Tensei Shitara Slime Datta Ken (NL)

Volumen 11

Capitulo 3: Una presencia perturbadora

Parte 4

 

 

“¿Jaune ha desaparecido?”

“Sí. Es difícil de creer, pero detecté una enorme cantidad de fuerza mágica… y luego los demonios que dormían allí parecieron desaparecer…”

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“… Imposible”.

Leon pensó que había escuchado mal el informe de Arlos al principio.

En el dominio de Leon había un área compartida con los reinos de los demonios, el mundo espiritual que los demonios llaman hogar. Era una tierra cubierta de espesos miasmas y magia, una donde un demonio con poderes incalculables podía manifestarse ocasionalmente.

Tu demonio típico, desprovisto de un cuerpo físico, podría ser manejado por el cuerpo de caballeros de Leon, incluso si fuera un Archidemonio. Sin embargo, habían descubierto un demonio más viejo en esta tierra, uno que era una amenaza tan absoluta que ni siquiera Leon podría ignorarlo. Este era Jaune, el progenitor amarillo.

Aún necesitaba obtener un cuerpo físico, lo que limitaba a dónde tenía acceso. Sin embargo, su presencia era suficiente para evitar que Leon se moviera una pulgada de donde estaba. Cualquier otra persona se habría sentido impotente ante la carnicería que ella provocó.


“Ella es un demonio loco, del tipo que lanza hechizos mágicos de nivel nuclear por diversión. Sería imposible vivir con ella y no tiene ningún interés en negociar. Sin su respaldo, Leon-sama, incluso amenazaría mi vida. ¿Y ahora dices que se ha ido?”

“Sí, Claude. Yo mismo no podía creerlo, así que fui a ver… y la región que normalmente se superpone con el reino de los demonios ha sido reparada dimensionalmente. Solo puedo asumir que alguien ha bloqueado las Puertas del Infierno”.

“Imposible…”

Claude, el Caballero Negro considerado como el luchador más fuerte de todo El Dorado, estaba criticando a Arlos, el Caballero de Plata y su compañero de armas.


Todos los que vivían aquí, no solo Leon, fueron atormentados por los demonios. Si Jaune, la fuente original de todos sus males, hubiera desaparecido, eran tan buenas noticias que nadie se atrevería a creerlo. De hecho, las Puertas del Infierno desaparecidas parecían presagiar eventos aún más siniestros para el futuro.

Las Puertas eran una especie de puerta que se superponía entre los mundos físico y espiritual. Su presencia permitió que los demonios incorpóreos aparecieran e interactuaran con el espacio ‘normal’ por un tiempo limitado.

Se habían desplegado muchos caballeros para cerrar esta puerta, pero los demonios los detuvieron. Desde que Leon construyó su nación aquí, ha habido continuas escaramuzas en ocasiones regulares.

Lo que hizo que esto fuera tan difícil para los caballeros fue que las formas de vida espirituales podían resucitar siempre y cuando no las mataras de raíz. Peor aún, un demonio recién resucitado podría fácilmente causar un daño masivo a las fuerzas de Leon.

Para Leon, quien gobernaba sobre un reino por lo demás generoso, solo los demonios lo mantenían despierto por la noche. Si realmente quisiera, tal vez podría barrerlos a todos por sí mismo—pero un movimiento en falso, y podría llevar al despertar de Jaune. E incluso entonces, Leon probablemente podría vencerla, aunque requeriría apostar sus respectivas vidas. Por eso lo había evitado hasta ahora.

¿Lo que podría haber ocurrido? Jaune es simplemente… Ella no es como Misery y Rain, como Guy las describe. Ella simplemente no escucha la razón.

Después de sopesar cuidadosamente sus intereses, Leon decidió mantener el statu quo, incluso si eso significaba sufrir algunas pérdidas. Y ahora, de la nada, esa amenaza se había ido. Él y todas sus fuerzas estaban de acuerdo en una cosa: de ninguna manera había sucedido porque sí.

Ahora llegaban más noticias a los oídos nerviosos de Leon.

