Nejimaki Seirei Senki (NL)

Volumen 4

Capitulo 1: El Incidente De La Provincia De Ebodolk

Parte 8

Ella sabía dónde está la raíz de la corrupción; y que la pudrición de las hojas no era más que un reflejo de la condición del Árbol Eterno.

“Pero no te preocupes, me reuniré contigo allí en el futuro, ¡así que ve allí primero y arde en el infierno mientras me esperas!”

Ella apretó el gatillo. El perno suelto voló en línea recta por el aire y atravesó profundamente su destino.

“… Huff … Ahh … ¡Uwah…!”

Su cara entera estalló en sudor frío, y su orina mojó la alfombra … El rayo golpeó ligeramente a un lado de la sien del vizconde, mientras se sentaba en el suelo de espaldas a la mesa. Si aterrizara solo 2 cm a la izquierda, estaría muerto.

“… Yo tampoco quería detenerte…”

La mano del joven que creó esta brecha de 2 cm todavía estaba agarrando la ballesta desde un lado. Al ver a la princesa mirando al vizconde como si estuviera tratando de matarlo con su mirada, Ikta le aconsejó con un tono calmante y serio:

“Pero si ejecutas al vizconde aquí por motivos de Lèse-majesté, ya sea justificado o no, podría endurecer la actitud del parlamento, ya que sus miembros son aristócratas como él. Durante este período, cuando vamos a establecer y operar un nuevo Regimiento, hacerlo no es prudente.”

“……”

“El incidente de trata de personas ha terminado. Dado que la verdad ha sido descubierta, es tu victoria, princesa … No tienes que ensangrentarte la victoria que tanto te costó ganar, por favor mantén tu mano.”

Su estado mental agitado gradualmente se calmó. La palma del joven cubrió la mano de la princesa que sostenía la ballesta. El calor de su piel calmaba lentamente sus dedos rígidos.

“Yatori, Haro, por favor llévate a la princesa ─ Nosotros nos encargaremos del resto.”

Dijo Ikta justo después de tomar suavemente la ballesta de la niña. Yatori y Haro asintieron y apoyaron a la niña de ambos lados cuando salieron de la habitación. Los tres miembros restantes del Cuerpo de Caballeros se miraron y luego desviaron la mirada hacia los dos burócratas.

“Muy bien entonces, el vizconde Hamatoll y el secretario de primera clase Hidashu. Sé que estás cansado, pero por favor coopera con nosotros. Actuaré en nombre de la Tercera Princesa ahora.”

Ikta dijo eso con calma. Después de la dura batalla de la princesa Chamille, ahora tenían todas las iniciativas. El joven se acercó al aturdido vizconde Hamatoll y se puso en cuclillas a la altura de sus ojos.

“En primer lugar, esa ley insidiosa problemática los gravámenes dirigidos específicamente a las mujeres, rescindir eso. Detener toda la trata de personas de inmediato. Y devuelva al mercado todo el arroz Kuna malversado. Asumirá todas las deudas de las mujeres que fueron vendidas a la provincia de Kuntsui también.

Entiendes que no tienes derecho a rechazar, ¿correcto?”

Esta era una amenaza abierta, pero el Vizconde no tenía otra opción aparte de asentir.

“Muy bien señor. A continuación, quiero que me prometas que las operaciones de este edificio serán legitimadas, al menos, sin guaridas de juego a plena luz del día. Creo que puede tener la posibilidad de escapar siendo ejecutado por Lèse-majesté si cumple con estas condiciones.”

El gobernador solo pudo asentir débilmente, pero Ikta continuó con su ataque.

“Lo que diré a continuación no es obligatorio, y es solo una solicitud. Pero si desea proteger su condición de noble, le aconsejaré que escuche atentamente, Lord Vizconde.”

Cuando escuchó eso, el vizconde que no era diferente de una cáscara vacía levantó la cabeza ligeramente.

“Si limitas tus ojos solo a la provincia de Ebodolk, el dinero hecho con el arroz no es malo, pero ¿sabes? ¿Otro tipo de cultivo, los callos tendrían tendencia pronto?”

Lo que vio después de levantar la cabeza fue el rostro de un joven delincuente listo para las negociaciones.

En la tarde de cierto día despejado, se celebró una pequeña fiesta en la mansión Tetzirich. Dentro de la vasta propiedad, muchos invitados de diferentes géneros y edades, civiles y soldados se reunieron aquí. Este fue un buffet al aire libre para amigos y familiares.

