Lazy Dungeon Master (NL)

Volumen 15

Capítulo 3: Antiguas Posiciones

Parte 6

# La Perspectiva de Leona (30/5, El Día Antes de la Fiesta)

Leona se humedeció los labios, como un carnívoro ante su presa. Ella era como un animal cuando se trataba de Keima.

“No sentí ni una pizca de intención asesina antes de ese ataque. Puede que estés más preparado para ser un asesino de lo que crees”.

“No seas tonta, no tenía intención asesina porque no pensé ni por un segundo que ese tipo de ataque te mataría. Y tenía razón, ¿no?”

“¡Vaya, vaya! ¡Tienes tanta confianza en mí!” Leona exclamó, regocijándose hasta un grado descaradamente falso. Ella se estaba burlando de él.

“¿Por qué te molestaste en esquivar? Al menos deja que uno te golpee”.

“Mm. ¿Simplemente me apetecía?” Sugirió Leona. No hubo otra respuesta, ya que de hecho, ella había tenido ganas de esquivar. “De todos modos, ¿cómo encontraste este lugar? Para que te hayas colado en el castillo… No debes estar adivinando aquí”.

“Llamemos a eso un secreto comercial. Los hombres con muchos secretos son más geniales y atractivos, ¿no? ”

“Vaya, vaya, vaya. Muy bien, entonces no preguntaré. Lo importante es el hecho de que estás aquí, Keima. Dicho eso… tengo un ritual que realizar.

Lo siento, pero no tengo tiempo para jugar contigo”.

“Detener eso es… por lo que estoy aquí”.

“Por supuesto. Si me concede un momento, convocaré a algunos de regreso. {Llamar Esclavo},” cantó Leona, y un círculo mágico apareció a su lado. Encima apareció una criada loli con orejas de perro y piel morena… Toi.

“He respondido a su llamada, lady Leona. Toi Tindalos ha llegado, a su servicio,” dijo Toi con una reverencia.

“Toi. Voy a realizar el ritual; detenlo. Puedes ganar tanto tiempo, ¿no?”

“Puedes contar conmigo. Soy tu juguete perfecto”. Toi infló su pecho con orgullo de que le confiaran el trabajo. Keima no podía negar que incluso eso se sentía idéntico a Niku.

“… Solo tú, ¿eh? ¿Crees que puedes vencerme por tu cuenta?”

“Di eso después de ganar, no antes. Más bien, soy yo quien debe cuestionar si cree que puede vencerme por su cuenta. Recuerda que soy el juguete del Caos. A diferencia de tu querido fracaso, soy perfecto y completo”.

“Nah. Naturalmente, tengo refuerzos”, dijo Keima, abriendo su {Almacenamiento}. Luego sacó la cabeza de perro… un Kobold. Tenía espadas de hierro en ambas manos.

“¿Un monstruo de la muchedumbre?”

“Sip. Este se siente más cercano. Muy bien… te dejo a Toi”.

“Woof. (Comprendido.)”

Toi encontró esa expresión curiosa. ¿Más cerca de qué?

Un instante después, el Kobold se abalanzó y atacó a Toi sin decir nada. Balanceó sus espadas de hierro en una postura tensa.

“¡Ngh…! ¡Eres bastante rápido!”

El tintineo del metal llenó el aire. Toi bloqueó ambas espadas con cuchillos de combate que aparentemente salió de la nada. Se las había arreglado para bloquear los cambios gracias a ser Toi, pero si este Kobold apareciera en una mazmorra normal, habría matado instantáneamente a casi cualquier aventurero de rango C. Estaba claramente muy por encima del nivel de un monstruo mafioso normal.

“¡Veamos qué tan bien te va cuando te atacan, chusma!”

Toi blandió sus cuchillos de combate. El sonido metálico del metal golpeando el metal llenó el aire. El Kobold bloqueó hábilmente cada golpe con sus hojas de hierro, enviando chispas por el aire. ¡Tintineo, tintineo, tintineo! Derecha, izquierda, izquierda, abajo, arriba. Los cuchillos de combate volaron a velocidades más allá de la comprensión humana, pero el Kobold bloqueó cada golpe.

