Seirei Gensouki: Konna Sekai de Deaeta Kimi ni

Volumen 17

Capítulo 1: La Vida En El Reino De Galarc

Parte 3

“Ya veo. Tiene el temperamento de un artesano”, dijo Liselotte con un tarareo.

“Sí, eso probablemente sea cierto”, asintió Celia. Esa evaluación de él tenía sentido.

“¿Estás hablando de Sir Haruto?” Charlotte se unió inmediatamente a la conversación. Naturalmente, Christina y Flora estaban junto a ella, y todas se habían detenido a la mitad de lavarse para mirar con curiosidad.

“Sí. Estábamos hablando de cómo Haruto hizo este jabón y lo talentoso que es”, resumió Celia brevemente.

“De hecho, Sir Haruto es una persona verdaderamente admirable”, coincidió Charlotte con firmeza.

“Eso no es exactamente lo que quise decir…”

“Ah ha ha…”

Celia y Liselotte tenían sonrisas tensas en sus rostros.

“Aparte de eso… Esta es mi opinión una noche después de usar el jabón de Sir Haruto, pero la calidad es mucho mejor que el jabón del Gremio Ricca”, dijo Charlotte alegremente, mirando a Liselotte.

“Se ha despertado mi interés. ¿Podría explicar la diferencia de mi investigación?” Preguntó Liselotte, expresando su gran interés en la conversación como comerciante. Dado que Charlotte no era el tipo de persona que mentía sobre cosas como esta, tenía mucha curiosidad por saber cómo era mejor que los productos de su gremio.

“El olor es subjetivo, por lo que hay poco que se pueda mencionar allí. La mayor diferencia está en el efecto cosmético, diría yo. Por ejemplo, para el champú, la diferencia es realmente evidente en la suavidad con que puedo peinarme el cabello con los dedos a la mañana siguiente. Puede que se adapte a mi tipo de cabello en particular, pero se siente tan agradable de tocar incluso después de haberme dormido. El jabón corporal también ha tenido un impacto notable en mi piel. Hidrata durante mucho más tiempo que el jabón del Gremio Ricca”.

“Esos son todos los puntos que hemos estado tratando de corregir en nuestros productos. Aunque todavía estábamos en la etapa de prueba para un producto mejorado, aunque…”

“Sir Haruto parece dispuesto a explicar cómo crear los jabones que se almacenan aquí, entonces, ¿por qué no usas ese conocimiento para tu tienda? Si está satisfecha con el resultado después de probarlo, por supuesto”. Charlotte sonrió con audacia, como si confiara en la respuesta. Sin embargo, eso no sería un problema: Liselotte confiaba en la opinión de Charlotte sobre los artículos.

“Eso es más de lo que podría esperar pedir, pero… ¿está realmente bien?”

“Sí, recibí el acuerdo de Sir Haruto anoche, así que puedo mediar en el trato.”

Charlotte ciertamente trabajó rápido; ni siquiera se había olvidado de agregar un favor para Christina y Flora.

“Comprendido. Déjamelo a mí.” Liselotte asintió suavemente.

“Muchas gracias…” Era la primera vez que escuchaba que el jabón tenía prioridad para ella, por lo que Christina parpadeó en estado de shock antes de agradecerle. Su boca estaba levantada en una sonrisa feliz.

Había disfrutado del jabón en el baño de la casa de piedra durante sus viajes con Rio. Había cambiado su impresión de los baños, que creía que eran para limpiar y no para disfrutar hasta entonces.

Había anhelado usar ese jabón nuevamente después de regresar a Rodania y tomar baños allí, pero no podía decirle eso a Rio por modestia. Poder tener un suministro seguro de existencias y disfrutar de este baño una vez más fue lo más placentero para ella.

“¡Muchísimas gracias!” Flora hizo eco con una voz alegre.

“Entonces está decidido. Además, he decidido probar estos baños estilo humectación en el castillo principal. Sir Haruto y Lady Celia explicarán la tecnología para eso, pero ¿puedo dejar la remodelación a tu gremio también?”

