Jinrou E No Tensei Maou no Fukukan (NL)

Volumen 10: El Reino del Dios de la Guerra 

Capitulo 10: Dos Conflictos Consecutivos

Parte 10

 

 

Al final, me obligaron a ir al frente con Kumluk. De todos modos, necesitaba buscar a Parker, así que no fue un mal trato para mí. Como lo había enviado como mi agente secreto, oficialmente era solo otro soldado, y Kuwol definitivamente no haría ningún esfuerzo por encontrarlo.

Si estaba en problemas, yo era el único que podía salvarlo. Por supuesto, si alguien lo llevaba al límite y lo hacía enojar, fácilmente podría aplastar algunas ciudades por su cuenta. Eso destruiría todo por lo que estaba trabajando, así que quería evitarlo a toda costa. Por eso sólo fingí oponer resistencia y acepté fácilmente la solicitud de Birakoya.

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“Está bien, está bien. Para enfatizar nuestra alianza, llevaré a mis hombres lobo y a algunos de los hombres de Grizz para unirnos a su ejército.”

En última instancia, solo quería mostrar que Meraldia estaba aliada con los nobles costeros. Si era posible, quería evitar entrar en peleas. También sería más fácil presionar al rey para que se rindiera si pudiera hablar con él directamente como un mensajero de la Mancomunidad Meraldiana. Además, necesitaba encontrar a Parker y rescatarlo si estaba en problemas. Él estaba casi tan emocionado de ver la cara de mi hijo como yo, así que necesitaba llevármelo conmigo.

Me llevé a casi todos mis hombres lobo conmigo, dejando atrás solo un escuadrón para servir como mis mensajeros, ya que podían entregar informes mucho más rápido que los humanos.

También me llevé algunas de las tropas de desembarco beluzanas. Era principalmente para completar nuestros números, pero también quería preguntarles sobre el tipo de lugares que Parker había estado visitando y qué había estado haciendo antes de su desaparición.

Cuando se lo conté a Grizz, se acarició su barba descuidada y dijo, “Parker era más o menos el mismo de siempre antes de desaparecer. Estaba contando esas horribles bromas suyas y todo eso.”


Lamento que hayas tenido que sufrir eso.

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“Pero sí, no estaba actuando extraño ni nada. ¿Lo único en lo que realmente puedo pensar es en que realmente desconfiaba de los mercenarios? Pero también te lo dijo en su informe.”

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“Ya veo.”

A pesar de su habitual actuación de payaso, Parker era mucho más inteligente que yo. Era muy posible que descubriera algo peligroso sobre los mercenarios y se tuvo que esconder. No había forma de que esos tontos pudieran vencerlo, por lo que probablemente no había sido capturado. Lo que Grizz dijo a continuación fue mucho más intrigante.

“Oh, sí, ¿sabes qué es un Dios de la Guerra?”

“Son básicamente el tipo de personas que en Meraldia llamamos Héroes, ¿verdad?”

“Sí. Parker los estaba investigando justo antes de su desaparición. Esto es lo que escribió hasta ahora. Está sin terminar, pero nos dijo que te lo diéramos de todos modos si no regresaba por un tiempo.”

Grizz me entregó un grueso fajo de documentos. Según su informe, los Dioses de la Guerra, que eran básicamente Héroes o Señores Demonio, habían aparecido con bastante frecuencia a lo largo de la historia de Kuwol. Había numerosas leyendas, libros y poemas épicos sobre las hazañas de los diversos Dioses de la Guerra. Por supuesto, era poco probable que todas las historias fueran ciertas, pero si incluso la mitad de ellas estaban basadas en hechos, significaba que Kuwol tenía un montón de Héroes.

Parker había organizado todos los relatos en una tabla cronológica y parecía que un Dios de la Guerra había aparecido al menos una vez cada pocos años en el pasado.

La lista tenía más de 50 personas. Sin embargo, la lista terminó después de cierta fecha y parecía que ningún Dios de la Guerra había aparecido en Kuwol desde entonces. Esa fecha fue un poco antes de que se estableciera la actual monarquía de Kuwol.

