Lazy Dungeon Master (NL)

Volumen 15

Capítulo 2: Darse por Vencido

Parte 6

Bueno, respondimos todas sus preguntas. Seguramente estará dispuesta a responder al menos a uno de los nuestros.

“Hey, Summer—”, comencé, solo para ser interrumpido.

“¡EL PRIMER PRÍNCIPE, EL PRÍNCIPE HARKES DAIDE, HA REGRESADO!”

Qué momento tan increíble. El primer príncipe había llegado a la fiesta.

“Oh, mierda”, dijo Summer, haciendo una mueca como si hubiera picado un insecto. ¡¿Qué quieres decir con “oh mierda”?!

“¡Summer! ¡¿Dónde estás Summer?! ¡Oooh! ¡Ahí estás, Summer!”

Y encima de todo, el primer príncipe inmediatamente se lanzó en una loca carrera hacia nosotros. Oye, príncipe, ¿no deberías saludar al rey primero?

Había traído consigo a sus dos lacayos. No vi al aventurero “sombra” con ellos. Probablemente habían regresado a casa después de haber completado su misión. “¡Summer! ¡Aaah, amada mía!”

“¡Príncipe Harkes, aaah, um, b-bienvenido a casa!”

A pesar de ser levantada y balanceada por el aire como un niño, Summer puso una sonrisa tan linda que prácticamente se podía escuchar un efecto de sonido brillante.

“Es un poco inductor de celos, pero haces una pareja reconfortante. ¿Podrías compartir un poco con nosotros?” Dijo Crusch.

“Mis pensamientos exactamente. Dale aquí, Harkes”, asintió Kenho.

“Ahaha, no puedo moverme, ¡ni siquiera por mis hombres de la mano izquierda y derecha! Sin embargo, puedes saludarlos, mi amor”.

“Erm, bienvenido de nuevo, Lord Crusch, Lord Kenho”, dijo Summer, poniendo el tono de que solo los estaba saludando porque el príncipe lo había permitido. No obstante, los dos lacayos sonrieron felices. Er, ¿es eso realmente lo que quieres?

“¿Hrm? ¿Quién es este hombre?” preguntó el príncipe, mirándome con dureza.

“Er, ¿yo? Uhhh, estoy…” me detuve, sin saber cómo explicar esto.

“Disculpe. Soy Rokuko Tsia, alguien a quien Lady Summer ha honrado con su compañía en la Real Academia. Este hombre es mi esposo”, dijo Rokuko, y la expresión del príncipe cambió tan pronto como escuchó la palabra esposo.

“¡Ah, ya veo! ¡Eres el amigo de la escuela de Summer y él es tu marido! Hrm… No estabas hablando de tomar a Summer como segunda esposa, ¿verdad?”

“Nunca lo soñaría. Solo tengo ojos para una mujer. ¿Verdad, Rokuko?”

“Por supuesto.”

“Hrm, ya veo. Aprecio a los hombres leales como ese. Después de todo, soy igual de leal a Summer”, dijo el príncipe, suplicando una diatriba coqueta que realmente no podría importarme menos.

“Por cierto, príncipe, ¿no deberías ir a saludar a tu padre?” Rokuko intervino una vez que los gritos se calmaron un poco.

“¡Oh, sí, es cierto! Si me disculpas, Summer, vuelvo enseguida”.

“Cierto…” Summer vio al príncipe y su séquito irse con una expresión algo cansada.

“Entonces, el príncipe y su escuadrón están enamorados de ti, ¿eh?”

“Sin embargo, está casi garantizado que el príncipe renunciará a su estatus. La casa de Tindalos es simplemente demasiado poderosa… En cualquier caso, le presté un poco de atención, y en un instante él simplemente… Su séquito también. Ya estoy acostumbrado, supongo. Ah, y para ser claros, no usé {Encantar} en absoluto. Tengo mi orgullo, al menos”.

Parecía que incluso los príncipes caían como nada ante los encantos naturales de una súcubo. O bien, tal vez el grupo del príncipe era especialmente débil. Realmente, era más que posible que si ella hubiera intentado usar {Encantar}, el equipo anti-hechizo que sin duda llevaban los hubiera protegido.

“Además, Rokuko, seguro que casualmente me llamaste tu esposo, ¿eh?”

“¿Qué, tienes un problema? Ya tenemos una hija, ya sabes”.

“Nh. Qué harás si Haku escucha, ¿eh?”

“Podemos decir que lo dije porque tenemos una hija”.

Sí, está bien, no tengo más rutas de escape. Necesito fortalecer mi armadura anti-Haku una vez que regresemos.

