Danmachi: Sword Oratoria (NL)

Volumen 12

Capítulo 6: La Divina Providencia De La Desesperación

Parte 6

El tatuaje grabado en su mejilla se deforma cuando le grita a ella a todo pulmón.

—¡Me importa una mierda tu estúpida fiesta de lástima!

—…

—¡Sigue lamentando lo poco que queda de tu vida!

Bete comenzó a correr, sin ocultar la molestia en su aullido, y terminó para asestar un puñetazo con toda su fuerza sobre el monstruo transformado. Sin embargo, cometió un ligero error de cálculo—

——Siempre fuiste así, hombre lobo.

La chica frente a él era actualmente más poderosa que él.

—¡¿?!

Ella fácilmente atrapó su ataque cuando él la penetró con todo su cuerpo, un ataque de un aventurero de Nivel 6. Los ojos de Bete se sorprendieron cuando tomó su puño con una sola mano. Un temblor de inquietud sacudió la habitación. Con el pelo largo hasta el suelo, Filvis habló en voz baja mientras el puño de Bete crujía.

—Siempre me menospreciaste… pero nunca me abandonaste.

—¡¿Gh…?!

—Siempre trataste de derribar mis paredes con esa boca sucia, tratando de animarme. Eres amable.

Bete se sorprendió de nuevo por la fuerza física que podía sentir a través de su puño. Incluso mientras hablaba con indiferencia, su fuerza siguió aumentando dramáticamente. Él empujó y tiró, pero no pudo moverla. Sus ojos color ámbar se inyectaron en sangre, ya que se sentía como si estuviera tratando de aplastar su puño.

Y luego sonó un crujido, el sonido de los huesos en el puño de Bete fracturándose.

—Siempre te había menospreciado por eso y me había burlado de ti en mi corazón.

Ella desató su poder. Agarrando su puño, balanceó su esbelto brazo, arrojándolo al suelo solo con la fuerza del brazo. No había rastro de ninguna técnica refinada. Sin embargo, Bete no pudo hacer nada para resistirse a ella cuando lo estrelló contra el suelo.

——¡¿?!
En el impacto, las grietas se formaron en el piso de piedra y las astillas de piedra rebotaron en el aire cuando se formó un cráter donde Bete había golpeado el suelo. El impacto contra su columna lo dejó paralizado y sin habla por un segundo.

Dejando que su largo cabello negro revoloteara como el de un yaksha salvaje, ella desató una simple patada, desgarrando el estómago de Bete.

—¡¿Gaaah?!

La patada aterrizó directamente. Al toser sangre, Bete fue arrojada al fondo de la cámara como un pedazo de basura atrapado en un tornado.

—¡¿Sr. Be—?!; El grito de Lefiya se cortó porque la sombra comenzó a moverse con una velocidad increíble, arrasando al resto de los aventureros.

—¡¿Gaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah?!

Levantó las manos y los cortó con los brazos. Eso fue todo lo que se necesitó para acabar con ellos. La armadura se hizo añicos. Brazos y piernas se rompieron. Los aventureros gritaron cuando fueron barridos como polvo. Esto terminó en un abrir y cerrar de ojos. La sombra pasó junto a Lefiya y se sintió como un torbellino desgarrando sus lóbulos de las orejas. Al sentir el viento pasar, Lefiya se dio la vuelta inmediatamente, pero cuando lo hizo, ella era la única que quedaba en pie.

—¡¿Qué?!; Lefiya se estremeció.

—Mientras Einsel está activo, mi estado se reduce a la mitad; Dijo Filvis simplemente después de eliminar a todos los aventureros de nivel superior con sus propias manos.

Ese era el requisito para activar la magia de clonación.

Debido a que no era solo una ilusión, sino que en realidad creó un segundo yo completo, había una restricción estricta para acompañar esta habilidad increíblemente poderosa: Al usuario se le otorgó solo la mitad de su estado.

Lefiya comprendió de inmediato lo que eso significaba y se quedó inmóvil. Eso significaba que Filvis, que había trabajado con el grupo de Lefiya, y Ein, que había luchado con el grupo de Finn, tenían solo la mitad de su fuerza original. Su fuerza de batalla no era menor que la de Aiz cuando estaba envuelta en el viento. Esa era la verdadera fuerza de la chica que se había convertido en criatura—

—Irónicamente, parece que fui hecha para esto… En este momento, soy incluso más fuerte que Levis.