“¡Informe, mi señor! Actualmente hay cinco niños en secreto en Tempest. Hemos confirmado nuestra inteligencia con su antigua academia en Ingrasia y casi hemos terminado de evaluarla. Parece que el rey demonio Rimuru está forjando un pacto secreto para vender a los niños a la reina demonio Luminous”.

“¿Qué?”

“Ruberios y Tempest han firmado un tratado de paz; ambos reyes demonio están en buenos términos entre ellos. ¡Nuestra suposición es que Rimuru ha engañado a Yuuki Kagurazaka y está usando a los niños ricos en magia para sus propios negocios!”

Acababan de recibir una llamada mágica de un miembro de los Azure Knights que actualmente investigaba Tempest. La noticia hizo que Leon se detuviera. El Rimuru que conoció en la reunión de Walpurgis no le pareció el tipo de persona que realiza un movimiento como ese.

“Haz que observen de cerca a este agente. Puede tener un buen contacto… o puede estar bajo el control de alguien”.

“No creerá que…”

“¿El rey demonio Rimuru, tal vez?”

“No. Simplemente no veo ninguna razón por la que Rimuru se desharía de los niños”.

“Entonces, ¿por qué, entonces?”

“Alguien está tratando de hacernos pelear. Alguien que se beneficie de ello. Existe la posibilidad de que la reina demonio Luminous también esté siendo arrastrada a esto. Por lo que sabemos, Luminous puede estar detrás de todo”.

“¿…?”

“¿Qué en…?”

Leon pensó por un momento—evaluando la situación en las naciones occidentales, averiguando quién sería el principal sospechoso. La conclusión fue tan obvia como desconcertante.

“… ¿La sociedad Cerberus?”

Solo esa turbia manada de comerciantes sabía que Leon estaba coleccionando niños visitantes. Bueno, no solo ellos. Las personas a las que manipuló por su conocimiento de los hechizos de invocación también lo sabían.

Quizás los Rozzo hayan descubierto nuestro programa de invocación…

Sí, tal vez esos comerciantes se unieron a ellos de una manera real y palpable. Si comenzaba a dudar de ellos, no tendría fin para su mente. Además, ese informe era sospechoso a primera vista. Leon no tendría ningún motivo para tomar medidas por solo cinco niños—o eso pensaba. Normalmente, los reyes demonio evitaban interferir entre sí tanto como podían. Meterse en un conflicto entre reyes demonio en los que él no tenía ningún interés personal, sería el colmo de la locura; podría conseguirle dos enemigos donde antes no había ninguno.

Era mejor ignorar estos eventos. Luminous podría estar tramando algo, pero todo estaría apuntando a Rimuru, no a Leon. Según el razonamiento de Leon, no tenía sentido hacer un movimiento. Esta vez, sin embargo, pudo sentir que su juicio vacilaba. Quizás al detectar esto, los asesores de Leon comenzaron a debatir el asunto.





“Ya veo… ¿Así que hay gente tratando de aprovecharse de Leon-sama?”

“¿Deberíamos erradicarlos?”

Leon los detuvo. “No. Cerberus tiene una gran influencia en el Imperio de Oriente. No sería prudente hacerse enemigos de ellos sin ninguna prueba. Sin duda, están avivando las llamas aquí, pero la familia Rozzo puede que no sea tan fiel. Y además de eso…”

Se estaba tomando la situación con frialdad, proporcionando instrucciones adecuadas para sus fuerzas, pero todavía había una punzada de ansiedad en la mente de Leon. Ese nombre, Scoey Colbell. ¿Podría ser…?

… No, no había ninguna razón para hacer un movimiento. De hecho, cualquier movimiento significaría picar en el anzuelo. Leon entendió eso, pero aún tenía problemas para resistir el impulso.

Si Jaune estaba viva y coleando en algún lugar, no podría hacer algo imprudente que pudiera afectar la tierra en la que se encontraba. Las agujas en su mente permanecieron estacionarias, señalando la elección correcta.

Y todavía…

Es extraño. Siento que tengo que actuar ahora mismo…

Se había quedado en silencio, con su consejero mirándolo.

“Mi señor, todos somos sus fieles caballeros. Con mucho gusto seguiremos cualquier orden que nos dé”.