“¡Yo digo, bienvenido de nuevo!”

“¡Bienvenido de nuevo!”

Después de separarnos de Summer y regresar, encontramos al resto de nuestro grupo devorando el festín. Niku e Ichika también estaban cavando.

“¡Aquí tienes, hermana mayor! ¡Aaaahn!” Dijo Soto.

“¡Lo tienes, niña! Las sirvientas deben seguir las órdenes, ¡así que no tengo otra opción! Aaahn,” respondió Ichika, abriendo mucho la boca.

“Nom nom…”

Por cierto, Koreha no estaba a la vista. Al parecer, se había ido a hablar con uno de los miembros del séquito del primer príncipe… Crusch, que en realidad era su hermano mayor.

“Deberías probar este rosbif, Keima. Es bastante bueno. Pero de todos modos… ¿Descubriste algo?” Preguntó Wataru.

“No sé decirte. Quién sabe cómo se lo arreglaría su {Ultra Buena Fortuna}”.

“Supongo que realmente no puedo ayudar esta vez. Si tan solo pudiera apagarlo… ”

Estaría más asustado de lo que sucedería en el rebote de que lo apagues. Y fue entonces cuando se produjo otro revuelo en la entrada de la fiesta.

“¡EL SEGUNDO PRÍNCIPE, EL PRÍNCIPE JEDHA DAIDE, HA LLEGADO!”

Parecía que había llegado el segundo príncipe. Había mucha gente hablando. Al parecer, el segundo príncipe había traído algo inusual.

“Oh, parece que viene por aquí”, observó Wataru.

“Yo digo, se siente como si me estuviera mirando”, dijo Mephy. Aunque eso no era solo un sentimiento; él la estaba mirando descaradamente. Sin duda fue la misma mirada que el primer príncipe le dio a Summer.

Lo inusual detrás del príncipe se hizo más claro a medida que se acercaba. Parecía ser un huevo, y también bastante grande; tenía una palidez azul y era casi tan alto como un niño. Estaba descansando sobre una caja llena de paja, que una criada tiraba de un carro.

“Princesa Emmymephy. Buenas noches.”

“Vaya, vaya, si no es el Príncipe Jedha. Buenas noches. ¿Qué podría ser ese huevo grande, puedo preguntar?”

“Ciertamente. Es… ” El segundo príncipe se detuvo para arrodillarse, tomar la mano de Emmymephy y mirarla. “El huevo de un dragón. He derrotado a un dragón y este huevo es una prueba. Aaah… me han dicho que derrotar a un dragón era un requisito para proponerle matrimonio. Princesa Emmymephy, por favor, acepte mis sentimientos”.

Huevo de dragón. La fiesta se quedó en silencio cuando el segundo príncipe pidió la mano de Emmymephy en matrimonio con él. Todos los ojos se posaron en ellos dos. La audiencia tragó saliva mientras esperaban escuchar la respuesta de Emmymephy.

“U-Un huevo de dragón… yo digo, ¿dices la verdad?”

“Sí. Desafié a un Dragón y gané este huevo como prueba. Aunque, por supuesto, tenía compañeros conmigo. Derrotamos al Dragón y, al explorar más su nido, descubrimos este huevo”.

Emmymephy miró en nuestra dirección. “¡Yo digo, en momentos como este, tengo expertos en dragones que determinaran si la prueba es real o no!”

“Ese es… Wataru el Héroe. No tengo ninguna razón para rechazar a un Héroe que derrotó infamemente a un Dragón.”

“¡Y entonces, échale un vistazo, Rokuko!” Emmymephy exclamó.

“Espera, ¿yo?” Rokuko parpadeó. Pero pensándolo bien, a menudo tenía fiestas de té con sus amigos Dragón. Aunque eso era un secreto, Emmymephy había escuchado a Rokuko hablar sobre su amor por los dragones con bastante frecuencia en nuestro viaje juntos. Tuvimos… bastante tiempo para matar, después de todo.

“Espera un momento, princesa Emmymephy. ¿Por qué no eliges a Wataru?” preguntó el segundo príncipe.

“Él también puede mirar. Yo digo, lo que sea que funcione”.

“Espera, ¿yo también? Er, no tengo mucha confianza aquí… Keima, echa un vistazo. ¿No eres amigo de un experto en dragones?”

“¿El infierno? ¿Crees que podría forjar una espada solo porque soy amigo de un herrero? Rokuko sabe mucho más que yo”.

“Aun así, eres mejor que un don nadie al azar. Hiciste todo ese juego de la vida antes”.