———

Los pensamientos de Lefiya fueron interrumpidos por esa declaración. La implicación de esas palabras la llenó de desesperación.

Tampoco fue solo Lefiya. Los aventureros derrumbados en el suelo también estaban desesperados. Incluso Bete estaba congelado, a mitad de camino luchando por levantarse. La fuerza para manejar un Nivel 6. Los movimientos que habían hecho volar a todo un escuadrón de aventureros de nivel superior. Todo ello daba crédito a lo que decía Filvis.

—¿Por qué viniste, Lefiya? ¿Por qué tuviste que venir aquí…?; Filvis gimió mientras miraba
hacia abajo. Un murmullo de tristeza cruzó sus labios.
—…¡¿?!

Los ojos verdes dignos de un sirviente del espíritu corrupto estaban ocultos detrás de su cabello. Sus amargas palabras sonaron como una maldición.

—Hice todo lo que pude… incluso te lastimé… incluso me maté para mantenerte alejada de aquí.

Inmediatamente después de eso, la chica convertida en monstruo levantó la cabeza y gritó mientras las lágrimas caían de un ojo.

—¡No quería tener que matarte!

Cuando sus emociones se desbordaron, Filvis empezó a desvanecerse. Ella se acercó a Lefiya en un instante. Su puño encajado en un guante de metal se clavó en el estómago de Lefiya, haciendo que la sangre burbujeara por sus labios.

—¡¿Gah—?!

Lefiya se había lanzado inmediatamente hacia atrás, pero a pesar de amortiguar el impacto, la visión de Lefiya seguía siendo sacudida. El impacto se sintió como una explosión dentro de su cuerpo. En un instante, ella se estrelló contra la pared.

—¡Ya no se puede dejar ir a nadie! ¡No puedo dejar que nadie se vaya con vida! ¡Por el deseo de Lord Dionysus, mataré a todos! ¡A todos!

Lefiya se puso de rodillas mientras tosia sangre. Mientras miraba delante de ella, vio a la criatura que era más fuerte que todos agitando su cabello salvajemente, las lágrimas corrían por su rostro mientras lloraba.

—¡Todos! ¡Todos! ¡Todos perecerán! ¡Aaaaaaaaaah!

Era el grito que acompañaba al nacimiento del monstruo más fuerte, el aullido que marcaba el comienzo de una fiesta de violencia.

Se habían visto obligados a participar en una batalla abrumadoramente desventajosa.

En las cámaras repartidas por el piso diez, todos estaban combatiendo.

Mientras los cuerpos principales de los semi-espíritus continuaban su canto a buen ritmo, las tres caras en las mitades inferiores de los pilares estaban activando la magia del altar espiritual y lanzando rápidamente ola tras ola de hechizos a los aventureros.

Fue una tormenta literal de ataques. La cadena de destellos que contenían el poder de cada elemento se derramó sobre todos de forma indiscriminada.

Tratar con magia de alto poder
desde todos los ángulos fue una novedad incluso para los aventureros de primer nivel, y creó un infierno que no podía describirse simplemente como “lo desconocido”. Era mucho más amenazante que la Urna del Dragón debajo del piso cincuenta y dos del Calabozo.

En un abrir y cerrar de ojos, los camaradas que corrían quedaron impresionados. En el momento siguiente, un grupo al frente desapareció por completo de la vista.

En medio del infierno, los aventureros aullaron. Incluso sabiendo que se perderían en el atronador boom de la magia, gritaron con todo su cuerpo y espíritu, dejando atrás a sus amigos que habían caído para romper el bombardeo enemigo y derribar el mecanismo de defensa del altar. Encerrados en una sólida armadura, sus cuerpos se llenaron de sangre y lágrimas.

Ellos siguieron adelante, incluso cuando el avance se hizo añicos. Los magos cantaron incluso cuando su bastón y su brazo fueron destruidos. Los aventureros estaban pagando un precio terrible, reduciendo sus vidas mientras continuaban atacando.

—¡Come esto! ¡Aaaaah!

