Maou no Ore ga Dorei Elf wo Yome ni Shitanda ga

Volumen 12

Capitulo 2: Cuando Las Lloronas Se Atraen, Todos Los Demás Lo Tienen Difícil

Parte 6

Eso, de hecho, hacía que fuera peligroso intentar preguntarle directamente al respecto.

“La mejor persona para preguntar ni siquiera sabía que los cumpleaños estaban destinados a celebrarse”, continuó Chastille. “Honestamente, estoy completamente perdido en cuanto a lo que debo hacer”.

“Y-Ya veo…”

Honestamente, nada de esto sonó serio para Lilith en comparación con la conmoción del amor no correspondido de Chastille y su nuevo amor, pero la súcubo asintió de todos modos. Luego recordó cómo Foll había elegido el día en que Zagan y Nephy la adoptaron como su propio cumpleaños y tuvieron una idea.

“Umm, si no sabes su cumpleaños, entonces tal vez no tengas que investigarlo demasiado a fondo”.

“¿Qué quieres decir?” Preguntó Chastille.

“¿Qué tal si le das un regalo para conmemorar algún tipo de aniversario entre ustedes dos? Estoy seguro de que eso lo haría feliz”.

“¡¿N-Nuestro aniversario?!” Chastille gritó, el cabello atado a un lado saltó en estado de shock. Poco después, asintió con la cabeza en comprensión, todavía roja en el rostro, y dijo: “Ya veo. Eso tiene sentido. Pero, ¿qué debo elegir como aniversario…?”

“¿Qué tal el día en que se conocieron?”

“El día que nos conocimos…” murmuró Chastille, una nube repentina oscureció su expresión.

“¿Q-Qué pasa?”

“Acabo de recordar que me secuestró cuando nos conocimos…”

“¿Por qué te enamoraste de él, exactamente?”

“¡Yo-yo-yo-yo-yo-yo todavía no sé si estoy enamorada de él!”

Ni siquiera puedes decir eso con una cara seria… 

Bueno, ese era un tema bastante delicado de abordar, por lo que parecía mejor dejarlo en paz. Lilith decidió simplemente cuidarla. Esbozó una sonrisa y miró hacia la entrada de la tienda, dándose cuenta de que el sol se había puesto antes de que ella se diera cuenta.

“¡Oh no! ¡Me salté por completo la preparación de la cena!” Lilith exclamó. “Lo siento, terminé manteniéndote aquí por tanto tiempo”.

“No es tu culpa. Después de todo, también escuchaste mis preocupaciones”.

“Pero ahora es tan tarde… al menos te acompañaré al castillo. Nadie en estos lugares es tan tonto como para echarte una mano encima, pero últimamente ha habido esos incidentes con Shere Khan, por lo que podría ser peligroso”.

Con eso, posiblemente no podría negarse. Y justo cuando Lilith estaba a punto de aceptar…

“No seas estúpida, llorona. Se acabó el horario de oficina. ¿De verdad crees que no vas a meter la pata de alguna manera?”

Lilith no tenía idea de dónde venía, pero un hechicero de tez pálida de repente le revolvió el pelo a Chastille. Lilith lo había visto varias veces antes en el castillo de Zagan y en Liucaon.

“¡¿B-B-Barbatos?! ¡¿Dónde has estado todo el día?! ¡No me contestaste cuando llamé!” Gritó Chastille.

“¿Qué diablos? No me llames para una estúpida patrulla. Reserva eso para cuando las cosas se salgan de control”.

“¡E-Entonces sabías que estaba de patrulla!”

“Haaah… Deja de hablar ya”.

No creía que fuera posible, pero ¿era este el hombre del que hablaba Chastille? Lilith se quedó aturdida cuando el hechicero se volvió hacia ella con una mirada cansada.

“Uhhh… ¿Cuál era tu nombre de nuevo? Bueno lo que sea. Ese idiota de Zagan dice que deberías volver al castillo. No soy un mandadero, maldita sea… te enviaré allí, así que vete ya”.

Al parecer, iba a utilizar la hechicería para devolverla.