“Por supuesto… Pero cuando dices ‘tecnología’, ¿te refieres a que este baño utiliza algún tipo de ingeniería única después de todo?” Preguntó Liselotte.

“Hay artefactos mágicos para almacenar agua y mantenerla limpia, que usan hechizos inéditos que Haruto y yo desarrollamos. Decidimos registrar oficialmente el hechizo en Galarc y la Restauración en un futuro cercano, pero…” explicó Celia. El registro de hechizos funcionó como las patentes en la Tierra moderna. Siempre que alguien lanzaba un hechizo recién desarrollado, obtenía el derecho a monopolizar el uso de ese hechizo.

El reino manejó de cerca los hechizos publicados, asegurando que el desarrollador recibiera una tarifa cada vez que alguien más lo usaba.

“Han acordado enseñar los hechizos antes de hacerlo. Los baños estilo humectación se pueden combinar con jabones como material de negociación, así que creo que esta podría ser la nueva tendencia”, dijo Charlotte, terminando las palabras de Celia. No aclaró para qué tipo de negociación se estaba utilizando, pero sonrió con una mirada significativa.

“Ya veo…” dijo Christina.

“Las mujeres nobles lo buscarán, estoy segura”, supuso Liselotte.

En la actualidad, el Gremio Ricca maneja los jabones de la más alta calidad que circulan en Galarc y Beltrum. El nacimiento de un jabón de mucha mejor calidad sin duda cautivará a la base de clientes de la realeza, la nobleza y las mujeres comerciantes adineradas, especialmente si tiene un efecto notable en la belleza. Una vez que hayan experimentado sus efectos, seguramente querrán seguir usándolo. En cuyo caso, había muchas formas de aprovechar como desarrollador y proveedor. Era el equivalente a obtener un arma poderosa contra la mitad femenina de la clase noble.

Si bien aún no ha habido ningún movimiento, definitivamente hay personas a las que no les gusta el ascenso de la fama de Sir Haruto. No estaría de más tener tantas opciones como sea posible.

Liselotte necesitaba preparar un contraataque en caso de que sucediera algo, aumentar sus aliados y sentar las bases.

Esta fue parte de la razón por la que le pidió a Rio que le diera entrenamiento de combate y a Celia que diera una conferencia esta vez.

Rio no estaba afiliado a ninguna facción en particular, pero estaba claramente bajo la protección del Rey Francois y la Segunda Princesa. Por lo tanto, las primeras personas que necesitaban estar de su lado fueron los caballeros reales.

Por eso le había pedido que les diera entrenamiento de combate a los caballeros, para dar a los participantes una impresión favorable de Río. Sin duda, ese plan había salido bien.

Además de eso, el hecho de que Celia, la famosa hechicera genio de Beltrum, estuviera dando una conferencia en Galarc, especialmente debido a su relación amistosa con Haruto Amakawa, también le dio al público una buena impresión de sus conexiones.

Por supuesto, eso no borraría toda la animosidad dirigida hacia Haruto.

Pero eso funciona de todos modos, ya que solo significa que las cosas se pondrán interesantes. No puedo esperar, pensó Charlotte con una sonrisa de satisfacción.

***

Una vez que terminó la clase de entrenamiento de combate de Río, se mostró a los participantes dentro de la mansión para que se mezclaran y almorzaran antes de que todos regresaran a sus puestos.

Sin embargo, el grupo fue llevado primero a los baños para lavarse después de todo el ejercicio que habían hecho. Había grandes baños en la mansión para hombres y mujeres que se construyeron dividiendo el trabajo entre Alma y Rio, pero el baño de hombres se asignó a la mitad del grupo para que se lavaran. Mientras tanto, Rio usó el baño pequeño adjunto a su dormitorio para limpiarse.

Una vez hecho eso, ayudó a Miharu y a las demás a preparar el almuerzo. Los participantes que se habían estado lavando los platos finalmente volvieron a reunirse en el gran comedor.

“¿Empezamos pronto, entonces?”

Charlotte se hizo cargo del almuerzo que comenzó. Había varias mesas colocadas en la sala y no había asientos asignados para permitir que los asistentes interactuaran libremente entre sí.