El cuarto escuadrón.

El arma de Tiona, Urga, aterrizó. Todo su cuerpo estaba cubierto de quemaduras, y el humo se enroscaba en su piel, pero ellas se las arregló para asestar un fuerte golpe en la cara más a la izquierda en el altar espiritual, cortando sus gruesos labios. Una vez allí, desató una imprudente lluvia de ataques con Urga. Parecía casi un baile, o quizás una peonza.

Usando sus habilidades, Berserker e Intense Heat, para crear un ataque combinado con el máximo rendimiento, Tiona inmediatamente cortó la cara gigante, creando docenas de enormes cortes.

—¡¿Graaaar?!

La cara izquierda del altar de los espíritus tosió un torrente de sangre mientras gritaba su agonía. En un instante, de repente se hinchó, estalló y luego se dispersó. Tiona había roto la piedra mágica del Treent en su núcleo.

—¡Raaaaaaaaah!; Tione siguió rápidamente. Su cuerpo estaba tan herido como el de su hermana pequeña; ella golpeó con sus Zolas gemelas, borrando el rostro derecho con sus puños de acero cargados de furia.

—¡—-Gh!

—¡¿Aaargh?!

—¡Maldición! ¡Después de todo lo que hicimos para romperlo…!

Las dos Amazonas fueron empujadas hacia atrás del altar de los espíritus por la cara central que gritó mientras balanceaba su enorme tentáculo. Su mecanismo de defensa estaba medio destruido. Pero para compensar eso, la cara restante redirigió sus recursos para lidiar con los intrusos en los pasajes a la cámara, enfocando su atención en exterminar a las molestas hormigas. Aulló de rabia mientras desataba una lluvia de magia.

—¡Gotas curativas, lágrimas de luz, santuario eterno—!
Incluso en una formación que no les brindaba ninguna protección, los sanadores no detuvieron sus lanzamientos. En un campo de batalla que inevitablemente terminaría con la aniquilación, la única razón por la que los aventureros aún podían seguir luchando era por los esfuerzos de los sanadores de la Familia Dian Cecht—porque continuaron conjurando para recuperarse hasta que sus gargantas quedaron rasgadas, debido al uso oportuno de los artículos. Los aventureros lograron mantener sus líneas de batalla y todas las partes lograron aferrarse a la vida. Si no fuera por ellos, Tiona y el escuadrón de Tione habrían mordido el polvo hace mucho tiempo.

—¡¿Aaaah?!

—¡¿Amid?!

El círculo mágico blanco puro de Amid parpadeó. La magia del enemigo había aterrizado directamente en los pies de la chica que prácticamente estaba manteniendo la constitución de todo el escuadrón por sí misma. Dea Saint tenía la aterradora habilidad de sostener un frente de batalla por sí misma, pero ni siquiera ella podría continuar sanando a esta escala si ella misma estaba siendo atacada. Los tanques que protegían a los curanderos habían llegado a su límite, lo que marcaría el principio del fin. A medida que los aventureros que sostenían grandes escudos perdían constantemente su fuerza, Amid comenzó a exponerse al aluvión del enemigo, junto con los sanadores en la retaguardia.

—¡Gareth, los sanadores han caído! ¡Esto es malo!

—¡Maldición! ¡Dame un escudo!

La misma escena se estaba desarrollando en otros lugares. En el tercer escuadrón de Gareth y Tsubaki, los curanderos se habían llevado la peor parte de la explosión, lo que obligó a Gareth a retroceder desde las líneas del frente para manejar las defensas.

—¡¿Lady Riveria?!

—¡No dejes mis defensas!

En el segundo escuadrón, Riveria activó su barrera defensiva y soportó el asalto completo de artillería. Sin embargo, no pudo contraatacar mientras estaba como tortuga, defendiéndose de los monstruosos ataques mágicos desde todas las direcciones.

Los ojos de jade de Riveria se enfocaron en el altar espiritual mientras analizaba la situación. Ella entendió que tratar de  desafiar al altar espiritual con sus enormes reservas a una prueba de resistencia terminaría  solo en la derrota.

No fue una coincidencia que los sanadores fueran el objetivo de cada campo de batalla.