“¡Sí! No importa cuán egoísta pueda ser, nunca lo regañaremos por ello. ¡Denos sus órdenes y le prometo que las haremos realidad!”

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“Chicos…”

Arlos, Claude y todos los demás caballeros le eran incuestionablemente leales. “… O la desaparición de Jaune es un golpe de suerte extraordinario, o.…”

Tensei Shitara Volumen 11 Capítulo 3 Parte 4

 

Leon cerró los ojos. Cuando los abrió de nuevo, había una sonrisa intrépida en sus labios. “Acepto su lealtad. Debo ir yo mismo. Cuiden esta tierra en mi lugar”.

“““¡Sí señor!”””

Aquí, en la Tierra Dorada de El Dorado, ahora estaban en movimiento grandes fuerzas. Leon Cromwell, el Sable de Platino, estaba a punto de alcanzar su espada y poner fin a su largo silencio.

***

 

 

“Ah, el rey demonio Leon está en movimiento, ¿eh? Tal como pensaba—no es un niño cualquiera a quien busca. Entonces, tal vez Chloe sea realmente la indicada…”

Significaba que el verdadero deseo de Leon no eran los niños, sino cierta persona que venía de otro mundo. Según las leyes de causa y efecto, esto hacía que pareciera bastante probable que Chloe fuera lo que Leon quería.

“Pero, Yuuki-sama, Leon no necesariamente va a hacer lo que queremos, ¿verdad? Probablemente se dirija a Ruberios, pero dudo que haya aceptado la información que le hemos dado al pie de la letra. De hecho, estoy seguro de que duda”.

“Estoy seguro de que lo hace. Pero todavía nos permite delimitar sus motivaciones. Eso es lo suficientemente bueno”.

Yuuki estaba satisfecho, pero Kagali y los demás no veían las cosas a su manera. Parecían preocupados, inseguros de sus pensamientos.

“Estoy de acuerdo en que Chloe merece atención, pero ¿no nos faltan pruebas concretas de que ella es la figura central? Confiar en probabilidades inciertas como esa me parece fuera de lugar, Yuuki-sama”.

“¿Sí? Y aquí estamos, filtrándole información confidencial. Es todo menos pedirle que dude de nosotros, ¿sabes? Entonces, ¿cuál fue el propósito de todo eso?”

“A mí también me gustaría saberlo, jefe. No creo que hayas cometido un error, pero ahora Leon desconfiará de Cerberus, ¿no es así? Básicamente ha terminado nuestra relación. No veo cómo hemos ganado nada en absoluto”.

Laplace y Tear no estaban ocultando sus preocupaciones ahora. Footman no se unió a ellos, y la siempre sabia Kagali sintió que era apropiado mantener la boca cerrada.

“Puedo entender que los payasos aquí estén confundidos”, dijo Misha con una sonrisa cautivadora. “Es cierto—que no podíamos ganar nada con esto. Lo hicimos por una sola razón, y es porque el jefe ha decidido que ya no podemos lidiar con el rey demonio Leon”.

Eso encendió una bombilla en la mente de Kagali.

“Ya veo. ¿Así es cómo es? ¿No es que no vamos a tratar con él, es que no podemos…?”

“¿Eh?”

“¿Q-Qué quieres decir, Kagali-sama?”

“¡Hoh-hoh-hoh! No es que lo entenderíamos si nos lo dijera. Todo lo que tenemos que hacer es seguir las órdenes y—”

“Silencio un segundo, Footman. Ya sea que pueda entenderlo o no, ¡quiero escucharlo!”

Footman frunció el ceño un poco ante la interrupción de Tear. Por lo general, se llevaban bien, así que le dolía un poco. De la forma en que lo vio, no necesitaban enredarse en un razonamiento complejo—solo debía hacer lo que Yuuki, Kagali y los demás dijeran, y todo saldría bien. Realmente lo creía, pero ahora parecía que era el único. Los demás confiaban en Yuuki y Kagali, pero querían saber para qué estaban trabajando.