Quiero decir, claro, sé más sobre dragones que un tipo cualquiera en la calle, pero no puedo compararme con Rokuko. Después de todo, incluso ha visto antes los óvulos sin fertilizar de su vecino. No se me había permitido verlos, ya que, cito, “¡NO PODRÍA MOSTRAR MIS HUEVOS SIN FERTILIZAR A UN HOMBRE QUE NI ES MI MARIDO!” Extraño. ¿Me habría mostrado óvulos fertilizados, entonces…?

“Entonces, Rokuko. ¿Qué puedes decir?” Yo pregunté.

“Veamos aquí. No tiene ningún patrón, así que en el mejor de los casos es el huevo de un medio dragón… ¿Quizás es el huevo de un Wyvern o algo así?” Sugirió Rokuko. Los huevos sin fertilizar de Redra (un dragón rojo) e Igni (un dragón de fuego) aparentemente habían sido cubiertos con patrones elaborados.

“¿Es Rokuko la experta en dragones?” Preguntó Wataru.

“No, ella solo tiene una obsesión con ellos. ¿Te parece la madre de Igni?”

“Oh, buen punto. Olvidé que la mamá de Igni era la experta en dragones”.

Es curioso pensar que Igni le dio a Wataru uno de sus huevos como tortilla. No es que él lo sepa. Dijo algo acerca de que sería un reemplazo de su cola. Vaya muchacho.

“Err, pero sí, creo que también es un huevo de Wyvern. El débil poder que irradia se siente como uno,” dijo Wataru, siendo el más confiable de todos aquí cuando se trataba de juzgar el huevo.

“Hrm… yo digo, los Wyverns son técnicamente mitad dragones, así que cumple la condición, pero solo lo mínimo. En el mejor de los casos, estará al final de la lista de candidatos al matrimonio”, dijo Emmymephy.

“Eso está bien para mí. Un día, derrotaré a un dragón real. Todo para ti”, dijo el segundo príncipe, besando el dorso de la mano de Emmymephy. Una ovación surgió entre la multitud.

¿Es eso realmente algo para celebrar? ¿Un segundo príncipe, al final de la lista de candidatos…? Supongo que eso solo demuestra lo fuerte que es el imperio.

“¡Todos! ¡Les pido tu silencio!” vino una voz atronadora. El rey se había levantado en el segundo piso y ahora miraba a todos desde arriba. Su voz lo llevó a un silencio instantáneo. Sin embargo, el fervor aún se palpaba en el aire.

“¡Bien hecho al matar a un Dragón… un medio Dragón, hijo mío, Jedha!”

“¡Sí señor! Tu alabanza me honra”.

“Para respetar tus logros, ahora te proclamo príncipe heredero, Jedha. ¿Hay alguien que objetaría esto?”

La multitud permaneció en silencio. Sin embargo, se sintió como si el fervor aumentara en su intensidad.

“Parece que no. En cuyo caso, el Príncipe Jedha ahora es el…”

“¡Espera, padre! ¡Objeto, tengo una objeción!” gritó el primer príncipe desde la zona de baile del primer piso. “¿No soy el príncipe heredero?”

Dime esto, Harkes. ¿Hiciste algo importante tú mismo? Te embarcaste en un viaje, incluso a costa de abandonar tu trabajo escolar, y sin embargo, ¿qué tienes que demostrar? Nada. Algunos cadáveres de Golems de Hierro en el mejor de los casos. Lo máximo por lo que puedo alabarte es por regresar con vida”.

“¡Ngh…!”

El primer príncipe vaciló. Cazar Golems de Hierro fue descaradamente menos impresionante que Wyverns. Los niveles de dificultad estaban en diferentes ligas.

“Jedha confió completamente en sus compañeros para su logro. ¡Pero cacé a los Golems con mi propia mano!”

“Tener compañeros dignos es la marca de un verdadero rey”.

Daba la impresión de que Jedha tenía compañeros muy hábiles con él. Al menos eran lo suficientemente fuertes como para cazar un Wyvern.

“Pero a este paso… ¡no podré convertir a Summer en la reina!”

“Príncipe Harkes, esto no me importa. No soy apta para ser reina”.

“¡Qué increíble humildad!”

No importa cuánto trató de retroceder Summer, el primer príncipe quería que ella fuera reina sin importar qué. A pesar de que nadie estaría feliz si Summer terminara siendo reina. O bueno, supongo que el primer príncipe estaría feliz e inconsciente.

“Ngh, pero ¿qué hay de mi plan de convertir a Summer en la reina y a Koreha en mi concubina…?”