La hipótesis de Parker era que la desaparición de los Dioses de la Guerra fue lo que permitió que la nación finalmente se estabilizara y formara un gobierno central. Hombre, cuando Parker se toma su trabajo en serio, lo hace mucho mejor que yo.

Si siempre hubiera sido así de serio, lo habría recomendado para el puesto de vicecomandante del Señor Demonio, pero desafortunadamente, su estado mental era mucho más frágil de lo que dejaba ver.

Aparentemente, la razón por la que Parker había ido tierra adentro era para intentar averiguar qué había provocado que los Dioses de la Guerra dejaran de aparecer. Pero, por supuesto, en el momento en que se fue, estalló la guerra civil y ahora me dirigía a la capital real. Era posible que todo fuera una coincidencia, pero sospechaba que alguien estaba detrás de esto. Simplemente apestaba a algo turbio.

“Solo espero que no haya ido más río arriba de la capital…”

“Bueno, todas las ciudades en el camino a Encaraga están bajo el control de los nobles costeros, así que si no lo ha hecho, debería poder regresar fácilmente…” dijo Grizz, pasando una mano por su cresta.

Si Parker se adentraba demasiado, no podría enviar un grupo de búsqueda, pero al mismo tiempo, no podría movilizar a los militares solo para buscar a mi amigo. Maldita sea. La mayor parte del tiempo, ni siquiera quiero ver su cara. Pero ahora que se ha ido, no puedo dejar de pensar en él.

***

 

 

Mientras viajaba por el río Mejire, eché un vistazo de cerca a las ciudades de camino a Karfal. Tal como había afirmado Birakoya Bahza, los nobles que gobernaban la mayoría de ellas ya habían firmado tratados con su alianza. Estaban completamente intactas, intocadas por los estragos de la guerra.

Además, los gobernantes de las ciudades nos recibieron con los brazos abiertos, dejando en claro que no estaban interesados ​​en luchar. Teniendo en cuenta que eran las víctimas de esta disputa entre el rey y los nobles costeros, tenía sentido que quisieran permanecer lo menos involucrados posible.

Las banderas que ondeaban en las torres de los castillos de las ciudades eran la única indicación de que estos tipos habían estado en guerra. Eran banderas del río Mejire, conocidas aquí como Corrientes. Significaban que la ciudad estaba dispuesta a “seguir la corriente”, es decir, que se había rendido. Asaltar un lugar en el que ondeaban Corrientes era ilegal. Del mismo modo, era contra la ley que una ciudad que había levantado Corrientes enviara sus tropas fuera de sus muros.

Monza miró a las Corrientes con el ceño fruncido y murmuró, “Deberían haber machacado a estos tipos un poco más. ¿Por qué los humanos son tan poco entusiastas con las cosas?”


“Bueno, incluso los hombres lobo no peleamos contra alguien que expone su estómago. Si los humanos no tuvieran alguna forma de indicar la rendición, terminarían peleando hasta que un lado fuera completamente aniquilado.”

Desafortunadamente, los humanos violaban las leyes que establecían todo el tiempo. Hubo innumerables casos de un bando que se rindió, pero los vencedores mataron a todos de todas formas. Afortunadamente, parecía que esta guerra era civil por ahora. Aun así, no tenía ninguna duda de que el rey de Kuwol estaba entrando en pánico. Como no estaba al tanto de todos los tratados secretos que se habían hecho, probablemente le pareció que la alianza costera era imparable.

***

 

 

En poco tiempo, llegué a Karfal. A diferencia de las otras ciudades, había visto combates importantes. Los muros estaban en ruinas y muchos de los edificios ya estaban derrumbados. El área alrededor de las puertas del castillo había sido prácticamente nivelada y pude ver a ciudadanos oprimidos abriéndose camino entre los escombros. También había fosas comunes por todo el lugar. Parecía que habían muerto bastantes personas.

“Santo cielo, ¿qué pasó aquí?”

“Esto es excesivo…”

“¿Cuántos años tomará reparar esto…?”

Grizz y sus hombres murmuraron sombríamente entre sí mientras inspeccionaban los daños. Kumluk, que se había adelantado a nuestro grupo, corrió hacia nosotros, flanqueado por un séquito de guardias mercenarios.