El colosal círculo mágico y los seis pilares del altar espiritual conectados por ese círculo tenían una mente singular. Al descubrir el corazón de la resistencia de los aventureros, el sistema de defensa priorizó apuntar a ella. Los tres rostros aprendieron las sutilezas del campo de batalla de manera rápida, inorgánica, sonriendo, enfureciéndose, llorando—mientras convertían su poder mágico casi ilimitado en hechizos para lanzarlos a las líneas de fondo de los aventureros.

—¡Esto no es bueno, Lido! ¡Los trolls no pueden aguantar más!; Advirtió el goblin.

—¡Maldición…! Todos somos monstruos aquí, ¿verdad? ¡Deberíamos luchar con garras y colmillos, no con magia!; Dijo Lido mientras se limpiaba salvajemente la sangre de la cara con un brazo que había perdido la mayor parte de las escamas.

El único escuadrón que no se había visto afectado por el enfoque del altar espiritual en las líneas de fondo fue el sexto escuadrón de Xenos. Sin embargo, debido a que para empezar no tenían sanadores, tenían menos capacidad para recuperarse que los aventureros, dejándolos en peor forma que cualquier otro escuadrón.

Se estaban quedando sin los elixires hechos por Fels para curar a Wiene el vouivre y a todos los demás monstruos con habilidades de combate más bajas.

—¡¿A dónde diablos se llevó Fels a Gros?!

El hombre lagarto gritó, diciéndole a la gárgola que se diera prisa y retrocediera mientras la lluvia de magia del enemigo continuaba sin pausa.

El altar espiritual era más militante de lo imaginable. Para los aventureros de primer nivel de la Familia Loki y Tsubaki, estimaron que las habilidades de los seis pilares eran más bajas que las del semi-espíritu en el territorio inexplorado del quincuagésimo noveno piso, pero también notaron el laberinto en sí que el altar proporcionaba un suministro de magia efectivamente inagotable.

Al igual que los pasajes cubiertos de carne verde, los pilares tenían una capacidad regenerativa para recuperarse si estaban heridos. A pesar de que la mayor parte del poder mágico se estaba utilizando para que el hechizo destruyera la ciudad, la vitalidad de los espíritus era extraordinaria y, para añadir eso, incluso tenían una armadura de pétalos que protegía sus cuerpos.

El cuerpo real del espíritu estaba protegido de todo golpe critico.

El único lugar efectivo para apuntar eran los tres Treents cuyas piedras mágicas estaban incrustadas en sus caras, pero ahora que su conciencia colectiva reconocía que los aventureros apuntaban a eso, estaban en guardia contra esos ataques dirigidos.

Entre campos de batalla, habían logrado eliminar a dos de ellos, pero no pudieron acabar con la cara final.

El asalto proveniente de todas las direcciones fue amenazador por decir lo menos. Con la ayuda de los paños espirituales, los aventureros apenas podían mantenerse firmes, pero les tomó todo lo que tenían para mantener esta posición. Con los sanadores comenzando a caer, el momento de la aniquilación se acercó.

—¡Capitán! ¡Este es el quinto escuadrón! ¡No podemos atacar al objetivo!

—¡…!

—¡Incluso si los otros cinco espíritus son derribados, si todavía queda uno…!

Estaban escasos de fuerzas. Hubo una falta decisiva de potencia de fuego. Debido a que se habían dividido en cinco escuadrones, cada grupo de aventureros carecía de poder para atravesar las defensas del monstruo, y el quinto escuadrón de Bete se había dividido por la mitad. Mientras ella habló por el óculo hacia Finn, Anakity parecía inquieta.

—¡Los tanques han sido destruidos!

—¡Capitán, no podemos defendernos de la magia! ¡Si eliminan a Amid, nosotros…!

—¡¿Algún escuadrón tiene a alguien de sobra?! ¿Alguien puede respaldarnos?

Una variedad de voces diferentes resonó a través de los ojos mientras sus fuerzas encontraban problemas en todos los frentes. Los informes que llegaban casi sonaban como gritos de ayuda cuando se fusionaban con los gritos de los aventureros detrás de Finn.