“Príncipe Harkes. ¿Has olvidado que tu compromiso con Lady Koreha fue cancelado?”

“¡Pero no podría hacer que Summer hiciera todos los deberes de la reina ella misma, ¿verdad?!”

“Como dije, no soy apta para ser… Ah, no importa. ¿Puedo irme a casa?” Summer preguntó, suspirando. Casi como si se hubiera rendido…

De repente, un escalofrío me recorrió y se me puso la piel de gallina.

“Hm. Parece que se rindió”, dijo una voz familiar desde un lado. Un sudor frío corrió por mi espalda. “¿L-Leona?”

“Eso está bien, Keima.”

Me volví, y sin ninguna advertencia o indicación de que alguna vez hubiera entrado en la habitación, encontré a Leona, la monja de ojos rojos y cabello negro, parada allí. Ella me dio un pequeño saludo… Estaba cerca, pero no parecía que Wataru, Rokuko o cualquier otra persona la hubiera visto.

Era como si ella y yo nos hubiéramos separado del resto del tiempo.

“Qué estás… Espera, no, ¿por qué estás aquí?” Pregunté, congelándome un poco por su repentino ataque.

Leona sonrió. “¿Por qué piensas? No voy a perderme el clímax. Siempre planeé esperar el día de hoy y mirar desde afuera, ¿sabes?”

El clímax. En otras palabras, este era un programa que Leona había montado.

“Aun así, sería aburrido para ella simplemente darse por vencida aquí. Quiero que se agite, luche y se aferre descaradamente a la victoria por muy patética que parezca”.

“Eso sí que tiene mal gusto”.

“¡Vaya, vaya! Que me digas eso, Keima… Bueno, ¡es el mayor elogio!” Leona exclamó con una risita. Sin embargo, no la estaba elogiando en absoluto.

“¿Cuál es tu objetivo aquí?”

“¿Mi objetivo? Hahaha, esto es un experimento, todo un experimento. No voy a decir nada más que eso. Si tiene curiosidad, pregúntele a alguien más. No te preocupes, tienes mucho tiempo”, dijo Leona, luego hizo que un círculo mágico se elevara sobre su palma. No era un simple círculo, sino que era una de esas esferas tridimensionales hechas de múltiples círculos entrelazados. Giraba tan rápido que era imposible leer y estaba rodeado por una barrera.

“Ya está completo esta vez. No hay nada que pueda hacer para detenerlo”, dijo.

“¿No podrías estropear un poco tu plan? Tú y yo estamos juntos en esto, ¿no es así?”

“Ahaha, buen intento. Pero las cosas aún no han terminado… Échale un vistazo. El primer príncipe y su séquito están atacando a la villana”, dijo Leona, señalando. De repente, pude escuchar voces fuera de nuestro bolsillo de tiempo.

“¡¿Koreha, hiciste esto?! ¡¿Qué le dijiste a Summer?!”

“Estás equivocado. No hice nada”.

“Caramba. Me avergüenza tenerte como hermana pequeña, Koreha.

Pensar que fingirías ser su amiga, todo por esto…”

“Estoy diciendo que no hice nada. ¿No tienes oídos que trabajen, querido hermano?”

“Pero mira en lo que se ha convertido Summer… ¡Tiene que ser obra tuya, Lady Koreha!”

“¡¿Tontos, siquiera tienen un cerebro compartido entre ustedes?! ¡Estoy diciendo que no hice nada!” Dijo Koreha, pero incluso cuando la multitud la colmó de acusaciones, Summer no hizo ningún movimiento para protegerla. Por el contrario, se había dejado caer al suelo y se estaba distrayendo con una mirada de derrota. No podía imaginar una expresión que transmitiera una mayor rendición al destino.

“Aaah, caramba, ¿por qué está pasando esto? ¡¿A esto se refiere la mentalidad de la muchedumbre?! ¡Summer, di algo! ¡A este ritmo, seré ejecutado!”

“Meeeh, lo que sea. Ya se acabó, así que, bueno, ¿diviértete?”

“¡¿Qué estás diciendo, Summer?!”

“¡Gah! ¡No creas que siento algo por ti solo porque solíamos estar comprometidos!” ¡Declaró el primer príncipe! “¡Nunca me casaré contigo ahora!”

“¡¿Cuántas veces tengo que decirlo?! ¡El compromiso fue cancelado hace una eternidad! Y si me preguntas, ¡el Príncipe Jedha es mucho más de mis gustos como un lindo shota!”

Los dos enfurecieron en una acalorada discusión mientras Summer seguía negándose a participar en absoluto. Al ver eso, Leona suspiró.