Podían elegir si pararse y moverse para hablar mientras comían, o sentarse y comer en su lugar. La comida estaba alineada en la mesa en el centro de la habitación para que la gente sirviera en sus platos lo que deseaba comer.

“Lady Miharu y Lady Orphia prepararon todos los platos ellos mismos. Sir Haruto también preparó algunos, pero por favor cómelos antes de que se enfríe, no hay necesidad de mostrar consideración por los demás. Disfruten sin ser demasiado formales, ¿no? Ahora, comencemos”. Charlotte aplaudió y concluyó su breve saludo. Los caballeros parecían un poco nerviosos por estar presentes entre princesas.

Aceptemos su oferta de Su Alteza.

“Es comida hecha por Lady Miharu, Lady Orphia y Sir Amakawa. Sería de mala educación dejar que se enfríe”.

Los dos capitanes de Galarc y los caballeros de la Restauración, Louise y Vanessa, abrieron el camino hacia la comida. Sus subordinados los siguieron.

“Se siente un poco extraño estar del lado receptor. Y de los que están directamente encima de mí…”

La asistente de Liselotte, Natalie, parecía un poco incómoda mientras hablaba. Parte de la razón era probablemente porque ella era la más seria de los asistentes, pero también solía ser la que servía a la gente, por lo que no estaba acostumbrada a esto.

“Escuchaste lo que dijo la princesa: sería de mala educación negarse. De todos modos, hemos tenido la cocina casera de Sir Haruto y Lady Miharu antes y fue increíble, ¿recuerdas? Sería un desperdicio no tener algunos. Vamos.”

“Cosette, espera…”

Cosette empezó a arrastrar a Natalie del brazo a la mesa de la comida. Mirando sus espaldas estaba Aria, quien los llamó con un suspiro.

“Asegúrense de no pasarse de la raya, por favor. Cielos.”

Celia se rio y se volvió hacia Aria. “Hee hee, tú también eres una invitada hoy. Olvídate del trabajo y asegúrate de tener mucho para comer también”.

“Ya he recibido una bienvenida más que suficiente. Pude disfrutar de un espléndido baño después del entrenamiento, y ahora estoy asistiendo a este extravagante almuerzo. Honestamente, casi me hace desear poder trabajar aquí”, respondió Aria con una sonrisa en su rostro.

En otra parte de la habitación, Latifa estaba tirando de Rio por el brazo. “¡Onii-chan, también deberíamos conseguir comida!”

“Lo siento, me voy a disculpar y tomar un baño. Solo me lavé brevemente antes”.

“¿Eh? Oh, ¿debería ir y ayudar a lavarte la espalda, entonces?” Latifa infló sus mejillas cuando escuchó que Rio se iba, pero inmediatamente sonrió juguetonamente para burlarse de él.

“Por supuesto que no. No quiero preocupar a la gente por ser el único hombre en la habitación, así que por favor disfruten sin mí por un tiempo. El objetivo de esto es que los asistentes interactúen entre sí, después de todo”.

Rio dio un leve suspiro de cariñosa exasperación pero acarició suavemente la cabeza de Latifa. Latifa cerró los ojos con fuerza ante eso, su expresión se suavizó de felicidad.

“Regreso más tarde.”

Con esas palabras, Rio salió silenciosamente del comedor sin llamar la atención sobre sí mismo. Dicho esto, algunas personas notaron de inmediato que se había ido.

“¿Oh? ¿A dónde va Sir Haruto?” Charlotte, que había estado hablando con Christina y Liselotte, ladeó la cabeza y miró a las demás. Esto hizo que todas a su alrededor también miraran.

“Se fue a tomar un baño adecuado. Dijo que deberíamos disfrutar las cosas sin él”, respondió Latifa con tristeza.

“Sir Haruto es el dueño de esta mansión, por lo que no debería tener que mostrar tanta reserva…” Charlotte se veía algo malhumorada, haciendo un leve puchero.

“Pero es un poco incómodo ser el único hombre en esta habitación. Esta mansión es como una preparatoria para chicas en este momento, aunque normalmente es así de todos modos”, dijo Satsuki con simpatía y miró a su alrededor. Había docenas de personas en el comedor en este momento, incluidos los camareros, y todas eran mujeres.