“¡Lord Veight!”

“Ah, sir Kumluk. Veo que tus mercenarios dieron un gran golpe a esta ciudad.”

Me dio una mirada de disculpa y respondió, “Lo siento. Queríamos terminar la batalla lo más rápido posible, así que…”

Un soldado con una capa elegante se acercó, interrumpiendo a Kumluk.

“Kumluk, ¿son estos los refuerzos de Meraldia?”

“¡S-Sí, señor!”

Kumluk se dio la vuelta apresuradamente y se inclinó ante el soldado. Tenía aproximadamente la misma edad que el vicecomandante, pero parecía mucho más imponente. Debajo de su elegante capa, vestía una fina armadura. La vaina de su cimitarra estaba tachonada de joyas, pero la empuñadura del arma en sí era práctica y sin adornos. Por lo que parece, la cimitarra también había tenido bastante uso.

El hombre mantuvo su centro de gravedad bajo y se movió con la gracia mesurada de un atleta profesional. Se acercó a mí y me hizo una ligera reverencia en lugar de arrodillarse.

“¡Es un honor conocerlo, lord Veight! Soy Zagar, hijo de Jakarn. ¡El capitán de los mercenarios de Bahza!”

Mentiroso. Podía oler la falsedad en él. Jakarn había sido el último Dios de la Guerra de Kuwol. En otras palabras, había sido un Héroe. Por supuesto, había muchas personas con nombres de personajes históricos, pero el padre de Zagar no había sido uno de ellos.

A primera vista, Zagar se parecía mucho a Woroy, pero había algo fundamentalmente diferente en él. Incluso cuando había estado tratando de maniobrar en la esfera política, Woroy rara vez le había mentido a la gente. Este tipo, por otro lado, parecía muy feliz de contar cuentos.

“¡Capitán, tiene que arrodillarse!” Kumluk susurró furiosamente, pero Zagar lo ignoró.





Jinrou E No Tensei Volumen 10 Capitulo 10 Parte 10 Novela Ligera

 

Incluso Birakoya, la gobernante de Bahza y una de las personas más influyentes de Kuwol, se había arrodillado ante mí. De acuerdo con las reglas de etiqueta kuwolese, Zagar estaba siendo extraordinariamente grosero. No me importaba particularmente si la gente me mostraba respeto o no, pero no podía permitir que la gente se burlara de Meraldia, a la que representaba. Como vicecomandante de la Señora Demonio, superaba con creces a un simple capitán mercenario.

Honestamente, no estaba seguro de cuál era la mejor manera de responder al saludo de Zagar. Hasta ahora, todos me habían tratado con respeto, por lo que pude darles respeto a su vez. Pero si hiciera eso aquí, me haría parecer débil. Supongo que tengo que ser brusco.

“Vicecomandante de la Señora Demonio de Meraldia, Veight Von Aindorf”, respondí con brusquedad. Afortunadamente, parecía que Zagar no estaba interesado en discutir sobre los modales adecuados.

Me dio una sonrisa confiada y dijo, “Cuando escuchamos que el famoso vicecomandante de Meraldia vendría aquí, nos entusiasmamos mucho.” Señaló la ciudad. “¡Bastante impresionante, ¿no crees?!”

Lo que hiciste es bárbaro, no impresionante. Probablemente había sido necesario destruir las puertas del castillo, pero ¿qué sentido tenía prender fuego a secciones enteras de la ciudad? Aunque, supongo que así son los mercenarios. No tenían posición social y su fuente de ingresos era inestable.

Para ellos, capturar ciudades era la forma en que ganaban sus bonificaciones. Poder saquear libremente era la razón por la que estos tipos se habían inscrito para ser mercenarios en primer lugar. Sospeché que la razón por la que no habían esperado al ejército regular antes de comenzar su ataque era porque no querían que tropas entrenadas se interpusieran en su diversión.

Honestamente, no puedo culparlos. En todo caso, la alianza costera tenía la culpa de permitir que los mercenarios sirvieran como vanguardia. Por supuesto, aun así habían ido demasiado lejos, pero esta no era mi guerra. No tenía la libertad de quejarme de sus métodos. Además, habían logrado capturar la ciudad.