“Jugué con las cosas para que esto fuera un resultado más probable, pero aun así, se siente un poco antinatural. ¿Qué opinas, Keima?”

“¿Planeaste esto? Entonces, ¿por qué te quejas? Si las cosas salen según lo planeado, alégrate de que tus planes funcionaron”, le dije. Leona asintió.

“Tú tienes un punto. Supongo que me estoy volviendo un poco codicioso por aburrimiento. Esto tendrá que bastar. Y así, con el juego terminado, me iré”, dijo Leona. La barrera alrededor de la esfera mágica desapareció y dicha esfera comenzó a brillar con una luz negra.

“La próxima vez, no pierda el tiempo investigando nada y, de hecho, involúcrese más. ¿Okay? Okay. Hasta que nos volvamos a encontrar…

{Liberar}”.

Y luego, el mundo se oscureció.

………

……………

“—ma, ¿Keima? ¿Qué ocurre?”

Estaba sentado en un cómodo sofá. Wataru me despertó y, de repente, mi conciencia volvió a la realidad.

“¿Uh, Wataru? ¿Qué pasó con la fiesta nocturna…?”

“¿Fiesta nocturna? ¿De qué estás hablando?” Preguntó Wataru, inclinando la cabeza. Fuera de las ventanas brillaba la luz y parecía ser alrededor del mediodía. Parecía que me había desmayado durante medio día. Rokuko, Soto, Ichika y Niku también estaban aquí. Además de Emmymephy. Parecía que todos estaban a salvo.

“Muy bien, ponme al día. ¿Cuánto tiempo estuve inconsciente? ¿Dónde estamos?”

“¿Eh? ¿Qué quieres decir con cuánto tiempo? Te quedaste dormido por un segundo. En cuanto a dónde estamos… Bueno, supongo que debería decir, ¡bienvenido a Daide!” ¿Eh?

Pensándolo bien, este lugar le parecía familiar. Solo recordé después de que Wataru dijera: “Bienvenido a Daide”, pero esta era la sala de espera junto a la puerta a la que nos llevaron después de llegar a Daide.

“¿Por qué estamos aquí…?”

“Quiero decir, recibimos una carta de Haku diciéndonos que te recojamos aquí. Y Rokuko, Kuro e Ichika vinieron contigo. Pero, eh… ¿Quién es la pelinegra?” Preguntó Wataru, mirando a Soto con curiosidad.

“¿De qué estás hablando, Wataru? Es Soto. Te dije que era mi hija”.

“Oh, tu hija… Espera, ¡¿tu hija?! ¡¿Q-Qué?! ¡¿Cuando esto pasó?!” Wataru exclamó, como si esto fuera una novedad para él. ¿Qué? ¿Por qué actuar tan sorprendido después de tanto tiempo?

“Uh… ¿Keima? ¿Q-Quién es la madre? Solo estoy pidiendo estar a salvo”.

“Yo, ¿duh?” Respondió Rokuko.

“¿Cuándo…? Ella es tan grande…”

“Además, ella es mi hermana pequeña”, dijo Niku, deslizándose hacia adelante. Sentí una sensación de déjà vu… o más bien, sentí como si mis recuerdos se repitieran palabra por palabra.

“La hermana pequeña de Kuro… ¡Espera, ¿qué?! ¿Eso también te convierte en la hija de Keima…? Pero eres un beastkin…”

“Tienen diferentes madres. Ocurre todo el tiempo, ¿no?” Pregunté, jugando conmigo mismo.

“¿Supongo, tal vez…? Espera, ¿no significa eso que mantendrás a tu hija como esclava…?”

“Ella también tiene un padre diferente”.

“¡Eso significa que no estás relacionado en absoluto!”

Sí, era igual que antes. La única diferencia era cómo reaccionábamos Soto y yo.

“Oye, cuida tu boca. Yo y mi hermana mayor estamos conectados por el alma. Somos hermanas del alma”, dijo Soto con cautela, como si buscara más información como yo.

“Correcto. Soto y yo somos hermanas del alma”.

“L-Lo siento, no debería haber dicho eso. Sigues siendo familia, aunque no sea de sangre”.

Habiendo llegado tan lejos, Soto miró tímidamente en mi dirección y me hizo la gran pregunta.

“Um, papá. Esto es un bucle, ¿no? ”

“… Ahhh”.

Un bucle. Con ese concepto mortal en mente, miré a Wataru.

“Wataru, ¿qué día es hoy?”

“¿Hm? Veamos…”

Wataru respondió: era el 1 de mayo. El día que llegamos a Daide por primera vez.