Heavy Object (NL)

Volumen 7

Capitulo 1: Un Mortífero Tiroteo entre Dos Idiotas >> Batalla de Prueba en Oceanía

Parte 2

Después de asegurarse que no hay peligro, Heivia comienza a mirar por todos lados gritando molesto.

Y entonces siente una leve corriente de aire.

Se da la vuelta hacia el origen de ésta y se encuentra con una puerta de refrigerador abierta. El chico la abre por completo.

“Maldición…”

El muro interno de caoba ha sido derribado.

Para reducir el peso, el muro exterior está cubierto con una placa resistente a armas blancas, pero aun así puede ser destruida con las herramientas adecuadas. Un desgarramiento vertical ha creado un agujero lo suficientemente grande como para que un humano pueda escapar.

(Tan pronto como empezó el tiroteo debajo de los vehículos, ellos se percataron del riesgo de que pudiéramos entrar. ¡Maldición!)

El chico lleva su mano a la desgarradura vertical de 150 cm y la abre más. Han comenzado varios enfrentamientos a lo largo de la ruta que va de las instalaciones para Élites hacia el hangar del Object. Mientras ambos bandos se disparan entre sí, Heivia ve a una chica de complexión pequeña que lleva puesto un traje especial y un chico llevándola de la mano mientras corren sobre la arena.

“¡¡Quenser!! ¡¡Sabía que tenías que ser tú!!” grita.

La única respuesta del otro chico es mirar sobre su hombro y alzar su dedo medio.

Y entonces… “¡¡Oh, mierda!!”

Heivia regresa rápidamente al interior y se lanza al suelo. Ahora que las instalaciones especiales son innecesarias, los tanques comienzan a disparar hacia el segundo piso con lo que parece ser suficiente potencia para destruir el edificio.

***

Antes de que el ataque comenzara, el grupo de Quenser se había infiltrado a las instalaciones especiales, había encontrado a la princesa, y la había ayudado a escapar. Pero ahora que están ocultos detrás de un tanque, tienen poca confianza en su habilidad para ganar en un tiroteo normal.

¿Por qué estás aquí, Quenser?”

“Ha ha ha. Esa pregunta duele, princesa. Si no fueras una chica, te lanzaría hacia los traidores.”

La persona que está haciendo todo el trabajo es la Uniforme Negro que viaja con el chico. Como miembro de aquellos que dicen purificar al ejército de los criminales, está acostumbrada a los tiroteos entre humanos incluso en una era en donde las batallas entre Objects simbolizan la guerra.

La mujer está mirando hacia las instalaciones para Élites disgustada.

El vehículo rectangular se encuentra instalado sobre varios vehículos enormes y su parte superior está cubierta de un tono rojo venenoso. Se ve un poco como una horripilante tarta de arándano.

“¿Tanques en una batalla de práctica? ¿Acaso eso no pudo haberlos matado?”

“Los proyectiles de pintura no pueden atravesar paredes, así que eso no cuenta. Si asumes que están muertos, eso podría regresar para morderte después.”

Una vez que las batallas de práctica comienzan a crear reglas únicas, existe el riesgo de perder cualquier experiencia útil en una batalla real. Pero al mismo tiempo, algunas diferencias son inevitables si uno no va a entrenar en una pelea real.

“Doscientos metros al hangar.”

“Una vez que lleguemos ahí, sólo tendré que abordar el Baby Magnum. Podré usar los sensores para acabar con todos ellos.”

La Uniforme Negro forma una sonrisa amarga ante esa peligrosa declaración y pregunta algo. “¿Ahora cómo manejará esto el enemigo?”

“Tendrán que colocar alguna trampa en la ruta por la que tiene que pasar la princesa. Podría ser en las entradas del hangar o en la escotilla del Object.”

Esta batalla de práctica está basada en la posibilidad de que haya traidores dentro del ejército. Los pañuelos alrededor de sus bocas son para distinguirlos fácilmente, pero los soldados de mantenimiento se encuentran en un área gris. Es posible que se acerque un enemigo pretendiendo ser aliado.

“No caeré en una trampa tan simple.”

