Danmachi: Sword Oratoria (NL)

Volumen 12

Capítulo 6: La Divina Providencia De La Desesperación

Parte 7

Estos eran los corazones que hacían circular la magia por el altar, por así decirlo.

—Con los seis semi-espíritus en su núcleo, esto no detendrá el ritual para destruir la ciudad,
pero…

Pequeños orbes de oro y plata esparcidos a lo largo de las líneas del círculo mágico. El mago de la túnica negra procedió con total naturalidad con los preparativos, y finalmente, un guante negro se apretó alrededor de una piedra mágica.

—…Puedo al menos perturbar el altar que cubre Knossos.

Y luego el mago detonó una explosión, rompiendo una joya. Un emblema brilló en el guante negro, encendiendo un rayo como un relámpago y estallando en la magia que llenaba Knossos. En el siguiente instante, los ocho puntos se consumieron en una explosión gigante, golpeando los corazones.

—¡¿?!

Todos los cuerpos reales de los semi-espíritus reaccionaron, mirando hacia arriba como uno cuando se dieron cuenta del cambio que había ocurrido dentro del altar. Las explosiones sincronizadas que Fels había desencadenado en los corazones habían bloqueado temporalmente las tuberías que circulaban la magia. El suministro de poder mágico a todo el
altar se había interrumpido gravemente.

—Braver, he terminado por mi parte.

—— ¡¿De Verdad?!

—Las cámaras que albergan los cuerpos principales de los semi-espíritus no se quedarán sin magia, pero no se puede decir lo mismo de cualquier otro lugar.

El altar de los espíritus intentaba reparar los corazones lo más rápido posible. Pero todas las características circulatorias se habían destruido al mismo tiempo. Incluso si lo intentara, no podría distribuir el poder mágico lo suficientemente bien y ralentizaría su proceso.

Y debido a que la mayor parte del poder mágico fue relegado a la recuperación, la tormenta de explosiones mágicas que golpeaban a cada escuadrón se vería obligada a debilitarse.

Sin embargo, eso fue solo un efecto secundario conveniente.

—Con esto, se han eliminado los obstáculos que pudieran obstaculizar nuestro seguimiento, tal como lo planeamos.

Fels habló por el óculo.

—Siento haberte hecho esperar, Ouranos. El tiempo ha llegado.

—¿Eh?

—Dije “todavía no”, Deméter. Es demasiado pronto para rendirse; Hermes levantó el ala de su sombrero con el dedo. —La cuña ha sido empujada. Ahora es cuando Ouranos dará su orden.

Él entrecerró los ojos y una sonrisa apareció en su rostro.

—Se van a mover ahora. Todas nuestras fuerzas.

—Está aquí, ¿eh?

El intercambio con el mago fue breve. Ouranos abrió los ojos.

—Envía a todas las fuerzas.

Cuando dejó de llorar, Royman se arrodilló apresuradamente en reconocimiento y salió corriendo

—Ve, Ottar.

La orden de la reina fue tranquila.

——¡Mi lady!

Y la respuesta del guerrero fue breve, como si hubiera estado esperando esa orden de ella. No había ninguna duda en sus ojos.

Detrás de él, la lanza plateada del chariot relucía. Las armas de los cuatro hobbits castañeteaban como los colmillos de una bestia. Las armas de las hadas blanco y negro emitían un brillo fascinante.

Todos estaban llenos de militancia—el espíritu de lucha de los seguidores de la diosa que se dedicaron a la búsqueda de ser los más fuertes.

—L-La…Familia Freya…; Murmuró alguien.

Mientras el pánico envolvía la ciudad, el ejército más fuerte se reunió en el Central Park en la base de Babel, imponente e inspirador. La escena hizo que los residentes que habían estado confundidos por la misteriosa luz roja olvidaran su miedo y agitación por un momento.

De pie ante los guerreros más fuertes estaba la encarnación de la belleza del mundo, con su cabello plateado arrastrado por el viento—Vanadis, la diosa de la vida y la muerte, la batalla y la victoria. Era casi como si se hubiera sacado una página del mito y se le hubiera dado vida. La escena quedó grabada a fuego en los ojos de los espectadores.

—¡E-Están aquí!

—¡La Familia Freya realmente vino!

La fuerza de reserva de la Familia Ganesha aplaudió la aparición del ejército de la diosa de más de ochenta soldados, contando aquellos que no eran aventureros de primer nivel. La fuerza de reserva había estado esperando desesperadamente la aparición de los refuerzos, causando un gran revuelo: una cuarta parte de asombro y tres cuartas partes de alegría.