“Tú y tus hombres lucharon bien. Estoy seguro de que lord Bahza estará complacida con sus… esfuerzos. Por cierto, ¿ha habido alguna baja entre la ciudadanía?” Al final, no pude mantener la boca cerrada.

Zagar negó con la cabeza y respondió alegremente, “No temas. Destruimos algunos edificios para mostrarle a la ciudad que íbamos en serio, pero no pusimos un dedo sobre los civiles. Naturalmente, tampoco he permitido que ninguno de mis hombres saquee la ciudad. También me aseguré de mantener a las tropas mercenarias de las otras ciudades a raya.”

¿En serio? La ciudad me parece bastante saqueada. Olí otra mentira de Zagar, pero no pude decir si la totalidad de su declaración era falsa, o solo una parte.

Antes de que pudiera expresar mis sospechas, infló su pecho con orgullo y agregó, “Todo lo que hicimos fue solicitar suministros y fondos a los ricos. Nuestro contrato con lord Bahza nos autoriza a confiscar tales botines de guerra. Si no me crees, puedo mostrarte el contrato.”

“No, gracias.”

Los mercenarios eran como perros de caza. Tenías que mantenerlos alimentados o se volverían contra ti en un santiamén. Zagar era muy consciente de eso, por lo que no tenía ninguna duda de que realmente había negociado esos términos con Birakoya. La mayoría de los capitanes mercenarios eran como este tipo y en realidad era un alivio tener que lidiar con un mercenario tan estereotipado.

Las personas que perseguían nada más que ganancias eran fáciles de manipular con dinero. Eran aquellos que vivían según un código con los que era más difícil negociar. Ahora que lo pienso, Saigo Takamori, ese famoso samurái, dijo algo similar, ¿no?

Zagar examinó mi expresión durante unos segundos y luego volvió a sonreír. “Me gustaría discutir mis planes de batalla futuros con el ejército de Meraldia. ¿Estarías dispuesto a venir a mi sede? Los invitaré a todos a almorzar.”

“Claro, eso me suena bien.”

Cualquiera que me invitara a un almuerzo gratis era un amigo. Durante el tiempo que me estuvieran invitando, al menos.

***

 

 

Zagar había instalado su cuartel general en una de las ostentosas mansiones del distrito del castillo. Por lo que parece, era la mansión de lord Karfal.

Aunque todo lo que llevaba su cresta había sido aplastado o quemado. No estaba muy familiarizado con el funcionamiento interno de la política de Kuwol, pero esto no me pareció una buena señal. Si tuviera que comparar el gobierno de Kuwol con el antiguo shogunato japonés, los nobles como lord Karfal eran daimyo.

La abuela de lord Karfal era de linaje real, lo que significa que era un pariente lejano del rey actual. Aunque no era uno de los nobles más destacados, su linaje real le daba mucha influencia política. Y ahora, Zagar y sus hombres habían hecho papilla a esta importante figura política. No solo eso, también se habían apoderado de su mansión. Tuve un mal presentimiento sobre esto.

“Zagar, ¿dónde está lord Karfal?”

“Comenzó a mendigar por su vida una vez que capturamos la ciudad, así que lo redimí. Probablemente ya haya huido a Wajar.”

Sí, esto no es bueno. ¿Se da cuenta siquiera de lo que está haciendo aquí?

“Escuché que lord Karfal es un pariente lejano del rey. ¿Estás seguro de que debiste haberlo tratado con tanta falta de respeto? ¿Lord Bahza aprobó esto?”

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“Somos mercenarios”, se burló Zagar. “Nuestro único trabajo es luchar contra quien sea que nos contraten para luchar. Derrotamos a los enemigos de nuestra empleadora, así que no tiene nada de qué quejarse.”

Los mercenarios que rodeaban a Zagar asintieron vigorosamente. Claramente adoraban al hombre. Presentó sus argumentos como si fueran lógicos y correctos, pero estaba claro que no le importaba nadie más que él mismo. Lo que estás haciendo es casi con certeza un incumplimiento de contrato. Según Birakoya, el plan había sido rodear a Karfal y hacer que pareciera que los nobles costeros lo intimidaron para que se rindiera.