“Hay investigaciones que demuestran que las personas que piensan eso son las que más fácilmente caen en las trampas.”

“Mh. ¿Quenser, piensas que soy torpe?”

“¡Disculpa, pero nunca te he visto actuar particularmente perspicaz! Puedo pensar en algunas veces en las que casi me asesinas con el Baby Magnum. ¡¡Como esa vez en Gibraltar!!”

“Deja de quejarte, Quenser.”

“¿Por qué crees que me quejo? ¡¡¡Porque nuestras vidas están en la línea!!!”

“Tranquilízate,” interrumpe la Uniforme Negro. “Regresemos al problema actual. Las trampas con cables son pasivas. Tal vez las encontremos o tal vez no. Dudo que sea lo único que use el enemigo.”

“Las trampas son para ralentizarnos. Mientras perdemos el tiempo desactivándolas, ellos atacarán desde la distancia con francotiradores o algo así.”

“¿Y eso qué significa?”

“Yo encontraré las trampas y las desactivaré. Ustedes reúnan tanta gente como puedan y estén alerta.”

***

Durante una batalla de práctica que utiliza municiones de pintura, ni siquiera un tanque puede atravesar gruesas hojas a prueba de armas blancas.

Pero los impactos a corta distancia dejan a Myonri aturdida. Mientras se retuerce del dolor debido a un intenso dolor en los oídos, Heivia voltea hacia Girly. La chica parece consciente, pero ha perdido totalmente el control. Ha caído al suelo y está agitando las manos con lágrimas en los ojos. Su expresión deja en claro que dar un solo paso la hará orinarse. Se parece al shock vivido cuando uno recibe todos los efectos de una granada paralizante.

“Maldición… Ese…bastardo…”

A Heivia le toma unos cuantos segundos recuperarse y después baja las escaleras de las instalaciones para Élites y llega al primer piso. Ahí encuentra a un soldado enemigo, lo elimina con una bala de pintura de su pistola, y se tira al suelo para cubrirse.

Su rifle de asalto tiene un rápido disparo y gran capacidad de penetración, pero puede llevar a cabo funciones de francotirador a media distancia usando toda la capacidad de sus sensores.

(Siempre que tenga línea de visión, puedo hacer daño. ¡Y tengo una línea de visión directa hacia el hangar del Object desde aquí!)

Se lame los labios mientras se asoma por la mira que es más pequeña que un monitor con mucha información siendo mostrada.

Está apuntando hacia la entrada principal del hangar en donde colocaron una trampa. La trampa evita que cualquiera entre y él le disparará a cualquiera que pase por ahí.

“¡Vamos, vamos, vamos, vamos! ¡¡No me gusta llenar a los chicos con esta cosa pegajosa, pero no estaré satisfecho hasta vengarme de ti!!”

Como se están usando balas de pintura, un impacto en cualquier parte del cuerpo cuenta como una muerte, así que no puede apuntar a la pierna de su enemigo para después atacar a cualquiera que se acerque a ayudarlo.

No puede usar ningún truco. Solamente puede atacarlos directamente. Se mantiene recostado en el suelo y espera.

Su dedo índice acaricia la superficie del gatillo mientras el chico intenta reducir la tensión aunque sea un poco.

Pero…

(¿Qué sucede? No me digas que se acobardó.) Espera unos minutos, pero no sucede nada.

Cuando se asesina a un VIP, no es extraño esperar todo un día o dos, pero ésta es una batalla rápida. Si no se mantiene en movimiento mientras se hace una idea general de dónde se encuentra el objetivo, soldados enemigos podrían llegar por detrás.

(No creo que se estén tardando manteniéndose fuera de rango hasta que eliminen a todos los francotiradores enemigos. Después de todo, la princesa estaría expuesta en todo momento.

¿Qué está pensando ese tipo?) Y entonces se queda inmóvil.

Algo poco agradable ha aparecido en la mira.

Una gigantesca masa de acero conocida como TPB o tanque principal de batalla. Incluso el nombre está pasado de moda y raramente es visto en los campos de batalla modernos.

“¿¡Qué demonios!? ¿¡Acaso metió a la princesa ahí para protegerla de los francotiradores!?”

