Jinrou E No Tensei Maou no Fukukan (NL)

Volumen 10: El Reino del Dios de la Guerra 

Capitulo 10: Dos Conflictos Consecutivos

Parte 13

Tenías que comandar tropas con el entendimiento de que pasaría un tiempo antes de que tus órdenes llegaran a las tropas en la línea del frente y sus informes te llegaran a ti. Además, les costaba mucho luchar en las laderas o en otros terrenos difíciles.

Y tenías que establecer caravanas de suministros para ellos. Dirigir era un trabajo duro. Y liderar a miles en suelo extranjero sin ningún conocimiento de la geografía local era aún más difícil. Cuanta más gente había que cuidar, más cosas había que pensar.

“Solo puedo comandar a un centenar de humanos en el mejor de los casos.”

Eso equivalía a menos de tres aulas de secundaria. Y me costaría mucho comandar esos cien soldados si no estuvieran bien entrenados también.

“Ojalá pudiéramos simplemente tomar la habilidad de mando de Zagar y dejar el resto de él atrás.”

En ese momento, los oídos de Monza se crisparon.

“Huelo a Kumluk. Tiene mujeres con él.”

“Oh, eh, tienes razón.”

Aproximadamente un minuto después, apareció Kumluk. Detrás de él estaban las tres chicas que habían sido enviadas a mi habitación esa noche. Hoy estaban vestidas con atuendos formales kuwoleses y estaban paradas firmes. Tenían modales impecables, lo cual tenía sentido ya que eran criadas de un noble.

“Mis disculpas por lo que ocurrió hace unas noches, lord Veight.”

“Bienvenido, sir Kumluk. Siéntete libre de entrar.”

Kumluk respondió a mi sonrisa con otra sonrisa, pero pude oler el nerviosismo en él. Hizo una pequeña reverencia a Monza y luego se volvió hacia mí.

“Una vez más, lamento mucho el malentendido de esa noche. No conocemos las costumbres meraldianas y al capitán Zagar estaba preocupado de que te hubiera ofendido de alguna manera.”

Eso es mentira. Sin embargo, me di cuenta de que estaba mintiendo por consideración hacia mí, así que lo dejé pasar. Asentí y él se secó el sudor de la frente y agregó, “Quizás esta es una forma extraña de disculparse, pero ¿estarías dispuesto a aceptar a estas mujeres como asistentes?”

De repente sentí ganas de burlarme un poco de él. A nadie le importará si lo hago, ¿verdad? Puse una cara de preocupación y parecía que lo estaba meditando.

“Si las contratamos como asistentes, seríamos los responsables de su seguridad. Con las pocas tropas que he traído conmigo, eso podría resultar una tarea difícil.”

En pánico, Kumluk respondió apresuradamente, “E-En ese caso, ¿por qué no las deja atrás una vez que comencemos a marchar hacia la capital? Las tres saben leer y escribir, por lo que podría usarlas como secretarias si lo desea.”

Hombre, está desesperado. Dicho esto, su propuesta no era mala. El ejército meraldiano no tenía mucha gente que supiera leer y escribir kuwolese. Era posible que fueran espías de Zagar, pero como hombre lobo, podría detectarlas enseguida. Habíamos evolucionado únicamente para cazar humanos, por lo que teníamos muchas ventajas sobre ellos. Aunque ahora hemos dejado de comer gente, así que esas ventajas no son tan útiles…

Kumluk me miró preocupado y me preguntó vacilante, “Umm, ¿qué dice?”

Tu educación de comerciante se está mostrando, Kumluk. Asentí con una sonrisa. “Suena como una propuesta maravillosa. No veo ninguna razón para negarme e imagino que te haría quedar mal si lo hago, así que acepto.”

En el momento en que dije eso, la expresión de Kumluk se relajó. “Muchas gracias. Ahora no tengo que disculparme con el capitán. Además…”

“¿Además?”

Kumluk se limpió la frente de nuevo y dijo con una voz extremadamente aliviada, “Es reconfortante saber que usted se ocupará de ellas, lord Veight. Tal como están las cosas, no tienen a nadie que las proteja.”

Bueno, sí, lord Karfal se escapó. Kumluk era un ciudadano común, por lo que no tenía los medios económicos ni la posición social necesaria para cuidar a chicas como estas.

Los mercenarios tenían una posición social muy baja y eran tan vilipendiados como criminales. Incluso los capitanes mercenarios y los vicecomandantes no eran tratados mucho mejor.