—Con el escenario preparado con precisión… no hay forma de que no vengamos; Dijo Freya.

Los ojos de la diosa se entrecerraron con diversión mientras observaba a sus seguidores bajar las escaleras de la torre mientras disfrutaban de los rugidos de las reservas de la Familia Ganesha.

—Pensar que el mismo Braver vendría a mí; Ella se maravilló mientras reflexionaba sobre su reunión que había ocurrido después del final de la reunión de estrategia con los demás, incluidos Shakti y Fels.

—Diosa Freya, me gustaría que escucharas mi petición.

El hobbit había ido directamente de la sala de reuniones del trigésimo piso de Babel, al piso más alto, disculpándose por la repentina visita antes de ir directo al grano.

Freya no pudo evitar sentirse intrigada y un poco sorprendida cuando le explicó causalmente que Loki estaba muy ocupada, que era la razón por la que no podía venir aquí y por qué había venido directamente él mismo. Finn no fue tan tonto como para no reconocer lo que significaba para el líder de una facción hostil entrar al castillo de Freya sin ninguna protección.

—Estoy seguro de que la carta de Hermes le ha llegado, por lo que debe comprender la situación.

Era cierto que había una carta en manos de Freya. Era uno de los varios que Hermes había dejado con Asfi para ser entregado a varios grupos de refuerzos. Básicamente, era “una invitación al banquete donde se decidirá el destino del reino mortal”.

Pero Freya no tenía intención de atender la solicitud de Hermes. Ella no tenía ningún interés en ser arrastrada por la voluntad divina de otro dios. Ella usaría sus fuerzas a su propio ritmo y tenía la intención de acabar con Knossos en su propio tiempo. Ella acabaría con las alimañas que infestaban su jardín, pero lo haría ella misma.

—Me va a decir que puede ganar por su cuenta, estoy seguro. Aun así, le pediría que por favor luche junto con nosotros.

—¡—!

—De esa manera, podemos estar absolutamente seguros de que derrotaremos a este enemigo. Y lo más importante, podemos ganar esta batalla en la que no habrá riqueza ni gloria que ganar; Dijo Finn con grandilocuencia. —Estamos aquellos de nosotros que hemos jurado proteger a las personas inocentes en esta ciudad y aquellos de nosotros que hemos jurado proteger este lugar al que pertenecen. Pero sean cuales sean las motivaciones, debemos ganar esto junto con todos.

Por el bien de los camaradas perdidos. Por venganza por los que habían muerto. Finn dejó esas otras razones sin decirlo mientras se paraba audazmente ante Freya.

—Eso quedó claro en el momento en que el enemigo eligió el nombre de “destructor de la ciudad”.

Desde el lado de Freya, los ojos oxidados de Ottar observaban mientras Finn miraba a la diosa.

—Como los héroes del pasado que trajeron la paz al reino de los mortales, vamos a tejer otra Oratoria.

Freya se quedó en silencio mientras la habitación se quedaba en silencio, pero había una sonrisa en sus labios.

—Braver. Has cambiado.

El viejo Finn nunca habría hablado de algo tan idealista como la Oratoria creada por los verdaderos héroes. Aunque Finn era uno de los hijos de Loki, Freya aún entendía su verdadera naturaleza. Pero Finn simplemente se encogió de hombros y le devolvió la sonrisa.

—Es difícil convertirse en el verdadero héroe que los dioses desean; Él respondió sin miedo.

—Esto no es por Loki sino por respeto a tu honor, Braver. Atenderé su solicitud. Ese niño vino ante mí completamente solo y demostró tanto la determinación de lograr la victoria como el temperamento propio de un héroe… No reconocer eso me dejaría más desnuda que un emperador con ropa nueva.

Además del amor, el heroísmo y la valentía eran algunas de las cosas más valiosas de Freya. Y debido a que Finn había encarnado a ambos, Freya le había dado su palabra—por el bien de una victoria unida.

—¿Ganesha? La vanguardia de Loki ya ha despejado el camino hacia los semi-espíritus. Asi que mis hijos puedan simplemente golpearlos con todo lo que tienen… ¿Correcto?

—¡Soy Ganesha, el que se enfrenta a la situación cuando la ciudad está en peligro! ¡Porque somos Ganeshaaaa!

—¿Ganesha?; Los ojos de Freya se entrecerraron con frialdad.

—¡Si eso es correcto!; El dios detrás de la máscara de elefante dejó caer sus alardes innecesariamente emocionados y se puso firme.