“¿Hm? Este Kobold es extrañamente resistente”.

“Woof. (¿Entonces eres Toi?) ”

“… ¿Sí? ¿Qué pasa con ello?”

Leona y Keima podían entender los ladridos del perro con su habilidad para traducir. Toi, mientras tanto, tenía una comprensión razonable del lenguaje canino. Ya que ella también era un perro beastkin.

“Woof. (Soy Niku.) ”

“¿Mmm…? Ya veo. Entonces eres el fracaso. Te ves bastante patético”. Toi lanzó un golpe especialmente fuerte, y el Kobold — Niku — lo bloqueó fácilmente. Por supuesto. El Kobold estaba siendo poseído por Niku y manipulado desde lejos.

“Niku, encárgate de ella. Detendré a Leona”.

“Woof. (Roger.)”

“¿Abandonarías el cuerpo que recibiste de Lady Leona para habitar en el de un monstruo? ¿Por qué elegirías un cuerpo tan frágil a propósito…? Aturde la mente. Pero supongo que pronto estará muerto. Ve, {Lightning Blade}”.

Un rayo atravesó el cuchillo de Toi. Era una habilidad de espada para encantar un arma con electricidad. Ser golpeado con eso sorprendió al Kobold y creó una apertura. Toi no se perdió esto.

“¡Yo… ¿gano?!”

—Pero el cuchillo de combate de Toi fue bloqueado por otro Kobold.

“Oh, Toi. Olvidé mencionarlo, pero como los Kobolds son monstruos de la muchedumbre, tengo toneladas de ellos. Diviértete.”

Keima había sacado Kobolds adicionales de {Almacenamiento}. Mientras los diez Kobold la rodeaban, la boca de Toi se torció un poco.

***

# Perspectiva de Keima

Rodeé a Toi con Kobolds mientras Niku la distraía. Y entonces…

“¿Woof? (Oh, ¿pensaste que era yo?)”

“Woof. (Lástima, este era yo; Niku) “.

“¡Aaah, tan confuso! ¡¿Cómo te atreves?! ¡Eres solo un fracaso!”

“Woof. (Debes ser una verdadera vergüenza si incluso un fracaso te hace luchar tanto)”.

“¡Cállate! ¡Solo muere!”

Sin embargo, Niku (un Kobold) bloqueó el cuchillo. Se mantuvo firme con la espada empujándola hacia atrás, luego atacó con otro Kobold. Toi lo esquivó, lo atacó y luego fue atacado por otro Kobold.

“Woof. (Esta vez, este soy yo)”.

“¡Hmph, no está mal, fracaso! ¡Pensar que compensarías la debilidad con números!”

Niku atacó a Toi mientras se intercambiaba a través de los Kobolds. Toi se vio obligado a girar mientras luchaba, y Niku aprovechó esa oportunidad para atacar con diferentes Kobolds de ambos lados. Solo uno de ellos tenía a Niku adentro.

“Woof. (Eres un cachorro pequeño que ni siquiera puede vencer a Kobolds)”.

“¡Cómo te atreves! ¡Eres un fracaso tan grande que ni siquiera te las arreglaste para quedarte en la basura correctamente!”

“Woof woof. (Cachorro de alevines, perdedor dolorido, todos ladran sin morder)”.

De hecho, Niku (como los Kobolds) estaba en una posición tan ventajosa que incluso tenía el margen para burlarse de Toi. Cada Kobold era un pequeño alevín individualmente, mucho más débil que Toi. Solo lograron luchar en un nivel casi igual una vez que fueron poseídos por Niku.