Las fogatas estaban encendidas por todo el lugar, y alrededor de cada una de ellas había gente cocinando brochetas de carne y usando una plancha de hierro calentada para freír arroz. Bajo la brillante luz anaranjada del atardecer, la gente charlaba mientras disfrutaban de la comida, y el sonido de la risa siempre estaba presente.

“Ya veo, así que eso fue lo que pasó.”

El coronel Mirtog estaba mirando esta escena desde sus habitaciones privadas en el segundo piso de la mansión mientras escuchaba el informe de la princesa Chamille y el Cuerpo de Caballeros. Desde malversar el arroz Kuna para crear la farsa de una mala cosecha, la verdadera razón para imponer impuestos específicamente contra las mujeres, hasta el tráfico de personas a la provincia vecina … La princesa pasó mucho tiempo para explicar cada detalle de este incidente.

“Como todos sus esquemas han sido descubiertos, el plan del vizconde Hamatolls se ha detenido por completo. El Vizconde tendrá que pagar la deuda en nombre de las rameras vendidas a la provincia vecina, y el arroz Kuna que estaba oculto será devuelto al mercado con la excusa de la escasez en la declaración. Los impuestos se revertirán al sistema anterior. A partir de este resultado, concluyo que los bonos que retienen al Coronel se han deshecho. ¿Qué piensas?”

“Estoy muy contento de que las cosas salgan de esta manera. Pero pensar que todos estos crímenes fueron dirigidos por el propio gobernador … Es una suerte que Su Alteza haya descubierto la verdad. Tienes mi más sincero agradecimiento.”

El coronel Mirtog se inclinó profundamente con una sonrisa en su rostro regordete. La princesa asintió para aceptar la gratitud del coronel, pero su expresión tenía un toque de melancolía.

“Estoy feliz de ser de ayuda … Pero Coronel, ¿puedo preguntar algo?”

“Sí, ¿cómo puedo ser útil?”

“Con respecto a los esquemas del vizconde Hamatoll─ la esencia de lo que te dije antes, ¿lo sabías desde el principio?”

El aire se congeló. En lugar de una pregunta, su tono estaba más cerca de afirmar algo. Después de unos segundos de vacilación, el coronel Mirtog asintió.

“… Es como tú dices. Esto es preocupante, no tengo excusas para mí mismo.”

“Entonces es verdad … La suerte jugó un papel, pero un extraño como yo logró descubrir la verdad en tan poco tiempo. Entonces, un residente en la provincia de Ebodolk como usted que está al tanto de la situación aquí definitivamente está al tanto de este incidente…”

La princesa respondió con una actitud solitaria, y Matthew, que estaba detrás de ella, dio un paso adelante.

“… Si lo supieras, ¿por qué no nos lo dijiste en ese momento? Podríamos haber ahorrado el tiempo y el esfuerzo en investigar este asunto.”

“Matthew, lo siento por tenerte en la oscuridad también … De hecho, decirte que todo es una forma también. Sin embargo, no podía decidirme. La razón es que, al hacerlo, estaré admitiendo que estoy haciendo la vista gorda ante los villanos del vizconde Hamatoll a pesar de que lo sabía.”

El coronel Mirtog soportó la mirada de su hijo y explicó con una expresión amarga:

“Es un hecho que no expuse su trama a pesar de saber la verdad. Incluso podrías sospechar que me coludí con él. Entonces, antes que nada, necesito confirmar que la Princesa es una persona inteligente y con visión de futuro … y no alguien que está cegado por las ganancias a corto plazo. Esta es la razón por la que tengo que dejar que resuelva este incidente usted mismo … sin involucrar a la casa Tetzirich…”

“Papá, ¿es por eso que no dijiste nada …? Puedo entender el fundamento, pero no puedo aceptarlo. Usaste la autoridad de Su Alteza para resolver el problema, pero en privado, tú … ¡eso es demasiado despreciable!”

“Tienes razón, Matthew. Puse ‘honestidad en un perdido’ y ‘ser despreciable con los beneficios’ en una escala, y elegí este último. Me avergüenzo de mi humilde codicia … Como padre y soldado, es una gran pena…”

El coronel Mirtog se volvió hacia la princesa, se arrodilló y bajó la cabeza. Al ver al Coronel aceptar la acusación de su hijo sin titubear, la Princesa Chamille sacudió la cabeza en silencio.