Yuuki los miró y sonrió. En términos de ser fácil de usar, Footman seguro que es un tipo útil… pero si quieres una mejor oportunidad de éxito, las personas como Laplace son mejores. Por supuesto, no es como si tuviéramos un gran razonamiento detrás de esto…

Mientras pensaba en esto, comenzó a aventurar una explicación.

“Bueno, el hecho de que Leon esté tomando medidas ahora es razón suficiente. ¿Saben por qué les pedimos que le entregaran un último envío de artículos clasificados? Solo hice eso porque estábamos planeando cerrar el negocio con Leon, y quería que tuvieran la oportunidad de ver a su odiado némesis en persona una vez”.


“¿Eh? ¿Así que realmente no te habría importado si empezáramos a patear traseros allí?”

“Tienes toda la razón. Suponiendo que pudieras regresar con vida una vez que terminaras, eso es”. Yuuki sonrió, una sonrisa rebosante de confianza mientras intentaba calmar a sus secuaces.

“Niños o no, coleccionar visitantes de otros mundos requiere mucho trabajo. Sabemos que Leon lo hizo para aumentar su poder de lucha, pero seguimos ayudándolo de todos modos. Sabes por qué, ¿verdad?”

“Sí, ¿porque queríamos mantener esa conexión con él?”

“Correcto. Entonces, ¿qué necesitábamos para mantener esa relación?”

“Los productos clasificados, ¿verdad? ¿Los niños de otro mundo?”

“Mm-hmm. Y ahora no podemos conseguir más de ellos. ¿Por qué?”

“Bueno, porque los Rozzo con los que habíamos estado contando para convocarlos por nosotros están…

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Oh. Oh”.

“¿Qué? ¿Qué es?”

“¿Ves, Tear? De esta manera, podemos culpar a los Rozzo por cortar las cosas. Si no podemos conseguir ningún suministro nuevo, ciertamente no podremos mantener nuestro negocio en marcha. No podemos andar buscando niños que simplemente vagan por este mundo, pero podemos fingir que lo hacemos y venderlos de esa manera. De esta manera, tomamos la iniciativa. Incluso si cortamos con Leon por ahora, todavía podemos ponernos en contacto con él más tarde si lo necesitamos”.

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“Pero eso todavía no es motivo para hacerle sospechar deliberadamente de nosotros”, dijo una confundida Tear.

“No”, gimió Laplace, comprendiendo la verdad. “Verás, están tratando de hacer que la familia Rozzo sea la verdadera mala. Te lo digo, jefe, eres malvado, eso es seguro”.

“¡Ja, ja, ja, ja, ja! Gracias por el cumplido. Sí, como dijiste, Laplace, tengo la intención de echarle toda la culpa al viejo Granbell”.

“Me molesta decir esto”, agregó Kagali, “pero Leon es una persona muy cuidadosa. Somos los únicos de los que sospecha en este momento… pero al mismo tiempo, estoy seguro de que pensó, que no hay forma de que Cerberus hiciera algo tan inmaduro. Eliminaría a Rimuru o Luminous como sospechosos y, a sus ojos, no hay nadie más que pueda estar conspirando contra él. Los Rozzo son probablemente la menor de sus preocupaciones”.

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“Leon es cuidadoso, sí, pero también tiene mucha confianza en sí mismo. No se dejará herir por algún humano del que quisiera aprovecharse. Ni siquiera intentó aprender sobre los Rozzo. No creo que ni siquiera pudiera adivinar que la verdadera amenaza estaba al acecho entre sus filas”.

“Puedo imaginar. Los Cinco Ancianos no eran demasiado grandes, después de todo, excepto esos dos”.

“¿Dos? Pero si Maribell se ha ido, eso deja a Granbell, ¿no es así?”

“Bueno, no lo sabías, pero en realidad había tres personas en la familia Rozzo con las que teníamos que tener cuidado”.

Maribell estaba muerta, pero aún quedaban dos—tal fue la información que Cerberus les dio.

“Por supuesto, para ser exactos, no es uno de los Ancianos. Es un tipo que trabajaba para Cidre, ese marqués de la frontera, y aparentemente es una mala noticia”.

Con una sonrisa, Yuuki le dijo a la habitación lo que sabía.