Como comandante general, Finn estaba tratando de mantener el control de seis tableros diferentes a la vez. Mientras escuchaba el flujo interminable de informes, él dio órdenes precisas a los campos de batalla que no podía ver, todo mientras seguía manteniendo el control de su propia lucha con el primer escuadrón.

Efectivamente, estaba jugando al ajedrez con los ojos vendados en cinco tableros diferentes incluso mientras empuñaba su lanza y cruzaba espadas con el enemigo ante sus ojos.

Fue un nivel fantástico de multitarea. Debe haber sido el único en todo Orario que pudo realizar ese tipo de truco. Sin embargo, también supuso una carga extremadamente pesada para Finn.

—¡Gh…!

El rocío del rayo le quemó la mejilla cuando pasó junto a él. Finn continuó disparando órdenes sin interrupción, incluso mientras sus pulmones pedían oxígeno a gritos. Su respiración era irregular y no podía controlarla.

Su cuerpo le suplicó que activara Hell Finegas cuando comenzó a perder su brillo, pero Finn inmediatamente descartó esa opción. Si se convertía en un berserker ahora, los escuadrones en cada campo de batalla perderían a su comandante. Eso significaría la derrota de su alianza de fuerzas. En algo tan loco y amenazante como todo un laberinto, los aventureros confiaban en Finn para recibir apoyo.

Una gota de sudor corría por la mejilla de Braver mientras seguía revisando la situación de cada escuadrón en su cabeza y disparando orden tras orden.

—… ¡Superponga sus ataques! Si está enfocando el fuego en las líneas de fondo, ¡entonces el bombardeo que golpea las líneas del frente tiene que disminuir un poco! ¡Todos los escuadrones, escuchen! ¡No me importa cómo lo hagan, pero aplasten ese sistema de defensa!

Estaba dando la orden de atacar juntos.

Lanzando su lanza, él atravesó una de las caras en el pilar inferior, pero el fuego de retorno de la magia fue inmediato. Los soldados estaban depositando su fe en él, pero su moral flaqueaba como la luz de una vela en el viento.

Mientras los aventureros luchaban en un campo de batalla fuera de la vista, hubo un cambio
en la superficie.

—¡¿Qué es eso?! ¡¿Qué está pasando?!

En su camino de regreso de su trabajo de medio tiempo, Hestia notó algo—un rayo rojo de luz que se elevaba desde el suelo. Estaba oscuro, pero a medida que pasaba el tiempo, los rayos que se acumulaban brillaban en las grietas del pavimento de piedra, debajo de los edificios y en las alcantarillas. Contaminado por una odiosa niebla roja, el cielo nocturno azul oscuro no se veía por ningún lado.

—Y … ¿escucho una canción?

Acompañando la niebla, una voz cantando pareció llegar a sus oídos. Era lejano, pero el tono parecía una canción de cuna tranquilizadora para poner todo a dormir. O tal vez fue más como un réquiem solemne para purificarlo todo. Había una intención destructiva escondida detrás de su melodía.

La canción que resonaba bajo tierra finalmente había comenzado a transmitirse también en la superficie.

—De ninguna manera. ¿Es esto… un conjuro?

Justo cuando Hestia murmuró para sí misma, hubo una conmoción cerca. La ola se extendió por las calles abarrotadas, tabernas y otras tiendas, causada por la luz misteriosa que era visible para que todos la vieran.

Los aventureros y las deidades se dieron cuenta tras bambalinas de que había llegado “ese momento”. Sin embargo, los aventureros quedaron impresionados por la magnitud de lo que estaba sucediendo, y las deidades reconocieron lo malo que era cuando se dieron cuenta de que no era una broma.

Seis voces cantantes se fusionaron en los rayos rojos de luz, un sonido disonante acompañando a las campanas de advertencia. Hubo temblores sacudiendo el suelo. El canto comenzaba a fundirse en la tierra debajo de ellos. Finalmente notaron los pasos de destrucción que estaban ocultos en la sombra de la tranquilidad que había cubierto la ciudad, y el pánico comenzó a extenderse.

—¿Qué es esto? ¿Por qué tengo la sensación de que esto es realmente… realmente malo? Hestia comenzó a sudar, expresando lo que todas las deidades estaban sintiendo en ese momento.

—¡Ouranos, estamos en nuestro límite! ¡Ya no podemos ocultárselo a los residentes!