“Por favor no te preocupes, no te culpo … Soy consciente de la posición en la que te encuentras, y es difícil para ti dar un paso adelante y culpar al vizconde Hamatoll por sus acciones. Además de mantener relaciones cordiales con los residentes, también debe estar en buenos términos con los funcionarios de gobierno para que los militares operen aquí sin problemas.”

“……”

Fácilmente puedo imaginar lo problemático que debe ser para los soldados atrapados entre los ciudadanos y los burócratas. Sin embargo, todavía ves mi visita como una oportunidad y la aprovechaste a pesar de tu grave posición … No creo que me hayan engañado, y en lugar de eso quiero felicitar a tu carácter tenaz.”

La princesa Chamille caminó hacia el coronel que seguía arrodillado y le tomó la mano. Luego lo levantó y lo miró a los ojos desde una distancia cercana y dijo:

“No hay necesidad de seguir disculpándose, esto me hará sentir mal.”

“Su Alteza…”

“Después de pasar por este incidente, he evaluado su capacidad, coronel Mirtog Tetzirich. Definitivamente eres un candidato capaz de asumir esta gran responsabilidad. La operación del Regimiento involucra la vida de muchos soldados, nosotros y 4,000 personas de la tribu Shinaak … contaré con ustedes para eso.”

Sus ojos brillantes con determinaciones miraban directamente al coronel Mirtog. Animado por esta luz, el actual jefe de la casa Tetzirich enderezó la espalda y realizó un simple saludo que tenía grandes implicaciones detrás de él.

“Escucho y obedezco las órdenes de la Tercera Princesa. El Coronel del Ejército Imperial Mirtog Tetzirich jura solemnemente dedicar todo a las operaciones del Regimiento siempre y cuando todavía respire.”

Después de que el informe fue completo, la Princesa y los miembros del Cuerpo de Caballeros decidieron unirse al buffet al aire libre por recomendación del Coronel Mirtog. Todos salieron de la mansión, y los plebeyos que notaron la llegada del Coronel se acercaron con copas de vino en la mano.

“¿No es ese el coronel? Tenemos que vivir una buena vida gracias a ti.”

“¡El joven maestro ha crecido! ¡Debe haber heredado esa barriga suya de su padre, jajaja …!”

Todos les hablaban íntimamente. Tanto el padre como el hijo de Tetzirich quedaron abrumados con solo los saludos. No queriendo molestarlos, los otros miembros del Cuerpo de Caballeros y la Princesa abandonaron la escena en silencio.

“El coronel y Ma-chan parecen ocupados, ayudémonos entonces.”

“¡Así es! Mi estómago ya está retumbando.”

“Yo también. Conseguiré las bebidas entonces.”

Después de que las cosas se volvieron así, Torway, Haro y Yatori tomaron medidas. Los forasteros deben ser muy prominentes aquí, y los lugareños los asaltan con preguntas cada vez que se acercan a un grupo. Los tres probablemente tomarían mucho tiempo para lograr sus objetivos.

“…¿Pareces haberle dado al vizconde condiciones muy duras?”

Ahogada por el ruido a su alrededor, la princesa Chamille le dijo al joven a su lado en voz baja. Ikta respondió con una cara indiferente:

“Sí, aproveché esa oportunidad para exprimirlo al máximo, el futuro de la tribu Shinaak está en juego después de todo. A diferencia de la princesa, no me opongo a actuar como delincuente.”

“No necesitas actuar como el malo. La mente maestra detrás de este incidente soy yo después de todo.”

La princesa concluyó en un tono fuerte. Al ver lo terca que era, Ikta suspiró suavemente.

“… De hecho, la idea fundamental de pedirle al el Coronel Mirtog que se haga cargo de la unidad no vino de mí, sino que es propuesta por la Princesa. Ofrecí mi ayuda ya que me queda bien … Pero todo eso es solo una parte de establecer el esquema para ‘eso’, ¿correcto?”

Ikta preguntó mientras recordaba el pasado … cuando la princesa confesó su deseo dentro del carruaje cuando estaban solos. El deseo de la princesa que iba más allá del sentido común … Para guiar al Imperio que estaba en sus últimas etapas hacia una digna derrota.

“No te lo diré antes de que tomes tu decisión.”

La niña lo rechazó con frialdad. Ikta esperaba tal reacción y no presionó el tema. Después de que su conversación se detuvo aquí, cambiaron a otro tema.

“Hablando de eso, celebrar una fiesta abierta a los plebeyos en la mansión del comandante de la unidad … Como se esperaba de la casa Tetzirich.”