Si el tanque sube la cuesta y pasa por las puertas, los francotiradores y trampas no servirán de nada. Las trampas anti personal serían aplastadas y la princesa sería llevada sin problemas al hangar del Object.

Heivia deja a un lado su rifle y toma el lanzamisiles colgando en su espalda.

Ya sea un tanque o un helicóptero de ataque, puede neutralizarlos con un golpe directo de un misil portátil (cargado con pintura). Ésas son las reglas de esta guerra de práctica. Uno podría quejarse que eso no tiene sentido ya que el arma en sí ni siquiera puede atravesar las delgadas paredes de un edificio, pero las armas se volverían invencibles si no se hiciera un compromiso de antemano.

De cualquier forma…

(Maldito. No me gusta tener sólo un intento en esto.)

Tomando en cuenta el tamaño, no puede llevar muchos misiles por ahí. Esencialmente es un arma de un solo uso.

“¡Pero ese bono será mío si acierto este disparo! ¡¡Y esto hace de mi objetivo algo mucho mayor, así que no hay problema!!”

El chico coloca el lanzacohetes sobre su hombro y se asoma por la mira al costado.

Tanto una luz infrarroja como una luz ultravioleta se usan para detectar el TPB dirigiéndose al hangar.

Inmediatamente después, la torreta del tanque comienza a girar. Se detiene en el punto exacto para apuntar hacia Heivia. “…Mierda.”

(¡No estaban intentando hacer pasar a la princesa! ¡¡El tanque era un cebo para ubicar a cualquiera vigilando las puertas del hangar desde la distancia!! Maldición. ¿¡Acaso detectó la señal infrarroja que usé para apuntar!?)

El chico salta apresuradamente desde el enorme vehículo usado para las instalaciones especiales de Élites e intenta ocultarse detrás de uno de los gigantescos neumáticos.

Pero es demasiado lento.

Una hermosa chica de los Uniformes Negros se asoma desde la parte superior de la torreta y activa su arma pesada anti personal.

Heivia estaba demasiado cerca como para llevar a cabo un ataque francotirador a media distancia, así que puede apuntarle de la misma forma.

Y el arma enemiga posee tres veces el alcance de su rifle de asalto. Ser alcanzado por esa cosa a corta distancia podría resultar en un “accidente de entrenamiento”.

“¿¡Bhah!? ¡¡Cof cof!! ¡Mierda, eso duele! ¿¡Acaso intentas hacer que odie los tanques!?”

***

Froleytia deja escapar un suspiro de aroma dulce combinado con humo.

El gigantesco monitor en la sala de control muestra un mapa detallado de la zona base de mantenimiento y la ubicación de ambos mandos.

Después de ver que la piloto de Élite, la princesa, entrara a la cabina del Baby Magnum, la chica junta las palmas de sus manos suavemente.

“¡Eso es todo! Como lo indica el manual de manejo de crisis, la Élite fue llevada a salvo al Object en donde puede encargarse del resto. ¡¡Esto concluye la batalla de práctica!!”

Ése es el privilegio especial de un Object de primera generación.

A diferencia de los Objects de segunda generación que son diseñados únicamente para batallas de Objects contra Objects, el Baby Magnum está equipado con armas antiaéreas, antitanques, y suficientes armas anti personal y sensores para exterminar a quien sea. Si uno ignorara el daño que puede causar a la zona base de mantenimiento, los soldados serían masacrados al instante sin importar en dónde se ocultaran.

En otras palabras, la batalla esencialmente acabó tan pronto como la princesa abordó el Baby Magnum.

(Pero nadie se llevará el premio de comer todo lo que puedas otra vez. Era lo que esperaba, pero sigue siendo aburrido.)

Mientras Froleytia piensa, una operadora le da un mensaje titubeante. “U-um, general. Tiene una llamada.”

“¿Hm? Entonces apresúrate y-…”

“No, um. Es una llamada directamente de su celular. Creí que podría ser algo privado. ¡¡U-um, pero de cualquier forma tengo que pasarlo por mi tablero de distribución!!”

Froleytia menea su mano para darle permiso.