Pero ese nivel era igual solo cuando había uno solo de ellos. Niku había transformado la multitud de Kobolds en un todo mortal al intercambiar rápidamente entre ellos. El enemigo fuerte frente a Toi aparecería repentinamente detrás de ella cuando no podía moverse. ¡Y luego atacarían desde ambos lados! Era imposible para Toi decir qué Kobold era Niku. Todos parecían idénticos, e incluso si ella distinguiera entre ellos, Niku habría intercambiado entre ellos en el siguiente segundo.

¡Fue una estrategia que explotó su nueva naturaleza como Maestro de Mazmorra al máximo!

“Ngh, pensé que te abrumaría con cuchillos, pero parece que debo usar magia de área de efecto en otro lugar—”

“¡Woooooof!”

“¡¿Hyah?! ¡Ngh, interrumpiendo mi cántico con un fuerte grito! ¡Patético! ¡El tipo de estrategia cobarde que esperaría de un fracaso!”

… Por cierto, no todos los otros Kobolds eran unos pequeños alevines. Ichika y Rokuko controlaban a dos de la habitación principal de Soto, y aunque no estaban al nivel de Niku, eso significaba que había dos Kobolds extra fuertes en la multitud. E incluso si algunos murieron, Soto tenía más de mil listos para desplegarse. Con un perro beastkin, Niku, como su maestro, Soto podía convocar a un Kobold por solo 15 DP. Incluso para las espadas, me volví loco y le hice unas dos mil espadas usando {Piedra de Hoguera (Hierro)}.

Así que sí. Lo siento, Toi. Este no es un uno contra uno con Niku, ni siquiera uno contra diez. Parece que cometiste un error aquí, ¿eh? Ni una sola oportunidad en el infierno que ganes solo.

“Leona, parece que ganamos esta pelea de perros”.

“Hm. Parece que sí… No está mal, Keima” dijo Leona, sonriendo. “Aun así, ¿por qué te pones en mi caso por todas las cosas que hago cuando estás desperdiciando la vida de tantos Kobolds? Quiero decir, eso es algo muy japonés, hipocresía, sí, pero aun así”.

“¿Hm? Eh, bueno… Solo me di cuenta de esto después de que Ichika lo dijo, pero la verdad es que me importa un comino lo que hagas”.

“… ¿Oh?”

No sentí ninguna duda en explotar los monstruos que hice específicamente para ser explotados. Usé Golems como materiales todo el día. Con eso en mente, definitivamente hubiera sido hipócrita que alguien como yo criticara a Leona.

“Simplemente no compartimos gustos, y normalmente solo haría una mueca como máximo después de escuchar tu mierda. Si le hicieras estas cosas a personas que no conozco en lugares que no conozco, no me importaría lo más mínimo. No tendría nada que ver conmigo. Pero una vez que empiezas a jugar tus juegos en mi territorio, las cosas cambian. Eso es todo al respecto. Después de todo, soy un Maestro de Mazmorra. ¿Qué tiene de extraño que un Maestro de Mazmorra proteja su territorio?”

Leona se frotó la barbilla y asintió. “Ya veo… ¡Supongo que no puedo culparte, entonces!”

“¿Cierto? Si estás diciendo que todos deberíamos hacer lo que queramos, como el Dios del Caos nada menos, puedo hacer lo que quiera aquí, ¿no?”

“Sí, sí. ¡Por supuesto! El mundo es un patio de recreo. ¡Somos libres de hacer lo que queramos!”

“…Así que sí. Lo siento, pero voy a detener tu bucle tan divertido aquí. No por una gran razón; está en mi camino”.

“Adelante, siéntete libre. ¡Pero, por supuesto, también soy libre de contraatacar!” Leona exclamó, una avalancha de círculos mágicos de diferentes tamaños apareciendo con ella en su centro. Permíteme explicarte. Algunos de estos círculos mágicos son maniquíes, otros son para hechizos ofensivos, pero… De hecho, esta es la Ultra magia, la {Carga} que viaja en el tiempo. ¿Crees que puedes detenerlo?”