“Aun así, no esperaba que desapareciera tan pronto como comenzó. Creo que cualquier caballero de la edad de Sir Haruto… No, cualquier caballero joven y saludable estaría encantado de permanecer en esta habitación”.

La habitación estaba llena de mujeres hermosas en la flor de su juventud. Cualquier noble en la flor de su virilidad habría estado conversando con ellas de forma proactiva.

“No, no. Es porque es un caballero que se fue para hacernos sentir más cómodas”.

“Eso es ser demasiado caballeroso”.

Probablemente sea lo que llamarían un “hombre herbívoro” en Japón, pensó Satsuki en Río. Charlotte aparentemente encontró eso desagradable y pareció verse triste.

“Hmm… entiendo lo que estás tratando de decir, Char, pero creo que la falta de arrogancia de Rio es algo bueno”.

“Estoy completamente de acuerdo con eso, pero… desearía que viera sus propios encantos de una manera más objetiva. Porque todo el mundo quiere hablar con él”.

“Sí,” estuvo de acuerdo Satsuki.

Después de todo, Haruto era el mejor caballero que uno podría desear. Era guapo, tenía buena personalidad, era fuerte, de alto estatus y tenía una larga lista de logros; sería difícil encontrarle fallas. Además de eso, todavía tenía dieciséis años y era soltero. Incluso sin el propósito del matrimonio, cualquiera querría acercarse a él. Esta era la línea de pensamiento de Satsuki.

“Estoy empezando a comprender las dificultades de todos. Esperaba un mayor desarrollo en nuestra relación al pasar tiempo juntos todos los días, pero…” Charlotte suspiró inquieta. Visitó la mansión casi todos los días para hacer varios intentos de seducción, pero Rio era más pasivo hacia el romance de lo que pensaba. No era como si se estuviera distanciando de ella, y mostraba una conciencia adecuada de ella como del sexo opuesto cuando se aferraba a él, pero nunca hizo un movimiento con ella.

“Me alegra que entiendas.” Latifa se unió a la conversación con un bufido engreído después de escuchar los lamentos de Charlotte. Todos los años que pasó con Rio no habían sido en balde, ella también entendía esas dificultades.

Observando ese intercambio a poca distancia estaban Celia y su vieja amiga Aria, así como Natalie y Cosette.

“Parece que Sir Haruto salió de la habitación”, dijo Natalie, mirando la conversación entre Charlotte y los demás que acababa de escuchar.

“Aww, quería aprovechar esta oportunidad para hablar más con él… Vaya, este plato de huevos es increíble”.

“No actúes decepcionada y alegre al mismo tiempo”.

Los hombros de Cosette se desplomaron mientras probaba la comida, lo que hizo que Natalie la regañara con una mirada de harta. “Haruto volverá pronto, creo”, dijo Celia con una sonrisa irónica.

“Aunque parece que hay muchos otros que desean hablar con él, así que no habrá mucho tiempo para hablar con él…” dijo Aria, mirando alrededor de la habitación.

Los caballeros que estaban escarbando en la comida también habían notado la ausencia de Rio, y algunos de ellos parecían bastante decepcionados. Se les podía escuchar discutir cómo acercarse a él cuando regresara.

“Si quieres hablar con Haruto, ¿quieres que diga algo cuando regrese?” Celia ofreció pensativamente.

“¿En serio?” La expresión de Cosette se iluminó cuando se inclinó hacia adelante con entusiasmo.

“C-Claro.”

“Oye, Cosette. No seas grosera con Lady Celia. Lo siento mucho por ella, Lady Celia”, dijo Natalie de inmediato.

“También tendré unas palabras fuertes con ella más tarde”, agregó Aria, haciendo que Cosette se tensara con un gemido.

“No hay necesidad de eso. Hoy es un día de intercambio social y no hace falta ser tan formal. Me alegra tener la oportunidad de hablar con las personas con las que Aria trabaja normalmente. Estás rodeada de algunos colegas maravillosos, Aria”, se rio Celia, mirando a Aria.