Ella sonrió a la persona gato a su lado.

—Eso es todo lo que hay que hacer, así que te lo pido a ti también, Allen.

—…

—¿O todavía vas a hacer una rabieta?

—…No lo haré. Si dice que ese Hobbit ha demostrado la capacidad de un héroe, entonces demostraré una lealtad aún mayor.

Cuando la sonrisa de Freya se ensanchó, Vana Freya, Allen Fromel, obedeció fácilmente. Su lanza plateada sonó mientras embestía hacia el Calabozo antes que todos los demás.

Ottar lo vio desaparecer de la vista con una velocidad increíble, un aura casi visible del deseo de luchar a su alrededor, y luego el boaz gritó con una voz atronadora.

—¡La diosa detesta las flores podridas! ¿Saben lo que eso significa?

—¡Raaah!

—¡La diosa no nos elogió a nosotros sino a Braver! ¿Entienden lo que eso significa?

——¡Raaaaah!

El guerrero taciturno espoleó a los guerreros cuyo mayor deseo era el favor de su diosa. Los seguidores de la Diosa de la Belleza rugieron de nuevo, las llamas de la militancia se avivaron aún más por el respeto que le había brindado a Braver. Mientras la diosa miraba amorosamente, el Warlord se enfureció.

—¡Vamos a exterminar las malas hierbas que causan estragos en el jardín de nuestra diosa!
¡Vamonos!

—¡RAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!

Un grito atronador rugió. Prometiendo una victoria absoluta e inquebrantable, el ejército más fuerte se marchó.

—Je-je-je… ¡Je-je-je-je! ¡Qué noche tan maravillosa!

Mientras los terribles gritos de los aventureros sonaban bajo el cielo, una joven, una diosa, se lamió los labios con anticipación.

—¡Una noche suprema llena de los gritos de batalla de poderosos guerreros!

Los ojos se asomaban por los agujeros de una máscara y a través del ondulado cabello rojo.

Kali tembló de emoción mientras miraba al cielo y aplaudía. En su mano estaba la misma carta que había recibido Freya.

Concedida la capacidad de entrar a la ciudad libremente—Asfi había dispuesto que se abrieran las puertas de la ciudad—la diosa se volteó hacia sus seguidores y gritó.

—¡Esta será la fiesta más grande! ¡Para compensar una pelea contra Freya! ¡Vamos a enloquecernos!

—Sí, Kali.

—¡Espérame, Finn—el hombre fuerte que me derrotó!

Las Amazonas gemelas con cabello color arena habían respondido. La menor, Bache, estaba tranquila, mientras que la hermana mayor, Argana, estaba abrumada por la emoción—de otro tipo. Las dos se fueron tan rápidas como el viento, y el resto de las guerreras de Telskyura los siguió.

—¡Ra wehga! Ra wehga! ¡Ra wehga!

Somos las verdaderas guerreras.

Sin prestar atención a los rayos rojos de luz que bailaban por la ciudad, lanzaron un grito de batalla y corrieron por las calles como bestias salvajes, haciendo que los residentes se lanzaran a los lados de la carretera en un esfuerzo por evitarlas.

La intensidad hizo que la Familia Ganesha entrara en pánico mientras dirigían los refuerzos amazónicos hacia el Knossos transformado.

—¡¿Crees que perderemos contra Kali?! ¡Vamonos!

—¡RAAAAAAH!

Sin querer perder ante sus compañeras Amazonas de Telskyura, Antianeira Aisha Belka y la Berbera de la antigua Familia Ishtar rugieron en la calle Daedalus.

Después de verse envuelto en el incidente causado por Valletta Grede y The Evils, ellas fueron salvadas por la Familia Loki. Las amazonas de sangre caliente habían venido a pagar sus deudas y reclamar su honor.

—¡Vámonos rápido, Aisha! ¡Hay que rescatar a Bete Loga!

—Diras que hay que salvar la ciudad. Maldicion, ¿no te dijo ese hombre lobo que te quedaras atrás?
—¡Como si lo escuchara en una situación como esta!

Cuando Lena se puso particularmente nerviosa, ella hizo girar su cimitarra sobre su cabeza.

Aisha estaba exasperada, pero la chica solo sonrió.

—¿Qué clase de mujer no puede proteger a su hombre?

—Todos se están poniendo nerviosos…; Se quejó Lulune, la quientótropo, mientras se tapaba uno de los oídos para amortiguar los gritos atronadores que salían del óculo de la otra mano.