Por otro lado, los sirvientes de un noble de alto rango estaban relativamente arriba en la escala social. Se les daba una educación adecuada y eran bien conocidos dentro de la comunidad. A menudo, empezaban negocios cuando se retiraban y esos negocios eran normalmente exitosos. Como resultado, estaría mal visto que una compañía mercenaria los tomara como botín de guerra.

Sonreí y respondí, “Veo que todavía no has olvidado las lecciones de nobleza que te enseñaron tus padres.”

“A menudo me dicen que no actúo como un mercenario.”

Después de hablar con él, honestamente sentí que estaría mejor como un verdadero soldado que como un mercenario. ¿Por qué terminó eligiendo este camino? Sonriendo para mí mismo, decidí acariciar un poco su ego, “Eso podría ser cierto, pero esa es precisamente la razón por la que el capitán Zagar te valora tanto, ¿no?”

Como era de esperar, su rostro se iluminó con eso.

“¡Tiene razón! Antes, todos mis camaradas pensaban que no valía nada, ¡pero el capitán Zagar se dio cuenta de mi valor y me ascendió a vicecomandante! ¡Espero algún día pagar la enorme deuda que tengo con él!”

Bueno, eso fue inesperado. Quería acariciar su ego, pero en cambio, solo fortalecí su lealtad. Aunque también puedo trabajar con esto. Ahora que sabía cómo conquistar a Kumluk, cambié el tema a Zagar, “El capitán Zagar es un comandante verdaderamente hábil. No puedo creer que no haya sido nombrado general.”

“Solo entre nosotros, él realmente quiere ser uno, pero nadie le dará el título.”

Oho.

“Solía ​​trabajar para los nobles del río, luchando contra nómadas y bandidos. Pero no importa cuántos logros acumulara, nadie lo nombraría oficial y mucho menos general.”

No puedo decir que esté sorprendido. El tipo es una serpiente. Por supuesto, aunque los nobles del río no habían confiado en Zagar, sus hombres tenían absoluta fe en él. Sabía exactamente por qué era eso. Zagar odiaba a los ricos y poderosos y ese mensaje resonaba en sus mercenarios.

“‘Somos débiles con espadas. Pero un día seremos los que estaremos en la cima. Si esa espada tuya aún no se ha oxidado, ven conmigo y te mostraré el futuro’… esas fueron las palabras que me dijo”, dijo Kumluk con una expresión nostálgica.

En su opinión, Zagar era un líder digno de respeto. Mira, entiendo por qué lo adoras, pero en realidad no deberías. Un tipo cuya única fuerza impulsora era el odio a los nobles no podía ser admitido en una posición de poder. Había sido un plebeyo en mi vida pasada y en esta, pero ahora era técnicamente un noble, ya que me había casado con una familia noble.

Por supuesto, había nobles que abusaban de su autoridad, pero aun así no podía ponerme del lado de Zagar. Pero tanto si podía apoyarlo como si no, el hecho era que él era el único comandante capaz del lado de los nobles costeros. No había nadie que pudiera reemplazarlo. Me pregunto si puedo obtener información sobre sus habilidades de Kumluk.

“Sé que el capitán Zagar es experto en la guerra terrestre, pero ¿podrías decirme exactamente cómo conquistó Karfal?”

“Oh, con mucho gusto.” Kumluk asintió y yo sonreí para mí. “A pesar de que el capitán Zagar fue designado comandante supremo del ejército, él personalmente dirigió la carga contra las puertas de Karfal. Fue increíble verlo correr a través de esa lluvia de flechas.”

“Escuché que las compañías mercenarias sufrieron muchas bajas durante el asalto.”

“La guarnición de Karfal nos estaba esperando adentro, así que la lucha se volvió feroz una vez que abrimos las puertas. No sé los detalles, ya que estaba al mando de la fuerza desde la retaguardia, pero eso es lo que escuché.”

En otras palabras, las compañías mercenarias que realmente asaltaron la ciudad fueron las que sufrieron más pérdidas. Supongo que la única razón por la que no fueron aniquilados fue porque lord Karfal se rindió.

Mientras tanto, la compañía de Zagar había entrado tranquilamente en la ciudad una vez que terminó la pelea más feroz. Para entonces, las fuerzas de lord Karfal se habían agotado, por lo que era fácil tomar el control de la ciudad.