“Umm, gracias…”

Después de expresar honestamente su gratitud, Lilith notó algo. Las orejas del hechicero estaban rojas. Chastille también pareció haberlo notado por la mirada de Lilith, que hizo que su rostro se tensara con un calambre.

“Um… ¿Barbatos?” ella dijo. “¿Qué?”

“¿Nos estabas escuchando?”

“¿Huuuh? ¡No es como si pudiera escuchar todo a través de la sombra!

¡Como el infierno si hubiera escuchado a escondidas!”

“¡¿E-E-E-E-En serio?! ¡¿No escuchaste nada?!”

Eso era precisamente lo que alguien diría después de escuchar todo desde el principio, pero Chastille no lo interpretó así, lo cual tenía mucho sentido. La gente creía lo que quería creer, después de todo. Chastille estaba desesperada por calmarse, así que aceptó cualquier explicación, por muy salvaje que pareciera.

“O-Oh, sí…” murmuró Barbatos, mirando a lo lejos en la distancia. “Nací el día quince de Kavouras”.

Claramente también estaba conmovido hasta la médula. Había formas mucho más casuales de sacar a relucir esto, dado el tiempo, pero resultó extremadamente antinatural. Y, desafortunadamente, eso fue suficiente para que Chastille volviera de su huida de la realidad.

“Um, ¿realmente escuchaste todo?” ella preguntó.

No se le ocurrió una excusa ahora. El hechicero desvió la mirada y guardó silencio.

Al instante siguiente, Chastille se desmayó. “¡¿L-Llorona?!”

Lilith ya no podía mirarlos. El hechicero entró en pánico y sostuvo a Chastille en sus brazos, pero ella ya había puesto los ojos en blanco y no mostraba signos de recuperarse.

“¡O-Oye! ¡¿Q-Qué quieres que haga con esto?!”

Oh, entonces él es al menos humano, ¿eh? Lilith pensó para sí misma al ver al aturdido hechicero. Al darse cuenta de su mirada, se volvió para mirarla.

“¡¿E-Eep?!” Lilith chilló y se incorporó de un salto por reflejo. Por alguna razón, el hechicero miró a su alrededor inquieto. Todos en la tienda evitaron su mirada, no queriendo involucrarse.

“Uhhh… No viste nada, ¿entendido?” murmuró en voz baja a Lilith. “U-Umm…”

Al verla vacilar, el hechicero colocó algo sobre la mesa. Era una espada con una cresta delicadamente tallada que parecía lo suficientemente pequeña como para que incluso Lilith pudiera manejarla.

“Te daré eso, así que actúa como si nunca hubieras visto esto. ¿Entiendo?”

“Umm, está bien”.

Lilith no se atrevió a preguntar qué era, así que simplemente lo aceptó sin pensarlo dos veces. Con eso, el hechicero recordó por qué había venido aquí para empezar y se dispuso a cumplir con su tarea.

“Voy a echarla a la iglesia, así que dame un segundo”, dijo, luego se puso de pie y de repente pareció aliviado. “Oh, supongo que no es necesario. Alguien más está aquí para buscarte”.

Al escuchar eso, Lilith miró por la ventana y vio a un chico demasiado familiar.

“Oh, ¿ahora es un buen momento?” Preguntó Furcas, con una sonrisa en su rostro como si no tuviera ninguna preocupación en el mundo. “Me di cuenta de que estabas fuera hasta tarde, ¡así que vine a buscarte!”

También necesito enfrentar mis problemas adecuadamente… Con ese pensamiento en mente, Lilith se dio cuenta de que sus pruebas estaban lejos de terminar.

***

Lilith y Furcas tomaron un carruaje para regresar al castillo. Nephy y Foll solían ir de compras, mientras que Chastille y Manuela viajaban con frecuencia desde la ciudad, por lo que en realidad había una demanda decente de carruajes entre Kianoides y el castillo de Zagan. Por eso Zagan había contratado un carruaje exclusivo para su uso. Sin embargo, solo había un carruaje asignado a la tarea, por lo que una vez que llegaba al castillo, no podía volver a usarse hasta que realizaba el viaje de regreso.

Al parecer, había pasado bastante tiempo mientras Lilith y Chastille hablaban. El carruaje tardó dos horas en hacer un viaje de ida, o una hora si se apresuraba. A pesar de esto, ya estaba de regreso en la ciudad para que Lilith lo llevara al castillo.