—Bueno, ¿nos vamos en silencio?

El interior del Calabozo estaba lleno de los mismos rayos rojos de luz, sacudidos por los mismos temblores como la superficie.

Mientras los otros aventureros palidecían y luchaban por escapar a los pisos superiores, ella se volteó hacia su compañera.

—Cuento contigo esta vez.

—Sí, compensaré los problemas que causé antes.

La aventurera enmascarada asintió en silencio mientras preparaba el equipo que la Familia Hermes le había proporcionado.

Las fuerzas se reunieron, agitándose, convirtiéndose en una masa amalgamada. Gracias a la orden de Ouranos, la influencia de la Familia Hermes y el juramento de Braver, hasta la última fuerza influyente se reunió en Knossos para salvar a los aventureros que ya estaban luchando y derrotar al mal que destruiría la ciudad.

El rastro que la Familia Loki había abierto se materializaría en esta noche y se convertiría en la espada para salvar la ciudad.

—¿Q-Qué fue eso? Esas voces sonaban diferentes a un pánico…

Hestia se congeló en medio de la calle y miró a izquierda y derecha cuando escuchó los gritos de batalla. La Diosa del Hogar no podía captar las sutilezas del campo de batalla, por lo que estaba confundida al principio, pero finalmente se dio cuenta de que estaba escuchando los rugidos de los aventureros: el himno de batalla de la gente galante que embestia para acabar con el peligro que los amenazaba.

De pie entre los residentes que se habían mantenido en la oscuridad, Hestia podía sentir el aliento de las personas que se embarcaban para luchar en secreto.

—… Sheesh, y ya dije que había tenido suficiente de cosas peligrosas…

Después de un rato, Hestia frunció los labios.

—¿Realmente saldrá de acuerdo con el plan de Hermes?

—Así es. El mundo quiere héroes.

En un lugar alejado de Ciudad Laberinto, Hermes miró hacia la oscuridad y murmuró en su camino.

—¿Hermes…?

—No había suficientes piezas en la mesa, así que tuve que jugar mi as en la manga. Incluso con todas nuestras fuerzas reunidas.

Él no estaba frente a Demeter, que parecía desconcertada, mientras continuaba hablando, como si estuviera hablando solo.

—Para alejar la oscuridad, necesitas una luz brillante. Una campana resonante para salvar a los elegidos. El héroe final que algún día cargará con la era prometida.

La brisa atrapó sus palabras y las llevó hacia la ciudad donde se desarrollaba la batalla. Sus palabras podrían haber sido una profecía realizada. Era una vaga y indefinida justicia propia.

Las palabras de un oráculo, teñidas de anhelo, transmitían algo que solo él podía ver.

—La verdad es que quería mantener esto en reserva, pero… no veo otra forma de evitarlo. En una batalla que nunca se cantará en las epopeyas, por favor salva al mundo—esta vez.

Y luego Hermes sonrió, como un niño leyendo un cuento inigualable.

—Por el bien del mundo, estoy jugando al bromista.

***

—¿Esto está bien?; preguntaron los refuerzos finales en voz baja.

—Sí, adelante; Asfi asintió en respuesta al joven.

Estaban en el oscuro Distrito Laberinto. Mientras las voces de los otros refuerzos surgían, el héroe final que buscaba Hermes estaba mirando hacia el agujero que conducía al lejano
abismo.

—Sheesh. Entrar en asuntos riesgosos justo después de que regresamos de la expedición…quiero decir, ¡¿qué podemos hacer allí?!

—Es una misión, así que no hay más remedio que ir, Lilly.

—Si. Además, si podemos ser de alguna ayuda, deberíamos ayudar.

—Escuché la voz de la señorita Aisha… Vamos.

Hablaron cuatro voces más. En apariencia y escala, este grupo era claramente inferior a los otros refuerzos, y sin embargo, para Asfi, parecían más confiables que nadie. Ellos habían crecido. La familia dirigida por el chico que su dios patrón llamaba el “héroe final”.

—Orario está en peligro. La señorita Aiz y la familia Loki ya están peleando. Y quiero ayudarlos.

Su determinación fue recibida con sonrisas por tres de ellos, y la chica hobbit restante asintió de mala gana.

Tenía el pelo blanco—del color de la nieve virgen. Él susurró con el viento. Sus ojos rojos rubelita estaban llenos de determinación. Su brazo no estaba completamente curado, pero pudo moverlo.

El bromista. El héroe incompleto. Bell Cranell.

Él se unió a la refriega con la Familia Hestia.

—Andando.