Ikta estaba impresionado mientras veía al padre e hijo de Tetzirich recibir calurosamente a los residentes vecinos. Como no estaban demasiado lejos, podía captar fragmentos de sus conversaciones.

“Parece que hay más personas sin hogar en la ciudad recientemente…”

“Una manada de perros salvajes está atacando nuestro ganado, ¿pueden ayudarnos?”

“Debido al algodón importado de las provincias vecinas, el precio se ha desplomado…”

“El pago diario porque el trabajo temporal es demasiado bajo, es preocupante.”

Centrados en los problemas de la vida cotidiana, conversaron sobre una amplia gama de temas. La princesa que estaba viendo la misma escena de repente dijo:

“¿No crees que esto es extraño? Los problemas que deben ser manejados por los funcionarios de gobierno se confían a los soldados como si esto fuera natural.”

“El problema es que muchos ciudadanos imperiales no encuentran esto extraño en absoluto.”

Cuando escuchó el comentario sarcástico de Ikta, la princesa Chamille asintió con una cara seria.

“… Así es, esto no solo está sucediendo en la provincia de Ebodolk. Puede haber algunas diferencias, pero esta es una vista común en todo el Imperio. El comandante en el norte que tiene el respaldo de los aristócratas estaba actuando como gobernador de facto, aunque ese es un ejemplo único … Pero se puede encontrar una estructura similar en todos los territorios y provincias. Los ciudadanos confiarían en los militares para todo tipo de cosas, y los soldados se convierten en los que atienden a la solicitud de los ciudadanos, mientras que los aristócratas se burlan de ambos partidos. Tal estructura social es común en el Imperio.”

Ikta escuchó a la princesa y le echó un vistazo a un lado de la cara. A pesar de que había una escena bulliciosa ante ella, la niña parecía estar mirando a lo lejos a una nación extranjera.

“Pasé la mayor parte de mi tiempo entre tres y doce años en Kioka. Te lo mencioné antes, ¿verdad? Pero estaba muy ocupado cuando me usaban como moneda de cambio político. Cada vez que había una crisis política, me expulsaban, así que pasaba mucho tiempo viajando de ida y vuelta entre Kioka y el Imperio … Y pasaba por los territorios orientales durante mi viaje─ que ahora es el ‘antiguo’ este territorio. Probablemente te puedas imaginar, esos fueron los territorios orientales que habían sido medio abandonados después de que los migrantes fueron enviados allí para desarrollar el área como parte de nuestra política nacional.”

La princesa cerró los ojos y la escena del pasado se reprodujo en su mente. Su voz comenzó a temblar de ahora en adelante.

“Me di cuenta de lo terribles que eran las condiciones de vida con solo mirar desde la ventana del carruaje. Sus ojos estaban inyectados en sangre, estaban tan delgados que sus clavículas mostraban, sus encías estaban hinchadas y sus dientes se habían caído … Para mí, la gente violada por el hambre y la enfermedad se parecía a otra especie.”

Solo pasaron de lejos … Pero durante un viaje, se detuvieron en una aldea para reponer sus suministros, y todo el convoy estaba rodeado de ciudadanos hambrientos.

La niña se abrazó a los hombros como si temblara, pero desenterró sus recuerdos obstinadamente.

“No sabía lo que querían, probablemente solo algunos alimentos y suministros médicos. Pero los soldados escolta probablemente no quieren que la realeza se sienta incómoda en futuros viajes, y rechazaron severamente su solicitud. Incluso gritaron “¡ Retrocede! ¡Este es el convoy que escolta a la estimada Tercera Princesa!” Y algo así…”

Una repentina ráfaga de viento revolvió el cabello rubio de la niña y cubrió su tenso rostro.

“Me sentí realmente incómodo cuando escuché esos gritos enojados … En comparación con estar rodeado, me sentí dolida por mi propia impotencia. Hacia mí misma, que no podía ofrecer nada a los ciudadanos hambrientos, sentí desesperación e insignificancia. No podía soportar que no pudiera ofrecer nada a los ciudadanos hambrientos, y el sentimiento de insignificancia y desesperación.”

Ikta apretó los dientes cuando escuchó eso … Mientras que la realeza que vivía en el Imperio se volvió cada vez más corrupta, solo la Tercera Princesa que se crio en Kioka se convirtió en una regla con el sentido correcto de los valores. Fue tan irónico que fue repugnante.

“Por eso, yo … decidí bajar. Me bajé del carruaje y salí afuera…”

Sus extremidades comenzaron a temblar, y su discurso era tartamudeante, como si su cuerpo se negara a continuar.