Mientras sirve al ejército, es imposible evitar que revisen su comunicación. Lo único que puede hacer es pensar positivamente y verlo como si le probara a una tercera persona que no está haciendo nada sospechoso.

(Nadie en sus cinco sentidos me llamaría a mi número privado ahora, así que tal vez se trata de algo relacionado con mi familia.)

Con ese deprimente pensamiento, toma el celular del bolsillo de su uniforme.

No necesita dar una señal como en algún drama policiaco de antaño. Simplemente presiona el botón para contestar y lo hace.

Es una voz masculina.

Y extrañamente, parece estar usando un modificador de voz. “Tenemos a tu hija,” es lo primero que él (¿?) dice.

……………………………………………………………………………………………

Un incómodo silencio se apodera de la débilmente alumbrada sala de control. Pero no es un silencio total. Pueden escucharse murmullos por aquí y por allá. “¿Eh? ¿La Mayor Capistrano tiene-…? ¿¡Eh!?”

“¿¡Tiene una hija!? ¡No puede ser! ¡Simplemente no puede ser!”

“Pero tiene 18 años… Es un poco joven, pero es posible, ¿cierto?” Froleytia permanece en silencio por un momento.

Se encuentra temblando débilmente.

Mientras el hombre (¿?) le ordena que no llame a la policía, de cuánto es el rescate, y cómo entregarlo, la chica habla lentamente como si destruyera las palabras dentro de su boca.

“Soy virgen.”

“¿¡Eh!? ¿¡La Mayor Capistrano es-…!?”

“¡No puede ser! ¡¡Simplemente no puede ser!!”

“Pero tiene 18 años… Es posible, ¿cierto?”

La intensidad de los murmullos se incrementa. Esta vez, hay voces femeninas acusando a los chicos de ser desagradables.

Finalmente el hombre (¿?) al teléfono parece comprender lo que sucede.

“¿Huh? Una virgen, pero… ¿huh? ¡E-espera un minuto! ¿Acaso no tienes una hija de nueve años? ¡¡O…pero…no puede ser!!”

“Tienes. El. Número. Equivocado. ¡¡Idiota!! Tienes agallas para hacer una llamada amenazadora a una línea militar. ¿¡Acaso no sabes que el Reino de la Legitimidad acepta cualquier pelea que le proponen!?”

“¡¡Ah wah wah wah!!” Grita la voz apresuradamente. Con un chasquido, la línea se interrumpe.

La operadora gira su asiento hacia Froleytia con una mano en un costado de sus auriculares. “U-um, rastreé su ubicación. … ¿Qué deberíamos hacer?”

“…”

El deber de Froleytia y las demás tropas del Reino de la Legitimidad en Oceanía es prevenir que otros países invadan esta zona durante estos tiempos de caos después de haber perdido su ejército.

En otras palabras, no es su trabajo el encargarse de criminales y terroristas. Esta no es una guerra, así que es trabajo para la policía local. Si el ejército actuara aquí, podrían ser acusados de intervención.

Pero…

“Durante este periodo tan inestable, he escuchado que hay muchos oficiales de policía delincuentes que reciben dinero de las organizaciones criminales que crecen poco a poco. Un secuestro o extorsión seguramente se trate de una organización criminal, así que lo más seguro es que tengan peones escondidos dentro de la policía. En otras palabras, la policía local no servirá de nada.”

“¿En verdad esto está bien?”

“La amenaza fue enviada a nuestro ejército, no a Oceanía. Si quieren una pelea con nosotros, eso no cuenta como intervención.” Froleytia ajusta el kiseru en su boca y encoge los hombros. “¡Nuestra nueva misión empieza ahora! ¡¡Reúnan al personal y equipo necesario y formen un equipo de rescate!! ¡¡Autorizo el uso de armamento adecuado para atacar un campo de concentración!!”

A pesar de las órdenes, los murmullos parecen nunca terminar. “Es virgen.”

“¡La Mayor Capistrano es virgen!”

“Es una hija de la nobleza y una oficial militar. ¡Un objetivo complicado!”

“¡¡Ustedes los chicos son desagradables!!”

Froleytia exhala el humo de su boca como un rey demonio.