El interior del carruaje era lo suficientemente grande para acomodar a seis personas, pero los únicos pasajeros eran Lilith y Furcas. Ella no tuvo el valor de sentarse a su lado, por lo que se sentaron uno frente al otro.

Uhhh, debería decir algo…

El silencio dominaba el carruaje. Lilith había decidido enfrentar adecuadamente a este chico, que al menos estaba lo suficientemente preocupado por ella como para venir desde el castillo tan tarde en la noche solo para recogerla. Por lo tanto, sabía que tenía que considerar sus afectos con un corazón sincero. En verdad, Kimaris los vigilaba desde una distancia corta, pero ninguno de ellos tenía forma de saberlo.

En cualquier caso, Lilith no tenía idea de qué hablar. Ella estaba gimiendo por el problema cuando, de repente, Furcas entabló una conversación por su cuenta.

“¿Oye, Lilith? ¿Qué es lo que tienes en la mano?”

“¿Eh? ¿Oh esto? El sirviente de Su Alteza… ¿creo? Me lo dio…” Lilith murmuró antes de apagarse y hacer una pausa. Era algo así como dinero secreto, por lo que realmente no podía sumergirse en los detalles. “¿Algo así como dinero para el transporte, supongo?”

“¿Eh? ¿Dinero para el transporte?”

Zagan pagó una tarifa mensual por el transporte exclusivo, por lo que en realidad no era necesario que pagaran nada.

“¿Puedo mirar?” Preguntó Furcas, todavía algo sorprendido por su respuesta.

“Uh… Claro, adelante.”

Lilith le entregó la espada corta. Lo desenvainó hasta la mitad de la hoja y luego lanzó un silbido de admiración.

“¡Esto es increíble! Tiene grabada una hechicería increíblemente compleja.

¿Supongo que corta el espacio abierto en sí mismo? Estoy bastante seguro de que esto sería difícil incluso para Zagan de hacer… ¡Sin embargo, apuesto a que puede!”

“¿Te has acordado de tu hechicería?” Preguntó Lilith, mirando con asombro su análisis inesperadamente específico.

“¿Eh?” Furcas ladeó la cabeza, aparentemente sin darse cuenta de lo que había dicho. “Oh sí, ¿qué estoy diciendo? Nunca había visto este circuito antes”.

A pesar de perder sus recuerdos, todavía era un Archidemonio. Podría haber estado recordando sus habilidades de hechicería mientras estudiaba con Zagan.

“Mmm. Así que espera, ¿es esto realmente tan asombroso?” Preguntó Lilith.

“Sí, más que asombroso. Probablemente podrías venderlo por el precio de un pequeño castillo”.

“¡¿Un castillo?! ¿Por qué entregó algo así…?” Lilith murmuró. Ahora cuestionó su elección de llamarlo dinero de transporte.

“Quiero decir, sí, cuesta mucho, pero la hechicería aquí es la parte realmente asombrosa”, respondió Furcas. “En teoría, estoy bastante seguro de que puede cortar cualquier cosa que exista”.

“¿D-De verdad…?”

Lilith había visto a ese hechicero al lado de Zagan en numerosas ocasiones. Siempre parecía que estaba recibiendo un trato duro, siendo golpeado por el Archidemonio en la cara casi todas las veces. Y así, era una cuestión de rutina que estaría entre los más grandes hechiceros que existen.

Ese anciano que le gusta a Kuroka es aparentemente bastante asombroso también.

El hechicero llamado Shax era terriblemente malo para leer el estado de ánimo. Kuroka siempre se quejaba de esto cada vez que visitaba el castillo. Sin embargo, aparentemente poseía talentos tan sobresalientes que Zagan lo mantuvo a mano a pesar de sus deficiencias.

En cualquier caso, el enfoque de Lilith en este momento estaba en la espada corta.

“¿Está realmente bien que yo acepte esto?” ella preguntó.

“Lo obtuviste del sirviente de Zagan, ¿verdad? Eso significa que es para tu protección. ¡Creo que deberías quedártelo!”