“Sí. Todo es gracias a ti”. Aria se encogió de hombros como si estuviera exasperada y luego asintió, pero su expresión se suavizó levemente.

“Fueron compañeros de clase con Lady Celia, ¿verdad?” Preguntó Natalie. “Sí, eso es correcto”, respondió Aria.

“Aria siempre es tan estricta como un demonio del infierno, pero ¿era tan fuerte en la escuela también?” Cosette le preguntó a Celia a continuación.

“No había nadie que pudiera vencer a Aria en el manejo de la espada. Ella también era mejor que todos los chicos. Ella también estaba igualada contra Haruto, realmente eres increíblemente fuerte, Aria”.

“Sir Haruto se centró en defender hasta el final, por lo que no me llamaría igualados…”

“¿En realidad? Para ser honesto, no sé mucho sobre espadas…”

“Estaba atacando bastante en serio, pero paró todo fácilmente. No estoy seguro de tener la oportunidad de ganar si peleamos hasta el final… Al menos, no pude ver todas las habilidades de Sir Haruto en ese encuentro”. Aria miró hacia atrás en su pelea con Rio en contemplación.

“¿Sir Haruto ha luchado alguna vez con una pelea hasta ahora?” Preguntó Cosette a Celia.

“Hmm, me pregunto. Es difícil medir su verdadera fuerza, así que no puedo imaginarlo perdiendo… Creo que es tan fuerte como Aishia”, respondió Celia, mirando hacia donde estaba sentada Aishia con Miharu y Liselotte.

“Eso es cierto. Luché con ella brevemente durante la última mitad de la lección, pero ella fue muy fuerte. Lady Sara y Lady Alma también…” dijo Natalie.

La última mitad de la lección había sido un simulacro de batalla centrado en las enseñanzas de Rio, por lo que Aishia, Sara y Alma habían ayudado a llevar a cabo los encuentros, pero Aishia había salido invicta. Solo Aria pudo luchar hasta que se llamó a un empate. (Sara y Alma perdieron ante Aria, pero ganaron contra todos los demás participantes).

“Su fuerza era una cosa, pero ¿no es incomparable la ternura de Aishia? Cuando vi su rostro de cerca, me sorprendió lo refinado que era… Su piel también es tan blanca. Perdí tan rápido mientras miraba por envidia”. Cosette dejó escapar un suspiro soñador de reverencia.

“Al menos lucha como es debido…” Natalie murmuró cansada en voz baja.

“Ah ha ha… Su apariencia puede incluso cautivar a personas del mismo sexo. Me acostumbré mientras vivía con ella, pero a veces recuerdo su belleza y pierdo la confianza en mí misma”, dijo Celia con indiferencia.

“Umm, tu belleza es suficiente para poner celosas a otras mujeres también, ¿no?” Natalie protestó a Celia.

“Por supuesto. Si tienes la misma edad que Aria, eso te hace tener la misma edad que nosotros, pero aún te ves como si estuvieras en tu adolescencia. Eres como un hada, una dulce niña”, agregó Cosette.

“A menudo me dicen que tengo cara de bebé…” Celia bajó la cabeza con decepción.

“¿Qué está mal con eso? Mantener tu juventud y belleza es tu último deber como dama, ¿no? Su apariencia es un arma poderosa que cualquiera envidiaría, Lady Celia. Y creo que todas las chicas hermosas que rodean a Sir Haruto han adormecido tus sentidos, porque definitivamente estás incluido como una de ellas”.

-M-Muchas gracias…” dijo Celia vacilante, presionada por Cosette.

“Parece que todos se están divirtiendo”.

En ese momento, Vanessa se acercó a ellas. A su lado estaba la capitana de los guardias de Charlotte, Louise.

“Buen día para ti, Vanessa. Vi una parte de tu entrenamiento antes. Me alegra ver que estás mejor y recuperada”, dijo Celia, la más familiarizada con Vanessa.

“Sí, estoy en mi mejor condición gracias a Sir Amakawa. Pero aparte de eso… ¿Se conocen ustedes dos?” Vanessa miró entre Celia y Aria.