Esa oficial temblando del Reino de la Legitimidad odia el daño a su orgullo más que cualquier otra cosa.

“Les enseñaré con quiénes decidieron armar una pelea, criminales.”

***

De esa forma, Heivia, Quenser, y otros soldados exhaustos por la batalla de práctica suben a la parte trasera de los camiones militares y avanzan sobre el asfalto dañado. Cada vibración de los camiones los hace sentir como si estuvieran malditos por dios.

“Esto no es gracioso… ¡¡Esto no es nada gracioso!! ¿¡Pierdo el bono de come-todo-lo-que- puedas y ahora nuestra comandante nos envía a rescatar a un niño sin nada más que indignación justificada!? No hay ni una cosa buena sobre esto. ¡¡Por favor dime que una chica en micro bikini aparecerá en cualquier momento!!”

“Escuché que la chica que fue secuestrada tiene nueve años. Necesitamos esforzarnos al máximo ahora para disfrutar de un adorable micro bikini de aquí a diez años.”

Hastiado de todo, Heivia alza la mirada hacia el sol.

Es tan brillante que parece un empaque de jugo de naranja. “Y otra cosa,” menciona, molesto.

Un camarógrafo del campo de batalla del Reino de la Legitimidad se encuentra con ellos en el camión. Eso en sí no es un problema, pero ellos reconocen a ese camarógrafo en particular y no de buena manera.

“¿Por qué él está con nosotros?”

“Pasé por todos los requerimientos adecuados,” responde rápidamente el hombre que tiene cierto historial con Oceanía.

Su nombre es Sewax.

Anteriormente se había infiltrado a Oceanía con un permiso de prensa, pero había roto un montón de leyes internacionales actuando en el campo de batalla con un rifle francotirador.

“Esta vez sólo traigo mi cámara. No estoy armado y no tengo la intención de entrometerme en su camino.”

“¡¡Pues eso espero!! ¡¡Dudo que puedas pagar por las vidas que tomaste!!” Heivia casi sujeta al hombre, pero los soldados a su alrededor se lo impiden.

Esto no se debe a que reprueben la forma en la que está tratando a un civil. Sus expresiones dejan en claro que simplemente no quieren un problema en el espacio tan limitado del vehículo.

Quenser se encoge de hombros.

“Intenta mantenerte tranquilo. Golpearlo no invocará a chicas con micro bikinis.” Escuchando eso, Heivia chasquea la lengua y murmura algo.

“¿Sabes, Quenser? Lo más importante no es un atuendo provocador. Lo que se necesita en una mujer hermosa es-…”

“Lo sé, Heivia. Lo sé. Lo que cuenta es el interior. ¿Cierto? No importa si algún personaje secundario de pronto lleva puesto un micro bikini. Lo que nosotros buscamos es algo más simple que la sensualidad.”

Ambos continúan charlando mientras el camión se sacude.

No muestran preocupación por el conflicto mortífero delante de ellos. “Hablando del secuestro, ¿el lugar al que vamos realmente es tan peligroso?”

“Las mafias y organizaciones del mundo usaron la confusión de este periodo de postguerra para llegar a este lugar. Además, los restos del antiguo gobierno militar aun intentan ganar fondos para continuar la guerra. Y como el mercado negro se ha vuelto una necesidad para los ciudadanos, las organizaciones criminales son bienvenidas.”

“¿Qué? Oceanía no estaba tan mal la última vez que estuvimos aquí. ¿Acaso no todo era pacífico y todos sonreían?”

“¿Acaso no has escuchado de la enorme fluctuación del dólar de Oceanía? La ayuda de regiones distantes y fondos de la caridad han llegado en grandes cantidades, pero de manera esporádica. Enormes cantidades de dinero que llegan como una idea repentina. El apoyo intermitente es la parte más difícil de tratar. No puedes confiar tu supervivencia solamente en eso, así que los residentes terminan encontrando una manera estable pero sucia para ganar dinero y productos.”

El chico pudo dejar la conversación ahí, pero Sewax decide intervenir. Alza su cámara.