Los mercenarios que resultaron heridos durante los combates fueron rescatados por la compañía de Zagar cuando llegó, por lo que probablemente lo vieron como su héroe. Por supuesto, los que habían muerto durante la pelea probablemente cayeron maldiciendo su nombre, pero todos estaban muertos.

Todos los heridos recibieron tratamiento en el campamento de Zagar y ahora él incluso les estaba proporcionando comida. Los nobles que habían contratado a esos mercenarios, naturalmente, no los cuidaban así, solo les pagaban lo que habían acordado y nada más.

Pude ver fácilmente cómo Zagar fue capaz de hacer que todos los demás le temieran y respetaran. Había logrado algo concreto al conquistar la ciudad y todos esperaban que también fuera nombrado comandante supremo para la próxima batalla.

Los mercenarios sabían que, si no se ganaban su favor, serían utilizados como peones desechables. Tenía sentido que juraran lealtad a Zagar en lugar de a los otros capitanes mercenarios.

Hacerlo era la única forma de salvarse en la próxima batalla. Además, se les daba de comer y se les permitía saquear a gusto.

Pero sobre todo, era un general que podía ganar. Los mercenarios eran los que más sufrían durante una derrota, así que un hombre como Zagar que podía entregar la victoria era como un dios para ellos.

***

Los métodos de Zagar eran primitivos, pero esos métodos primitivos eran exactamente lo que necesitabas para controlar a un grupo rebelde de mercenarios. Quería interrumpir esta conversación ya que ahora tenía una mejor idea de la situación general, pero Kumluk todavía estaba siendo poético acerca de los diversos triunfos de Zagar en el campo de batalla.

“Una vez, el capitán Zagar se enfrentó a trescientos nómadas montados con solo…”

“Eso suena como una historia tremendamente interesante, pero ¿no tienes deberes que atender, sir Kumluk?”

“En realidad, el capitán me dio el resto del día libre. ¿Qué estaba diciendo?”

“Estabas hablando de cómo Zagar enfrentó a trescientos nómadas montados.”

¿Cómo puedo hacer que este tipo me deje en paz? Le habían asignado que me vigilara, por lo que sería difícil deshacerse de él tal como estaba, pero si dejaba que se sintiera cómodo, sería casi imposible. Mientras Kumluk seguía hablando, escuché a uno de los compañeros de escuadrón de Monza susurrar fuera de la puerta.

“Tengo un informe para el jefe.”

“Tendrás que esperar, está en medio de una ‘reunión’”, respondió Jerrick, que estaba de guardia.

“Es urgente. El ‘caballo de guerra’ está en movimiento.”

Estaban usando el código que les había enseñado. En una “reunión” significaba que había alguien de la compañía mercenaria cerca y “caballo de guerra” se refería a Zagar. En otras palabras, Zagar estaba tramando algo. Quería escuchar el informe lo antes posible, pero no podía mientras Kumluk estuviera aquí. Lo último que necesitaba era que Zagar descubriera que lo estaba siguiendo.

En ese momento, una de las sirvientas que Kumluk había traído con él habló.

“Lord Kumluk, lamento mucho interrumpir, pero hay algo que olvidé decirle.”

“¿Qué pasa, lady Shura?”

La mujer conocida como Shura respondió, “Las pinturas que quedaron en la mansión de lord Karfal fueron pintadas por Ruonico.”

“¿En serio?”

Como hijo de un comerciante, Kumluk sabía bastante sobre las bellas artes. Su expresión palideció y gritó, “¿Te refieres a Ruonico el Sonriente? ¡¿El famoso pintor de la corte que murió demasiado joven?! Oh no. ¡Necesito recolectarlas antes de que los otros mercenarios les pongan las manos encima!”

Kumluk se puso de pie de un salto y se inclinó apresuradamente ante la criada.

“Muchas gracias, lady Shura. Es probable que tengan que venderse para financiar nuestra campaña, pero al menos puedo asegurarme de que sean tratadas adecuadamente y se vendan a un comerciante de arte respetado.” Luego se volvió hacia mí. “Lo siento mucho, lord Veight, pero esto es urgente.”

“No te preocupes. Gracias por tomarte el tiempo de hablar conmigo, sir Kumluk. Puedes volver en cualquier momento.”