“B-Bueno, en ese caso…”

En realidad era dinero para silencio, y aparentemente una enorme cantidad de dinero para silencio. Quizás era eso lo mucho que quería mantenerlo en secreto. Bueno, un Arcángel enamorado de un hechicero tenía que mantenerse en secreto, así que Lilith no iba a dejar que eso se le escapara, de todos modos. Además, incluso podía sentir sentimientos similares provenientes del hechicero, lo que significaba que todo estaba listo. Realmente esperaba que el amor de Chastille fuera correspondido esta vez.

Furcas le devolvió la espada corta a Lilith, quien la colocó sobre su regazo. Decidió preparar una especie de cinturón de espada para poder llevarlo consigo.

“Aunque apenas conozco técnicas de autodefensa…” murmuró. “Mmm. ¿Sabes algo de defensa propia?”

“Aprendí un poco de Kuroka… Oh, aún no la conoces. Mi amiga de la infancia me mostró algunos ejemplos… eso es todo. No esperes nada parecido a un Caballero Angélico de mí”.

Fue entonces cuando Lilith se dio cuenta de que podía mantener una conversación con él con bastante naturalidad. Una vez que las cosas comenzaron, sintió como si su tensión se hubiera desvanecido.

“Ahora que lo pienso, ¿qué hiciste hoy?” preguntó, tratando de iniciar una discusión por su cuenta ahora.

“¿Yo? Bueno, he estado estudiando hechicería y las leyendas de Liucaon!”

“¿Liucaon? ¿Por qué?”

“Zagan se llama el Rey de Ojos Plateados, ¿verdad? ¡Quiero saber qué significado hay detrás de eso!”

Lilith asintió con la cabeza en comprensión.

Este chico está muy apegado a él…

No es que haya nada malo en eso, por supuesto. Ella simplemente lo encontró misterioso.

“Además…” Furcas hizo una pausa antes de continuar tímidamente, “Escuché que Liucaon es tu ciudad natal, así que quería saber más al respecto”.

Lilith se inclinó hacia atrás ante la inesperada franqueza de su afecto. Se dio cuenta de que su rostro se estaba poniendo más caliente.

“U-Umm, ¿encontraste alguna leyenda interesante?” preguntó, tratando de salirse de ese tema.

“¡Claro que sí! ¡La pelea con el Dragón Negro Marbas fue genial!”

“¿No es así? Es uno de mis favoritos entre las leyendas del Rey de Ojos Plateados. A menudo molestaba a Alshiera para que me lo contara cuando era pequeña”.

Después de decir eso, Lilith se tapó la boca ante la mención descuidada del nombre de Alshiera, pero Furcas no le prestó atención. Sus ojos brillaban con interés.

“¡¿En serio?! ¡Quizás tengamos mucho en común!”

“Q-Quizás…” respondió Lilith con sentimientos encontrados nublando su corazón.

“Además, las historias del Brazo del Maleficio Asura fueron realmente geniales”.

“Uno de los héroes que sirvió al Rey de Ojos Plateados, ¿verdad? Murió matando a un monstruo para proteger a una chica”.

“¡Sí! ¡Ese! ¡Además, las historias del Clarividente Bato!”

“El estratega que era conocido como la mano derecha del Rey de Ojos Plateados. En sus últimos momentos, hizo que pareciera que un ejército de diez mil estaba bajo asedio, cuando en realidad estaba solo, otorgando una oportunidad para que el Rey de Ojos Plateados escapara”.

Lilith había leído las leyendas del Rey de Ojos Plateados cientos de veces. Ella lanzaba comentarios orgullosos de vez en cuando mientras Furcas sacaba las cosas a colación. Él también pareció disfrutar esto y le sonrió amigablemente.

“¡Ambos son tan geniales!” el exclamó. “¡Así es como debe vivir un hombre!”

“Eres tonto. Nada bueno viene de morir, ¿entiendes?”

De vez en cuando, Lilith consideraba cómo casi todas las leyendas de los héroes de Liucaon terminaban con sus muertes. Y a menudo se preguntaba si Alshiera había estado presente en esos momentos. Lilith no creía que las leyendas hubieran ido exactamente cómo se las contaba, por supuesto. Sin embargo, era bastante probable que todos estuvieran basados en eventos del pasado. Si es así, ¿qué tipo de sentimientos había atravesado Alshiera después de que todos la dejaran atrás? La expresión de Lilith se había vuelto involuntariamente oscura ante el pensamiento cuando, de repente, Furcas le agarró la mano con fuerza.