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De esa manera, podría afirmar que luchó con todas sus fuerzas y salvar la cara frente a su rey, al tiempo que evitaría que su ciudad se convirtiera en una zona de guerra. Era un método que requería mucho tiempo, pero que aseguraba que nadie resultaría herido, incluidos los mercenarios.

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Probablemente Zagar había conspirado con las otras compañías mercenarias para derrocar la ciudad por la fuerza. Puede que Karfal fuera una ciudad pequeña, pero aun así tenía muros, un castillo y una guarnición bien equipada. Todas las compañías mercenarias combinadas llegaban a solo 3000 soldados, por lo que probablemente habían sufrido pérdidas significativas al asaltar la ciudad. Al final, esta batalla había terminado con una victoria para los nobles costeros, pero Zagar y sus hombres no habían hecho más que complicar la situación y agotar sus propios recursos.

Incapaz de aguantar más, dije sin rodeos, “Puede que me esté pasando de la raya aquí, pero ¿no crees que has desperdiciado la vida de tus hombres? Estos mercenarios te los dio lord Bahza, ¿no es así?”

Zagar soltó una carcajada estruendosa.

“Yo soy el que está al mando aquí. ¡Estos chicos siguen mis órdenes, nadie más! ¿Crees que lord Bahza puede tomar el mando de esta guerra? ¿Cuando solo sabe pelear batallas navales? ¡Ja!”

“El hecho de que haya puesto estas tropas a tu cargo no significa que puedas hacer lo que quieras con ellas.”

En el momento en que dije eso, los mercenarios me miraron.

“Oho”, dijo Monza con una leve sonrisa, mirándolos.

Normalmente sus sonrisas eran alegres, pero esta era tan fría como el hielo. Se lamió los labios, lista para abalanzarse sobre ellos en cualquier momento. Conociéndola, realmente mataría a todos en esta habitación si no la mantenía bajo control. Los otros hombres lobo estaban tratando de actuar tranquilos, pero me di cuenta de que todos estaban ansiosos por matar. Incluso Grizz y sus hombres estaban haciendo crujir los nudillos. Esto podría convertirse en un baño de sangre en cualquier segundo.

Zagar no parecía dispuesto a escuchar razones. No tenía sentido negociar con un tipo como él. Desafortunadamente, si me peleaba con él y sus hombres aquí, solo debilitaría la posición de lord Bahza. Técnicamente éramos aliados, después de todo. Le di a Zagar una sonrisa insincera y le di una palmada en el hombro.

“De cualquier manera, ganaste. Es cierto que nada más importa si no puedes ganar, así que le diré a lord Bahza y al consejo en casa que hiciste un buen trabajo.”

Zagar inmediatamente se dio cuenta de la implicación y respondió, “Eso sería un gran honor.”

Parecía bastante feliz de que su fama se extendiera hasta Meraldia. Por su vulgar sonrisa me di cuenta de que era un sinvergüenza, de principio a fin.


Me dio una palmada en la espalda y añadió, “Una sabia decisión, vicecomandante. Me alegro de que podamos estar de acuerdo. Supongo que los militares son iguales en todo el mundo, ¿eh? ¿No están de acuerdo, hombres?”

Los mercenarios se relajaron un poco, confiando en que su “héroe” tenía el control aquí en lugar de mí. Eran como animales primitivos. Lo siento, pero soy un erudito y mago educado. No tengo tiempo para sus juegos bárbaros. No sentí vergüenza por retroceder en esto.

“En ese caso, espero que no te importe si traigo al resto de mis hombres a la ciudad. Estarán bajo mi mando, no el tuyo, pero haré todo lo posible para ayudarte.”

“Claro, está bien.”

Una vez más, olí una mentira de Zagar. Parece que tendré que estar en guardia. Está decidido a interponerse en mi camino. Me despedí con una sonrisa y salí de su cuartel general. Al final, nunca me invitó a almorzar.

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