“…Cuando aparecí ante la multitud, todas sus miradas se centraron en mí. Era obvio que eso sucedería, pero aún tenía miedo … Porque pensé que me culparían. En el lugar donde los resultados de una mala planificación política se estaban desenfrenando, era natural que un miembro de la realeza que simplemente entraba con indiferencia fuera amonestado por ellos. ¡Así que estaba preparado para soportar cualquier cosa que me arrojaran …! Para aceptar todas sus frustraciones y odio, y entender cuánto de un fracaso fui. Y luego pensar cuidadosamente en lo que puedo hacer por ellos.”

En contraste con las palabras que brotaban de su boca, los temblores de la niña alcanzaron su clímax … y en la siguiente instancia, se calmó como si todo eso fuera un sueño.

“Pero nadie me acusó.”

Ikta entonces vio … los labios de la princesa mostrando una auto burla ilimitada.

“Sin acusación. Así es, no pasó nada. Estaba mentalmente preparado y mi cuerpo estaba tenso, pero sus miradas barrieron sin parar. Comenzaron a suplicar a los soldados nuevamente. Sí, es cierto. Ni siquiera podía culpar. Los ruidos se hicieron más fuertes cuando me ignoraron, y me quedé allí aturdida sin que nadie reconociera mi existencia…”

Este recuerdo marcaba una herida que nunca sanaría en el corazón de la niña, y sus ojos que habían perdido su luz vagaron por la nube en el aire en la distancia.

“Al principio, pensé que me ignoraron porque era solo una niña … Pero incluso cuando envié a un noble mayor para mediar, los resultados fueron los mismos. La gente solo se centró en los soldados, y ni siquiera nos miró. Rápidamente me di cuenta de que los ciudadanos no esperaban nada de mí. No, ya no esperan nada de los nobles que gobiernan por la autoridad otorgada por la realeza, o la realeza del árbol espíritu Eternal.”

“……”

“Pensar en asumir responsabilidades era solo una falta de autoconciencia. Ya había perdido el derecho de culpar. A pesar del flujo interminable de políticas terribles, la gente ni siquiera sintió que habían sido “traicionados” por los nobles y la realeza que fueron la causa de todos estos problemas … Porque la gente nunca confió en ellos desde el principio. Porque se habían rendido y piensan que los gobernantes de este país es solo una existencia de este nivel. Son pocos los que se dan cuenta de esto─ pero en este país, ‘el respeto hacia los de mayor prestigio’ es equivalente a la ‘pérdida total de fe’. ¿Entiendes, Solork? La gente puede venerar a los nobles, pero no confíe en ellos. Incluso si hay respeto, no esperan nada. La gente nos teme como dioses, y no esperaba nada de nosotros, al igual que los dioses.

Como ‘The Three Loyal House’ sirvió a la realeza y reconstruyó la nación, toda la crisis fue resuelta por los soldados. Los nobles y los miembros de la realeza no solo confían en los soldados, sino que incluso los dejan pasar mientras viven en paz y placer. Pero no olvidaron arrojar su autoridad y peso, e indujeron miedo y respeto a los ciudadanos que no coincidían con los hechos … Y el heredero de esta línea de sangre corrupta soy yo. Es imposible para mí poseer la dignidad y el sentido de responsabilidad que correspondía a tal estación…”

El joven no sabía qué decirle a la princesa, y ella continuó sosteniendo su mano con fuerza. Tan apretado como si no quisiera dejar ir al joven.

“Por eso, Solork … Cuando nos conocimos, mostrabas emociones negativas hacia un miembro de la realeza como yo … Para mí, que ni siquiera podía ganarse el odio de los ciudadanos, ese desdén tuyo me salvó.”

La princesa sentía que incluso el odio era precioso para ella. Ikta finalmente entendió por qué continuó sosteniendo una desesperada confusión y vivió una vida infernal.

“Pero aun así … Desde el día en que nos conocimos, no puedo hacer nada que te haga feliz. Es lo único por lo que no puedo disculparme … Pero al menos, todavía me odias, ¿verdad? Tu odio hacia mí todavía está oculto en lo más profundo de mí, junto con tu voluntad de castigarme por mis pecados.”

Al igual que cuando el joven se enfrentó a los muertos, no tenía palabras … Lo único que podía hacer era tomar las manos temblorosas de la niña. Y los mantuvo apretados como ella deseaba, uniéndolas para que no se separaran.