“¡No moriré! Definitivamente no te dejaré atrás, ¡así que no te preocupes!” gritó, acercándose a ella rápidamente.

“¡E-Eep! ¡C-C-Cerca! ¡Demasiado cerca!”

“¡Oh! L-Lo siento… ”

Furcas volvió a sus sentidos y se sacudió hacia atrás. El silencio cayó sobre el carruaje una vez más. Estaba claro que ambos tenían la cara roja.

¿Q-Qué hago? Eso hizo que mi corazón latiera con fuerza…

Era un poco tarde para darse cuenta de esto, pero Lilith fue un poco descuidada al viajar en un carruaje sola con un hombre que ya se le había confesado. Afortunadamente, el carruaje llegó al castillo al momento siguiente. Pasaron por la puerta y se detuvieron frente a la entrada.

“Hola, Lilith. Bienvenido de nuevo.”

Cuando se abrieron las puertas, encontraron a Selphy esperando allí. “¡Selphy!”

La amiga de la infancia de Lilith había estado actuando de manera extraña esa mañana, pero ahora su sonrisa era tan brillante como siempre. Lilith saltó del carruaje, con una repentina vivacidad en su voz. Luego volvió a sus sentidos e hizo un puchero hacia un lado con los brazos cruzados.

“H-Hmph. Por lo que parece, te sientes mejor ahora. ¡No es que me preocupara que lo miraras por la mañana o algo así!”

“Oooh, ¿estabas preocupada por mí?”

“Yo-yo-yo-yo-yo-yo dije que no estaba preocu— ¡¿Waaah?!” Selphy de repente le dio a Lilith un gran abrazo.

“Perdón por preocuparte”, dijo Selphy. “Acabo de tener, como, algo en mi mente”.

Incluso llegó a frotar su mejilla contra la de Lilith.

“¡¿Eh?! ¡¿Qu-Qu-Qu-Qu-Qué pasa, Selphy?! ¡Pareces un poco más cerca de lo normal o un poco más pegajosa, quiero decir, um…!”

“Mmm… Solo un poco más. Estaba totalmente sola sin ti hoy, así que necesito reabastecimiento de mi Lilith”.

Lilith se quedó al borde de su ingenio cuando Selphy la abrazó como a una muñeca de peluche.

S-Si esto sigue así, ¡mi cabeza se desbordará!

El corazón de Lilith latía como un martillo, su visión se volvió borrosa y su mente se quedó en blanco. Se sentía tan bien que esta amiga de la infancia la abrazara, y olía bien, incluso podía decir que el corazón de Selphy también latía con fuerza, pero en cualquier caso, la mente de Lilith no podía seguir el ritmo de nada de eso.

“Um, uhhh… ¿P-Podrías dejarme ir ahora…?” Suplicó Lilith, reuniendo la poca fuerza de voluntad que le quedaba.

“Mrgh… Oh bueno… Oh, ¿estás bien, Lilith?”

Selphy le dio un último apretón y finalmente soltó a Lilith. Sin embargo, las rodillas de Lilith cedieron y se hundió débilmente en el suelo. Al ver esto, Furcas puso una sonrisa atónita y apretada.

“U-Ustedes dos seguro que son cercanas”, dijo.

“¡Bueno, duh! Somos, como, amigas de la infancia y todo eso”, respondió Selphy con una carcajada. Tenía la misma sonrisa despreocupada de siempre. O al menos, se suponía que era lo mismo, pero Lilith sintió que había una tremenda ferocidad detrás de su sonrisa ahora que rozaba la sed de sangre.

“¡Mía! ¿Entiendo?” Selphy declaró.

“¿Eh? ¿Qué es…?” Preguntó Furcas maravillado. “¡Mía!”

Este chico, que estaba cargado con el título de Archidemonio, no pudo hacer nada más que retroceder ante la sonrisa de una chica que supuestamente no poseía ningún poder.