El núcleo de la ciudad, la Sede del Gremio, estaba lleno de cuerpos bulliciosos mientras la voz entrecortada de Royman resonaba en el altar subterráneo.

El jefe del Gremio, que había trabajado junto con todas las familias y secretamente tomó la iniciativa en el apoyo al segundo asalto a Knossos, se veía fantasmalmente pálido. Para evitar un pánico innecesario, no les había dicho a los miembros de nivel inferior del Gremio lo que estaba pasando, pero esa información selectiva amenazaba con llevar al peor resultado posible.

El cuerpo gordo de Royman estaba empapado en sudor cuando irrumpió, pero Ouranos permaneció en silencio, permaneciendo en su asiento.

—…

Había un último óculo sentado al alcance de su mano, pero aún no había zumbado con gritos de victoria. No había hecho ningún ruido en absoluto—

—Es demasiado tarde… el plan de Dionysus era perfecto; Gritó Deméter.

Observando desde su segundo hogar en las montañas, ella vio a Orario transformándose en un reino diferente. Desde la distancia, estaba claro para la vista. Había olas carmesíes que emanaban del suelo alrededor de Orario. Incluso envolvieron las murallas de la ciudad. Desdela distancia, los innumerables rayos rojos de luz que se elevaban hacia el cielo parecían una prisión que rodeaba la ciudad.

Era como si la ciudad misma se estuviera transformando en un círculo mágico.

El anillo del espíritu monstruoso que tomaba forma bajo tierra estaba emergiendo en la superficie. La cuenta atrás final se acercaba a ellos.

La derrota en esta batalla significaría la destrucción de Ciudad Laberinto como preludio de la completa aniquilación del reino mortal. Y cuando Orario se acercó a su destino, Deméter se sintió abrumada por el dolor. Ella se derrumbó en lágrimas.

—Debido a mis debilidades… debido a mi traición… la ciudad… todo el reino mortal va a ser destruido; Ella sollozó, como si confesara sus pecados.

El aire de la noche traía una brisa cálida desde la dirección de la ciudad iluminada, haciendo que el balcón se balanceara ligeramente.

Sin más razón para esconderse, los miembros de la Familia Hermes estaban allí, mirando a la ciudad, incapaces de moverse mientras el paisaje carmesí llenaba su visión.

Mientras Deméter y los aventureros observaban, parecía que el plan de destrucción de Dionysus estaba a punto de completarse.

—No; Dijo Hermes. —Aún no.

Un choque violento empujó a Knossos. Era la réplica del bombardeo de artillería extremo que los pilares espirituales seguían disparando contra los aventureros.

Ese temblor era incomparable en poder a las réplicas del ritual que se sentían en la superficie.

La carne verde seguía ondulando y el círculo mágico visible que recorría el suelo de los pasillos relucía.

En medio de todo eso, una sola sombra apareció silenciosamente.

——Estoy un poco avergonzado de poder moverme en secreto mientras Braver, Lido y el resto de ellos luchan por sus vidas…

Fels apareció como un fantasma, dejando caer el velo reversible, lo que otorgaba invisibilidad a su usuario, al igual que la obra de otro fabricante de artículos. Siguiendo las instrucciones que Finn le había dado antes de la operación, Fels se había estado moviendo solo por Knossos.

Para cumplir esas órdenes, el mago había hecho un uso generoso de los objetos mágicos, evitando no solo la vista sino todas y cada una de las formas de detección. Por eso, Fels no había sido notado por la carne verde ni expuesto al bombardeo de magia, a pesar de moverse por las profundidades del laberinto.

—Pero gracias a eso, lo encontré.

Fels estaba en un tramo de un pasadizo que parecía absolutamente normal. Sin embargo, mirando de cerca, las líneas del círculo mágico en el suelo se entrelazaron, fusionándose con un camino lateral, reuniéndose junto a la piedra angular.

—Hay varios puntos en el piso diez donde circula la magia. Este es el último.

En total, había ocho ubicaciones. Usando el Cuaderno de Daedalus, el plano de Knossos y la información sobre la composición del ritual de los espíritus recopilada de los dioses, el mago había encontrado rápidamente a los objetivos.