Cidre era el aristócrata responsable de proteger la paz en el norte de Ingrasia. En esta región había una familia de protectores que custodiaba la tierra de generación en generación. El actual, un hombre vestido con una máscara completa y una armadura sin piel visible, había estado sirviendo a Granbell todo este tiempo a pesar de que nadie sabía de dónde venía. No era parte de los Cinco Grandes Ancianos, pero cualquiera que lo conociera sabía que era mejor no ignorarlo. Yuuki se enteró de él por Damrada.

“Y sabes, el mismo Damrada me dijo: ‘No tengo idea de quién ganaría entre nosotros a menos que yo pelee realmente en serio con él’. Así que de ninguna manera es débil. La única otra persona a la que ha descrito en términos así es Hinata”.

Por lo que Yuuki sabía, Damrada estaba atento a solo tres personas en las Naciones Occidentales: Hinata, Maribell y este hombre. Para él, el hombre era aún más amenazante que el anciano principal, el propio Granbell. Y si Damrada el Oro—uno de los líderes de Cerberus y un hombre que disfrutaba de la plena confianza de Yuuki—lo calificaba así, no había forma de que Yuuki pudiera permitirse ignorarlo.

“Entonces, ¿cómo es él?”

“Eso no lo sé. Nunca lo conocí. Pero prácticamente él solo mantiene la paz en el norte, ¿sabes? Damrada dijo que por casualidad lo vio en combate una vez, y que él mismo estaba luchando contra un grupo de demonios del norte”.

Esta declaración fue como arrojar una bomba en la habitación. Kagali y Misha ya lo sabían, pero incluso ellos parecían tener problemas para aceptarlo. Así de revelación fue.

“El nombre del hombre es Razul, aparentemente. Granbell lo nombró personalmente”.

“¿Granbell…?”

“¿Lo nombró?”

“Espera, ¿quieres decir…?”

“¿No era consciente de eso, Kagali-sama?” preguntó Misha. “Bueno, es verdad. Damrada me dijo que Razul no es humano”.

“Sí”, añadió Yuuki. “No usa toda esa armadura solo para protegerse. También es para que nadie sepa quién es, según Damrada”.

Para Laplace y los demás, sin embargo, eso era solo un pequeño detalle.

“Ah, eso no importa. Déjame aclarar esto. Por ‘demonios del norte’, ¿te refieres a las tierras de ese rey demonio?”

“¡C-Correcto! Si el Señor de las Tinieblas estuviera actuando, Occidente habría sido un montón de cenizas hace mucho tiempo…”

Nadie, ni siquiera Yuuki, podía sonreír ante los normalmente compuestos Laplace y Kagali actuando tan mal.

“Por favor cálmate. Ustedes tienen mucho miedo del rey demonio Guy Crimson, ¿eh? Bueno, estamos bien por ahora. En cuanto a tu pregunta, sí, los demonios del norte eran personas que trabajaban bajo las órdenes de Guy. Parece que Guy lo está tolerando cuando sus fuerzas deciden atacar los asentamientos humanos por diversión. Es solo un juego para los demonios, pero las víctimas seguro que no lo ven así, por supuesto. Así que fue Razul quien los detuvo antes de que pudieran cruzar a su territorio”.

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¿Un solo hombre, protegiendo a la sociedad humana de todos esos demonios? El pensamiento sorprendió a todos, excepto a Yuuki, al silencio.

“Apenas lo creo, pero estoy convencido. Si Guy no se toma en serio esto, eso explica por qué las naciones occidentales todavía están a salvo. Esta persona Razul suena como una gran amenaza, pero…”

“Esto es una locura. Ni siquiera yo podría hacer un truco como ese”.

“P-Pero… sé que es fuerte y todo eso, pero ¿qué tiene que ver con Leon? ¿Estamos tratando de que Leon viaje al norte y luche contra él?”

Cuando todos recuperaron la compostura, Yuuki se encontró sonriendo ante la pregunta de Tear. “Bien, volvamos al tema principal. Como dije, los Rozzo tienen a este Razul como una especie de último recurso. Está allí para defenderse de los demonios que podrían atacar en cualquier momento, por lo que no podrían permitirse alejarlo del norte”.

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