Lo despedí con un saludo y una sonrisa. Lo más probable era que en realidad iba a presentarle su informe a Zagar. Me moría de ganas de saber qué estaba haciendo ese capitán mercenario, pero antes de escuchar el informe de mis hombres lobo, necesitaba discutir algo con estas sirvientas. Podía decir por su olor que la tal Shura le había estado mintiendo a Kumluk.

“¿Lady Shura?”

“Es como sospecha, lord Veight.” Ella inclinó la cabeza y agregó, “La presencia de lord Kumluk pareció plantear un problema para usted, así que ideé un plan para echarlo.”

“¿Supongo que en realidad no hay pinturas de Ruonico en la mansión?”

Shura me dio una sonrisa de complicidad.

“Una pintura genuina de Ruonico podría comprar una docena de mansiones de este tipo. No hay forma de que lord Karfal las deje caer en manos de mercenarios. Lo que queda en su mansión son réplicas.”

Maldición. Ella es concienzuda.

Shura se inclinó respetuosamente. “Mis disculpas si me he pasado de la raya.”

“De ningún modo; fuiste de gran ayuda. Gracias.”

“Me alegro de haber sido útil.”

Su sonrisa se hizo más amplia y las dos sirvientas detrás de ella también sonrieron. Estas chicas podrían ser mucho más útiles de lo que pensaba. De todos modos, puedo pensar en lo que haré con ellas más tarde. El informe está primero.

“¡Malas noticias, jefe!” El primo de Monza, Damon, gritó en el momento en que salí al pasillo. Su compañero, su padre y el tío de Monza, no se veían por ningún lado.

“¿Qué pasó, Damon?”

“¡Zagar se llevó a treinta de sus mejores hombres y salió de la ciudad!”

Treinta guerreros montados eran más de lo que dos hombres lobo podían manejar por sí mismos. Mantuve bajo el número de vigilantes de Zagar en todo momento para no despertar sospechas, pero podría haber sido mejor que más personas lo siguieran.

“Este no es uno de sus ejercicios de combate ni nada, ¿verdad?”

Damon negó enfáticamente con la cabeza. “Al principio se llevó a mil personas con él, así que pensé que eso era lo que estaba haciendo. Pero luego la mayoría de sus hombres se replegaron y Zagar siguió cabalgando con sus treinta hombres. Fue entonces cuando volví corriendo aquí para poder informarte.”

“¿En qué dirección se fueron?”

“Al sur. Se dirigían río arriba. Dejé que papá los siguiera, pero me preocupa que esté solo.”

“Lo entiendo. No te preocupes, tu padre es uno de los mejores cazadores que conozco. No será atrapado por esos tontos.”

Dicho esto, la cantidad de cosas que un hombre lobo solo podía lograr eran limitadas. Necesitábamos encontrarnos con él lo antes posible.

Sin embargo, si enviaba a un grupo grande tras él, Kumluk se daría cuenta de inmediato. No estaba aquí en este momento, pero no tenía ninguna duda de que dejó a algunos de sus hombres atrás para vigilarnos. Quería que el hecho de que estábamos vigilando a Zagar fuera un secreto a toda costa. No sabría qué haría si se sintiera amenazado.

“Muy bien, que todos los del equipo de Monza persigan a Zagar. Vodd, haz que tu escuadrón vaya como apoyo. Asegúrate de utilizar una ruta diferente a la de Monza. Una vez que estén fuera de la ciudad, tienen permiso para transformarse.”

Monza y Vodd asintieron.

“Ajaja, finalmente puedo divertirme un poco.”

“Enviar a un mercenario para tratar con un mercenario, ¿eh?”

Cuento con ustedes. Una vez que se fueron Monza y Vodd, volví a la casa que estaba usando como base de operaciones. Comparada con las otras casas de la calle, era bastante grande. Estaba viviendo aquí con sus habitantes originales. Nos quedamos aquí más tiempo del previsto; aunque no pareció importarles demasiado ya que les habíamos ayudado a reconstruir su casa. Solo ocupaba una habitación individual, pero aun así me sentía como un intruso. Afortunadamente, era solo una pareja de ancianos que vivía aquí, así que había mucho espacio extra. Su hijo dirigía ahora su negocio de pesca y ellos disfrutaban de su jubilación.

Poco después de regresar a mi habitación, la esposa asomó la cabeza.

“Señor general, ¿tiene un momento?”

“¿Qué pasa, señorita?” respondí. ¿Me va a regalar más pescado hervido?