En un instante, una ola de misiles se lanzó desde los círculos mágicos sin fin, lo que resultó en lo que parecía un juego de disparos del infierno de balas. Era exactamente el tipo de fuegos artificiales llamativos que uno querría señalar el comienzo de una pelea.

“Oh, estás usando la Colcha Divina, ¿verdad? Entonces, probablemente sobrevivirás apenas. Quizás.”

“Oh.”

Lo había escuchado de Niku, pero aparentemente los ataques de Leona eran capaces de deslizarse a través de la Colcha Divina. Maldito seas, Caos. ¿No puedes reprimirte un poco?

***

# La perspectiva de Leona

“¡{Invocar a Gárgola}!”

Keima evitó el fuego rugiente, las balas de hielo y los rayos de electricidad que Leona disparó desde sus pequeños círculos mágicos al convocar a las gárgolas para usarlas como escudos. Naturalmente, los hechizos lanzados con la intención de golpear el Edredón Divino eran demasiado para que una simple piedra los soportara, y cada hechizo destruyó un grupo de Gárgolas. Además, a juzgar por cómo estaba convocando a varias Gárgolas de cada {Invocar gárgola}, Leona dedujo que probablemente estaba cantando varios. “Hemos mejorado, ¿no es así?”

“¡No tengo tiempo para hablar! ¡Come mierda!”

Keima no se limitó a vigilar; también disparó torrentes de luz hacia ella. La luz borró un círculo mágico que podría considerarse un generador de bolas de fuego. Leona lo reescribió… Al parecer, su hechizo borró los círculos mágicos.

“No estoy familiarizado con ese hechizo. ¿Es del Dios de la Luz…? ¿Dónde lo encontraste?”

“¡Ahahaha, eso es un secreto comercial!”

Por lo que ella podía decir, era un hechizo básico y, por lo tanto, eficiente en el maná que no requería muchos encantamientos. Ella podría haber usado {Ultra Identificación} para investigarlo si escuchó el canto o el nombre del hechizo, pero Keima se aseguró de lanzarlos a solas en silencio.

Dicho esto, probablemente fue un hechizo sin un elemento. Uno en el que hiciste que tu maná se disparara y luego lo lanzaras en la dirección general de donde querías causar el caos. Si es así, estaba a punto de ni siquiera ser un hechizo.

“… ¿Es esa una de las armas secretas del Dios de la Luz? Santo cielo, seguro que te estás esforzando”, murmuró Leona. El maná desenfrenado activaría por la fuerza cualquier círculo mágico que tocara, y si estuvieran medio hechos, no pasaría nada excepto una ruptura de dicho círculo mágico. Leona protegió los ataques con barreras, asegurándose de que golpearan cualquier círculo excepto el círculo {Cargar}.

“¡{Invocar a Gárgola}, luego {Piedra de Hoguera}!” Gritó Keima, sin decir nada más que el nombre del hechizo. Piras de piedra salieron disparadas del suelo del salón ritual. Balanceó sus manos, rompiéndolas mientras lanzaba más hechizos.

“¡{Piedra de Hoguera}! ¡{Piedra de Hoguera}! {¡Invocar a Gárgola}!”

Estos no eran círculos mágicos falsos como los con los que había engañado a Aidy antes. Podían repararse si se dañaban levemente, pero cuanto más interfería con los círculos, más lento tardaban en terminar.

“… Hm, esto es un poco más problemático de lo que esperaba”, reflexionó Leona. Desvió las piras con barreras sin cánticos y aplastó a las Gárgolas con balas de aire.

Lo problemático era que las piras provenían de lugares que Keima no tocaba directamente, y eso incluso las incluía disparando desde las cabezas de las Gárgolas. Eso fue lo suficientemente sorprendente como para tomarla con la guardia baja. La única gracia salvadora fue que no se habían salido disparados de la entrepierna.