“… Sí, éramos compañeras de clase en la Real Academia”. Celia miró a Aria para comprobar que se le permitía responder antes de dar su respuesta.

“Ya veo… Eso significa que tu calificación fue particularmente impresionante, ya que tienes un genio de la magia y un genio de la espada en el mismo año”.

“Celia ha logrado un gran éxito como hechicera, pero me estás sobrevalorando. Dejé la academia sin ni siquiera graduarme”.

“No, es molesto, pero no hay duda de que hoy fuiste la más hábil de todas las participantes. Nuestro reino sufrió una pérdida inconmensurable al dejarte ir tan fácilmente. El único consuelo es que fuiste a nuestro reino de alianza, Galarc… ”

“Es un honor que me digan eso, pero no es gran cosa”. Aria negó con la cabeza respetuosamente.

“Lo mismo se aplica a Sir Amakawa, pero parece que los verdaderos genios son humildes consigo mismos. Los asistentes de la hija del duque Cretia son todos talentosos, pero el asistente principal está en otro nivel: uno de los principales maestros de la espada del reino, seguro. Esa es la palabra en el castillo, y considero que los rumores son ciertos”, dijo Louise, uniéndose a la conversación alabando a Aria.

“Es un honor…”

“Me encantaría invitar a alguien tan hábil como tú a los guardias reales, pero…”

“Lo siento, no tengo ninguna intención de servir a nadie más que a Lady Liselotte”.

“Qué maravillosa lealtad”.

“Aria es asistente y caballero…”

Louise sonrió con aprobación ante la respuesta inmediata de Aria, mientras que Vanessa la felicitó con admiración, aunque parecía un poco en conflicto al respecto.

“En cualquier caso, estoy segura de que nos veremos más en las sesiones de entrenamiento. Vamos a llevarnos bien. Como líderes de nuestros propios grupos, sería bueno estar cerca unos de otros”.

“Por supuesto, sería un placer”. Aria aceptó la mano que Vanessa se ofreció a estrechar.

“Sir Amakawa dijo que no confiaba en sus habilidades como instructor, pero es una rara oportunidad de recibir entrenamiento de alguien de su fortaleza. Los participantes también son expertos. Será una experiencia de entrenamiento maravillosa. Fortalezcamos nuestras habilidades juntos”.

“Por supuesto. Deberíamos estar agradecidos a Su Alteza por brindarnos la oportunidad y a Sir Amakawa por aceptar enseñarnos”. Louise también estrechó la mano de Aria.

“Incluso nos obsequiaron con una maravillosa experiencia de baño y una deliciosa comida después. Me hubiera gustado agradecer a Sir Amakawa por ello, pero…”

“Desafortunadamente, parece que dejó la habitación por el momento. Estoy segura de que volverá a aparecer más tarde, así que dígaselo entonces”, le dijo Celia a Vanessa, que estaba mirando a su alrededor en busca de Rio.

“Claro. Mis subordinadas también querían hablar con él. Estarán decepcionadas”, dijo Vanessa con una sonrisa irónica.

“Mías también.” Louise se hizo eco de su sentimiento con un suspiro.

“¿Había algo que quisieran discutir?” Preguntó Celia, inclinando la cabeza.

“Nuestro trabajo no brinda muchas oportunidades para conocer gente nueva. Para ser honesta, todo el mundo está hambriento”, explicó Vanessa.

Las mujeres se usaban normalmente como guardias de la realeza femenina, pero se despreciaba el constante cambio de guardias, lo que hacía que el trabajo fuera bastante difícil de renunciar. A muchos nobles no les gustaba cómo se restringía su renuncia, por lo que las caballeros eran conocidas por perder su edad máxima para contraer matrimonio, lo que solo estimuló aún más la falta de caballeros femeninos para proteger la realeza femenina.

“Parece que la situación es la misma en todos los reinos”.

“También es similar para los asistentes”.

Louise y Aria hablaron con sonrisas autocríticas. A su lado, Cosette y Natalie asintieron firmemente con la cabeza.

“Ah ha ha…” Celia se rio torpemente al comprender.