La anciana sonrió y dijo, “Hay una puerta en la cocina que da al patio. La vista está bloqueada desde el exterior por una gran pila de cajas de madera, por lo que puede escaparse sin que nadie se dé cuenta.”

Inmediatamente comprendí a qué se refería. Me había preparado una ruta de escape para que pudiera irme sin que me vieran los mercenarios.

“También hablé con nuestro vecino, Shashar. Ha dejado tablas de su techo en el de su vecino para que pueda cruzar a la casa de Damad. Desde allí se puede ir de edificio en edificio hasta el mercado en la puerta norte.”

Los edificios kuwoleses tenían techos planos, por lo que la gente a menudo iba allí para secar la ropa y cosas por el estilo. Los techos de Shashar y Damad todavía estaban siendo reparados, por lo que había un montón de ladrillos, tablas y vigas esparcidos por todos lados. Ahora era de noche, así que, si usaba magia para amortiguar mis pasos, podría moverme sin ser visto ni escuchado.

“Señorita, ¿cómo supiste—?”

La señora Paga sonrió y respondió, “Porque, señor general, sigue mirando por la ventana como si se estuviera muriendo por irse.”

No puedo creer que incluso esta anciana pueda ver a través de mí.

Se volvió hacia la ventana. “Y esos odiosos mercenarios han estado merodeando por mi casa desde anoche. No fue difícil atar los cabos.”

En ese momento, su esposo entró en la habitación.

“Oye, deja de charlar con el general y déjalo ir. Tiene cosas más importantes que hacer que hablar con una anciana.”

“Vamos. ¿Qué tiene de malo? Nos ha reparado la casa y también nos ha estado protegiendo de esos mercenarios.”

“Exactamente. Es por eso que lo estamos ayudando a escapar, no lo entretengas hablando. Vamos señor, por aquí. El pescado se pudrirá si espera más.”

¿Es eso un dicho kuwolese o algo así?

***

—Los Movimientos de la Ambición II —

“Muy bien, este es el lugar.”

Zagar ordenó a sus hombres que se detuvieran y esperó pacientemente sobre su caballo. Estaba en las ruinas de una ciudad antigua. Aparentemente, solía estar en la orilla del Mejire, pero debido a las acciones de un no creyente, el río cambió de curso lejos de ella. Temiendo la maldición del río, la gente abandonó la ciudad y construyó una nueva en otro lugar. Esa nueva ciudad era Karfal.

Honestamente, Zagar pensó que toda la historia era una sarta de sandeces. Como si un río pudiera moverse por sí solo. Miró el suelo oscuro durante unos segundos y luego se volvió hacia su ayudante.

“¿Rafhad tuvo éxito?”

“Creo que sí…”

“Si este plan falla, regresa a Karfal inmediatamente y empieza a preparar las defensas.”

Sus hombres parecían visiblemente conmocionados.

“¿Defensas contra qué?”

“Ustedes sí que son tontos.” Zagar sonrió y se volvió para mirar al frente. “Cuando estás en el campo de batalla, ¿solo esperas que las flechas vengan hacia ti desde el frente? Dispérsense, es hora.”

“S-Sí, señor.”

Zagar tenía una idea decente de lo que estaban haciendo los nobles costeros. Cuando los mercenarios comenzaron a desobedecer las órdenes, era natural que sus empleadores se deshicieran de ellos. Pero por el momento, los empleadores de Zagar estaban demasiado lejos para hacer algo. No había nadie que pudiera castigarlo.

Solo hay una cosa que un hombre puede hacer cuando está a la cabeza de un ejército y la capital está en su punto de mira.

Estaba decidido a aprovechar esta oportunidad para realizar sus ambiciones. Si este plan fallaba, se escondería en Karfal y se convertiría en el nuevo gobernante de la ciudad.

Afortunadamente, Karfal estaba muy cerca de la capital. Si continuaba reuniendo reclutas mercenarios, eventualmente podría formar un ejército lo suficientemente grande como para capturarla. Los nobles costeros no tenían ningún estratega decente, así que no eran considerados una amenaza a sus ojos.

De hecho, un momento. Recordó al comandante extranjero que había venido al campo de batalla con menos de 300 hombres. No tengo idea de cómo actuará Veight.

Tengo más de 4000 mercenarios trabajando para mí ahora, así que debería tener una ventaja abrumadora, pero… Zagar no pudo evitar la sensación de que Veight podría enfrentarse a unos cuantos miles de mercenarios él solo. Por supuesto, sabía en su cabeza que eso era imposible y reprimió su inquietud.