“… Ya veo, estás activando hechizos de forma larga a través de las Gárgolas”, dijo Leona. Lo había descubierto después de verlo suficientes veces. Se suponía que {Piedra de Hoguera} solo se activaba en el suelo dentro del rango de alcance, pero al ralentizar la activación y hacer que las gárgolas llevaran el hechizo, Keima podría activarlo desde más lejos.

Además de eso, podía estirar el flujo de maná para conectarlo con el suelo. “Realmente eres inteligente, Keima”.

Leona estaba impresionada y los elogios del Dios del Caos no eran algo para tomar a la ligera. Debería estar orgulloso. Incluso si él no hubiera podido hacer que ella diera un solo paso.

“Aun así, seguro que te gusta usar la magia de la Tierra, ¿no es así?”

“Sí, porque deja escombros. Es más fácil esquivar con estas cosas alrededor”, dijo Keima. Pero Leona vio su objetivo real.

“¿Estás tratando de destruir el salón ritual?”

La magia de Keima ya había destruido bastantes baldosas de piedra resistentes a la magia. El rayo de luz en particular fue mortal. Derribó paredes y arrancó el suelo. Incluso los círculos mágicos resistentes a la magia se rompieron y se dispersaron sin piedad.

Incluso estaba colocando sigilosamente las baldosas de piedra en su {Almacenamiento}.

“Así que te diste cuenta, ¿eh?”

“Sip. Lo siento, pero todo es inútil. Los círculos mágicos en el suelo no tienen nada que ver con la ceremonia. {Guardar y Cargar} está en mis manos”.

“… Entonces, ¿qué pasa con las baldosas de piedra con los círculos mágicos en ellos?”

“Esos son solo para aumentar la resistencia mágica. Es útil tenerlos en los laboratorios, ya que pueden bloquear por completo los daños mágicos menores”.

“Así que no tiene mucho sentido traerlos de vuelta, ¿eh?” Dijo Keima en broma, y Leona sonrió sin pensar.

“… {Trampa}.”

Ante la palabra de Keima, se abrió un agujero bajo los pies de Leona. Pero ella no se cayó. Era como si estuviera parada sobre un suelo invisible. “Lástima, formé una barrera. Vi el maná arrastrándose hacia mis pies, así que… Perdón por no caerme, ¿eh?”

“Vamos, es una trampa. ¿Cómo no caer en ella? Eres un humano”.

“Um. Soy un dios, ¿recuerdas? ”

Keima frunció el ceño, como si solo recordara ese hecho.

“¡Woof! (Maestro.)”

Y luego vino una voz, o mejor dicho, un ladrido que cambió la batalla. Un Kobold corrió hacia Keima.

“Oye, Niku. ¿Dónde está Toi?”

“Woof. (La até allí.) ”El Kobold señaló donde Toi estaba atado y puesto en {Almacenamiento} por una multitud de Kobold.

“¡Suéltame…, bestia inferior! ¡¿Crees que un fracaso tiene derecho a hacerme esto?!”

“Woooof. (Eso te convierte en un cachorro débil y débil incluso menos que una bestia)”.

“¡Ngggh…! ¡Oh estrella roja, te llamo— nggh!”

“Woof. (Sin cánticos mágicos)”.

Uno no podía usar magia con la boca bloqueada. El maná que había estado vertiendo en el hechizo se disipó. Toi hizo todo lo que pudo para gemir de frustración.

“Ahaha, increíble. Pensar que los simples Kobolds podrían usarse con tanta eficacia. Puede que tenga que disculparme por llamarte fracasado”, dijo Leona.

“¡Woof! (¡Eres la siguiente!)”, Ladró el Niku-Kobold mientras esquivaba las bolas de fuego. Parecía estar acercándose, así que Leona activó {Atar Tierra} sin un canto. El Kobold quedó atascado en su lugar y luego le volaron la cabeza. Se acercó el siguiente Niku-Kobold.

“… {Llamar Esclavo}”, coreó Leona mientras bloqueaba sus ataques mágicos, haciendo que Toi desapareciera de entre los Kobolds y reapareciera junto a Leona. Los Kobold se lanzaron para recuperarla, pero Leona formó una barrera para detenerlos.

