplinado por perderte las actividades del club.” -Sin embargo, cuando el jefe del club dijo esto, hubo una sensación de que no podía negarse a entrar a este club.

“Bueno, con esto no quiero decir que debas tomar inmediatamente una decisión. Después de todo, Chiba-san te arrastró sin explicar nada ¿verdad? Debes de tomar una decisión, pensándolo cuidadosamente.”

“… Muchas gracias.”

Como resultado, no parecía que estaba obligado a unirse. Al darse cuenta de que el jefe del club de kenjutsu es una persona sensata, Saburou suspiró aliviado.

“Aizu-kun, eres demasiado suave!” –Hubo una voz que puso alerta de nuevo a Saburou. El dueño de estas palabras estaba detrás de él. Y no fue Erika, sino alguien cercano a ella en fuerza.

Al darse cuenta de que alguien se había deslizado detrás de él sin notarlo, Saburou se giró nerviosamente. Había una chica baja, vestida con ropa de kendo. Mirando el pánico de Saburou, ella inclinó la cabeza inquisitivamente, como preguntando, “¿Hm?” No había malicia u hostilidad en absoluto. Tal vez por eso no la notó, pero Saburou, asumiendo que se había relajado, apretó los dientes.

Observando con sorpresa al agitado Saburou, está estudiante miró al presidente Aizu.

“¡Aizu-kun, para perder al recién llegado justo debajo de tus narices es un comportamiento indigno para el presidente!”

La estudiante regaño a Aizu sin levantar la voz, pero en un tono un poco infantil para una estudiante de preparatoria.

“Saito, incluso si lo dices, no podemos forzarlo.”

La estudiante… la vicepresidenta del club de kenjutsu y presidenta a tiempo parcial de la sección de mujeres, Saito Yayoi, sacudió su dedo índice hacia arriba, como diciendo “no entiendes”.

“Tsk-tsk-tsk-tsk, Aizu-kun, no entiendes.”

No, no sólo hizo el gesto, sino que lo dijo. Al mismo tiempo, acompañaba el movimiento de su dedo con la onomatopeya.

“Wow, que estricto…”

“¡Erika! ¡No habla literalmente!”

Cortando las palabras de Erika, que dijo en voz alta lo que estaba en la mente de los miembros del club, Saito Yayoi volvió a mirar a Aizu.

“Aizu-kun, no tienes que forzarlo a hacer esto, ¡tienes que preguntar!”

Por ejemplo, puede causar un sentimiento de debilidad que un senpai tan persuasivamente lo convenza, ¡y tome ventaja de ello!”

“Eso no pasará”

“¡Lo hará!”

Después de interrumpir la sugerencia de Aizu con una voz fuerte, Yayoi se volvió hacia Saburou. No dudó en reducir la distancia entre ellos. Saburou no podía retroceder, detrás había un muro.

“¡Y así, novato-kun!”

“Uh…”

“Yaguruma-kun” – Aizu con un susurro jugó el papel de una incitadora. “¡De acuerdo, Yaguruma-kun!”

Yayoi tomó la mano de Saburou. Por alguna razón, Saburou no retiro ambas manos de Yayoi, que se aferraban a su mano derecha. Probablemente no pudo seguir el desarrollo de los acontecimientos.

Yayoi, a su vez, aferrándose fuertemente a su mano, lo miró alegremente con los ojos muy abiertos.

“Yaguruma-kun, ¿eres bueno en esto? Debes unirte al Club Kenjutsu a cualquier costo.”

Para Saburou, francamente hablando, la vicepresidenta Yayoi le parecía fuera  de control. Si la persona frente a él hubiera sido un enemigo, podría sacudírsela fácilmente y huir. Sin embargo, se sintió avergonzado de mostrar un comportamiento grosero hacia una estudiante de preparatoria y más aún, hacia una chica que no muestra ninguna intención maliciosa.

“El reclutamiento de los clubes comenzará pasado mañana. Tienes que seguir las reglas.”

Erika se metió entre ellos. Con una mano, presionó ambas manos de Yayoi, agarrándose a la mano derecha de Saburou. Yayoi soltó fácilmente la mano de Saburou.

Saburou no entendió lo que había pasado. Pero parece que a Yayoi no le interesaba en absoluto esa técnica.

“Erika, es un poco extraño oírte decir que estás de acuerdo con las reglas.”

“Si, si, ahora comenzaremos a entrenar con Yaguruma, ¿podemos posponer las quejas y las invitaciones para más adelante?”

Erika respondió a Yayoi dándole una mirada como si estuviera hablando con un niño.

“¿Entrenamiento? ¡Eres del club de tenis! Además, si tienes tiempo para jugar con los de primer año, ¡primero, pídeme permiso!”

“Ya he recibido el permiso del Presidente Aizu.”

Yayo inmediatamente miró a Aizu, y él le devolvió la mirada, que contenía la pregunta tonta “¿Qué pasa?”. Por supuesto, ya era demasiado tarde para hacer un problema el hecho de que Erika es tan libre de visitar los clubes de kenjutsu y kendo.

“Además, no vinimos a jugar.” – Erika interrumpió la guerra de miradas entre el presidente y vicepresidente del club de kenjutsu con un tono firme. Debido a esta voz, Saburou sintió un escalofrío. Yayoi miró a Erika con cara seria, y Aizu frunció las cejas con irritación.

“Chiba-san, me gustaría pedirte que el asunto no llegue a la hospitalización…”

“Tal vez sea yo quien sea mandada al hospital…”

No solo Aizu y Yayoi, sino también otros miembros del club que escuchaban su conversación, miraron a Saburou al mismo tiempo. Él, sintiendo que tenía que refutar algo, pero, sin entender qué era, agitó la cabeza negativamente.

“¿Qué estás esperando, Yaguruma? -A entrenar, rápido.”