Si dejo que me asuste, ya he perdido. Tengo que mantener la calma. En el peor de los casos, puedo contactar a mis aliados nómadas para pedir ayuda. Zagar tenía bastantes conexiones con las tribus nómadas que ocasionalmente atacaban Kuwol y fácilmente podría reunir una fuerza de unos pocos cientos de caballería en cualquier momento. Había estado fingiendo luchar contra ellos durante años, mientras construía alianzas en secreto.

Hizo que pareciera que estaba logrando victorias una tras otra, mientras alimentaba a los nómadas con información sobre lo que estaban haciendo las caravanas fuera de sus rutas de patrulla. No había pasado nada que agriara su relación con los nómadas, así que esperaba que le siguieran ayudando.

Mientras sopesaba todas sus opciones, Zagar vio que se acercaba un carruaje. El jinete que conducía el carruaje era Rafhad, uno de los hombres de confianza de Zagar. Ahora mismo llevaba la ropa oficial de un burócrata. Se las había robado a uno de los mensajeros de Birakoya. Había unos 20 guardias reales protegiendo el carruaje.

Se detuvieron en la plaza central de la antigua ciudad, donde Zagar y algunos de sus hombres estaban esperando. Se colocaron antorchas a su alrededor, iluminando el área. La puerta del carruaje se abrió y un joven elegantemente vestido salió de ella. Su corona brillaba a la luz de las antorchas. No era otro que Pajam el segundo, el rey de Kuwol.

Zagar había visto al rey en persona antes, aunque solo una vez. En el pasado, lo habían contratado para proteger una de las muchas villas reales de Pajam. Se habían necesitado todas sus conexiones y varios sobornos para conseguir que uno de los asistentes de Pajam le consiguiera el trabajo.

Su esperanza había sido que el prestigio de custodiar la residencia del rey le proporcionaría mejores trabajos y, si tenía suerte, tal vez el rey incluso le concediera una audiencia. Sin embargo, al final, no pudo asegurar una reunión con ningún miembro de la familia real y mucho menos con el rey. Nadie tenía ningún interés en un mercenario que había sido contratado para reforzar la seguridad.

Soportando la humillación, Zagar había cumplido fielmente su deber de guardia. Afortunadamente para él, Pajam II decidió visitar la villa que custodiaba durante su tiempo allí. Aparentemente, él había querido tomarse unas vacaciones en barco y esa villa era la más adecuada para eso.

Naturalmente, Zagar no había dejado que esta oportunidad única en la vida se desperdiciara. Usó todos los trucos de su arsenal para asegurarse de que terminaría en algún lugar donde el rey pudiera verlo. Sobornó a los guardias y asistentes con mujeres y dinero y finalmente fue asignado a la puerta principal donde podía saludar al rey mientras entraba.

Zagar confiaba en que, si pudiera intercambiar palabras con el rey, o al menos conseguir que el rey lo mirara durante unos segundos, el rey vería su valía como guerrero y le asignaría algún puesto importante.

“Su Majestad. Este es Zagar, el capitán mercenario que ha sido asignado para proteger su villa durante un tiempo.”

Uno de los asistentes a los que Zagar había sobornado lo presentó al rey mientras pasaba en su palanquín. Este era el momento con el que Zagar había estado soñando. Sin embargo, Pajam apenas le había dado una mirada a Zagar antes de volverse y ordenar a sus cargadores del palanquín que siguieran moviéndose. Empujaron a Zagar a un lado y llevaron al rey a la villa, cerrando las puertas detrás de ellos. Esa fue la única interacción que Zagar tuvo con su rey.

***

El rey podría recordar cómo me veo, así que ya no podré hacerme pasar por Veight. Zagar desmontó de su caballo, pero no estaba seguro de si debía arrodillarse o no. Como todos los demás mercenarios, tenía su escudo en la mano izquierda, por lo que, si se arrodillaba sobre la rodilla derecha, significaría exponer su brazo derecho y revelar que estaba armado. Además, dificultaría el movimiento de su escudo. Sus instintos de guerrero se rebelaron contra una posición de debilidad como esa.

El rey frunció el ceño y Rafhad se apresuró a explicar, “E-Este es lord Veight, el vicecomandante de la Señora Demonio.”