“Tienes que ignorar de donde viene, pero la calidad no es nada mala. Uno de mis juegos de lentes fue robado por residentes, pero encontré uno idéntico en el mercado negro. Tal vez ahora pueda llevar a cabo algo de trabajo.”

Heivia parece decidir que gritar al hombre no logrará nada, así que se resiste mientras las venas en sus sienes se resaltan.

Quenser dirige la mirada hacia Sewax.

“Si sólo quieren recibir ingresos del mercado negro, no deberían secuestrar a alguien.”

“Sólo estoy diciendo que no son Robin Hood. Sin importar lo que digan, son villanos que reúnen dinero para su propia conveniencia. En realidad no están pensando en la gente hambrienta o el destino del país.”

La fila de ruidosos camiones se dirige hacia una antigua ciudad industrial a lo largo de la costa este del océano. Durante los tiempos de la nación militar, sólo la clase privilegiada y discriminatoria vivía ahí, así que había sido destruida por un Object.

Todos los edificios cercanos habían sido aplastados y pueden encontrarse montones de escombros sobre el camino.

Sólo los llamados “objetivos blancos” como escuelas, iglesias y hospitales perduran. Están sin un rasguño, así que demuestran lo terriblemente precisos que habían sido los bombardeos del Object.

Heivia deja escapar un silbido. “Bienvenidos a la Boca de la Verdad.”

“¿Qué?”

“Es un punto turístico en Roma. Si eres estudiante, deberías intentar estudiar algo de historia.”

“No sé nada acerca de la Organización de la Fe.”

Heivia señala hacia el paisaje con su pulgar. Quenser puede ver restos de edificios destruidos que se han amontonado unos sobre otros de tal forma que parecen un postre de milhojas.

“Los criminales van excavando entre todo eso y toman cualquier cosa que puedan vender en el mercado negro como reproductores de música y latas de leche en polvo, pero si se portan muy codiciosos, las fauces de los escombros los devoran.”

“… ¿En verdad la región está en tan mal estado?”

“¿No estabas escuchando? No hay nada que puedan hacer hasta que se estabilice la moneda local. Incluso hay rumores de que un trueque directo será lo mejor. Este caos no se calmará hasta que el euro y los demás dólares dejen de tener preferencia.”

Sewax señala su lente desde fuera del camión hacia los montones de escombros que los rodean.

“Cuando analizas esto, la liberación de Oceanía aún se encuentra en un periodo de caos. Muchas personas están siendo aplastadas. Las personas normales necesitan usar el mercado negro para conseguir comida y alimentarse y aquellos con demasiadas deudas como para usar el mercado negro arriesgan sus vidas en lugares como éste. Y están trabajando gratis o por muy poco, así que eso no hace diferencia.”

“¿En serio? Estamos a punto de tener un tiroteo ahí. ¿Y sabes cuál es mi especialidad? Los explosivos.”

“El área es demasiado peligrosa, así que la policía local no patrulla aquí. Y la falta de policía causa que se reúnan personas peligrosas. Pero eso hace que el área sea más peligrosa. Es un círculo vicioso. Todas las organizaciones criminales de bajo nivel están reunidas.”

El convoy de camiones militares se detiene a unos dos kilómetros del edificio abandonado de donde había salido la llamada telefónica al celular de Froleytia. Cerca de cien solados de infantería salen de los camiones hacia el asfalto dañado.

“¿No crees que esto es demasiado? Uno pensaría que pelearemos en la guerra.”

“Pelear en guerras es nuestro trabajo. Ahora vamos, estudiante.”

Han venido unos cuantos camarógrafos del campo de batalla, pero al parecer Sewax viajará con el grupo de Quenser y Heivia. Eso molesta mucho más a los chicos.

“Si lo arruinas, no iré a salvarte. Si te hieren, te dejaré atrás. Si atraes algún peligro a la unidad, te usaré como escudo y escaparé. Me importan una mierda las leyes internacionales. Así es como haré las cosas. ¿Entendido?”

“¿En verdad tu unidad es tan débil como para perder contra una organización criminal local?”

Dependiendo de lo que haga el enemigo, Quenser, Heivia y los demás podrían ser obligados a participar en dos tipos de batallas.