“… P-Perdóname, Lady Leona. Me capturaron por sorpresa”.

Toi inclinó la cabeza casi hasta el suelo. Incluso su traje de sirvienta estaba hecho jirones, cubierto de heridas por mordeduras de los Kobold.

“Para, para. No me importa”, dijo Leona, chasqueando los dedos para curar a Toi. Pero su rostro no mostraba emociones y sus ojos tenían una expresión de aburrida decepción. Era la mirada de alguien que mira un juguete inútil. De decepción.

“M-Muchas gracias, Lady Leona”, dijo Toi, a pesar de temblar y palidecer al ver la expresión de Leona. Cuando Leona suspiró, se sacudió y su cola se inclinó.

“… Parece que Niku era mejor que tú. Si esto fuera la liebre y la tortuga, tú serías la liebre. La liebre pierde, ya sabes. Eres un perro, pero una liebre. ¿Qué tal si intentas saltar, eh?”

“Y… sí. ¡Salta, salta, salta!”

Toi puso sus dedos detrás de su cabeza como un conejo y trató de saltar un poco. Estaba siendo obligada a imitar a un conejo mientras los ataques mágicos llovían sobre el grupo de Keima. “¡Parece que te estás divirtiendo más!”

“¡Brincar! ¡Brincar! ¡Eheheh, eheheheh!”

Toi forzó una sonrisa y saltó como un conejo mientras lágrimas de frustración brotaban de las esquinas de sus ojos. Su amada maestra la estaba obligando a hacer esto mientras sostenía a Keima con una sola mano libre. Ella realmente era una inútil. Ella realmente no era necesaria, se dio cuenta, lo que hizo que las lágrimas siguieran fluyendo. “¿Por qué estás llorando? Esto es divertido. ¿No te estás divirtiendo?”

“Eehehe, sí, ¡muy divertido! ¡Gracias por jugar conmigo, salto!”

Odiaba ser inútil. Odiaba tener que actuar como un conejo, a pesar de ser un perro. Pero si le decían que se divirtiera, lo haría. Estaba feliz de que la usaran como juguete, como su tocaya. Una mezcla de emociones irrumpió en el corazón de Toi.

“Aah, eso es bueno. Esa es la expresión. Tan lindo, envía escalofríos por mi columna vertebral. Mmm. En honor a esa expresión, te daré una oportunidad más”.

“¡Ah…! S-Sí, esta vez seguro, esta vez seguro seré útil. ¡Lo hare!” Toi exclamó, inclinando la cabeza una vez más.

“Gracias por esperar, Keima”.

“No estoy esperando, y mataste a tres pelotones de Kobolds sin siquiera mirar, ya sabes. ¿Podrías al menos retenerte cuando hablas con alguien?”

“Aaah, lo siento. Mi cuerpo se movía por sí solo mientras mi mente estaba en otra parte. De todos modos… ¿Te importaría volver a jugar con Toi? Es casi la hora de la parte principal de la magia. Correcto. Y déjame agregar esto a la refriega… {Llamar Mascota}”. Un círculo mágico considerable apareció sobre la cabeza de Toi.

“¿Qué?” Toi dijo, que fue todo lo que dijo antes de que un líquido negro comenzara a llover sobre ella. “¡¿L-Lady Leona?! ¡Buhwuhguh!”

“¡Maestro, ha pasado tanto tiempo! ¿Hm? ¿Qué pasa con este perro? ¡No me digas, es otra mascota!”

El líquido negro se agitó, tragando a Toi. Toi se agitó dentro de él.

“Hiii, realmente ha pasado un tiempo. Pero esa es técnicamente mi nieta, Toi”.

“¡Nieta! ¡La nieta del Maestro! ¡Lo siento!”

El líquido negro escupió a Toi y se transformó en la forma de un lobo.

Y ese era el limo mascota de Leona: Rin.