“¿Es usted ignorante de las costumbres de Kuwol, lord Veight? Lo mínimo que puede hacer es ofrecer una reverencia al estilo meraldiano.”

Zagar estaba atónito. ¡¿No me recuerda?! Zagar sabía que el rey se encontraba con toneladas de personas todos los días y probablemente no recordaba a la mayoría de ellas. Sin embargo, quería creer que al menos él era especial. ¡No soy como todos esos idiotas mediocres! ¡¿Cómo no me recuerdas?! ¡¿Eres tan mal juez de carácter que no te diste cuenta de que soy diferente?! Por primera vez en mucho tiempo, Zagar sintió rabia burbujeando dentro de él. Al principio, había estado inseguro, pero ahora estaba decidido a no arrodillarse ante este rey. De todos modos, no era como si estuviera aquí para negociar. Especialmente ahora que el rey había herido su orgullo al ni siquiera dignarse a recordarlo.

“Puedes dejar el acto, Rafhad”, dijo Zagar con un movimiento de cabeza. “Está amaneciendo.”

A su señal, varias redes de pesca cayeron de los tejados cercanos. Todas estaban pintadas de negro. Cogidos completamente por sorpresa, la guardia real no pudo apartarse a tiempo y se enredaron.

“¡¿Q-Qué diablos es esto?!”

“¡Estamos bajo ataque!”

“¡Protejan al rey!”

“Esperen, si se mueven ahora…”

Los caballeros intentaron levantar sus lanzas, pero eso solo consiguió que las redes se enredaran más. Como la mayoría de los mercenarios eran de origen campesino, sabían cómo manejar las redes. Las redes de pesca eran una herramienta indispensable para cualquier plebeyo en Kuwol. Todos vivían de la generosidad de Mejire, por lo que sabían cómo sacar todo lo que podían de ella

. Sin embargo, la guardia real era en su mayoría de noble cuna y no tenían idea de cómo funcionaban las herramientas de los plebeyos. Su lucha solo sirvió para que sus camaradas también fueran atrapados en las redes. Mientras tanto, los mercenarios arrojaron flechas sin piedad sobre los caballeros.

“¡Ngh!”

“¡Uwaaah!”

Varios caballeros cayeron de sus caballos y fueron pisoteados por los mismos animales que habían luchado con ellos durante tanto tiempo. En solo segundos, todo el séquito del rey fue asesinado.

“¡Sinvergüenza! ¡¿Los meraldianos no tienen honor?!”

Pajam miró a Zagar, pero ya no quedaba nadie para protegerlo. Zagar se burló y respondió, “No soy Veight. Soy el capitán mercenario que conociste hace mucho tiempo. Esto es lo que te pasa por subestimarme. Ahora arrodíllate.”

Para los kuwolese, el rey era un descendiente vivo de Mondstrahl y el gobernante legítimo de la tierra. Pero Zagar, un ciudadano común, apuntó su espada a Pajam sin dudarlo.

“¿No me escuchaste? ¿O el gran rey de Kuwol no está dispuesto a mostrar el debido respeto a sus superiores?”

Pajam miró a Zagar, pero después de unos segundos, la ira desapareció de sus ojos y fue reemplazada por una mirada de lástima y desdén. Eso enfureció a Zagar incluso más que la ira de Pajam.

“Es mejor que no pienses que tu elegante título te va a salvar aquí”, escupió. Zagar hizo un gesto con la cabeza y varios de sus subordinados agarraron al rey por los brazos.

“¡Suéltenme, insolentes campesinos!” gritó el rey.

Por un segundo, los mercenarios dudaron, pero luego Zagar dijo con calma, “No lo escuchen. Sujétenlo.”

Zagar era mucho más rey para los mercenarios que Pajam. Tragándose sus inquietudes, empujaron al rey hacia abajo. Incapaz de resistir, Pajam cayó sobre una rodilla y se arrodilló frente a Zagar.

“Así está mejor. Un idiota que puede ser atraído por un mensajero falso no merece gobernar.”

Pajam no dijo nada mientras Zagar se regodeaba. Simplemente continuó mirando al capitán mercenario con desprecio.

“¿Qué pasa? ¿El gato te comió la lengua?” dijo Zagar, apuntando con su espada al rey. Después de unos segundos, se dio cuenta de la razón del silencio de Pajam. “¿Qué? ¿Crees que ni siquiera vale la pena hablar conmigo, bastardo?”